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República Dominicana

Universidad Autónoma de Santo Domingo


Facultad de Ciencias de la Salud
Escuela de Salud Pública

Prevalencia de Tuberculosis en el Hospital Juan Pablo Pina en San Cristóbal 2010-


2019

Asignatura: Introducción a la Metodología de la Investigación (Sap-105)


Sección: 56
Horario: 12:00-2:00 Pm
Grupo 4
Sustentantes:
Reyes Gerson
Villar Edwards
García Cristopher

Profesor:
Rubén Darío Pimentel

Distrito Nacional: 2020


CONTENIDO

CAPÍTULO I
I.1. Introducción
I.1. 1.Antecedentes
I.1.2. Justificación
I.2. Planteamiento del problema
I.3. Objetivos
I.3.1. General
I.3.2. Específicos
CAPÍTULO II
II.1. Marco teórico
II.1.1. Enfermedad Tuberculosis
II.1.1. Historia
IV.1.2.Definición
IV.1.3. Etiología
IV.1.4. Clasificación
IV.1.5. Fisiopatología
IV.1.6. Epidemiología
IV.1.6.1.Modo de transmisión.
IV.1.6.2. Evolución del complejo primario
IV.1.6.3. Tuberculosis pulmonar de reinfección
IV.1.7. Diagnóstico
IV.1.7.1. Clínico
IV.1.7.2. Laboratorio
IV.1.7.3. Imágenes
IV.1.8. Diagnóstico diferencial
IV.1.9. Tratamiento
IV.1.10. Complicaciones

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IV.1.11. Pronóstico y evolución
IV.1.12. Prevención
CAPÍTULO III
III.1. Variables
III. 2. Operacionalización de las variables
III. 3. Material y métodos
III.3.1. Tipo de estudio
III.3.2. Área de estudio
III.3. 3. Población
iII.3.4. Muestra
III.3.5. Criterio
III.3.5.1. De inclusión
III.3.5.2. De exclusión
III. 3.6. Instrumento de recolección de la información
III. 3.7. Procedimiento
III.3.8. Tabulación
III.3.9. Análisis
III.3.10. Consideraciones éticas
CAPÍTULO IV
IV.1. Referencias
IV.2. Anexos
IV.2.1. Cronograma
IV.2.2. Instrumento de recolección de la información
IV.4.3. Costos y recursos
IV.6.6. Evaluación

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CAPÍTULO I

I.1 INTRODUCCIÓN

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y contagiosa producida por un microbio


que recibe el nombre de Bacilo de Koch. La tuberculosis pulmonar es la forma más
frecuente, observándose en más del 69 por ciento de los casos. Es la única forma de
tuberculosis que puede ser contagiosa. Esta puede afectar cualquier parte del cuerpo.
También existe la tuberculosis extrapulmonar, ésta afecta otros órganos fuera de los
pulmones, entre ellos: riñones, ganglios linfáticos, columna vertebral, articulaciones,
huesos, cerebro y otros.
La tuberculosis es la segunda causa mundial de mortalidad, después del sida,
causada por un agente infeccioso. En 2013, 9 millones de personas enfermaron de
tuberculosis y 1,5 millones murieron por esta enfermedad. Más del 95 por ciento de
las muertes por tuberculosis ocurrieron en países de bajos ingresos y medianos. Esta
enfermedad es una de las cinco causas principales de muerte en las mujeres entre
los 15 y los 44 años. En 2013, se estima que 550 000 niños enfermaron de
tuberculosis y 80 000 niños seronegativos murieron de la misma.

La tuberculosis es la causa principal de muerte de las personas infectadas por el


VIH, pues causa una cuarta parte de las defunciones en este grupo. Se calcula que
480 000 personas desarrollaron tuberculosis multirresistente a nivel mundial en 2013.
El número aproximado de personas que enferman de tuberculosis cada año está
disminuyendo aunque muy despacio; esto quiere decir que el mundo está en camino
de cumplir el Objetivo del Desarrollo del Milenio. Consistente en detener la
propagación de esta enfermedad de aquí al año 2015. La tasa de mortalidad por
tuberculosis disminuyó un 45 por ciento entre 1990 y 2013. Se calcula que entre
2000 y 2013 se salvaron 37 millones de vidas mediante el diagnóstico y el
tratamiento de la tuberculosis.

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1.1.1 Antecedentes

Antecedentes Internacionales

Mozos (2009) en su investigación "Diagnostico automático de tuberculosis" en la


Universidad Carlos III en España. Sostiene que la tuberculosis es una enfermedad
infecto-contagiosa causada por el Mycobacterium tuberculosis, conocido como el
bacilo de Koch. La tuberculosis es, posiblemente, la enfermedad contagiosa más
prevalente en el mundo.

Dair (2013) en su estudio "Control de calidad de los contactos con pacientes con
tuberculosis" en Cuba, afirmo que la tuberculosis es considerada una enfermedad
infecto-contagiosa de evolución aguda, subaguda o crónica. Afecta comúnmente al
aparato respiratorio, específicamente los pulmones que son los órganos diana por
excelencia, en el 90 por ciento, aunque también existen casos extra pulmonares.
Cada año casi 100 millones de personas se infectan y dos millones mueren a causa
de la enfermedad, aportando una de cada cuatro muertes prevenibles en adultos

Antecedentes Nacionales

Según los Indicadores Básicos de Salud de la República Dominicana, para el año 2013
hubo 3,334 casos de tuberculosis pulmonar, siendo esto una tasa de 33.00 (33 casos
por cada 1,000 habitantes).[6]

Antecedentes Locales

En la tesis titulada: Valor diagnóstico de test de Glutaraldehido en infecciones de las


vías respiratorias y tuberculosis en personas que asistieron a consulta de neumología
y salas de internamiento del hospital Dr. Alejandro Cabral Agosto-Octubre 2010,
realizada por Paulas y cols, concluyeron que de una muestra de 156 pacientes, 55
(43.3%) son individuos que padecen tuberculosis pulmonar y extrapulmonar y 6
personas negativas (20.6%)

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1.1.2 Justificación

La importancia de esta investigación parte de que la tuberculosis pulmonar es una


enfermedad de fácil contagio, ya que puede ser adquirida por la inhalación de gotitas
de salivas proveniente de la tos, el estornudo, por la inhalación del polvo desecado del
esputo tuberculoso o por el habla de una persona infectada. Sumado a esto existen
personas que viven en hacinamiento, con un alto grado de desnutrición y otros con un
sistema inmunológico comprometido.

