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En el informe, se aborda la evolución del hielo marino del Ártico en respuesta a cambios
en el forzamiento externo, especialmente las emisiones antropogénicas de CO2. Se
destaca la importancia de diferentes trayectorias de emisiones (RCP2.6 y RCP8.5)
durante 2020-2040, con probabilidades distintas de una cobertura baja de hielo marino
antes de 2040.
Para RCP2.6, se prevé una caída poco probable en la cobertura de hielo marino en
septiembre a menos de 1 millón de km2 antes de 2040. En cambio, para RCP8.5, la caída
es probable, según un estudio único (Notz y Stroeve, 2018), respaldado por estimaciones
basadas en la temperatura y la pérdida observada de área de hielo marino por tonelada de
emisiones de CO2.
En la sección sobre criofera, océano y biosfera (Capítulo 4), se consideran las tendencias
de la cubierta de hielo marino en septiembre para períodos de 10 y 20 años que finalizan
entre 2021 y 2040. A pesar de la importancia del forzamiento antropogénico, la
variabilidad interna puede enmascarar su impacto a corto plazo. Simulaciones del modelo
CMIP6, CanESM5, sugieren una probabilidad significativa de que las tendencias
positivas de 10 años terminen a corto plazo, mientras que todas las tendencias de 20 años
son negativas en este modelo conocido por su alta sensibilidad climática.
En particular, se observa que este modelo CMIP6, CanESM5, muestra una respuesta
notablemente mayor en la absorción de carbono oceánico a corto plazo en el escenario de
forzamiento SSP5-8.5 en comparación con el escenario SSP1-2.6 (consultar Figura 4.14).
Al analizar las tendencias de 10 años que finalizan en el corto plazo (2021-2040) después
del SSP1-2.6, se identifica que un número igual de tendencias en la absorción de carbono
oceánico son positivas y negativas.
Este análisis destaca las diferencias en la respuesta del modelo CanESM5 ante diferentes
escenarios de forzamiento, subrayando la importancia de considerar la variabilidad en la
absorción de carbono oceánico en función de las condiciones de forzamiento específicas.
Se espera que futuras evaluaciones con el conjunto completo de simulaciones CMIP6
proporcionen una comprensión más completa de las proyecciones y respuestas del
sistema oceánico frente a los escenarios de forzamiento climático.
La redistribución del calor en el océano está influenciada por procesos complejos, donde
procesos convectivos, de capas mixtas y relacionados con remolinos tienden a enfriar el
océano, mientras que procesos advectivos y diapícnicamente difusos lo calientan. El
Océano Austral destaca por su papel dominante en la absorción global de calor, con
alrededor del 75% de la absorción de calor del océano al sur de 30°S.
La subsección también aborda la evolución a mediano y largo plazo de los modos de variabilidad
climática a gran escala, como el Modo Anular Norte (NAM) y el Modo Anular Sur, junto con sus
teleconexiones asociadas. Los capítulos 8 a 10 proporcionan evaluaciones detalladas de los
mecanismos físicos y retroalimentaciones individuales involucradas en el cambio futuro de cada
modo.
En relación con la acidificación del océano, se espera que esta tenga un impacto significativo en
las regiones menos profundas del Pacífico subártico y el Océano Austral, en comparación con el
Atlántico Norte. Además, se menciona que la evaluación de la acidificación bajo los cuatro SSP
prioritarios de los modelos CMIP6 se realizará de manera más detallada a medida que haya más
datos disponibles.