Está en la página 1de 25

1

DOS MUJERES AUDACES

(comedia)

Autor: Carlos Cazila


carloscazila@gmail.com
mensaje70@yahoo.com.ar

+54911-4172-8732 (móvil) +5411-4374-2841

OBRA REGISTRADA
ORIGEN: Argentina

Personajes

-Atila
-Ilse
(Ambas, mujeres mayores)

SINTESIS: Dos hermanas pueblerinas se cansan de evocar su


pasado y traman una acción que culmina en aprisionar a un
hombre que han citado

COMIENZO: ILSE ENCUENTRA SENTADA, ABANICÁNDOSE

ATILA: (desde afuera) ¡Ayudame, ayudame, que pesa!


2

ILSE: ¿Tanto, trajiste?


ATILA: (Ingresa, burlona, con una bolsa de mercado semivacía. Muestra lo
poco que trae) ¿Qué esperabas? ¡Con lo que cuesta todo!
ILSE: Y bueno, ¿no decías que hay que hacer régimen?
ATILA: A la fuerza. Y encima, se molestan si reclamo. Y de los cajeros, ni
hablar…(comienza a sacar las cosas de la bolsa)
ILSE: Para buenos modales está don Goyo
ATILA: Así te cobra
ILSE: Sí, pero siempre con una sonrisa
ATILA: ¿A vos te sonríe?
ILSE: Todo hace parecer que uno de estos días.
ATILA: ¿Te acordás cuando nos decían cosas?
ILSE: Aquellos tiempos…
ATILA: Esa ingenuidad pueblerina…
ILSE: No sé si eran tan ingenuos, pero si galantes. Y nosotras, un ejemplo…
ATILA: Tampoco sé si un ejemplo, pero en comparación con las de hoy en
día…Pensá en el cumpleaños de ayer…
ILSE: ¡Qué barbaridad, Luna!…Llegar a los quince y tan bruta…
ATILA: Pobre Crisolfa, las dos le salieron un desastre. Tantas esperanzas a
la mierda…
ILSE: Gastarse todo en un cumpleaños para esa manga de salvajes…
ATILA: Por eso me vine antes
ILSE: ¿Ya viste el suvenir?
ATILA: ¿Qué? ¿le alcanzó para suvenir?
ILSE: Algo simbólico, recuerdo de los quince, y lo que vendrá…
ATILA: ¡Qué ridiculez, esas tarjetitas de colores!
ILSE: (muestra un preservativo decorado) Tarjetita y algo más…
ATILA: ¿Eh? ¿Qué indirecta es esa?
ILSE: Significa el deseo que vendrá…Quién dice que no nos traiga suerte
ATILA: No seas ridícula …Lo único que faltaba, esos suvenires… (va hacia
un costado con las cosas. Suena el teléfono)
ILSE: (atiende) Hola…¿Crisolfa? Te iba a llamar...Sí, ayer la pasamos divino,
el vestido de la nena, precioso; el vestido, la nena no tiene arreglo… que
no necesita ningún arreglo, estaba hermosa…Digo yo: ¿El vestido es el
mismo del cumpleaños de la otra, no es cierto? ¡Ah,no!, ¿cómo se lo va a
poner si está mucho más gorda?¿no lo agrandaron?..Ejem, te decía, la
fiesta, hermosa, y los suvenires ni que hablar, ¿qué?, ¿no los viste? ¡Ah,
fue una ocurrencia de la nena!, ¡el mio, increíble! Lo hizo con toda maldad
del Mundo, pero lo puse al lado del retrato de Fulgencio… ¿cómo no te
acordás quién es Fulgencio? ¡Fulgencio! Mi ex, mi finadito… no puede usar
3

el souvenir pero a ustedes las considera forras… Cosas de él …Ah, me


olvidaba: ¡Todo exquisito! Adoro tu gentileza de dejarme traer una
bandeja de masas, sí, claro, ¿qué hace un kilo más o un kilo menos?, sí,
una delicia; ¿te salieron baratas, no? Eso se nota…¿Atila? Fue hasta el
mercado, a cargar el changuito, sí, día por medio llenamos la
heladera…Bueno, gracias por todo, querida, me están llamando a la
puerta, adiós… (Al retrato) Perdoná que te metiera en el medio, vos nunca
mentías, sólo alguna que otra canita al aire, pero yo siempre perdoné tus
traiciones…cuando a una no le queda más que perdonar…
ATILA: (entra) ¿Otra vez hablando sola?
ILSE: ¿Otra vez? ¡Dios no lo permita! Con la medicación ya estoy mejor. Y
desde que hago yoga, mi cuerpo se ve mucho más sano
ATILA: Sí, pero de la cabeza, no se ve nada…
ILSE: ¿La cabeza? ¿Qué tenés que decir? ¿Te olvidás que hasta hice mi
experiencia con un psicoanalista?
ATILA: Eso fue hace décadas.
ILSE: Qué importa: Fueron como cinco años de diván…¡Y diez de cama!
ATILA: Nunca lo ví muy profesional
ILSE: Pero de lo más terapéutico… (se refiere a Fulgencio) Era cuestión de
elaborar el duelo..
ATILA: Para terminar hablándole al retrato…
ILSE: Callate, vos no sabés nada …Cambiando de tema, ¿Qué hiciste con
las masas?
ATILA: Las masas…
ILSE: Las que me cargué en el cumpleaños…
ATILA: Ah, sí, las masas…(sale a buscarlas)
ILSE: ¿Ves que a vos también te patina? ¿Y encima, me criticás? ¿Vos, que
te olvidaste la dentadura en la heladera?
ATILA: (vuelve. Trae unas pocas masas en una bandeja) Detalles, detalles…
ILSE: (por las masas) ¿Sólo esto? (trata de tomar una)
ATILA: (aleja la bandeja) Estás a régimen, y no te olvides de las pastillas
ILSE: Las pastillas, sí, las pastillas (las busca en el bolsillo) (Suena el
teléfono. Atila atiende, mientras Ilse devora lo que hay)
ATILA: (al teléfono) ¡Crisolfa! Recién vuelvo. Sublime, el cumpleaños. Sí, no
aguanté hasta el final… ¿Luna? ¿Qué le pasó ahora?... ¿Se equivocó? ¿Se
equivocó de píldora?... ¿La píldora del día antes, en lugar de la del día
después?... Y bueno, querida, tiene para un día mas de…En fin…te dije que
le controles los fatos, perdón los novios… ¡No, Cris! ¿Como voy a hablar de
envidia! ¿A vos? ¡No, mi amor, no tengo nada que envidiarte!, ¿qué tenés
4

