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Fractura por estrés del quinto metatarsiano en jugadores de fútbol de élite

Thomson, A., Akenhead, R., Whiteley, R., D'Hooghe, P., Van Alsenoy, K. y Bleakley, C. (2018). Quinto metatarsiano
Fractura por estrés en jugadores de fútbol masculino de élite: un análisis en el campo de la carga plantar. BMJ Abierto deporte y
Medicina del ejercicio4 , (1), 1­8. Artículo e000377. https://doi.org/10.1136/bmjsem­2018­000377

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Publicado en:
BMJ Open Deporte y Medicina del Ejercicio

Estado de publicación:
Publicado (en forma impresa/edición): 20/06/2018

DOI:
10.1136/bmjsem­2018­000377

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BMJ Open Sport Exerc Med: publicado por primera vez como 10.1136/bmjsem­2018­000377 el 20 de junio de 2018. Descargado de http://bmjopensem.bmj.com/ el 15 de octubre de 2019 por invitado. Protegido por
Acceso abierto Artículo original

Fractura por estrés del quinto metatarsiano en

jugadores de fútbol masculino de élite: un
análisis en el campo de la carga plantar

Athol Thomson, 1, 2 Richard Akenhead, 3 Rodney Whiteley, 4 Pieter D'Hooghe, 4

Ken Van Alsenoy,4 Chris Bleakley5

Para citar: Thomson A, Abstracto

Akenhead R, Whiteley R, et
al. Fractura por estrés del quinto
metatarsiano en jugadores de fútbol
masculino de élite: un análisis en
el campo de la carga plantar. BMJ
Open Medicina deportiva y del ejercicio
2018;4:e000377. doi:10.1136/
bmjsem­2018­000377
Aceptado el 31 de mayo de 2018
¿Cuáles son los nuevos hallazgos?
Objetivo Evaluar la carga plantar durante los movimientos
comunes de fútbol 'en el campo' en jugadores después de
► La evaluación dinámica de la carga plantar mientras se
una fractura por estrés del quinto metatarsiano (MT­5) y
realizan movimientos específicos del fútbol en el campo puede
compararlos con jugadores sanos emparejados.
ser más aplicable que la medición estática para detectar
Métodos Catorce jugadores de fútbol masculinos de élite participaron
diferencias en la carga lateral del pie en los jugadores de fútbol.
en el estudio realizado sobre una superficie de juego de césped
► Comprender el perfil de carga de los movimientos comunes
natural utilizando botas de fútbol para terreno firme. Siete jugadores
del balón de fútbol puede permitir la manipulación de la carga
que habían sufrido una fractura por estrés primaria (grupo MT­5) y
en las estructuras anatómicas regionales en la cara lateral del
siete jugadores sanos emparejados (controles, CON) realizaron
pie, especialmente en el caso de que el jugador informe
tres movimientos futbolísticos comunes mientras se recopilaban datos
síntomas prodrómicos.
de carga plantar en el calzado.
Resultados Existen grandes diferencias entre grupos para
fuerza vertical máxima normalizada al peso corporal (Fmax) en los
dedos laterales (2­5) de la pierna de apoyo durante una patada a ¿Cómo podría impactar en la práctica clínica en un futuro próximo?
balón parado (MT­5: 0,2 ± 0,06 peso corporal (BW), CON: 0,1 ±

derechos de autor.
0,05 BW, tamaño del efecto (ES) 1.4) y la carrera en curva donde
► Los centrocampistas jóvenes que realizan muchos pases a
el grupo MT­5 mostró una Fmáx más alta con un tamaño de efecto
muy grande en el antepié lateral de la extremidad lesionada alta velocidad o tiros a balón parado y reportan dolor lateral

(más cercana a la curva) al correr una curva para recibir un pase en el pie deberían justificar una mayor investigación.

(MT­5 lesionado­ CON=0,01 BW, ES 1,5). Pequeñas diferencias ► Estos datos pueden ayudar a guiar el entrenamiento en el

entre grupos fueron evidentes durante la carrera en línea recta. campo 'deportivo específico' más temprano después de la

Sin embargo, el análisis entre las extremidades del grupo MT­5 cirugía MT­5 al permitir movimientos que no impongan

mostró una descarga significativa de la región lateral del antepié del grandes demandas de carga en la cara lateral del pie.
pie afectado.