Cuando un paciente es diagnosticado por primera vez con tuberculosis pulmonar tiene
que iniciar un tratamiento que debe seguir rigurosamente. Existen pacientes que
interrumpen el tratamiento, lo que hace que la infección sea mucho más difícil de
manejar, ya que las bacterias se hacen resistentes al tratamiento que había iniciado.
que es de gran utilidad y aporte para; las ciencias médicas, Hospital Juan Pablo Pina
, porque lograremos dar un aporte estadístico de la prevalencia de tuberculosis en el
Municipio de San Cristóbal.Esto dará la oportunidad de crear programas que ayuden
a la prevención y tratamiento a los pacientes y de idear estrategias para concientizar
la población sobre el contagio y las consecuencias del abandono del tratamiento

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I.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La tuberculosis (abreviada TBC o TB), llamada antiguamente tisis (del griego f??s??,
a través del latín phisis), es una infección bacteriana contagiosa que compromete
principalmente a los pulmones, pero puede propagarse a otros órganos. Es
posiblemente la enfermedad infecciosa más prevalente en el mundo. Es una
enfermedad causada por Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch. Otras
micobacterias, como Mycobacterium bovis, Mycobacterium africanum, Mycobacterium
canetti y Mycobacterium microti pueden causar también la tuberculosis, pero todas
estas especies no lo suelen hacer en el individuo sano.

Cuando un paciente con tuberculosis pulmonar no recibe atención adecuada corre


riesgo de contraer enfermedades realmente peligrosas. No solo esto es un problema,
sino también está el inconveniente de que a veces los centros de salud no tienen un
registro o control de estos pacientes con tuberculosis. El hecho de no tener un registro
de estos pacientes implica que los centros de salud no le están suministrando a tiempo
los medicamentos o no los están orientando acerca de su enfermedad, y es posible
que existan otras deficiencias en la relación médico-paciente.

Por todo lo citado, nos planteamos la siguiente pregunta.

¿Cuál es la prevalencia de tuberculosis en el hospital Juan Pablo Pina en San Cristóbal


2010-2019?

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CAPÍTULO III

III. 1. HIPÓTESIS
La prevalencia de tuberculosis en el hospital Juan Pablo Pina en San Cristóbal 2010-
2019 es baja.

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111.2. Variables

Independientes
Tuberculosis

Dependientes
1. Edad
2. Sexo
3. Estado civil
4. Escolaridad
5. Procedencia
6. Manifestaciones clínicas
7. Método diagnóstico
8. Tratamiento
9. Complicaciones
10. Estancia hospitalaria
11. Pronóstico

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III.3. OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES

Variables Concepto Indicador Escala


Tuberculosis Es una enfermedad infecciosa y contagiosa
producida por un microbio que recibe el nombre Nominal
de Bacilo de Koch. Tos
Edad Tiempo transcurrido desde el nacimiento hasta la
realización del estudio. Años Ordinal
cumplidos
Sexo Estado fenotípico condicionado genéticamente y
que determina el genero al que pertenece un Femenino Nominal
individuo. Masculino
Estado civil Condición de una persona según el registro civil Soltero/a
en función de si tiene o no pareja. Unión libre
Nominal
Casado/a
Viudo/a
Escolaridad Período de tiempo que un niño o un joven asiste Iletrado
a la escuela para estudiar y aprender, Primera
Ordinal
especialmente el tiempo que dura la enseñanza Secundaria
obligatoria. Universitario
Procedencia Origen, principio de donde nace o se deriva algo. Nacionalidad Nominal
Manifestaciones Son las manifestaciones objetivas, clínicamente
clínicas fiables, y observadas en la exploración médica, es
decir, en el examen físico del paciente, a Síntomas
Nominal
diferencia de los síntomas, que son elementos
subjetivos, señales percibidas únicamente por el
paciente.
Método Es el procedimiento por el cual se identifica una Baciloscopia
diagnóstico enfermedad, entidad nosológica, síndrome, o Radiografía
cualquier estado de salud o enfermedad. Cultivo Nominal
Clínica

Tratamiento Hace referencia a la forma o los medios que se


utilizan para llegar a la esencia de algo, bien
porque ésta no se conozca o porque se encuentra Medicamentos
Ordinal
alterada por otros de medios de cualquier clase
cuya finalidad es la curación o el alivio de
las enfermedades o síntomas.
Complicaciones Agravamiento de una enfermedad o de un
procedimiento médico con una patología Causas Nominal
intercurrente, que aparece espontáneamente con

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una relación causal más o menos directa con el
diagnóstico o el tratamiento aplicado.

Es un indicador de eficiencia hospitalaria,


calificándose como prolongada a aquella que
Estancia sobrepasa el estándar: mayor o igual a 9 días Ordinal
hospitalaria considerado para un hospital de tercer nivel. Interno
Pronóstico Conjunto de datos que posee la ciencia médica
sobre la probabilidad de que ocurran Receta
Ordinal
determinadas situaciones en el transcurso del médica
tiempo o historia natural.

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CAPÍTULO IV
IV.1. REFERENCIAS

I. Pericas Bosch, J. Tuberculosis (vacuna BCG). Asociación Española de Vacunología. [en línea]
20016 [fecha de acceso 06 de octubre de 2014]; Disponible en:
http://www.vacunas.org/?option=com_content&task=view&id=648&Itemid=266#sthash.zmAvDzsd
.dpuf
(http://www.vacunas.org/?option=com_content&task=view&id=648&Itemid=266#sthash.zmAvDzs
d.dpuf )

II. Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades. Situación actual de la


Tuberculosis en el Mundo, México y Veracruz. Avances y desafíos. [en línea] 20016 [fecha de
acceso 06 de octubre de 2014]; Disponible en:
http://web.ssaver.gob.mx/saludpublica/files/2012/03/01-SIMPOSIO-VERACRUZ.pdf

