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HISTORIAS DE PANDEMIA
OBRA REGISTRADA

AUTOR: CARLOS CAZILA


carloscazila@gmail.com
mensaje70@yahoo.com.ar

CONTIENE LAS SIGUIENTES OBRAS CORTAS:


CUIDADOS
LA CELULA
COLEGAS
2

CUIDADOS
(De la serie Historias de Pandemia)
OBRA REGISTRADA

Autor: Carlos Cazila


carloscazila@gmail.com mensaje70@yahoo.com.ar
11 4 172 8732 4 374 2841

PERSONAJES:
ELLA.. Mujer de barrio
EL……. Enigmático.
En un lugar público. Pueden ser dos asientos en una plaza

COMIENZO:

ELLA: (a él) ¡Señor! No sé si alguna vez lo vi por acá.


EL: ¿A mí?, no yo tampoco
ELLA: ¡Qué coincidencia!, ¿no?
EL: ¿Cuál Coincidencia?
ELLA: Que no nos hayamos visto
EL: Y…Debe ser el destino
ELLA: ¿Y si no, que otra cosa?, de cualquier manera, sin lentes no distingo
bien
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EL: Yo tampoco, apenas un bulto


ELLA: ¡Ay, qué grosero! Está bien, lo dijo sin intención, está
perdonado….Dígame, ¿viene seguido?
EL: ¿Yo? Todas las tardes, ¿y usted?
ELLA: Todas las tardes, también, a esta hora. Pero, de lo contrario, siempre
hay una primera vez
EL: Qué le va a hacer… la pandemia.
ELLA: La pandemia, sí, que no nos deja acercarnos.
EL: Es cierto, ¿sabe cuánto me gustaría ser más joven y poder amontonarme
en un boliche?
ELLA: Bailar, sí, bailar…
EL: No. Con amontonarme sería suficiente.
ELLA: Y…serán la hormonas…¿Usted sabe algo de hormonas?... ¿No? Yo
tampoco, pero el cuerpo le pide, ¿no es cierto?
EL: Dije, si fuera más joven.
ELLA: Ah, sí, sí. Yo también, andaría en minifaldas, por ejemplo… ¿Sabe que
en otros tiempos, ellos llevaban los pelos largos y los pantalones tan calzados
que hasta se les notaban las zonas pudendas?
EL: Sí, ¡qué tiempos! Eso, debió ser alegría.
ELLA: Alegría, sincera, sí, después iban todos en cana. Dicen que aquella era
otra época. Tiempos de transgresiones inocentes….
EL: Siempre hay algo prohibido
ELLA: Es cierto, pero hoy, ni las escrituras respetan
EL: No fornicarás, no fumarás, no desearás la mujer de tu hermana….
ELLA: ¿De su hermana tampoco? Y…hay familias complicadas…Pero
cambiando de tema, ¿Cómo lleva la pandemia?
EL: Y, ya ve, mejor dicho, ni nos vemos.
ELLA: Es bueno cuidarse. Mi sobrino, el mayor ya liquidó a dos abuelos…Eso
del acercamiento de los cuerpos…Pero si le voy a contar, mi otra cuñada, -
¡que pandemia ni pandemia!-, dice que abre para ventilar, y hace pasar a los
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amantes por el balcón, toda una cochinada sanitaria. Yo, dejo todo aireado, y
no pasa nada…
EL: Ah, eso es bueno…Si usted mantiene a cero grados, se muere de una
pulmonía, pero está permitido.
ELLA: Sí, ¿por qué habrá cosas mal vistas? Hoy en día, hasta morirse es
indigno. Eso sí, se ahorran de llorarte en el velorio y después te tiran por ahí,
es más económico.
EL: Y sí…La pandemia es la pandemia…
ELLA: Gran verdad. Si no fuera por eso, lo convidaría con un mate…
EL: ¿Un mate? Ni se le ocurra. Traje el mío. Lo tengo acá
ELLA: Ah, entonces, bebamos….¡Salud! (sorben al mismo tiempo)... Bueno, ya
está. El mate es la mejor compañía; se la pasa bien, pero tampoco la pavada.
EL: ¿Sabe que hasta contiene cafeína?
ELLA: ¿Café qué?…¡Ay, dios libre y guarde, una no puede sentirse segura con
nada!...Yo, lo único que quiero es hacerme un Pcr
EL: ¿Qué? ¿Ya con síntomas?
ELLA: No, pero tiene prensa. Mi otro hermano y mi cuñada se lo hicieron.
Como primero le agarró el síntoma a él, ella lo culpó, y tanto que estuvo por
cometer un cuñadicidio. “Antes presa que engañada”, y cuando lo estaba por
achurar, les dijeron que la única que tenía el covi era ella. Por eso, nunca hay
que escupir al cielo. ¿Sabe? También le tengo miedo a los bichos, que vengan
a picarme por la noche. Por eso duermo con la máscara.
EL: ¿Y eso le dio resultado?
ELLA: Con los mosquitos, sí. Antes tenía la cara llena de ronchas. Parecía un
queso gruyere
EL: Pero los quesos no tienen ronchas.
ELLA: No, pero tienen agujeros…No sé si dije algo obceno, perdón
EL: Sí, hay que reconocerlo, lo justo es justo.
ELLA: Por eso le decía, ¡si no fuera por esos malditos insectos…! Todos, todos
los animales son peligrosos.
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EL: Ya hubo otras pestes, la española, la del caballo, la del chancho, y hasta la
del pollo, dicen que es la maldición bíblica por no hacerse vegano.
ELLA: ¿Vegano? ¡Dios no lo permita! La Naturaleza nos puso a los animalitos
en la Tierra con el fin de que podamos digerirlos
EL: Sí, pero digerir cualquier cosa, no.
ELLA: Hoy no, pero a todo se llega
EL: ¿Le parece?
ELLA: Lo decían en un programa de radio. El hambre de la humanidad tiene
mucha bulimia.
EL: Sí, por supuesto, por suerte estamos en un país rico.
ELLA: En un país donde clavás la mirada y te brota una soja. Ah, pero dicen
que los transgénicos hacen mal. Parece que te patean el hígado
EL: ¿Transgénicos? ¿Me puede explicar qué es eso?
ELLA:¿No sabe? ¡Qué desilusión!, me parecía un hombre informado
EL: Soy cambiante.
ELLA: Como le decía, yo me conformo con que el envase diga cero de esto,
cero de lo otro, y “revienten los que lo compran”.
EL: Sí, es lo más importante a partir de la segunda juventud, dicen que hay
grasas trans y omega tres.
ELLA: Eso, éso, dios me libre.
EL: Pero creo que es bueno.
ELLA: ¿Qué? Ahora sabe?
EL: Soy cambiante, le dije
ELLA: Sí, pero no le entiendo. No sé por qué le estoy conversando.
EL: Perdóneme, le hablaba de experiencias con tóxicos.
ELLA: ¡Qué dice!, ni que la comida fuera veneno.
EL: ¡Pero, qué esperanza! Peor están los que no comen en su vida, o los que
comen murciélagos.
ELLA: Bueno, murciélagos…. No sé si todos son peligrosos, hay unos que
vienen con el piquito para arriba. Según me enteré hay muchas variedades,
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están los buenos y están los malos, como siempre. Hay que tener cuidado
con los que tienen el pico para abajo. Por eso yo, mejor me cuido de todos
EL: Pero bueno, pensando un poco, ¿usted cree que la culpa la tienen los
murciélagos?
ELLA: Ah, no sé, pero si lo dicen por televisión…
EL: Eso, eso, la televisión es un referente. En casa está todo el día prendida.
ELLA: Yo ya estoy harta de futbol
EL: No, eso es lo mira mi mujer.
ELLA: ¿Y a usted qué lo divierte?
EL: No sé si es demasiada confidencia…
ELLA: No, diga, diga…
EL: Me gusta ver esas cosas que no ve la familia.
ELLA: ¿Películas condicionadas? Eso a mí también….Perdón por la
confesión…Y ya me está dando hambre. Es una forma de canalizar lo que está
prohibido, dicen, ¿no quiere un alfajorcito dulce, dulce?
EL: No, no se moleste.
ELLA: ¡Pero sí, con confianza! Se lo desinfecto….(se lo hace llegar) ¡Ahí va!
(comienza a abrir el de ella) ¿Sabe? Solo puedo olerlo. Por la dieta
EL: (come) Ggmm….
ELLA: ¿Como dice?
EL: Gggmmm
ELLA: Ah, sí, claro
EL: Gggg, disculpe
ELLA: Al contrario, es un honor …Pero dígame algo de usted. ¿De qué se
ocupa?...No se atragante, tómese todo el tiempo que necesite.
EL: Yo…hago guardias
ELLA: ¡Ay!, ¡¿Qué tipo de guardias?!
EL: No se asuste. Guardias en un garaje.
ELLA: ¡Ah… pero qué bien!…Todo trabajo dignifica….¿en blanco o en
negro?...Digo, ¿de qué color trabaja?
EL: Y, le diría que en gris…mitad y mitad.
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ELLA: Es lo que se estila. Y hablando de trabajo, ¿qué me dice de mis sobrinos


