Está en la página 1de 11

Ven, ¡oh Santo Espíritu!

:
ilumina mi entendimiento,
para conocer tus mandatos;
fortalece mi corazón contra las insidias
del enemigo; inflama mi voluntad...
He oído tu voz, y no quiero
endurecerme y resistir,
diciendo: después..., mañana.
Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya
a ser que el mañana me falte.
¡Oh Espíritu de verdad y de sabiduría,
Espíritu de entendimiento y de consejo,
Espíritu de gozo y de paz!:
quiero lo que quieras,
quiero porque quieres,
quiero como quieras,
quiero cuando quieras...
SALMO 130
DESDE LO HONDO TE INVOCO, SEÑOR,
¡SEÑOR, ESCUCHA MI VOZ!
ESTÉN TUS OÍDOS ATENTOS
A LA VOZ DE MI SÚPLICA.

SI LLEVAS CUENTA DE LOS DELITOS,


SEÑOR, ¿QUIÉN PODRÁ RESISTIR?
PERO DE TI PROCEDE EL PERDÓN,
Y ASÍ INFUNDES RESPETO.

MI ALMA ESPERA EN EL SEÑOR,


ESPERA EN TU PALABRA,
MI ALMA ESPERA EN EL SEÑOR,
MÁS QUE EL CENTINELA LA AURORA.

AGUARDE ISRAEL AL SEÑOR,


COMO EL CENTINELA LA AURORA,
PORQUE DEL SEÑOR
VIENE LA MISERICORDIA
Y LA REDENCIÓN COPIOSA;
Y ÉL REDIMIRÁ A ISRAEL
DE TODOS SUS PECADOS.
Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre y del Hijo,
Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir, cómo debo decirlo,
lo que debo callar, lo que debo escribir,
como debo actuar, lo que debo hacer
para procurar tu gloria
en bien de las almas y
de mi propia santificación.
Espíritu Santo ilumina mi entendimiento
y fortifica mi voluntad,
dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar,
dame acierto para empezar,
dirección al progresar
y perfección en el acabar. Amén
SALMO 23

El Señor es mi pastor, nada me falta:


en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu callado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia
me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu callado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia
me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
SALMO 23
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu callado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia
me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
Ven, ¡oh Santo Espíritu!:
ilumina mi entendimiento,
para conocer tus mandatos;
fortalece mi corazón contra las insidias
del enemigo; inflama mi voluntad...
He oído tu voz, y no quiero
endurecerme y resistir,
diciendo: después..., mañana.
Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya
a ser que el mañana me falte.
¡Oh Espíritu de verdad y de sabiduría,
Espíritu de entendimiento y de consejo,
Espíritu de gozo y de paz!:
quiero lo que quieras,
quiero porque quieres,
quiero como quieras,
quiero cuando quieras...
Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre y del Hijo,
Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir, cómo debo decirlo,
lo que debo callar, lo que debo escribir,
como debo actuar, lo que debo hacer
para procurar tu gloria
en bien de las almas y
de mi propia santificación.
Espíritu Santo ilumina mi entendimiento
y fortifica mi voluntad,
dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar,
dame acierto para empezar,
dirección al progresar
y perfección en el acabar. Amén
SALMO 23

El Señor es mi pastor, nada me falta:


en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu callado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia
me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
SALMO 23

El Señor es mi pastor, nada me falta:


en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu callado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia
me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
SALMO 23

El Señor es mi pastor, nada me falta:


en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu callado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia
me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

También podría gustarte