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Módulo 1

Transcripciones de los videos

Video 1: Introducción del módulo


Hola, soy el profesor Stephen Peake y soy miembro de Judge Business School de
Cambridge. Mi tarea será mostrarte una serie de hechos científicos sobre la forma en que
el planeta cambia en respuesta a la actividad humana. Te los explicaré en detalle, y te
diré por qué debemos considerarlos y comprender el panorama general de lo que los
humanos hacemos hoy con nuestras perspectivas para el futuro, porque esto afecta el
futuro de nuestra economía y negocios. Es el núcleo del tema que viniste a aprender en
torno a las habilidades empresariales. Examinaremos la ciencia detrás de esto. Veremos
cómo abordar estos grandes desafíos, y lo haremos en el marco de las pruebas más
recientes del cambio climático. Este tema se relaciona con los demás desafíos
medioambientales: los de biodiversidad, comida, agua, salud, etcétera. Analizaremos
esas pruebas en detalle. Veremos proyecciones de cómo sería la vida si no cambiamos
hábitos. Luego, analizaremos las dos opciones principales que tienen las empresas para
responder a la situación actual. Una es la adaptación, y la otra es la mitigación, o la
reducción de los gases de efecto invernadero. Te llevaré en un viaje que, lo admito, puede
ser un poco sombrío, pero te garantizo que, al final del módulo, llegaremos a la
maravillosa y fantástica consigna de la necesidad empresarial de rediseñar el mundo de
manera rápida, radical y urgente.

Video 2: La plataforma ardiente


Nos preocupa el daño que los humanos hacemos a la Tierra desde la Revolución
Industrial. Hace mucho sabemos que la búsqueda de crecimiento económico y
prosperidad depende muchísimo del uso de recursos naturales: alimentos, combustible,
madera, minerales y desechos. En el siglo XIX, creíamos que estos recursos eran
abundantes, a menudo, gratuitos e infinitos. Ahora sabemos que son escasos, costosos y,
en muchos casos, muy limitados. Pasamos de una visión antropocentrista de la teoría de
la gestión y la economía a una visión sumamente biocentrista de nuestra función como
parte de la naturaleza en relación con los límites planetarios. Las perspectivas de
negocios sobre la gestión medioambiental cambiaron con el tiempo. La primera ola
destacó el cumplimiento de la normativa corporativa. Por ejemplo, los estándares de
calidad del aire y el agua en las décadas de 1960 y 1970. Una segunda ola de
compromiso proactivo con la gestión medioambiental comenzó en la década de 1990 con
los planes de negocios estratégicos. Al inicio de la década del 2000, comenzó la tercera
ola, debido a que varias empresas adoptaron la sostenibilidad como una meta estratégica
central. Estas olas fueron impulsadas por varios desastres naturales de origen humano,
reuniones internacionales e informes clave sobre políticas. En 2022, se celebró el
cincuenta aniversario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano
de 1972, la primerísima Cumbre para la Tierra. Al año, se publicó el influyente informe
Limits to Growth, acto clave en la aplicación del pensamiento sistémico y de los modelos
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medioambientales. El informe de 1987 de la Comisión Mundial sobre el Medioambiente y
el Desarrollo, llamado Nuestro futuro común y conocido como “el informe Brundtland”,
incorporó el concepto de desarrollo sostenible al léxico de los negocios corporativos.
Junto con la Cumbre para la Tierra de Río de 1992, sentó las bases de muchos principios
y herramientas que moldearon la gestión medioambiental corporativa y los informes
actuales. Incluyen el principio de precaución, el principio de pago por contaminación, la
norma ISO 14001:1996, la contabilidad medioambiental, la triple cuenta de resultados de
1997, el “factor 4” y el “factor 10” de 1997, la producción más limpia, la ecoeficiencia y el
análisis del ciclo de vida. Se añadieron los informes integrados, Carbon Disclosure Project
y la más reciente: la iniciativa de objetivos basados en la ciencia en torno al clima. Hace
poco, el concepto original de “límites del crecimiento” se reformuló como la idea de los
límites planetarios y los umbrales críticos, físicos y medioambientales más allá de los
cuales la supervivencia de la civilización humana corre peligro. Estamos muy cerca de
alcanzar varios límites planetarios. Por ende, nos acercamos a los umbrales que pueden
afectar con gravedad no solo la forma de hacer negocios, sino el futuro de la economía,
de nuestras especies y del resto de la vida en la Tierra. Esto no es ciencia ficción, es real.
Está sucediendo. Todavía hay tiempo para cambiar las perspectivas futuras. Hay algo de
tiempo para tomar medidas drásticas y evitar algunas de las peores consecuencias. Para
eso, necesitaremos nuestro ingenio técnico, económico y cultural, a fin de imponer una
transición hacia una sociedad que sea realmente ecológica y global. Ahora me centraré
principalmente en la sostenibilidad medioambiental y sus consecuencias. Lo haré con el
análisis de las últimas evaluaciones científicas del estado del cambio climático. Me basaré
en los informes de las publicaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático o IPCC. Desde 1996 publican novedades científicas más o menos cada
seis años. Durante 2021 y 2022, publicaron su sexto informe de evaluación. Hay tres
informes principales que abarcan la base de las ciencias físicas del cambio climático; los
efectos, la adaptación y la vulnerabilidad, y la mitigación o reducción de los gases de
efecto invernadero asociados al cambio climático. En conjunto, consideran las pruebas
más recientes para evaluar el cambio climático desde la Revolución Industrial. Consideran
los posibles cambios que enfrentaremos, las consecuencias económicas y
medioambientales, y lo que podemos y debemos hacer si queremos gestionar estos
riesgos. Este conjunto de pruebas científicas es la alarma que hay que escuchar y ante la
que deben reaccionar la sociedad y las empresas. Quizá sea la plataforma ardiente
principal según la cual las empresas deban avanzar en las próximas décadas.

Video 3: Límites planetarios


Los escépticos con el cambio climático y la sostenibilidad suelen mezclar datos
científicos sensatos con ciencia ficción, juicios de valor y emociones. Todos lo
hacemos a veces. Somos cálidos, adorables y complejos. No somos computadoras
ni robots. Es muy importante practicar cómo responder a los escépticos de forma
honesta, abierta y constructiva. Creo que la clave es encontrar el aspecto científico
en la postura escéptica y usarlo como punto de partida. Para los escépticos, están
los períodos geológicos. Son enormes e inmensas unidades temporales de 200 o
300 millones de años. Es perfectamente cierto que el clima de la Tierra nunca fue
estable. El clima oscila ampliamente en cuanto a la temperatura y humedad. Pero
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estos cambios llevan cientos de millones de años. No suceden en dos o tres siglos,
que es de un día para otro en términos relativos y geológicos. Si reducimos los
4600 millones de años de historia de nuestro planeta a un período de 24 horas que
comienza a la medianoche, la vida simple comenzaría 4 horas después, a las
4:00 a. m. Las plantas surgirían a las 10:00 p. m., y 20 minutos antes de la
medianoche, un asteroide mataría a los dinosaurios, a excepción de las aves, esos
bonitos dinosaurios pequeños que todavía nos acompañan. Unos 77 segundos
antes de la medianoche, aparecerían los seres humanos, el Homo sapiens
sapiens. La vida progresará sin nosotros, pero, por definición, nosotros no. La
huella humana sobre la vida en la Tierra es tan grande que está cambiando el
clima del que depende la vida y lo está haciendo de un día para otro en términos
geológicos. Afecta la sostenibilidad del resto de la vida en la Tierra, de nuestra
especie y muchas otras. Paradójicamente, hay esperanza respecto de este
sombrío panorama. El hecho de que podemos destruir el sistema de soporte vital
del planeta con nuestra tecnología y comportamiento debería esperanzarnos, ya
que esas mismas herramientas se pueden usar para restaurar el equilibrio. Una
forma influyente de considerar la escala de la huella humana en los sistemas
terrestres se conoce con el nombre de “límites planetarios”. Se acuñó en 2009,
pero se basa en el informe Limits to Growth, de 1973, y en otros sistemas similares
de modelización dinámica que ya mencionamos. Hay nueve límites planetarios que
representan los umbrales que el desarrollo humano no debe superar para evitar
cambios medioambientales muy graves, rápidos e irreversibles. Pueden
compararse con una cerca. Si la humanidad permanece dentro, evitará los peores
riesgos. Según los últimos datos científicos, superamos el umbral de seguridad de
contaminación química, flujos de nitrógeno y fósforo, explotación del suelo,
biodiversidad y cambio climático. La gestión histórica de la reducción del ozono
estratosférico, el agujero de ozono, mediante el Protocolo de Montreal, es una
historia positiva. El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, un
foro de 200 empresas que incluye marcas reconocidas a nivel mundial, y otras
empresas de inversión financiera, alimentos, textiles, tecnología de construcción y
artículos domésticos usan el marco de límites planetarios para elaborar sus
estrategias organizacionales. El uso de estos límites planetarios basados en la
ciencia para traducir y formular estrategias, planes y medidas a nivel del sector o la
empresa se conoce como el “enfoque de objetivos basados en la ciencia”. Como
veremos, si analizamos las pruebas más recientes sobre el cambio climático, los
titulares no son buenos. Pero en los ámbitos del diseño y la creatividad, los límites
son algo fabuloso. Crear o superar una restricción requiere pensamiento creativo,
algo en lo que se destacan las personas. Mientras analizamos la ciencia que
subyace a esta plataforma ardiente, según la cual las empresas deben actuar con
urgencia, quiero que recuerdes que nuestra tarea final a la hora de generar una
cartera de habilidades para la transición verde es crear una caja de herramientas
que fomente el bien en el mundo y no solo reduzca el daño que causamos. Creo
firmemente que este es un momento único para que nuestra especie demuestre su
enorme humanidad. Es un llamado colectivo y sincrónico para que usemos nuestra
creatividad, imaginación e ingenio a fin de resolver estos problemas y crear
soluciones. Veremos cómo las empresas pueden y deben responder a los desafíos

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en los siguientes módulos. Por ahora, mi tarea es mostrarte las pruebas científicas
para que saques tus propias conclusiones. Pero, una vez que involucremos la
mente, el corazón y las manos no tardarán mucho en seguirla.