que andan a toda velocidad repartiendo por ahí?… ¡Esos deliverys
desenfrenados!…. pero en el fondo, todo trabajo es sano.
EL: ¿Y usted?
ELLA: Ah, no, yo no hago nada.
EL: Eso es, basta la voluntad
ELLA: ¿Y usted no se aburre haciendo guardias?
EL: No, no crea, miro el aparatito y a veces, hasta leo
ELLA: Cierto, leer… Ahora no se usa porque aburre que da asco, pero lo
entiendo. ¿También lee por el aparatito?
EL: No, miro historietas.
ELLA: ¡Ah, que lindo! En un local vi muchas, por ahí, todas oxidadas,
contaminadas, qué porquería, no quiero ni pensarlo…Dígame si usted
también sale a aplaudir.
EL: No cuando trabajo, no puedo
ELLA: Desde mi balcón se ve a todos batiendo palmas en la noche. En la
ventana de enfrente bailan una cumbia, y en la de al lado, un chamamé,
gente que ovaciona, nos comunicamos todos, en honor a ellos
EL: Muy bien por los médicos, ¡cómo se sacrifican!
ELLA: Sí, por eso en mi edificio no los dejamos entrar
EL: Es así. los valores van cambiando…
ELLA: (le pican las piernas) ¡Pero!, ¡Ay, Ay, Ay! ¡Hay hormigas! ¡Si son tan
peligrosas, la próxima plaga va a ser la de la marabunta, dios y la virgen no lo
permitan!
EL: ¡Si quiere le cambio el lugar!
ELLA: Bueno, con cuidado, no nos acerquemos demasiado, gracias (se
cambian de asientos y los desinfectan) Ahora, sí, ya estoy más cómoda. La
pregunta que quiero hacerle es si yo pregunto mucho.
EL: No, por mí, dele, cuando uno no tiene nada que esconder, puede
contestar lo que sea.
ELLA: No le pregunté si acopia
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EL: ¿Si acopio qué?


ELLA: Tengo la casa llena de mercadería, lavandina por todos lados,
tapabocas colgados en forma de guirnalda. Y de papel higiénico, ni hablar.
EL: No, no. Ni hablar. Hay para toda la herencia.
ELLA: Tiene razón. Sería bueno dejar un legado
EL: El problema es que las cosas a veces dejan de usarse.
ELLA: ¿Papel higiénico? Así como viene todo, no creo. ¡Ah, me parece que me
sonó el celular!...disculpe (busca entre sus cosas y se fija) No. Era propaganda
de un parque privado…¿Quién va a pensar hoy día en esas cosas?...Y ahora,
¿no quiere ver las fotos de mis sobrinitos, los chiquitos?, son hermosos
EL: Es que desde acá, tampoco alcanzo a distinguir
ELLA: Bueno, dígame su número que se las envío
EL: ¿Mi número?
ELLA: Sí, vamos, no sea tan reservado…
EL: Eh…no me acuerdo. Lo dejé en casa.
ELLA: ¡Ah, qué lastima! Le cuento: La mayorcita fue al jardín y ya le salieron
piojitos… y esta otra es del nene, cuando se estroló con la patineta.
EL: Sí, la verdad, me los imagino.
ELLA: Lindos momentos. No sé qué sería de nosotros, si no fuera por la
tecnología
EL: Sí, Hedy Lamarr
ELLA: ¿Qué?
EL: Hedy Lamarr, una belleza del cine. Corrió desnuda por un bosque e
inventó el wi-fi
ELLA: Ah, entonces es perdonable. Con wi-fi todo se justifica. ¿Qué le parece
si nos sacamos una selfie?
EL: ¿Una selfie, nosotros?
ELLA: ¡Claro!
EL: Es que yo…yo…
ELLA: Pero, ¿de qué tiene miedo?
EL: No, miedo, ninguno.
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ELLA: ¿Y entonces?
EL: Precauciones, nada más
ELLA: Hay que ser más decidido.
EL: No, no es eso. Solo se trata de guardar distancia
ELLA: Pero, ¡si igual puedo tomarlo!... (por el celular) este tiene 60 k y 1500
gigas…
EL: ¡1500!, ¿quién iba a decirlo?
ELLA: Bueno, ¿se pone en pose o no se pone?
EL: ¿Con qué motivo?
ELLA:¿Le parece poco, un encuentro casual?.
EL: ¿Casual?, quién sabe…
ELLA: Bueno, ¿se anima?
EL: ¡Ah…!, (se pone en pie. Mueve la pierna) ¡Me dio como un calambre!
ELLA: ¡Ay, justo ahora se le ocurre!
EL: ¡Ah! Falta de ejercicio,
ELLA: ¿No hace tik tok?...¿Me ecucha? ¿No hace tik tok?
EL: ¿Y eso?
ELLA: La gente se mueve mucho. La tecnología, le decía…
EL: (camina de un lado a otro) Bueno, cambiemos de tema.
ELLA: ¿Qué, usted no es de esta era?
EL: Soy cambiante
ELLA: Claro, por eso mismo… Y ahora sí, ahí, quédese quieto. (enfoca con el
celular) ¡Chis, chis, whisky! , ya está. ¿A ver? (desde su lugar) Mire: ¿No
salimos regios?
EL: Le dije que no veo los detalles.
ELLA: No importa. Se la mando por whatsapp. Ahora sí: ¿Cuál es su número?
EL: No puedo decírselo
ELLA: ¿Qué no me lo puede decir?, ¿Y tiene el tupé? Parecía desconfiable,
pero no tanto como para seducir y engañar a una mujer…Pero bueno, al fin
de cuentas, todos tenemos algún pan quemado…
EL: Me estoy arrepintiendo de esa foto. ¿Por qué no me da eso?
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ELLA: No, no se acerque.


EL: Le estoy pidiendo por las buenas.
ELLA: Está bien, (fumiga al celular) tómelo. La verdad, es que no sirve para
sacar fotos, pero de ilusión también se vive.
EL: Recién me hablaba de panes quemados.
ELLA: Ah, sí temas de panadería.
EL: Vamos, sea sincera. Usted empezó.
ELLA: Y bueno, sí, soy, mejor dicho, estuve, podría estarlo, en realidad, no lo
sé…
EL: (interrume) Está bien. ¿Qué pasó con él?
ELLA: ¿Con él? Nos casamos hace unos años, después empezó a hacer
viajes…Hace cuatro años que no me escribe.
EL: Entiendo. ¿Y por qué no lo investiga?
ELLA: ¡Eso nunca! Tengo miedo de perder la ilusión.
EL: ¿La ilusión de qué?
ELLA: De que se haya muerto…Pero, ¿no piensa sentarse?
EL: Así estoy mejor.
ELLA: ¡Escuche!... ¡hay algo! ¿no oye como una música lejana?
EL: ¿Música, le parece?
ELLA: Sí, algo así como una melodía mensajera…
EL: ¿Melodía? Sí, algo oigo
ELLA: (en su lugar) ¡Sí, sí, bailemos!
EL: (Se escucha qué tipo de música es) ¿Chacarera…?
ELLA: ¡Sí, chacarera de Santiago, vamos! (bailan en su lugar) ¡Es lo que nos
estaba faltando! (ahora comienza a patalear)
EL: (se refiere a lo de ella) ¿Zapateo?
ELLA: ¡No, qué zapateo!
EL: (Aun en posición coreográfica) ¿Entonces?
ELLA: Ahora son chinches.
EL: ¡Espere Tengo algo especial! (Corre a fumigarle las piernas)
ELLA: ¡Ay, basta, ya está bien, aléjese!
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EL: (se aparta) Sí hay rechazo…


