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Universidad Autónoma de Campeche

Facultad de Ciencias Químico-Biológicas

Programa Educativo:
Ingeniería Bioquímica Ambiental

Unidad de Aprendizaje:
Análisis de la Sustentabilidad

Nombre del docente:


Jose Luis Aragón Gastélum

Alumna:
Mireya Guadalupe Rosado Sánchez

ENSAYO

Ciclo escolar 2021-2022 FASE I

Fecha: 19-11-2021
Ecofeminismo: El papel de la mujer en la sustentabilidad.

Introducción.
Cuando hablamos de sustentabilidad nos referimos a reconocer a la naturaleza como parte de
la identidad de las culturas, dándole un valor no solo económico sino social, velando al mismo
tiempo por la satisfacción de las necesidades de la población presente y el de las futuras
generaciones. En el año 2015 los miembros de la ONU aprobaron los Objetivos de Desarrollo
Sostenible que se espera sean un camino para lograr la gran anhelada sustentabilidad, dentro de
estos objetivos el no. 5 menciona que para el 2030 se debe de lograr de manera global la
“Igualdad de género”, para esto es necesario tomar en cuenta a la parte de la población que es
oprimida y segregada: las mujeres. Actualmente en México, vivimos con una estructura social
patriarcal lo que significa que la autoridad y el poder recae en el varón, le permite creerse el
dueño de todos los “bienes”, ya sean humanos (mujeres y niños) o naturales.
El ecofeminismo es un feminismo que busca contrastar la organización patriarcal en todos los
ámbitos, pues tiene como objetivo el “reconstruir los valores culturales de la sociedad para
lograr la liberación de la mujer y la naturaleza”, puesto que defiende que el patriarcado se
manifiesta en las estructuras sociales y económicas que oprimen a la mujer, siendo las mismas
estructuras (o estando estrechamente relacionadas) las que oprimen a la naturaleza, por lo tanto,
promueve que las personas mayormente cualificadas para hablar en nombre de la naturaleza
son las mujeres (Rey Torrijos, 2013). En este ensayo se hablará sobre cómo la implementación
del ecofeminismo y la justicia ambiental en las comunidades es necesaria para el reforzamiento
del empoderamiento femenino y la sustentabilidad en todos sus ámbitos.
Desarrollo.
La “liberación de la mujer y de la naturaleza” dependen estrechamente de la abolición del
patriarcado; Rebecca Jones (2017), menciona que, actualmente, el hombre prospera y progresa
a expensas de la naturaleza y de la mujer, generando una jerarquía de poder, una dependencia
no natural que debe de verse como una construcción social pues tenemos de ejemplo a las viejas
civilizaciones matriarcales que prosperaban con la autoridad puesta en la mujer. En la teoría
feminista se utiliza el concepto “material turn” que busca ser la contraparte del “hombre
consumista”, este término se refiere a una reevaluación del concepto extinguidor que tenemos
de la naturaleza, para dejarla de ver como recurso de desarrollo y consumo y volverle a entregar
su significado espiritual en la identidad de las culturas y su vital importancia en nuestra
supervivencia.
El ecofeminismo permite que las mujeres tengan una conexión particular con la naturaleza, ya
sea por la empatía de sentirse oprimidas por un opresor común o por que son las “responsables”
de cuidar al planeta, esta ideología existe porque la mayoría de las personas que diariamente
toman decisiones que puedan repercutir en el desarrollo de la sustentabilidad y en el aumento
de la contaminación, son mujeres, “el comportamiento de compra relacionado con el medio
ambiente está determinado en gran medida por las mujeres; ellas deciden si compran […]
productos que pueden no ser ambientalmente sostenibles”.
A pesar de que esta rama del feminismo parece ser una respuesta “inmediata” para la abolición
del patriarcado y el avance de la sustentabilidad, hay que tener cuidado con la perspectiva
occidentalista, puesto que tiende a limitarse en el concepto de “mujer” tomándola nada más por