Conclusiones Los jugadores de fútbol masculino de élite que

1
Ejercicio y deportes
Departamento de Ciencias, Aspetar
Ortopedia y Deportes
Hospital de Medicina, Doha, Qatar
2
Academia de deportes del Ulster,
Universidad de Ulster, Ulster, Reino Unido
3
Asociación de Fútbol, Burton
Sobre Trent, Reino Unido
4
Departamento de Rehabilitación,
Aspetar Ortopedia y Deportes
Hospital de Medicina, Doha, Qatar
5 quinto metatarsiano (MT­5) en jugadores de fútbol puede ser
Departamento de Física
Terapia, Escuela de Salud
Ciencias, Universidad de High Point,
High Point, Carolina del Norte, EE.UU.
Correspondencia a
Athol Thomson; Athol.
Thomson@Aspetar.com
han vuelto a jugar después de una fractura por estrés MT­5
muestran una fuerza plantar máxima significativamente mayor en
el antepié lateral y los dedos laterales del pie (2­5) en
comparación con los jugadores de control sanos durante dos
movimientos de fútbol (patada y carrera curva). siendo la
magnitud de estas diferencias muy grande. Estos hallazgos
pueden tener implicaciones importantes para la manipulación
de la carga regional durante la rehabilitación o en caso de que
un jugador informe síntomas prodrómicos laterales del antepié.
Introducción
El regreso al deporte después de una fractura por estrés del
problemático y prolongado.
La ausencia media del fútbol es de 3 a 5 meses cuando la
curación y la rehabilitación van según lo previsto.1
Sin embargo, las complicaciones son comunes, siendo la
pseudoartrosis y la refractura unas de las principales
preocupaciones, lo que hace que esta lesión sea potencialmente
"el fin de la carrera".2
Los jugadores jóvenes, durante el período de entrenamiento
de pretemporada, son los más afectados, ya que el miembro
no dominante (pierna de apoyo al patear) se involucra con
mayor frecuencia en la posición de juego de mediocampista.2–
4 Intervención quirúrgica temprana con inserción de una
compresión de gran diámetro Se cree que el tornillo conduce a
mejores resultados para los atletas.5 6
Por lo tanto, comprender la magnitud, el momento y la
distribución de las fuerzas que actúan en los pies de los
jugadores cuando realizan movimientos comunes en el fútbol
es importante para minimizar el riesgo de lesión primaria o
refractura después de la fijación quirúrgica. Se producen
mayores fuerzas de reacción del suelo y tasas de carga de
impacto cuando se corre con botas de fútbol en comparación
con zapatos de entrenamiento.7 La carga plantar dentro del
calzado es un indicador de la fuerza de reacción vertical del
suelo (vGRF) experimentada por el jugador, y si bien se sabe
que los sistemas dentro del calzado subestiman ligeramente
el vGRF máximo en comparación con las mediciones de la
placa de fuerza, permiten mediciones válidas y

Thomson A, et al. BMJ Open Sport Exerc Med 2018;4:e000377. doi:10.1136/bmjsem­2018­000377 1

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recopilación confiable de múltiples pasos durante las pruebas 'en el campo'.8,9

Además, es posible el análisis de la carga regional en sitios anatómicos
específicos del pie en lugar de una medida global de vGRF.10–12

Se sabe que el calzado de fútbol aumenta la carga plantar en áreas

anatómicas específicas del pie durante movimientos como correr, cortar y
patear.10–12 Cómo se alteran estos parámetros de carga plantar después de
una fractura por estrés MT­5 en comparación con jugadores sanos durante
partidos comunes Se desconocen los movimientos del fútbol.

Por lo tanto, el objetivo principal de este estudio es evaluar la carga plantar

durante los movimientos comunes de fútbol "en el campo" en jugadores
después del regreso al deporte después de una fractura por estrés MT­5 y
compararlos con jugadores sanos emparejados. Un objetivo secundario fue
identificar los movimientos del fútbol que aumentan la carga en el antepié
lateral para guiar la modificación de la actividad en caso de que se informen
síntomas prodrómicos al personal médico.

Métodos
Participantes
En el estudio participaron catorce futbolistas masculinos de élite. Siete
jugadores (profesionales y/o internacionales) que habían sufrido una fractura
por estrés primaria del quinto MT (grupo MT­5: edad 25 ± 5 años, peso 74 ± 6
kg, altura 178 ± 6 cm) y siete jugadores sanos ( sin lesiones) se reclutaron
jugadores (grupo de control: 26 ± 4 años, 76 ± 4 kg, 179 ± 5 cm). Todos los
jugadores lesionados del MT­5 se sometieron a una cirugía en el Hospital
Ortopédico y Medicina Deportiva de Aspetar (Doha, Qatar) por el mismo