ELLA: ¿Lo dice por mí? ¿Está enojado?
EL: No, para nada
ELLA: ¿Es cierto eso?
EL: Absolutamente
ELLA: Pero algo le pasa
EL: Ideas suyas
ELLA: No sé, tengo una intuición…Lo noto amargado, no, amargado no sería
la palabra, introvertido, no esa no sería la palabra, lo noto serio…No, eso
tampoco…
EL: Al menos algo me nota
ELLA: Sí, creo que sí.
EL: (se sienta) Bueno, ahora me puedo sentar tranquilo
ELLA: (oyó mal) ¿Y qué es lo que lo hace sentir tranquilo?
EL: No, tranquilo no, ni por asomo.
ELLA: ¿Le hace mal hablar de ella?
EL: Sé a quién se refiere
ELLA: Y si sabe a quién me refiero, ¿por qué no me cuenta?
EL: En fin…Le puedo decir que era bella, instruida, de modales suaves...
ELLA: ¿Y lo dejó?
EL: No, la dejé yo
ELLA: ¿Y cuánto hace de eso?
EL: ¿Cuánto? ¡No, fue recién!
ELLA: Ah, recién…. ¿se pelearon?
EL: No, sí, puede ser, en realidad no; no fue por nada
ELLA: ¿Y por nada, la dejó?
EL: La dejé tendida (hace gestos de asesinato)
ELLA: ¡Ah, pero usted es más siniestro de lo que yo pensaba!
EL: Soy cambiante
ELLA: ¿Qué quiere decir con eso de que es cambiante?
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EL: Que ya está. Que lo que fue, ya pasó. A partir de ahora todo va a ser
distinto.
ELLA: Sí, no, pero mire, ante un hecho así, no me queda otro remedio que
espantarme. Es lo que corresponde, ¿no le parece?
EL: ¿Y de qué se va a espantar, si provocó la fuga de su marido?
ELLA: ¿Yo?... ¿Cómo lo sabe?
EL: Eso está a la vista.
ELLA: ¡Ah, encima, brujo!
EL: Solo cambiante.
ELLA: Bueno, en fin, en el fondo, veo que los dos tenemos cosas en
común…cosas que ocultar. A veces cuesta llevar un secreto tan bien
guardado.
EL: Es que cada uno tiene su destino
ELLA: ¿Usted cree en el destino?
EL: Absolutamente
ELLA: ¿Sí, usted también? ¿De qué signo es?
EL: De cualquier signo…De pregunta.
ELLA: Sí, de pregunta. Por ejemplo: ¿No piensa que lo pueden detener en
cualquier momento?
EL: No. Aunque no lo crea, todo fue bien planeado. Fue un desenlace legal
ELLA: ¿Legal? No entiendo como un desenlace así puede ser legal
EL: Hay cosas peores dentro de lo legal
ELLA: Ah, con eso me deja más tranquila
EL: Sí, me gusta que me entienda
ELLA: ¿Cómo no voy a entender? ¿Cómo no voy a saber que cada vez se
vuelve todo más difícil en esta vida?
EL: Por eso, lo mejor es hacer como que no pasa nada
ELLA: ¿Le parece?
EL: No, no me parece, pero no hay otro remedio. No nos queda más que
mirar al horizonte…Todavía tenemos este sol hermoso, por ejemplo…
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ELLA: ¿El Sol? ¿También las nubes? ¿Sí?... Pero… ¡Mire, mire! ¡Se acerca una
nube negra!
EL: (como algo natural) Ah, sí, un avance de radiación.
ELLA: ¿Estamos en peligro?
EL: Todavía no .
ELLA: ¡Avances de radiación, nubes de fuego, el cambio climático, me quemo,
quemo, no, no, ahora me enfrío, me estoy helando! ¡Ay, ay!
EL: Hay, hay… ¿Qué hay?
ELLA: Llueve, lo siento…¡Está lloviendo cianuro!
EL: Cálmese, (la cubre con su saco) ¿le hace bien esto?
ELLA: Ay, ¿no siente que se termina el mundo?
EL: ¡No!... todavía quedan dos meses
ELLA: ¿En serio?
EL: Todavía podemos hacer mucho daño
ELLA: No sé. Necesitaría sentirme segura
EL: ¿Segura de qué?
ELLA: Tengo miedo, tengo miedo, ya le dije.
EL: Bueno, pero piense en cambio, que si llegamos a unirmos, juntos, vamos
a estar mejor.
ELLA: ¿Usted cree? …Este pequeño momento que compartimos es hermoso,
¿no es cierto?
EL: Es cierto, sí.
ELLA: Pero ahora que somos dos y enamorados, ¿podremos saber nuestros
nombres?
EL: ¿Nuestros nombres? Sí, sí, claro.
ELLA: ¡Dígame el suyo, por favor…!
EL: El mío…Covid Mutante
ELLA: Y yo…Pandemia Soledad (dichosos, se abrazan)

FINAL
(2022)
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LA CÉLULA
(De la serie Historias de Pandemia)
Autor: Carlos Cazila

carloscazila@gmail.com mensaje70@yahoo.com.ar

15 4172-8732 4 241-4718

OBRA REGISTRADA

PERSONAJES:

ANA Y MAURO: Matrimonio de mediana edad.

La acción transcurre en el living. Ana, a veces se mueve rítmicamente y cada


tanto usa un pulverizador
Mauro se muestra conectado a su celular y mirando televisión, a la que
escucha con auriculares inhalámbricos.

(Comienzo a oscuras. Ella hace exclamaciones, él le corresponde)


