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Hace más de doscientos años, llegaron a Buenos Aires las noticias de lo

que estaba ocurriendo en España: el rey, Fernando VII, había sido


encarcelado por Napoleón y sustituido por su hermano.

Al ver esto, los criollos que ya tenían en sus corazones el deseo de


libertad y democracia, se unieron para formar nuestro primer gobierno
patrio.

Donde a partir de allí apareció la palabra “Libertad”, esa libertad que sólo
se consigue después de haber reconocido quienes somos y hacia dónde
queremos ir, libertad para recorrer nuestro propio camino y construir un
sueño-país. Esta palabra se hizo escuchar con toda su fuerza por aquellos
días, por hombres con grandes cualidades: el valor y las condiciones
militares de Saavedra; la pasión democrática de Moreno; la decisión de
Juan José Paso; la valentía y la inteligencia de Manuel Belgrano; la
erudición de Castelli, la consagración total de Alberti, la vocación
republicana de Azcuénaga y la generosidad de Matheu y Larrea y también
de muchos otros que no siempre fueron reconocidos por la historia, pero
que con ideas y convicción dejaron sus vidas en la lucha por la
construcción de un país libre.
Hombres atentos que, interpretando los signos de los tiempos; estaban
decididos a aprovechar las oportunidades y a cambiar aquello que era
injusto.
Ideas claras y firmes. Objetivo en común. Un pueblo que se une y se
organiza para conseguir lo que quiere... Y lo consigue.
En nuestras manos se encuentra la posibilidad de seguir haciendo de esta
ciudad y de este país, un lugar para todos y todas, que respete y valore su
historia y cultura. Nuestro deseo es que el trabajo, la salud, la educación y
la justicia sean un derecho y una realidad para todos los que habitamos
esta tierra. Sólo el esfuerzo en conjunto permitirá construir el país que un
día aquellos hombres de mayo soñaron y que todos merecemos en donde
cada uno de sus habitantes pueda sentir en sus vidas el amplio sentido de
la dignidad y libertad.
Muchas gracias!!!!!

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