Video 4: El cambio climático y el presupuesto global de carbono (parte 1)


El concepto científico de cambio climático es muy resbaladizo. Puede referirse a
múltiples cuestiones. Cuando hablamos del cambio climático, podemos referirnos a
una amplia gama de cuestiones de sostenibilidad en las tres dimensiones
tradicionales. Podemos referirnos a la sostenibilidad económica, a la sostenibilidad
social o a la sostenibilidad medioambiental. Los debates sobre la energía, la
calidad del aire, la migración, la manufactura, los alimentos, la agricultura, el agua
potable y los desechos se relacionan con el cambio climático. Incluso en un mundo
sin seres humanos, desde una perspectiva de la ciencia del sistema terrestre, la
idea de “clima” es muy compleja. Incluye muchos subsistemas y ciclos que ayudan
a crear las zonas climáticas de la Tierra. Estas zonas se crean y se rigen en gran
medida por la física solar, que es la redistribución de grandes cantidades de
energía que llegan como luz solar a las regiones ecuatoriales y se desplazan el
Polo Norte y el Polo Sur. Hay sistemas físicos. Los vientos y las corrientes marinas
son los sistemas de enfriamiento y calentamiento de la Tierra. Hay ciclos
biológicos. Árboles, suelos y plantas. Hay ciclos geológicos. Ríos, montañas y
nutrientes. Hay dinámica química. Reacciones químicas en el agua y el aire.
Repasemos los títulos del sexto informe de evaluación del Grupo de Trabajo I del
IPCC, que se publicó en 2021 y analiza lo que sabemos sobre las pruebas físicas
del cambio climático. Es indiscutible que las actividades humanas generan el
cambio climático al causar fenómenos climáticos extremos, como olas de calor,
lluvias intensas y sequías que son más frecuentes y graves. Los cambios
climáticos recientes son generalizados, rápidos y se están intensificando. Además,
no hay precedentes en miles de años de conocimiento científico. No es necesario
que el mundo empresarial entienda la ciencia. De hecho, ni siquiera es posible. La
mayoría de los científicos se centra en partes minúsculas del sistema climático
general durante su carrera. Pero hay una o dos cifras clave que es importante que
entendamos en torno a la ciencia y los negocios. Quizá la más icónica sea la cifra
que representa el aumento de la temperatura media global de la superficie en el
período preindustrial, que va desde 1850 hasta 1900. La temperatura no es la
única medida y efecto del cambio climático, pero cumple una función central al
impulsar otros cambios, como la humedad del suelo, las precipitaciones, la
producción de alimentos y los cambios en el hábitat. En Copenhague, en la
Cumbre sobre el Clima de 2009, la ONU acordó limitar el calentamiento global a un
máximo de 2 °C y, preferentemente, a 1.5 °C por encima del promedio
preindustrial. Eso fue en 2009. Estamos por llegar al tope de 1.5 °C. Analizamos
varios procesos y factores relativos a la naturaleza y los humanos, y queda claro
que el calentamiento está impulsado por las emisiones de gases de efecto
invernadero, como el dióxido de carbono, el metano, el óxido de nitrógeno y otros
gases industriales. De hecho, el calentamiento sería mayor si no fuese por otro tipo
de polución que los individuos enviamos a la atmósfera y que sirve para enfriar un
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poco el planeta, además de generar enfermedades respiratorias que causan la
muerte de millones cada año. A menos que haya una reducción inmediata, rápida y
a gran escala de las emisiones de estos gases, limitar el calentamiento a 1.5 °C
por encima del período preindustrial será imposible.

Video 5: El cambio climático y el presupuesto global de carbono (parte 2)


El cambio climático ya afecta a todas las regiones del planeta de muchas maneras.
Los cambios que vivimos aumentarán con el calentamiento. Ya no es posible
revertir algunos cambios en el sistema climático. Sin embargo, algunos cambios se
podrían ralentizar o detener si se limitara el calentamiento futuro. Para limitar el
calentamiento global, hay que reducir de forma rápida y sostenida el CO₂, el
metano y otros gases. Esto disminuiría las consecuencias del cambio climático y
mejoraría la calidad del aire para miles de millones de personas. Para lograrlo
necesitamos de la economía, las empresas, la tecnología y el comportamiento
humano. La ciencia indica que el cambio climático afecta a todas las regiones del
planeta que están habitadas. La influencia humana contribuye a muchos cambios
extremos en términos meteorológicos y climáticos que se observan desde ahora.
Los cambios se incrementan a medida que aumenta el calentamiento global.
Cambian la temperatura media regional, las precipitaciones y la humedad del
suelo. Puede sonar muy científico, pero esto afecta a todos los negocios. Por
ejemplo, cómo diseñar y construir las ciudades del futuro o cómo cultivar en el
futuro. Los fenómenos extremos pueden causar mucho daño físico y económico y
repercutir en los negocios. El sector del reaseguro conoce esto muy bien. Los
cambios previstos ante fenómenos extremos son más frecuentes e intensos a
medida que aumenta el calentamiento global. Al enumerar los riesgos futuros que
se relacionan con ciertos efectos del cambio climático, detectamos que son
múltiples impulsores del cambio climático. Se prevé que estos cambiarán en todo
el mundo en el futuro. ¿Qué debemos hacer para evitar los peores riesgos? A
partir de nuestros conocimientos y la gran variedad de modelos climáticos que hay
en todo el mundo, tenemos confianza suficiente en que, para limitar el
calentamiento global a entre 1.5 °C y 2 °C por encima del rango preindustrial, las
emisiones globales de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero
deben ser menores a cero y negativas desde la mitad de este siglo en adelante.
Cada tonelada adicional de dióxido de carbono que se libera a la atmósfera tiene
un efecto a escala secular en la temperatura de la Tierra. Otros gases de efecto
invernadero tienen otra composición y actúan de un modo diferente. En el caso del
dióxido de carbono, sabemos que, desde que se inició la Revolución Industrial a
nivel mundial, liberamos cerca de 2 400 000 millones de toneladas a la atmósfera.
Más emisiones de CO₂ suponen más calentamiento global. La relación es casi
lineal. Para limitar el calentamiento global, debemos limitar las emisiones futuras
de CO₂. Debemos permanecer dentro del presupuesto de carbono. Para tener un
50 % de probabilidades de permanecer dentro del umbral de 1.5 °C de
calentamiento global, de ahora en adelante, el presupuesto de carbono restante
debe ser de 500 000 millones de toneladas de CO₂. Parece mucho, pero equivale
a 12 años según la tasa de emisión global actual. Tenemos solo 12 años. Para
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limitar el calentamiento a 2 °C hacia finales de este siglo, nos quedan cerca de
30 años de emisiones actuales que podemos liberar a la atmósfera. Estos son
ejemplos prácticos del concepto de límite planetario. Este es un elemento clave de
la plataforma ardiente y un límite planetario clave. ¿Cómo hacemos para reducir
las emisiones de estos gases tan rápido? Este es un elemento clave de la
transición verde.