ANA: ¡Así, así, más!
MAURO: ¡Sí, sí, sí!
(Se enciende la luz y se ve que él se encuentra masajeándole el cuello)
MAURO: ¿Y? ¿Qué tal?
ANA: ¿A ver? (elonga) ¡Ah, sí, mucho mejor!… Qué lindo que haya un
momento para poder conectarse. Te cuento que hoy, la fila del mercado fue
estresante, no dejaban pasar, y afuera llovía a cantaros. Cuando entré, ya se
habían llevado todo, y encima, aumentados los precios. Claro, la pandemia es
inflacionaria. Por eso se compra a cuatro manos. De lavandina, ni hablar, y ni
te cuento lo que costó conseguir agua
MAURO: ¿No tenían suficiente agua, ahí afuera.?
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ANA: No te rías, ¿no conoces los beneficios del agua? ¿Y el alcohol? Anduve
cuadras y cuadras para poder conseguirlo. Todo un triunfo. Eso sí, como
promoción, te desinfectan antes de entrar.
MAURO: Está bien. Eso es sano.
ANA: Sí, pero me despeinaron toda. Hablando de agua… ¿ya arreglaste?
MAURO: ¿Qué?
ANA: ¿Ya te olvidaste de la canilla del baño?
MAURO: No, no me olvidé
ANA: ¿La arreglaste?
MAURO: ¿Si la arreglé?… Eh, sí, otro día.
ANA: ¿Sabés qué? No servís para nada. Sos completamente inútil.
MAURO: (Se aparta y toma su celular) ¿Ya empezas a ofender?
ANA: ¿Cómo no querés que empiece? ¿No sabés que no se puede meter a
nadie en casa?
MAURO: Sí, ya lo sé. Es pecado. Tampoco se puede hablar con extraños.
ANA: Mirá, no te burles porque te fumigo.
MAURO: Está bien, pero si estamos en tren de diálogo, te podría decir que
acá nadie plancha, ni limpia, ni nada de nada.
ANA: Vamos por partes. La muchacha no puede venir más, por el mismo
motivo.
MAURO: Entiendo, en desinfección
ANA: En desinfección no, pero tiene miedo de que la vuelvan a detener al
cruzar el puente. Dice que ya la bajó del micro, un ejército de no sé qué, y
que la amenazaron…Y bueno…Eso explica todo.
MAURO: Eso no explica que teniendo más tiempo, tampoco cocines.
ANA: ¿Cocinar? La cocina no funciona… Y dicen que los gasistas también
contaminan.
MAURO: Magnífico el pretexto. ¿Y con el delivery no hay problema?
ANA: Estás derivando la cuestión. No le busques tres patas al gato.
MAURO: ¡Delivery! No es más que comida basura
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ANA: Bueno, hacé silencio que los chicos duermen. ¡Ah! Si querés algo
naturista, por acá hay unos chinos.
MAURO: ¿Chinos? ¿Comida china? ¿Vos, que decís que hay que tener
cuidado? ¿No sabés que ni siquiera se puede nombrar a los chinos?
ANA: Nunca hablé de comer murciélagos.
MAURO: No sé, no sé, dejame trabajar
ANA: ¿Ahora trabajás con el celular?
MAURO: ¿Y qué? La tecnología es la tecnología. Estamos en pandemia
ANA: ¡Mauro, todo el día con eso! ¡Jurame que no me engañás!
MAURO: Pero, ¿qué estás pensando?
ANA: ¿En qué querés que piense? Estos momentos en que estamos más
juntos, en realidad sirvieron para entender que estamos lejos…
MAURO: ¡Pero no!… ¡mirá las cosas que se te ocurren!
ANA: Pero sí, vos, todo el día conectado con tus cosas, el partido… en
cambio, yo…
MAURO: Sí, yendo a atender a esas dos o tres locas.
ANA: Son las clientas que me quedan.
MAURO: No te entiendo. Decías que hay que evitar contactos.
ANA: Uso máscaras, guantes, ropa de astronauta, pero no me cambies el
tema…
MAURO: No. No te cambio nada. Todo se justifica. En estos tiempos, el estrés
del encierro, la falta de estímulos, los chicos que molestan…
ANA: ¡Si duermen como santos…!
MAURO: ¿Te olvidás de que les dimos Valium?
ANA: Sí, pero no roncan
MAURO: ¿Eso también me vas a reprochar? No pretenderás negar el caos de
la convivencia. Mi madre me contó que un psicólogo aconseja que hay que
aislarse, darle escupideras a la familia y meterse con una almohada en la
bañera. ¡Ah!, y cerrar con llave.
ANA: ¿Y eso te parece un consejo? ¿De dónde sacó?
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MAURO: No sé, pero ella también mira televisión. (Se conecta con el
televisor)
ANA: La televisión, la televisión…Menos mal que escuchás con auriculares…
MAURO: Eso es para que no digas que molesto.
ANA: Lástima que el del dormitorio se rompió. Si hubiera alguien que lo
arreglara…
MAURO: No pretenderás que me quede pegado haciéndome el service…
ANA: Pero me podrías prestar este.
MAURO: ¿Este? Quedó bien claro que no es para pavadas..
ANA: ¿Pavadas?, ¿los realitys de la doctora Jurado, eso que veo, son
pavadas?
MAURO: Acordamos que este era para el futbol
ANA: ¡Sí, todo el día!
MAURO: Todo el día, no. Solamente la mayor parte del día
ANA: ¿Y eso, no se puede negociar?
MAURO: ¿Estás loca? ¿negociar el futbol? ¿Lo más importante que hay en la
vida de un argentino?
ANA: Sí, eso es cierto. ¿Pero ni una, ni una sola vez?
MAURO: ¿Qué?
ANA: ¿No podemos dejar de hablar…?
MAURO: Sí, sí, dejá de hablar.
ANA: ¿No podemos dejar de hablar… boludeces?
MAURO: Yo no hablo de boludeces.
ANA: Ni yo tampoco.
MAURO: Entonces, si ninguno de los dos hablamos de lo que no hay que
hablar…Eso quiere decir…quiere decir… ¿qué quiere decir?
ANA: Que no hablamos ni de lo que hay que hablar. ¡Mauro! Esperá, poné
pausa, después lo ves. ¡Mauro! ¡Mauro!
MAURO: Bueno, está bien, ¿que querés?
ANA: Digo que…mejor dicho que...
MAURO: Sí, ¿qué?
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ANA: Que salgo a pasear la perra (va hacia un costado. El sigue mirando el
televisor)
ANA: (vuelve a entrar) Al lado, Mauro, al lado…¡Mauro!
MAURO: ¿Qué pasa ahora?
ANA: Perdoname, no quería interrumpir…
MAURO: Te aclaré que si hay partido, no escucho.
ANA: Es que yo, yo escuché.
MAURO: ¿Qué escuchaste? ¿A ver? ¿Qué escuchaste?
ANA: Parece que alguien golpea en la pared
MAURO: Yo no oigo nada
ANA: Bueno, pero recién…
MAURO: Alguien colgando un cuadro, seguro.
ANA: No, no, eran otro tipo de golpes, como llamados
MAURO: ¿Llamados?
ANA: Sí, como golpes con las manos.
MAURO: Ese no es mi tema. Además, ¿en qué pared?
ANA: Eh, la pared de…
MAURO: ¿De dónde?
ANA: De allá, de allá…
MAURO: Bueno, pero ya no golpea.
ANA: A mí me parece oir.
MAURO: Está bien, voy a ver qué inventaste.
(Suena el teléfono)
ANA: Hola, ¿mamá? Sí, todo bien, salvo que ahora golpean…Ah, sí… No, no,
lo de los chicos, todavía no se lo dije (se percata de la hora)… ¡Ah, las nueve,
ya!, tengo que salir a aplaudir, bueno, bueno, después hablamos.
(Ella hace como un amago de aplauso. Regresa él)
MAURO: Nadie golpeaba.
ANA: Mejor, me habrá parecido.
(El pulsa el celular)
ANA: ¿A quién llamás?
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MAURO: Mi mamá, ¿por qué?


ANA: No, por nada, por nada.
MAURO: No sé de qué desconfiás.
ANA: No, qué voy a desconfiar… Sé que la llamás una sola vez al día.
MAURO: Muy cierto. Hoy son dos. Y si fuera algo raro no lo haría aquí mismo
ANA: Ah, en eso tenés razón. Pero antes…
MAURO: ¿Antes, qué?
ANA: No…Mejor, llamá.
MAURO: No. No llamo nada. Seguí controlando
ANA: No es eso. Yo… quería decirte que los chicos…
MAURO: No los nombres, no sea cosa que se despierten.
ANA: Quería decirte que mamá…
MAURO: Sí. ¿Qué le pasa ahora?
ANA: No, nada, fue una charla que tuvimos, que tuvimos esta mañana, no,
fue al mediodía, mejor dicho, esta tarde, es decir más tarde, hace un rato…
MAURO: ¿Bueno, y…?
ANA: Pasa que está preocupada…Bueno, en fin, estuvimos hablando, y como
sabés, yo todavía atiendo alguna que otra…Y como vos decías, es una
situación peligrosa, por eso pienso que podrían estar con ella
MAURO: ¿Con quien?
ANA: Te hablo de mamá
MAURO: ¿Qué tus clientas vayan con ella?
ANA: No. Que vayan los chicos.
MAURO: ¿También con los chicos?
ANA: No. Con mamá. No quiero que estén en situación de riesgo.
MAURO: ¡Muy sencillo: dejá eso que hacés!
ANA: ¿Dejar lo mío? Eso, nunca.
MAURO: ¿Y no se te ocurrió algo más brillante?
ANA: Decís así, pero habría más tranquilidad. Fuiste vos quien tuvo la idea de
doparlos.
MAURO: Pero, ¿por qué con tu mamá?
20