III. Indicadores Epidemiológicos de la Tuberculosis en el Ecuador 2000-2009. Tendencia de la


Prevalencia y la Incidencia de Tuberculosis. Ecuador 2000-2009. [en línea] 20016 [fecha de
acceso 06 de octubre de 2014]; Disponible en:
http://pctecuador.blogspot.com/2011/03/indicadores-epidemiologicos-ecuador.html

IV. Cárdenas García R, Rivero Álvarez E, Quirós Hernández JL. Tuberculosis: un desafío para la
atención primaria de salud. Medicentro electrónica [en línea] 2014 [fecha de acceso 06 de
octubre de 2014]; 18(1). URL disponible en:
http://medicentro.sld.cu/index.php/medicentro/article/view/1632

V. Castiblanco CA, Ribón W. Coinfección de tuberculosis en pacientes con VIH/sida: un análisis


según las fuentes de información en Colombia. Infectio [en línea] 20016 [fecha de acceso 06 de
octubre de 2014]; 10(4). URL disponible en:
http://www.revistainfectio.org/site/portals/0/ojs/index.php/infectio/article/view/192

VI. Centro para el control y prevención de las enfermedades. Tuberculosis. URL disponible en:
http://www.cdc.gov/tb/esp/WorldTBDay/History_es.htm

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MARCO TEÓRICO

Prevalencia e incidencia

La incidencia y la prevalencia son dos medidas de frecuencia de la enfermedad, es


decir, miden la frecuencia (el número de casos) con que una enfermedad aparece
en un grupo de población. La prevalencia describe la proporción de la población que
padece la enfermedad, que se quiere estudiar, en un momento determinado. La
incidencia va a contabilizar el número de casos nuevos, de la enfermedad en estudio,
que aparecen en un período de tiempo previamente determinado.

La prevalencia depende de la incidencia y de la duración de la enfermedad, es decir,


que las variaciones de la prevalencia pueden ser debidas a las modificaciones en la
incidencia o a cambios en la duración de la enfermedad y la duración de la
enfermedad depende, a su vez, de cambios en el período de recuperación o en la
esperanza de vida de los pacientes.

TUBERCULOSIS

La tuberculosis es una infección granulomatosa crónica producida por el


Mycobacterium tuberculosis, que se transmite a través de gotitas de saliva y afecta a
los pulmones y otros órganos (ganglios hiliares vecinos, a los bronquios y a la
pleura). Es la enfermedad infecciosa que se caracteriza por la aparición de un
pequeño nódulo denominado tubérculo (formado de tejido fibroso) .que puede
presentarse de formas muy diferentes de acuerdo al órgano del paciente.

Historia de la tuberculosis pulmonar

La tuberculosis pulmonar acompaña al hombre desde la más remota antigüedad. Se


han registrado sus huellas en momias egipcias e incaicas en forma de caries
vertebrales características del llamado Mal de Pott, es decir tuberculosis pulmonar de
la columna. Más aun, se han encontrado bacilos de Koch en el frotis de un abceso
del psoas en un niño inca, tan momificado como el bacilo mismo, lo que ha sido
confirmado con las modernas técnicas moleculares. Las micobacterias son muy

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abundantes en la naturaleza y con frecuencia afectan a los animales; con el correr de
los siglos, paulatinamente, una de ellas parece haberse especializado hasta
transformar al hombre en su comensal favorito.

Aunque ya el más antiguo código conocido, el del rey Hammurabi de Babilonia,


menciona una enfermedad pulmonar crónica que probablemente era la tuberculosis,
esta afección sólo aparece claramente identificada en tiempos de Hipócrates (460-
370 a.C.), quien acuñó el término de "tisis" o consunción. En realidad, en muchos
textos clásicos, desde la más lejana antigüedad y en todas las culturas, aparecen
descripciones sugerentes de esta enfermedad y en sus dibujos, esculturas y escritos,
claras alusiones a ella. Es significativo que estas señales predominen en
asentamientos urbanos, lo que explicaría que la tuberculosis pulmonar apenas
aparezca mencionada en la Biblia, que transcurre en poblaciones
predominantemente rurales.

Cada vez existe un gran número de individuos que se ven confinados a espacios
reducidos, se acorta la distancia boca a boca, lo que facilita la transmisión de la
infección. Al mismo tiempo, tienden a empeorar las condiciones de vida, lo que
favorece el paso de la infección a enfermedad. Este fue el caso de las civilizaciones
egipcias, griegas, romanas e incaicas y el sino de las grandes ciudades desde los
inicios de la Revolución Industrial. Se hacen así más comprensibles las epidemias de
tuberculosis pulmonar que se siguen produciendo en la actualidad, con las
migraciones desde regiones o países de baja densidad de población, a ciudades
donde el contacto inter-individual es más intensivo y las condiciones de vida
frecuentemente mucho más precarias.

La mayoría de los médicos antiguos creía que la tuberculosis pulmonar era


hereditaria, pero ya Aristóteles (384-322 a.C.) y subsecuentemente Galeno (131-
201), Avicena (980-1037), Francastoro (1478-1553), Morgagni (1682-1771) y muchos
otros, pensaron que se trataba de una enfermedad infecciosa y contagiosa. Pero, fue
principalmente Villemin (1834-1913) quien pudo demostrarlo en sus brillantes
experimentos, con la inoculación de material caseoso a diferentes animales de
experimentación. Sus hallazgos causaron grandes controversias y se nombró una

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comisión, la que después de analizar sus experimentos, concluyó: "Estas ideas no se
asientan sobre bases firmes". No pasó mucho tiempo sin que sus hallazgos se
confirmaran y fueran aceptados por todos.

Sin embargo, hay que tener presente que el hombre primitivo consideraba que todos
los fenómenos que no comprendía se regían por poderes sobrenaturales. Así, la
creencia que predominaba era que la tuberculosis, al igual que otras enfermedades,
era causada por los malos espíritus y su tratamiento se basaba en rituales mágicos,
variables según las distintas culturas. Los tuberculosos tampoco se libraron de los
tratamientos habituales de esas épocas: sangrías, sanguijuelas, vomitivos y
lavativas.

Parece ahora increíble que los más sesudos científicos, a lo largo de más de veinte
siglos, hayan derrochado sus mejores energías en bizantinas discusiones, cuando no
en francas peleas, entre los partidarios de las teorías "unicista" y "dualista" de la
tuberculosis, tan estériles como la controversia sobre cuántos ángeles caben en la
punta de un alfiler.

