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CAPITULO VI
sor adjunto de teoría general del Estado en la UNAM; oficial mayor de la SEP;
oficial mayor del PRI; subsecretario de Gobernación (diciembre de 1958-noviem-
bre de 1964) y, como tal, encargado del despacho a partir de noviembre 18 de
1963; secretario de Gobernación (1964-1969); y candidato del PRI a la presi-
dencia de la República. Resultó elegido,1 en los comicios de julio de 1970 en los
cuales contendió con el licenciado Efraín González Morfín, del Partido Acción
Nacional (PAN) , y tomó posesión de su cargo en diciembre 1o. del mismo año.2
La sucesión presidencial de diciembre de 1970 inició una renovación de los
cuadros de la burocracia política y de los aparatos políticos e ideológicos del Esta-
do, con el objeto de lograr un amplio apoyo al proyecto de reformas. Asimismo,
reivindicó la ideología y los valores de justicia social de la Revolución Mexicana y el
papel del Estado como rector de la economía y del proyecto de desarrollo de la
clase dominante en su conjunto. Propuso, en lugar de la vieja política del desarrollo
estabilizador, una estrategia de crecimiento del ingreso, la cual llamó del “desarrollo
compartido”. Este buscaba corregir las deficiencias del desarrollo estabilizador, pero
sus resultados fueron perjudiciales: la producción creció irregularmente, con lamen-
table agudización de las diferencias entre el campo y la ciudad; la producción agrí-
cola fue inferior al aumento demográfico; la balanza de pagos resultó deficitaria; el
costo de la vida aumentó considerablemente; el peso, de $12.50 por dólar, se
devaluó a $23; la deuda externa sobrepasó los 19 mil millones de dólares; la riqueza
siguió concentrándose en pocas manos, con inequitativo reparto del ingreso y re-
fuerzo de la dependencia comercial, financiera, tecnológica y cultural; el ensayo de
apertura democrática rindió pobres resultados, sin tocar los aspectos agrario y sin-
dical; el 10 de junio de 1971 se perpetró una matanza, con saldo de decenas de
estudiantes muertos y heridos; los líderes agrarios, Genaro Vázquez, Lucio Caba-
ñas, Enrique Cabrera, Joel Arriaga, Pablo Alvarado e Hilario Moreno fueron asesi-
nados; grupos de campesinos en Sonora, Sinaloa, Oaxaca, Veracruz, etcétera,
1 El número de votos fue: 11 948 412, o sea, el 86% para Echeverría y 1 945 204, el 14% para
Emilio O. Rabasa; Hacienda y Crédito Público, Hugo B. Margáin; Defensa Nacional, Hermenegildo
Cuenca Díaz; Marina, Luis M. Bravo Carrera; Patrimonio Nacional, Horacio Flores de la Peña;
Industria y Comercio, Carlos Torres Manzo; Agricultura y Ganadería, Manuel Bernardo Aguirre;
Comunicaciones y Transportes, Eugenio Méndez Docurro; Obras Públicas, Luis Enrique Braca-
montes; Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa Wade; Educación Pública, Víctor Bravo Ahúja;
Salubridad y Asistencia, Jorge Jiménez Cantú; Trabajo y Previsión Social, Rafael Hernández
Ochoa; Secretaría de la Presidencia, Hugo Cervantes del Río; Departamento del Distrito Federal,
Alfonso Martínez Domínguez; Procurador General de la República, Julio Sánchez Vargas; Procu-
rador General del Distrito Federal y Territorios Federales, Sergio García Ramírez; Petróleos Mexi-
canos, Antonio Dovalí Jaime, con numerosos cambios durante el sexenio.
