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En todo país hay épocas para reafirmar sus principios jurídicos y políticos.
En México estamos viviendo una de ellas, pero especialmente necesitamos
que nuestras acciones se guíen por los principios morales que hemos
construido y que se sintetizan en el liderazgo de la Constitución de 1917.
Nuestra Constitución es un conjunto de normas y preceptos jurídicos; sí,
pero es algo más. Es el conjunto de valores morales que rige la vida real, la
vida cotidiana, la vida de todos los días de millones y millones de
mexicanos. Así, la Constitución es nuestra norma, es nuestra realidad y es
nuestro ideal.
En todo país hay épocas para reafirmar sus principios jurídicos. En México
estamos viviendo una de ellas, especialmente necesitamos que nuestras
acciones se guíen por los principios que se sintetizan en la Constitución de
1917, porque ha sido el pasado y el presente. La Constitución marca
nuestra ruta y nuestro destino.
Compañeros estudiantes:
En Querétaro, hace 95 años, se reunieron los hombres que representaban
al México que había hecho la revolución.
Cada uno con sus ideas, cada uno con sus proyectos en los que
expresaban el sentir de los que no tenían voz, pero habían dado su vida por
México. Hoy fuimos convocados a recordar un momento de nuestra
historia en el que envueltos en diferencias sociales y enconos políticos, un
grupo de mexicanos con voluntad y valor lograron acordar y construir una
nueva Constitución que respondiera a las demandas de ese momento.
Con gran imaginación y patriotismo el Congreso Constituyente superó
los desafíos y definió el futuro de nuestra Nación.
Así, como ellos fueron capaces de darle orden y rumbo a la Nación en un
momento histórico caracterizado por la fragmentación social, el vacío de
poder, la violencia y la agitación social que se había desatado después de
la primera revolución social del Siglo XX, hoy nosotros recordamos su
ejemplo seguros de que los acuerdos son posibles y las diferencias siempre
son resueltas con el diálogo.
La Constitución de 1917 puso fin a la revolución armada. En medio de
una sangrienta lucha entre hermanos en diciembre de 1916, Venustiano
Carranza convocó a poner las ideas y deponer las armas. Se bajaron del
caballo y se sentaron en el congreso.
Esos hermanos enfrentados hasta la sangre, son a los que hoy
recordamos cuando después de 14 meses de debate nos dieron una nueva
Constitución que encauzó las más enconadas diferencias y organizó a los
más enfrentados intereses.
En 1917, el Congreso Constituyente mostró la capacidad para unir a los
extremos. De ahí, el 5 de febrero de ese año, resultaron estos 136 Artículos
que norman hoy nuestra vida diaria.
En la Constitución están plasmados los derechos ciudadanos, pero
también las obligaciones a la que estamos sujetos.
Aquellos patriotas nos legaron la existencia de un estado de derecho, en
el que gobernantes y gobernados se sujetan al marco de la ley. El
constituyente comprendió que es posible conservar el orden sin pasar sobre
la ley.
Gracias a ellos, nuestra Nación ha tenido una democracia constitucional
como principio básico de su desarrollo. Una democracia constitucional que
ha sido lo suficientemente flexible para actualizar y ajustar el texto a la
realidad política, social y económica.
Es así que tenemos una Constitución dinámica que recoge las exigencias
de los mexicanos.
Si los mexicanos tenemos un gran pasado, estamos obligados a construir
un gran futuro. Con la misma fuerza e inteligencia de aquellos hombres,
habrá que visualizar el futuro para garantizar un rumbo positivo a la
Nación.
Graccias
DISCURSO ALUSIVO A LA CONMEMORACIÓN DE LOS 100
AÑOS DEL INICIO DE LA
REVOLUCIÓN MEXICANA
Continuó con el reparto de las tierras a los trabajadores del campo. Se puso
en marcha el mandato constitucional que establece el reparto de utilidades a
los trabajadores y sentó los lineamientos para la fijación de los salarios
mínimos. Se creo el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado, ISSSTE.
PRI
Luchar contra las desigualdades sociales.