Dr. Robert Koch el 24 de marzo de 1882 anunció el descubrimiento de


Mycobacterium tuberculosis, la bacteria causante de la tuberculosis pulmonar (TB,
por sus siglas en inglés). Durante esa época, la tuberculosis pulmonar causaba la
muerte de una de cada siete personas en los Estados Unidos y Europa. El
descubrimiento del Dr. Koch fue el paso más importante que se tomó en la lucha
para el control y la eliminación de esta mortal enfermedad.[12]

En 1982, un siglo después del anuncio del Dr. Koch, se realizó el primer Día Mundial
de la tuberculosis pulmonar patrocinado por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y la Unión Internacional Contra la tuberculosis pulmonar y las Enfermedades
Respiratorias (UICTER). El objetivo de este evento fue educar al público sobre las
devastadoras consecuencias económicas y de salud que causa la tuberculosis, su
efecto en los países en desarrollo y su impacto continuo y trágico en la salud global.

En la actualidad, el Día Mundial de la tuberculosis pulmonar se celebra en todo el


mundo y se llevan a cabo actividades tan diversas como los sitios donde se

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conmemora. Sin embargo, aún se puede hacer más para aumentar la
concientización sobre los efectos de la tuberculosis. Entre las enfermedades
infecciosas, la tuberculosis pulmonar sigue siendo la segunda causa principal de
muerte en los adultos en el mundo con más de dos millones de muertes relacionadas
con la enfermedad anualmente.

Mientras no se logre controlar la tuberculosis, el Día Mundial de la tuberculosis


pulmonar no podrá ser una celebración. Pero aun así, es una oportunidad valiosa
para educar al público sobre los efectos devastadores de la tuberculosis pulmonar y
la forma en que se puede controlar.

Etiología

El causante de la tuberculosis pulmonar, como ya se había mencionado es del


género Mycobacterium, dentro de la familia Mycobacteriaceae, comprende a
bacterias aeróbicas grampositivas débiles, ácido alcohol resistentes, inmóviles, no
esporuladas. Está incluido en el orden de los Actinomycetales, con los géneros
Nocardia y Corynebacterium, entre otros, con los que comparte algunas
características, como son el tener un alto contenido genómico de GC
(guanina+citocina) en Acido dexocirribunocleico (DNA) y el ser capaz de producir
ácidos micólicos como componentes principales de la pared celular.

Existen varios micobacterium: M. tuberculosis, M. africanum y M. canetti los cuales


infectan exclusivamente a humanos; por otra parte, M. bovis, M. marinum, M. microtii,
M. avium, M. kansaii, y otros, con un rango de hospederos más amplio, también
constituyen un riesgo para el ser humano, pero se manifiestan como un cuadro de
tuberculosis pulmonar o lesiones de otro tipo, sobre todo a nivel de piel.

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En el caso de la tuberculosis pulmonar humana causada por M. bovis es una
zoonosis considerada esporádica en países desarrollados, pero sigue siendo un
problema poco estudiado en los países de bajos y medianos recursos. La
enfermedad en humanos se atribuye principalmente a consumo de productos lácteos
no pasteurizados. También se ha reportado la transmisión debido a la exposición a
animales infectados, aunque la prevalencia de la infección por tuberculosis pulmonar
y los factores de riesgo asociados han sido insuficientemente caracterizados entre
trabajadores de hatos lecheros con bajo control de la tuberculosis bovina. (Torres
Gonzalez, et al., 2013).

Estructura

Dentro de las características del Mycobacterium tuberculosis están: es un bacilo


aerobio obligado, sin movilidad, de crecimiento muy lento. No produce cápsula de
polisacáridos. Presenta en su envoltura celular es poco usual. Del interior hacia el
exterior, presenta una membrana citoplásmica cubierta por una capa extensa de
peptidoglicanos unidos a polisacáridos, los cuales se encuentran esterificados con
los ácidos micólicos (60% del peso de la pared celular), formados por lípidos libres,
glucolípidos y peptidoglucolípidos; tal estructura, que le brinda una apariencia serosa,
le confiere una alta hidrofobicidad, resistencia a detergentes, a un buen número de
antibióticos, a las tinciones habituales y le da afinidad por la tinción ácido alcohol
resistente de Ziehl Neelsen y Kinyoun.

Por otro lado, las cadenas de péptidos son antígenos responsables, de manera
importante, de la estimulación de la respuesta inmune celular del hospedero (de
hecho, se utilizan para preparar derivados proteicos purificados - PPD - útil como
prueba de reactividad cutánea para evaluar la exposición a M. tuberculosis).

Mycobacterium tuberculosis en esputo, tinción Ziehl Neelsen, M. tuberculosis en frote


de esputo teñido. Técnica de Ziehl-Neelsen. CDC/RW Smithwick: en esta los ácidos
micólicos forman complejos con apariencia acordonada cuando se unen a
carbohidratos. Los sulfolípidos presentes inhiben la fusión fago-lisosomal y a menudo
se consideran indicadores de cepas virulentas. (Lippincott's Illustrated Reviews:
Microbiology, 2007).

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Tipos de tuberculosis

Tuberculosis pulmonar Es una enfermedad infecciosa muy común, que puede


adoptar una forma aguda o crónica, y ser localizada (abarca sólo un tejido, en este
caso en el parénquima pulmonar) o generalizada (se disemina a dos o más tejidos).
En la mayoría de los casos, la enfermedad ataca los pulmones.Es de suma
importancia el comprender que la tuberculosis se debe a bacterias propagadas de
una persona a otra, por lo que la mayoría de los niños con esta enfermedad han sido
infectadas por otra persona, generalmente un adulto que padece tuberculosis
pulmonar. La tubeculosis extrapulmonar se presenta más frecuentemente en
personas de raza negra y orientales, en mujeres y niños luego de la infección
primaria. Las infecciones delas mucosas y serosas se deben a la diseminación de las
secreciones respiratorias. Las infecciones por extensión linfohematógena son
posteriores a la infección primaria. La diseminación de la infección inicial se produce
por la falta de desarrollo de una respuesta inmune adecuada, dando lugar a una
enfermedad con múltiples lesiones en distintos órganos del cuerpo, pero su
presentación clínica puede ocurrir posteriormente a la infección inicial. La linfadenitis
y osteomielitis de las vértebras y costillas, son unas de las presentaciones clínicas
más frecuentes de la tubeculosis extrapulmonar. Los ganglios linfáticos cervicales,
principalmente la cadena cervical anterior, son los que se afectan más comúnmente.
A partir de nódulos linfáticos mediastínicos, los más afectados son los del grupo
paratraqueal derecho.

