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Cuando oréis, decid:

XI SEMINARIO DE LECTURA DE LA REALIDAD Sesión nº 01 | xx de octubre de 2011

Vamos a dedicar la oración del Seminario de este curso al Padrenuestro, la única oración que nos enseñó
Jesús.Cuando oréis, decid:

Mateo 6, 9-13 Lucas 11, 2-4 Didajé 8, 2

Padre nuestro del cielo, Padre, Padre nuestro del cielo


santificado sea tu nombre santificado sea tu nombre santificado sea tu nombre
Venga tu reino. Venga tu reino. Venga tu reino.
Hágase tu voluntad Hágase tu voluntad
como en el cielo como en el cielo
así en la tierra así en la tierra
Danos hoy nuestro pan de cada Danos hoy nuestro pan de cada Danos hoy nuestro pan de cada
día día día
Y perdónanos nuestras deudas Y perdónanos nuestros pecados Y perdónanos nuestra deuda
como también nosotros porque nosotros como nosotros
perdonamos a nuestros deudo- perdonamos a quien nos debe perdonamos a nuestros deudo-
res algo res

Y no nos induzcas a la tentación, Y no nos induzcas a la tentación Y no nos induzcas a la tentación


sino líbranos del maligno sino líbranos del maligno,
porque tuyo es el poder
y la gloria por siempre

EL PADRENUESTRO: MANIFIESTO RADICAL E HIMNO DE ESPERANZA


Sin duda esta oración, “oración Abbá” según los primeros cristianos, “Padrenuestro” según la comunidad
católica y “Oración del Señor” en la tradición protestante, es la oración más grande del cristianismo, pero
también es su oración más extraña: la rezamos todos los cristianos, pero nunca hace mención a Cristo, a
su muerte o su resurrección; se reza en todas las iglesias, pero nunca hace mención a la Iglesia; se reza
todos los domingos, pero nunca hace mención al domingo: se llama oración del Señor, pero nunca hace
mención al Señor…tampoco alude a obispos, sacerdotes o papas; ni a congregaciones, ni a dogmas…
Tampoco hace referencia a las raíces judías de Jesús (la alianza, el templo, la ley, la circuncisión, la pu-
reza…). El centro lo ocupa Dios juntamente con el otro centro, que son el hombre y la mujer necesitados.

Una hipótesis: ¿No podemos considerar el Padrenues-


tro como conciencia del mundo? ¿Cómo un mani-
fiesto radical y un himno de esperanza para toda la
humanidad, con un leguaje dirigido a toda la tierra?

Si nos fijamos bien, el padrenuestro tiene que ver con


todas las grandes cuestiones de la existencia perso-
nal y social de todos los hombres en todos los tiem-
pos, y proclama una visión radical y revolucionaria de
la justicia: ¿tienen lo suficiente todos los hijos de Dios?,
si no lo tienen, ¿cómo debe cambiar el mundo para
que el pueblo de Dios tenga una parte adecuada,
equitativa y justa del mundo de Dios?
2
¿CÓMO SURGE EL PADRENUESTRO?
El Evangelio de Lucas nos explica cómo surgió el Padrenuestro: “Sucedió que, estando él (Jesús) orando
en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: "Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan
a sus discípulos". El respondió: Cuando oréis, decid...” (Lc 11, 1). Destacamos algunas notas:
• Pedagogía de la oración de Jesús. No se pasó la vida exhortando a los demás para que hicieran
oración. Simplemente, él rezaba. Y cuando regresaba, luminoso, radiante, los apóstoles se preguntaban:
“¿De dónde viene? ¿Qué le ha pasado? ¿Cómo habrá conseguido esa serenidad?”. Alguno contestaría:
«Ha estado rezando». Y entonces se decían: “¡Ah, si nosotros supiéramos orar como Él!”. Por fin, un día
se atrevieron a pedirle: “Señor, enséñanos a orar, como Juan Bautista enseñó a sus discípulos”.
• Como enseñó Juan a sus discípulos. En tiempos de Jesús cada grupo se distinguía por una forma
propia de rezar. No debe extrañarnos. Si la oración es, en definitiva, relación con ese Otro que llamamos
Dios, nuestra forma de rezar dependerá de la concepción que tengamos de Dios. (Dime cómo rezas y
te diré en qué Dios crees). Lo que los discípulos piden a Jesús, por tanto, es una fórmula oracional que
refleje su ser específico, la identidad del discipulado en el que se han embarcado. Una oración que
sea el “carné de identidad” de los cristianos. (En el evangelio de Mateo la enseñanza del Padrenuestro
se ubica en el centro del Sermón de la Montaña (capítulos 5-7), siendo precisamente este Sermón el
lugar donde Cristo desarrolla las características de la nueva vida que debe distinguir a los llamados a
formar parte del Reino de Dios).
• Respuesta sorprendente. La respuesta de Jesús a sus discípulos resulta algo sorprendente: ningún
consejo para orar bien, ninguna técnica, ninguna instrucción acerca de la dieta, postura, respiración y
los métodos de concentración: ningún método para hacer oración. Jesús se limita a explicar qué cosas
hemos de "pedir. Es más, en Mt 6,7 añade “Cuando recéis, no seáis palabreros, como los paganos...”
rechazando la costumbre pagana la charlatanería en la oración y el exceso de palabras.
• Las peticiones que nos enseño Jesús. Las peticiones del Padrenuestro aparecen claramente divi-
didas en dos grupos. El primero se caracteriza por la repetición de la palabra “tu” (tu Nombre, tu Reino,
tu Voluntad) y el segundo por la repetición de la palabra “nos” (danos, perdónanos, líbranos). Esto no
significa que la primera parte del Padrenuestro esté consagrada a los intereses de Dios y la segunda a
nuestros intereses: A partir de la encarnación es evidente que la causa de Dios es también nuestra causa
Es, sin embargo, muy significativo que vayan en primer lugar esas tres peticiones que, bajo fórmulas dis-
tintas, piden el advenimiento del reino de Dios. Una de forma expresa: “Venga a nosotros tu Reino”. Las
otras dos de forma indirecta. En efecto, cuando los hombres y mujeres de todos los pueblos alaben al
Señor y santifiquen su nombre, habrá llegado el Reino a su plenitud. Por otra parte, el reinado de alguien
es efectivo allá donde se cumple de hecho su voluntad; por tanto, cuando la voluntad de Dios se haga
en la tierra con la misma prontitud y alegría que se hace ya en el cielo querrá decir igualmente que el
Reino ha llegado a su plenitud.