Video 6: Efectos observados del cambio climático (parte 1)


El calentamiento global de 1 °C está causando disrupciones y costos enormes a
muchos sistemas naturales y humanos. Los últimos cinco años son los más cálidos
desde 1850, cuando comenzaron a registrarse. Los récords de temperatura se
superan cada año. Hay una forma muy clara de ver el aumento de las
temperaturas globales promedio durante los dos últimos siglos. Se llaman “franjas
de calentamiento” y las creó el profesor Edward Hawkins en el Reino Unido, en
2018, en University of Reading. Esta imagen de las franjas de calentamiento es
emblemática y ganó visibilidad en las últimas negociaciones climáticas en la
COP26 celebrada en Glasgow en 2021. Al comunicar los riesgos que enfrentamos
como resultado del cambio climático y su infinidad de conexiones con las metas de
sostenibilidad, hay una gran diferencia científica entre los cambios y efectos
observados que sucedieron y se midieron, y las predicciones de cambios que
podrían suceder en el futuro a partir de modelos informáticos. Comunicar los
riesgos del cambio climático implica la práctica de cierta fluidez de dos listas muy
extensas con los efectos del cambio climático. Hay una lista de efectos observados
y otra de posibles efectos futuros en función de que logremos evitar los niveles
más peligrosos del cambio climático. No resulta fácil leer ni digerir estas listas, ni
comunicarlas al público. Las considero “letanías de la oscuridad”. Pero son
esenciales para establecer la naturaleza de esta plataforma ardiente que los seres
humanos habitamos y a la que las empresas deben responder. Hay algunos
conceptos que debo explicar. Los efectos del cambio climático son los cambios
que se observan o predicen y que, en verdad, suceden. Pueden ser negativos,
como las sequías, o positivos, como un aumento del rendimiento de la producción
de cultivos, dado el aumento de CO₂ en la atmósfera. Los riesgos climáticos son
las malas noticias que podríamos afrontar como resultado del cambio climático. La
exposición a los riesgos climáticos se relaciona con las personas las plantas, los
animales o los sistemas sujetos a estos riesgos. La adaptación en los sistemas
naturales es el proceso de ajuste al clima real y a sus efectos. La adaptación en los
sistemas humanos es el proceso de ajuste al clima real y esperado, y a sus efectos
para regular el daño o aprovechar las oportunidades que puedan presentarse. Las
personas pueden planificar, anticiparse e intentar afrontar ciertos efectos del
cambio climático. Pueden construir embalses, aislar edificios del calor, del calor
extremo, por ejemplo. Con las plantas y los animales no sucede lo mismo. Solo
pueden reaccionar. La vulnerabilidad se relaciona con la sensibilidad o la
susceptibilidad al daño y con la incapacidad para hacer frente o adaptarse al
cambio climático. La vulnerabilidad determina cómo las sociedades y comunidades
experimentan los efectos del cambio climático. Las sociedades con mucha
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inequidad son menos resilientes al cambio climático. La resiliencia es la capacidad
de los sistemas sociales, económicos y medioambientales para lidiar con estos
efectos mediante la adaptación, el aprendizaje y la transformación. Los conceptos
de efecto, riesgo, exposición, adaptación y vulnerabilidad son aspectos importantes
para comunicar los riesgos presentes y futuros que se relacionan con el cambio
climático.

Video 7: Efectos observados del cambio climático (parte 2)


Ahora analizaremos algunos efectos observados del cambio climático que estamos
muy o bastante seguros de que sucedieron. Si bien el mundo se calentó
aproximadamente 1.1 °C, ciertos procesos naturales y humanos afectados
reaccionan muy rápido: especies, poblaciones, sequías, inundaciones, cultivos.
Pero otros tardan décadas o incluso siglos en reaccionar, como los hábitats, la
expansión urbana y el aumento del nivel del mar. La lista de efectos observados no
está completa para el calentamiento actual. Hay más en curso y más por venir.
Para evitar subestimar o sobreestimar la ciencia, intenté que esta lista alarmista se
asemejara al resumen técnico del Grupo de Trabajo II del IPCC. Esta es una
habilidad importante de comunicación empresarial en torno a estos desafíos
globales. No intentes hacerlo interesante o desplegar tus habilidades publicitarias.
Es importante atenerse a los datos científicos. Las partes interesadas y el público
recurrirán a su propia imaginación. El cambio climático alteró los ecosistemas
marinos, terrestres y de agua dulce en todo el mundo. Las plantas y los animales
responden al cambio climático, pero a su propio ritmo. En muchos casos, las
respuestas biológicas, como los cambios en la fisiología vegetal y animal, el
crecimiento, la abundancia, la ubicación geográfica y la estacionalidad, no suelen
ser suficientes para lidiar con el ritmo del cambio climático reciente. Miles de
especies marinas migraron a aguas más frías en latitudes más altas. Se están
incorporando nuevas enfermedades animales y vegetales en el Alto Ártico y en
cadenas montañosas más elevadas. La pérdida de especies que forman hábitats,
como árboles, corales y algas y praderas marinas, generó cambios irreversibles en
algunos ecosistemas y amenaza la biodiversidad asociada en los sistemas
marinos. El cambio climático provocó la pérdida de especies locales, el aumento
de enfermedades, y la mortalidad masiva de plantas y animales, lo que causó las
primeras extinciones por el cambio climático, la reestructuración de ecosistemas, el
aumento de áreas incendiadas y el deterioro de los servicios de los ecosistemas.
Los efectos del cambio climático en los ecosistemas generaron pérdidas
económicas y de sustento medibles, y alteraron las prácticas culturales y las
actividades recreativas en todo el mundo. Los fenómenos extremos, como las
sequías, los incendios forestales, las olas de calor terrestres y marinas, los
ciclones y las inundaciones, son más frecuentes, más intensos y prolongados en
todas las regiones del mundo. Esto genera pérdidas y daños extensos y graves en
los sistemas naturales y humanos. Estos fenómenos extremos superan la
resiliencia de algunos sistemas humanos y ecológicos, y desafían las capacidades
de adaptación de otros. Algunos efectos tienen consecuencias irreversibles. Las
personas vulnerables, los sistemas humanos, y las especies y los ecosistemas
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sensibles al clima son los que más corren peligro. Los fenómenos climáticos
extremos afectaron la productividad de los sectores agrícola, silvícola y pesquero.
Las sequías, las inundaciones, los incendios y las olas de calor marinas reducen la
disponibilidad de alimentos y aumentan los precios de los alimentos. Esto amenaza
la seguridad alimentaria, la nutrición y el sustento de millones de personas en
todas las regiones. Los sistemas alimentario y silvícola ya sufren consecuencias
negativas en el sustento, la seguridad alimentaria y la nutrición de cientos de
millones de personas, en especial, en latitudes bajas y medias. El sistema
alimentario global no logra abordar la inseguridad alimentaria y la desnutrición de
un modo sostenible con el medioambiente. En la actualidad, casi la mitad de la
población mundial experimenta una grave escasez de agua al menos un mes al
año debido a factores climáticos y otros. Los fenómenos extremos y las
vulnerabilidades subyacentes intensificaron el impacto social de sequías e
inundaciones, afectaron negativamente la agricultura y la producción energética, y
aumentaron la incidencia de enfermedades trasmitidas por el agua. La inseguridad
hídrica afecta mayormente a los países con los ingresos más bajos. El cambio
climático ya dañó la salud humana, física y mental. En todas las regiones, el
impacto en la salud socava los esfuerzos de un desarrollo inclusivo. Las mujeres,
los niños, los ancianos, los pueblos indígenas, los hogares con bajos ingresos y los
grupos marginados dentro de los límites de las ciudades son los más vulnerables.
Estos individuos comienzan a moverse. Desde 2008, un promedio anual de más de
20 millones de personas se desplaza internamente cada año debido a fenómenos
extremos climáticos, principalmente, tormentas e inundaciones. Los impulsores
climáticos más comunes para la migración y el desplazamiento son las sequías, las
tormentas tropicales los huracanes, las lluvias intensas y las inundaciones. En
general, los pobres son más vulnerables que los ricos, que pueden adaptarse más
fácilmente al cambio climático. Cerca de 3300 millones de personas viven en
países muy vulnerables al cambio climático. Tan solo 1800 millones de personas
viven en regiones con baja vulnerabilidad. El cambio climático afecta el estilo de
vida de las comunidades indígenas, su diversidad cultural y lingüística, su
seguridad alimentaria, su salud y su bienestar. Las intersecciones, por ejemplo, de
género, raza, clase, etnia, sexualidad, identidad indígena, edad, discapacidad,
ingresos, condición de migrante y ubicación geográfica suelen combinarse para
aumentar la vulnerabilidad a los efectos del cambio climático. Agravan la inequidad
de estos grupos y generan más injusticia. La variabilidad y los fenómenos
extremos se asocian a largos conflictos, debido al aumento del precio de los
alimentos, la inseguridad hídrica y alimentaria, y la pérdida de ingresos y
sustentos. Hay cada vez más pruebas de violencia organizada de baja intensidad
en países con un aumento de los efectos del cambio climático. Las ciudades y los
asentamientos, en especial, los no planificados e informales, así como las zonas
montañosas y costeras, crecen rápidamente. Siguen siendo críticos por tratarse de
sitios concentrados con mayor exposición a los riesgos climáticos y con mayor
vulnerabilidad al ser el escenario del cambio climático. El aumento del nivel del
mar, las olas de calor, las sequías, los cambios en la escorrentía, las inundaciones,
los incendios forestales y el deshielo del permafrost generan disrupciones en
infraestructuras y servicios clave, como el suministro y la transmisión energéticos,