cirujano ortopédico (PD) para fijación con tornillos intramedulares e injerto
óseo de la pelvis. El cuidado postoperatorio comprendió 3 semanas con un
yeso sin carga y 3 semanas con una bota con carga parcial. Tras la retirada
del yeso se inició fisioterapia con hidroterapia combinada y cinta rodante de
gravedad reducida (Alter­G) en la fase inicial. Después de 6 semanas, todos
los jugadores progresaron hasta la carga total de peso. Para todos los
jugadores lesionados MT­5, el pie afectado estaba en su posición o en la
extremidad no dominante al patear y el 86% (6/7) de los jugadores informaron
síntomas prodrómicos antes de la fractura por estrés.
Todas las fracturas por estrés ocurrieron con un inicio insidioso y
no fueron fracturas traumáticas francas o agudas2 (figura 1).
Las posiciones de juego estaban compuestas por cuatro centrocampistas, un
lateral, un delantero y un defensa.
La inclusión en el estudio actual se produjo sólo después de que los
jugadores de MT­5 regresaron al juego luego de la consolidación radiográfica
completa de la fractura por estrés y la finalización del programa de
rehabilitación con pruebas finales de regreso al juego en el campo en el
departamento de rehabilitación de Aspetar. Hospital de Medicina Deportiva y
Ortopedia. Los jugadores del grupo MT­5 estuvieron en promedio 240 ± 60
días después de la cirugía durante las pruebas biomecánicas en el campo.
Los participantes de control sanos y emparejados estuvieron libres de
lesiones durante 6 meses antes del estudio sin antecedentes de lesiones en
MT­5 o ligamentos cruzados anteriores. Los participantes sanos fueron
emparejados según su posición de juego, masa corporal, altura y nivel de
competición.
derechos de autor.
Figura 1 Radiografía de la fractura por estrés del quinto metatarsiano
de un jugador (inicio insidioso) después de la fijación quirúrgica con
un tornillo intramedular. Obsérvese la ubicación distal a la tuberosidad
donde se producen las fracturas por avulsión traumática.
Protocolo de prueba
A los participantes se les colocaron botas de fútbol para terreno firme del
tamaño adecuado (Nike Tiempo Genio leather II; Nike, Beaverton, Oregon,
EE. UU.) para realizar pruebas biomecánicas en el campo (figura 2). Para las
pruebas se utilizó una superficie de pasto Bermuda natural (Cynodon dactylon)
sobresembrada con centeno (Lolium perenne) con una zona de raíces
predominantemente arenosa en la zona Aspire (Doha, Qatar).
El personal de tierra mantuvo la superficie para tener una consistencia
propiedades mecánicas durante la duración del estudio.13
Se midieron la dureza de la superficie (69 ± 6 g usando un martillo Clegg
de 2,25 kg aprobado por la FIFA), la resistencia a la rotación (43 ± 7 Nm
usando un aparato de disco tachonado aprobado por la FIFA) y la
temperatura (26 ± 6 °C usando el rastreador de estrés térmico Kestrel
4400, EE. UU.). grabado.
Los parámetros de carga plantar se recopilaron utilizando el sistema de
calzado Pedar­X (Novel, Munich, Alemania). Cada plantilla tiene un grosor de
1,9 mm y contiene 99 sensores capacitivos, que se calibraron antes de la
prueba (Trublu Calibra­tion; Novel). La validez y reproducibilidad de Pedar­X
es excelente para correr.9
14
Brevemente, las plantillas Pedar­X transmiten datos muestreados a 100 Hz
a un registrador de datos (llevado en una mochila hecha a medida) y luego a
una computadora portátil a través de tecnología Bluetooth. Plantillas

2 Thomson A, et al. BMJ Open Sport Exerc Med 2018;4:e000377. doi:10.1136/bmjsem­2018­000377

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Figura 2 Zapato de fútbol para terreno firme utilizado por todos los participantes
(Nike Tiempo Genio II).