ANA: Ya te lo expliqué
MAURO: No me explicaste nada.
ANA: Pero Mauro, entendeme. Estarían mejor en un ambiente sano
MAURO: ¿Ah, eso? Está bien. Ya está. Te entiendo.
ANA: ¡¿Me entendés Mauro?!
MAURO: Sí, uno y uno.
ANA: ¿Uno y uno?
MAURO: Sí, uno y uno
ANA: Ahora no entiendo yo
MAURO: Uno con tu madre y otro con la mía
ANA: ¿Separarlos? Eso jamás. Jamás semejante trauma
MAURO: Ya te dije. Dejá de trabajar. Bueno, si eso que hacés se puede llamar
trabajar…
ANA: ¿Y vos me hablás así? ¿Vos, que tendrías que atender por vía virtual, y
te pasás mirando el partido? Eso que hacés es una estafa a los usuarios.
MAURO: Estamos en pandemia.
ANA: Precisamente.
MAURO: Los dedos se acalambran de tanto tipiar
ANA: (en sorna) ¡Sí, por fatiga! Son una manga de corruptos
MAURO: Trabajamos con límites sólo por motivos ergonómicos. De salud en
las manos, y en la mente también.
ANA: Bueno, de cualquier manera, en tu despacho nunca atendían a nadie.
Así, se cobra muy fácil un sueldo.
MAURO: ¿Y bueno, a ver? ¿Tu trabajo, qué? Dos o tres maniáticas.
ANA: Pero al menos me siento útil.
MAURO: ¿Y eso? ¿De dónde salió?
ANA: ¿Cómo?
MAURO: Que yo sepa…
ANA: Tenés razón, en realidad, no soy útil para nada
MAURO: Es lo mismo que me dijiste a mí
ANA: Y si somos dos inútiles, entonces…
21

MAURO: Entonces, disfrutemos de esto…


ANA: ¿Esto, qué?
MAURO: Hay que esperar a que pase todo
ANA: ¿Y qué es todo?
MAURO: No sé, ahora no estoy para preguntas filosóficas
ANA: Yo tampoco. No es filosofía, es otra cosa, ¡sí, otra cosa!
MAURO: ¡Uy, empezamos de nuevo!
ANA: No, escuchame, todo eso que dicen de la tecnología suena muy lindo…
MAURO: Por supuesto. Para algo está…
ANA: ¿Y te parece que alcanza?
MAURO: No sé si alcanza, pero que resuelve, resuelve…
ANA: Mauro, ¿te parece que alcanza?
MAURO: Ya te contesté.
ANA: ¿Te parece que alcanza… el sexo virtual?
MAURO: ¿Eh? ¿Qué tenés que decir del sexo virtual?
ANA: Eso, que es virtual
MAURO: Son los nuevos tiempos que corren
ANA: Nuevas porquerías que no caminan.
MAURO: Pero… ¿Cómo podes hablar así?. Parecés de antes. Ahora lo
recomienda la Comisión Mundial de la Salud
ANA: (se acerca) Sí, pero nosotros… ¿No te parece que nos vendría bien algo
real y sin virtuales?... Mauro, ¿cuánto hace que…?
MAURO: No sé, ahora mejor, salgo.
ANA: ¿Adónde vas?
MAURO: A pasear el perro.
ANA: Si yo no paseé la perra, vos…
MAURO: No es mi tema.
ANA: Sí, sí, seguí con ese perro. Cuidate, amor, cuídate, no está permitido
alejarse mucho…(Va al teléfono) ¿Hola mamá? Sí, te cuento. Hay alguien que
golpea en la pared, pero con las manos. Sí, es raro. Ya le voy a preguntar al
encargado. Ahora escúchame, Mauro salió a pasear el perro… No, a la perra
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la saco yo. Para que no haya cuestiones de género… La cosa es que cuando
vuelven, hasta ese perro viene perfumado. Yo sé a qué perra va a ver Mauro..
Ya lo tengo estudiado. Pero todo dentro de lo legal, no pasa de dos cuadras a
la redonda. Ahí se ve con una pelirroja, tarda como una hora. Se ven los
martes, jueves y sábados…Sí, sí, anotá: los martes, jueves y sábados…
¿Qué?...Sí, lo de los chicos ya está arreglado. Estuve hablando con él. No sabe
que ya te los llevé. Dame con ellos….¡Hola amor!…¡Hola mi vida…! (busca
señal. Sale a interior)
CAMBIO DE ILUMINACION
MAURO: (Entra hablando por teléfono) Sí, sí, mamá, mañana te consigo…Sí,
acaroína, dos litros ¿no necesitás nada más? Ah, piedritas para
gatos…Tranquinol para la ansiedad…También, también te llevo. ¿Qué?
¿Lencería erótica? ¡Ah, no, eso compralo vos!... No te enojes. Cuando te vea,
elegimos… Bueno, si te quedan chicas, se pueden cambiar, sí, por Internet,
también. ¡No rompas más, la caja viene fumigada…! bueno como quieras, ¡sí,
sí, beso, beso!
ANA: (entra, sin acercarse) ¡Beso, querido beso!
MAURO: Lamé a mi vieja
ANA: ¿Solo eso? Yo tengo otras noticias
MAURO: (sintoniza) Después me contás. Ahora quiero compartir.
ANA: ¿Sí?
MAURO: (le entrega uno de los dos auriculares) Tomá… España contra
Camerún.
ANA: ¿Tu vieja lo sabe? ¡Mauro, Mauro!
MAURO: (por el partido), ¡Vamos, sí, eso!
ANA: Si, eso, tengo novedades.
MAURO: ¡Pateá, marmota!
ANA: ¡Tengo novedades, dije!
MAURO: ¡Qué? ¡¿Ana, me vas a decir que estás embarazada?!
ANA: ¿Te parece? ¿por vía virtual?
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MAURO: No sé. Sos capaz de cualquier cosa


ANA: Sí, también hablé con ella.
MAURO: (por el partido) ¡Corner!
ANA: ¡Más que corner, penal!
MAURO:¡Qué decís! ¡Fue corner!
ANA: ¡Hablé con ella, dije!
MAURO: ¿Y qué quería?
ANA: Te manda saludos… ¡Que te manda saludos!
MAURO: Dale las gracias, pero recién hablamos
ANA: Las gracias, ya se las di. Es la mejor noticia.
MAURO: (por el partido) ¡Ay!
ANA: ¡Te doy la mejor noticia!
MAURO: ¡Gol!
ANA: (simulando) ¡Gol, gol!
MAURO: ¡Goool!
ANA: (corta el sonido) ¡Gol! ¡Dice que te espera!
MAURO: Ya le dije que paso mañana
ANA: No, Mauro, es la otra, la que espera.
MAURO: ¿La otra?
ANA: La otra, la otra…Tuvimos una charla hermosa. Se llama Desdémona
Florencia, la Colo, para los amigos…
MAURO: ¿Eh? No sé de qué hablas.
ANA: No disimules. La Colo dice que te espera.
MAURO: ¿Cómo que me espera?
ANA: Ya arreglamos todo. Ni un sí, ni un no. Conclusión: Te podés ir ya mismo
MAURO: ¿Ya? ¡Pero!...
ANA: Sí, cuanto antes mejor.
MAURO: No, no puede ser. Debe haber una confusión
ANA: ¿Confusión? ¿Pensás perder esta oportunidad? ¡Andá!
MAURO: ¿Qué estás diciendo? ¿Vos estás insinuando bigamia?
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ANA:¿Qué bigamia? Esto es para siempre


