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BOLILLA XI. RELACIONES DE FAMILIA.

(Libro Segundo Títulos I y II)

“La llamada constitucionalización del derecho civil y la incorporación de los


tratados de derechos humanos en el bloque constitucional, (art.75, inc.22
Constitución Nacional)han tenido fuerte impacto en el derecho de familia…La
familia clásica con base en el matrimonio heterosexual debe compartir el espacio
con otros núcleos sociales que también constituyen familias, como, por ejemplo
las fundadas a partir de una unión convivencial, las que se generan tras la ruptura
de una anterior, habiendo o no hijos..”(Fundamentos del Anteproyecto de Código
Civil y Comercial

EL MATRIMONIO

CONCEPTO

Es el acto jurídico familiar en virtud del cual queda determinada la unión de dos
personas, de igual o distinto género, reconocida por la ley.

Es el estado de familia que adquieren los cónyuges luego de realizar el acto del
celebración de matrimonio y que se traduce en derechos y deberes recíprocos de
cooperación, convivencia, asistencia moral, fidelidad y alimentos.

PRINCIPIOS DE LIBERTAD E IGUALDAD

El matrimonio se sustenta en los principios de libertad e igualdad. Al respecto el


art. 402 del CCC establece que: “Ninguna norma puede ser interpretada ni
aplicada en el sentido de limitar, restringir, excluir o suprimir la igualdad de
derechos y obligaciones de los integrantes del matrimonio, y los efectos que este
produce, sea constituido por dos personas de distinto o igual sexo”.

“De este modo, se reconoce como un principio rector de interpretación en el


derecho matrimonial el principio de igualdad y no discriminación en razón de la
orientación sexual de los contrayentes”. (cfr. Lorenzetti, Ricardo L., “Código Civil y
Comercial Comentado, T. II, pág. 566, Rubinzal Culzoni Edit., Edic. 2015).

Ambas partes son totalmente libres para contraer matrimonio y consideradas en


igualdad de condiciones.

REQUISITOS DEL MATRIMONIO.

Para que haya matrimonio se requiere que los contrayentes presten su


consentimiento para su celebración con ausencia de impedimentos.

Los impedimentos matrimoniales son las situaciones o hechos que obstaculizan la


celebración del matrimonio.

Los impedimentos dirimentes: son los que se sancionan con la nulidad del
matrimonio.

Impedimentos dirimentes: Conforme el art. 403 del CCC “son impedimentos


dirimentes para contraer el matrimonio:
a) El parentesco en línea recta en todos los grados, cualquiera sea el origen
del vínculo.
b) El parentesco entre hermanos bilaterales y unilaterales, cualquiera sea el
origen del vínculo.
c) La afinidad en línea recta en todos los grados.
d) El matrimonio anterior mientras subsista.
e) Haber sido condenado como autor, cómplice o instigador del homicidio
doloso de uno de los cónyuges.
f) Tener menos de 18 años.
g) La falta permanente o transitoria de salud mental que le impide tener
discernimiento para el acto matrimonial”.

DISPENSA JUDICIAL

En el caso de los impedimentos por falta de edad nupcial y falta de salud mental el
Juez de Familia puede otorgar lo que se denomina dispensa judicial, que es la
autorización para la realización del acto conforme lo señalado en los arts. 404 y
405 del CCC.

Falta de edad nupcial:

“El menor de edad que no haya cumplido la edad de 16 años puede contraer
matrimonio previa dispensa judicial. El menor que haya cumplido la edad de 16
años puede contraer matrimonio con autorización de sus representantes legales.
A falta de ésta, puede hacerlo previa dispensa judicial.

El juez debe mantener una entrevista personal con los futuros contrayentes y con
sus representantes legales. La decisión judicial debe tener en cuenta la edad y
grado de madurez alcanzados por la persona, referidos especialmente a la
comprensión de las consecuencias jurídicas del acto matrimonia; también debe
evaluar la opinión de los representantes, si la hubieran expresado.
La dispensa para el matrimonio entre el tutor o sus descendientes con la persona
bajo su tutela sólo puede ser otorgada si, además de los recaudos previstos en el
párrafo anterior, se han aprobado las cuentas de la administración. Si de igual
modo se celebra el matrimonio, el tutor pierde la asignación que le corresponda
sobre las rentas del pupilo de conformidad con lo dispuesto en el art. 129 inciso
d)”. (Art. 404 CCC).

Es decir que la norma prevée dos supuestos diferenciados según sea el


contrayente mayor o menor de 16 años:

“a. Contrayente mayor de 16 años:


 Si cuenta con autorización de sus representantes legales, no necesita
dispensa judicial.
 Si los representantes legales no dan el permiso para que la persona se
case, es indispensable que solicite la autorización judicial supletoria.

b. Contrayente menor de 16 años: la única forma de celebrar matrimonio es con la


dispensa judicial, siendo insuficiente la autorización de los representantes legales”
(cfr. Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián, “Código Civil y
Comercial Comentado, T.II, pág. 10, Infojus, 2015).

“En el supuesto específico del matrimonio entre el tutor o sus descendientes con
la persona bajo su tutela se requerirá, además, la aprobación de las cuentas de la
administración”, (cfr. Lorenzetti, Ricardo L., “Código Civil y Comercial Comentado,
T. II, pág. 581, Rubinzal Culzoni Edit., Edic. 2015).

Falta de salud mental:


Las personas afectadas con falta de salud mental permanente o transitoria les
impide tener discernimiento para el acto matrimonial, lo que constituye un
impedimento dirimente, que protege tanto al que padece la falta de salud mental,
como al contrayente sano que ignoraba esta situación.
Sin perjuicio de ello el Código Civil y Comercial en el art. 405 autoriza que las
personas que padecen falta de salud mental puedan contraer matrimonio previa
dispensa judicial, fundado en el derecho a la no discriminación y del derecho a
casarse y formar una familia.
En lo pertinente la norma establece el procedimiento que se debe cumplir a fin de
otorgar la dispensa correspondiente.
“…Puede contraerse matrimonio previa dispensa judicial. La decisión judicial
requiere dictamen previo del equipo interdisciplinario sobre la comprensión de las
consecuencias jurídicas del acto matrimonial y de la aptitud para la vida de
relación por parte de la persona afectada.
El juez debe mantener una entrevista personal con los futuros contrayentes;
tambiénpuede hacerlo con su o sus apoyos, representantes legales y cuidadores,
si lo considera pertinente”. (Art. 405)

Requisitos para la existencia del matrimonio (arts. 406, 408 y 409 del CCC)

Para la existencia del matrimonio es indispensable el consentimiento de ambos


contrayentes expresado personal y conjuntamente ante el Oficial Público
encargado del Registro del Estado Civil y Capacidad de las personas
correspondiente al domicilio de cualquiera de los cónyuges. Ese consentimiento
debe ser puro y simple, no sujeto a modalidad alguna de plazo, condición o cargo
y sin vicios de error, dolo o violencia.

CELEBRACION DEL MATRIMONIO

Para la celebración del matrimonio hay dos modalidades: a) LA MODALIDAD


ORDINARIA y b) LA MODALIDAD EXTRAORDINARIA.

MODALIDAD ORDINARIA

Diligencias previas

“Solicitud inicial.
Quienes pretenden contraer matrimonio deben presentar ante el oficial público
encargado del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas
correspondiente al domicilio de cualquiera de ellos, una solicitud que debe
contener:
a.nombres y apellidos, y número de documento de identidad, si lo tienen;
b.edad;
c.nacionalidad, domicilio y el lugar de su nacimiento;
d.profesión;
e.nombres y apellidos de los padres, nacionalidad, números de documentos de
identidad si los conocen, profesión y domicilio;
f.declaración sobre si han contraído matrimonio con anterioridad. En caso
afirmativo, el nombre y apellido del anterior cónyuge, lugar de celebración del
matrimonio y causa de su disolución, acompañando certificado de defunción o
copia debidamente legalizada de la sentencia ejecutoriada que hubiera anulado o
disuelto el matrimonio anterior, o declarado la muerte presunta del cónyuge
anterior, según el caso.
Si los contrayentes o alguno de ellos no sabe escribir, el oficial público debe
levantaracta que contenga las mismas enunciaciones”. (Art. 416)
“Las diligencias previas se llevan a cabo en el ámbito administrativo y tienen por
finalidad que el funcionario público que va a celebrara el matrimonio constate la
identidad, aptitud e intención de los futuros contrayentes a fin de que pueda
realizar el adecuado control de legalidad del acto” (cfr. Herrera, Marisa; Caramelo,
Gustavo; Picasso, Sebastián, “Código Civil y Comercial Comentado, T.II, pág. 23,
Infojus, 2015).

Celebración del matrimonio modalidad ordinaria.

“El matrimonio debe celebrarse públicamente, con la comparecencia de los futuros


cónyuges, por ante el oficial público encargado del Registro del Estado Civil y
Capacidad de las Personas que corresponda al domicilio de cualquiera de ellos.
Si se celebra en la oficina que corresponde a ese oficial público, se requiere la
presencia de dos testigos y las demás formalidades previstas en la ley. El número
de testigos se eleva a cuatro si el matrimonio se celebra fuera de esa oficina.
En el acto de la celebración del matrimonio el oficial público da lectura al artículo
431, recibe de cada uno de los contrayentes la declaración de que quieren
respectivamente constituirse en cónyuges, y pronuncia que quedan unidos en
matrimonio en nombre de la ley. La persona que padece limitaciones en su aptitud
para comunicarse en forma oral debe expresar su voluntad por escrito o por
cualquier otra manera inequívoca” (Art. 418).

Esta norma refleja el acto jurídico en el que se celebra el matrimonio. Este acto
jurídico es público y se lleva a cabo con la presencia de los contrayentes, los
testigos y del Oficial Público del Registro Civil competente al domicilio de
cualquiera de los contrayentes

La celebración del matrimonio se consigna en un acta, que debe ser redactada y


firmada inmediatamente por todos los que intervienen en el acto, o por otros a su
ruego, si no pueden o no saben hacerlo, consignando todos los datos del acto
consistentes en fecha, lugar, dato de los contrayentes, testigos, progenitores,
dispensa y oposición en los casos que sea dada y declaración de consentimientos
de los contrayentes y del Oficial Público.
El oficial público debe entregar a los cónyuges, de modo gratuito, copia del acta de
matrimonio y de la libreta de familia expedida por el Registro de Estado Civil y
Capacidad de las Personas. (Art. 420).

MODALIDAD EXTRAORDINARIA DE CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO.

El Código Civil y Comercial prevé la modalidad extraordinaria de celebración del


matrimonio en dos situaciones: 1) MATRIMONIO EN ARTÍCULO DE MUERTE y
2) MATRIMONIO A DISTANCIA.

Matrimonio en artículo de muerte.

“El oficial público puede celebrar matrimonio con prescindencia de todas o de


alguna de las formalidades previstas en la modalidad ordinaria, cuando se justifica
que alguno de los contrayentes se encuentra en peligro de muerte, con el
certificado de un médico y, donde no lo hay, con la declaración de dos personas.
En caso de no poder hallarse al oficial público encargado del Registro del Estado
Civil y Capacidad de las Personas, el matrimonio en artículo de muerte puede
celebrarse ante cualquier juez o funcionario judicial, quien debe levantar acta de la
celebración y remitirla al oficial público para que la protocolice”. (Art. 421).

Para que se pueda celebrar el matrimonio en este caso, el peligro de muerte de


uno de los contrayentes debe ser inminente, a consecuencia de un accidente o de
una grave enfermedad, por ello es que se exige el certificado médico
correspondiente y ante la imposibilidad material de contar con el mismo, se debe
probar con la declaración de dos testigos.

Cuando la norma refiere que se puede celebrar ante funcionario judicial, puede ser
un Secretario, Prosecretario o Abogado Auxiliar, como así también puede ser el
Capitán de un buque.

“Se puede prescindir de todas las formalidades, pero el funcionario deberá hacer
constar los datos con los que cuente, tales como nombre, documentos, domicilios,
lugar de celebración, declaración de voluntad expresa de los contrayentes, etc.”
(cfr. Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián, “Código Civil y
Comercial Comentado, T.II, pág. 29, Infojus, 2015).
El matrimonio celebrado en estas circunstancias tiene plena validez, aún cuando
haya mediado alguna oposición, ya que el oponente podrá posteriormente deducir
nulidad del matrimonio.
Sin perjuicio de la validez del matrimonio se excluye al cónyuge supérstite de la
herencia del fallecido si la muerte ocurre dentro de los 30 días de celebrado el
matrimonio por enfermedad existente y conocida por el sobreviviente y cuando el
desenlace fatal fuere previsible, excepto que el matrimonio fuere precedido de
una unión convivencial.

Matrimonio a distancia.

“El matrimonio a distancia es aquel en el cual el contrayente ausente expresa su


consentimiento personalmente, en el lugar en que se encuentra, ante la autoridad
competente para celebrar matrimonios, según lo previsto en este Código en las
normas de derecho internacional privado”. (Art. 422).
A través de esta norma se permite que los contrayentes expresen su
consentimiento en lugares distintos, siempre que las cusas alegadas para justificar
la ausencia del contrayente sean aceptadas. Estas causas deben ser graves como
situaciones de desastres naturales, guerras, prisión de uno sin poder salir de la
cárcel, etc.. No pueden pasar más de 90 días entre el consentimiento de ambos y
se considera celebrado en el lugar donde se preste el consentimiento que
perfecciona el acto.
“Se trata del matrimonio que se celebra entre dos contrayentes que no se
encuentran en el mismo lugar. El ausente expresará su consentimiento ante la
autoridad competente para celebrar el matrimonio en el sitio donde se encuentre.
Es un matrimonio entre presentes que se encuentran a distancia, ya que ambos
deben prestar el consentimiento en forma personal, pero en lugares distintos” (cfr.
Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián, “Código Civil y
Comercial Comentado, T.II, pág. 29, Infojus, 2015).

