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Argumentación jurídica

TAREA 1.

INFERENCIA LÓGICA DE LA PRUEBA CIRCUNSTANCIAL O INDICIARIA


COMO ESTÁNDAR VALORATIVO. EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO ES
FACTIBLE SU EJERCICIO PARA SOSTENER UNA SENTENCIA DE CONDENA
MÁS ALLÁ DE TODA DUDA RAZONABLE, CON MAYOR RAZÓN
TRATÁNDOSE DE ASUNTOS EN LOS QUE ES NECESARIO JUZGAR CON
PERSPECTIVA DE GÉNERO.

Hechos: El quejoso promovió juicio de amparo directo contra una sentencia


definitiva dictada en el sistema penal acusatorio que lo condenó a una pena privativa
de libertad por el delito imputado (feminicidio, previsto en el artículo 242 Bis del
Código Penal del Estado de México), en donde para acreditar éste y su
responsabilidad penal se realizó un ejercicio inferencial lógico extraído de la
información obtenida de las diversas pruebas que fueron desahogadas en juicio, en
las que no existió un señalamiento directo en su contra respecto a las circunstancias
de ejecución de hechos.

Criterio jurídico: Este Tribunal Colegiado de Circuito determina que para sostener
una sentencia de condena en el sistema penal acusatorio, es correcto que la
autoridad responsable realice un ejercicio argumentativo inferencial sobre la
valoración de las pruebas desahogadas en juicio y, con mayor razón,
tratándose de asuntos en los que es necesario juzgar con perspectiva de
género, pero el resultado de ese ejercicio debe satisfacer el umbral probatorio de
culpabilidad más allá de toda duda razonable. Además, se establece que ese
ejercicio inferencial lógico juega un papel relevante en casos relacionados con la
privación de la vida de las mujeres, porque ante la ausencia de prueba directa, los
juzgadores tienen la obligación de examinar escrupulosamente si el conjunto de
indicios, debidamente relacionados, pudieran llevar a la conclusión de la
responsabilidad del agente agresor, lo cual implica per se un análisis sensible,
exhaustivo y con un amplio criterio por parte del juzgador con la finalidad de
no generar impunidad en este tipo de delitos que requieren un análisis
valorativo con perspectiva de género pero, a su vez, respetando el principio
de presunción de inocencia en su vertiente de regla probatoria, para no llegar
al ámbito de la arbitrariedad. Por tanto, si de la totalidad de los medios de prueba
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se obtiene información relevante, es decir, que de ellos emanaron una serie de


inferencias lógicas extraídas del hecho acreditado, porque fueron obtenidos de
manera legal indicios unívocos, concurrentes, convergentes e interrelacionados
entre sí; entonces, permiten un razonamiento razonable, certero y fiable, más
allá de toda duda sobre la intervención del sujeto activo en la comisión del
hecho delictuoso.
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Justificación: La Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el amparo


directo 78/2012 y los amparos directos en revisión 715/2010 y 2235/2012, realizó
importantes precisiones sobre la prueba indiciaria en el contexto del sistema penal
mixto; sin embargo, en la actualidad no existen criterios jurisprudenciales sobre la
aplicación de la prueba indiciaria en el sistema penal acusatorio y oral, por lo cual,
este órgano colegiado considera que sí es factible realizar un ejercicio valorativo
inferencial lógico de la prueba, pero su resultado debe satisfacer el umbral
probatorio de culpabilidad más allá de toda duda razonable, pues si bien el Código
de Procedimientos Penales para el Estado de México (abrogado) no hace referencia
a la denominada "prueba circunstancial" y tampoco a una clasificación específica
sobre la prueba directa o indirecta, ello no excluye la posibilidad de que la autoridad
razone a través de un ejercicio de inferencia toda la información en su conjunto,
obtenida de los medios probatorios que desfilaron en juicio. Aunado a lo anterior, se
toma en consideración lo resuelto por el Tribunal Constitucional de España sobre la
prueba circunstancial o indiciaria al resolver la STC 175/1985, el 17 de diciembre de
1985 por su Sala Primera, donde admitió la posibilidad de que un órgano judicial
razonara su actividad probatoria deductiva. Posteriormente, en la STC 229/1988, la
Sala Segunda del Tribunal Constitucional consideró necesario que el órgano judicial
explicite no sólo las conclusiones obtenidas, sino también los elementos de prueba
que conducen a dichas conclusiones y el íter mental que le ha llevado a entender
probados los hechos constitutivos del delito; luego, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos ha dispuesto que en los casos en que no exista prueba directa,
es legítimo el uso de la prueba circunstancial, los indicios y las presunciones para
fundar una sentencia, siempre que de ellos puedan inferirse conclusiones
consistentes sobre los hechos; finalmente, el Tribunal Constitucional de Perú, al
resolver el expediente 00728-2008-PHC/TC, fijó las pautas que deben seguirse para
integrar la prueba circunstancial.1