vos, que yo no tenga?, ¡y si eso que tenés es un marido, más que


envidiarte, tendría que darte el pésame!…¡Hola! (corta)
ILSE: Atila, ¿por qué esa violencia verbal?
ATILA: Nada…Se cree que porque tiene marido…
ILSE: Atila, clamate, vos sabés por qué no tuviste marido…
ATILA: El trauma, sí, el trauma…
ILSE: Después de haber caído en la deshonra…pobrecita
ATILA: Callate, no quiero que me compadezcan…
ILSE: No, claro, no quiero decir que hayas sido una una arrastrada,
simplemente, que lo malo, se paga.
ATILA: No sé de qué hablás…
ILSE: Es una lástima que en todo Cacharinas se hayan enterado de que
eras adúltera, pero todo se olvida…
ATILA: Todo no, adúltera sí, pero me quedó el trauma
ILSE: Bueno, ya va a pasar, ya vas a ver que volverás a reverdecer
ATILA: ¿Te parece?
ILSE: Nunca es tarde para ser una vieja verde…Ahora andá, si querés,
podés llevar la bandeja. Estoy inapetente (Atila sale)… Siempre hay que
pensar en cosas lindas. Es lo que aprendi en el curso de meditación: entrar
en alfa y poblarse de bellos recuerdos, Atila, volvamos a mirar recuerdos
(toma un álbum de fotos)
ATILA: No sé que bellos…
ILSE: ¿Qué decís?... La vida en Cacharinas fue
hermosa.....Cacharinas…Reconocido pueblo hortícola
ATILA: ¡Hortícola!, así quedó, como el…
ILSE: Después que se lo tragaron las aguas…Mirá, mirá, acá las dos, en
minifalda
ATILA: Sí, casi nos llevan presas
ILSE: Tiempos de represión, pero en los pueblos todo se arregla
ATILA: (con el mismo desgano) Nunca es bueno que te hagan fama de
puta…
ILSE: Mirá, mirá la fiesta del melón. Siempre nos elegían la reina y la
princesa del melón, un año a cada una.
ATILA: Hasta que las Cacharinas se inundaron…
ILSE: Cierto…Esos melones flotando… Y el calor del verano…Fijate: Acá
está el heladerito. Andaba de acá para allá, siempre detrás mío
ATILA: Estás loca. Ese me seguía a mí
ILSE: ¡Pensá con sensatez, era a mí!
ATILA: ¡Te digo que a mí!
5

ILSE: Bueno, un rato a cada una. ¡Qué belleza, ese heladerito.! No tenía
ningún defecto
ATILA: Era un poco frío. Demasiado frío.
ILSE: ¿Demasiado frío, el heladrito? sería con vos.
ATILA: Como quieras, no pienso discutir por eso.
ILSE: Mejor que vaya a preparar el té (sale).
ATILA: Sí, para los nervios…¿Sabés? Pienso que estuve mal con
Crisolfa…Mejor, la llamo…(marca el número) ¿Cris? Perdoname si te
contesté mal. Una, a veces, tiene sus momentos. Yo sé que estás harta de
aguantarme, pero aquella vez que me quisiste internar, no te la voy a
perdonar. Acá, la única loca es Ilse, toma como diez pastillas más que yo.
Fue a preparar un té… colagogo…Sí, se me indigestaron las masas del
cumpleaños…No digo que fuera comida en mal estado, pero debe ser el
estado… el estado de una, pero que la comida estaba podrida, no se
puede negar…Calmate, estoy así por Ilse. La convivencia con ella es un
infierno. Hay crueldad mental y castigo psicofísico. No, físico no, pero un
día va a haber. Yo sé que alguna vez voy a estallar…
ILSE: (se asoma) Te estoy escuchando…(Atila deja el teléfono) Nunca voy a
perdonar que me andes infamando con los seres que más quiero.
ATILA: ¿Con los que más querés? Entonces podés quedarte tranquila.
ILSE: Si hablás así cuando estoy cerca, no quiero ni pensar cuando salgo…
ATILA: Tenés razón. Va a ser mejor que salga yo…(intenta salir)
ILSE: Esperá, pongamos mente positiva, Atila, mente positiva; también lo
aprendí en el curso de meditación, vení, sentate… (le hace masajes en el
cuello) Tenés que dejar de envidiarme. Cada una tuvo su cuarto de hora
ATILA: No es cierto que haya quedado para el descarte…
ILSE: Mente positiva, Atila, más se perdió en la inundación
ATILA: La inundación…Esos melones flotando…Todo ese pueblo en
ruinas…
ILSE: Las ruinas también tienen algo especial
ATILA: ¿Lo decís por nosotras?
ILSE: Por mí, no…En cuanto a vos…
ATILA: Yo, ¿qué?
ILSE: Nada, nada, mente positiva. Ahora sí, voy a preparar la valeriana,
para los traumas
ATILA: ¿Traumas, yo? Vos sabés que eso de la fobia al casamiento es puro
cuento…No quisieron casarse porque los espanté…En el fondo, no saben
lo que se perdieron…
ILSE: (Se asoma con una botella)…¡Bueno, acá está!
ATILA: ¿Qué? ¿Alcohol?
6

ILSE: Un traguito, sí, la mejor terapia


ATILA: ¿Qué decís? Soy abstemia
ILSE: Un traguito, nada más…Ayuda a olvidar… (Sirve. Beben y se entonan)
ATILA: ¿Olvidar? ¡Cómo si hubiera algo!
ILSE: Olvidar, sí. Olvidar lo felices que fuimos, aquellos juegos infantiles…
ATILA: Con el heladerito, sí, juegos insanos.
ILSE: Olvidemos, sí, aquellas tardes en el parque, las plantas llenas de
flores, los árboles llenos de hojas…Caminábamos erguidas. Todas las
miradas sobre mí, digo, sobre nosotras. A Crisolfa ni la miraba
nadie…Olvidemos… Olvidemos el heladerito
ATILA: El heladerito…
ILSE: Olvidate que cuando nos vinimos, se quedó pensando en nosotras. La
última carta llegó mojada. Olvidemos esos paseos en bote… la laguna del
pueblo…
ATILA: Sí, aquella vez que el bote se hundió…
ILSE: Pero, ¿quién vino?: Fulgencio, nadando para el rescate.
ATILA: Todo un papelón. La laguna tenía sólo un metro de profundidad.
Vos saliste en brazos de él, y yo chapoteando barro.
ILSE: Olvidemos cuando empezó a llover en Cacharinas
ATILA: Olvidemos, sí, nunca tanta lluvia…
ILSE: ¿Hay algo más para olvidar?
ATILA: No sé…el primer documento de identidad…
ILSE: Ah, sí, de la edad siempre me olvido
ATILA: Y de mamá haciendo frituras los días de lluvia…
ILSE: Me olvido, sí, me olvido
ATILA:… Así le fue, reventó por el colesterol
ILSE: Colesterol, ¿nos quedan pastillas?
ATILA: Olvidemos, sí, olvidemos…
ILSE: ¿Quedan para la migraña?
ATILA: Olvidemos, sí, olvidemos
ILSE: ¿Para dolores reumáticos?
ATILA: Olvidemos, olvidemos…
ILSE: ¿Para la calentura?
ATILA: ¡Eso…! ¡Es lo primero que tenemos que olvidar!
ILSE: Ah, sí, que lindos olvidos. Está rico este licorcito…
ATILA: Ah… Me olvidé que lo teníamos guardado
ILSE: Olvidemos que lo teníamos guardado…
ATILA: ¡Más, servime más!
ILSSE: ¡Eso, otro traguito… y también para mí!
7

ATILA: ¡Salud! ¡Yo siempre lo dije, no hay nada mejor que la salud…Y la
presión, olvidemos la presión!
ILSE: ¡Salud!, ¡olvidemos los médicos…!
ATILA: La vida es más feliz si olvidamos los médicos.
ILSE: ¡Eso!
ATILA: Y los enfermeros también, pero hay cada enfermero…El de
Cacharinas…
ILSE: No daba más ese enfermero, meta y meta inyección… Mejor olvidar
al enfermero, pero, ¡qué linda la ruta…!
ATILA: Nos estamos mareando. Las chicas decentes, a la ruta no…
ILSE: ¡A la ruta en Cacharinas, sí! A subir a los autos…
ATILA: (imita el ruido de un motor) Rumm….rum…esos viajantes…
ILSE: Rumm..rum, esa noche…
ATILA: Las hermanitas, y una noche, a la aventura…La familia dormía como
un tronco…
ILSE: Papá meta ronquidos…Y nosotras, meta amor…
ATILA: Y las fiestas en el club vecinal…Los bailes que hay que olvidar…Los
bailes, aquellas cumbias, aquellos melódicos…(bailan y luego precipitan,
borrachas)

ESCENA SIGUIENTE: SUENA EL TELEFONO. ATILA ATIENDE, SEMIDORMIDA.