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las comunicaciones, el suministro de alimentos y agua, y los sistemas de
transporte en áreas urbanas y suburbanas. A nivel mundial, las poblaciones
urbanas tuvieron un crecimiento de más de 400 millones de personas entre 2015 y
2020. Más del 90 % de este crecimiento sucedió en las regiones menos
desarrolladas. Las personas, los sustentos, los ecosistemas, los edificios y la
infraestructura de muchas ciudades y asentamientos costeros están
experimentando efectos agravantes, como el aumento del nivel del mar y la
variabilidad climática. Los sistemas de infraestructura proveen servicios cruciales
para los individuos, la sociedad y la economía en zonas urbanas y rurales. Su
disponibilidad y fiabilidad influyen de forma directa o indirecta en el logro de los
objetivos de desarrollo sostenible. Los efectos del cambio climático son visibles en
todos los sectores económicos. La magnitud de los daños varía según el sector y
la región. Los fenómenos extremos recientes por el clima y el tiempo se asocian a
grandes costos, debido a los daños en infraestructura y las disrupciones en la
cadena de suministro. Aunque los patrones de desarrollo impulsaron muchos de
estos aumentos, los efectos adversos en el crecimiento económico se identificaron
a partir de fenómenos extremos con un gran impacto en países en desarrollo. Los
efectos climáticos generalizados debilitaron el sustento económico, en especial, el
de poblaciones vulnerables. Los efectos y los riesgos previstos del cambio
climático no se incorporaron lo suficiente a la planificación del sector público ni del
privado, ni se adaptaron las prácticas financieras y presupuestarias. Las pérdidas
económicas del cambio climático derivan de ciertos efectos adversos, como el
rendimiento agrícola, la disponibilidad de agua y la productividad laboral al aire
libre debido al estrés por calor. La planificación y las prácticas presupuestarias
actuales no prestaron suficiente atención a los efectos y riesgos previstos del
cambio climático. Esto coloca más activos y personas dentro de los riesgos
climáticos actuales y previstos. Observamos el efecto del cambio climático en
muchos ecosistemas y en sistemas humanos en todas las regiones. Un
calentamiento de 1.5 °C, superior a la temperatura preindustrial, agravará los
efectos y desencadenará multiplicadores de riesgos. A continuación, analizaremos
posibles proyecciones de efectos del cambio climático según distintos escenarios
de futuras emisiones. Recuerda que estas son solo posibilidades. Los gobiernos,
las empresas y la sociedad tienen la oportunidad de colaborar para reducir las
emisiones de gases y limitar el calentamiento global a fin de evitar un mayor daño
económico.

Video 8: El termómetro rastreador de medidas contra el cambio climático y los


diagramas de “brasas ardientes”
No te sorprenderá escuchar que los efectos del cambio climático son mucho más
alarmantes que la lista de efectos observados. Nadie tiene una bola de cristal. Al
considerar el clima del futuro, surgen muchas incertidumbres que hay que tener en
cuenta. No sabemos cómo responderá el sistema climático general ante el
aumento de la temperatura. Puede ser lineal o no. La Tierra puede enfriarse o
calentarse ante el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera. En otras
palabras, no estamos seguros de la relación entre las emisiones y la temperatura
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futura. El efecto invernadero puede ser mayor o menor que nuestro mejor
pronóstico. Hay otros umbrales y puntos desencadenantes que son importantes y
no podemos demostrar con precisión. Son demasiado complejos. Los llamamos
“puntos de inflexión”. Son eventos irreversibles y de alto riesgo que cambian todo.
Por ejemplo, ¿cuándo la Amazonia dejará de absorber dióxido de carbono y
comenzará a emitirlo? ¿Cuándo colapsará la capa de hielo de la Antártida
Occidental, y aumentará con rapidez el nivel del mar? No sabemos cómo
responderán los países, las economías y las sociedades. ¿Quién planificará con
antelación y tomará medidas para modificar la infraestructura, los modelos de
negocio y el comportamiento, a fin de aumentar su resiliencia y reducir su
vulnerabilidad a, por ejemplo, fenómenos climáticos extremos? El IPCC pone a
prueba distintos escenarios de emisiones en modelos climáticos que son diferentes
e independientes. Esto nos da una variedad de futuros posibles en promedio entre
los distintos modelos. El rastreador de medidas contra el cambio climático es un
sitio web que intenta modelar nuestro rumbo respecto del aumento global de la
temperatura para finales del siglo. Considera las pruebas más recientes de la
variedad de modelos climáticos, pero también incorpora políticas, medidas,
objetivos, compromisos y promesas que los gobiernos mencionan cada año
durante las negociaciones sobre el cambio climático. El rastreador de medidas
actualiza de forma regular su termómetro, que resume su mejor pronóstico sobre el
panorama del calentamiento global en el futuro. El termómetro indica el aumento
de temperatura por encima del nivel preindustrial. Además, muestra la situación
actual según el objetivo de calentamiento global del Acuerdo de París. No debe
superar 1.5 °C por encima del promedio preindustrial. Hay cuatro aumentos
diferentes de la temperatura en el futuro que se muestran en estos bloques de
colores. No hay una sola predicción para cada escenario. Cada bloque indica un
rango de temperaturas que refleja las incertidumbres que mencioné anteriormente
para cada escenario. El bloque azul del termómetro nos indica que, si
consideramos las políticas y los planes de inversión actuales de los gobiernos,
podemos llegar a +2.7 °C a finales del siglo dentro de un rango que oscila entre
+2 °C y +3.6 °C. Podemos observar los demás escenarios, analizar los bloques y
describir con exactitud qué significa cada escenario en términos del nivel de
temperatura que se prevé para el futuro. Sabemos hacia dónde nos dirigimos en
términos del aumento de temperatura, según el nivel de compromiso que adoptan
los gobiernos, las empresas y la sociedad para descarbonizar nuestras economías.
Describiré los desafíos de la descarbonización y un calentamiento global inferior a
2 °C en un próximo video. Por ahora, no nos preocupemos por eso. Centrémonos
en lo que pueden implicar estos distintos niveles de temperatura para las personas,
las plantas, los animales y los ecosistemas con los que compartimos el planeta y
de los que dependemos. El modo tradicional de representar la relación entre las
temperaturas futuras y los posibles riesgos para distintas cuestiones, sistemas o
regiones es con el diagrama de “brasas ardientes”. Se llama así porque el color de
las barras va del amarillo y el rojo hasta el violeta, lo que se asemeja a las brasas
ardientes del fuego. Las cinco preocupaciones principales del calentamiento global
son los riesgos para los sistemas únicos y amenazados, como arrecifes, el Ártico y
su población indígena, glaciares montañosos y zonas críticas para la biodiversidad.

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Son más sensibles al aumento de la temperatura. La barra se torna violeta: el
riesgo es muy alto. Ahora, estamos cerca de 1 °C y muy seguros de la ciencia
detrás de esto. Los riesgos de los fenómenos extremos incluyen efectos en la
salud humana, el sustento, los activos y los ecosistemas mientras continúen las
olas de calor, las lluvias intensas, las sequías, los incendios y las inundaciones
costeras. El perfil de riesgo de temperatura es también muy alto para esta
categoría. Quizá tengamos unas décimas de un grado antes de que la situación se
agrave mucho. La distribución de los efectos. El cambio climático es desprolijo e
irregular, al igual que la resiliencia de los grupos y sistemas para enfrentarlo. Este
riesgo capta los efectos en las sociedades vulnerables y los sistemas sociales y
ecológicos, incluidas las personas desfavorecidas en todos los países y niveles de
desarrollo. El riesgo pasa a ser alto al aproximarse a 1.5 °C por encima del nivel
preindustrial. Los efectos agregados miden parámetros únicos, como los daños
monetarios, las vidas afectadas, las especies extintas o la degradación de los
ecosistemas a escala global. Los riesgos son altos o muy altos cuando nos
ubicamos por encima de 1.5 °C. Los fenómenos únicos de gran escala incluyen los
puntos de inflexión, como la desintegración de las capas de hielo y la ralentización
de las corrientes marinas que distribuyen el calor desde el ecuador hasta los polos.
Por suerte, estos riesgos son los menos sensibles de estas cinco medidas. Pero
son muy altos, por encima del umbral de 2 °C. En el próximo video, veremos
diagramas más detallados para entender con precisión los riesgos para las
distintas regiones y sistemas. Es muy importante entender esto porque, cuando se
trata de los desafíos de rediseñar el mundo para que sea resiliente al cambio
climático y reduzca las emisiones de carbono, los costos no son insignificantes.
Debemos poder recordar por qué hacemos tanto esfuerzo. Lo hacemos para evitar
los peores riesgos que se muestran en estos diagramas detallados.