PRUEBA DEL MATRIMONIO

El matrimonio se prueba con el acta de su celebración, su testimonio, copia o


certificado, o con la libreta de familia expedidos por el Registro de Estado Civil y
Capacidad de las Personas. Cuando existe imposibilidad de presentarlos, la
celebración del matrimonio puede probarse por otros medios, justificando esta
imposibilidad.
La posesión de estado por si sola, no es prueba suficiente para establecer el
estado de casados o para reclamar los efectos civiles del matrimonio.
Si existe acta de matrimonio y posesión de estado, la inobservancia de las
formalidades prescriptas en el acto de celebración no puede ser alegada contra la
existencia del matrimonio” (Art. 423).
La documentación emanada del Registro de Estado Civil y Capacidad de
las personas (acta de matrimonio, su testimonio, las copias legalizadas,
certificados y libreta de familia) constituye la prueba idónea para acreditar la
celebración del matrimonio. De lo contrario sería necesario acreditar la
imposibilidad de obtener esta prueba para luego acreditar la celebración del
matrimonio por otros medios.

DERECHOS Y DEBERES DE LOS CONYUGES

Asistencia.

“Los esposos se comprometen a desarrollar un proyecto de vida en común


basado en la cooperación, la convivencia y el deber moral de fidelidad. Deben
prestarse asistencia mutua”. (Art. 431)
Conforme lo señalan los Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y
Comercial, Código civil y Comercial, edit. Zavalia, pag. 637,”Se establece el
compromiso de los cónyuges de llevar adelante un proyecto de vida, elemento
tradicional del matrimonio, basado en la cooperación y el deber moral de fidelidad.
Este punto de partida reconoce el alto valor axiológico de los deberes de fidelidad
y cohabitación, pero al receptarse un régimen incausado del divorcio, su
incumplimiento no genera consecuencias jurídicas. En cambio, se conserva el
derecho y el deber jurídico de asistencia, previéndose expresamente el deber
alimentario y las pautas de su fijación, mientras se encuentren casados
conviviendo, o separados de hecho; tras el divorcio esa obligación puede existir
por acuerdo de partes o ante los supuestos expresamente previstos, fundados en
el principio de solidaridad familiar: 1) a favor de quien padece una enfermedad
grave preexistente al divorcio trasmitiéndose a los herederos del alimentante, y 2)
a favor de quien carece de recursos suficientes y de la posibilidad razonable de
procurárselo”.
Es decir que existen: a) Deberes morales que no general consecuencias jurídicas
como el deber de cooperación; deber de convivencia, deber de fidelidad y deber
de asistencia moral) y b) Deberes jurídicos que ante la falta de cumplimiento
genera consecuencias jurídicas como es el deber de alimentos.
Dentro de los deberes morales están comprendidos: 1) Deber de cooperación:
consiste en que los cónyuges se comprometen a ayudarse mutuamente en miras
a un proyecto de vida en común; 2) Deber de convivencia: Los cónyuges deben
convivir durante el matrimonio; 3) Deber de asistencia moral: Los cónyuges deben
prestarse asistencia mutua (Ej. Acompañarse en momentos difíciles; auxiliarse en
la enfermedad, cuidados recíprocos, etc.); 4) Deber de Fidelidad: Los cónyuges se
deben mutuamente fidelidad física o moral.

DEBER JURÍDICO

Alimentos.

“Los cónyuges se deben alimentos entre sí durante la vida en común y la


separación de hecho. Con posterioridad al divorcio, la prestación alimentaria sólo
se debe en los supuestos previstos en este Código, o por convención de las
partes.
Esta obligación se rige por las reglas relativas a los alimentos entre parientes en
cuanto sean compatibles.” (Art. 432)
Los cónyuges deben prestarse alimentos mutuamente y de un modo permanente
mientras estén unidos en matrimonio, incluso durante la separación de hecho.
Su incumplimiento da derecho a reclamar y ejecutar el cumplimiento de la cuota
alimentaria establecida en la sentencia judicial correspondiente, lo que también
trae aparejado sanciones penales por incurrir en el delito de incumplimiento de los
deberes de asistencia familiar.
“Aquí se consagra una de las fuentes legales de la obligación alimentaria, el
matrimonio y se establece la regla y sus excepciones. En principio, existe
obligación alimentaria entre cónyuges durante la vida en común y durante la
separación de hecho. En forma excepcional, y solo para el caso en el que se den
los supuestos previstos expresamente en el art. 434 CCyC, o cuando los propios
esposos lo hayan acordado, habrá derecho alimentario a favor del cónyuge
divorciado”. (cfr. Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián, “Código
Civil y Comercial Comentado, T.II, pág. 51, Infojus, 2015).

Pautas para la fijación de los alimentos.

“Durante la vida en común y la separación de hecho, para la cuantificación de los


alimentos se deben tener en consideración, entre otras, las siguientes pautas:
a. el trabajo dentro del hogar, la dedicación a la crianza y educación de los hijos y
sus edades;
b. la edad y el estado de salud de ambos cónyuges;
c. la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo de quien solicita
alimentos;
d. la colaboración de un cónyuge en las actividades mercantiles, industriales o
profesionales del otro cónyuge;
e. la atribución judicial o fáctica de la vivienda familiar;
f. el carácter ganancial, propio o de un tercero del inmueble sede de esa vivienda.
En caso de ser arrendada, si el alquiler es abonado por uno de los cónyuges u
otra persona;
g. si los cónyuges conviven, el tiempo de la unión matrimonial;
h. si los cónyuges están separados de hecho, el tiempo de la unión matrimonial y
de la separación;
i. la situación patrimonial de ambos cónyuges durante la convivencia y durante la
separación de hecho.
El derecho alimentario cesa si desaparece la causa que lo motivó, el cónyuge
alimentado inicia una unión convivencial, o incurre en alguna de las causales de
indignidad.” (Art. 433)

“La obligación alimentaria se traduce en un quantum. El Código brinda


determinadas pautas para su fijación fundado en diversas consideraciones
fácticas y jurídicas que permiten delimitar el monto o cuantificación de los
alimentos derivados del matrimonio, tanto durante la unión conyugal como tras su
separación de hecho. Además, se enumeran las causales del cese de la
obligación alimentaria” (cfr. Lorenzetti, Ricardo L.; Código Civil y Comercial
Comentado, T. II, pág. 691, Rubinzal-Culzoni Edit., Edic. 2015).

Alimentos posteriores al divorcio.

“Las prestaciones alimentarias pueden ser fijadas aun después del divorcio:
a. a favor de quien padece una enfermedad grave prexistente al divorcio que
le impide auto sustentarse. Si el alimentante fallece, la obligación se
transmite a susherederos.
b. a favor de quien no tiene recursos propios suficientes ni posibilidad
razonable de procurárselos.
En los dos supuestos previstos en este artículo, la obligación cesa si: desaparece
la causa que la motivó, o si la persona beneficiada contrae matrimonio o vive en
unión convivencial, o cuando el alimentado incurre en alguna de las causales de
indignidad.
Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos, rigen las pautas
Convenidas”. (Art. 434).
Es decir que la norma establece que los alimentos a pesar del divorcio se
continúan; a) Por enfermedad grave preexistente al divorcio a favor de quien la
padece y que le impida auto sustentarse; b) Falta de recursos debiendo tenerse en
cuenta la edad y estado de salud de ambos cónyuges, la posibilidad de acceder a
un empleo de quien solicita alimentos y la atribución de la vivienda familiar, en
este caso esta obligación no podrá tener una duración superior al número de años
que duró el matrimonio o c) Convención de partes cuando así lo pactan los
cónyuges al divorciarse.
Sin embargo se prevé su cese: a) si desaparecen las causas que lo motivaron o b)
por nuevo matrimonio o unión convivencial del cónyuge alimentado o c) por
indignidad de éste último.
DISOLUCION DEL MATRIMONIO

“Causas de disolución del matrimonio.


El matrimonio se disuelve por:
a) muerte de uno de los cónyuges;
b) sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento;
c) divorcio declarado judicialmente”. (Art. 435)

“La disolución del matrimonio opera cuando el vínculo se extingue por causas que
sobrevienen a la celebración. Esto significa que el acto matrimonial existió y
produjo todos los efectos jurídicos, pero en un momento, y por las causas
taxativamente enumeradas en la ley el matrimonio se disuelve y dejan de existir
los efectos que tenía”. (cfr. Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso,
Sebastián, “Código Civil y Comercial Comentado, T.II, pág. 60, Infojus, 2015).
a) La muerte de uno de los cónyuges produce la disolución del matrimonio, sin
necesidad que sea solicitada por la parte interesada y aún en el caso que se
produzca durante el trámite del divorcio.
El cónyuge supérstite pasa del estado civil de casado a viudo; puede volver a
contraer matrimonio; el menor emancipado conserva su emancipación; se abre la
vocación hereditaria del cónyuge supérstite sobre el cónyuge fallecido; puede
seguir usando el apellido del cónyuge fallecido mientras no contraiga nuevas
nupcias, ni constituya unión convivencial; el régimen patrimonial del matrimonio se
disuelve; la responsabilidad parental se otorga en forma exclusiva al cónyuge
supérstite; el cónyuge sobreviviente debe hacer un inventario de los bienes para
determinar que les corresponde a los hijos; el parentesco por afinidad nacido del
matrimonio se mantiene y continúa siendo un impedimento matrimonial.
b) Ausencia con presunción de fallecimiento: Para que el matrimonio quede
disuelto alcanza con que se dicte sentencia firme de ausencia con presunción de
fallecimiento, sin sujeción a plazo o condición alguna.
Si el cónyuge ausente reaparece y quiere continuar el vínculo matrimonial, se
deberá contraer nuevo matrimonio.
c) Divorcio: Sólo el divorcio declarado judicialmente produce la disolución del
vínculo matrimonial. Basta la petición de ambos o uno sólo de los cónyuges y sin
causal alguna para que se decrete el divorcio judicialmente.

Proceso de divorcio

Divorcio. Legitimación.

“El divorcio se decreta judicialmente a petición de ambos o de uno solo de los


cónyuges”. (Art. 437)

Requisitos y procedimiento del divorcio.

“Toda petición de divorcio debe ser acompañada de una propuesta que regule los
efectos derivados de éste; la omisión de la propuesta impide dar trámite a la
petición.
Si el divorcio es peticionado por uno solo de los cónyuges, el otro puede ofrecer
una propuesta reguladora distinta.
Al momento de formular las propuestas, las partes deben acompañar los
elementos en que se fundan; el juez puede ordenar, de oficio o a petición de las
partes, que seincorporen otros que se estiman pertinentes. Las propuestas deben
ser evaluadas porel juez, debiendo convocar a los cónyuges a una audiencia.
En ningún caso el desacuerdo en el convenio suspende el dictado de la sentencia
de divorcio.
Si existe desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el convenio regulador
perjudica de modo manifiesto los intereses de los integrantes del grupo familiar,
las cuestiones pendientes deben ser resueltas por el juez de conformidad con el
procedimiento previsto en la ley local”. (Art. 438)
“El divorcio puede ser unilateral o bilateral, debiéndose siempre presentar para la
viabilidad de la petición una propuesta o un convenio regulador en el que los
cónyuges o uno de ellos expliciten como deberían resolverse los diversos efectos
que se derivan del divorcio, ya sea los relativos a la relación entre los adultos,
como así también en lo que respecta a los hijos, si es que corresponde. Cuando
sea unilateral o bilateral, pero cada uno de los cónyuges acerque una propuesta
diferente, el juez debe convocar a una audiencia, Con el objeto de diferenciar el
vínculo matrimonial de los efectos del divorcio, de manera expresa se afirma que
la falta de acuerdo en torno a una o varias consecuencias del divorcio en ningún
caso restringe, retrasa o impide el dictado de la sentencia de divorcio, más allá de
que la falta de acuerdo implicará que tales desavenencias tramiten por las reglas
procedimentales que corresponda según el ámbito local de que se trate”. (cfr.
Lorenzetti, Ricardo L.; Código Civil y Comercial Comentado, T. II, pág. 737,
Rubinzal-Culzoni Edit., Edic. 2015).

Efectos del divorcio

1) Disolución del vínculo matrimonial y los cónyuges pueden volver a casarse.

2) El divorcio extingue el régimen patrimonial.