EL SEXENIO DE LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ 167
3 Una encuesta, realizada por el Centro de Estudios Educativos (CEE), como parte del
4. LA REFORMA EDUCATIVA
Al concluir el sexenio de Díaz Ordaz, el país afrontaba una aguda crisis, ca-
racterizada por el fomento de grandes monopolios; la suspensión del cumpli-
miento de la reforma agraria; el férreo control del movimiento obrero; la
pauperización del proletariado y campesinado; y la represión de los movi-
mientos populares de los médicos y, sobre todo, de los estudiantes. A la
nueva administración se le presentaba la alternativa de mantener las orienta-
ciones del régimen anterior o modificarlas sustancialmente con la liberaliza-
ción del ambiente político. Echeverría optó por lo segundo en cuatro aspectos:
establecer una apertura democrática que alentara con nuevos partidos políti-
cos una necesaria oposición; orientar la reforma económica para modernizar
el aparato productivo, principalmente el campo y aumentar la productividad
en todos los órdenes; mejorar la condición de las clases populares, con ma-
yores oportunidades de cultura y educación; luchar contra el desempleo y el
esfuerzo por integrar las poblaciones marginadas al desarrollo nacional; e in-
crementar las relaciones con otros países, principalmente del tercer mundo.
Consecuente consigo mismo, el régimen de Echeverría, al establecer estas políticas,
se vio obligado a realizar una reforma educativa. Así lo había anunciado, al protestar
como candidato a la presidencia, sin ninguna referencia a la reforma de Díaz Ordaz.
Una auténtica reforma educativa exige revisar, profunda y permanentemente, los objetivos,
los conceptos y las técnicas que guían la docencia. Desconfiemos de los cambios especta-
culares y las decisiones arbitrarias. La reforma que iniciaremos no será fruto de una imposi-
ción burocrática. Surgirá de cada aula y estará fundada en la veracidad y en el diálogo.
Los valores que enarbolamos en los planteles educativos son frecuentemente negados en
el seno de la comunidad. De poco valdría vigorizar la obra del educador, si no convirtiése-
mos los medios de difusión en instrumentos de enseñanza extraescolar y en forjadores de
la conciencia colectiva [...] (El gobierno mexicano, 1-31 de diciembre de 1970, p. 15).
Educación Pública, 1976, 6 vols. Véase el documento. “Puntos de vista sobre la obligada reforma
educativa en México”, de la Academia Mexicana de la Educación (México [s.e.], 1970). Se
encuentran allí muchas de las ideas que el régimen de Echeverría puso en práctica durante su
sexenio. Dígase lo mismo de la obra Informe de la Comisión Nacional de Planeamiento Integral de
la Educación. México: [s.e.], 1968.
EL SEXENIO DE LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ 173
ción de las mentalidades y, además, instaurar un orden social más justo, prin-
cipalmente al igualar las oportunidades. Así lo afirmó Echeverría en su primer
informe de gobierno (septiembre 1º de 1971).
Nada propicia más la igualdad de oportunidades que la ampliación del sistema edu-
cativo [y, en ese mismo discurso]. La reforma educativa se inicia en las conciencias
[...] Tratamos de alentar la participación y la voluntad de cambio entre los maestros,
los padres de familia, los jóvenes y la sociedad entera para emprender, sobre bases
firmes, la renovación permanente de estructuras, métodos y sistemas (México a
través de los informes presidenciales, 1976, p. 335).
educación media. Reconoció su desajuste con las metas que debería cumplir:
formativa y de exploración vocacional; propedéutica (preparación universita-
ria o tecnológica); y vocacional (formación profesional de nivel medio); metas
impropias del desarrollo económico y cultural del país. Por tanto, urgía aten-
der a la formación del magisterio para la educación media, cuyo antecedente
era entonces la normal de primaria.