Contenido
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1 Infancia y juventud
2 Presidente de México (1958 – 1964)
o 2.1 Política interna
2.1.1 Política gubernamental
2.1.2 Política social
2.1.3 Política económica
2.1.4 Política educativa y cultural
2.1.5 Obras públicas
o 2.2 Política externa
3 Muerte
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Enlaces externos
Manuel Zermeño
Secretario de Marina 1958–1964
Araico
Donato Miranda
Secretario de la Presidencia 1959–1964
Fonseca
Julián Rodríguez
Secretario de Agricultura y Ganadería 1958–1964
Adame
La represión
[editar] Muerte
Abundó que "el gran legado de López Mateos, del gran presidente
inmortal de la patria, es el recuerdo de la juventud como una unidad
potente, una fuerza progresista y sobre todo, liberadora del pensamiento",
mientras que Bringas López recordó cómo el ex mandatario "representó
dignamente a su país en las 16 naciones que visitó y se relacionó con los
hombres más sobresalientes del mundo."
Lunes, 05 de Julio de 2010
El cronista de Atizapán, Enrique Bringas López señaló que durante el
sexenio del mexiquense, por primera vez el mexicano ganó más de lo que
costaban los productos.
Abundó que "el gran legado de López Mateos, del gran presidente
inmortal de la patria, es el recuerdo de la juventud como una unidad
potente, una fuerza progresista y sobre todo, liberadora del pensamiento",
mientras que Bringas López recordó cómo el ex mandatario "representó
dignamente a su país en las 16 naciones que visitó y se relacionó con los
hombres más sobresalientes del mundo."
“LA BANDERA ES LA PATRIA TODA, EN SUS SUEÑOS EN SUS
RELACIONES, EN SU ORIGEN Y CONCEPCIÓN SE MEZCLAN EL
MITO, LA LEYENDA, LA FABULA, LA HISTORIA, QUE SUMADAS
DAN EL CONCEPTO DE PATRIA, DE NACIONALIDAD, DE
IDENTIDAD COLECTIVA”
JURAMENTO A LA BANDERA
BANDERA DE MEXICO
SÍMBOLO DE LA UNIDAD
LA NACION INDEPENDIENTE
HUMANA Y GENEROSA
Señoras y señores:
Hermanos contra hermanos en una lucha sangrienta por duró casi 20 años.
Y es que eran ya 60 años los que México llevaba de guerras, muy justas y
necesarias, mas no por eso menos destructoras, las exteriores; pero en
general sin sentido y puramente convulsivas, las interiores.
Pero poco a poco fue pasándose de la medida en esta política, que no por
ser beneficiosa dejaba de ser arbitraria y dar un ejemplo constante de
injusticia. Y la gente, pasada la primera urgencia, restaurado el pulso de
país, empezó a percibir la contradicción en que vivía el general Díaz.
Había luchado gallardamente por las leyes de Reforma y cometía la burla
de no hacer ningún caso de ellas; había peleado reciamente por la
independencia de la Patria, y ahora entregaba su suelo y sobre todo su
subsuelo a voraces capitalistas extranjeros, con tal imprevisión, que
parecía una venta; había nacido y crecido entre el pueblo; había vivido con
él y para él una vida heroica, y el pueblo estaba abandonado y era
maltratado y vejado por los grandes hacendados y las poderosas empresas.
Y aunque él era cada vez más autoritario, pero no inhumano, muchos de
sus representantes sobre todo en el campo, eran verdaderos verdugos del
pueblo.
Así lo entendió el ilustre prócer don Francisco I. Mader, y por eso pidíó al
general Díaz que restableciera la ley, que devolviera al pueblo su derechos
y que en esta forma permitiese elegir como era debido por lo menos el
Vicepresidente de la República, pues él podía seguir siendo Presidente, en
atención a sus grandes méritos anteriores.
PROGRAMA
2.- UBICACIÓN
6.- VINCULACIÓN
Las virtudes son hábitos que unen al hombre con Dios. La fe es vehículo
de comunicación intelectual: es creer en Dios y en los misterios revelados
por Dios. La caridad es amor; amor sobrenatural, peculiar amistad entre
Dios y el hombre. La esperanza, mira a Dios en cuanto El es para el
hombre la bienaventuranza eterna.