Video 9: Diagramas de “brasas ardientes”


En este video, veremos algunas pruebas detalladas de los riesgos para los
distintos sistemas y regiones a medida que aumenta la temperatura. Estos son
algunos riesgos que se identifican en el informe del IPCC: estrés por calor,
seguridad hídrica, seguridad alimentaria y riesgos de inundaciones. Cuando
ponemos en riesgo la naturaleza a esta escala, nos exponemos a perturbar
muchos de sus servicios cruciales, como la polinización, la protección costera, el
turismo, la recreación, los alimentos, la salud, la filtración del agua, la pureza del
aire y la regulación del clima. Repasemos el formato básico de un diagrama de
brasas ardientes. Mientras más oscuro sea el color, mayor será el nivel de riesgo.
El color blanco indica que no se detectan efectos. El color amarillo, riesgo
moderado. El rojo, riesgo alto; y el violeta, riesgo muy alto. Los puntos indican el
nivel de certeza científica en la evaluación de riesgos. A mayor cantidad de puntos,
mayor certeza. En las próximas imágenes, añadiremos una dimensión más a la
evaluación de riesgos. Es el nivel de adaptación en el que decidimos invertir para
un problema específico. Hablaremos de la adaptación con mayor detalle en el
próximo video. Por ahora, quiero que entiendas que se refiere a la medida en la
que los humanos respondemos a un riesgo. Podemos anticiparlo o reaccionar
Habilidades para la Transición Verde Página 11 de 22
cuando sucede. Nos enfrentamos a graves riesgos. Pero los seres humanos no
solemos esperar sin hacer nada, como la rana en la olla de agua hirviendo.
Nosotros saltamos. Atacamos al chef. El IPCC estableció tres niveles de
adaptación para algunos riesgos: bajo, bajo a moderado y alto. El informe del IPCC
brinda una descripción general de los riesgos para algunas categorías de
ecosistemas clave. Es solo un indicador. Hay diferencias regionales detalladas
para los distintos ecosistemas. Los corales de agua fría quizá corran menos
riesgos que los de agua caliente ante un aumento de temperatura, por ejemplo.
Consideremos en estos diagramas las franjas con un aumento que oscila entre
1.1 °C y 1.5 °C. ¿Cuál es la situación actual? ¿A qué nos enfrentamos en el futuro
cercano? ¿Qué vemos? Los corales de agua caliente ya corren un riesgo elevado.
El primer grupo incluye la pérdida de biodiversidad, la mortalidad de árboles y el
cambio estructural. Es amarillo y se torna rojo, lo que indica que llegamos a un
punto en el que estos ecosistemas corren un riesgo elevado. El segundo grupo
incluye el aumento de incendios y la pérdida de carbono. No nos enfrentamos al
mismo nivel de riesgo. Estos ecosistemas corren un riesgo elevado cerca de los
+2 °C por encima del nivel preindustrial. Luego, los corales de agua caliente, que
ya son de color violeta oscuro. Como ya debes saber por los medios de
comunicación, ya empezaron a perder color y a deteriorarse con las temperaturas
marinas actuales, y quién sabe qué más ocurrirá. El próximo grupo de
ecosistemas, los bosques de algas, está comenzando a reaccionar al aumento de
la temperatura. Los últimos tres ecosistemas son las praderas marinas, la zona
epipelágica, que son los primeros 200 metros del océano donde penetra la luz
solar, y el litoral rocoso y la marisma salina. Por ahora, son de color amarillo y
están cerca de los +2 °C. Veamos ahora cómo creemos que se relacionan varios
problemas de salud humanos con la temperatura media global de la superficie en
el futuro. Aquí vemos varios problemas de salud. Se crearon según tres niveles de
adaptación: bajo, moderado y alto. Si analizamos estos datos, vemos que, en
promedio, a escala mundial, se incrementa el riesgo de morbilidad y mortalidad
relacionadas con el calor, de mortalidad relacionada con el ozono y de contraer
malaria. En todos los casos, los modelos de adaptación alta que creamos
muestran que estos riesgos pueden reducirse para un aumento dado de la
temperatura. La adaptación también cumple la función de demorar el aumento
inducido por la temperatura en la prevalencia del dengue, la enfermedad de Lyme
y la fiebre del Nilo Occidental. Veamos algunos riesgos que corren ciertas
regiones. En las regiones destacadas de África, Australia y Nueva Zelanda, y
Europa, el color de los arrecifes de corales de agua caliente es violeta oscuro.
También vemos que los problemas de Europa son un poco menos sensibles al
aumento de la temperatura que los problemas de las otras regiones. De nuevo, el
mensaje clave es intentar no superar los +1.5 °C y, por supuesto, no superar los
2 °C por encima del nivel preindustrial. Con estos diagramas, vemos que los
problemas con el hielo marino del Ártico ya son graves. La Antártida y el aumento
del nivel del mar del Mediterráneo se ubican cerca. Norteamérica está
experimentando sequías inusuales. Parecería que alcanzamos el umbral de
temperatura para que esto empeore mucho más. El informe del IPCC tiene
descripciones detalladas de los riesgos en distintas regiones del mundo para

Habilidades para la Transición Verde Página 12 de 22


diferentes cuestiones. Vale la pena analizarlas, así que te las brindaremos. Los
resúmenes de estos diagramas son descripciones generales, conjuntas y visuales
que se diseñaron para comunicar rápido los distintos perfiles de riesgo de la
temperatura. Hay descripciones cuantitativas mucho más detalladas en el informe
del IPCC sobre la variación de estos riesgos por regiones. Hay muchos ejemplos.
Se prevé que, con 2 °C, 800 millones de personas, y con 4 °C, 4000 millones de
personas experimentarán distintos niveles de escasez de agua, lo que aumentará
la inseguridad hídrica. Muchos glaciares pequeños y de baja altitud en todo el
mundo perderán la mayor parte de su masa total con 1.5 °C más. En África, entre
el 55 % y el 70 % de las especies de pescados que se comercializan internamente
pueden extinguirse con un calentamiento de 2.5 °C al final de este siglo. En el sur
de Europa, más de un tercio de la población tendrá escasez de agua a 2 °C, y el
riesgo se duplicará si llegamos a 3 °C, con pérdidas económicas importantes. En
áreas extensas del norte de Sudamérica, la región mediterránea, China occidental
y latitudes altas de Norteamérica y Eurasia, se prevé que la frecuencia de las
sequías agrícolas extremas se incrementará entre un 150 % y un 200 % a 2 °C, y
más de un 200 % a 4 °C. Un aumento de 1.5 °C incrementará entre un 100 % y un
200 % la cantidad de población que se verá afectada por las inundaciones en
Colombia, Brasil y Argentina. En Ecuador será del 300 % y en Perú del 400 %. En
la región mediterránea y parte de Europa, nuestro potencial hidroeléctrico se
reduce hasta un 40 % con un calentamiento de 3 °C. Se prevé una disminución del
10 % y del 5 % al alcanzar un nivel de calentamiento de 2 °C y de 1.5 °C,
respectivamente. En 2050, más de 1000 millones de personas de ciudades y
asentamientos de baja altitud podrán experimentar fenómenos climáticos costeros
condicionados por la geomorfología litoral, la ubicación geográfica y las medidas
de adaptación. En Europa, se prevé que los daños por inundaciones costeras se
incrementarán al menos diez veces a finales del siglo, e incluso más o antes con la
adaptación y la mitigación actuales. Se prevé que entre 158 y 500 millones de
personas y activos por un valor de USD 7.9 a USD 12.7 billones estarán expuestos
a una llanura de inundación de 100 años para 2100 en algunos de estos casos.
Esto aumenta a casi 1000 millones de personas y de USD 8 a USD 15 billones en
los casos de emisiones altas. Todo esto es deprimente. ¿Qué podemos hacer?
Hay dos respuestas principales por parte de la sociedad humana. Una respuesta
es hacer todo lo posible para prepararnos para los peores efectos del cambio
climático a más corto plazo y adaptar nuestras casas, comunidades y negocios
para que sean menos vulnerables y más resilientes. La otra respuesta es reducir
de forma rápida, radical e inmediata las emisiones de gases de efecto invernadero
a la atmósfera para intentar limitar el calentamiento futuro. En el próximo video,
veremos la función de la adaptación como respuesta antes de avanzar con las
opciones de descarbonización del sistema.

Video 10: Opciones de adaptación (parte 1)


El tema de la adaptación es muy interesante para nuestros fines. En realidad, es
una historia positiva. En este video explicaré un poco a qué se debe. La buena
noticia es que hay opciones para reducir los riesgos que enfrentan las personas y
Habilidades para la Transición Verde Página 13 de 22
la naturaleza. Debemos encontrar el dinero y la valentía política para invertir en
ellas. Ahora veremos algunas opciones de adaptación que tenemos disponibles. La
gestión del agua debe ser una cuestión prioritaria. El futuro del clima promedio en
las distintas regiones del mundo será muy confuso. En algunas regiones, los
inviernos serán más cálidos y húmedos y quizá con lluvias en momentos
“erróneos” del año. Las zonas áridas y semiáridas del mundo ya se enfrentan a la
escasez de agua y deben ser innovadoras e ingeniosas para lidiar con eso. Si se
vuelven más calientes y secas, deberán encontrar más fuentes de innovación. Esta
es la adaptación mediante la gestión del agua. ¿Qué podemos hacer? Haremos
más de lo que ya hacemos. Irrigar, almacenar más agua, construir más embalses,
aplicar más tecnologías de ahorro de agua, y usar distintos tipos de cultivos para
promover la conservación del agua en el suelo. Podemos considerar
infraestructuras más generalizadas, más grandes e interregionales para proveer
agua potable cuando sea necesario. Además, podemos analizar la gestión de
riesgos de inundaciones y sequías mientras suceden. Sobre todo, debemos
aprender a colaborar con la naturaleza para planificar hábitats mientras intentamos
mejorar la gestión del agua. Si no colaboramos con la naturaleza e intentamos
dominarla, o no invertimos dinero ni tecnología, nada funcionará, como lo indica la
historia. Estos enfoques son menos bruscos, más inteligentes y ecológicamente
sensibles para la gestión del agua. Muy ligado a esto, necesitamos agua para
nosotros, pero también para los cultivos. Como vimos en videos anteriores, son
muchas las regiones que se enfrentan a graves riesgos de seguridad alimentaria
en el futuro. Ya hay cerca de 1000 millones de personas en el mundo con
inseguridad alimentaria. Esta cuestión empeora al aumentar la temperatura. ¿Qué
medidas de adaptación podemos tomar para mejorar la seguridad alimentaria?
Podemos cambiar las distintas variedades por otras con modificaciones genéticas
para obtener cultivos resistentes a la sequía. Podemos tener mejores enfoques
para la agroforestería. Podemos tener una mejor diversificación de granjas y
gestión paisajística. Sobre todo, podemos invertir más en medidas de adaptación
que se basen en la comunidad para los alimentos. Hay pruebas de su buen
funcionamiento. Por supuesto, si reforzamos la biodiversidad, es casi seguro que
reduciremos el riesgo de inseguridad alimentaria. Luego, nuestras ciudades. Miles
de millones de personas viven en ciudades, y miles de millones más migrarán allí
en el futuro. Las ciudades dependen de la tierra circundante, pero deben diseñarse
de forma adecuada y eficiente para intentar reducir la huella que generan en el
planeta y para intentar mejorar la calidad de vida que proporcionan a temperaturas
más altas. Entonces, ¿qué podemos hacer? Ya estamos viendo que el buen
diseño y la evolución de las ciudades está incorporando ingeniería basada en la
naturaleza, que se combina con los materiales duros del paisaje. Se están
estableciendo espacios verdes y azules en la planificación urbana. Incluso se lleva
a cabo la agricultura urbana. Luego, está la planificación para los fenómenos
extremos, las olas de calor o las sequías extremas, a fin de gestionar la seguridad
social dentro de la ciudad cuando esos fenómenos ocurran. Hay más beneficios en
tener ciudades mejores y más limpias e inteligentes que son más resistentes a un
mundo más cálido. Hay mejoras en la salud pública. Por supuesto, la naturaleza
también se beneficia, la naturaleza de la ciudad. Las ciudades evolucionan por