3) Aplicación del convenio regulador que debe contener en sus clausulas


disposiciones atinente a la distribución de los bienes, atribución de la vivienda
familiar, las eventuales compensaciones económicas entre los cónyuges y el
ejercicio de la responsabilidad parental respecto de los hijos, en especial la
determinación de la prestación alimentaria de los mismos. Además se puede
incluir otras cuestiones de interés de los cónyuges y el Juez de Familia puede
exigir que el obligado en el convenio regulador otorgue garantías personales o
reales como requisito para la aprobación del mismo. También se permite la
revisión del convenio aún cuando estuviere homologado, siempre que la situación
se haya modificado sustancialmente.
“Convenio regulador. Contenido. El convenio regulador debe contener las
cuestiones relativas a la atribución de la vivienda, la distribución de los bienes, y
las eventuales compensaciones económicas entre los cónyuges; al ejercicio de la
responsabilidad parental, en especial, la prestación alimentaria; todo siempre que
se den los presupuestos fácticos contemplados en esta Sección, en consonancia
con lo establecido en el título y en el título VII de este Libro. Lo dispuesto en el
párrafo anterior no impide que se propongan otras cuestiones de interés de los
cónyuges”. (Art. 439).
“Eficacia y modificación del convenio regulador.
El juez puede exigir que el obligado otorgue garantías reales o personales como
requisito para la aprobación del convenio.
El convenio homologado o la decisión judicial pueden ser revisados si la situación
se ha modificado sustancialmente”. (Art. 440).

4) Compensaciones económicas entre los cónyuges: Que es un pago o


recompensa a favor del cónyuge que sufrió un desequilibrio manifiesto y un
empeoramiento de su situación a causa del divorcio. Esta compensación puede
ser a través de: a) Una prestación única; b) Renta por tiempo determinado o c)
Renta por tiempo indeterminado de un modo excepcional.
La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de
haberse dictado la sentencia de divorcio.
“Compensación económica. El cónyuge a quien el divorcio produce un
desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento de su situación y que
tiene por causa adecuada el vínculo matrimonial y su ruptura, tiene derecho a una
compensación. Esta puede consistir en una prestación única, en una renta por
tiempo determinado o, excepcionalmente, por plazo indeterminado. Puede
pagarse con dinero, con el usufructo de determinados bienes o de cualquier otro
modo que acuerden las partes o decida el juez”. (Art. 441).
“Fijación judicial de la compensación económica. Caducidad. A falta de acuerdo
de los cónyuges en el convenio regulador, el juez debe determinarla procedencia
y el monto de la compensación económica sobre la base de
diversascircunstancias, entre otras:
a) el estado patrimonial de cada uno de los cónyuges al inicio y a la finalización de
lavida matrimonial;
b) la dedicación que cada cónyuge brindó a la familia y a la crianza y educación
de los hijos durante la convivencia y la que debe prestar con posterioridad al
divorcio;
c) la edad y el estado de salud de los cónyuges y de los hijos;
d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del cónyuge que
solicita la compensación económica;
e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles, industriales o
profesionales del otro cónyuge;
f) la atribución de la vivienda familiar, y si recae sobre un bien ganancial, un bien
propio, o un inmueble arrendado. En este último caso, quién abona el canon
locativo.
La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de
haberse dictado la sentencia de divorcio”. (Art. 442)

5) Atribución del uso de la vivienda: Implica que ante el pedido de uno de los
cónyuges y por falta de acuerdo, el juez debe determinar a quién corresponde el
uso de la vivienda y fijar un plazo de duración, teniendo en cuenta para ello: a) A
quien se atribuye el cuidado de los hijos; b) el estado de salud y la edad de cada
uno de los cónyuges; c) Quién queda en situación económica más desventajosa
para proveerse de una vivienda por sus propios medios y d) los intereses de otras
personas que integran el grupo familiar. El juez puede atribuir el uso de la vivienda
a cualquiera de los cónyuges independientemente que se trate de un bien propio o
ganancial.
“Atribución del uso de la vivienda. Pautas. Uno de los cónyuges puede pedir la
atribución de la vivienda familiar, sea el inmueble propio de cualquiera de los
cónyuges o ganancial. El juez determina la procedencia, el plazo de duración y
efectos del derecho sobre la base de las siguientes pautas, entre otras:
a) la persona a quien se atribuye el cuidado de los hijos;

b) la persona que está en situación económica más desventajosa para proveerse


de una vivienda por sus propios medios;

c) el estado de salud y edad de los cónyuges;

d) los intereses de otras personas que integran el grupo familiar”. (Art. 443).

“Efectos de la atribución del uso de la vivienda familiar. A petición de parte


interesada, el juez puede establecer: una renta compensatoria por el uso del
inmueble a favor del cónyuge a quien no se atribuye la vivienda; que el inmueble
no sea enajenado sin el acuerdo expreso de ambos; que el inmueble ganancial o
propio en condominio de los cónyuges no sea partido ni liquidado. La decisión
produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción registral.
Si se trata de un inmueble alquilado, el cónyuge no locatario tiene derecho a
continuaren la locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose el
obligado al pago y las garantías que primitivamente se constituyeron en el
contrato”. (Art. 444).

6) Cesación de la vocación hereditaria.


7) Pérdida del derecho a usar el apellido del cónyuge.
8) Cesa el deber de convivencia; fidelidad; cooperación y asistencia mutua.

REGIMEN PATRIMONIAL DEL MATRIMONIO

Es el sistema jurídico que rige las relaciones patrimoniales entre los cónyuges y
que establece como se administra y dispone de los bienes, como se solventan los
gastos para cubrir las necesidades ordinarias del hogar; el sostenimiento y
educación de los hijos, etc.
El Código Civil y Comercial prevé la posibilidad que los cónyuges, a través de una
convención matrimonial, puedan optar entre dos regímenes patrimoniales: a) El
Régimen de Comunidad de Ganancias o b) El Régimen de Separación de
Bienes.

Concepto

a) El Régimen de Comunidad de Ganancias es el que establece que al


celebrarse el matrimonio se forma una masa común de bienes que pertenece
ambos cónyuges, la que se divide entre ellos o sus sucesores cuando se produce
la disolución el régimen matrimonial.

b) El Régimen de Separación de Bienes es el que dispone que cada cónyuge


conserva la propiedad y administración de todos los bienes adquiridos antes y
después de la celebración del matrimonio. Entre los cónyuges hay una
independencia patrimonial y al disolverse el matrimonio ninguno de los dos tiene
derecho sobre los bienes del otro.

Convenciones matrimoniales

“Las convenciones matrimoniales pueden conceptualizarse como el contrato que


celebran los cónyuges o futuros contrayentes, con el fin de regular cuestiones
inherentes a sus relaciones económicas, conforme las disposiciones del derecho
positivo vigente”. (cfr. Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián,
“Código Civil y Comercial Comentado, T.II, pág. 88, Infojus, 2015).
Es decir que “el objeto de la convención que tiene por fin la designación de los
bienes que cada uno de los esposos lleva al matrimonio permite la
individualización de los bienes muebles o fungibles para probar en el momento de
la liquidación que tienen el carácter de propios y, por lo tanto, no quedan sujetos a
la presunción de ganancialidad”. (cfr. Azpiri, Jorge, A., Régimen de bienes en el
matrimonio, 3º ed., Hammurabi, Buenos Aires, 2012, pág. 47).
En lo pertinente se establece que: “Antes de la celebración del matrimonio los
futuros cónyuges pueden hacer convenciones que tengan únicamente los objetos
siguientes:
a) la designación y avalúo de los bienes que cada uno lleva al matrimonio;
b) la enunciación de las deudas;
c) las donaciones que se hagan entre ellos;
d) la opción que hagan por alguno de los regímenes patrimoniales previstos en
este Código”. (Art. 446).-

Forma y modificación del régimen

Las convenciones matrimoniales deben hacerse por escritura pública antes de la


celebración del matrimonio, pero produce efectos jurídicos desde su celebración y
para que sea oponible a terceros debe anotarse en la parte marginal del acta de
matrimonio el tipo de régimen elegido.
Puede ser modificado el régimen patrimonial escogido, después de la celebración
del matrimonio, mediante convención de los cónyuges hecha en escritura pública y
después de transcurrido un año de aplicación del régimen patrimonial de
ganancias o del régimen de separación de bienes.

“Las convenciones matrimoniales deben ser hechas por escritura pública antes de
la celebración del matrimonio, y sólo producen efectos a partir de esa celebración
y en tanto el matrimonio no sea anulado. Pueden ser modificadas antes del
matrimonio, mediante un acto otorgado también por escritura pública. Para que la
opción del artículo 446 inciso d), produzca efectos respecto de terceros, debe
anotarse marginalmente en el acta de matrimonio”. (Art 448).-
“Después de la celebración del matrimonio, el régimen patrimonial puede
modificarse por convención de los cónyuges. Esta convención puede ser otorgada
después de un año de aplicación del régimen patrimonial, convencional o legal,
mediante escritura pública. Para que el cambio derégimen produzca efectos
respecto de terceros, debe anotarse marginalmente en el acta de matrimonio.
Los acreedores anteriores al cambio de régimen que sufran perjuicios por tal
motivo pueden hacerlo declarar inoponible a ellos en el término de un año a contar
desde que lo conocieron”.(Art. 449).-

Deber de contribución.

El Código Civil y Comercial en el art. 454 establece que hay disposiciones


comunes a ambos regímenes patrimoniales del matrimonio, entre ellos el deber de
contribución, la responsabilidad solidaria por las deudas, el asentimiento conyugal
para determinados actos, los actos de administración y disposición de cosas
muebles no registrables y el mandato entre cónyuges.

“Los cónyuges deben contribuir a su propio sostenimiento, el del hogar y el de los


hijos comunes, en proporción a sus recursos. Esta obligación se extiende a las
necesidades de los hijos menores de edad, con capacidad restringida, o con
discapacidad de uno de los cónyuges que conviven con ellos. El cónyuge que no
da cumplimiento a esta obligación puede ser demandado judicialmente por el otro
para que lo haga, debiéndose considerar que el trabajo en el hogar es computable
como contribución a las cargas”. (art. 455).

“Esta disposición resuelve la forma en que deben ser solventados los gastos de
los cónyuges, del hogar y de los hijos comunes y de los hijos del otro cónyuge que
sean menores de edad, que tengan capacidad restringida o una incapacidad y que
convivan con ellos. La primera observación que hay que hacer es que se refiere a
los propios gastos de cada cónyuge pero no los del otro, estos quedarían
cubiertos por la obligación alimentaria recíproca que contempla el 432. También
es preciso señalar que este deber de contribución es proporcional a los recursos
de cada uno de los cónyuges, por lo que no pueden establecerse pautas
abstractas para su cumplimiento sino que dependen de las circunstancias de
hecho de cada caso en particular. Es reconocido el valor económico que tiene el
trabajo en el hogar y por ello se computa como una obligación para solventar los
gastos. Aquel cónyuge que no cumple directamente con el deber de contribución
puede ser demandado judicialmente.”(conf. Código Civil y Comercial de la Nación,
analizado, comparado y concordado, t.1, pag. 356, director Alberto J. Bueres).

Actos que requieren asentimiento.

Asentimiento: anuencia, venia, visto bueno. Puede ser suplida por el Juez.

Ninguno de los cónyuges puede, sin el asentimiento del otro, disponer de los
derechos sobre la vivienda familiar, ni de los muebles indispensables de ésta, ni
transportarlos fuera de ella. El que no ha dado su asentimiento puede demandar la
nulidad del acto o la restitución de los muebles dentro del plazo de caducidad de
seis meses de haberlo conocido, pero no más allá de seis meses de la extinción
del régimen matrimonial.
La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la
celebración del matrimonio, excepto que lo hayan sido por ambos cónyuges
conjuntamente o por uno de ellos con el asentimiento del otro.

Requisitos del asentimiento.


En todos los casos en que se requiere el asentimiento del cónyuge para el
otorgamiento de un acto jurídico, aquél debe versar sobre el acto en sí y sus
elementos constitutivos.
Autorización judicial.
Uno de los cónyuges puede ser autorizado judicialmente a otorgar un acto que
requiera el asentimiento del otro, si éste está ausente, es persona incapaz, está
transitoriamente impedido de expresar su voluntad, o si su negativa no está
justificada por el interés de la familia. El acto otorgado con autorización judicial es
oponible al cónyuge sin cuyo asentimiento se lo otorgó, pero de él no deriva
ninguna obligación personal a su cargo.

Mandato entre cónyuges.


Uno de los cónyuges puede dar poder al otro para representarlo en el ejercicio de
las facultades que el régimen matrimonial le atribuye, pero no para darse a sí
mismo el asentimiento en los casos en que se aplica el artículo 456. La facultad de
revocar el poder no puede ser objeto de limitaciones.
Excepto convención en contrario, el apoderado no está obligado a rendir cuentas
de los frutos y rentas percibidos.
Ausencia o impedimento.
Si uno de los cónyuges está ausente o impedido transitoriamente de expresar su
voluntad, el otro puede ser judicialmente autorizado para representarlo, sea de
modo general o para ciertos actos en particularen el ejercicio de las facultades
resultantes del régimen matrimonial, en la extensión fijada por el juez.
A falta de mandato expreso o de autorización judicial, a los actos otorgados por
uno en representación del otro se les aplican las normas del mandato tácito o de la
gestión de negocios, según sea el caso.

Responsabilidad solidaria.
Los cónyuges responden solidariamente por las obligaciones contraídas por uno
de ellos para solventar las necesidades ordinarias del hogar o el sostenimiento y la
educación de los hijos de conformidad con lo dispuesto en el artículo 455. Fuera
de esos casos, y excepto disposición en contrario del régimen matrimonial,
ninguno de los cónyuges responde por las obligaciones del otro.

REGIMEN DE COMUNIDAD DE GANANCIAS

Carácter supletorio.