se colocan bilateralmente sin aparatos ortopédicos colocados para que las

plantillas Pedar­X queden planas. Se utilizó un sistema de posicionamiento
global (GPS) con acelerómetro (Catapult, Australia) para verificar la velocidad
de carrera de las pruebas.
El mismo entrenador de rendimiento físico (RA) llevó a cabo un protocolo
estandarizado de "calentamiento" que consistía en velocidades de carrera
progresivas, ejercicios de resistencia de la parte inferior del cuerpo (peso
corporal, BW) y estiramientos dinámicos. Después de esto, los participantes

completaron tres pruebas de movimiento específicas del fútbol (figura 3).
Para cada prueba, primero se realizaron tres pruebas de familiarización,
seguidas de tres pruebas de cada prueba mientras se recopilaban datos
cinéticos y espaciotemporales a través del Pedar­X y la unidad GPS de la
siguiente manera:
1. Patada a balón parado: Se instruyó a los participantes a golpear la
esquina superior más alejada de los postes de la portería desde un lugar
derechos de autor.
Figura 3 Movimientos específicos del fútbol. (A) Tiro a balón parado.
(B) Carrera curva con juego de pelota. (C) Carrera en línea recta hacia
adelante a 5,5 m s­1. Los iconos de la plantilla de presión indican áreas
donde comenzó y terminó la recopilación de datos durante las pruebas de
carrera.

a 10 m adyacente a la esquina del área de 18 yardas durante tres

pruebas de patadas a balón parado curvas al 75% del máximo. esfuerzo
mientras se recogían datos de la pierna de apoyo.
2. Carrera curva con interacción con el balón: los participantes realizaron
tres carreras curvas para imitar correr hacia el espacio en un pase a
aproximadamente el 75% del esfuerzo máximo. Los participantes
driblaron el balón hasta un cono donde lo pasaron a un compañero de
equipo estacionario (RA), quien envió un pase posterior para que el
participante corriera mientras seguía el arco del círculo central (figura 2).
Se pidió a los participantes que aceleraran en la carrera curva, después
de pasar el balón, al 75% del esfuerzo máximo.
3. Carrera en línea recta hacia adelante: los participantes corrieron 60 m a
−1
una velocidad de 5,5 ms. (19,8 kilómetros por hora). La velocidad de
carrera se controló mediante señales de audio en las que el participante
debía pasar cada cono marcador de distancia de 10 m mientras suena
la señal de audio (bip). La velocidad se comprobó con el sistema GPS
y se descartó cualquier intento fuera de ±10%.
Para la carrera recta, se extrajeron los datos de carga plantar de la fase
de postura de un mínimo de seis pisadas consecutivas tanto para el pie
izquierdo como para el derecho y se promediaron para el análisis posterior
utilizando la evaluación Novel.
software (Evaluación de máscara de grupo; Novela). Para la carrera curva
con interacción de balón, se promedió la fuerza máxima (Fmax) del pie
interior (más cercano a la curva) en las tres pruebas. Para la patada a
balón parado, la Fmax en la pierna de apoyo no dominante se promedió
durante las tres pruebas. La Fmax se normalizó según el peso corporal de
cada participante para facilitar la comparación entre participantes y se
examinó todo el pie, así como la anatomía.
áreas regionales específicas ('máscaras') para cada tarea (figura 4).15
La Fmax registrada por Pedar­X es una medida indirecta de la fuerza de
reacción vertical del suelo (vGRF) y se ha demostrado que se correlaciona
bien con una plataforma de fuerza Kistler.8 La diferencia entre las
extremidades para la Fmax se calculó restando el valor de la MT­5
lesionada. extremidad de la extremidad ilesa para cada participante de
MT­5, y arbitrariamente para los participantes sanos como la pierna derecha
restada de la pierna izquierda. Se analizaron los datos de todo el pie y
también de las máscaras anatómicas.
Se realiza centrándose en el lateral del pie. Las máscaras examinadas
fueron "mediopié lateral", "antepié lateral" y "dedos laterales (2­5)".

Thomson A, et al. BMJ Open Sport Exerc Med 2018;4:e000377. doi:10.1136/bmjsem­2018­000377 3

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derechos de autor.

Figura 4 Diferencias entre grupos (grupo lesionado MT­5 versus grupo control) para regiones anatómicas específicas del pie expresadas como
tamaños del efecto (d de Cohen). (A) Tiro a balón parado. (B) Carrera curva con juego de pelota. (C) Carrera en línea recta hacia adelante a 5,5 m s­1.
(D) Diferencia entre las extremidades (dentro del grupo lesionado MT­5) durante una carrera en línea recta hacia adelante a 5,5 m s­1.

análisis estadístico Resultados

Las diferencias entre extremidades y entre grupos se examinaron
con un análisis de varianza y pruebas post hoc posteriores con p
<0,05 establecido como indicador de significancia estadística.
Las diferencias entre grupos se informaron utilizando la d de
Cohen.16 Las diferencias se informaron como pequeñas,
medianas, grandes y muy grandes cuando alcanzaron 0,2, 0,5,
0,8 y 1,2, respectivamente.17
Las diferencias entre grupos en el pie lateral para cada tarea de
movimiento se presentan en la tabla 1. Las diferencias para cada
región anatómica de interés se expresan como tamaños del efecto
(d de Cohen) en la figura 4A­C.
Las diferencias entre las extremidades dentro del grupo MT­5
para la tarea de carrera hacia adelante se presentan en la tabla 2
y la figura 4D.