Por otra parte, era menester, según la comisión, adaptar la ley orgánica
(promulgada en 1943)7 al artículo 3º (1946). La comisión previno del atraso
en el cuadro general de la educación, reducido ya a tres niveles en otros
países: inicial, básica y superior, mientras que en México eran varios y había
una proliferación de ciclos: sugería integrar un nivel de educación básica con
preescolar primaria y secundaria, y agrupar los conocimientos de la siguiente
manera: matemáticas, lengua nacional o extranjera (expresión lingüística y fun-
ción relacional); ciencias naturales experimentales (pensamiento objetivo);
ciencias sociales; educación artística y educación física. Los conocimientos y
actividades diferentes entre la secundaria, preparatoria y profesional serían
los siguientes: disciplinas filosóficas, apropiadas para el primer y segundo gra-
dos de preparatoria; contenidos específicos de tipo propedéutico en el tercer
grado de preparatoria, conforme al área seleccionada. Las áreas opcionales
deberían ser: ciencia y tecnología, ciencias microbiológicas, economía y ad-
ministración y ciencias sociales; conocimientos generales y particulares (de la
especialidad), en el caso de la formación profesional de grado medio; y edu-
cación tecnológica, de acuerdo con concepciones diferenciales para la se-
cundaria y la preparatoria.
Convendría establecer tres tipos de educación tecnológica, según las activi-
dades productivas de las diferentes regiones del país, con programación para:
1) adiestramientos prácticos, en forma de talleres específicos, destinados a los
problemas del medio, especialmente de ciertas áreas rurales; 2) adiestramien-
tos prácticos y específicos, dosificando la educación tecnológica general, en
beneficio de las regiones con desarrollo medio; 3) educación tecnológica uni-
versalizada y polivalente, de mayor contenido básico y de más amplio funda-
mento científico, para regiones de alto nivel de desarrollo. La preparatoria debería
ofrecer, al menos, educación tecnológica de auxiliar técnico.
Asimismo, la comisión insistió en crear la preparatoria única,8 con dura-
ción de tres años, contenidos básicos comunes y específicos diferenciados,
7 Esta ley orgánica de educación se refería al art. 3º de 1934 que implantaba la educación socialista.
8 Recuérdese que todavía entonces los estados conservaban la preparatoria de dos años.
176 TENDENCIAS EDUCATIVAS OFICIALES EN MÉXICO
de acuerdo con las necesidades regionales, las inclinaciones del alumno y las
exigencias propedéuticas de la educación superior.
Además, invitaba la comisión a planear la programación de cursos de
preparación agrotécnica de carácter pragmático, y establecer un servicio
nacional de orientación a los padres de familia para mejorar la educación en
el hogar.
Finalmente, el documento insistía en la educación extraescolar, entendida
como toda ocasión educativa informal, pero intencionada, planeada y dirigida,
conforme a los objetivos considerados legítimos. La educación extraescolar
podría abrazar las siguientes formas: educación materno-infantil familiar; edu-
cación vocacional de preingreso al trabajo; capacitación profesional de traba-
jadores; adiestramiento; perfeccionamiento y superación profesional; extensión
educativa con alfabetización funcional; educación básica para adultos; educa-
ción media y superior; y cultura popular y desarrollo de la comunidad.
Dichos programas de educación extraescolar deberían proyectarse en fun-
ción de los requisitos del desarrollo del país y también de los sectores de la
población que requirieran servicios de capacitación, entrenamiento o actuali-
zación ocupacional, a fin de promover tanto la formación de recursos huma-
nos como las demandas del mercado de trabajo.
Tal es la versión condensada del Documento Final de la Comisión Coordi-
nadora de la Reforma Educativa (1971). Constituye un auténtico diagnóstico
del estado de la educación pública y sugiere oportunas recomendaciones para
su mejor desarrollo. Completa y profundiza en muchos aspectos el de 1968
que no llegó a ponerse en práctica.