“A falta de opción hecha en la convención matrimonial, los cónyuges quedan


sometidos desde la celebración del matrimonio al régimen de comunidad de
ganancias reglamentado en este Capítulo. No puede estipularse que la comunidad
comience antes o después, excepto el caso de cambio de régimen matrimonial
previsto en el artículo 449”. (Art. 463 CCC)

Es decir que los cónyuges a través de una convención matrimonial (acuerdo)


tienen la libertad de elegir el régimen patrimonial –sea de separación de bienes o
de comunidad de ganancias- al que se someterán durante el matrimonio, pero
ante la falta de opción la ley dispone que los cónyuges quedan sometidos al
régimen de comunidad de ganancias. Después de un año de celebrado el
matrimonio pueden cambiar de régimen patrimonial.

En el régimen de comunidad de ganancias los bienes patrimoniales se distinguen


en bienes propios y en bienes gananciales.

Bienes de los cónyuges

Bienes propios: Son los bienes que son de exclusiva propiedad de cada
cónyuge, sin perjuicio que ambos cónyuges pueden usarlos y gozarlos durante el
régimen de comunidad.
El Código Civil y Comercial hace una enumeración de los bienes propios en el art.
464 que dispone:

“Son bienes propios de cada uno de los cónyuges:


a. los bienes de los cuales los cónyuges tienen la propiedad, otro derecho real o la
posesión al tiempo de la iniciación de la comunidad;
b. los adquiridos durante la comunidad por herencia, legado o donación, aunque
sea conjuntamente por ambos, y excepto la recompensa debida a la comunidad
por los cargos soportados por ésta. Los recibidos conjuntamente por herencia,
legado o donación se reputan propiospor mitades, excepto que el testador o el
donante hayan designado partes determinadas.
No son propios los bienes recibidos por donaciones remuneratorias, excepto que
los servicios que dieron lugar a ellas hubieran sido prestados antes de la iniciación
de la comunidad. En caso de que el valor de lo donado exceda de una
equitativaremuneración de los servicios recibidos, la comunidad debe recompensa
al donatario por el exceso;
c. los adquiridos por permuta con otro bien propio, mediante la inversión de dinero
propio, o la reinversión del producto de la venta de bienes propios, sin perjuicio de
la recompensa debida a la comunidad si hay un saldo soportado por ésta.
Sin embargo, si el saldo es superior al valor del aporte propio, el nuevo bien es
ganancial, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge propietario;
d. los créditos o indemnizaciones que subrogan en el patrimonio de uno de los
cónyuges a otro bien propio;
e. los productos de los bienes propios, con excepción de los de las canteras y
minas;
f. las crías de los ganados propios que reemplazan en el plantel a los animales
que faltan por cualquier causa. Sin embargo, si se ha mejorado la calidad del
ganado originario, las crías son gananciales y la comunidad debe al cónyuge
propietario recompensa por el valor del ganado propio aportado;
g. los adquiridos durante la comunidad, aunque sea a título oneroso, si el derecho
de incorporarlos al patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación;
h. los adquiridos en virtud de un acto anterior a la comunidad viciado de nulidad
relativa, confirmado durante ella;
i. los originariamente propios que vuelven al patrimonio del cónyuge por nulidad,
resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico;
j. los incorporados por accesión a las cosas propias, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad por el valor de las mejoras o adquisiciones
hechas con dinero de ella;
k. las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era
propietario de una parte indivisa de un bien al comenzar la comunidad, o que la
adquirió durante ésta en calidad de propia, así como los valores nuevos y otros
acrecimientos de los valores mobiliarios propios, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad en caso de haberse invertido bienes de ésta para la
adquisición;
l. la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió antes del
comienzo de la comunidad, si el usufructo se extingue durante ella, así como la de
los bienes gravados con otros derechos reales que se extinguen durante la
comunidad, sin perjuicio del derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o
los otros derechos reales se emplean bienes gananciales;
m. las ropas y los objetos de uso personal de uno de los cónyuges, sin perjuicio
de la recompensa debida a la comunidad si son de gran valor y se adquirieron con
bienes de ésta; y los necesarios para el ejercicio de su trabajo o profesión, sin
perjuicio de la recompensa debida a la comunidad si fueron adquiridos con bienes
gananciales;
n. las indemnizaciones por consecuencias no patrimoniales y por daño físico
causado a la persona del cónyuge, excepto la del lucro cesante correspondiente a
ingresos que habrían sido gananciales;
ñ. el derecho a jubilación o pensión, y el derecho a alimentos, sin perjuicio del
carácter ganancial de las cuotas devengadas durante la comunidad y, en general,
todos los derechos inherentes a la persona;
o. la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra intelectual ha sido
publicada o interpretada por primera vez, la obra artística ha sido concluida, o el
invento, la marca o el diseño industrial han sido patentados o registrados antes del
comienzo de la comunidad.
El derecho moral sobre la obra intelectual es siempre personal del autor”.-
Bienes gananciales: “Son aquellos que conforman la masa común de los
cónyuges y respecto de los cuales cada esposo tiene un derecho potencial sobre
los adquiridos por el otro, que se materializará al extinguirse la comunidad”. (cfr.
Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián, “Código Civil y
Comercial Comentado, T.II, pág. 120, Infojus, 2015).

El Código Civil y Comercial hace una enumeración de los bienes gananciales en el


art. 465 que dispone:

“Son bienes gananciales:


a. los creados, adquiridos por título oneroso o comenzados a poseer durante la
comunidad por uno u otro de los cónyuges, o por ambos en conjunto, siempre que
no estén incluidos en la enunciación del artículo 464;
b. los adquiridos durante la comunidad por hechos de azar, como lotería, juego,
apuestas, o hallazgo de tesoro;
c. los frutos naturales, industriales o civiles de los bienes propios y gananciales,
devengados durante la comunidad;
d. los frutos civiles de la profesión, trabajo, comercio o industria de uno u otro
cónyuge, devengados durante la comunidad;
e. lo devengado durante la comunidad como consecuencia del derecho de
usufructo de carácter propio;
f. los bienes adquiridos después de la extinción de la comunidad por permuta con
otro bien ganancial, mediante la inversión de dinero ganancial, o la reinversión del
producto de la venta de bienes gananciales, sin perjuicio de la recompensa debida
al cónyuge si hay un saldo soportado por su patrimonio propio.
Sin embargo, si el saldo es superior al valor del aporte ganancial, el nuevo bien es
propio, sin perjuicio de la recompensa debida a la comunidad;
g. los créditos o indemnizaciones que subrogan a otro bien ganancial;
h. los productos de los bienes gananciales, y los de las canteras y minas propias,
extraídos durante la comunidad;
i. las crías de los ganados gananciales que reemplazan en el plantel a los
animales que faltan por cualquier causa y las crías de los ganados propios que
excedan el plantel original;
j. los adquiridos después de la extinción de la comunidad, si el derecho de
incorporarlos al patrimonio había sido adquirido a título oneroso durante ella;
k. los adquiridos por título oneroso durante la comunidad en virtud de un acto
viciado de nulidad relativa, confirmado después de la disolución de aquélla;
l. los originariamente gananciales que vuelven al patrimonio ganancial del
cónyuge por nulidad, resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico;
m. los incorporados por accesión a las cosas gananciales, sin perjuicio de la
recompensa debida al cónyuge por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas
con sus bienes propios;
n. las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era
propietario de una parte indivisa de carácter ganancial de un bien al extinguirse la
comunidad, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge en caso de haberse
invertido bienes propios de éste para la adquisición;
ñ. la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió a título oneroso
durante la comunidad, si el usufructo se consolida después de su extinción, así
como la de los bienes gravados con derechos reales que se extinguen después de
aquélla, sin perjuicio del derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o los
otros derechos reales se emplean bienes propios.

No son gananciales las indemnizaciones percibidas por la muerte del otro


cónyuge, incluso las provenientes de un contrato de seguro, sin perjuicio, en este
caso, de la recompensa debida a la comunidad por las primas pagadas con dinero
de ésta”.

Prueba del carácter propio o ganancial.

El art. 466 del CCC establece el principio general de presunción de ganancialidad


lo que significa que todos los bienes existentes al momento de la extinción de la
comunidad son gananciales, salvo que se pruebe que son propios y para ello se
admite todo tipo de prueba.
En relación a terceros resulta más dificultoso demostrar que los bienes son
propios y ello es para evitar defraudar a los mismos, por ello no resulta suficiente
la prueba confesional de los cónyuges.
Al respecto cabe diferenciar entre bienes registrables y no registrables.
Si se trata de bienes registrables como pueden ser automóviles, aeronaves,
inmuebles o bienes muebles registrables (como maquinarias) al cónyuge le
bastará demostrar con la fecha de adquisición documentada en el correspondiente
instrumento público o privado que corresponda a cada operación si el bien es
propio.
En tanto resulta más dificultoso acreditar que un bien es propio cuando se trata de
bienes muebles no registrables, porque su transmisión se puede realizar con la
mera entrega del bien y sin documentación alguna que lo avale.
En lo pertinente la norma legal citada establece que: “Se presume, excepto
prueba en contrario, que son gananciales todos los bienes existentes al momento
de la extinción de la comunidad. Respecto de terceros, no es suficiente prueba del
carácter propio la confesión de los cónyuges.
Para que sea oponible a terceros el carácter propio de los bienes registrables
adquiridos durante la comunidad por inversión o reinversión de bienes propios, es
necesario que en el acto de adquisición se haga constar esa circunstancia,
determinándose su origen, con la conformidad del otro cónyuge. En caso de no
podérsela obtener, o de negarla éste, el adquirente puede requerir una
declaración judicial del carácter propio del bien, de la que se debe tomar nota
marginal en el instrumento del cual resulta el título de adquisición. El adquirente
también puede pedir esa declaración judicial en caso de haberse omitido la
constancia en el acto de adquisición”.

Deuda de los cónyuges

Responsabilidad.

“Cada uno de los cónyuges responde frente a sus acreedores con todos sus
bienes propios y los gananciales por él adquiridos.Por los gastos de conservación
y reparación de los bienes gananciales responde también el cónyuge que no
contrajo la deuda, pero sólo con sus bienes gananciales (art. 467CCC)”.
Es decir que cada uno de los cónyuges es responsable individualmente por las
deudas contraídas por uno sólo de ellos, con sus bienes propios o gananciales.
De un modo excepcional, el cónyuge que no contrajo la deuda también debe
responder para afrontar los gastos de conservación y reparación de los bienes
gananciales, como así también cuando la deuda haya sido contraída para
solventar las necesidades del hogar y el sostenimiento de los hijos y responde con
los bienes gananciales que hubiere adquirido.

Recompensa.

“El cónyuge cuya deuda personal fue solventada con fondos gananciales, debe
recompensa a la comunidad; y ésta debe recompensa al cónyuge que solventó
con fondos propios deudas de la comunidad (art. 468 CCC)”.
Se establece un régimen de recompensas entre los cónyuges en aquellos casos
en que la deuda contraída por uno de los cónyuges y que no es común, es
abonada con fondos de la comunidad ganancial o con bienes propios del otro
cónyuge y esto es para no perjudicar al otro integrante.

Gestión de los bienes en la comunidad

El Código Civil y Comercial establece el régimen de administración separada por


parte de cada uno de los cónyuges, en cuanto tienen la libre administración y
disposición de los bienes propios y de los bienes gananciales adquiridos por uno
de ellos.
Sin embargo se establecen excepciones a éste régimen de administración
separada, puesto que para determinados actos cada cónyuge necesitará “el
asentimiento del otro cónyuge”, tal como lo dispone la normativa que a
continuación se detalla

Bienes propios.

“Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus


bienes propios, excepto lo dispuesto en el artículo 456 (art. 469)”.
Es decir que se requiere el asentimiento del otro cónyuge cuando se pretenda:
1.- Disponer de los derechos sobre la vivienda familiar.
2.- Disponer de los muebles indispensables de la vivienda familiar.
3.- Transportar los muebles indispensables de la vivienda familiar fuera de ella

Bienes gananciales.

“La administración y disposición de los bienes gananciales corresponde al


cónyuge que los ha adquirido. Sin embargo, es necesario el asentimiento del otro
para enajenar o gravar:
a.los bienes registrables;
b.las acciones nominativas no endosables y las no cartulares, con excepción de
las autorizadas para la oferta pública, sin perjuicio de la aplicación del artículo
1824.
c.las participaciones en sociedades no exceptuadas en el inciso anterior;
d.los establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios.
También requieren asentimiento las promesas de los actos comprendidos en los
incisos anteriores.
Al asentimiento y a su omisión se aplican las normas de los artículos 456 a 459
(art. 470).”.
También se requiere el asentimiento del otro cónyuge cuando se pretenda:
1.- Disponer de los derechos sobre la vivienda familiar.
2.- Disponer de los muebles indispensables de la vivienda familiar.
3.- Transportar los muebles indispensables de la vivienda familiar fuera de ella

Bienes adquiridos conjuntamente.

“La administración y disposición de los bienes adquiridos conjuntamente por los


cónyuges corresponde en conjunto a ambos, cualquiera que sea la importancia de
la parte correspondiente a cada uno. En caso de disenso entre ellos, el que toma
la iniciativa del acto puede requerir que se lo autorice judicialmente en los
términos del artículo 458.
A las partes indivisas de dichos bienes se aplican los dos artículos anteriores.
A las cosas se aplican las normas del condominio en todo lo no previsto en este
artículo. Si alguno de los cónyuges solicita la división de un condominio, el juez de
la causa puede negarla si afecta el interés familiar (art. 471).”