4 Thomson A, et al. BMJ Open Sport Exerc Med 2018;4:e000377. doi:10.1136/bmjsem­2018­000377

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Tabla 1 Fuerza máxima (normalizada a BW) para cada región anatómica durante tres tareas de movimiento

Fuerza máxima (BW normalizado) Región anatómica Grupo de control Tamaño del efecto (d de Cohen) grupo MT­5

Patada a balón parado Dedos laterales 2 a 5 0,11±0,05 1,4* 0,20±0,06

Antepié lateral 0,60±0,09 0.1 0,62±0,08

Mediopié lateral 0,79±0,02 0,7 0,95±0,01

Pie total 2,93±0,31 0,8 3,29±0,50

Carrera curva con pelota. Dedos laterales 2 a 5 0,17±0,09 0,9 0,25±0,08

Antepié lateral 0,75±0,10 1,5* 0,89±0,05

Mediopié lateral 0,88±0,02 −0,3 0,82±0,02

Pie total 3,04±0,32 0,9 3,30±0,19

Carrera en línea recta hacia adelante Dedos laterales 2 a 5 0,20±0,01 0,4 0,24±0,09

Antepié lateral 0,78±0,01 −0,2 0,76±0,02

Mediopié lateral 0,67±0,01 0.1 0,68±0,02

Pie total 2,96±0,20 0 2,96±0,30

Diferencias entre grupos (extremidad equivalente del grupo MT­5 lesionado­grupo control o promedio de las extremidades R y L) expresadas como tamaño del efecto.
Barras de datos rojas = fuerza aumentada para el grupo MT­5. Barras verdes = fuerza disminuida para el grupo MT­5.
*Diferencia significativa entre grupos (p<0,05).
PC, peso corporal.

Patada a balón parado Carrera curva con juego de pelota.

Se informan diferencias significativas (pierna en posición del grupo MT­5­pierna Se informan diferencias significativas (MT­5 miembro lesionado­grupo de
de control (CON) en posición) para cada región anatómica lateral. control dentro de la extremidad cuando se corre hacia la curva) para cada
área anatómica lateral.

Mediopié lateral: Aumento de Fmax en comparación con el grupo control con
ES moderado (MT­5 1,0±0,01 BW, CON 0,8±0,02 BW, ES 0,7, p>0,05).
Pie total: En general, para el pie total, el grupo MT­5 produjo una Fmax mayor
derechos de autor.
Antepié lateral: el grupo MT­5 mostró una Fmáx más alta con un tamaño de
efecto muy grande en el antepié lateral de la extremidad interior (más cercana a
la curva) cuando corría una curva para recibir una pelota (MT­5 lesionado − CON
= 0,01 BW, ES 1,5, p=0,004).

que el grupo de control durante una patada a balón parado (MT­5 3,3±0,6 BW, Dedos laterales 2­5: mayor Fmax con un tamaño de efecto grande en
CON 2,9±0,3 BW, ES 0,8, p>0,05) . comparación con el grupo de control (MT­5 lesionado­
CON=0.005 PN, ES 0.9, p>0.05).

Dedos laterales 2 a 5: aumento sustancial en Fmax (MT­5 0,2 ± 0,06 BW, Pie total: en general, para el pie total, el grupo MT­5 tuvo una Fmáx mayor
CON 0,1 ± 0,05 BW, tamaño del efecto (ES) 1,4, p = 0,03) con un tamaño del con un tamaño de efecto grande que el grupo de control (MT­5 lesionado
efecto muy grande al patear. −CON=0,02 BW, ES 0,9, p>0,05).