ATILA: ¿Hola…? Hola…No, llame después...(corta)
ILSE: (despertando) ¿Eh, qué…?
ATILA: Nos quedamos dormidas.
ILSE: ¿Qué hora es?
ATILA: No sé…A ver…Las… las no se qué del mediodía o de la noche…No sé
qué digo…
ILSE: Tuve un mareo…
ATILA: ¡La bebida! Para mí, tenía algo raro.
ILSE: ¿Bebida? Si no tomamos nada…
ATILA: Pero en la botella hay menos
ILSE: ¿Te das cuenta?…¡Alguien trató de emborracharnos!
ATILA: ¿Te parece que pudimos estar borrachas?
ILSE: No sé, me viene algo así como frituras…
ATILA: ¿A tu edad, de antojo?
ILSE: Antojo, no …algo del colesterol…Sí, que mamá reventó por el
colesterlol.
ATILA: Colesterol…dolores reumáticos…
ILSE: Sí, sí también hablamos de eso..
ATILA: Migrañas, presión…
8

ILSE: ¡Eso!, presión, los médicos…


ATILA: Los médicos, los enfermeros….la ruta…
ILSE: ¡¿Qué?!
ATILA: ¡No! ¡La ruta, no! Estamos recordando mal. Nosotras no podemos
recordar la ruta.
ILSE: Mejor deshacerse de esta botella…(sale)
ATILA: Somos dos señoras.
ILSE: (entra) Señoras y beatas.
ATILA: ¿Y cuándo fuimos beatas?
ILSE: Desde ahora. La ceremonia, Atila, la ceremonia.
ATILA: ¿Qué?
ILSE: Tenemos que orar. Suplicar por nuestro perdón
ATILA: ¡Las cosas pasaron hace mucho…!
ILSE: Un perdón retroactivo vale mucho más.
ATILA: pero, ¿a quién le rezás?
ILSE: A Fulgencio.
ATILA: ¡Ese nunca fue santo!
ILSE: ¡Qué poco canónica que sos! Se considera que con el tiempo y la
distancia se hizo santo. A la fuerza, como corresponde… Arrodillate,
vamos, arrodíllate.
ATILA: ¿Pero, quién te dijo eso?.
ILSE: Me lo dijo en sueños…Dale rezá…Querido Fulgencio, te pedimos
perdón por haber recordado cosas…estamos arrepentidas, (a Atila)
Contale, contale que estás arrepentida, ¿no es cierto…?
ATILA: Y… si lo decís vos…
ILSE: Escuchame, Ful: ahora que ya no ejercés en ka vida, y si tenés alguna
banca allá arriba, te pedimos que nos mandes alguna ganga, ¿no es cierto,
Atila?
ATILA: Y… si puede mandar algo…
ILSE: Pero no hagas caso de lo que alguna vez dijimos de vos, eso de que
me hacías cornuda… yo también, como sabrás…algo pasó con el
almacenero…
ATILA: ¡Ah, no me enteré…!
ILSE: Pero allá arriba, todo se sabe… Pedimos que nos gestiones un perdón
por nuestros malos pensamientos en general, y contra Crisolfa en
particular; sí, jurame que no es cierto que también me traicionabas con
ella…
ATILA: Ah, ¿eso también…?
ILSE: Y que tampoco me corneabas (por Atila) con ésta.
ATILA: ¡Eh! ¡No, claro que no!
9

ILSE: Son malos pensamientos, ya lo sé, pero estoy segura. Nunca hubiera
esperado que vos, con mis dos hermanas… aunque son como yo,
claro…Pero bueno, ahora que estás allá arriba, tan arriba, llevate (por
Atila) la que está acá al lado….
ATILA: ¡Ah, no! ¡Esto es el colmo! (sale a interior)
ILSE: Sí, Fulgencio, ella sería muy feliz por esos pagos, llevala...Ahora, Ful,
te dejo en paz de ultratumba. Yo sé que sos un santo trucho, pero santo al
fin, no te olvides de eso…
ATILA: (entra con una valija). ¡Mirá, acá están tus cosas, y andate!
ILSE: Pero, ¿dónde querés que vaya?
ATILA: Adónde sea, y si te vas vos, al otro mundo, con el retrato y todo,
mucho mejor.
ILSE: ¡Lilita, escúchame!
ATILA: ¡Que te vayas ya!
ILSE: Perdoname, sólo me dejé llevar por el trastorno de tu adulterio…
ATILA: ¿Yo?, ¿relaciones con ese mamarracho?
ILSE: ¿Qué decís? miralo, como sonríe…
ATILA: ¡Engreído, idiota.
ILSE: ¡A veces, no!
ATILA: Idiota, sí. Nunca fue capaz de mirarme
ILSE: Ah, era eso. Entonces decime quién tendría que ser la ofendida.
ATILA: No importa. Te pedí que te fueras
ILSE: ¿Irme? ¿Y por qué yo?
ATILA: Yo lo pedí primero
ILSE: ¿Te olvidás que tengo los mismos derechos?
ATILA: ¡Ilse, no nos vayamos a las manos…!
ILSE: ¿Qué querés insinuar, un hecho sangriento? ¡Sí, sí, eso!
ATILA: ¿Sangriento? No lo pensé, pero puede ser.
ILSE: ¿Qué? ¿Me viste cara de asesina?
ATILA: ¿Asesina, vos? ¡Por supuesto!… y de mí, no te confíes.
ILSE: Sí, ya veo tus ojos resplandecientes de odio. ¡Ay, creo que me va a
dar algo!
ATILA: Eso dejalo para después. ¿Te llevás todo, oíste? (comienza a sacar
ropa de la valija) ¡Todo esto y ésto!
ILSE: ¡No trates así el recuerdo de mi ajuar!…(toma un vestido) Si me
matás de un disgusto quiero que me despidas con esto.
ATILA: Te lo prometo, si te morís ya.
ILSE: Esperá, no nos apuremos. Si querés, te regalo este otro. Miralo, te
quedaría precioso.
10