Es decir que ambos cónyuges tienen la administración y disposición de los bienes


adquiridos conjuntamente y supletoriamente se aplican las normas del
condominio. En caso que alguno de los cónyuges solicite la división de los bienes,
el juez siempre hace primar el interés familiar sobre el interés particular de los
cónyuges.
También se establece que en caso de duda, sobre la propiedad exclusiva de un
bien, la ley establece que pertenece a ambos por mitades indivisas.
“Se reputa que pertenecen a los dos cónyuges por mitades indivisas los bienes
respecto de los cuales ninguno de ellos puede justificar la propiedad exclusiva
(art. 472).
EXTINCION Y LIQUIDACION DE LA COMUNIDAD

La extinción de la comunidad pone fin al régimen patrimonial del matrimonio. En


tanto el divorcio disuelve el matrimonio poniéndole fin al mismo.

Las causales de extinción de la comunidad están establecidas en el art. 475 del


CCC que dice:
“La comunidad se extingue por:
a.la muerte comprobada o presunta de uno de los cónyuges;
b.la anulación del matrimonio putativo;
c. el divorcio;
d.la separación judicial de bienes;
e.la modificación del régimen matrimonial convenido”.

Por este mismo carril, los arts. 476 y 477 respectivamente establecen
complementado el art. 475 incs. a y d que en caso de muerte real y presunta que
“La comunidad se extingue por muerte de uno de los cónyuges. En el supuesto de
presunción de fallecimiento, los efectos de la extinción se retrotraen al día
presuntivo del fallecimiento”.
Asimismo en caso de separación judicial de bienes, “La separación judicial de
bienes puede ser solicitada por uno de los cónyuges:
a. si la mala administración del otro le acarrea el peligro de perder su eventual
derecho sobre los bienes gananciales;
b. si se declara el concurso preventivo o la quiebra del otro cónyuge;
c. si los cónyuges están separados de hecho sin voluntad de unirse;
d. si por incapacidad o excusa de uno de los cónyuges, se designa curador del
otro a un tercero”.

Momento de la extinción

Para determinar el momento de la extinción debe analizarse cada una de las


causales en particular
Al efecto en caso de: a) Muerte de uno de los cónyuges (comprobada o
presunta), los efectos de la extinción se retrotraen al día presuntivo del
fallecimiento, en el supuesto de ausencia con presunción de fallecimiento.
En caso de: b) Anulación del matrimonio, el divorcio o la separación judicial
de bienes producen la extinción de la comunidad con efecto retroactivo al día de
la notificación de la demanda o de la petición conjunta de los cónyuges en el caso
particular del divorcio.
En el supuesto de c) Separación de hecho sin voluntad de unirse precedió a la
anulación del matrimonio o al divorcio, la sentencia tiene efectos retroactivos al día
de esa separación.
En caso de d) Modificación del régimen patrimonial convenido puede
modificarse por convención de los cónyuges mediante escritura pública, la que
puede ser otorgada recién después de transcurrido un año de aplicación del
régimen patrimonial convencional o legal y para que produzca efecto respecto de
terceros debe anotarse en la parte marginal del acta de matrimonio.
El juez puede modificar la extensión del efecto retroactivo fundándose en la
existencia de fraude o abuso del derecho.
En todos los casos, quedan a salvo los derechos de los terceros de buena fe que
no sean adquirentes a título gratuito.
En el caso de separación judicial de bienes, los cónyuges quedan sometidos al
régimen establecido en los artículos 505, 506, 507 y 508 del CCC de separación
de bienes.

Indivisión postcomunitaria

Extinguido el régimen de comunidad ganancial por alguna de las causales


establecidas en el art. 475 del CCC, se produce la indivisión postcomunitaria
que es la situación en que se encuentra la masa de bienes desde la extinción
de la comunidad hasta la partición de los bienes.
Las reglas que se aplican depende de la causal que provoque la extinción del
régimen de comunidad.
Si la causal es la MUERTE de uno de los cónyuges se aplican las reglas de la
indivisión hereditaria.
En relación a las restantes causales se aplican la reglas de la indivisión
postcomunitaria.
“En consecuencia, extinguida la comunidad y el matrimonio, el principio es el
acuerdo. A falta de acuerdo, y de manera subsidiaria, subsistirán las normas de la
comunidad (arts. 482, 467 a 474 CC y C) integradas a las previsiones de los arts.
484 a 486 CC y C., junto al deber de informar de parte del titular del bien
ganancial al otro comunero respecto de la intención de otorgar actos de
administración extraordinaria, y a la facultad que se reconoce al cónyuge no titular
para oponerse al acto de disposición comunicado, permitiéndole requerir la
nulidad del acto y/o la restitución de los bienes (art. 482 párr. 2 CC y C). El Código
remite a las normas de indivisión hereditaria cuando la extinción opera por muerte
de uno de los consortes –contenidas en el Libro V, “Transmisión de derechos por
causa de muerte de uno de los consortes$ (art. 2323 CC y C. y concs.)” ((cfr.
Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián, “Código Civil y
Comercial Comentado, T.II, pág. 150, Infojus, 2015).

Liquidación de la comunidad (arts. 488/495 del CCC)

La liquidación de la comunidad es el proceso que se realiza a través de


operaciones destinadas a determinar la masa de bienes que luego deberá
particionarse.
El Código Civil y Comercial prevé el sistema de RECOMPENSAS, es decir que
“extinguida la comunidad, corresponde fraccionar la cuenta de recompensas en la
que se consignarán las acreencias que un cónyuge pueda reclamar a la
comunidad por el beneficio obtenido en detrimento del patrimonio propio, así como
las acreencias que pueda tener la comunidad respecto de aquellos por idéntica
causa” (cfr. Lorenzetti, Ricardo L.; Código Civil y Comercial Comentado, T. III,
pág. 215, Rubinzal-Culzoni Edit., Edic. 2015). “Su propósito es restablecer la
debida composición de las masas patrimoniales propias de cada cónyuge,
teniendo en cuenta los bines que las constituían al iniciarse la sociedad conyugal
y los que fueron adicionándose o sustrayéndose después. La determinación de las
recompensas tiende a evitar que el haber propio de cada cónyuge aumente a
expensas del común o disminuya en beneficio de la masa ganancial” (conf.
Belluscio, Augusto C., Manual de Derecho de Familia, 5º ed. Act., Depalma,
Buenos Aires, 1988, t. I, p. 156).
En el sistema de recompensa, el cónyuge cuya deuda personal, por obligaciones
contraídas antes del comienzo de la comunidad; o por las obligaciones que gravan
las herencias, legados o donaciones recibidos por uno de los cónyuges; o por las
obligaciones contraídas para adquirir o mejorar bienes propios; o por obligaciones
resultantes de garantías personales o reales dadas por uno de los cónyuges a un
tercero, sin que de ellas derive beneficio para el patrimonio ganancial; o las
derivadas de la responsabilidad extracontractual y de las sanciones legales, fue
solventada por fondos gananciales, debe recompensa a la comunidad; y ésta debe
recompensa al cónyuge que solventó con fondos propios deudas de la comunidad
como son.las obligaciones contraídas durante la comunidad, no previstas en el
artículo siguiente; el sostenimiento del hogar, de los hijos comunes y de los que
cada uno tenga, y los alimentos que cada uno está obligado a dar; las donaciones
de bienes gananciales hechas a los hijos comunes, y aun la de bienes propios si
están destinados a su establecimiento o colocación; y los gastos de conservación
y reparación de los bienes propios y gananciales. (arts. 489 y 490 del CCC).

Partición de la comunidad
Es la operación por la cual se determinan los bienes que se adjudican a cada uno
de los cónyuges, una vez saldadas las deudas, efectuadas las recompensas y
determinado los créditos.
La mas partible se divide por partes iguales entre los cónyuges y se realiza por: a)
Partición por muerte de uno de los cónyuges y los herederos reciben su parte
sobre la mitad de gananciales que hubiese correspondido al causante y b) Por
convenio de partición entre los cónyuges siempre que sean plenamente capaces.
(art. 498 CCC).
De conformidad al art. 500, esa partición puede hacerse privadamente o por vía
judicial.
Si es privada se realiza por el modo que las partes crean más conveniente,
siempre que estén de acuerdo, presentes y sean capaces.
Es Judicial: a) si hay copartícipes incapaces, con capacidad restringida o
ausentes; b) si terceros fundándose en un interés legítimo se oponen a que la
partición se haga privadamente y c) si lo copartícipes siendo plenamente capaces,
no acuerdan celebrarlo privadamente.

REGIMEN DE SEPARACION DE BIENES (arts. 505/508 CCC)

En el régimen de separación de bienes cada uno de los cónyuges tiene la libre


administración y disposición de los bienes personales, es decir que la
administración es separada.
Excepto para: a) Disponer de los derechos sobre la vivienda familiar; b) Disponer
de los muebles indispensables de la vivienda familiar y c) Transportar los muebles
indispensables de la vivienda familiar fuera de ella. Respecto de estas
excepciones se requiere el asentimiento del otro cónyuge para poder
efectivizarlas.

En relación a las deudas contraídas, solo el cónyuge que contrajo la deuda debe
responder con sus bienes personales, excepto que la misma haya sido contraída
para solventar las necesidades ordinarias del hogar o el sostenimiento y
educación de los hijos, en estos únicos casos el cónyuge que no contrajo la deuda
deberá responder solidariamente frente a esos acreedores.

Al extinguirse el régimen de separación de bienes no hay masa común partible, ya


que ninguno de los cónyuges tiene derecho actual o eventual sobre las ganancias
del otro.
Las causas de extinción de este régimen es por: Muerte de uno de los cónyuges;
Por anulación de matrimonio putativo; Divorcio o Modificación del Régimen
Matrimonial Convenido al cambiarse al régimen de comunidad.

En caso de existir bienes indivisos la partición se puede llevar a cabo a través de


un convenio de partición, siempre que todos los interesados sean plenamente
capaces y estén de acuerdo.
Si no hubiere acuerdo la partición se hace en la forma prescripta para la partición
de herencias, ya sea en forma privada o judicial.
UNIONES CONVIVENCIALES

Constitución y Prueba

“Una de las principales novedades del CCC en materia de relaciones de familia se


refiere a la regulación integral de otra forma de organización familiar, alternativa o
diferencial a la figura matrimonial, a la que el legislador nomina “unión
convivencial”. “Unión”, en tanto refleja la idea de proyecto de vida compartido en el
marco de una relación de pareja signada por el afecto; “convivencial” como
denotación de uno de los rasgos distintivos y estructurales de este tipo familiar no
formal o “sin papeles”: la convivencia” (cfr. Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo;
Picasso, Sebastián, “Código Civil y Comercial Comentado, T.II, pág. 194, Infojus,
2015).

En lo pertinente el art. 509 del CCC define a la unión convivencial del siguiente
modo: “unión basada en relaciones afectivas de carácter singular, pública, notoria,
estable y permanente de dos personas que conviven y comparten un proyecto de
vida común, sean del mismo o de diferente sexo”.
Es decir que en esta norma está plasmado la constitución y prueba de la las
uniones convivenciales, cuyas características principales son la singularidad,
pública, notoria, estable y permanente, lo que permite diferenciarlas de las meras
relaciones pasajeras.
Asimismo solo se permite la unión de dos personas del mismo o diferente sexo,
siendo requisito ineludible la convivencia.

La unión convivencial se puede probar a través de cualquier medio de prueba,


entre ellos la REGISTRACION. Así el art. 512 del CCC dispone que la unión
convivencial puede acreditarse por cualquier medio de prueba; la inscripción en el
Registro de Uniones convivenciales es prueba suficiente de su existencia.

Requisitos.

Para que la unión convivencial surta efectos jurídicos se requiere de conformidad


al art. 510 del CCC que:

“a. Los dos integrantes sean mayores de edad;

b. No estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en todos los grados,
ni colateral hasta el segundo grado;

c. No estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea recta;

d. No tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra convivencia de


manera simultánea;

e. Mantengan la convivencia durante un período no inferior a dos años.”

Si no se cumplen estos requisitos, no se le reconoce a la unión convivencial


efectos jurídicos.

Registración
“Las uniones convivenciales pueden registrarse. La registración no constituye un
requisito para ser tal, sino un elemento que facilita la prueba de su existencia. A
diferencia de lo que acontece en otras legislaciones, la inscripción en un registro
no es un elemento ad solemnitatem sino ad probationem. Ésta es una diferencia
esencial con el matrimonio” (cfr. Lorenzetti, Ricardo L.; Código Civil y Comercial
Comentado, T. III, pág. 215, Rubinzal-Culzoni Edit., Edic. 2015).

Es decir que de acuerdo al art. 511 del CCC: “Registración. La existencia de la


unión convivencial, su extinción y los pactos que los integrantes de la pareja
hayan celebrado, se inscriben en el registro que corresponda a la jurisdicción
local, sólo a los fines probatorios. (cfr. Lorenzetti, Ricardo L.; Código Civil y
Comercial Comentado, T. III, pág. 215, Rubinzal-Culzoni Edit., Edic. 2015).

No procede una nueva inscripción de una unión convivencial sin la previa


cancelación de la preexistente.

La registración de la existencia de la unión convivencial debe ser solicitada por


ambos integrantes”.