MAURO: Ana, yo te quiero…
ANA: Eso se nota.
MAURO: Claro que sí. Yo te amo intensamente…Lo que pasa…
ANA: Lo que pasa es que hay partido…pero acá no calificás, te fuiste al
descenso.
MAURO: ¿Sí? Yo sé que hablás por despecho. Estás esperando que vuelva
mañana mismo, ¿no es cierto?
ANA: No sé; con esto de la pandemia, se me hace que va a ser dificil.
MAURO: Está bien. Mañana vengo… a buscar las cosas
ANA: ¡Eso, que sea todo rapidito! Por la contaminación. Formen una célula
aparte.
MAURO: (parece arrepentirse) Ana…
ANA: ¿Qué me vas a decir ahora?
MAURO: Que…eso de la pared, es cierto. (sale)
ANA: ¿Qué? ¿Ahora también? (sale a interior)
CAMBIO DE ILUMINACION
(Suena el teléfono)
ANA: (Con malestar físico, atiende)Hola Ma. ¿Recién me llamaste! Tardé en
atender, estaba descansando, sí, un poco contracturada. Después de limpiar
la cocina, dolor de espalda, no tengo costumbre. Sí, la espalda, quedé molida,
¡ay!… Vos, ¿qué contás?.... Ah, ¿duermen? ¡Qué suerte! ¿Y cómo hacés?...¡
Ah, te cuento!: Pude ubicar a la vecina que golpea. Está incomunicada, sí, le
prometí dejarle algo en la puerta. ¿Y vos?... ¿El? ¡Siempre preguntando por
Mauro! Ya te dije que no lo quiero ver. Ahora mismo quedó en venir a buscar
algo y dejarme la llave…Ay, sí, acá está (él se resbala al entrar.Ella corta) ¡Ay,
cuidado!...Puse alcohol en gel… Atendeme, antes que nada, tenemos que
hablar, pero no te acerques. Tenemos que hablar.
MAURO: ¿Ahora? De qué?
ANA: Guardemos distancia. Insisto en el tema de los gastos.
25

MAURO: ¿Qué gastos?


ANA: ¿Qué gastos?... Lo que dejaste es muy poco
MAURO: ¡Habíamos quedado…!
ANA: No sé. Quiero decirte que, en realidad, pensé muy bien en nuestras
cosas.
MAURO: ¿Algo cambió, entonces?
ANA: Sí, necesito por lo menos el doble
MAURO: ¿El doble?
ANA: Sí, por lo menos el doble.
MAURO: Es que, ¡no sabés lo que me pasó! La cuenta se me bloqueó. El
banco no atiende. Reclamé por Internet. Me contestaron que vaya a cantarle
a Gardel.
ANA: ¿Y por qué no cantás?... Eh…¿ Y yo tengo que hacerme cargo?
MAURO: (interrumpe) Bueno. Viene a buscar las cosas.
ANA: Esperá, todavía, tengo que decirte algo más
MAURO: ¿Todavía?... Yo también.
ANA: Porque aun no…
MAURO: ¡Un momento! ¡Ahora me toca a mí!
ANA: Bueno, decí. ¿Cuál es la situación?
MAURO: La situación es que tu vieja esconde a los chicos
ANA: ¡Ah, pero ese bloqueo es por salud!
MAURO: Por salud, sí, pero…
ANA: Pero hay algo que te quiero decir…
MAURO: (intenta irse) Mejor otro día.
ANA: Esperá…Mauro, por ellos, he llegado a pensar…
MAURO: ¿Qué?
ANA: No sé…digo, por los chicos
MAURO: Si, por los chicos, ¿qué?
ANA: Bueno, en fin, yo…Si llegara a pasarte algo, quiero saber si tenés alguna
cuenta secreta, por lo que te expliqué recién.
26

MAURO: ¿Ah, sí? Mi cuenta secreta, en Suiza, por supuesto es ”Golpeá que te
van a abrir”, si conseguís algo, te doy el diez por ciento…. Bueno, ¿dónde
están las cosas?
ANA: Ahora te traigo… ¡Ay, la espalda!
MAURO: Dejá, voy yo.
ANA: ¡No, no, las busco yo! (sale a interior)
MAURO: (habla por el celular) ¡Hola! Te hablo de acá, porque allá no tengo
señal. Hermano, escuchame, tengo que decirte que ya me puse de acuerdo
con la Colo. Andá preparando todo, está dificil pero vamos a poder pasar,
quería saber si ya tenés los certificados. ¿Qué? ¡Voy para allá! (sale)
CAMBIO DE ILUMINACION.
(Se escucha el intenso toser de ella. Viene extremadamente cansada y
desarreglada en su aspecto. Suena el teléfono)
ANA: (atiende) Hola, mamá. Sí, estoy hecha mierda. Sí, se confirmó. Pero se
pasa pronto. Sí, pienso estar mejor…La vecina incomunicada, esa que
golpeaba, vino a refugiarse acá. Se aloja en el cuartito, es un amor, me cose,
me lava, me plancha. No hay desgracia sin suerte… ¿Mauro? No, todavía está
preso. Sí, ya te expliqué: contrabando de papel higiénico…No. La Colo lo
largó. A él lo sueltan enseguida porque también dio positivo. ¿Cómo no me
ve voy a enterar, con lo avanzadas que están las comunicaciones?... ¡No te
oigo! Sí, sí, él, va a venir acá; ¿dónde va a ir? ¿Qué? ¡No te oigo! …¡No te
oigo!... ¡No! ¡No digas! ¡¿Vos también?!, ¡¿y los chicos?!, ¿todos sin olfato?,
¡pero qué coincidencia! ¿Así que todos?... ¡Eso…! ¡sí, sí, vengan, vengan,
todos juntos que hay lugar! ¡Juntos, una sola célula! ¡Todo, todo es alegría!
¡¡Al fin el Covid sirvió para unir a la familia!!

FINAL
2022
27

COLEGAS
De la serie “Historias de pandemias”

OBRA REGISTRADA
Autor: Carlos Cazila
carloscazila@gmail.com
mensaje70@yahoo.com.ar
11 4172 8732 4 374 2841

PERSONAJES:

DOCTOR: Personaje de mueca siniestra

DOCTORA: Desconcertante. Algo ingenua

La acción transcurre en un laboratorio. Hay tubos de ensayo y otros


elementos que intercambian los personajes mientras trabajan. Ella viene con
un bolso o cartera.

COMIENZO:

DOCTOR: (hacia interior) ¡La doctora! ¡Que pase de una vez!


DOCTORA: (entra) ¿Doctor Monster? (se presenta) La doctora Ataquescu…
DOCTOR: Hace rato que la esperamos. Pero, nada de formalismos, no
perdamos tiempo, entre en confianza,(por los preparados) tome, vaya
mezclando
DOCTORA: Mezclo, mezclo. ¿Pero puedo saber qué es?
DOCTOR: Eso en su debido momento. ¿No tiene siquiera una idea?
DOCTORA: Me gusta enterarme.
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DOCTOR: Se trata de todas las pestes conocidas y las que vayamos


inventando. Trabaje mientras me cuenta.
DOCTORA: Puedo hablarle de mis títulos. Me gradué en la Sorbona.
DOCTOR: ¿Y llegó a absorver algo?
DOCTORA: Bastante, le puedo contar.
DOCTOR: Acá no se viene a hacer alardes
DOCTORA: No son alardes, lo digo porque conocí a muchos que ni siquiera se
formaron
DOCTOR: Bueno, yo, formarme, no. Sorbona, menos. Absorver, sí, mucho.
Mucha merca, alcohol, todo lo que venga es bueno.
DOCTORA: ¡Excelente, doctor, me habían hablado mucho de usted!
DOCTOR: Es cierto. Lo mío es pura chantada. Tengo importantes
antecedentes en empresas de tóxicos y además soy autodidacta... Pero es
usted la que tiene que presentarse.
DOCTORA: Bueno, sí, soy de origen rumano…
DOCTOR: Ah, Rumania, muy bien, la tierra de Drácula…
DOCTORA: Eso mismo, creo que puedo hacer mucho por el exterminio
masivo.
DOCTOR: Masivo no, algunos zafamos
DOCTORA: Y aunque no fuera así…
DOCTOR: Y aunque no fuera así, hay algo que nos une.
DOCTORA: Sí. El dinero
DOCTOR: ¿Dinero?, ¿quién piensa sólo en eso?
DOCTORA: ¿Hay algo más importante?.
DOCTOR: Sí, sí. El poder.
DOCTORA: Y la ciencia demográfica. Se dice que hay mucha población que
está sobrando
DOCTOR: Sobrando, no. Lo que pasa es que se reproducen y después
cuestan.
DOCTORA: Eso es absolutamente cierto.
29