Habilidades para la Transición Verde Página 14 de 22


naturaleza. No de forma consciente, pero se diseñan según el clima específico en
el que se desarrollan. Ese clima no suele cambiar en miles de años. En general, es
variable, pero el promedio no cambia demasiado. Nuestras ciudades están
experimentando cambios a una escala sin precedentes. Los sienten. No solo los
humanos sienten el cambio climático. Nuestras ciudades también. La
infraestructura, en ciertos casos, se está derritiendo. Miles de millones de personas
en el mundo viven en asentamientos informales, que se ubican en zonas costeras
o en regiones montañosas. Esos asentamientos informales no son particularmente
resilientes al clima extremo actual y mucho menos al del futuro. Hay grupos de
personas en los que debemos invertir. Podemos invertir en opciones de adaptación
para estos asentamientos vulnerables. Podemos hacer uso de su conocimiento
local y de su propio conocimiento, e incluso de sus habilidades, para que se cuiden
mejor. Podemos involucrar a los políticos que se ocupan de ellos para recaudar el
dinero necesario a fin de invertir en estos asentamientos. Sobre todo, debemos
encontrar el modo de involucrar a los habitantes para que ayuden a planificar su
resiliencia para el futuro.

Video 11: Opciones de adaptación (parte 2)


En un video anterior, dije que hay dos cosas que podemos hacer sobre el cambio
climático. Podemos volvernos menos vulnerables y más resistentes a través de la
adaptación. O podemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La
opción de reducir la vulnerabilidad siempre se ha visto eclipsada por la mitigación.
Hemos gastado más millardos en tratar de reducir las emisiones de carbono que
en preparar a las personas para los efectos climáticos que se avecinan. Por eso, la
adaptación es un tema muy interesante: se encuentra en el centro de los
problemas que ya experimentamos hoy. Actualmente, los pobres enfrentan todo
tipo de problemas y, si invertimos en adaptación, podemos ayudarlos de inmediato.
No solo ayudaríamos a las generaciones futuras, sino a las personas que viven
hoy. También se habla de adaptación en las negociaciones internacionales. Todo
tiene sentido en teoría. Pero, de hecho, si nos fijamos en los detalles, hay una
brecha entre la retórica y el dinero que se necesita para prepararse para lo que se
avecina. Pero esto está cambiando, y la gente está siguiendo la brecha de la
adaptación, y se está hablando mucho de esto en el ámbito político. Pareciera que
estoy diciendo que la adaptación es una especie de solución milagrosa, una tarjeta
para salir de la cárcel gratis. Bueno, no lo es. Quiero aclarar que, en lo referente a
un aumento de la temperatura como el que vemos hoy, y tal vez como el que
veremos más a futuro, quizás en los próximos 10 o 20 años, la evidencia científica
sugiere que obtenemos múltiples beneficios cuando invertimos en adaptación.
Funciona. Vemos resultados. Es una buena inversión. Pero a medida que sube la
temperatura y pasa de 1.5 °C a 2 °C y más, toda la evidencia científica sugiere que
invertir en las opciones que había para temperaturas más bajas será tirar dinero a
la basura. En otras palabras, la adaptación no es una excusa para seguir emitiendo
gases de efecto invernadero. Para solucionar este problema, la sociedad y las
empresas deben hacer dos cosas a la vez: deben invertir en adaptación, en
alternativas a los combustibles fósiles y en mejorar la eficiencia energética.
Habilidades para la Transición Verde Página 15 de 22
Deberemos enfrentar enormes limitaciones financieras para ayudar a los países
menos desarrollados a prepararse para el cambio climático. La cifra de
USD 100 000 millones, o USD 0.1 billones, suele aparecer en las negociaciones.
Ese es más o menos el monto, aunque es difícil tener precisión, pero creemos que
esa cantidad de dinero está comenzando a fluir. Cerca de USD 0.1 billones. Para
prepararnos para lo que viene, creemos que se necesitará aproximadamente diez
veces eso, al menos diez veces eso. Necesitamos dedicar un billón al año a
medidas relacionadas con la adaptación para ayudar a las personas a prepararse.
¿Cuánto es un billón de dólares? Es aproximadamente un tercio de lo que
invertimos cada año en tecnologías a gran escala para combustibles fósiles y
energía renovable. Así que no es una cantidad abismal, pero es una cantidad
importante y es un desafío importante. Tanto el sector de los seguros como el
sector de los reaseguros saben que algo muy grave está pasando porque ven que
las pérdidas aseguradas aumentan en promedio año tras año. Y estas pérdidas se
acercan a esa cifra. Están llegando a USD 0.1 billones. Y hay pérdidas que
corresponden al triple de esa cantidad que no están aseguradas, que no están
incluidas en esta estimación. Sabemos que estos riesgos son reales, los estamos
experimentando, su incidencia está aumentando y nos está costando dinero. Por lo
tanto, estamos enfrentando un desafío, tenemos un período de tiempo muy corto, y
debemos acelerar nuestro compromiso con la adaptación. Y queremos que haya
un seguimiento de las bonitas palabras y la retórica que escuchamos en las
negociaciones mundiales del clima. Es una buena base. Pero, a fin de cuentas, la
adaptación cuesta dinero, y requiere conocimientos y capacidad para llevarla a
cabo de una manera sensata para que las personas en esas regiones la acepten,
la entiendan y puedan implementarla. Una de las mejores cosas de la adaptación
es que lo que sea que hagas para fortalecer la resistencia al cambio climático
futuro seguramente estará mejorando uno o más de los 17 objetivos de desarrollo
sostenible que tenemos. Si ayudas a la gente de una región específica a afrontar el
cambio climático, probablemente estés reduciendo la pobreza, mejorando las
condiciones de salud, reduciendo la desigualdad y protegiendo el medioambiente,
entre otras cosas. Y así, podemos correlacionar la gama de opciones de
adaptación que tenemos disponibles a los objetivos de desarrollo sostenible y
podemos ver dónde hay sinergias. Este es un maravilloso ejercicio. Y hay un
estupendo mapeo detallado que podrías hacer y estudiar para ver cuáles son esos
beneficios derivados. Esta es una muy buena noticia porque obtenemos beneficios
por cada dólar invertido en adaptación. Aquí está surgiendo un concepto: el
“desarrollo resistente al cambio climático”. ¿Qué es eso? El desarrollo resistente al
cambio climático trata de reducir los riesgos climáticos e invertir en la adaptación, y
también trata de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, la
mitigación. Al mismo tiempo, siempre estamos atentos al mejoramiento de la
biodiversidad. Y debido a que estamos haciendo eso, probablemente, casi con
certeza, estamos logrando un buen progreso en nuestros objetivos de desarrollo
sostenible. Cuando combinamos los objetivos de adaptación, mitigación,
biodiversidad y desarrollo sostenible, lo llamamos “desarrollo resistente al cambio
climático”. Este desarrollo ya es un desafío con los niveles actuales de
calentamiento global. Nuestras posibilidades se limitarán aún más si el

Habilidades para la Transición Verde Página 16 de 22


calentamiento supera los 1.5 °C y quizás ni siquiera sean algo factible si el
calentamiento supera los 2 °C. Para evitar las crecientes pérdidas, se requieren
medidas urgentes para adaptarnos al cambio climático. Al mismo tiempo, es
esencial reducir de forma rápida y profunda los gases de efecto invernadero para
tener la mayor cantidad posible de opciones de adaptación. Y de eso hablaré en el
siguiente video: ¿cómo hacer reducciones inmediatas, rápidas y drásticas en los
gases de efecto invernadero, para que podamos tener la oportunidad de
implementar estas opciones de adaptación para gestionar nuestros riesgos?