En el Registro se inscribe la existencia y cese de la unión convivencial y los pactos


de convivencia que regulan lo atinente a la contribución a las cargas del hogar
durante la vida en común; la atribución del hogar común en caso de ruptura y la
división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común, en caso de ruptura de la
convivencia; deber de asistencia; responsabilidad de las deudas frente a terceros
y protección de la vivienda familiar. (arts. 513 a 517 del CCC)

“A los fines probatorios y de publicidad frente a terceros, la unión convivencial,


como así también su extinción y los pactos que se hubiesen celebrado, deben
inscribirse en un registro especial. No puede haber más de una unión convivencial
de una persona, por lo que si existe otra anterior, esta debe ser cancelada. El
pedido de registración de la unión debe ser realizada por ambos convivientes”.
(Código Civil y Comercial de la Nación, analizado, comparado y concordado,
director Alfredo J. Bueres, Edit. Hammurabi, t1, pág. 380).

PACTOS DE CONVIVENCIA (arts. 513/522 CCC)

Los convivientes pueden celebrar por escrito un convenio destinado a regir sus
relaciones en el plano personal y patrimonial, que se inscribe en el Registro de
Uniones Convivenciales.

Este pacto contiene clausulas referidas a 1) La contribución de las cargas del


hogar durante la vida en común; 2) Atribución del hogar, en caso de ruptura y c)
División de los bienes obtenidos por el esfuerzo común en caso de ruptura.

Estas clausulas tienen límites por lo que no se puede dejar sin efecto: a) El deber
de asistencia moral y material; b) la contribución a los gastos del hogar en
proporción a sus recursos; c) la responsabilidad de las deudas frente a terceros en
virtud de la cual cada uno responde por las obligaciones contraídas, no por las
obligaciones del otro, excepcionalmente son solidariamente responsables por las
deudas contraídas por necesidades ordinarias del hogar y el sostenimiento y
educación de los hijos, y d) la protección de la vivienda familiar.

Estos pactos no pueden ser contrarios al orden público; al principio de igualdad de


los convivientes, ni a los derechos fundamentales de cualquiera de los integrantes
de la unión convivencial.

Es decir que las relaciones patrimoniales se rigen por lo acordado en el pacto de


convivencia, pero si no hubiere o nada se dijera en el pacto cada conviviente
administrará y dispondrá de los bienes de su titularidad. Sin embargo siempre que
la unión esté inscripta ninguno de los convivientes podrá, sin el asentimiento del
otro, disponer de los derechos sobre la vivienda familiar, ni de los muebles
indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de ellos.

Los pactos de convivencia pueden ser modificados y rescindidos por acuerdo de


ambos convivientes y se extinguen de pleno derecho hacia el futuro desde el cese
de la convivencia.

Cese de la convivencia. Efectos (Arts. 523/528 del CCC)

Causas del cese de la unión convivencial. “La unión convivencial cesa:

a. por la muerte de uno de los convivientes;

b. por la sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento de uno de


los convivientes;

c. por matrimonio o nueva unión convivencial de uno de sus miembros;

d. por el matrimonio de los convivientes;

e. por mutuo acuerdo;

f. por voluntad unilateral de alguno de los convivientes notificada fehacientemente


al otro;

g. por el cese de la convivencia mantenida. La interrupción de la convivencia no


implica su cese si obedece a motivos laborales u otros similares, siempre que
permanezca la voluntad de vida en común.” (ARTÍCULO 523).-

A consecuencia del cese de la unión convivencial se producen los siguientes


efectos:

1) Cesa el deber de convivencia

2) Compensación económica entre los convivientes: A favor del que sufrió un


desequilibrio manifiesto y un empeoramiento de su situación por el cese y se
puede compensar a través de una prestación única o por una renta por tiempo
determinado que no puede ser mayor a la duración de la unión convivencial o de
cualquier modo que acuerden las partes en el pacto de convivencia o en su
defecto lo establece el Juez.

3) Atribución del uso de la vivienda: Si no se estableciera en el pacto de


convivencia el juez puede atribuir el uso de la vivienda a uno de los convivientes si
tiene a su cargo el cuidado de sus hijos menores de edad, con capacidad
restringida o con discapacidad o si acredita la necesidad extrema de una vivienda
y la imposibilidad de procurársela en forma inmediata. El plazo de atribución del
uso de la vivienda es fijado por el Juez y no puede exceder el plazo de dos años
contados desde que se produjo el cese de la convivencia.

El derecho de atribución del uso de la vivienda familiar finaliza por: 1) el


cumplimiento del plazo fijado por el Juez; 2) Por cambio de las circunstancias que
se tuvieron en cuenta para su fijación; 3) Por causas de indignidad previstas en el
art. 2281 del CCC.

En el caso que uno de los convivientes fallezca, el otro podrá invocar el derecho
real de habitación gratuito para hacer uso de la vivienda que fuera propiedad del
causante, que haya sido el último hogar familiar de los convivientes y que al
momento de abrirse la sucesión no se encontrara en condominio con otras
personas.

El plazo máximo para hacer uso de la vivienda es de dos años; es inoponible a los
acreedores del causante y se extingue su uso si el conviviente supérstite
constituye una nueva unión convivencial, contrae matrimonio, adquiere una
vivienda propia habitable o bienes suficientes para acceder a la misma.

4) Distribución de los bienes: Se debe estar en primer lugar a lo establecido en el


pacto de convivencia. Si nada se hubiese previsto en el mismo, los bienes
adquiridos durante la convivencia, se considerarán parte del patrimonio al que
ingresaron.

5) Cesa el deber de asistencia y el deber de contribución a los gastos del hogar.

PARENTESCO

Concepto

“Parentesco es el vínculo jurídico existente entre personas en razón de la


naturaleza, las técnicas de reproducción humana asistida, la adopción y la
afinidad.

Las disposiciones de este Código que se refieren al parentesco sin distinción se


aplican sólo al parentesco por naturaleza, por métodos de reproducción humana
asistida y por adopción, sea en línea recta o colateral” de conformidad al art. 529
del CCC.-

Elementos del cómputo

La proximidad del parentesco se establece por líneas y grados conforme el art.


530, por ello no todos los parientes tienen los mismo derechos y obligaciones, lo
que depende de la cercanía que tuvieren entre ellos para reclamar algo o
determinar a quien lo debe reclamar. Lo que influye en el derecho-deber de los
alimentos; en el derecho de comunicación; en el orden de prelación derivado del
derecho hereditario y del derecho de representación.

Clases de Parentesco (Arts. 529, 535/536 CCC)

Estas clases difieren de su causa fuente.

1) Parentesco por Naturaleza: Es el que existe entre dos personas de las cuales
una desciende de la otra (ej. Hijo-Padre) o ambas descienden de un antepasado
común (ej. Hermanos). Es decir que la causa es el elemento biológico.

2) Parentesco por Técnicas de Reproducción Humana Asistida (TRA): Se origina


a partir de la voluntad procreacional de las personas que se someten a dichos
tratamientos. Es decir que la causa es la voluntad procreacional.

3) Parentesco por adopción: En la adopción plena, el adoptado adquiere el mismo


parentesco que tendría un hijo del adoptante con todos los parientes de éste,
extinguiéndose los vínculos jurídicos que lo unen con la familia de origen. La
adopción simple sólo crea vínculos de parentesco entre el adoptado y el
adoptante, no se destruyen las relaciones de parentesco que el adoptado tiene
con la familia de origen. La causa en estos casos es el elemento jurídico.

4) Parentesco por Afinidad: Es el que existe entre la persona casada y los


parientes de su cónyuge (Ej. Esposa y padres del esposo y viceversa es decir
nuera o yerno con los suegros).

Cómputo del parentesco (art. 531/534 CCC)

El cómputo del parentesco se establece por líneas y grados

Grado: Es el vínculo entre dos personas que pertenecen a generaciones


sucesivas.

Línea: es la serie no interrumpida de grados

Tronco: Es el ascendiente del cual parten dos o más líneas

Rama: Es la línea en relación a su origen


Clases de líneas

Hay dos líneas una llamada RECTA y la otra COLATERAL.

La línea RECTA: es la que une a los ascendientes y descendientes. El grado de


parentesco dependerá de las generaciones que separen a las personas. La
forman los abuelos, padres, hijos y nietos.

La línea RECTA ASCENDENTE es la que se computa en relación a los


ascendientes. (ej. Padre con relación al hijo es pariente en línea recta
ascendente).

La línea RECTA DESCENDENTE es la que se computa en relación a los


descendientes. (ej. Hijo con relación al padre es pariente en línea recta
descendente).

La línea COLATERAL: Es la que une a los descendientes de un tronco común.


Deben computarse los grados que separen a las personas pasando por el
antepasado común. Está formada por los hermanos, primos, sobrinos y tíos.

A su vez los hermanos pueden ser bilaterales si tienen los mismos padres o
pueden ser unilaterales si proceden de un mismo ascendiente en primer grado,
difiriendo en el otro.

Deberes y derechos de los parientes

El deber entre los parientes es de ALIMENTOS. (arts. 537/554 CCC).

El derecho de los parientes es de COMUNICACIÓN. (arts. 555/557 CCC).

ALIMENTOS

La obligación alimentaria entre los parientes es más limitada que la resultante de


la responsabilidad parental y comprende los gastos de subsistencia, habitación,
vestuario, asistencia médica y educación si fueran menores de edad.

Los parientes para pedir alimentos deben acreditar: a) La falta de medios


económicos suficientes para alimentarse y b) la imposibilidad de adquirirlos con su
trabajo.

“Los parientes se deben alimentos en el siguiente orden:

a. los ascendientes y descendientes. Entre ellos, están obligados preferentemente


los más próximos en grado;

b. los hermanos bilaterales y unilaterales.

En cualquiera de los supuestos, los alimentos son debidos por los que están en
mejores condiciones para proporcionarlos. Si dos o más de ellos están en
condiciones de hacerlo, están obligados por partes iguales, pero el juez puede fijar
cuotas diferentes, según la cuantía de los bienes y cargas familiares de cada
obligado”. (art. 537 CCC).-

“Entre los parientes por afinidad únicamente se deben alimentos los que están
vinculados en línea recta en primer grado”. (art. 538 CCC).-

Prohibiciones sobre la obligación alimentaria:

1) La obligación de prestar alimentos no puede ser compensada

2) El derecho a reclamar o percibir alimentos no puede ser objeto de transacción,


renuncia, cesión, gravamen o embargo alguno

3) Lo pagado en concepto de alimentos no puede ser repetible.

Modo de cumplimiento

“La prestación se cumple mediante el pago de una renta en dinero, pero el


obligado puede solicitar que se lo autorice a solventarla de otra manera, si justifica
motivos suficientes.

Los pagos se deben efectuar en forma mensual, anticipada y sucesiva pero,


según las circunstancias, el juez puede fijar cuotas por períodos más cortos”. (art.
542 CCC).

Cese de la obligación alimentaria

1) La obligación alimentaria cesa de pleno derecho por MUERTE del alimentado o


del alimentante.

2) Por SENTENCIA JUDICIAL: a) Si el alimentado incurre en alguna causal de


INDIGNIDAD contra el ALIMENTANTE.

b) Cuando desaparecen las causas que originaron la obligación. (ej.


Empobrecimiento del alimentante; existencia de parientes obligados en un orden
preferente; mejora la situación económica del alimentado).

DERECHO DE COMUNICACIÓN DE LOS PARIENTES (art. 555/557 CCC)

Concepto: Es el derecho de mantener una comunicación adecuada con el pariente


que no se convive.

Los parientes legitimados para exigir el derecho de comunicación son los


ascendientes, descendientes, hermanos (bilaterales o unilaterales) y los parientes
por afinidad en 1º grado, debiendo justificar un interés afectivo legítimo.
En tanto quien tiene al cuidado a la persona puede oponerse a la comunicación de
éste con sus parientes basándose en posibles perjuicios a la salud moral o física
de aquellos. En estos casos el Juez resuelve si decide conceder el régimen de
comunicación estableciendo el modo en que se llevará a cabo.

FILIACION

Concepto: Es el vínculo jurídico existente entre los padres y sus hijos, y en


cualquiera de sus fuentes es indistinto que el hijo sea matrimonial o
extramatrimonial.

Fuentes de la filiación. Igualdad de efectos.

De conformidad al art. 558 del CCC se reconoce la existencia de tres fuentes de


filiación que surten los mismos efectos legales y ellas son: a) POR LA
NATURALEZA; b) POR TECNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA y
c) POR ADOPCION.

La FILIACIÓN POR NATURALEZA: es la que corresponde al hecho biológico de la


procreación.

La FILIACIÓN POR TECNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA: Es la


que se origina en un acto de ciencia médica, y cuyo elemento primordial es la
voluntad procreacional de quienes se someten al tratamiento.

La FILIACION POR ADOPCION: Es la que corresponde a un vínculo creado por la


ley.

A su vez la filiación puede ser MATRIMONIAL: que es la que corresponde a los


hijos de personas unidas entre sí por el matrimonio; o puede ser
EXTRAMATRIMONIAL: que es la que corresponde a los hijos de personas no
unidas entre sí por el matrimonio.

Ninguna persona puede tener más de dos vínculos filiales, cualquiera sea la
naturaleza de la filiación, es decir que se establece un límite en cuanto al número
de vínculos filiales que pueden ser registrados en el Registro Civil. En
consecuencia un niño no podrá tener dos madres y un padre o dos padres y una
madre. En los casos de técnica de reproducción humana asistida, la filiación se
establece entre quien dio a luz y del hombre o mujer que también ha prestado su
consentimiento previo, informado y libre.