DOCTOR: ¡Pero mezcle doctora, mezcle! Acá todo es riguroso. Hay veces que
llevamos informes diarios, como por ejemplo, éste, que dice así: “En el día de
la fecha, se han incorporado las siguientes sustancias: Agua destilada, -
obtenida en manantiales naturales, por supuesto-, y algo de sal gruesa junto
con una pizca de sacarina”. Esto va a los registros oficiales de salud… ¡pero
agarre, dele mezcle!
DOCTORA: De acuerdo, de acuerdo, pero ¿cuánto es una pizca?
DOCTOR: No entiendo
DOCTORA: Una pizca puede tener más, o menos
DOCTOR: Dije una pizca, no el doble ni la mitad de una pizca. ¿No pretenderá
salirme con cuestiones?
DOCTORA: No. Doctor, ¿cómo se le ocurre?
DOCTOR: Sígame en lo que le digo y no se aparte ni un ápice
DOCTORA: No, pero, ¿cuánto es un ápice?... Perdón.
DOCTOR: Acostúmbrese a que hay muchas cosas que no tiene que pensar.
DOCTORA: Claro que no…
DOCTOR: Solo en el progreso.
DOCTORA: Eso mismo, el progreso.
DOCTOR: Algún día me van a rendir honores por mis logros en pos de la
Sanidad. En pos de la curación de los males que nosotros mismos fabricamos.
¿Qué me dice?
DOCTORA: Que no esperaba otra cosa.
DOCTOR: No. Le pregunto qué me dice de Rumania.
DOCTORA: ¡Ah, Rumania, mi tierra natal…Mesetas, el Danubio, clima entre
templado y continental. Se juega al tenis y al baloncesto… Ahí conocí al amor.
Ahí me casé
DOCTOR: ¿Sí?, qué me cuenta de él?
DOCTORA: ¿De quién?
DOCTOR: ¿Se casó con un hombre?
DOCTORA: Hoy día no sé, se perdió de la base de datos.
DOCTOR: ¿No se pudo rastrear?
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DOCTORA: No, por más que reseteé el equipo. ¡Justo en nuestro de


aniversario de bodas…! (se restrega el ojo)
DOCTOR: Bueno, no entremos en sentimentalismos.
DOCTORA: No, fue este ácido que me hizo picar el ojo.
DOCTOR: Es entendible, pero diga, diga más.
DOCTORA: En mi país me ofrecieron trabajar con murciélagos.
DOCTOR: ¡Bah! Eso no la hace importante
DOCTORA: Ni mucho menos. ¡Los murciélagos!: Reino animal, Orden
Chiroptera, subórdenes Megachiroptera y Microchiroptera. Son excelentes si
se saben aprovechar. Jamás olvidaré mi experiencia con murciélagos.
DOCTOR: (Huele los preparados) ¿Sí? No se puede quejar. Mis comienzos
fueron más duros, pero llegué a modificar un gen en las plantas, y tanto así
que desarrollaron unas flores bellísimas, con un aroma increíble…
DOCTORA: ¿En serio, doctor?
DOCTOR: Sí, las olés y caés fulminado (risa siniestra)
DOCTORA: ¡Qué maravilla, doctor, qué maravilla!
DOCTOR: Lástima que me robaron el invento. También inventé la peste de los
mosquitos: la Roncha Dos, que dispersamos en Africa. Total, es una raza que
nunca produjo nada para la especie humana.
DOCTORA: ¿Entonces?, ¿usted la descubrió? ¿Y cuántos murieron
ráscandose?
DOCTOR: Y…
DOCTORA: ¿Qué, doctor, qué?
DOCTOR: También me robaron el invento. No soy nada más que una rata de
laboratorio, pero ya es hora de pasar al frente. Hay que liquidar a muchos,
como para hacer méritos. Pero si se descuidan, hasta puedo exterminarlos a
ellos también.
DOCTORA: Sí, claro, pero ¿quiénes son ellos?
DOCTOR: ¿Sigue preguntando lo que no debe?
DOCTORA: No, no doctor, discúlpeme si soy curiosa. Un defecto de familia…
DOCTOR: Bueno, bueno, no nos distraigamos. ¿Trajo el jugo?
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DOCTORA: ¿Qué jugo?


DOCTOR: Jugo de murciélago, ¿lo trajo o no lo trajo?
DOCTORA: Ah, pero entonces, sabía…
DOCTOR: No pienso darle explicaciones, ¿lo trajo?
DOCTORA: Sí, sí, Sí, acá está. ¡Cómo me iba a olvidar, es todo un logro...y…
DOCTOR: Pero trabaje, doctora, mezcle… ¡Eh, cuidado! ¡que no se le vaya a ir
la mano!
DOCTORA: Doctor, ¿írseme la mano a mí? Se muy bien de todo esto.
DOCTOR: Hay que combinar el X con el Y
DOCTORA: ¿Cromosomas también?
DOCTOR:… mezclar ricino con naranjada, generar calmantes infecciosos,
después el juguito….
DOCTORA: Sí, sí, de eso sé bastante.
DOCTOR: ¿Sí? ¿También sabe que no ha superado la etapa de admisión?
DOCTORA: ¿La etapa de admisión?
DOCTOR: La etapa de admisión, si
DOCTORA:¿ La etapa? Pero, ¿cómo?
DOCTOR: Así como lo oye: La etapa.
DOCTORA: No sabía de ninguna etapa de admisión
DOCTOR: Así es, pasando las cosas en limpio, esto significa que todavía no ha
demostrado méritos suficientes, querida mía
DOCTORA: Entonces… ¿méritos? ¿Y eso que me dijo en confianza?
DOCTOR: Todo lo que le dije es mentira, lo cual demuestra su ingenuidad
DOCTORA: ¿Ingenua yo?, ¿no le parece una acusación grave?
DOCTOR: No sé. pero acá nadie esperaba una rumana. Esperaba una romana,
de Roma. Hay que aclarar el error
DOCTORA: ¿Ah, sí? ¿Todo fue un error? ¿Es que no se dá cuenta de quién
tiene al lado?
DOCTOR: Sus antecedentes no me importan nada.
DOCTORA: Pero… Es que no se ha fijado lo suficiente en mí? Mire mi rostro.
Míreme bien.
32