Sólo después de esas tres peticiones relativas al Reino de Dios vienen las peticiones relativas a nuestras
necesidades -y bien austeras, por cierto-. Y en sintonía con la exhortación de Jesús: “Buscad primero el
Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura” (Mt 6,33). Decía santo Tomás
de Aquino que esta oración “es perfectísima”, porque en ella “no sólo se piden las cosas que podemos
desear lícitamente, sino también en el orden que deben ser deseadas”.
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PADRENUESTRO. TRES CLAVES DE LECTURA PELIGRO DE PRIVATIZACIÓN DE LA
ESPIRITUALIDAD CRISTIANADEL
ESPÍRITU DE JESÚS EXPRESADO EN
EL PADRENUETRO

Hoy corremos el peligro de falsifi-


car la espiritualidad, convirtiéndola
en una forma narcisista de dar
vueltas en torno a nosotros mismos.
Lo que importa es sentirse bien: es
una espiritualidad del bienestar. Se
trata de una privatización del cris-
tianismo -presente en algunos sec-
tores- que contradice el Espíritu de
Jesús expresado en el Padrenues-
tro, donde nos enseña que mística
a) EXPERIENCIA MÍSTICA
y política van unidas; que la ora-
El Padrenuestro quiere introducimos en la experiencia que Jesús hizo ción del Señor nos capacita para
con su Padre. Al rezar el Padrenuestro participamos de su íntima re- un nuevo modo de actuar, pero
lación con el Padre. La oración quiere llevamos a una nueva moda- también nos provoca a él.
lidad de la experiencia de Dios: a la experiencia del Dios paternal y Quien no responde al Padrenuestro
maternal, que está siempre tan amorosamente cercano a nosotros con un nuevo comportamiento, no
como a Jesús. ha entendido lo que significa orar.
Esta lectura mística quiere expresar un conocimiento experiencial o Pero el Padrenuestro no es simple-
una experiencia existencial de Dios. No solo creemos en Dios, sino mente una provocación al com-
que lo experimentamos. En las palabras del Padrenuestro podemos promiso social, es también un
-si las decimos con todo el corazón- hacer una nueva experiencia camino para la experiencia espiri-
de Dios: la experiencia del amor cariñoso de Dios, y de una relación tual: la experiencia de que somos
íntima entre Dios y nosotros. hijos e hijas de Dios. Solo desde
b) RESUMEN DEL ANUNCIO DE JESÚS esa experiencia espiritual nuestro
compromiso será verdaderamente
Según Tertuliano (Padre de la Iglesia, siglo II), “El Padrenuestro es el
liberador. Necesitamos volver una
compendio de todo el Evangelio”
y otra vez a la base sobre la que se
El Padrenuestro expone los temas esenciales del Evangelio. Aborda asienta nuestro compromiso: la ex-
lo que Jesús quiso transmitir a los seres humanos con su anuncio y periencia mística de una especial
con su actividad de curación y de ayuda. Por eso, en la oración del cercanía a Dios, cercanía que
Señor nos introducimos de forma orante, de un modo cada vez más tiene su fundamento en la íntima
profundo, en el misterio de la buena noticia de Jesús. Experimenta- relación de Jesús con su Padre.
mos el misterio de su amor reconciliador, que ha brillado para nos- La política tiene que alimentarse
otros de la forma más clara en la cruz. En esta oración reconocemos de la experiencia mística, pero la
lo que significa para nosotros la encarnación de Dios en Jesucristo, mística tiene que desembocar en
y en esta oración nos iniciamos en nuestra propia encarnación. el compromiso social.
Al repetir las palabras de Jesús, nos llenamos de su Espíritu. Entende-
mos cada vez mejor de qué trataba Jesús en su mensaje. De este
modo, orar el Padrenuestro es el camino hacia el centro de nuestra
fe y de nuestro ser cristiano.
c) EXPLICACIÓN DEL SERMÓN DE LA MONTAÑA
Mateo ha ordenado todo el sermón de la montaña (Mt 5-7) en torno
al Padrenuestro, y las diversas exigencias del sermón de la montaña
se corresponden con las peticiones particulares del Padrenuestro.
El Padrenuestro (Mt 6, 9-13) presenta a Dios como el Padre que se
adelanta a amarnos, mientras que las Bienaventuranzas (Mt 5, 1-11)
explican en qué consiste el amor auténtico: el amor cristiano opta
por los pobres y edifica el Reino de Dios. Vivir como cristianos implica
ambas cosas la vez: tener a Dios por Padre y construir su Reino
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EL PADRENUESTRO: LA CORRECTA ARTICULACIÓN ENTRE DIOS Y EL HOMBRE