“El Código incorpora una tercer fuente de filiación. Además de la filiación por
naturaleza o también denominada “biológica” y la filiación adoptiva, se agrega
como tercera fuente filial las técnicas por reproducción humana asistida. Todas
ellas general consecuencias jurídicas, pero la adopción plena, por naturaleza y por
el nuevo tipo filial, sea de carácter matrimonial o extramatrimonial, general los
mismos efectos jurídicos. Fundado en el principio de igualdad por el cual se
extiende la institución del matrimonio a todas las personas con independencia de
la orientación sexual de sus integrantes, al igual que las uniones convivenciales,
en materia filial deja de ser relevante –salvo supuestos excepcionales fundados
en elementos objetivos. El sexo de las personas con quienes se crean vínculos
filiales. Un principio que no se modifica en el Código es el que toda persona puede
tener hasta un máximo de dos vínculos filiales, por lo tanto, quien pretende tener
un nuevo vínculo filial y ya tiene asignado dos, debe necesariamente proceder a
impugnar y desplazar uno para el correspondiente emplazamiento y para que se
mantenga el máximo de dos vínculos filiales” ((cfr. Lorenzetti, Ricardo L.; Código
Civil y Comercial Comentado, T. III, pág. 473/474, Rubinzal-Culzoni Edit., Edic.
2015).

En lo que concierne al certificado de nacimiento, “el Registro del Estado Civil y


Capacidad de las Personas sólo debe expedir certificados de nacimiento que sean
redactados en forma tal que de ellos no resulte si la persona ha nacido o no
durante el matrimonio, por técnicas de reproducción humana asistida, o ha sido
adoptada”. (art. 559 CCC).

Reglas generales relativas a la filiación por técnicas de reproducción


humana asistida (arts. 560/564 CCC)

Concepto: La ley 26.862 en su art. 2º las define del siguiente modo: “Se entiende
por reproducción medicamente asistida a los procedimientos y técnicas realizados
con asistencia médica para la consecución de un embarazo”, quedando
comprendidas las técnicas de baja complejidad que favorecen a la fecundación
natural y de alta complejidad que reemplazan a la fecundación natural por una
fecundación invitro, que incluyan o no la donación de gametos (óvulos o
espermatozoides) y/o embriones.

Consentimiento en las técnicas de reproducción humana asistida .

Las personas que se sometan a éstas técnicas deben prestar un consentimiento


PREVIO, INFORMADO y LIBRE en el centro de salud interviniente.

PREVIO: porque es anterior al uso de técnicas de reproducción humana asistida,


que debe ser otorgado previo a cada tratamiento.

INFORMADO: porque quienes se someten a dichas técnicas deben comprender


los alcances de las mismas y tener conocimiento de las consecuencias y riesgos
que las mismas conllevan.
LIBRE: Es decir ausente de vicios.

En lo pertinente “El centro de salud interviniente debe recabar el consentimiento


previo, informado y libre de las personas que se someten al uso de las técnicas de
reproducción humana asistida. Este consentimiento debe renovarse cada vez que
se procede a la utilización de gametos o embriones.” (art. 560)

Forma y requisitos del consentimiento. “La instrumentación de dicho


consentimiento debe contener los requisitos previstos en las disposiciones
especiales, para su posterior protocolización ante escribano público o certificación
ante la autoridad sanitaria correspondiente a la jurisdicción. El consentimiento es
libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la persona
o la implantación del embrión.” (art. 561 CCC).

VOLUNTAD PROCREACIONAL

En lo atinente a la determinación de la filiación en el caso de los hijos nacidos


bajo este tipo de técnicas, se debe estar a lo que se denomina VOLUNTAD
PROCREACIONAL que se encuentra previsto en art. 562 del CCC que reconoce
otra base para determinar el vínculo filiatorio como es la VOLUNTAD.

Al respecto el art. 562 CCC dispone que “Los nacidos por las técnicas de
reproducción humana asistida son hijos de quien dio a luz y del hombre o de la
mujer que también ha prestado su consentimiento previo, informado y libre en los
términos de los artículos 560 y 561, debidamente inscripto en el Registro del
Estado Civil y Capacidad de las Personas, con independencia de quién haya
aportado los gametos”.

En consecuencia la filiación queda determinada por quien dio a luz y por el


hombre o la mujer que haya prestado el consentimiento en la forma
establecida en el art. 560 y se mantiene el doble vínculo filial.

Es decir que “la voluntad procreacional es el eje o columna vertebral de la


determinación filial en los casos de filiación derivada de TRHA. Tal es así que, si
no hay voluntad procreacional expresamente exteriorizada a través del
correspondiente consentimiento formal, informado y libre, no puede quedar
establecido el vínculo filial por TRHA.

Uno de los principios básicos sobre los que se sustenta la filiación deriva de las
TRHA gira en torno al lugar secundario que ocupa aquí el dato genético. Es tan
así que el art. 562 CCyC deja expresamente consignado que la voluntad
procreacional prima o es lo que vale para determinar un vínculo filial, se haya
utilizado en la práctica médica material genético de un tercero o de la propia
pareja, siendo esta una de las diferencias sustanciales entre la filiación por
naturaleza o biológica y la filiación derivada de TRHA.
Esta normativa es básica porque permite establecer el vínculo filial con toda
persona que preste el debido consentimiento con los requisitos que prevé el
CCyC, sin importar el estado civil de la persona que se somete a las TRHA. Así,
se recepta de manera expresa la voluntad procreacional que fue reconocida en
algunos precedentes jurisprudenciales para extenderle el vínculo filial a la
cónyuge de la mujer que había dado a luz y que, en ese momento, no había
contraído matrimonio con su pareja del mismo sexo por no estar permitido en el
ordenamiento jurídico nacional al ser anterior a julio de 2010, cuando se sanciona
la ley 26.618.” (cfr. Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián,
“Código Civil y Comercial Comentado, T.II, pág. 290, Infojus, 2015).

Derecho a la información de las personas nacidas por técnicas de


reproducción asistida. (art. 564 del CCC)

Las personas nacidas con gametos de terceros tienen derecho a solicitar: 1) A


través del centro de salud interviniente información relativa a datos médicos del
donante cuando sea necesario o relevante para su salud (Información No
identificadora) y 2) A que se le revele la identidad del donante por razones
debidamente fundadas, evaluadas por la autoridad judicial por el procedimiento
más breve que prevea la ley local, ya que en principio la donación es anónima
(Información Identificadora).

Esta información está contenida en el correspondiente legajo base para la


inscripción del nacimiento, pero no en el certificado de nacimiento tal como lo
establece el art. 563 del CCC.

FILIACION POR NATURALEZA

En la filiación por naturaleza la maternidad se prueba con el nacimiento y la


identidad del nacido.

En la filiación por naturaleza de los hijos matrimoniales la regla es que se


presumen hijos del o la cónyuge los nacidos después de la celebración del
matrimonio y hasta los 300 días posteriores a la interposición de la demanda de
divorcio; interposición de la demanda de nulidad del matrimonio; separación de
hecho o muerte. Se prueba con: 1) La inscripción del nacimiento en el Registro del
Estado Civil y Capacidad de las Personas (Acta de Nacimiento) y el Acta de
Matrimonio o 2) Por sentencia firme en juicio de filiación o 3) Por el consentimiento
previo, libre e informado al uso de las técnicas de reproducción humana asistida.

En la filiación por naturaleza de los hijos extramatrimoniales queda


determinada por: 1) El Reconocimiento del hijo; o 2) Por sentencia firme en juicio
de filiación o 3) Por el consentimiento previo, informado y libre al uso de las
técnicas de reproducción humana asistida.
ADOPCION

1.- CONCEPTO (ART. 594 CCC)

Es una institución jurídica que tiene por objeto proteger el derecho de los
niños, niñas y adolescentes a vivir y desarrollarse en una familia que le
procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y
materiales, cuando éstos no le pueden ser proporcionados por su familia de
origen. La adopción se otorga sólo por sentencia judicial y emplaza al
adoptado en estado de hijo, conforme con las disposiciones de este Código

A través de este instituto se procura satisfacer el derecho de los niños a vivir


en el seno de una familia, tendiente a la protección integral de derechos tal
como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño, ante la
imposibilidad que pueda permanecer con su familia de origen o ampliada.

2.- PRINCIPIOS GENERALES (Art. 595 CCC)

La adopción se rige por los siguientes principios: a) el interés superior del


niño; b) el respeto por el derecho a la identidad; c) el agotamiento de las
posibilidades de permanencia en la familia de origen o ampliada; d) la
preservación de los vínculos fraternos, priorizándose la adopción de grupos
de hermanos en la misma familia adoptiva o, en su defecto, el
mantenimiento de vínculos jurídicos entre los hermanos, excepto razones
debidamente fundadas; e) el derecho a conocer los orígenes; f) el derecho
del niño, niña o adolescente a ser oído y a que su opinión sea tenida en
cuenta según su edad y grado de madurez, siendo obligatorio requerir su
consentimiento a partir de los diez años.

El interés superior del niño implica el máximo reconocimiento de sus


derechos y garantías en el medio familiar, social y cultural.

Al derecho a la identidad de las personas se le puede reconocer dos facetas,


una estática que comprende sus datos biológicos (nombre progenitores,
huellas dactilares, fecha y lugar de nacimiento, vínculos familiares, etc.) y
una dinámica que está constituida por la historia personal, su biografía y su
construcción socio- cultural a los largo de la vida.

El derecho a la preservación de los vínculos familiares tiene íntima relación


con el derecho a la identidad, ya que los niños y adolescentes tienen derecho
a mantener un vínculo personal con sus padres, parientes y hermanos y
medios hermanos. El Código revaloriza el vínculo fraterno priorizando la
adopción de hermanos en una misma familia adoptiva y en su defecto
cuidando mantener el vínculo afectivo y jurídico entre los hermanos a pesar
de que éstos no pudieren ser dados en adopción en el mismo núcleo familiar,
todo ello a fin de evitar la ruptura del vínculo jurídico y afectivo entre los
hermanos.

El derecho a conocer sus orígenes también tiene íntima vinculación con de


derecho a la identidad. A través del art. 596 del CCC el adoptado tiene
derecho no solo a conocer su realidad biológica (incluido los relativos a
enfermedades transmisibles), sino toda su historia personal o toda la
información que permita reconstruir su biografía lo más veraz y completa
posible, por ello todos los organismos judiciales y administrativos que
intervienen en el proceso de adopción deben resguardar toda la información
que el día de mañana pudiere ser requerida por al adoptado a efectos de
conocer acerca de su identidad.

A más de ellos los padres adoptantes se comprometen expresamente en el


expediente, que harán conocer sus orígenes al adoptado y los organismos
que correspondan (tribunal, órgano administrativo de protección y registro
de adoptantes) acompañan a los adoptantes en dicha revelación y búsqueda
de orígenes.

Asimismo por el principio de autonomía de niños y adolescentes, el adoptado


adolescente está facultado para iniciar acción autónoma a fin de conocer sus
orígenes y para ello debe contar con asistencia letrada.

También es importante el derecho de los niños a participar en el proceso de


adopción, siendo escuchados y prestando conformidad a la adopción cuando
cuente con 10 años de edad o más.

Para ser adoptante se debe estar inscripto en el “Registro de Aspirantes con


Fines Adoptivos”. NO se exige ningún estado civil pero las personas casadas o
en unión convivencial pueden adoptar sólo conjuntamente. Debe haber
cumplido 25 años de edad, tener residencia permanente en el país durante
los 5 años anteriores a la petición de guarda con fines de adopción. Ser 16
años mayor que el adoptado, excepto cuando el cónyuge o conviviente
adopta al hijo del otro cónyuge o conviviente. No pueden adoptar los
ascendientes a sus descendientes; un hermano a su hermano o hermano
unilateral; el tutor a su pupilo mientras no se hayan extinguido las
obligaciones emergentes de la tutela.

En lo referente al adoptado debe ser: menor de 18 años y no estar


emancipado; ser declarado en estado de adoptabilidad o sus padres hayan
sido privados de la responsabilidad parental.

La adopción puede ser plena, simple o de integración.


La ADOPCION PLENA: confiere al adoptado la condición de hijo y extingue los
vínculos jurídicos con la familia de origen, con excepción de que subsisten los
impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene los mismos derechos y
obligaciones de todo hijo.

La ADOPCION SIMPLE: emplaza al adoptado en el estado de hijo, pero sin


generar vínculos jurídicos entre el adoptado y la familia del adoptante como
contracara del mantenimiento de los vínculos entre el adoptado y su familia
de origen. Sin embargo la titularidad y ejercicio de la responsabilidad
parental se transfiere a los adoptantes. La familia de origen tiene derecho a
comunicarse con el adoptado y el adoptado puede reclamar alimentos a su
familia de origen cuando no pueda proveérselos la familia adoptiva. Se
reformula el tema del apellido, por lo que el adoptado puede solicitar se
mantenga su apellido de origen sea adicionándole o anteponiéndole el
apellido del adoptante o uno de ellos.

La ADOPCION DE INTEGRACIÓN: se configura cuando se adopta al hijo del


cónyuge o del conviviente con lo cual se crea un vínculo filial entre un niño y
el cónyuge o conviviente del progenitor de origen.

