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D.N.I.: 33562744
Legajo: VABG105923
Modelo de caso
Tema: Derechos fundamentales en el mundo del trabajo
Fallo elegido: Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, “Gahet Mariana
Guadalupe c/ Frávega S.A. sentencia cobro de pesos - rubros laborales s/ recurso de
inconstitucionalidad (Queja Admitida)” (Expte. C.S.J. CUIJ Nro. 21-04643187- 9),
(16/03/2021)
SUMARIO:
I. Introducción. II. Descripción de la premisa fáctica, historia procesal y resolución
del tribunal. III. Análisis de la ratio decidendi. IV. Marco legislativo, doctrinario y
jurisprudencial. V. Postura de la autora. VI. Conclusiones. Referencias
bibliográficas.
I. Introducción
En el ámbito de las relaciones laborales, el acoso moral y físico hacia las
mujeres trabajadoras representa una vulneración a derechos constitucional y
convencionalmente consagrados. El acoso laboral (también conocido como mobbing)
ocasiona serios problemas sicosomáticos, e incluso pueden llevar a su víctima al estrés
y hasta el suicidio, puesto que sus consecuencias llegan al ámbito físico, psíquico,
social, y laboral (Ochoa Díaz, Hernández Ramos, Guamán Chacha, & Pérez Teruel,
2021).
En tal sentido, importa destacar la existencia de un conjunto de normas,
relativamente nuevas, que fueron sancionadas con diversos objetos, pero que en general
tienden a evitar la discriminación de la mujer en diversos ámbitos, y algunas en
particular, en lo que se relaciona con las cuestiones laborales. Entre ellas, por ejemplo,
se pueden mencionar la Ley n° 23.179, Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW), (BO 03/06/1985), la Ley n°
26.485, Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, (BO
14/04/2009) y la Ley n° 27.580, Conv. sobre la eliminación de la violencia y el acoso en
el mundo del trabajo (Convenio 190 OIT), (BO 15/12/2020).
A sabiendas de ello, y con eje en la sentencia dictada por la Corte Suprema de
Justicia de la Provincia de Santa Fe, en autos “Gahet Mariana Guadalupe c/
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los términos del art. 242 LCT, incluso hasta valorarse que podría llegarse a aceptar que
se trató de un distracto discriminatorio en los términos de la ley 23.592 de a ctos
discriminatorios, (BO 05/09/1988), o, tenerse en cambio por acreditado que se trató de
un despido discriminatorio pero fundado en estrictas razones de género, lo cual quedaría
inmerso en el marco de juzgamiento de la ley 26.485, tal y como fuera pretendido por la
trabajadora.
dificultades y suplir estas carencias, por lo que a fin de cuentas la justificación de las
premisas normativas escogidas va a depender de la solidez de las razones que respaldan
la selección de dichas premisas (Martínez Zorrilla, 2010).
En línea con ello, y con foco en la situación fáctica expuesta en relación a la
trabajadora despedida por aparentes motivos discriminatorios de género la cuestión pasa
entonces por llegar a entender de que modo las relaciones laborales pueden verse
afectadas por algo tan dañino e ilegítimo como la discriminación, y lo arbitrario e
incluso anticonstitucional que resulta el otorgar un trato inequitativo a trabajadores solo
fundándose en cuestiones de género, lo que a su vez enciende las alarmas de una serie
de tratados y convenciones internacionales que fueron ratificadas por el país a los fines
de desarticular y prevenir dicha clase de comportamientos.
En este orden se parte por destacar que si bien el empleador tiene posibilidad de
hacer uso las facultades resolutorias previstas en el art. 242 LCT, ello en modo alguno
puede trascender la delgada línea que existe entre dicha potestad y la vulneración de
preceptos constitucionales. No debe perderse de vista que el art. 16 de la Constitución
Nacional postula que todos sus habitantes son iguales ante la ley, y que como se dijo
oportunamente, los actos discriminatorios se encuentran prohibidos por impero del art. 1
de la ley 23.592.
La doctrina enseña al respecto, que existen dos formas básicas de discriminación
laboral: la positiva, que es aquella que justamente busca implantar políticas susceptibles
de dar mejor calidad de vida a aquellos grupos históricamente afectados, y la negativa
(que es la que aquí ocupa) y que es aquella que da un trato de inferioridad a cierta
persona o grupo de ellas, a las cuales se las trata con desprecio físico como psicológico
(Ordóñez Yraolagoitia, 2015). En este orden de ideas, y tratándose de una mujer
trabajadora, es menester señalar que el art. 6, inc. c de la ley 26.485 reconoce a la
violencia laboral contra las mujeres como:
(…) aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos
o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso,
estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado
civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de
embarazo. Constituye también violencia contra las mujeres en el ámbito
laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o
función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma
sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su
exclusión laboral.
