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Facultad de Ciencias Naturales y Museo

Cátedra de Micromorfología de Suelos JTP Lic. María Julia Solari

“Introducción a la mineralogía óptica:


Nociones teóricas y prácticas básicas para el abordaje del estudio de la
mineralogía y micromorfología de suelos”.

6. Los minerales al microscopio (Parte I: Observación con PPL)

Teniendo en cuenta qué ocurre cuando la luz atraviesa los minerales, y conociendo
cómo funciona un microscopio petrográfico, es hora de analizar cuál es el resultado de
la conjunción de ambos, esto es: qué ocurre cuando observamos minerales al
microscopio (¡Al fin llegó!... no?)

Para ello hay que recordar que la luz proveniente de la fuente de iluminación atraviesa
el polarizador del microcopio y sale vibrando en un solo plano (PPL), luego entra al
cristal y si es anisótropo se “desdobla” en un rayo ordinario y un rayo extraordinario
que vibran perpendicularmente entre sí, y con distintas velocidades de propagación
(distintos n); recorrerán el espesor del mineral; y por último, a la salida del cristal
ambos rayos se recompondrán en uno sólo nuevamente, pero con un cierto “retardo”.

Es IMPORTANTE tener en claro que el comportamiento de la luz dentro de los


minerales es sumamente complejo, y no hemos profundizado demasiado en él, sin
embargo consideramos que, con el conocimiento adquirido, ya se podría intentar
pasar a la aplicación concreta de lo aprendido. Esto es, comenzar a distinguir las
propiedades más relevantes que permiten identificar las distintas especies minerales
al microscopio.

Cabe recordar que, en el caso se estar trabajando con luz polarizada plana (PPL)
solamente, se dice que se está observando “sin cruzar nicoles”. En cambio, si
colocamos el analizador se está trabajando con “nicoles cruzados” (XPL).

Ahora bien:
Si tenemos un preparado en la platina del microscopio y miramos a través del ocular
“sin cruzar nicoles” (PPL) y podrán darse 2 situaciones:

Minerales opacos y transparentes


a) que el mineral no deje pasar la luz: entonces estamos frente a un mineral opaco, el
cual deberá ser observado con un microscopio calcográfico que trabaja con luz
reflejada. En esta situación sólo podremos decir “hay x cantidad de opacos”. Un
mineral es opaco debido a que absorbe la totalidad de las longitudes de onda.

b) que el mineral deje pasar la luz: en tal caso el mineral es transparente, por lo que
podremos seguir adelante con el análisis. En este caso de la luz que se refracta,
parte es absorbida y parte atraviesa y sale del cristal.

En la siguiente foto se observan minerales: 1) opaco; 2) transparentes

Las propiedades que pueden determinarse cuando un mineral es transparente , “sin


cruzar nicoles”, principalmente, son: color, pleocroismo, forma, hábito, clivaje y
relieve.

 Color:

Un mineral transparente puede verse incoloro o coloreado, en función de la absorción


diferencial dentro de él, de las distintas longitudes de onda de la luz,.

Cuando la absorción de todas las longitudes de onda es homogénea y pequeña, el


cristal aparece incoloro (1 y 2); si la absorción es total aparecerá negro (3).

Pero en muchos casos la absorción es diferencial para algunas longitudes de onda:


absorbe algunas y refleja otras. En estos casos los minerales son coloreados, pues los
veremos del color correspondiente a las longitudes de onda que refleja (4).
 Pleocroismo

El pleocroismo es la propiedad que presentan algunos minerales de absorber las


radiaciones luminosas de distinta manera en función de las direcciones de vibración
dentro del cristal. Es una propiedad de minerales anisótropos.

Esto se hace evidente cuando un cristal, montado sobre la platina giratoria del
microcopio, sufre variaciones en el color (o en la intensidad del mismo) en un giro de de
la platina de 360°.

Por tanto para saber si un cristal es o no pleocroico basta con girarlo en la platina del
microscopio. Si experimenta algún cambio en su coloración el mineral es pleocroico, si
no cambia quiere decir que ese mineral (o mejor dicho, ese grano) no es pleocroico.

 hábito

Es la tendencia de los minerales a presentarse bajo una determinada forma geométrica,


la cual tiene relación directa con su estructura interna cristalina: es consecuencia de
este ordenamiento interno.

El hábito puede observarse al microscopio en el caso de granos pequeños, pero no es


más que lo que puede apreciarse macroscópicamente cuando los cristales son de mayor
tamaño:

El hábito puede describirse como:

- fibroso: por ejemplo el talco (1)

- tabular: típico de los feldespatos (3); para la actinolita (2)

- prismático: por ejemplo la apatita (4)

- laminar: representativo de las micas y cloritas (5).

- equidimensional (redondeado): como los granates (6), y minerales que han sufrido
transporte ácueo como los sedimentos.
- irregular: cuando no muestra ninguna tendencia particular de crecimiento.

Los minerales preparados en secciones delgadas (dos dimensiones) muchas veces no


reflejan el hábito real, que presenta macroscopicamente en tres dimensiones.

 forma

Es una propiedad descriptiva íntimamente relacionada con el hábito, pero es la forma


que presenta el grano al momento de su descripción, la cual puede no reflejar
exactamente la tendencia al desarrollo y crecimiento del cristal en el espacio, como el
hábito.

 clivaje

Es la tendencia que muestran los minerales a fracturarse según planos regulares. Estos
planos corresponden a direcciones privilegiadas de la estructura cristalina. Son planos
de debilidad presentes en el retículo cristalino, donde debido a la presencia de enlaces
más débiles, el mineral tiende a escindirse a lo largo de ellos.

Al microscopio se ven como un sistema de finas líneas rectas y paralelas. Según el


mineral pueden haber aparecer uno o varios sistemas de líneas de clivaje.

El clivaje puede ser:

a) en una dirección, cuando los minerales tienden, en consecuencia, a partirse en


láminas. El ejemplo característico son las micas, como la biotita (1: lámina paralela al
portaobjetos; y 3: conjunto de laminillas perpendiculares al portaobjetos) o la moscovita
(2: lámina paralela al portaobjetos; y 4 lámina perpendicular al portaobjetos)
b) en dos direcciones, en que los minerales presentan normalmente un reticulado que
forma un ángulo de 90° (característico de los piroxenos: 2), o mayor de 90° que le da al
mineral aspecto de pequeños rombos (típico de los anfíboles: 3)

Algunos pocos minerales pueden presentar más de 2 direcciones, pero no son comunes.
Y se da el caso de otros que no poseen clivaje, como el cuarzo, que se fractura de
manera irregular.

 relieve

Cuando algunos granos se destacan más que otros, aunque su espesor es el mismo, se
dice que poseen distinto relieve. En tal caso el contorno (o borde) de los granos se
observa más o menos marcado, es decir, se destacan con diferente intensidad.

Este fenómeno es consecuencia de la diferencia que exista entre el índice de refracción


del bálsamo de Canadá (n=1,54) -donde está inmerso el grano- y el n del mineral: a
mayor diferencia de índices de refracción, más marcado será el relieve.
Para la descripción, se habla de grados de relieve: bajo, moderado, alto, muy alto y
extremo.

Puede además especificarse si el n del mineral es mayor o menor que el n del bálsamo,
lo cual puede determinarse óptimamente con suaves movimientos del tornillo
micrométrico.

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