En el presente criterio, se estima que tiene cabida la interpretación forzosa puesto


que expresa el tanto más cuanto, es decir, si sucede esto con mayor razón sucede
lo otro, de tal suerte que se pasa de una proposición a la otra en virtud del carácter
transitivo de sus enunciaos.

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Registro digital: 2024878, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Undécima Época,
Materias(s): Penal, Tesis: II.1o.P.1 P (11a.), Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación.
Libro 14, Junio de 2022, Tomo VII, página 6278, Tipo: Aislada
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También se vislumbra el argumento ético dado que se formula apelando a


referentes de bien y plenitud en que se encuentran inmersas las acciones humanas.

Finalmente el de coherencia ya que se deduce la presunción de la complejidad del


sistema pero sobre todo de su total conexión de las normas que lo integran.

TESIS 2:

SUSPENSIÓN DE OFICIO Y DE PLANO EN EL JUICIO DE AMPARO


INDIRECTO. PROCEDE CONCEDERLA EN CONTRA DE LA OMISIÓN DE
APLICAR LA VACUNA CONTRA EL VIRUS SARS-CoV-2, PARA PREVENIR LA
COVID-19, A MENORES DE EDAD DENTRO DEL RANGO DE CINCO A ONCE
AÑOS, AL ACTUALIZARSE EL SUPUESTO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 126
DE LA LEY DE LA MATERIA.

Hechos: Varios menores de edad, por conducto de sus representantes,


interpusieron recursos de queja en contra del auto por el que el Juez de Distrito
negó la suspensión de plano en un juicio de amparo indirecto promovido contra la
"Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2, para la prevención
de la COVID-19 en México", en el que se solicitó la medida cautelar para el efecto
de que se inoculen a la brevedad posible, teniendo en cuenta el interés superior de
la niñez para tutelar, proteger y garantizar su derecho humano a la salud, pues se
excluyó a los menores de doce años en las etapas de vacunación.

Criterio jurídico: Este Tribunal Colegiado de Circuito determina que procede


conceder la suspensión de oficio y de plano en contra de la omisión de aplicar la
vacuna a menores de edad dentro del rango de cinco a once años, contra el virus
SARS-CoV-2, para prevenir la COVID-19, al actualizarse el supuesto previsto en el
artículo 126 de la Ley de Amparo, pues de no tutelarse el derecho a la salud se
pondría en peligro su vida, que constituye el bien jurídico de más alto valor contenido
en la Constitución General.

Justificación: Lo anterior, porque el Gobierno de México emitió el documento


denominado "Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2,
para la prevención de la COVID-19 en México", actualizado el once de mayo de dos
mil veintiuno, que constituye el documento rector que contiene las directrices bajo
las cuales México desplegará sus acciones en lo relativo a la aplicación de las
vacunas contra la COVID-19. Dicho plan de vacunación consiste en 5 etapas por
grupos poblacionales, priorizados de la siguiente manera: 1. Personal sanitario que
enfrenta la COVID-19; 2. Personas adultas mayores: mayores de 80 años, de 70 a
79 años y de 60 a 69 años; 3. Personas con comorbilidad o comorbilidades; 4.
5