Tuberculosis miliar: Es una forma más significativa de la diseminación


linfohematógena masiva del bacilo tuberculoso. Hay compromiso activo de dos o
más órganos. Obtiene su nombre según dos descripciones anecdóticas. La primera

18
describe las lesiones macroscópicas en cualquier órgano comprometido como
granos de millo, y la segunda describe miles o millones de lesiones sembradas en
todos los órganos afectados. Frecuente en lactantes y niñoes pequeños, adultos y
adolescentes malnutridos o inmunosuprimidos.

Posteriormente estas siembras progresan de focos primarios pulmonares


(Tuberculosis primaria masiva), pasando a ganglios que drenan a venas pulmonares,
después a corazón izquierdo, de ahí a órganos extrapulmonares y/o vasos linfáticos.
Posteriormente a corazón derecho y por último a ápices pulmonares. Las cavernas
pueden generar diseminación hematógena pulmonar.

Tuberculosis miliar: Es una forma más significativa de la diseminación


linfohematógena masiva del bacilo tuberculoso. Hay compromiso activo de dos o
más órganos. Obtiene su nombre según dos descripciones anecdóticas. La primera
describe las lesiones macroscópicas en cualquier órgano comprometido como
granos de millo, y la segunda describe miles o millones de lesiones sembradas en
todos los órganos afectados. Frecuente en lactantes y niñoes pequeños, adultos y
adolescentes malnutridos o inmunosuprimidos.

Posteriormente estas siembras progresan de focos primarios pulmonares


(Tuberculosis primaria masiva), pasando a ganglios que drenan a venas pulmonares,
después a corazón izquierdo, de ahí a órganos extrapulmonares y/o vasos linfáticos.
Posteriormente a corazón derecho y por último a ápices pulmonares. Las cavernas
pueden generar diseminación hematógena pulmonar.

Tuberculosis crónica hematógena: Se origina a través de la diseminación de focos


extrapulmonares crónicos y silenciosos. Es más freucente en pacientes con edad
avanzada que se presentan con fiebres intermitentes de orígen desconocido, aunque
el 30% pueden estar afebriles, y en ocasiones presentar trastornos hematológicos
como anemia refractaria al tratamiento, leucopenia, trombocitopenia, reacciones
mieloleucémicas y agrandamiento del bazo.

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Tuberculosis pleural: Se considera extrapulmonar debido a su comportamiento
epidémico. Toda tuberculosis no comunicada directamente con la vía aérea pierde su
capacidad de trasnmisión. Puede presentarse de dos formas: Pleuresia asociada con
tubeculosis primaria: Un foco de primoinfección localizado a nivel subpleural
progresa hasta comprometer la pleura. No hay invasión micobacteriana importante
de la cavidad, pero sí una reacción de hipersensibilidad marcada que se manifiesta
con derrame. Sólo el 50% de los cultivos son positivos. El cuadro clínico se
caracteriza por fiebre, pérdida de peso y dolor pleurítico del lado comprometido. Las
radiografías muestran derrame de magnitud variable, con lesiones parenquimatosas
poco comunes.

Tuberculosis extrapulmonar

Tuberculosis pleural: Puede presentarse como una pleuritis aguda o crónica con
fiebre o febrícula, dolor torácico, tos seca, deterioro del estado general, pérdida de
peso, astenia y disnea progresiva. Con hallazgos clínicos de derrame pleural y un
líquido pleural de tipo exudado de predominio linfocitario con aumento de actividad
de adenosína desaminasa (ADA) en algunos casos.

Tuberculosis ganglionar: adenopatía indolora bien delimitada, de localización


predominante en la región cervical y supraclavicular (escrófula). Con la progresión de
la enfermedad pueden presentarse signos inflamatorios y trayectos fistulosos con
drenaje de material caseoso. Siendo esta la forma de presentación extrapulmonar
más común en pacientes con VIH.

Tuberculosis de Tracto Gastrointestinal: (TGI). Puede afectar cualquier parte del


tracto gastro intestinal, pero afecta mayormente el área íleo-cecal. El compromiso
peritoneal ocurre por diseminación desde lesiones abdominales a través del sistema
linfático. Puede cursar con fiebre, dolor, diarrea, constipación, pérdida de peso,
anorexia y malestar. Además el compromiso de la serosa peritoneal causa ascitis,
que se caracteriza por ser de tipo exudativo, con predominio linfocitario, con glucosa
baja, elevación de proteínas y del ADA. La biopsia peritoneal ayuda confirmar el
diagnóstico.

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Tuberculosis cutánea: ocurre por inoculación directa con el bacilo a través de
lesiones de continuidad o diseminación de otros órganos. Usualmente las lesiones
pueden cursar con linfadenitis regional asociada, seguida por diseminación
sistémica. Otras formas de presentación son el Lupus Vulgaris, Tuberculoide y el
Eritema Nodoso.

Tuberculosis Renal: se produce por diseminación sanguínea de la infección


primaria. Suele presentarse 5 a 15 años después de la primera infección. Afecta la
parte externa del riñón (corteza) avanza destruyendo el tejido renal, y formando una
cavidad. Si el material inflamatorio obstruye los uréteres, la presión retrógrada puede
provocar una destrucción difusa del riñón o absceso renal; la infección se disemina
hacia el uréter (que puede obstruirse), y hacia la vejiga (donde puede formar
úlceras). Clínicamente el paciente puede presentar: disuria, hematuria, micción
frecuente, dolor lumbar, piúria estéril (leucocituria sin bacteriuria).