ATILA: ¿Para ir al mercado? ¿Y vos crees que con este trapo de porquería,
me voy a conformar?
ILSE: ¡Pero sí!, vestite, como reina, y esta noche salimos. Ahora…(Se lleva
la valija a interior)
ATILA: ¿Adónde la llevás? Quedamos en que te ibas. ¿Me oíste?
ILSE: (vuelve) Sí, sí, pero antes hay que aclarar algo. (se sienta) Ahora vos,
masajeame un poco.
ATILA: (a regañadientes, lo hace) Este cuello…¡Qué ganas de apretar
fuerte!
ILSE: Mente positiva, Atila, mente positiva. Hay que indagar en el origen
de nuestros enfrentamientos.
ATILA: ¿Indagar? No creo que haya nada que indagar
ILSE: Pensemos, pensemos en actitud meditativa… Vayamos a lo
fundamental. Indagar en nuestros puntos de enfrentamiento.
ATILA: Eso ya lo dijiste.
ILSE: No es lo que dije
ATILA: Palabras más, palabras menos, es lo que dijiste.
ILSE: No me hagas decir las cosas que no dije
ATILA: Es lo mismo, digas lo que digas, siempre decís lo mismo
ILSE: ¿Que yo…?
ATILA: Siempre igual. Te la pasás dando vueltas, para terminar diciendo
nada.
ILSE: ¿Nada? ¿No decías que había dicho algo?
ATILA: Dijiste algo, que es lo mismo que decir nada.
ILSE: ¿Qué dije?, ¿a ver, qué dije?
ATILA: Nada
ILSE: ¡Entonces tenés que escucharme!
ATILA: ¡Ilse, que me está subiendo la la presión…!
ILSE: Dejá la presión para después…
ATILA: ¡Me sube! ¡Las pastillas, Ilse, las patillas…!
ILSE: ¡Dejate de manías y escuchame!
ATILA: ¡Ilse, que me voy, que me voy…!
ILSE: Si, mejor andate vos. Yo estoy bien acá.
ATILA: ¡Oh…! (se desmaya)
ILSE: Descansá, Atila, descansá… ¡que lindo que es esto!… un momento de
calma… yo creo que las cosas deberían ser siempre así, vos calladita y en
paz; no nos olvidemos que dentro de doscientos, días, más o menos, va a
ser Navidad, donde nace…que se yo qué nace, pero hagamos de cuenta
que nace…Nace eso, es decir, todo; todo, que es lo mismo que decir algo
así como…no sé como…Mejor pensá en el carnaval, es más lindo, las
11

comparsas bailan y hasta se pueden tirar cosas…No sé qué estoy


diciendo…Mejor pensemos en…¿en qué? Bueno, Atila, ya esta; reaccioná
de una vez…(la sacude)
ATILA: Augg…
ILSE: Atila, pensalo bien, esas actitudes no te benefician, no vas a
convencer a nadie con eso.
ATILA: Uggg…
ILSE: ¡Hay otros métodos, vamos, arriba ese ánimo…! (la apantalla) Vamos,
vamos, que yo no trabajo de ventilador…¡Siempre con escenas,
Atila!...Vamos a ver…(le acerca la llamita de un encendedor)
ATILA: (reacciona) ¡Ayy!...
ILSE: ¡Gracias a dios!
ATILA: ¿Eh?, ¿quisiste incendiarme? ¿Así pensabas eliminarme?
ILSE: ¿Qué? ¿Te sentís Juana de Arco?
ATILA: ¡Sí, sí, ahora veo tus intenciones! ¡Yo, en manos de la loca del
encendedor! Esto no te lo perdono.
ILSE: ¡No te exaltes, que me va a dar a mí!
ATILA: Mejor que te dé y vas a ver que te quemo en serio.
ILSE: Bueno, no nos pongamos así; un fueguito más, un fueguito menos, a
cualquiera se le perdona. Más se perdió en la inundación… ¿Por qué no
cambiamos de tema? Se me ocurre que podríamos salir a bailar tango, ¡sí,
eso, sí!
ATILA: ¿Tango? ¿Esa danza indigna, danza de orilleros? Toda mujer que se
valga, debe despreciar el tango. ¡Verme expuesta a que me agarren esos
viejos pedorros!
ILSE: Eso era antes. Ahora hasta vienen turistas.
ATILA: ¿Turistas? ¿Y no son tan viejos?
ILSE: Pero no Atila, hasta te puedo prestar los zapatos que compré.
ATILA: ¡Con esos tacos! Ya te veo las intenciones: ¡Querés que caiga en
medio de la pista!
ILSE: Pero no, Atila, pensá que entre apretón y apretón se te va a olvidar
que me quisiste echar.
ATILA: De eso no me olvido. ¡Ya es hora de que viva otra cosa!
ILSE: Por eso mismo, bailemos tango.
ATILA: Callate. Fuiste vos la que abrió la llave de gas…
ILSE: Sabés que ando desmemoriada
ATILA: Desmemoriada para lo que te conviene. Me dejaste durmiendo y
con la llave abierta
ILSE: Abierta, cerrada… eso es sólo un detalle…
12

ATILA: ¿Un detalle?… Si no me despierta el teléfono, no sé dónde estaría


ahora
ILSE: ¿Qué decís? ¿Cómo podés pensar eso? ¿No ves que si el percance
hubiera llegado a mayores, hubiera volado todo?
ATILA: ¡Por eso mismo!
ILSE: Por eso mismo. ¿Pensás que yo hubiera corrido el riesgo de perder la
casa? Hay métodos más eficaces
ATILA: ¿Y así pensás convencerme?
ILSE: Atila, si hubiera intentado eso, no podría con mi conciencia
ATILA: Tu conciencia no puede con vos. Prometeme que te vas.
ILSE: No se trata de irse o quedarse. Se trata de otra cosa
ATILA: ¿Otra cosa? ¿Qué?, ¿a ver, qué?
ILSE: Se trata de que tengas en claro de dónde viene todo
ATILA: ¿De dónde?: Te estoy mirando.
ILSE: ¿Yo? Si pensaras un poco, te darías cuenta de que hay un ser nefasto
que ronda nuestras vidas
ATILA: ¿Un ser nefasto?
ILSE: Más que nefasto, es la misma presencia del demonio en esta casa.
ATILA: ¿El demonio? ¡Ay, no me asustes!
ILSE: Una sombra negra que siempre nos envidió…Acordate de la paliza
que ligamos la tarde que nos fugamos del colegio…
ATILA: Si…Los chismes de Crisolfa…
ILSE: Ella misma. De una vez por todas, hay que planear una venganza…
ATILA: ¿Venganza, te parece?
ILSE: Eso, eso mismo, venganza…
ATILA: Pero…¿qué tipo de venganza?
ILSE: Algo que no la mate de una, pero que la arruine para siempre
ATILA: ¿Bombones envenenados?
ILSE: Atila, ¿cómo podés pensar eso? Es un recurso muy usado. Después
salís en televisión.
ATILA: ¿Y entonces?
ILSE: Algo que no deje rastros. Algo así como un maleficio…Si lo pienso
bien, yo conozco alguien que puede hacer un buen trabajo. Eso sí, cuesta
unos pesitos…
ATILA: Vos siempre gastando…
ILSE: Pero, ¿quién fue la más damnificada?, ¿no fuiste siempre vos?…
ATILA: Sí, claro, sí.
ILSE: Por eso, tenés que hacerte cargo.
ATILA: ¡No, claro, no!
13