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V. Postura de la autora
En un intento por afianzar las bases que comienzan a tomar solidez en torno a
los derechos fundamentales laborales, la sentencia puesta bajo consideración representa
cuanto menos un reflejo por la lucha desmesurada y prolongada, que persiguen muchas
mujeres al momento de intentar laboral en condiciones libres de violencia. El fijar
criterios de diferenciación en donde no debe existirlos se traduce en una violación al
principio de igualdad que emana del art. 16 de la Carta Magna, pero a la vez es
considerado un acto de discriminación entendido como aquel acto por medio del cual se
da un trato de inferioridad a cierta persona o grupo de ellas, efectuando hacia las
mismas un desprecio físico o psicológico (Ordóñez Yraolagoitia, 2015).
Tampoco escapa a este análisis el hecho de que tratándose de una mujer
trabajadora, hoy el país cuenta con normativa propia tendiente a erradicar dicha
tipología de comportamientos segregatorios (Ley 26.485), así como con instrumentos
campados del derecho internacional (tales como la CEDAW, o el Convenio 190 de la
OIT) que propenden directamente a desvirtuar esta clase de flagelos absolutamente
contrarios a todo criterio de libertad y dignidad, y a la vez sumamente dañinos para sus
víctimas.
Pensar entonces en el encuadre con el que se debe juzgar la situación de aquella
trabajadora que adujo haber sufrido tolerado ser obligada a llevar a cabo labores mucho
más pesadas que las efectuadas por sus compañeros varones de trabajo, así como el
otorgamiento de licencias en días feriados, o incluso la imposición de tareas
inadecuadas por su estado tras haber sido hospitalizada tras sufrir un aborto, ponen en
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VI. Conclusiones
A modo de cierre en lo que fue el análisis efectuado respecto de la sentencia
dictada en Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, en el caso “Gahet)”,
(2021), corresponde destacar la trascendencia jurídica de la postura de los magistrados
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en relación al encuadre normativo efectuado respecto del caso. Ya que si bien existieron
dudas en torno a si el distracto debía ser considerado un despido directo en los términos
del art. 242 LCT, lo cierto es que la justicia se manifestó a favor del reconocimiento de
que se trató de un despido discriminatorio pero fundado en razones de género, juzgable
en tal caso de conformidad con lo normado por la ley 26.485.
Si algo queda en claro de todo lo aprendido, es que la justicia laboral finalmente
tomó nota de la importancia de adecuarse a los compromisos asumidos a través de la
normativa internacional ratificada, y con ello de dar efectivo tratamiento a los casos
relacionados con violencia hacia la mujer. Particularmente, tratándose de un contexto
laboral, ello parece llevar consigo una nota de dificultad propia, en tanto el contexto en
el que se suceden los hechos generan marcadas limitaciones a la hora de valorar
concretamente si la conducta se sale o no de los márgenes del derecho laboral, para
convertirse efectivamente en una violación a derechos consagrados a nivel
constitucional-convencional.
Luce necesario destacar que lo obrado en la instancia judicial, marca la
concreción de un compromiso asumido a nivel estatal, lo cual sienta un precedente en la
materia. De modo lento, pero seguro, finalmente la mujer comenzó a denunciar el trato
discriminatorio y el acoso laboral, algo sin dudas novedoso para mundo jurisprudencial,
pero más allá de eso, una verdadera garantía para otras mujeres que actualmente se
encuentran atravesando procesos de este tipo.
El derecho laboral se transformó, ahora, tiene cara de mujer. Esta sentencia,
constituye fiel prueba de la profundidad del cambio de paradigma en el cual el derecho
laboral se encuentra.
Legislación
Ley n° 20.744, (11/09/1974). Ley de Contrato de Trabajo. (BO 27/09/1974). Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
Ley n° 23.179, (08/05/1985). Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la Mujer (CEDAW). (BO 03/06/1985). Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
Ley n° 23.592, (23/08/1988). Actos discriminatorios. (BO 05/09/1988). Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
Ley n° 26.485, (11/03/2009). Ley de protección integral para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus
relaciones interpersonales. (BO 14/04/2009). Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
Ley n° 27.580, (11/11/2020). Conv. sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el
mundo del trabajo (Convenio 190 OIT). (BO 15/12/2020). Obtenido de
Honorable Congreso de la Nación Argentina.
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Jurisprudencia
CSJ de Santa Fe, “Gahet Mariana Guadalupe c/ Frávega S.A. sentencia cobro de pesos -
rubros laborales s/ recurso de inconstitucionalidad (Queja Admitida)” (Expte.
C.S.J. CUIJ Nro. 21-04643187- 9), (16/03/2021)
CSJN, “Pellicori, Liliana Silvia c/ Colegio Público de Abogados de la Capital Federal
s/amparo”, Fallos: 334:1387 (15/11/2011).
CSJN, "Sisnero, Mirtha Graciela y otro c/ Taldelva SRL y otros s/amparo", Fallos:
337:611, (20/05/2014)
C.N.A.T., “P. M. D. R. c/ Chañares Herrados Empresa de Trabajos Petroleros S.A. s/
despido”,Expte: CNT 34434/2015 (10/03/2022).
C.N.A.T., Borda, Erica c/Estado Nacional (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seg. Soc.
de la Nac. y otros) s/Acción de amparo (11/10/2018).