Personal docente de las entidades federativas en semáforo epidemiológico verde;


y, 5. Resto de la población (mayor a 16 años). Asimismo, la Comisión Federal para
la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a través del comunicado
23/2021, modificó las condiciones de autorización para uso de emergencia de
la vacuna Pfizer-BioNTech, ampliando su aplicación para menores a partir de los
doce años de edad. De lo anterior se desprende que los menores de cinco a once
años de edad quedaron excluidos del mencionado plan de vacunación, a pesar de
existir evidencia científica en el sentido de que también pueden contraer el virus,
enfermar gravemente e, incluso, fallecer; lo que demuestra que la omisión
reclamada es susceptible de poner en peligro su vida y, por lo mismo, los ubica
dentro de los supuestos previstos en el artículo 126 de la Ley de Amparo para el
otorgamiento de la suspensión de plano y de oficio, esto es, cuando se trate de
actos que importen peligro de privación de la vida; de tal suerte que procede
conceder la medida cautelar para el efecto de que las autoridades sanitarias
competentes dictaminen la viabilidad, seguridad, condiciones y dosis
aplicable de la vacuna Pfizer-BioNTech a los menores quejosos, en el
entendido de que deberán hacer saber al Juzgado de Distrito la conclusión médica
adoptada; en el caso de que se concluya que la inoculación no es dañina para la
salud del menor, deberán proceder a su aplicación.2

En el presente criterio, apreciamos la interpretación de autoridad pues se relaciona


con la estructura de autoridad en términos jurídicos que adopta el enunciado
analizado, en virtud de que de la autoridad emana el enunciado normativo que está
especificado en el mandato que deriva de la norma constitucional, para establecer
un conjunto de procedimientos específicos.

También encontramos el argumento de equidad debido a que notamos el prudente


ajustamiento de la norma general y abstracta al caso concreto, por una
interpretación basada en el bien común, según las particularidades del caso en el
presente en menores de una edad entre cinco y once años.

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Registro digital: 2024721, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Undécima Época,
Materias(s): Común, Tesis: XVI.1o.A. J/5 K (11a.), Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación. Libro 13, Mayo de 2022, Tomo IV, página 4361, Tipo: Jurisprudencia.
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TESIS 3:

PRUEBAS EN MATERIA PENAL. SU VALORACIÓN A TRAVÉS DEL MÉTODO


"REDUCCIÓN AL ABSURDO", TRATÁNDOSE DE DELITOS CONTRA LA
SALUD EN LA MODALIDAD DE POSESIÓN O TRANSPORTACIÓN.

La demostración de la verdad en la comisión de un hecho delictivo a través de las


pruebas en el proceso penal, puede ser directa o indirecta; es decir, cuando no se
logra demostrar una tesis (en el caso, el dolo como elemento de la culpabilidad del
delito), por el procedimiento directo, entonces, se recurre a la demostración
indirecta. Así, la demostración directa consiste en que de los datos obtenidos de las
pruebas, siguiendo las reglas de los razonamientos, se deduce directamente la tesis
(versión de los hechos que incriminan a su autor). A su vez, la demostración
indirecta, generalmente, en materia penal se integra con la indiciaria, y el
razonamiento que se obtiene consistente en que primero se demuestre la falsedad
de la antítesis (versión defensiva), es decir, del juicio que contradice a la tesis (la
versión incriminatoria que aduce la parte acusadora), y de la falsedad, por
incongruente, de la versión defensiva del inculpado, que se reduce al absurdo, se
extrae la conclusión de la veracidad de la versión incriminatoria. Esto es, para
demostrar que la versión defensiva es falsa se parte del pleno acreditamiento del
acto posesorio o de transportación del narcótico, que resulta contradictorio a las
proposiciones de la defensa; por ello, si la versión defensiva es inconsistente con
las pruebas aportadas al juicio (con la ley lógica), a través del principio lógico
conocido como tercero excluido, de la falsedad del argumento defensivo se deduce
la veracidad de la acusación incriminatoria. Este método de demostración tiene
el nombre de "reducción al absurdo".3

En el presente criterio, apreciamos la interpretación de reducción al absurdo, incluso


la redacción de la jurisprudencia analizada así expresamente lo señala, esto es así,
ya que es un tipo de batería argumental que como lo vimos permite la oposición a
un tejido de interpretación determinado en un texto jurídico especifico, por la
derivación absurda, inadmisible e ilógica a la que traslada y transfiere; es decir,
soslaya en demostrar indirectamente la postura de una tesis, probando primero la
falsedad de la postura contraria.

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Registro digital: 185671, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Novena Época, Materias(s):
Penal, Tesis: XVII.5o. J/3, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XVI,
Octubre de 2002, página 1238, Tipo: Jurisprudencia

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