5. EL ANALFABETISMO
CUADRO 19
Comparativo de alfabetización
CUADRO 20
Centros Regionales
de Educación
Fundamental
Centros 27 27 27 27 27 28
Población atendida 8 982 8 835 8 758 8 703 9 000 8 947
Personal 570 574 579 612 573 605
Egresados 1 442 2 044 1 724 1 919 2 232 2 946
EL SEXENIO DE LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ 185
Albergues escolares*
Centros 20 21 21 24 24 23
Población atendida 1 200 1 200 1 171 1 200 1 260 1 272
Escuelas asistenciales
Centros 16 13 13 13 12 11
Población atendida 4 322 4 217 3 901 3 810 3 718 3 682
Personal 137 120 132 153 107 146
Egresados 610 516 521 468 481 472
Centros de Alfabetización**
Centros 47 72 72 64 70 81
Población atendida 3 877 3 258 4 694 5 608 7 047 8 295
Personal 98 138 146 195 210 243
Egresados 195 400 464 611 930 1 568
Los servicios que ofrecía la SEP en el medio urbano eran de dos tipos: los
relativos a capacitar para el trabajo y los enfocados a elevar el nivel cultural
de la población. Por medio de 57 centros de acción educativa —26 de ellos
situados en el D.F.— se atendía a una población marginada que ascendía anual-
186 TENDENCIAS EDUCATIVAS OFICIALES EN MÉXICO
CUADRO 21
La enseñanza preescolar
Alumnos
Federal 249 721 262 553 269 693 284 323 304 112 324 266
Estatal 121 432 128 588 135 552 143 676 152 438 167 448
Particular 28 985 31 294 34 841 37 761 41 238 42 972
Total 400 138 422 435 440 086 465 760 497 788 534 686
Maestros
Federal 6 428 6 803 7 305 7 691 8 307 8 816
Estatal 3 004 3 171 3 289 3 344 3 488 3 755
Particular 1 092 1 179 1 259 1 324 1 400 1 337
Total 10 524 11 153 11 853 12 359 13 195 13 908
Escuelas
Federal 1 766 1 854 1 992 2 140 2 296 2 511
Estatal 892 929 959 982 1 015 1 109
Particular 419 433 455 470 500 528
Total 3 077 3 216 3 406 3 592 3 811 4 148
(“Informe de labores”, 1976, p. 22; La obra educativa, 1976, p. 187 da otras cifras
ligeramente distintas).
12 Véase el artículo de Carlota Rosado Bosque. “La reforma educativa en el nivel preesco-
lar”. Magisterio, 1975 (No. 151) (abril), pp. 17-22.
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CUADRO 22
La enseñanza primaria
Alumnos
Federal 6 073 924 6 490 151 6 855 742 7 161 394 7 812 7 803 915
Estatal 2 452 553 2 514 083 2 590 906 2 714 098 2 884 414 2 969 268
Particular 721 713 696 210 666 491 634 476 637 487 682 142
Total 9 248 190 9 700 444 10 113 139 10 509 968 10 999 713 11 455 325
Maestros
Federal 122 912 133 659 144 609 153 335 161 251 171 000
Estatal 51 755 54 981 57 883 60 641 63 638 65 986
Particular 19 334 18 997 18 119 17 271 17 560 18 853
Total 194 001 207 637 220 611 231 247 242 449 255 939
Escuelas
Federal 31 638 32 683 34 236 35 327 36 765 39 655
Estatal 10 424 10 542 10 677 10 647 10 721 11 216
Particular 3 012 2 913 2 790 2 644 3 373 4 743
Total 45 074 46 138 47 703 48 618 51 059 55 614
Desde 197113 se efectuó una amplia consulta entre los maestros del país,
con el objeto de examinar críticamente la enseñanza primaria. Los resultados
de esta consulta se incluyeron en los seis volúmenes de las aportaciones para
la Reforma Educativa. Las conclusiones más importantes de tal consulta en la
primaria fueron: elaborar un nuevo plan de estudios y unos programas de
aprendizaje más adecuados tanto a la realidad social y económica del país
como los propios intereses de los niños; aplicar una metodología pedagógica
ajena al verbalismo y a la enseñanza libresca, para inducir al educando a dejar
de ser memorizador de conceptos y, en cambio, convertirse en una persona
que razonara y comprendiera la esencia de los mismos; diseñar el contenido
de nuevos libros de texto que realmente facilitaran la enseñanza y trasmitieran
el pensamiento científico contemporáneo, según una estructura didáctica ac-
Junto con los esfuerzos por ofrecer educación a todos los niños, la SEP redo-
bló también su atención por los que padecen impedimentos físicos, mentales
o sociales. Así, durante esta administración se creó la Dirección General de
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