La adopción de integración no afecta el lazo jurídico del adoptado con su


progenitor de origen con quien el adoptante está casado o en unión
convivencial, ni tampoco los efectos que derivan del mismo. El adoptante es
quien se integra a la familia preexistente sea que se disponga la adopción
simple o plena, el nuevo estado filial modifica los vínculos de orígenes
previos.

La adopción de integración puede ser simple o plena, según que el adoptado


tenga doble o un solo vínculo filial de origen y también de conformidad con
las circunstancias de cada caso. Si el adoptado tiene un solo vínculo filial la
adopción de integración es de carácter plena, en cambio si tiene doble
vínculo filial, a pedido de parte o el juez puede decidir otorgar la adopción
simple o plena, según el lazo afectivo que tenga con su progenitor que no es
la pareja del adoptante.

RESPONSABILIDAD PARENTAL

CONCEPTO (ART. 638CCC)

La responsabilidad parental es el conjunto de deberes y derechos que


corresponden a los progenitores sobre la persona y bienes del hijo, para
su protección, desarrollo y formación integral mientras sea menor de
edad y no se haya emancipado.

PRINCIPIOS GENERALES: ENUMERACIÓN (ART. 639 CCC)

La responsabilidad parental se rige por los siguientes principios: a) el


interés superior del niño; b) la autonomía progresiva del hijo conforme a
sus características psicofísicas, aptitudes y desarrollo. A mayor autonomía,
disminuye la representación de los progenitores en el ejercicio de los
derechos de los hijos; c) el derecho del niño a ser oído y a que su opinión
sea tenida en cuenta según su edad y grado de madurez.

“En el X Congreso Internacional de Derecho de Familia se afirmó que el


interés superior del niño es el reconocimiento pleno de sus derechos,
destacándose por unanimidad su carácter de principio general del
derecho, y que la noción de “interés superior” del menor se emparenta
con la de su bienestar en la más amplia acepción del vocablo, y son sus
necesidades las que definen su interés en cada momento de la historia y
de la vida”.

Cuando se habla de autonomía progresiva se refiere a la madurez que


toda persona va logrando con el paso del tiempo.

Cuando la ley reconoce el derecho del menor a ser oído, significa que sus
opiniones sean tenidas en cuentas, pero si bien el Juez debe valorar sus
opiniones las debe armonizar con los demás elementos que hubiere a fin
de tomar una decisión correcta.

El Código regula a) la titularidad y el ejercicio de la responsabilidad


parental; b) el cuidado personal del hijo por los progenitores y c) la guarda
otorgada por el juez a un tercero.

TITULARIDAD Y EJERCICIO (ART. 641 CCC)

La titularidad: Es el conjunto de derechos y deberes que tienen ambos


progenitores.

El ejercicio: Es la posibilidad de hacer valer tales deberes y derechos y de


acuerdo a las circunstancias, el ejercicio pueden tenerlo uno o ambos
progenitores.

Para determinar a quién le corresponde el ejercicio de la responsabilidad


parental se deben tener en cuenta diferentes situaciones que están
regladas en el art. 641 del CCC

El ejercicio de la responsabilidad parental corresponde a ambos


progenitores en caso de convivencia.
En caso del cese de la convivencia, divorcio o nulidad de matrimonio se
estable un régimen biparental, denominado de coparentalidad. Sin
embargo por voluntad de los progenitores o por decisión judicial, en
interés del hijo, el ejercicio se puede atribuir a solo uno de ellos o
establecerse distintas modalidades, cuando el progenitor a cargo del hijo
no estuviere en condiciones de cumplir su función en forma plena por
razones de viaje, enfermedad o incapacidad transitoria, o bien el ejercicio
conjunto con el progenitor afín.

Es decir que ambos progenitores tienen el derecho de tomar decisiones y


distribuir equitativamente sus responsabilidades y deberes en relación a
todo lo concerniente al hijo menor de edad.

En caso de muerte, ausencia con presunción de fallecimiento, privación de


la responsabilidad parental o suspensión del ejercicio de un progenitor, le
corresponde al otro progenitor.

En caso de hijo extramatrimonial con un solo vínculo filial, le corresponde


al único progenitor.

En caso de hijo extramatrimonial que tiene doble vínculo filial, pero con
uno de ellos se ha establecido de un modo imperativo, a través de una
sentencia judicial, la responsabilidad parental queda en cabeza de quien
ya tenía el lazo filial, en el interés del niño. Sin embargo los padres pueden
acordar o el juez decidir el ejercicio conjunto y las modalidades en que
este puede desarrollarse.

DERECHOS Y DEBERES DE LOS PROGENITORES: ENUMERACION (ART. 646


CCC)

Son deberes de los progenitores cumplir con la función de cuidado de su


hijo, debiendo vivir con él, a más de satisfacer todas sus necesidades
alimentarias y educarlo. La obligación de reparar en las demandas
específicas con las que la descendencia cuenta, de conformidad con las
características que ésta muestre en el plano psicofísico, sus habilidades y
su desarrollo madurativo. La necesidad que los progenitores escuchen y
tengan en cuenta la opinión de los hijos, confiriéndoles un espacio para
participar en su proceso educativo, y en el ejercicio de sus derechos
personalísimos. Prestar orientación y guiarlos para el ejercicio y
efectividad de los derechos que titularizan, hallándose obligados a
respetar y allanar a mantener contacto en forma personal y periódica con
sus abuelos, otros parientes u otras personas con las que hayan forjado
vínculos afectivos. Representar a los hijos en cuestiones patrimoniales que
los involucren y administrar el conjunto de bienes de su titularidad.
PROHIBICION DE MALOS TRATOS, INTERVENCION DEL ESTADO (ART. 647
CCC)

Está prohibida la realización de cualquier acto de castigo corporal hacia


los hijos, como así también los malos tratos físicos o psíquicos. No
obstante ello se reconoce a los progenitores la facultad de acudir hacia
los servicios de orientación a cargo de organismos del Estado a efectos de
requerir asistencia en el cumplimiento de sus deberes.

CUIDADO DE LOS HIJOS (ARTS. 648/657 CCC)

Se denomina cuidado personal a los deberes y facultades de los


progenitores referidos a la vida cotidiana del hijo como ser todo lo
relativo a la educación, recreación e incluso salud cuando se trata de actos
de rutina.

Cuando los progenitores NO conviven, el cuidado personal del hijo puede


ser asumido por un progenitor o por ambos.

El cuidado personal compartido puede ser alternado o indistinto. En el


cuidado alternado, el hijo pasa períodos de tiempo con cada uno de los
progenitores, según la organización y posibilidades de la familia. En el
indistinto, el hijo reside de manera principal en el domicilio de uno de los
progenitores, pero ambos comparten las decisiones y se distribuyen de un
modo equitativo las labores atinentes a su cuidado.

A pedido de uno o ambos progenitores o de oficio, el juez debe otorgar,


como primera alternativa, el cuidado compartido del hijo con la
modalidad indistinta, excepto que no sea posible o resulte perjudicial para
el hijo. No obstante ello siempre es mejor lograr un acuerdo entre los
padres acerca de la responsabilidad y cuidado sobre sus hijos.

En el supuesto de cuidado atribuido a uno de los progenitores, el otro


tiene el derecho y el deber de fluida comunicación con el hijo.

En los casos que se debe otorgar el cuidado unipersonal, el juez debe


valorar la prioridad del progenitor que facilita el derecho a mantener trato
regular con el otro; la edad y opinión del hijo; el mantenimiento de la
situación existente y respeto del centro de vida del hijo. El otro progenitor
tiene el derecho y deber de colaboración con el conviviente.

Deber de informar por parte de cada uno de los progenitores sobre


cuestiones que hacen a la vida cotidiana de los hijos.
Los progenitores pueden presentar un plan de parentalidad relativo al
cuidado de los hijos que contenga: a) lugar y tiempo en que el hijo
permanece con cada progenitor; b) responsabilidad que cada uno asume;
c) régimen de vacaciones, días festivos y otras fechas significativas para la
familia; d) régimen de relación y comunicación con el hijo cuando éste
reside con el otro progenitor. Este plan puede ser modificado de acuerdo
a las necesidades del grupo familiar y de los hijos en sus distintas etapas.
El hijo puede participar en la organización de este plan y sus
modificaciones.

Este plan puede o no ser acordado o no homologado, en estos casos lo


decide el Juez.

En supuestos de especial gravedad el juez puede otorgar, por un año,


prorrogable por otro igual, la guarda a un pariente quien tiene a su cargo
el cuidado personal del menor y está facultado para tomar decisiones de
la vida cotidiana, sin perjuicio de que la responsabilidad parental quede
en cabeza de los progenitores quienes conservan los derechos y
responsabilidades emergentes de esta titularidad y ejercicio.

DEBERES DE ALIMENTOS (ARTS. 658/670 CCC)

Los progenitores le deben alimentos a sus hijos hasta los 21 años, salvo
que el obligado acredite que el hijo mayor de edad cuenta con recursos
suficientes para proveérselos por sí mismo.

Los alimentos comprenden la satisfacción de las necesidades de los hijos


de manutención, educación, esparcimiento, vestimenta, habitación,
asistencia, gastos por enfermedad y los gastos necesarios para adquirir
una profesión u oficio. Los alimentos están constituidos por prestaciones
dinerarias o en especie y son proporcionales a las posibilidades
económicas de los obligados y necesidades del alimentado.

El progenitor que falte a la prestación de alimentos puede ser demandado


por: a) el otro progenitor en representación del hijo; b) el hijo en grado de
madurez suficiente con asistencia letrada y c) subsidiariamente cualquiera
de los parientes o el Ministerio Público.

La obligación de los progenitores de proveer recursos al hijo subsiste


hasta la edad de 25 años, si la prosecución de estudios o preparación
profesional de un arte u oficio, le impide proveerse de medios necesarios
para sostenerse independientemente. Pueden ser solicitados por el hijo o
por el progenitor con el cual convive, Debe acreditarse la viabilidad del
pedido.
El hijo extramatrimonial no reconocido tiene derecho a solicitar
alimentos, se le fijan provisorios y se le da un plazo para que inicie juicio
de filiación, caso contrario cesa la cuota fijada.

La mujer embarazada tiene derecho a reclamar alimentos al progenitor


presunto con la prueba sumaria de la filiación alegada.

Se puede reclamar alimentos a los ascendientes (abuelos) en el mismo


proceso en que se demanda a los progenitores, pero se debe acreditar la
dificultad del actor de procurárselos del progenitor obligado.

La obligación alimentaria incumplida es exigible desde el día de la


interposición de la demanda o de la interpelación del obligado por medio
fehaciente, siempre que la demanda se interponga dentro de los seis
meses de la interpelación. Por el período anterior, el progenitor que
asumió el cuidado del hijo tiene derecho al reembolso de lo gastado en la
parte que corresponde al progenitor no conviviente.

EXTINCIÓN, PRIVACION Y SUSPENSIÓN DE LA RESPONSABILIDAD


PARENTAL

El art. 699 del CCC establece que se extingue la titularidad de la


responsabilidad parental por: a) Muerte del progenitor o del hijo; b)
Profesión del progenitor en instituto monástico; c) alcanzar el hijo la
mayoría de edad; d) emancipación con la salvedad de la responsabilidad
que subsiste para las progenitores respecto al hijo menor del progenitor
adolescente, esté casado o no; e) adopción del hijo y puede ser restituida
en caso de revocación de la adopción simple o nulidad de la adopción.

1.-La extinción opera de pleno derecho y la privación requiere la


declaración judicial pertinente, previa valoración de la inconveniencia
para el hijo del mantenimiento de la responsabilidad parental en cabeza
de sus progenitores.

2.- La privación de la responsabilidad parental es una sanción que se


impone a los padres por causas graves. No es automática, se necesita de
una sentencia judicial que la declare.

La privación para cualquiera de los progenitores está prevista en el art.


700 CCC por: a) ser condenado como autor, coautor, cómplice o instigador
de un delito doloso contra la persona o los bienes del hijo de que se trata:
b) abandono del hijo, dejándolo en un total estado de desprotección, aún
cuando quede bajo el cuidado del otro progenitor o la guarda de una
tercero; c) poner en peligro la seguridad, la salud física o psíquica del hijo;
d) haberse declarado el estado de adoptabilidad del hijo.
3.- La suspensión se diferencia de la privación POR LA INEXISTENCIA de
reproches a la conducta del progenitor, es decir que no constituye una
sanción, sino que es consecuencia de una imposibilidad de ejercicio de
llevarse a cabo.

El art. 702 CCC PREVEE los caso de suspensión mientras dure: a) la


declaración de ausencia con presunción de fallecimiento; b) el plazo de
condena a reclusión y la prisión por más de tres años; c) la declaración por
sentencia firme de la limitación de la capacidad por razones graves de
salud mental que impiden al progenitor dicho ejercicio y d) la convivencia
del hijo con un tercero, separado de sus progenitores por razones graves.

Si uno de los progenitores es privado o suspendido en la responsabilidad


parental, el otro continúa ejerciéndola. En su defecto se procede a iniciar
los procesos correspondientes para la tutela o adopción, según la
situación planteada y siempre en beneficio e interés del niño o
adolescente.

La obligación alimentaria subsiste para los progenitores, no obstante


estar privados o suspendidos en el ejercicio de la responsabilidad
parental.

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