Tuberculosis osteoarticular: las lesiones óseas resultan de la llegada de bacilos a


la médula del hueso. La localización vertebral torácica baja es la más frecuente (mal
de Pott). La Tuberculosis ósea puede afectar epífisis, metáfisis y diáfisis. El cuadro
clínico suele ser inespecífico; lo más constante es el dolor acompañado de
impotencia funcional de la articulación afectada, con manifestaciones locales de
inflamación de grado variable. La fiebre y compromiso del estado general suelen no
ser importantes.

Meningitis Tuberculosa: sus síntomas son: fiebre, tos, vómito y cambios de


conducta, seguido de rigidez nucal, compromiso de pares craneales y convulsiones.
El diagnóstico debe considerarse en pacientes con síndrome meníngeo de al menos
una semana o más de evolución, con LCR con predomino linfocitario, proteínas
aumentadas e hipoglucorraquia; puede elevar la actividad enzimática de adenosína
desaminasa (ADA).

21
Fisiopatología

La tuberculosis puede ocurrir en 3 etapas:

1. Infección primaria

2. Infeccion latente

3. Infección activa

En un principio, el bacilo M. tuberculosis causa una infección primaria que no suele


producir una enfermedad aguda. La mayoría (alrededor del 95%) de las infecciones
primarias no produce síntomas y al finalizar ingresa en una fase latente. Un
porcentaje variable de las infecciones latentes se reactiva con signos y síntomas de
la enfermedad.
La infección no suele transmitirse durante el estadio primario y no contagia en la
fase latente.

Infección primaria
La infección requiere la inhalación de partículas bastante pequeñas para que
atraviesen las defensas respiratorias altas y se depositen en las regiones profundas
de los pulmones, en general en los espacios aéreos subpleurales de los lóbulos
medio o inferior. Las gotas más grandes tienden a alojarse en las vías aéreas más
proximales y no producen infección. La enfermedad suele originarse en un solo
núcleo de gotas, que transporta unos pocos microorganismos. Tal vez un solo
microorganismo pueda ser suficiente para causar la infección en personas

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susceptibles, pero las personas menos susceptibles pueden requerir la exposición
repetida para desarrollar la infección.

Para iniciar la infección, los macrófagos alveolares deben ingerir a los bacilos M.
tuberculosis. Los bacilos no destruidos por los macrófagos se replican dentro de
ellos y, por último, matan a los macrófagos que los hospedan (con la cooperación
de los linfocitos CD8); las células inflamatorias son atraídas al área, donde causan
una neumonitis localizada que coalesce para formar los tubérculos característicos
en el examen histológico.
Durante las primeras semanas de la infección, algunos macrófagos infectados
migran a los ganglios linfáticos regionales (p. ej., hiliar, mediastínico), donde
acceden a la corriente sanguínea. Luego, los microorganismos se diseminan por
vía hematógena hacia cualquier parte del cuerpo, en especial la porción
apicoposterior de los pulmones, las epífisis de los huesos largos, los riñones, los
cuerpos vertebrales y las meninges. La diseminación hematógena es menos
probable en pacientes con inmunidad parcial debida a la vacunación o a una
infección natural anterior con M. tuberculosis o micobacterias ambie

La infección latente: ocurre después de la mayoría de las infecciones primarias.


En aproximadamente el 95% de los casos, tras alrededor de 3 semanas de
crecimiento ilimitado, el sistema inmunitario inhibe la replicación bacilar,
generalmente antes de que aparezcan signos o síntomas. Los focos de bacilos en
los pulmones u otros sitios se transforman en granulomas de células epitelioides,
que pueden tener centros caseosos y necróticos. Los bacilos tuberculosos pueden
sobrevivir en este material por años, y el balance entre la resistencia del huésped y
la virulencia del microorganismo determina la posibilidad de que la infección
resuelva sin tratamiento, permanezca latente o se active. Los focos infecciosos
pueden dejar cicatrices fibronodulares en los ápices de uno o ambos pulmones
(focos de Simon, que generalmente se generan como resultado de la llegada por
vía hematógena desde otro sitio de infección) o pequeñas zonas de consolidación
(focos de Ghon). Un foco de Ghon con afectación ganglionar es un complejo de

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Ghon que, si se calcifica, se llama complejo de Ranke. La prueba de la
tuberculina y los ensayos de liberación de interferón gamma en sangre (IGRA) se
positivizan durante la fase latente de la infección. Los sitios de infección latente son
procesos dinámicos, no del todo inactivos como se creía antes.
Con menor frecuencia, el foco primario progresa inmediatamente y causa una
enfermedad aguda con neumonía (a menudo cavitaria), derrame pleural y aumento
significativo del tamaño del mediastino o los ganglios linfáticos hiliares (que, en los
niños, pueden comprimir los bronquios). Los derrames pleurales pequeños son
sobre todo linfocíticos, contienen típicamente pocos microorganismos y resuelven
en pocas semanas. Esta secuencia puede observarse con mayor frecuencia en
niños pequeños y en pacientes inmunodeficientes infectados recientemente o
reinfectados.

La TBC extrapulmonar puede aparecer en cualquier sitio y manifestarse sin


evidencias de compromiso pulmonar. Las adenopatías tuberculosas son la
presentación extrapulmonar más común; no obstante, la meningitis es la más
temida debido a su elevada tasa de mortalidad en los extremos de la vida.
Enfermedad activa
Las personas sanas que están infectadas por la tuberculosis tienen un riesgo del 5
al 10% de desarrollar la enfermedad activa durante su vida, aunque el porcentaje
varía de manera significativa según la edad y otros factores de riesgo.

En el 50 al 80% de las personas con enfermedad activa, la TBC se reactiva dentro


de los primeros 2 años, pero ésta puede manifestarse también varias décadas más
tarde.

Cualquier órgano sembrado por la infección primaria puede alojar un foco de


reactivación, aunque se identifican con mayor frecuencia en los vértices
pulmonares, lo que puede deberse a las condiciones más favorables, como la
tensión elevada de oxígeno. Los focos de Ghon y los ganglios linfáticos hiliares
comprometidos tienen menos probabilidades de reactivarse.