ILSE: ¡Vos, siempre mezquina! Mejor llamo ya mismo…(va hacia el


teléfono)....¡Atila! El teléfono había quedado conectado…
ATILA: ¿Y eso, desde cuándo?
ILSE: No sé…Sólo hablamos con Cris. Como siempre, le dijimos que la
amamos, y me parece que alguna cosa peor…
ATILA: ¿Y ahora?
ILSE: Hasta tramamos maleficios… ¿Cómo arreglamos esto?
ATILA: Pero, ¿habrá escuchado?
ILSE: Pensemos en que pudo haber cortado a tiempo…
ATILA. ¿Y si no cortó?
ILSE: No…Con lo chusma que es, siempre la oreja pegada…
ATILA: Eso, ¡qué vergüenza ante un ser entrañable…! ¡Cuando se lo cuente
a toda la familia…! Nosotras dos, sospechadas de brujas…
ILSE: Eso se sospechó siempre. ¿Qué se puede hacer?...Yo la llamo…
ATILA: ¿Y qué le vas a decir?
ILSE: Lo importante es salir de dudas…Dejá…(marca)…¡Hola, Cris!, amor, te
llamo porque me quedó algo que decirte…¿A vos también te quedó,
sí?…(escucha. Se espanta. Corta) ¡Qué boquita!
ATILA: Y bueno, algún día tenía que ser…
ILSE: Pero no, así
ATILA: No, claro…
ILSE: Es la mayor, hubiera sido preferible perderla de otro modo, en algún
episodio luctuoso, por ejemplo…
ATILA: ¡Sí, por el qué dirán!... Ahora no salgo, me quedo a esperar si se
arrepiente
ILSE: Yo sabía que esa me iba a amargar la noche…(sale a interior)
ATILA: Andá vos sola…No me veo en esos lugares turbios…No sé qué tan
turbios son, pero prefiero no enterarme…¿Con qué pasar el rato,
entonces?…La serie ya terminó conque la chica vino a tirarse de la
torre…¿No tenía otro sitio más bajo?…Pero las series alimentan la
esperanza de que una llegue a realizarse en el amor…El amor…Mientras
tanto, seguir mirando por la ventana. Una ventana abierta a la vida, a los
sueños…Hay que abrir las ventanas. Por lo menos puede entrar alguien…
ILSE: (entra) ¡Atila! ¡Atila! ¡Me quedé dormida! ¿Entendés, Atila?
¡Dormida!
ATILA: Yo te veo despierta
ILSE: No sé…Algo así como un vértigo
ATILA: ¿Tomaste la pastilla?
14

ILSE: No, no, fue otra cosa, me poseyó como un torbellino interior, caí
sobre la cama. Algo comenzó a rondarme en el sueño, algo así como una
revelación
ATILA: ¿Otra vez Fulgencio?
ILSE: No. No. Me volvieron imágenes de la fiesta
ATILA: ¿Qué fiesta?
ILSE: La de Luna, ¿cuál va a ser?
ATILA: ¡Una pesadilla!
ILSE: Tenés que escuchar…Pude recordar…En un momento de la fiesta, me
dio por hablar…
ATILA: ¿Chismes, vos? …cuando no…
ILSE: ¡No!, hablé con las chicas…Ahí supe que hay un sitio, mejor dicho,
algo por teléfono; no, por teléfono, no; o bueno, sí, hay un lugar en que
vos te describís, y al instante te aparece un candidato…
ATILA: ¿Qué? ¿Vos creíste eso?
ILSE: ¡Cómo no creerlo! ¿No es maravilloso?... ¡el candidato que ande más
cerca!
ATILA: ¿El candidato más cercano? Calculá en otro planeta…
ILSE: ¡Pero no!, ¿por qué no alentar esperanzas?, Pienso que habría que
intentar…Da para todo. Nunca es tarde
ATILA: ¿Da para todo?, ¿no te parecen cuentos?
ILSE: ¿Cuentos, por qué? Todas las chicas están en eso
ATILA: ¿Y nosotras qué tenemos de chicas?
ILSE: ¡Pero sí!, Luna me dijo que siempre hay un roto para un descosido
ATILA: ¿Para descosidas como nosotras? ¿Te parece? Mejor no sigas, que
no quiero entusiasmarme…
ILSE: No, claro, pero, ¿qué cuesta con probar? Quizá sea nuestra
oportunidad..
ATILA: Es que yo…Hace mucho que…Pero, bueno, la verdad es que sí, un
poco me tienta… mírame bien, ¿vos pensás que todavía estoy para eso…?
ILSE: Para eso, para todo. Parecés un papagayo… ¿Qué digo…?, estás
perfecta
ATILA: Lástima que vos, no. ¿Qué digo…? Quizá, si nos retocamos un poco,
onda belleza salvaje…
ILSE: A eso, le llaman make up.
ATILA: Bueno, “meikapearnos” un poco. Decí de una vez cómo se llama
ese sitio…
ILSE: Cómo se llama…como se llama…¡ay, esta memoria!
ATILA: ¿Tuviste una revelación y encima no sabés dónde?
ILSE: Hay revelaciones y revelaciones.
15

ATILA: Habría que preguntarle a Luna…


ILSE: ¿Y te parece que nos va a atender, después que lechuciamos a la
madre?
ATILA: Quién sabe si se enteró. Está muy poco en casa.
ILSE: Sí, pensemos eso…¿Pero, qué número?
ATILA: Cierto, el número de Luna…
ILSE: ¡Qué vamos a tener el número de esa pendeja de mierda…!
ATILA: Yo la llamo.
ILSE: ¿A quién?
ATILA: Llamo a Cris, cuando está en el baño, atiende la otra…
ILSE: ¿Y justo la vamos a pescar?
ATILA: No sé. Dejame probar…(Llama) Ho…Ho…Hola… (Corta ) ¡Estaba,
nomás…
ILSE: ¿Alguien tendrá el teléfono de esa descarriada? Voy a preguntar en
la calle…
ATILA: Esperá, con un poco de suerte Crisolfa ya entró al baño. Esperá…
(Marca) ¡Hola, Lunita!, tanto tiempo, bueno, digo…, ¡ah, recién te
despertás!, me imagino, habrás tenido una noche…Qué bien que no te
enteraste…No, nada, de alguna noticia que ande por ahí; no, no hay nada
de qué enterarse, o después te cuento sí…Ah..bueno…
ILSE: ¿Qué pasa?
ATILA: Cris le pidió una toalla
ILSE: ¡Apurate, antes que se seque!
ATILA: ¿Y qué querés que haga?…(a Luna)¿Eh?...¿Todo bien con
mamita?…¡Qué lindo!...No, querida, con ella, no… Te llamo para
preguntarte…No es para mí, es para Ilse; no bueno, para Ilse tampoco; no
es para nadie, pero mejor dicho, sí; la muchacha que hace la limpieza me
preguntó si conocía ese sitio, ese sitio donde…bueno donde se hacen
levantes…Los levantes, sí…Ah, claro sí, decime…(a Ilse)
Anotá…Linder…Chinder…esperá…Linder..…Chin…der… Chapping… sí, claro,
amor; sí, con esto me van a dejar satisfecha, ¡eh! perdón, a la muchacha;
no, la muchacha no soy yo, claro, Ilse tampoco… Ah sí, (a Ilse) que escuche
bien, la muchacha: ¡Ah!, hay que bajar la aplicación, hay que ir a
aplicaciones (a Atila) Anotá: Aplicaciones, y después…Hola…Hola (corta) Ya
se secó, nomás…
ILSE: Que se seque lo que quiera, dijo bastante, ¿no?
ATILA: ¡Sí, claro, hay que bajar la aplicación!
ILSE: ¿Y vos entendés?
ATILA: Dejá que me ponga los lentes…(toma el celular) Acá, acá dice
“aplicaciones”. ¿Viste que fácil?
16

