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CASO 1: FAMILIA LUCÍA Y PEDRO

1. CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HECHOS VIOLENTOS ¿POR QUÉ


VIENE A CONSULTAR?

Matrimonio con hijos que presenta episodios violentos, principalmente violencia


psicológica. Lucía, presenta violencia física en algunos momentos contra su marido, y
Pedro violencia psicológica contra su mujer. Son derivados desde asuntos sociales.

2. PROTAGONISTAS.

Lucía: no se encontraba aceptada por parte de su padre, debido al sexo, ya que deseaba
un niño. Por parte de la madre se encontraba muy protegida, para evitar que notara la
falta de afecto del padre. En la adolescencia presenta comportamientos desafiantes,
presentado problemas de dependencia del consumo de diferentes drogas. Debido a esto
sus padres facilitaron su ingreso en un centro de desintoxicación, del que salió
rehabilitada, tras cuatro meses fuera volvió a sus antiguos hábitos. Volvió a ingresar,
pero salió por voluntad propia antes de terminar la rehabilitación.

Decidió ir a Canarias tras un nuevo rechazo por parte de sus padres, por sus continuos
problemas con la droga.

En cuanto a sus expectativas la no monogamia, la vida sin hijos, éxito en el ámbito


laboral y una buena estabilidad económica.

En su sistema de creencias, Lucía justifica el empleo de la violencia por su parte debido


al control y la privación de libertad que Pedro ejerce. Asimismo, minimiza la violencia
en el lanzamiento de objetos en lugar de una agresión física.

Por otro lado, tiene poca relación con la familia, la madre solo venía en octubre hasta
que el niño tuvo tres años. Su padre no acudía a visitarla.

Pedro: vive en Gran Canaria, Gáldar. Tiene inicio a la depresión, tras la muerte de su
padre cobra el papel principal dentro de la familia haciéndose cargo de su madre y de
sus dos hermanas menores. Esta situación le hace sentirse triste, cansado y atrapado.

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Las expectativas que tiene es llegar a formar una familia tradicional con su propio
negocio. Y esperaba que se produjera un cambio en Lucia y sus malos hábitos.

El sistema de creencias, este justifica el uso de la violencia en la esperanza de un


cambio por parte de Lucía.

Lucía y Pedro: se conocen en Madrid, él se encontraba en una mala situación en su


vida y encontró en ella el apoyo para seguir adelante. Ambos, se fueron a vivir juntos,
aunque Lucía seguía con sus antiguos ámbitos. Decidieron casarse y tras la boda, al
sentirte rechazada por los padres, ya que no acudieron a la boda, esta tuvo una crisis tras
el excesivo consumo de pastillas. Debido a esto, se le realiza un seguimiento y
abandona este inapropiado consumo.

Después de un buen período de la familia, nace Luis. La madre de Lucía viene a ver al
niño, su padre no acude, creando nuevamente una mala situación en la pareja. Estas
malas situaciones se hicieron habitual entre ellos, creando insultos, gritos, golpes a las
paredes, desconfianza entre ellos. Llegando incluso a la violencia física por parte de ella
hacía él y la contención de él golpeando la pared por evitar golpear a ella.

Lucía culpaba a Pedro del matrimonio y del hijo que tuvieron, ya que ella no lo buscaba
y no entraba en sus planes. Además, justifica su conducta debido a que se ve atrapada en
su vida, ya que no puede alcanzar sus expectativas.

En cuanto a la gestión de conflictos, en ambos se lleva a cabo a través de los


enfrentamientos.

3. RELACIÓN.

Se trata de una relación ligeramente asimétrica, en la que el poder en la relación es


ejercido mayormente por Pedro, ya que, si bien inicialmente fue ella la que propició la
cohabitación, el matrimonio y la paternidad fueron a instancia de él.

En cuanto al uso previo de violencia, se ha producido en forma psicológica


(verbalmente, contra objetos), física (lanzamiento de objetos que han mermado la
capacidad de visión de Pedro) y, presumiblemente, económica, al ser Pedro el
sustentador de la familia, y empleador de Lucía.

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Aun así, existen contratos implícitos de resolución de conflictos: no golpearse,
manifestación de la ira y, por parte de Pedro, evitar la violencia física sobre Lucía,
dándole golpes a la pared.

4. GRAVEDAD DE LA VIOLENCIA: ESTUDIO CONJUNTO DE


DIFERENTES ASPECTOS.