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Las patologías que deterioran la inmunidad celular (que es esencial para la defensa
contra la tuberculosis) facilitan significativamente la reactivación. Por lo tanto, los
pacientes coinfectados por el HIV que no reciben la TAR apropiada tienen un riesgo
del 10% anual de desarrollar la enfermedad activa.
Otras patologías que facilitan la reactivación, pero en menor medida que la
infección por HIV, incluyen

• Diabetes
• Cáncer de cabeza y cuello
• Gastrectomía

• Cirugía de derivación yeyunoileal

• Enfermedad renal crónica dependiente de diálisis


• Pérdida de peso significativa.

• Medicamentos que suprimen el sistema inmunitario.

Los pacientes que requieren inmunosupresión después de un trasplante de órganos


sólidos presentan mayor riesgo, pero otros inmunosupresores, como los
corticosteroides y los inhibidores del TNF, también causan reactivación. El
tabaquismo es también un factor de riesgo.

En algunos pacientes, la enfermedad activa se desarrolla cuando son reinfectados,


en lugar de cuando se reactiva la enfermedad latente. Es más probable que la
reinfección sea el mecanismo en áreas donde la tuberculosis es prevalente y los
pacientes están expuestos a un gran inóculo de bacilos. La reactivación de la
infección latente predomina en zonas de baja prevalencia. En un paciente dado, es
difícil determinar si la enfermedad activa es resultado de la reinfección o la
reactivación.

La TBC lesiona los tejidos a través de una reacción de hipersensibilidad


retardada (DHT), que provoca necrosis granulomatosa típica con aspecto
histológico de necrosis caseosa. Las lesiones pulmonares suelen ser cavitarias, en

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especial en pacientes inmunodeficientes con compromiso de la hipersensibilidad
retardada. El derrame pleural se encuentra con menor frecuencia que en la TBC
primaria progresiva, pero puede aparecer como resultado de la extensión directa de
la infección o de la diseminación por vía hematógena. La rotura de una lesión
tuberculosa grande en el espacio pleural puede causar un empiema con o sin
fístula broncopleural, y a veces neumotórax. En la era previa a la quimioterapia, el
empiema tuberculoso podía complicar el tratamiento de un neumotórax inducido por
fármacos y producía la muerte rápidamente, y también podía hacerlo una
hemoptisis súbita masiva secundaria a la erosión de la arteria pulmonar por una
cavidad en vías de proliferación.
La evolución de la TB varía mucho en función de la virulencia del microorganismo y
de las defensas del huésped. La evolución puede ser rápida en miembros de
poblaciones aisladas (p. ej., Los nativos americanos) quienes, a diferencia de
muchos europeos y sus descendientes americanos, no han experimentado siglos
de presión selectiva para desarrollar la inmunidad innata o natural a la enfermedad.
En las poblaciones europea y estadounidense, la evolución es más silenciosa y
lenta.

A veces aparece un síndrome de dificultad respiratoria aguda, que parece deberse


al desarrollo de hipersensibilidad contra los antígenos del bacilo tuberculoso y se
produce tras una diseminación hematógena rápida o de la rotura de una gran
cavidad con sangrado intrapulmonar.

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Epidemiologia

Los datos epidemiológicos aportados por la Organización Mundial de la Salud son los
siguientes: La tuberculosis pulmonar es la segunda causa mundial de mortalidad,
después del sida, causada por un agente infeccioso. En 2012, 8,6 millones de
personas enfermaron de tuberculosis pulmonar y 1,3 millones murieron por esta
causa. Más del 95% de las muertes por tuberculosis pulmonar ocurrieron en países
de ingresos bajos y medianos, y esta enfermedad es una de las tres causas
principales de muerte en las mujeres entre los 15 y los 44 años.

En 2012, se estima que 530 000 niños enfermaron de tuberculosis pulmonar y


74.000 niños seronegativos murieron por causa de esta enfermedad. La tuberculosis
pulmonar es la causa principal de muerte de las personas infectadas por el VIH, pues
causa una quinta parte de las defunciones en este grupo. La tuberculosis pulmonar
multirresistente se ha encontrado en casi todos los países estudiados. Aunque
lentamente, está disminuyendo el número anual estimado de personas que enferman
de tuberculosis.

Gracias a las estrategias DOTS y Alto a la tuberculosis pulmonar recomendada por la


OMS, se calcula que se habrían salvado unos 22 millones de vidas.

La incidencia de la tuberculosis pulmonar ha sido irregular a lo largo de la historia. En


la antigüedad, ha habido épocas con baja incidencia y otras en que ha llegado a
constituir un auténtico azote, produciendo auténticas epidemias con una altísima
mortalidad. A partir de la mitad del siglo XX, su incidencia ha decaído drásticamente
y la mortalidad ha bajado hasta el 2/100.000 habitantes / año en los países
desarrollados. A pesar de ello, se calcula que existen unos 15 millones de personas
tuberculosas.

La infección se adquiere habitualmente por vía aerógena por inhalación de partículas


contaminadas, especialmente mediante las gotitas de Flügge que son proyectadas al
toser. Por tanto, el contagio se da de persona a persona y por inhalación de polvo
desecado del esputo tuberculoso, y es más frecuente en ambientes mal ventilados y
en personas que conviven con pacientes tuberculosos. El reservorio lo constituyen

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las personas enfermas, a veces sintomáticas, pero muchas veces asintomáticas o
apenas sintomáticas. Se calcula que cada persona tuberculosa contagia a 2-3
personas al año, pudiendo llegar hasta 10. Un paciente tuberculoso, si evoluciona
hacia la curación, suele permanecer contagioso unos 2 años; si no se cura es
contagioso durante toda la vida. Con tratamiento, la tuberculosis pulmonar se cura
actualmente y deja de ser contagiosa aproximadamente en unas 4-6 semanas (el
100 por ciento a los 3 meses de tratamiento). La infección pulmonar adquirida por
ingesta de leche contaminada por Mycobacterium tuberculosis bovis es muy rara en
la actualidad y no alcanza el 1 por ciento.

Pero no todas las personas infectadas desarrollan la enfermedad. El riesgo de


desarrollar la enfermedad por parte de una persona infectada viene dado por las
condiciones higiénico-ambientales, por la estrechez y persistencia del contacto
(cantidad de bacilos inhalados), por la edad (más frecuente en edades tempranas y
avanzadas), y por la existencia de enfermedades de bases que puedan deprimir la
inmunidad. Son enfermedades de riesgo: diabetes mellitus, uremia, enfermedades
infecciosas crónicas, sarampión, etilimos, gastrectomía, SIDA, drogadicción y
tratamientos con corticoides o inmunosupresores.

