Conclusión

El Contrato Social es una de las labores con una teoría política más ilustradas y
menos entendidas. Para varios es una fantasía política, una ideal, que el propio
creador supo que es irrealizable. No es ningún modo un liberalismo.
En El contrato social, Rousseau establece la posibilidad de una reconciliación entre la
naturaleza y la cultura: el hombre puede vivir en libertad en una sociedad
verdaderamente igualitaria, pero el problema fundamental era encontrar la forma de
asociación que defienda y proteja con toda la fuerza común proporcionada por la
persona y los bienes de cada asociado y por lo que cada uno uniéndose a todos los
demás, no se obedezcan más que así mismo y así permanezca en libertad.
La solución reside entonces en un contrato social con base en la enajenación de cada
una de las voluntades de manera de que al final cada uno recupere ha cedido a la
sociedad. De esta manera dándose absolutamente a todas las personas y al que no
haya un solo integrante que no tenga este derecho que se cede. Se gana en
equivalencia lo mismo que se pierde, adquiriendo con más fuerza para mantener lo
que cada cual posee.