Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Miguel Ángel entrega una regla “una bella estatua tiene que poder rodar por un monte, sin
perder nada importante”, llevado a la arquitectura esta regla establece que en las grandes
obras lo primero es el monumento o la ley constructiva o arquitectónica, todo lo demás refiera
a esto, la estabilidad, la materialidad, la durabilidad, etc., siempre debe ser secundario. Todo lo
secundario se vuelve irrelevante ante la misión y destino de la obra. El problema de la forma
se convierte en la desviación o distracción del público al objetivo real.
Las transformaciones reales de la arquitectura siempre han sucedido a raíz del lento e
interrumpido proceso de definición de sus elementos constructivos, desmintiendo lo
propuesto por las llamadas vanguardias, esto se concluye de acuerdo a la comparación de las
transformaciones neoclásicas a la vanguardia del movimiento moderno, al expresionismo, al
constructivismo, etc.
Que un edificio público deba tener un aspecto de edificio público es un problema y una tontería
justamente cuando la ciudad no es capaz de proponer y expresar contenidos colectivos a causa
de su proceso de fragmentación y privatización.
Las vanguardias arquitectónicas refundan cada vez el sentido y la razón de ser del propio oficio,
manteniendo alejado la representación de artes figurativas del objeto representado.
Cubismo, neoclasicismo, constructivismo, suprematismo, etc. Son todas búsquedas de las artes
figurativas referidas también a la arquitectura, los mejores arquitectos de la historia han
sufrido la fascinación de nuevas doctrinas por el aire de vanguardia.
Los ismos del movimiento moderno han producido material impresionante por su variedad y
novedad, donde la arquitectura contemporánea lleva a cabo sus elecciones formales.
Quien puede seguir pensando que la arquitectura en su especifica misión expresiva, su encargo
social y su destino evocativo tiene la culpa de la laceración de la relación que tiene con la
ciudad contemporánea.
El verdadero objetivo de esta superestructura es ver con buenos ojos todo aquello que esta de
acuerdo con la orientación formalista que lo caracteriza es decir permite disimular las
contradicciones en vez de obligar a profundizar en ellas.
Por este motivo hoy en día es bien visto todo lo que se expresa con ambigüedad o de forma
incompleta.