DOCTOR: Sí, sí, la miro bien (lo hace)… tiene cara de lechuza.
DOCTORA: (mostando su pierna) Pero, además, además…
DOCTOR: Sí, la media corrida. No creo que pase la admisión
DOCTORA: ¿Acaso duda de que estoy dispuesta a todo?
DOCTOR: Tendrá que probar sus intenciones, si es que no viene a boicotear
DOCTORA: Tengo las mejores intenciones, quiero decir, las peores, las peores
intenciones
DOCTOR: ¿Mejores, peores, vé que se contradice?
DOCTORA: Mis intenciones son ciéntificas
DOCTOR: ¿Y a quién le importa la ciencia?
DOCTORA: Si se trata de fabricar pestes, importa.
DOCTOR: Ya lo sé. Por eso tengo que denunciarla
DOCTORA: ¡No! ¡No informe! ¡Piense que por una simple confusión, va a
exponer la vida de alguien que quedó fascinada en cuanto lo vio!
DOCTOR: No sé de qué habla
DOCTORA: Vamos, ¡esos ojos, esa mirada profunda, asesina, veo en usted a
un gran exterminador!
DOCTOR: ¿En serio? ¿No lo dice por halagarme?
DOCTORA: Jamás lo haría. La vida de mucha gente depende de usted. Mejor
dicho, la muerte de mucha gente ¡Quiero ser parte suya!
DOCTOR: Nunca me habían hablado así… ¡Pero no! No tengo que mostrarme
conmovido.
DOCTORA: Vamos, criminal mío, muéstrese. Vivamos nuestros ideales, la
concreción de nuestros sueños…Después, una casita junto al mar…
DOCTOR: No. No puedo dejarme convencer. Mi obligación es denunciar el
error.
DOCTORA: ¿Va a dejar que me supriman? Para usted no significaría nada, en
cambio, piense… juntos…Una casita con murciélagos…
DOCTOR: Está bien. Nadie tiene que saberlo, pero se pacta
DOCTORA: ¿Se pacta?
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DOCTOR: (Extrae otros papeles) Esto, entre nosotros dos. Una especie de
contrato. El texto no es mío, pero sirve. Dice así como…”Mi esclava: Las
condiciones bajo las cuales la acepto, son las siguientes: fuera de la mía,
usted no tiene voluntad; usted es en mis manos un instrumento ciego que
cumple todas mis ordenes sin discutirlas…”
DOCTORA: ¡Sí, si, el contrato del Marqués de Sade!
DOCTOR: “…en caso de que usted olvidara que es mi esclava y no me
obedeciera en todo, tendré el derecho de castigarla o corregirla según se me
antoje…”
DOCTORA: ¡El marqués de Sade, gran amigo de mi abuelo!
DOCTOR: Eso mismo,…”Al igual que su cuerpo, su alma también me
pertenece. Podré darle licencia cuando se me ocurra, pero usted no tiene
nada, y… ya me cansé de tanta cháchara, sepa que acá se trabaja sin rechistar
y que no se respetan horarios…
DOCTORA: ¿No, eso tampoco?
DOCTOR: ¿Y qué esperaba?
DOCTORA: ¡Por Dios! ¡Tengo que tomar luz de luna!
DOCTOR: ¡Ahora vamos, no se distraiga, combine el A con el B, el B con el Z.
¡El abecedario entero! Hay que producir! ¡Producir, antes de que nos gane la
competencia!
DOCTORA: Ya va a ver lo que vamos a conseguir.
DOCTOR: Eso, mezcle, bata, mezcle. Y todo, todo bajo mi tutela, ¡mezcle,
bata, refrigere! (sopla un silvato) ¡Pausa! ¡Stop! ¡Descanse!
DOCTORA: Gracias, doctor
DOCTOR: Trabaje, vamos, trabaje.
DOCTORA: ¿En qué quedamos?
DOCTOR: Usted ha elegido un amo
DOCTORA: ¿Un qué?
DOCTOR: ¡Un amo! ¡El pacto!
DOCTORA: Perdone, doctor, pero si quiere ser un amo, yo sé...
DOCTOR: ¿Qué es lo que sabe?
34

DOCTORA: Si quiere serlo, tendrá que mostrar condiciones


DOCTOR: ¿Y ahora? ¿Viene a cuestionarme a mí?
DOCTORA: No, doctor, de ninguna manera. Consulte mis antecedentes y va a
ver si puedo cuestionar a alguien como usted… que se equivoca en todo.
DOCTOR: ¿Qué dice? ¿Equivocarme yo?
DOCTORA: Todas sus combinaciones están mal hechas. La competencia nos
va a ganar. Si me permite, yo pienso que necesita un descanso
DOCTOR: Tiene razón…Toda una vida dedicada a esto, y ya ve…No me dan
tregua.
DOCTORA: Doctor, con todo respeto. ¿Por qué no piensa en renunciar?
DOCTOR: ¿Renunciar? Me tienen extorsionado. Yo tampoco sé quiénes son,
pero si me descuido, me mandan al frente a mí.
DOCTORA: Está bien, puedo hacer que no vi nada.
DOCTOR: No esperaba menos Pero, trabaje, vamos, trabaje, a ver si le
ponemos condimento al juguito…
(suena el celular de ella)
DOCTORA: Un momento…Creo que está sonando ¿puedo atender?
DOCTOR: ¡No pierda el tiempo!
DOCTORA: ¡No, si, no, si, no! (atiende su celular) Hola…¿Ok? ¡Hello! ¡Yes!
¡Un momento! (mira interrogante al doctor) ¿Ok? (al teléfono) ¡Oh, yes, ok,
ok, ok! (al doctor) ¡Ok!
DOCTOR: ¿Pero quién era?
DOCTORA: Ok
DOCTOR: ¿Y qué dijo?
DOCTORA: Ok
DOCTOR: ¿Ah, ok?
DOCTORA: Comunicación de Rumania
DOCTOR: Se nota que habla muy bien, el rumano
DOCTORA: Y…usted comprende…
DOCTOR: Bueno, ahora, vamos, sigamos con esto.
DOCTORA: Ahora no, hay cambio de planes
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DOCTOR: ¿Qué planes?


DOCTORA: Que ahora sí, me voy
DOCTOR: ¿Y el contrato?
DOCTORA: Reclámeselo a ellos…Me espera mi Rumania, esas colinas, los
prados, el cementerio…
DOCTOR: Y dijo que no era sentimental
DOCTORA: No, pero pagan en euros
DOCTOR: Sí, pensándolo bien, es mejor que se vaya. Tome, puede romper el
pacto
DOCTORA: (Lo lee) “Mi esclava, las condiciones…”Sí, es el auténtico. Me lo
llevo de recuerdo.
DOCTOR: ¡Espere!…tengo muy buen olfato…Déjeme ver… (encuentra entre
las cosas de ella, un pequeño recipiente) ¿Y esto?
DOCTORA: Solamente un concentrado
DOCTOR: Sí, ¿pero concentrado de qué?
DOCTORA: Para teñir el cuero cabelludo. No hay que abrirlo. Es tóxico
DOCTOR: (la amenaza) ¡Ah, concentrado para el cuero cabelludo…!. Y dice
que es tóxico… ¿Cómo se entiende?
DOCTORA: (amedrentada) Es que…
DOCTOR: Diga, ¿cómo se entiende?
DOCTORA: Es la verdad. Es una tintura fatal. Lo traje por si aportaba…
DOCTOR: ¿A qué aporte se refiere?
DOCTORA: Es… para experimentar con ratas. Según las estimaciones, las tiñe
de verde y después, muerte instantánea.
DOCTOR: ¡Maravilloso…!
DOCTORA: Sí, sí. Es un descubrimiento mío.
DOCTOR: Nadie le pidió estas cosas.
DOCTORA: Lo llevo encima por si acaso
DOCTOR: ¿Y entonces?...(silencio en ella) Está bien. Ahora tómeselo
DOCTORA: ¿Cómo…?
DOCTOR: ¿Creía que podía engañarme? Ahora va a ser mi ratita verde…
36

DOCTORA: Pero es que…Hace mal al estómago.


DOCTOR: ¿Un defecto en su experimento? ¡Una ratita con dolor de
estómago! ¿No quiere que le de un antiácido?
DOCTORA: (a los pies de él) ¡Ay, no, no, le pido de rodillas, por favor…!
DOCTOR: Júreme que es tintura para el cabello…
DOCTORA: ¡Sí, sí, sí, lo juro!
DOCTOR: Ah, muy bien, entonces… (él deja caer el líquido sobre el cabello de
ella)
DOCTORA: (se impacta) ¡Ah, oh, ah…! (se yergue aferrada a él) ¡Agárreme
doctor, sujéteme, piense en lo que le dije…!
DOCTOR: ¿Comprende el daño que hace una tintura a una espía?
DOCTORA: Siento que perezco ipso facto…Sin embargo, muero contenta por
haber sido fiel a la causa…ahora…
DOCTOR: ¿Ahora qué?
DOCTORA: (le da un jeringazo) Ahora puede ir despidiéndose.
DOCTOR: ¡Ay, maldita, traición, traición!...¡Ay…! (cae)
DOCTORA: (le señala la salida) ¡Vaya, vaya por ahí, despacio! (él se va
reptando) ¿Qué tal la inyección de la rata verde? Con un poquito de
cianuro....
DOCTOR: Ah, oh…
DOCTORA: ¡Intente volar, “doctor” , los murciélagos son voladores!
DOCTOR: (dice, por sí mismo) ¡ra…ra…!
DOCTORA: ¿Ra, ra, qué?
DOCTOR: ¡Ra…Rata verde! (cae)
DOCTORA: ¡Excelente doctor, veo que entendió!...Pero, ¿dónde está el
informe?...(lo toma y escribe) “En el día de la fecha se ha hecho una
combinación de gérmenes M y O, y se han probado con éxito en humanos…”
(llama) Asistentes, ¡asistentes! ¡Hay una rata en el suelo! ¡Y no se olviden los
barbijos! (risa triunfal )

FINAL, (2022)
37

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