ILSE: ¿Y ahora?
ATILA: Ahora habrá que elegir uno de esos lugares…A ver decime…
ILSE: Es que…no me entiendo la letra..
ATILA: Si serás bruta, ¿ni tu letra te entendés?
ILSE: Me dictaste ligero…Parece que dice…
ATILA: “Linder, Chinder, Chapping”, al final tengo más memoria que
vos…Pero, no puedo, no alcanzo a ver bien…
ILSE: A ver, dejame a mí…¿dónde están las letras?
ATILA: (toma una lupa) Al final, sos más bruta que yo… apuntá con la lupa,
que yo marco…Sí, acá está…Parece que pide nombre y foto…
ILSE: ¿Hay que poner datos?, ¿no será comprometido para nosotras?
ATILA: Pensemos en nombres de fantasía. Por ejemplo: “Una soñadora y
otra en celo”
ILSE: Me parece que eso…
ATILA: Entonces: “Dos hembras ardientes…”
ILSE: Sí, muy lindo, pero cuando vean las fotos…
ATILA: Sí, estás hecha un escracho, y yo…
ILSE: Bueno, no importa, lo mandamos sin foto.
ATILA: Sí, sí, que quede para la imaginación, sería cuestión de poner “Dos
hembras ardientes buscan amor con caballeros…”
ILSE: ¿Caballeros? Suena muy antiguo. No, nada de vejestorios.
ATILA: Entonces, escribo: “buscan amor con pendejos de 18 a 25 para…”
¿para qué?
ILSE: Para compartir gratos momentos…
ATILA: Mejor dicho: “placeres inconfesables…”
ILSE: No, esperá, borralo…
ATILA: Todavía no escribí…
ILSE: Hay algo que no entiendo… ¿Dijiste “dos hembras ardientes”?
ATILA: ¿Te parece poco?
ILSE: Si, ¿pero, las dos?
ATILA: ¿Y qué? Simplifica las cosas
ILSE: ¡Van a pensar que somos degeneradas!
ATILA: ¡Mejor, mucho más actual!… Que vengan y elijan.
ILSE: ¿Y si ponemos que también aceptamos fines honestos?... ¡O,
digamos que venga lo que venga!, ¡pero dale, escribí!
ATILA: ¿Lo que venga? No vamos a rebajarnos
ILSE: Eso no, pero regalarnos, sí; escribí de una vez.
ATILA: Bueno, sosteneme la lupa
ILSE: Esperá…(va hacia el retrato….Disculpame, Fulgencio, la vida lleva a
tomar decisiones…En plena madurez, vos podrás entender… el
17

cuerpo…¡No, qué te voy a hablar del cuerpo!, vos sabrás que todavía estoy
en condiciones de florecer, de volver a florecer…(da vuelta el retrato)
Perdoname desde el más allá…
ATILA: Ya está.
ILSE: ¿ya está?
ATILA: Ya lo mandé. Ahora sólo es cuestión de esperar…
ILSE: Ah, entonces ya vuelvo… (sale a interior)
ATILA: (se maquilla) Y que no tarden mucho...Las cosas que se inventan
ahora…Las cosas que nos perdimos…Pensar que antes sólo era correo
sentimental por cartas… y tantas cartas y tanto correo, para llevarte cada
chasco… Ilse, ¿vos pensás que necesito mucho make up?…Yo creo que ya
estoy bien, pero …parece que tardan en contestar. El problema va a ser si
llaman en avalancha…
ILSE: Ya está. Ya me cambié.
ATILA: Si es la misma bata…
ILSE: ¡La misma, y abajo…! (muestra vestimenta erótica) ¿Qué me decís?
ATILA: No sabía que guardabas eso.
ILSE: Sí que sabías. Siempre me revisás las cosas.
ATILA: Pero nunca pensé que fueras capaz de ponértelo.
ILSE: Lo compré para el día de los enamorados. Insisto: Sólo se trata de
florecer.
ATILA: Y que venga un buen jardinero…
ILSE:¿ Uno? Presiento que van a ser varios
ATILA: Sí, que nos van a dejar plantadas.
ILSE: ¿Cómo se te ocurre?
ATILA: ¡No sé, no sé…estoy entrando a ponerme ansiosa!
ILSE: Volvamos a entonarnos, entones…
ATILA: ¿Qué decís? ¿Alcohol, otra vez…?
ILSE: (extrae de su bolsillo) Alcohol, no. Un porrito.
ATILA: ¿Y eso?
ILSE: Suvenir de las chicas (comienza a encender el cigarro. Comparten)
ATILA: Ilse, nunca te ví fumando…
ILSE: Yo sí, olvídate. Olvidate de nuestro pasado
ATILA: Ah, por eso el encendedor…
ILSE: Por esto y para que puedas prender la cocina para ver si sale gas
ATILA: Ilse… vuelven a aflorar tus bajos instintos…
ILSE: Bajos instintos…(va sintiendo el efecto del porro) Qué liiindo…Pero
hay bajos más bajos que oootros, hay cosas más divertidas que verte
volaar con el gas…Yo veeeo…veo efebooos que disputan mi belleeeza…Me
18

está prendieeendo el pucho…Yo… veo…veeeo…mucho no veeeo…estoy


volaaando…Atendé el teleeefono, yo voooy…(se dirije a interior)
ATILA: Yo atieeendo…atiendo tooodo…qué lindo viajecitooo… Que
veeengan, sí que veeengan…(se refiere a la salida) Ilse…¿está
cerraaado?...Hay que abriiir, hay que abrir bieeen …¡que paaase el
primeeero…que paaasen!