Carrera en línea recta hacia adelante a 5,5 m s­1

Análisis entre grupos (MT­5 miembro lesionado: promedio de los miembros de
Tabla 2 Fuerza máxima (normalizada a BW) para cada región ambos jugadores de control)
anatómica durante una carrera en línea recta hacia adelante a 5,5 m s­1
Dedos laterales 2 a 5: Fmax (0,04 BW, ES 0,4, p>0,05) aumentó con tamaños de
(19,8 km/h)
efecto pequeños en comparación con el grupo de control.
Fuerza máxima
Miembro no
(normalizada Región anatómica afectado del Tamaño del efecto Miembro Análisis entre miembros del grupo MT­5 (miembro lesionado­miembro ileso)
peso corporal)
grupo MT­5 (d de Cohen) lesionado del grupo MT­5
Antepié lateral: una estrategia de descarga era evidente para
Adelante Dedos laterales 0,24±0,09 −0,1 0,23±0,07 la extremidad MT­5 previamente lesionada en comparación con la extremidad
línea recta 2–5
correr
sana de los jugadores del grupo MT­5 con una disminución sustancial en Fmax
Antepié 0,89±0,01 −1,5* 0,76±0,01
(MT­5 lesionada­extremidad sana = 0,13 BW) en el antepié lateral con la magnitud
lateral
del efecto siendo muy grande (ES=−1.5, p=0.03) (figura 4D y tabla 2).
Mediopié 0,70±0,17 −0,1 0,69±0,19
lateral

Pie total 2,96±0,30 −0,2 2,94±0,19

Pie total: En general, para el pie total, una disminución de Fmax
En la diferencia entre las extremidades dentro del grupo MT­5 (extremidad lesionada­no con un tamaño de efecto pequeño se observó al comparar la extremidad
afectada). Las barras de datos verdes y el tamaño del efecto negativo muestran la magnitud
lesionada MT­5 con la extremidad sana para un delantero (MT­5 extremidad
de la descarga en la extremidad lesionada. −1
carrera a 5,5 ms
*Diferencia significativa entre grupos (p<0,05). lesionada­sana = 0,06 BW, ES
PC, peso corporal. −0,2, p>0,05).