Video 12: Llegar a cero emisiones netas: comenzando ahora, de inmediato, rápida y
drásticamente (parte 1)
El mundo viene hablando de gestionar o estabilizar el cambio climático desde hace
unos 30 años, desde 1990 aproximadamente. Pero, si observamos las emisiones
globales de CO₂ y otros gases de efecto invernadero, durante ese período de
tiempo y hasta hace poco, casi en la actualidad, vemos que, en promedio, las
emisiones globales a la atmósfera son más altas que nunca. No se reducen. De
esta manera, cuando observas este diagrama de las crecientes emisiones a la
atmósfera, podrías decir: “No estamos logrando nada”. Porque, como expliqué,
para estabilizar la temperatura de la Tierra a un nivel más bajo, necesitamos
reducir las emisiones de forma inmediata y rápida. Y en este video te mostraré
cómo es ese desafío. Pero necesitamos cambios radicales. No estamos en vías de
llegar a un aumento de 1.5 °C, sino a temperaturas mucho más altas. Por lo tanto,
a menos que las reducciones de emisiones sean profundas e inmediatas en todos
los sectores, ni siquiera tendremos la esperanza de quedarnos en un aumento de
1.5 °C sobre las temperaturas preindustriales. Eso es un poco sombrío. Detrás de
ese gran panorama global del aumento en las emisiones, algunos países han
logrado avances y están comenzando a disminuir sus emisiones. Algunas
ciudades, y hablo de 800 o más, y más de 100 regiones, se han comprometido a
reducir sus emisiones a cero o a tener emisiones negativas para mediados de
siglo, y algunas están en vías de lograrlo. El panorama principal parece sombrío,
pero debajo de él hay algunas noticias muy muy buenas. Solo necesitamos
incrementar las buenas noticias y luego tendremos algún efecto en ese nivel
general de emisiones. Echemos un vistazo hacia dónde nos dirigimos en términos
de temperaturas proyectadas si seguimos como vamos hoy. Y veamos hacia
dónde debemos ir, cómo debe ser esa proyección, si queremos estabilizarnos en
ese aumento de 1.5 °C, o si nos estabilizamos a una temperatura un poco más alta
de 2 °C. Y se puede ver en este gráfico, que es un gráfico clásico, que tenemos
situaciones sin cambios que llevan a un aumento de las temperaturas de 2 a 2.7
°C. También vemos reducciones grandes y repentinas. Puedes ver las curvas aquí.
Todas son algo diferentes, pero marcan una reducción repentina en las emisiones
globales, y esto se alarga hacia mediados de siglo hasta llegar a cero: cero
emisiones y quizás hasta emisiones negativas. Eso es un gran cambio. ¿Cómo se
ve una economía que, de pronto, no tiene estas emisiones de combustibles
fósiles? Es todo un reto empresarial. ¿Qué tipo de habilidades se requieren para
llevarnos a este mundo pocas emisiones de gases de efecto invernadero cuando
Habilidades para la Transición Verde Página 17 de 22
antes había una cantidad considerable? Es uno de los desafíos más asombrosos
que la humanidad haya enfrentado nunca. Si queremos estabilizarnos en ese
aumento de 1.5 °C, las emisiones a nivel mundial deben llegar a cero para 2050. Si
estamos preparados para aceptar un mundo ligeramente más cálido con un
aumento de 2 °C, y los riesgos de ese aumento de entre 1.5 °C y 2 °C no son
insignificantes, podemos darnos el lujo de estabilizarnos quizás un poco más tarde
y llegar a cero emisiones en 2070. Pero, de cualquier manera, tenemos que
rediseñar nuestras economías. En casi todos los sectores, hay muchas opciones
con las cuales deberíamos comprometernos para hacer realidad este mundo con
bajas emisiones de carbono. Es muy relevante para las empresas. Hay mucho que
podemos hacer. Podemos comprometernos en cuanto a la energía, uso del suelo,
industria, entornos urbanos, edificaciones, transporte y, por supuesto, podemos
gestionar la parte de la ecuación que corresponde a la demanda y los servicios. El
comité científico IPCC dice: “Si nos lo proponemos, podemos reducir a la mitad las
emisiones actuales en todos estos sectores en un decenio”. Parece una
exageración decir que podemos reducir a la mitad las emisiones de energía, del
uso de la tierra, de la industria y las emisiones urbanas en ocho años. Pero eso
dicen la ciencia y los científicos. Tomemos la energía como ejemplo. Suele ser lo
primero que viene a la mente. Vemos una transición generalizada de las
inversiones en combustibles fósiles a la energía eólica y la energía solar
fotovoltaica, sobre todo, a las nuevas energías renovables modernas. Esto está
sucediendo. Desde hace varios años, se ven más inversiones en energías
renovables modernas, energías eólica y solar, que en combustibles fósiles. Sin
embargo, seguimos invirtiendo en combustibles fósiles. Todavía invertimos
millardos de dólares cada año, y eso tiene que cambiar. Tenemos que dirigirlos
hacia las energías renovables, que tienen menos emisiones de gases de efecto
invernadero en relación con sus ciclos de vida. Y en el futuro, tendremos
posibilidades alternativas, como el hidrógeno. Muchas fuentes y aplicaciones
diferentes, combinadas con energías renovables, podrían abordar temas de
calefacción y refrigeración para eliminar los combustibles fósiles. Así que el sector
energético ya está respondiendo. Ya está. Empezó la carrera. ¡Partida! Listo. Son
buenas noticias. Y tenemos que ir más lejos, cada vez más rápido, pero esto es
bueno. Es bueno porque soy fanático de las energías renovables. En 2021,
publiqué un libro de divulgación científica sobre este tema, porque no mucha gente
se da cuenta de que podemos vivir solo de la luz del sol. Nos hemos acostumbrado
a pensar que necesitamos camiones cisterna llenos de gas natural licuado y trenes
llenos de carbón. Y que, si nos los quitan, no habrá vida en la Tierra. Pues no es
así. Antes de la Revolución Industrial, vivíamos con energías 100 % renovables y
viviremos con estas energías en el futuro. Solo tuvimos un periodo intermedio, el
de la Revolución Industrial, lleno de “luz solar fosilizada”, en el que no se
aprovechó la luz solar que nos llega cada año. ¿Cuánta luz solar es eso? ¿Es
posible vivir de la luz del sol? Sí, es posible. La cantidad de energía solar que llega
a la Tierra en tan solo 115 minutos es suficiente para impulsar toda la economía
mundial durante un año. Y hablo de la economía mundial actual, con todos los
coches y edificios que malgastan energía, todo el aire acondicionado y todo lo que
hacemos que malgasta energía. Para todo ese diseño deficiente: 115 minutos. Si

Habilidades para la Transición Verde Página 18 de 22


fuéramos inteligentes, solo necesitaríamos 11 minutos de luz solar para todo el
mundo durante un año. Verás, nos obsesionamos con cuestiones del tipo: ¿es
nuclear o es renovable?, ¿y los combustibles fósiles? Y olvidamos que, en
realidad, no importa de dónde sale la energía si la desperdicias. Y hay mucha
evidencia de que desperdiciamos al instante dos tercios de nuestra energía debido
a la forma en que diseñamos nuestro sistema de energía. Va al aire o se
desperdicia como calor u otro subproducto. No la usamos para movernos, para
mantenernos calientes o frescos, o para crear o destruir cosas. No, simplemente
se desperdicia porque decidimos invertir en otras tecnologías. A veces, te
encuentras con escépticos con las energías renovables. No les gusta la energía
eólica ni ver campos llenos de paneles fotovoltaicos. Seamos realistas: ninguna
tecnología energética es gratuita y ninguna de ellas es benigna para el
medioambiente. Todas necesitan algún tipo de insumo material o energético, todas
contaminan de una u otra manera, todas tienen una vida útil y deben
reemplazarse. Entonces, no hay una solución mágica respecto de la energía. Pero
cuando hablas con un escéptico que dice: “Bueno, hice los cálculos y no creo que
las energías renovables puedan dar abasto”, probablemente tenga razón. Pero
aquí hay un detalle: las energías renovables no pueden dar abasto si quieres
replicar el mundo despilfarrador que tenemos hoy. Pero si te planteas: “Y si
usáramos mucha menos energía al mismo tiempo, ¿tendríamos suficiente con las
energías eólica y solar?”. Y la respuesta es, sin duda, sí.