ESCENA SIGUIENTE
(Suena el teléfono)
ILSE: (atiende) No, joven, no insista. El puesto ya fue tomado…Quiero decir
que ya pasó un colega suyo…Si, nos hizo muy felices…No, no queremos
conocer a nadie más. Con uno, por ahora es suficiente. Además, en
confidencia, puedo decirle que no es cierto que somos millonarias. En
realidad, no tenemos ni donde caernos muertas (el otro corta)… ¡Grosero,
no tienen ni modales…!
ATILA: (entra del exterior) ¿Quién era?
ILSE: No importa. ¿Dónde fuiste?
ATILA: ¿Donde voy a ir?, a la farmacia.
ILSE: Ah, sí, vitaminas…
ATILA: Vitaminas, claro. ¿Ya le preparaste la vianda?
ILSE: En la cocina, ¡soy la que más colabora!
ATILA: ¿Y te parece que hago poco? (va a interior)
ILSE: ¿Qué decís? Yo soy un canto al trabajo…
ATILA: (vuelve con la vianda) ¿Sí? ¿Quién le preparó la cena?
ILSE: No debería estar muy buena, porque no quiso comer nada.
ATILA: Debe ser por el golpe, cuesta recuperarse
ILSE: Justo con el jarrón le fuiste a dar…
ATILA: Y bueno, cuando una pierde los estribos…
ILSE: Sí, claro; al fin y al cabo, ¿cuánto tenías en la cartera?
ATILA: Unos pocos mangos, pero el sólo hecho de que hubiera intentado
apoderarse de esa pequeña fortuna… el solo hecho de pensar que vino
por interés…Me subleva.
(Se oyen ruidos) ¿Quién golpea?
ILSE: Lo dejé bien dormido…
ATILA: Pero…
ILSE: ¿Te parece que pueda ser él?
ATILA: Querrá la vianda…Yo se la llevo (sale)
(Vuelven a oírse ruidos)
ILSE: ¡Ay, Atila, estos golpes no me gustan nada…! No acompañan la
armonía ni ondas positivas, ninguna alquimia…Pienso que…no, mejor no
19

pienso en nada… ¿que pueden empañar unos golpes, cuando la felicidad


colma nuestras vidas…? Solo resta desear que se transformen en dulces
campanas. (Atila regresa) ¿ya está?
ATILA: No quiso comer mucho
ILSE: Yo te dije
ATILA: Sin embargo, a mí me come más…Me hizo confidencias…
ILSE: ¿Qué? ¿Qué fue lo que te dijo?
ATILA: (esquiva) Bueno…
ILSE: ¿Qué? Decime qué.
ATILA: Me dijo algo así como que mi presencia es la que lo incita
ILSE: ¡Bah!, vos sos testigo de que todos caen a mis pies…
ATILA: ¿Caen? Porque le dí con el jarrón, que si no…
ILSE: ¿Pero cayó o no cayó a mis pies? En secreto, me dijo que a él y a mí,
nos espera un gran amor…
ATILA: ¿Sí? ¿Eso?... Te dijo cosas a vos, me dijo a mi… todo muy bien, pero
ahora pienso que tendríamos que andar con cuidado.
ILSE: ¿Con cuidado, te parece?
ATILA: No sea cosa que caigamos nosotras, en los engaños de un seductor.
ILSE: Así como está, no creo que seduzca a nadie.
ATILA: Acordate de la película
ILSE: ¿Qué película?
ATILA: Esa de que un hombre, con artimañas, logra sembrar disputas entre
dos mujeres.
ILSE: ¿Sembrar? ¿Por qué decís con mentiras?
ATILA: Porque entre nosotras nunca hubo enfrentamientos, nunca una
rivalidad, nunca un sí ni un no… y eso hasta la muerte… Ahora, si te morís,
ya es otra historia…
ILSE: Tenés razón, rivalidad mortal. ¿Lo ataste bien?
ATILA: Sí, está bien atado.
ILSE: Voy a cerciorarme.
ATILA: Esperá
ILSE: ¿Qué?
ATILA: ¿No se nos estará yendo la mano?
ILSE: No. ¿Para qué dudar?
ATILA: ¿No estaremos pidiendo más de lo que puede rendir un hombre?
ILSE: No sé. Mientras el cuerpo aguante…
ATILA: ¿El suyo? Tenés razón, más vale aprovechar este regalo del cielo…
(Se oyen ruidos)
ILSE: ¡Estos golpes!…¿Vendrán del cielo, también? (sale a interior)
20

ESCENA SIGUIENTE
ATILA: (en el teléfono) ¡Luna…! Qué suerte que sos vos…Ah…¿entonces se
arregló lo de nosotras con tu mamá? …¡Qué bueno que supo entender…!
Ah…¿Ahora nos hace brujería, ella?… ¡¿ritual de la Marumba?! ¿Ese? ¡No!
Decile que afloje…Ah, ¿qué? ¿puede haber un arreglo?, qué bien, ¿con
castigo en la otra vida? ¿Y yo, no puedo zafar?... ¡Sí, eso, para Ilse, un
doblete! ; sí, castigo en la otra vida y en esta, también…Y ahora, decime
Lu, vos que en ciertas cosas podés darme un consejo… yo quería
preguntarte cuánto aguanta un hombre, cuánto aguanta en…¿vos me
entendes, no?... ¿Vos nunca? ¿Nunca estuviste más de diez
minutos?…¡Hola…! Se cortó.
ILSE: (entra) Con quién hablabas?
ATILA: La nena…
ILSE: ¿No le habrás dicho de la visita de…? ¿cómo es que se llama?
ATILA: Se llama…se llama…quién sabe si ese nombre es cierto.... ¡qué
bárbaras, disfrutando de intimidad con alguien que ni sabemos cómo se
llama…!
ILSE: Eso tiene remedio, habrá que ponerle uno… Algo romántico…Pienso
en esos príncipes, con capa azul…
ATILA: Perfecto…Se lo podría llamar Susedor
ILSE: Su…¿qué?
ATILA: Su seguro servidor, ¿no te parece adecuado?
ILSE: Puede ser, pero para que se vea como yo lo sueño, se necesita una
pequeña inversión…
ATILA: Ah, no. Eso no.
ILSE: Vos, siempre tacaña.
ATILA: Lo que quieras. Sin ropa se lo ve mejor…
ILSE: Siempre pensando en tu dinero. Lo mío, en cambio, es otra cosa…
ATILA: Sí, pensar en mi dinero.
ILSE: No importa…. Yo sé que él, finalmente sabrá entender y nos quedará
eternamente agradecido por haberle brindado un hogar…Ahora, digo yo,
¿no se va a entumecer de estar tanto tiempo atado?
ATILA: Habrá que obligarlo a que haga ejercicio. Bajo control, claro.
ILSE: Yo lo controlo… ¿El fusil del abuelo, dónde está?
ATILA: (esquiva) ¿El fusil del abuelo…?
ILSE: Sí, contestame, el fusil del abuelo, ¿dónde está?
ATILA: ¿Eso? Lo tengo bien escondido
ILSE: ¿Y por qué?
ATILA: Desde que descubrí tus intenciones asesinas
ILSE: No sé de qué intenciones estás hablando
21

ATILA: ¿No? ¿quién dejó abierta la llave del gas?