5
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Discusión
Hasta donde saben los autores, este es el primer estudio que examina
los movimientos relevantes del juego "en el campo" de jugadores de
fútbol de élite (usando botas de fútbol) que han vuelto a jugar después de
la fijación quirúrgica de una fractura por estrés del quinto metatarsiano y
compara los datos cinéticos con jugadores de control emparejados sanos.
Los movimientos específicos del fútbol (patada a balón parado y carrera
curva con interacción con el balón) mostraron diferencias mucho mayores
entre grupos en la cara lateral del pie que una tarea de carrera en línea
recta en esta cohorte de jugadores de fútbol masculinos. Una investigación
prospectiva reciente (n=335) realizada por Matsuda et al4 implicaba que
las mediciones de la presión plantar estática no son efectivas para
identificar a los jugadores que desarrollarán una fractura por estrés MT­5.
Además de los datos actuales presentados aquí, defendemos además la
necesidad de evaluar los movimientos relevantes durante el juego en el
campo en lugar de la postura estática o incluso la carrera en línea recta
sola.
La fuerza lateral máxima fue mayor para los jugadores del grupo MT­5
en la pierna de apoyo durante la patada a balón parado o en el pie interior
al acelerar en una carrera curva (figuras 3A y B). Sin embargo, correr en
−1
línea recta a 5,5 ms (19,8
km/h) mostraron muy poca carga plantar en el lateral del pie aparte de los
dedos laterales (2­5) (figura 3C). Investigaciones anteriores en jugadores
de fútbol sanos indicaron una mayor carga plantar en el antepié medial
(no lateral) al cortar, correr a velocidades moderadas y esprintar.12, 18
Esta información puede permitir a los jugadores seguir involucrados en el
entrenamiento con ciertas modificaciones en la estrategia de movimiento
en caso de que informen dolor lateral en el pie.
La comparación entre las extremidades dentro del grupo lesionado
MT­5 mostró una estrategia de "descarga" en el antepié lateral (figura
3D) al correr en línea recta. El contraste en la carga lateral en comparación
con las otras tareas de movimiento puede representar una incapacidad
de los jugadores MT­5 previamente lesionados para "proteger el estrés"
o descargar el área una vez que la tarea se vuelve más desafiante. Este
hallazgo es similar a la investigación de laboratorio sobre caminar
descalzo con placas de presión realizada en 10 jugadores de fútbol
profesionales después de haber regresado al deporte después de una
fractura por estrés MT­5.19
Alto índice de sospecha con signos prodrómicos.
Los síntomas prodrómicos (como un dolor vago en la parte lateral del pie)
podrían proporcionar una importante ventana de oportunidad para
intervenir y manipular las variables de carga de un individuo después de
intensos bloques de entrenamiento.2 20 Ochenta y seis por ciento (6/7)
de los participantes en el MT ­5 grupo informó síntomas prodrómicos
antes de la fractura por estrés total. Parece que estos síntomas se
encuentran con frecuencia: Ekstrand y Van Dijk2 informaron que el 45%
de los jugadores que sufren una fractura MT­5 informaron síntomas
prodrómicos en el lateral del pie y Popovic et al21 observaron que los 17
jugadores tenían síntomas prodrómicos antes del estrés. fractura en una
cohorte manejada quirúrgicamente. Siempre que los equipos médicos
cuenten con un sistema de seguimiento del "bienestar de los jugadores",
la intervención temprana puede ser posible. A partir de los hallazgos
actuales, se sugiere que acelerar en carreras curvas hacia el pie lesionado
o realizar patadas a balón parado que se curvan
6 Thomson A, et al. BMJ Open Sport Exerc Med 2018;4:e000377. doi:10.1136/bmjsem­2018­000377
BMJ Open Sport Exerc Med: publicado por primera vez como 10.1136/bmjsem­2018­000377 el 20 de junio de 2018. Descargado de http://bmjopensem.bmj.com/ el 15 de octubre de 2019 por invitado. Protegido por
hacia un objetivo, como centros a alta velocidad del balón, tiros de esquina
y tiros penales a balón parado, pueden aumentar sustancialmente la
carga lateral y deben monitorearse hasta que los síntomas hayan
desaparecido (tabla 1). Investigaciones anteriores sugieren que el corte
cruzado también puede considerarse con cautela debido al aumento de
la presión lateral del pie.22
La fuerza plantar máxima por sí sola probablemente no sea una métrica
suficiente para usarse como indicador de cuándo se producirá una fractura
por estrés debido a la naturaleza multifactorial de las lesiones de las
extremidades inferiores, y se sugiere que el volumen del tipo de patada23
así como la carrera y la dirección demandas de cambio24
debe individualizarse según la posición del jugador al considerar el regreso
a la programación deportiva. Estos datos pueden proporcionar más
información sobre la patogénesis de la fractura por estrés del MT­5 cuando
se combinan con los datos actuales y otros factores (p. ej., calidad del
sueño, carga de entrenamiento, estado de vitamina D, congestión del
partido, variación anatómica que incluye vascularidad local y edad del
25
jugador). 1–3
Fuerza de los flexores del dedo del pie y gestión de la fuerza de reacción del suelo.
Se descubrió que la disminución de la fuerza de agarre de los dedos de
los pies medida con un dinamómetro digital en una gran cohorte
prospectiva de jugadores de fútbol masculino (n=273) era un posible
factor de riesgo en jugadores que desarrollaron fractura por estrés MT­5.3
La región anatómica de los dedos laterales 2 a 5 mostró magnitudes
mucho mayores de Fmax en el grupo MT­5 para los tres movimientos
probados aquí, alcanzando su punto máximo con la patada a balón parado
derechos de autor.
(figura 3A). Esto sugiere que el vGRF externo es mayor en los dedos
laterales de los pies en los jugadores lesionados, lo que podría ser el
resultado de la técnica de patada (más inversión del pie y permanencia
lateral durante la progresión del giro hasta el despegue) en la pierna de
apoyo durante la patada. Los GRF externos deben ser absorbidos y