El padrenuestro nos muestra una realidad conflictiva:


• El Padre está cercano (nuestro), pero también lejano (en los cielos).
• En la boca de los hombres hay blasfemias, y por eso es preciso santificar el nombre de Dios.
• En el mundo impera toda suerte de maldades que exasperan el ansia por la venida del reinado de
Dios que es de justicia, de amor y de paz.
• La voluntad de Dios es desobedecida, e importa realizarla en nuestras obras.
• Pedimos el pan necesario porque muchos, por el contrario, no lo tienen.
• Imploramos que Dios nos perdone todas las interrupciones de la fraternidad porque, si no, somos in-
capaces de perdonar a quien nos ha ofendido.
• Suplicamos fuerza contra las tentaciones, pues de otro modo caemos míseramente.
• Gritamos que nos libre del mal porque, de lo contrario, apostatamos definitivamente.
Pero Jesús nos la ha enseñado como una oración de confianza alegre y de sereno abandono, convirtiendo
toda esa conflictividad en objeto de encuentro con el Padre.
Además, la oración del Señor nos muestra la correcta relación entre Dios y el hombre, lo religioso y lo po-
lítico. La primera parte dice respecto a la causa de Dios: el Padre, la santificación de su nombre, su reinado,
su voluntad santa. La segunda parte concierne a la causa del hombre: el pan necesario, el perdón indis-
pensable, la tentación siempre presente y el mal continuamente amenazador. Ambas constituyen la misma
y única oración de Jesús.
En la oración de Jesús, la causa de Dios no es ajena a la causa del hombre, y la causa del hombre no es
extraña a la causa de Dios. El impulso con que el hombre se levanta hacia el cielo y suplica a Dios, se
curva también hacia la tierra y atañe a las urgencias terrestres.
Lo que Dios ha unido -la preocupación por Dios y la preocupación por nuestras necesidades- nadie podrá
ni deberá separarlo. Una y otra constituyen materia de oración, de súplica y de alabanza, y hacen que
podamos considerar al padrenuestro como la oración de la liberación integral.
Incluso el orden de las peticiones recoge esa pedagogía del compromiso. Se empieza por Dios y sólo des-
pués se pasa al hombre; porque a partir de Dios, de su óptica, es como nos preocupamos de nuestras
necesidades; y en medio de nuestras miserias es desde donde debemos preocuparnos de Dios. Toda ver-
dadera liberación, en perspectiva cristiana, arranca de un profundo encuentro con Dios que nos lanza a
la acción comprometida. Y al mismo tiempo, todo compromiso radical con la justicia y el amor a los her-
manos nos remite a Dios como justicia verdadera y amor supremo.

PARA ORIENTAR NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL Y LA PUESTA EN COMÚN

¿Qué significa para ti el Padrenuestro?¿Cuál es tu experien-


cia con esta oración?
¿Te ha ayudado a establecer una relación personal con Dios,
o más bien es una rutina?
¿Crees que la oración del Padrenuestro realmente es un
himno de esperanza?
¿En qué sentido crees que el Padrenuestro es un manifiesto
radical?
¿Puede ser una oración universal, para toda la humanidad?

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