Se calcula que desarrollan la enfermedad un 10 por ciento de las personas


infectadas. Los factores que mejoran este porcentaje de infectados que desarrollan la
enfermedad son: mejoras en las condiciones de vida (nutrición, higiene, vivienda);
vacunación de la población con BCG (protege alrededor del 80% de la población
vacunada), y uso de tuberculosis.

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Modo de transmisión.

Cuando una persona inhala las bacterias de la tuberculosis, estas pueden alojarse en
los pulmones y comenzar a multiplicarse. Desde allí, las bacterias pueden
desplazarse por la sangre a otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna
vertebral y el cerebro.

La enfermedad de tuberculosis en los pulmones o la garganta puede ser contagiosa.


Esto significa que las bacterias pueden transmitirse a otras personas. Por lo general,
la tuberculosis que afecta otras partes del cuerpo, como los riñones o la columna
vertebral, no es contagiosa.

Las personas con enfermedad de tuberculosis tienen más probabilidades de


transmitírsela a las personas con las que pasan tiempo todos los días. Esto incluye a
familiares, amigos y compañeros de trabajo o de escuela.

Una persona con tuberculosis, que no esté en tratamiento, puede contagiar a otras
personas al estornudar, toser o escupir. Al hacerlo, elimina bacterias al aire que
pueden entrar a los pulmones de otras personas. Alcanza con que una persona
inhale unos pocos bacilos para quedar infectada.
Cuando la persona enferma se encuentra haciendo tratamiento no contagia a otras
personas. La tuberculosis no se contagia por compartir el mate, cubiertos, vasos, etc.
con una persona enferma.
A lo largo de un año, una persona con tuberculosis puede infectar a unas 10 a 15
personas por contacto cercano. Si no reciben el tratamiento adecuado, hasta dos
terceras partes de las personas con tuberculosis mueren.

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Evolución del complejo primario.

En materia de tuberculosis las ideas y los conceptos han evolucionado de un modo


extraordinario. Hacé treinta años reinaban las ideas de Grancíier, es decir, la idea de
que la tuberculosis se iniciaba en el vértice pulmonar, que había que buscarla con
gran prolijidad, especial entre por los medios de la auscultación, lo que él llamó
período de germinación; después seguía el período de conglomeración y luego el de
reblandecimiento. Durante años y años se ha vivido obsesionado con el examen del
vértice, auscultando plolijamenté los vértices y la región supra-clavicular e
infraclavicular, buscando esos signos de auscultación, que según muchos, marcaban
la iniciación del proceso pulmonar. Durante muchos años también se ha tenido la
ilusión de curar muchos casos de tuberculosis que tenían una infiltración o
germinación, mandando los enfermos a las sierras, separándolos de su vida normal,
y después de algunos años se les daba por sanos, convencidos de que no iba a
seguir la evolución fatalmente hasta la tisis pulmonar.

Pero no pasaron muchos años sin que en la propia Francia, discípulos de Grancber
que admiraban su tálenlo empezaran a apercibirse de que los enfermos,
aparentemente en los principios de la tuberculosis, que no podían seguir los
tratamientos prescritos, continuando su vida de trabajo, no evolucionaban más y se
curaban espontáneamente. Y así se justificaba la frase de Grancher que tanto se ha
repetido: la tuberculosis es la más curable de fas enfermedades crónicas. Es que la
tuberculosis que curaba Grancher no era en realidad una tuberculosis evolutiva. Fue-
ron Bard. y Bezancon los primeros que lanzaron, hasta cierto punto con gran
atrevimiento, el concepto de que lo que Grancher creía signos de iniciación de la
tuberculosis, no eran en general sino signos de cicatriza-ción, signos finales de
pequeños procesos tuberculosos pasados y curados. Berd los designó con el nombre
de formas abortivas de tuberculosis pulmonar.

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Tuberculosis pulmonar de reinfección.

Es una infección bacteriana contagiosa que compromete los pulmones y que se


puede propagarse a otros órganos.

Causas
Es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis (M tuberculosis). La
tuberculosis pulmonar (TB) es contagiosa. Esto quiere decir que la bacteria puede
propagarse fácilmente de una persona infectada a otra no infectada. Se puede
adquirir por la inhalación de gotitas de agua provenientes de la tos o el estornudo de
una persona infectada. La infección pulmonar resultante se denomina TB primaria.
La mayoría de las personas se recupera de la infección de TB primaria sin
manifestación mayor de la enfermedad. La infección puede permanecer inactiva
(latente) por años. En algunas personas, se activa de nuevo (reactivación).

La mayoría de las personas que presentan síntomas de una infección de TB


resultaron primero infectadas en el pasado. En algunos casos, la enfermedad puede
reactivarse en cuestión de semanas después de la infección primaria.

Las siguientes personas están en riesgo de TB activa o reactivación de TB:

• Las personas mayores

• Los bebés.

• Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, por ejemplo, debido


a VIH/sida, quimioterapia, diabetes o medicamentos que debilitan el sistema
inmunitario.
El riesgo de contraer TB aumenta si usted:

• Está entorno a personas que padecen TB

• Vive en condiciones de vida insalubres o de hacinamiento

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• Padece desnutrición

Los siguientes factores pueden incrementar la tasa de infección tuberculosa en una


población:

• Aumento de las infecciones por VIH

• Aumento del número de personas sin hogar (ambiente de pobreza y desnutrición)

• Cepas de TB resistentes a los medicamentos

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1.1.6.1 Diagnostico

• pérdida de peso sin causa conocida


• pérdida de apetito
• sudores nocturnos
• fiebre
• cansancio

1.1.6.2 Laboratorio

• examen de sangre
• examen de orina

1.1.6.3 Imágenes

1. radiografía de tórax

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1.1.7 Diagnóstico diferencial

• Neumonía
• Absceso pulmonar
• Infecciones por el complejo Mycobacterium avium u otras
micobacterias no tuberculosis
• Infección por hongos, p.ej. histoplasmosis
• Asbestosis con efusión pleural
• Cáncer de pulmón
• Linfoma
• Sarcoidosis
• Endocarditis
• Nocardiosis

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