controlados por fuerzas internas a través de la fascia plantar lateral, las
uniones de la unidad músculo­tendinosa peroneo corto/tercio y los
momentos de flexión en el propio hueso MT­5. La disminución de la
fuerza del flexor del dedo del pie puede generar mayores fuerzas de
momento de flexión en el hueso MT­5 debido a la incapacidad de manejar
el GRF externo que genera grandes cargas de torsión, tensión y axiales,
especialmente cuando el pie se invierte antes del contacto, como durante
la configuración de esfuerzo completo. patadas de piezas.26
27
Botas de fútbol
Todos los jugadores llevaban botas de fútbol idénticas (figura 2). Si bien
esto ayudó a controlar el efecto que diferentes calzados podrían tener
sobre la carga plantar, también significa que el calzado no se adaptó a la
anatomía o preferencia del pie del individuo. Dada la gran magnitud de la
carga lateral con las tareas específicas del fútbol, se sugiere que el ancho
de la suela con placa de tacos en el mediopié y el antepié debe ser lo
suficientemente ancho como para evitar que el hueso MT­5 sobresalga
lateralmente en un intento de ofrecer alguna forma. de protección de la
superficie de juego. Queen et al22 sugirieron que la adición de
amortiguación en la entresuela, un mayor número de tacos y una menor
longitud de los tacos redujeron la presión del antepié durante dos tareas
específicas del fútbol (corte lateral y corte transversal) al usar zapatos
para césped en lugar de botas de fútbol. Además, la experiencia clínica
de los autores.
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sugieren que las empresas de calzado tal vez deberían trabajar
para incorporar amortiguación en el antepié en la suela de las botas
de fútbol, ya que muchos jugadores internacionales y profesionales
quitan la plantilla del zapato de fútbol (forro de calcetín) por
completo en un intento de mejorar la "sensación" del balón usando
zapatos muy ajustados.
Se necesitan más estudios, con un tamaño de muestra más
grande, para evaluar si la intervención temprana y la manipulación
de las variables de carga después de los síntomas prodrómicos
realmente reducen la progresión a la fractura por estrés o si estos
hallazgos se extienden a otras poblaciones (mujeres, adolescentes,
jugadores mayores y diferentes niveles de juego). .
Una limitación obvia de este estudio es que los sistemas 'dentro
del zapato' miden la fuerza vertical y, por lo tanto, omitimos los
componentes medial­lateral y anteroposterior del GRF. También se
debe considerar el diseño transversal de este estudio al interpretar
los resultados, ya que no podemos discernir si las cargas laterales
más altas observadas en el grupo MT­5 fueron la causa de la
fractura por estrés o una consecuencia de la lesión.
Sin embargo, incluso después de completar un programa de
rehabilitación graduado y haber regresado al nivel anterior de fútbol
competitivo, los jugadores lesionados MT­5 examinados aquí
mostraron grandes diferencias en la carga plantar en el lateral del
pie. Estos datos deberían implorar a los profesionales que ejerzan
un alto índice de sospecha en caso de que se produzcan síntomas
prodrómicos en un jugador con antecedentes de fractura por estrés
MT­5 previa y que manipulen los movimientos del fútbol en
consecuencia.
Conclusiones
Los jugadores de fútbol masculino de élite que han vuelto a jugar
después de la fractura por estrés MT­5 muestran una fuerza plantar
máxima significativamente mayor en el antepié lateral y los dedos
laterales del pie (2­5) en comparación con los jugadores de control
sanos durante dos movimientos de fútbol (patada y carrera curva)
con la magnitud de estas diferencias es muy grande. Estos
hallazgos pueden tener implicaciones importantes para la
manipulación de la carga regional durante la rehabilitación o en
caso de que un jugador informe síntomas prodrómicos laterales del
antepié.
Twitter @ATholThomson
Agradecimientos Los autores desean agradecer a los jugadores por aceptar participar en este estudio junto con
el profesor Mathew Wilson, Haitham Ahmed y Wayne Holmes por su apoyo técnico y logístico.
Los colaboradores AT y RA concibieron el estudio. Todos los autores recopilaron datos y escribieron el manuscrito.
RW y KVA realizaron el análisis estadístico. PD compartió experiencia quirúrgica. Todos los autores aprovaron el
manuscrito final.
Financiamiento Los autores no han declarado una subvención específica para esta investigación de ninguna
agencia de financiación del sector público, comercial o sin fines de lucro.
Intereses en competencia Ninguno declarado.
Consentimiento del paciente obtenido.
Aprobación de ética Este estudio fue aprobado por el comité de ética de la junta de revisión institucional del
Anti­Doping Lab Qatar (IRB no. F2016000194).
Procedencia y revisión por pares No encargado; Revisado externamente por pares.
Declaración de intercambio de datos A pedido, se puede proporcionar un conjunto de datos completo de todos los
parámetros de carga plantar.
Thomson A, et al. BMJ Open Sport Exerc Med 2018;4:e000377. doi:10.1136/bmjsem­2018­000377
BMJ Open Sport Exerc Med: publicado por primera vez como 10.1136/bmjsem­2018­000377 el 20 de junio de 2018. Descargado de http://bmjopensem.bmj.com/ el 15 de octubre de 2019 por invitado. Protegido por
Acceso abierto
Acceso abierto Este es un artículo de acceso abierto distribuido de acuerdo con la licencia Creative Commons
Attribution Non Commercial (CC BY­NC 4.0), que permite a otros distribuir, remezclar, adaptar, desarrollar
este trabajo de manera no comercial y otorgar licencias sobre sus trabajos derivados. en términos diferentes,
siempre que la obra original esté debidamente citada y el uso no sea comercial. Ver: http://creativecommons.org/
licencias/by­nc/4.0/
© Autor(es) del artículo (o su(s) empleador(es) a menos que se indique lo contrario en el texto del artículo) 2018.
Todos los derechos reservados. No se permite ningún uso comercial a menos que se conceda expresamente lo
contrario.
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