ILSE: ¿Otra vez con eso?
ATILA: Te escuché hablar en sueños.
ILSE: Pero no soñé que te ibas a despertar a tiempo
(Se oye el llamado del prisionero amordazado, como en un gangueo)
ILSE: (por el llamado) ¿Vos creés que puedan escucharlo?
ATILA: Si no escuchan los ruidos, menos lo van a escuchar a él
ILSE: Los ruidos, sí, seguramente la maldición de Crisolfa, habría que hacer
algo para contrarrestarla. Un exorcista…
ATILA: ¿Un exorcista? ¿Te parece? Acá no puede entrar nadie
ILSE: Bueno, pero le pedimos que nos case
ATILA: ¿A los tres?
ILSE: Dijimos un día a cada una
ATILA: ¡No! Callate de una vez.
ILSE: Atila, ¿cuándo es el día del amor?
ATILA: ¿Qué?
ILSE: El día del amor, el día de los enamorados, debe ser pronto…
ATILA: Ah, sí, se come, se come chocolate...(ruidos) ¡Ay, con ese ruido, no
hay amor que valga!
ILSE: Tengo un remedio: Extracto de ruda. Salgo a buscar (sale)
ATILA: ¿Extracto de ruda? ¿Y mis dotes de bruja? ¡A prepararse, sí…! (se
predispone para un ritual) ¡Un dos, tres, apártate mal!, ¡un dos tres, fuera
los ruidos!, ¡un dos tres, fuera la mala onda!, ¡un dos tres, fuera
la...(vuelven a oírse ruidos) puta que los pario!...(se oye al amordazado)
¡Ahora este! (sale a interior)

APAGON. Suenan los ruidos

ESCENA SIGUIENTE:
ILSE: (entra) Atila, Atila, ¿dónde estás?, ya llegó el día de los enamorados.
Vení, que compré chocolate (se oyen los ruidos) ¡No aguanto más este
bochinche! (al teléfono) ¿Hola?, ¿Sinforosa?, ¿qué dice? Soy Ilse, de
Cacharinas, sí, por acá todo bien, bueno, no, más o menos; hay ruidos.
Debe ser porque mi hermana hizo un maleficio con Cachumba. La
Cachumba, sí. Ah, ¿usted misma lo hizo? ¡Qué bonito, la tomaba por
amiga! ¿Cómo pudo hacerse cómplice de un ser como mi hermana?... Ah,
¿ese no es el origen de los ruidos?...Y diga, entonces…Bueno a ver, sí,
concéntrese…la espero, sí, concéntrese, a ver…¿Qué? ¡Un espíritu insano y
celoso! ¿Celoso de mujeres descarriadas? No puede ser…la llamo otro día.
(corta) (al retrato) ¿Así que vos…? (se oye un ruido) ¿Qué contestaste, que
22

sí o que no? (se oye otro) Aclaremos: un golpe, sí; dos golpes, no...(suenan
tres) Bueno, me dejás en la duda, pero arreglame el asunto; o, si no, este
querido retrato va a una fogata, ¿oíste? (se escucha un solo ruido) ¡Ah, me
dejás más tranquila!…¡Atila, vení que hay chocolates!
(Entra Atila y la mira fijo, muy seria)
ILSE: Atila, hoy es el día del amor…
ATILA: Me parece que tiene fiebre…
ILSE: Fiebre en el día del amor…
ATILA: Parece asunto serio
ILSE: ¿Qué decís? ¡Vos hacés dramas por todo…!
ATILA: ¿Y vos no te das cuenta de nada? ¿Eh, no te das cuenta?
ILSE: Bueno, sí, algo noté… ¿Probaste con aspirinas?
ATILA: Probé. Está delirando. ¿Quéres verlo?
ILSE: (con miedo) No, no. Prefiero que no.
ATILA: ¿Qué hacemos? Habrá que llamar a un médico.
ILSE: ¿Vos decís, llegar hasta eso?
ATILA: ¿No entendés? Parece grave
ILSE: ¡Y en el día del amor…! qué injusta que es la vida…
ATILA: No es momento para filosofías.
ILSE: Entonces, no queda otra que…
ATILA: ¿Dejarlo libre? Puede declarar…
ILSE: ¿Declarar qué?
ATILA: ¡Ise, hubo secuestro y abusos reiterados!
ILSE: ¡Pero quiso robar!
ATILA: Eso no es un pretexto…Además, pueden rastrear el celular, ¿y si
alguien sabe que venía?
ILSE: ¿Algún tercero? ¡Ay, no me asustes…!
ATILA: Por abuso nos pueden dar quince años
ILSE: Siempre quise que me dieran quince años, pero no así ¿Quince años
a nosotras? ¿Con antecedentes intachables?
ATILA: Eso no importa. Siempre hay una primera vez. Y eso de
intachables…
ILSE: ¡Ay, Fulgencio, ayudame!
ATILA: Me parece que en esto no hay ayuda que valga.
ILSE: ¿Vos qué pensás?
ATILA: Por los síntomas parece peste bubónica
ILSE: ¡Peste bubónica!, ¿vamos a morir como ratas?
ATILA: En nuestra cueva…
ILSE: ¡Y justo eso, se le ocurrió contraer…!
ATILA: De esto no se salva, Ilse… y nosotras, tampoco
23

ILSE: Pero…¿estás segura que peste bubónica…?


ATILA: Sí, estuve averiguando. La suerte está echada
ILSE: ¿Y entonces?... ¿Qué querés decir? (se oyen ruidos) ¡Callate un poco,
Fulgencio!
ATILA: Habrá que esperar el desenlace
ILSE: Pobre muchachito. De príncipe a ratón…
ATILA: ¿Pobre? En menudo lío nos metió…
ILSE: Dos mujeres inocentes…Todo por culpa de esa maldito sitio (por el
celular)…
ATILA: Es cierto. Las sombras de la aplicación se ciernen sobre
nosotras…nos espera la prisión, o…
ILSE: ¿O qué?
ATILA:. Que pase lo que tiene que pasar…
ILSE: ¿Y después?
ATILA: El abuelo era carnicero…También guardé los serruchos y otras
cosas…
ILSE: Nosotras, carniceras, nunca lo hubiera imaginado…
ATILA: Cuando pase lo que tenga que pasar…Debe tener sed…
ILSE: Bueno, entonces voy a ver…(sale)
Suenan golpes
ATILA: ¡Esos golpes!...¡por favor…!
ILSE: (entra): ¡Se escapó, Atila, se escapó!
ATILA: ¿En serio? (corre a ver)
ILSE: Andá…Por más que busques…Una vez más se burlaron de nosotras.
ATILA: (entra) Tenías razón; culpa de la ventana.
ILSE: Culpa de tantas cosas, quién lo iba a decir…Pero es lindo haber
vivido…
ATILA: Y sí, más vale solas que carniceras…
ILSE: …Y castas otra vez… los espíritus, sin motivo de reclamo,
claro…Ningún reclamo de nadie…De pronto me pregunto si nos sirvió
venir de Cacharinas…
ATILA: La inundación, Ilse, la inundación.
ILSE: ... El único lugar donde fuimos felices
ATILA: Ahora lo único que nos queda es el amor…
ILSE: El amor que siempre nos tuvimos…habría que volver a Cacharinas…
ATILA: Está destruido…
ILSE: No importa. Vendamos todo y vayamos…A refundar Cacharinas…
ATILA: Esos melones…
ILSE: A dar albergue a cuanta gente ande por ahí..
ATILA: Benefactoras, dos tiernas madres…
24

ILSE: A cultivar melones, a cultivar


ATILA: Eso
ILSE: Pero el primer muchachito, para mí.
ATILA: ¡A vos te toca el primero! ¡El primer melón!
ILSE: ¡Ah, no!...
ATILA: ¡Ilse, nosotras nunca discutimos!
ILSE: ¡No, pero esta vez…! (Música. Desciende la luz. Entra música que va
apagando la discusión)

FINAL
2024

AUTOR: Carlos Cazila

carloscazila@gmail.com mensaje70@yahoo.com.ar

+54911-4172-8732 (móvil)
+5411-4374-2841

ORIGEN: Argentina
25

También podría gustarte