Video 13: Llegar a cero emisiones netas: comenzando ahora, de inmediato, rápida y
drásticamente (parte 2)
Antes que nada, cuando abordamos este problema, debemos reducir la energía
que desperdiciamos y los gases que emitimos porque no se nos ocurre nada
mejor, como ocurre en la industria de exploración y producción de petróleo y gas.
Podemos lograr ganancias de manera rápida y económica. Esto se denomina
“gestión de la demanda”. Actualmente, el 13 % de la energía del mundo proviene
de fuentes renovables. Pero si observas las estimaciones del IPCC, a través de
tecnologías conocidas, no tecnologías futuras, podríamos abastecer a 50 planetas
Tierra. Y hablo de 50 Tierras que malgastan energía, 50 Tierras despilfarradoras.
Esto equivaldría a 500 Tierras más eficientes. Otra buena noticia sobre el tema de
la energía, las energías renovables y la luz solar es que hay potencial solar, es
decir, que la luz solar brilla en todas las regiones del mundo. Con los combustibles
fósiles, unos pocos gobiernos y países poseen enormes recursos de gas natural,
como Rusia o Arabia Saudita. Con energía solar y energía renovable, todos tienen
una porción del pastel. Algunos lugares tienen más luz solar, pero todo el mundo
tiene suficiente para abastecerse. Eso reduce las tensiones y los riesgos
geopolíticos. Comentaré algunas historias mágicas que ya están cambiando el
mundo y que verás en los negocios. Vimos colapsar el costo de la energía solar
fotovoltaica en los últimos años. Y el costo de la energía eólica terrestre cayó, al
igual que el costo de las baterías avanzadas. Todo eso se debe a que los
gobiernos han invertido en innovación e I+D e implementaron esquemas de
incentivos para tratar de acelerar y alentar a estas industrias y su labor. La
Habilidades para la Transición Verde Página 19 de 22
cantidad de paneles fotovoltaicos que se instalan, la cantidad de capacidad eólica
terrestre y la cantidad de baterías fabricadas para vehículos eléctricos aumentó
súbitamente. El aumento es muy pronunciado. “Exponencial” no es el término
adecuado. Es un aumento vertical. Es un gran crecimiento y tiene que ser así. El
sector del transporte es extremadamente dinámico e interesante. Sobre todo en los
vehículos de pasajeros, la transición a vehículos eléctricos está ocurriendo ante
nosotros. Tomará un par de décadas, pero estamos desafiando ese siglo y medio
que llevamos usando el motor de combustión interna. Es más difícil para la
aviación y el transporte marítimo, pero hay indicios de que están comenzando a
abordar el tema. Pueden usar hidrógeno y biocombustibles para tratar de llegar a
sus objetivos de cero neto. El sector del transporte es muy dinámico y
emocionante. Las ciudades están cambiando. Hay una mejor planificación urbana,
y tenemos que trabajar en eso. Tenemos que integrar las energías renovables en
las ciudades que construimos y, mediante soluciones naturales, tenemos que
aumentar la captura y el almacenamiento de carbono al planificar nuestras áreas
urbanas. Las edificaciones de todo el mundo están diseñadas para el clima actual,
no para el clima del mañana. Y están diseñadas para el precio de la energía de
ayer, no para el doble del precio respecto del año pasado. Cuando hay mucho
despilfarro de energía y no se invierte en la estructura de los edificios, se necesita
más aire acondicionado en climas más cálidos, cuando se podría haber invertido
en la estructura. Son estas cosas las que debemos hacer bien en el futuro. Por lo
tanto, el sector de la construcción es clave y es responsable de gran parte del
problema. Este sector tiene que hacer su parte y está empezando a hacerlo en la
forma de ver el modelo de negocio respecto a la economía de “obtener, fabricar,
desechar” que propone procesar los materiales y, al final, desecharlos. Tenemos
que cambiar a una economía circular. Así llegaremos al objetivo de cero neto en el
sector. Opino que el sector lo está adoptando. No es suficiente volvernos más
eficientes y adoptar energías renovables. Como vimos en algunos gráficos,
debemos tener emisiones negativas. ¿Cómo llegamos a eso? Tienes que inventar
algo que capture el dióxido de carbono de la atmósfera y lo almacene. Todos
sabemos qué hace eso: un árbol. Los bosques son muy buenos para eso. Hasta
que crecen, maduran y dejan de capturar carbono. Debemos ir más allá. Los
bosques son una solución, pero hay otras soluciones tecnológicas no biológicas
que son fuentes de estudio e inversión. Hay mucha investigación e inversión en
esta opción de eliminar el dióxido de carbono. El uso de la tierra causa una gran
cantidad de emisiones al medioambiente, pero también puede causar la absorción
de una gran cantidad de emisiones de carbono de la atmósfera. Esto ocurre con
los ciclos naturales de la tierra. Cuando los bosques crecen, absorben carbono de
la atmósfera. Cuando los talamos y deforestamos, el carbono vuelve. Lo mismo
con los suelos. Cuando cuidamos nuestros suelos, absorben carbono. Cuando no
cuidamos nuestros suelos, emiten carbono. Y tenemos que hacerlo bien. Tenemos
que trabajar con los bosques y con el suelo para capturar carbono de manera
urgente e inmediata y almacenarlo en la naturaleza. Y se invierte una gran
cantidad de dinero en energías renovables, y en silvicultura y agricultura. Hay
muchas buenas noticias. Pero, si miramos la escala de lo que realmente se
requiere para acercarnos a ese aumento de 1.5 °C, 2 °C, no es suficiente.

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Necesitamos invertir entre tres y seis veces más que en la actualidad. Es
muchísimo, pero eso abrirá nuevos sectores, oportunidades, trabajos y
habilidades. Será nuestra nueva economía que tenemos que construir juntos. Esto
no puede ocurrir sin la intervención de los gobiernos. Los gobiernos tienen la
responsabilidad de establecer condiciones de mercado adecuadas con políticas e
instrumentos económicos para crear condiciones en las que las empresas puedan
tomar decisiones más sensatas entre combustibles fósiles y energías renovables,
entre prácticas comerciales no sostenibles y prácticas sostenibles. Según lo que
evidencian la energía fotovoltaica y eólica, estos instrumentos económicos, estos
esquemas de incentivos han sido increíblemente eficaces para hacer despegar
esos sectores. En general, necesitamos más tecnologías innovadoras en todos los
ámbitos, y los gobiernos son muy buenos para diseñar esquemas de políticas para
tratar de gestionar eso. En cierta medida, parte de esto ocurre de forma natural y
autónoma, pero también se pueden crear las condiciones para la innovación
tecnológica. Esto está ocurriendo, pero necesitamos acelerarlo. Y así sucede con
la adaptación. Si construyes un mundo eficiente en términos energéticos, que
depende de la luz solar y no de los combustibles fósiles, se perderán algunos
puestos de trabajo. Quienes trabajan en el sector de los combustibles fósiles no
estarán contentos, se quedarán sin trabajo. Pero, en su mayoría, habrá más
personas que disfrutarán de los nuevos sectores y tendrán una vida mejor. Y así, el
panorama general se equilibrará, por no decir que mejorará. Según pruebas del
IPCC, estos nuevos escenarios de bajas emisiones, de energías renovables y de
alta eficiencia energética traerán mejores resultados sociales. En otras palabras,
volvemos a los objetivos de desarrollo sostenible: cuando invertimos en la
mitigación del cambio climático, es casi seguro que alcanzaremos todos o la
mayoría de esos objetivos de desarrollo sostenible. Es bueno invertir en la
adaptación para alcanzarlos, pero cambiar los combustibles fósiles por energías
renovables también ayuda. Puedes hacer un ejercicio de análisis similar. Toma
casi cualquier alternativa de tu lista de opciones de mitigación y haz una
correlación con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esto nos da esperanza y
nos ayuda a entender los muchos beneficios de estas inversiones.

Video 14: Conclusión del módulo


Muchas gracias por escuchar la historia de la plataforma ardiente y los grandes
desafíos que enfrentan las sociedades. Analizamos una gran historia. Vimos las
pruebas científicas del cambio climático. Hablamos de los límites planetarios, la
cerca en la que debemos permanecer. Vimos el avance de los presupuestos
globales de carbono y la necesidad imperiosa de reducir las emisiones de forma
rápida y radical. Vimos lo que podría pasar si no hacemos nada. Los efectos
observados y futuros del cambio climático. Vimos los diagramas de brasas
ardientes, esos perfiles de riesgo del cambio climático. Son importantes para
recordar y entender por qué debemos invertir y por qué debemos cambiar. Vimos
el termómetro rastreador de medidas contra el cambio climático, que muestra la
brecha entre el lugar al que nos dirigimos, el de las promesas y negocios del
gobierno y el lugar al que debemos ir. Sirve para indicarnos la escala de lo que

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debemos hacer. Luego, analizamos con bastante detalle la variedad de opciones
de adaptación que tenemos. Las cosas en las que debemos invertir ya porque los
efectos climáticos están sucediendo. Si invertimos en ellas, es probable que nos
ayuden a ser más resilientes a las temperaturas. Con suerte, no aumentarán tanto.
Finalizamos el módulo con el análisis de la totalidad de cosas que debemos hacer
en casi cada sector para aumentar la eficiencia energética, mejorar su
conservación y cambiar los combustibles fósiles por energías renovables. En
conjunto, este es el desafío que enfrentan las empresas, las sociedades y las
economías. Es la plataforma ardiente. Es la razón por la que veremos en los
próximos módulos precisamente lo que hacen los negocios respecto de estos
grandes desafíos. Gracias por escuchar.

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