Si bien es cierto que la relación tiene cierta asimetría, el tipo de violencia se


corresponde con castigo por parte de ambos. Ella a él, por hacer que se casasen y fuesen
padres; y él a ella por su forma de vida relacionada con las adicciones.

La violencia se manifiesta de forma habitual y bidireccional, siendo ésta psicológica,


presumiblemente económica por lo anteriormente expuesto, y física por parte de ella.
Tienen la violencia aceptada, no sintiéndose culpable ninguno, De momento no se
extiende a otras personas, pero por los factores situacionales muy posiblemente afecta al
niño.

Esta situación de violencia afecta a la autonomía de Lucía, principalmente por su hijo, y


por la vigilancia que, real o no, considera que Pedro ejerce sobre ella. Lucía siente su
libertad limitada por el carácter monógamo de la relación, por las obligaciones
maternales, y posiblemente por el vínculo laboral con su marido. No apreciamos
motivación para involucrase ni en intervención ni en mediación, a excepción del valor
que le dé Pedro a dotar de normalidad la relación matrimonial.

5. DINÁMICA DE LA VIOLENCIA.

En cuanto a la dinámica de la violencia en este caso, encontramos que ésta es simétrica.


Se produce desde y hacia ambos progenitores, con una igualdad en la interacción
violenta, aunque expresada en ocasiones de distintas formas.

Así pues, Pedro en ocasiones la expresa contra las paredes (contrato implícito,
fundamentalmente contraído consigo mismo) y Lucía con el lanzamiento de objetos,
una vez han pasado otros niveles de violencia como increparse o gritarse. Además,
podemos encontrar como existe un contrato implícito al no golpearse
contundentemente, si bien muy flexible en relación al daño ocasionado, acabando con

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arañazos y mordiscos por parte de ella. En este contexto de violencia bidireccional,
presumiblemente (pues no está especificado), el hijo sea relais de las situaciones de la
violencia familiar, regulándolo en su presencia, posiblemente al igual que con personas
externas a la pareja.

Hay que señalar que el conflicto se encuentra ya en una fase avanzada, con secuelas
físicas, y muy probablemente en la autoestima de ambos, por no haber cumplido
ninguno de los dos las expectativas vitales. Asimismo, la violencia es instrumental en el
caso de Pedro, que sigue queriendo corregir los vicios, a su entender, de su esposa; y
expresiva por parte de Lucía, debida a la opresión que le supone el matrimonio y su
hijo.

6. CIRCUNSTANCIAS Y FACTORES DE RIESGO Y PRECIPITANTES.

Tanto las circunstancias como los factores de riesgo que encontramos en el caso son
variados. Incluso desde antes de conocerse, la relación con la familia extensa era difícil
en el caso de Pedro, principalmente por el fallecimiento de su padre; y en el caso de
ella, prácticamente inexistente, provocada por su vinculación con las drogas y
problemas con su padre por su sexo, llegando a ser expulsada de la residencia familiar.

La adicción a sustancias se mantiene en el tiempo, y constituye a su vez otro factor de


riesgo. Esto se une al bajo nivel educativo y a la falta de recursos, además de la falta de
competencias tanto en inteligencia emocional como en educación de Luis. También
constituyen un factor de riesgo la falta de socialización de la pareja, sin la realización de
actividades de ocio, y mucho menos con familiares o amigos. Esto deriva de otros
aspectos, como las expectativas generadas por Lucía y Pedro, explicadas en el segundo
punto, y no casan las del uno con las del otro.

Según Lucía existía un exceso de control de Pedro hacía ella debido a que pasaban
mucho tiempo juntos, tanto en el trabajo como en la casa. Además, la unión del
consumo de drogas por parte de Lucía y lo nombrado anteriormente, hacían que en la
unión familiar se acumulara sucesos estresantes afectando negativamente la relación
conyugal.

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Otro factor de riesgo puede estar presente en el hijo de ambos, Luis, ya que al presenciar
situaciones de violencia familiar puede repercutir en el niño, a seguir esta pauta de
conducta en pareja cuando crezca.

7. CIRCUNSTANCIAS Y FACTORES DE PROTECCIÓN.

Uno de los factores encontrados en el caso, es la buena relación que existía entre Lucía
y su madre, creándole vínculos afectivos. Además, por parte del padre se encuentra un
factor de protección, que es la casa que deja a nombre de Lucía, creando en ella un
hogar seguro.

Por otro lado, los servicios sociales son otro factor, ya que intentan ayudar a la familia
para que mejore sus conflictos.

La situación económica de Pedro, también es un factor de protección, ya que aporta


dinero en la unidad familiar, trabajando en un restaurante.

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