su biología y olvidando todos los aspectos sociales que la rodea y que, de alguna forma, definen
su estilo de vida. Por lo mismo, este feminismo tiende a “abrazar una espiritualidad casi
religiosa” lo que ocasiona que las mujeres no se involucren en la comunidad, no sean líderes
ni políticas y se centren en lo individual, cada quién viviendo según sus privilegios.
Para lograr que las ecofeministas se involucren en cuestiones sociales a nivel local y
comunitario es necesario que esta ideología esté ligada a la justicia ambiental. Este concepto
surgió para destacar las diferentes experiencias con respecto a las desigualdades sociales según
raza, nivel socioeconómico y etnia, teniendo en cuenta que el género siempre se ha asociado
con la desventaja social, al final el "desarrollo no sostenible", es decir, el consumismo que
incrementa la diferencia entre clases sociales también pone por encima de la mujer al hombre.
Para ejemplificar mejor esto, cuando el ecofeminismo se olvida de incluir a la justicia ambiental
en su discurso puede llegar a centrarse más en el vegetarismo y el activismo por los derechos
de los animales que sobre la equidad de género, puesto que la teoría defiende que “las ideas
sobre la carne son, de hecho, creencias y convicciones sobre el dominio y el poder,
principalmente sobre los animales, pero más ampliamente sobre las mujeres y otros seres
humanos menos favorecidos”, puesto que las actividades que requieren del control de otro ser
son asociadas al hombre, especialmente al blanco occidental, como lo es la caza por ocio. Si
ciertamente el sexismo y especismo están relacionados por el deseo de subordinar al otro ser,
esta perspectiva no aplica en todo momento y menos en las comunidades rurales en donde, a
pesar de comer al animal para poder satisfacer una de las necesidades básicas, no es
objetivizado, sino que se le reconoce como un ser individual e íntegro.
“Las ecofeministas han tendido a ser una combinación de identidades que pueden incluir
identidades del primer mundo, blancas, de clase media, veganas o vegetarianas, lesbianas o
bisexuales. Los portavoces de las mujeres activistas por la justicia ambiental han tendido a
ser mujeres de color, de clase trabajadora y/u omnívoras” (Rey Torrijos, 2013).
En dos comunidades se llevaron a cabo acciones en donde tanto como el ecofeminismo como
la justicia ambiental estuvieron involucrados, los resultados obtenidos se muestran en la tabla
1. La primera zona de estudio fue el ejido Las Lagunas, perteneciente al municipio de
Acayucan, Veracruz; donde las mujeres de esta zona desempeñan todas las labores del hogar,
su grado de escolaridad es inferior (primaria y secundaria) al de sus parejas y han participado
en la construcción de organizaciones con impacto social a pesar de la invisibilización del trabajo
doméstico no remunerado y las desigualdades sociales y económicas. La segunda zona de
estudio es el ejido Adolfo López Mateos, Los Tuxtlas, Veracruz que forma parte de la Reserva
de la Biosfera de los Tuxtlas; en esta área protegida se practica el ecoturismo, por lo tanto se
originó el proyecto Selva del Marinero para promover la participación de las mujeres en la
actividad turísticas con la finalidad de “mejorar su percepción personal, ingresos económicos,
sus condiciones de vida y la preservación de sus recursos naturales”.
Tabla 1. Resultados de los programas con perspectiva de sustentabilidad y género.
Ejido Las Lagunas, Veracruz Ejido Adolfo López Mateos, Veracruz
• Se presenta una organización de • Los habitantes le dan mayor importancia a la
poder desigual entre géneros (siendo conservación de recursos.
los alto mandatarios hombres), lo que • El empoderamiento femenino incrementó desde
limita la acción activa y creativa de que las mujeres del ejido participan del ecoturismo
las mujeres, así como su como una actividad a parte de las labores del hogar.
empoderamiento femenino. • Sus ingresos se elevaron y las ganancias las
• Desde que inició el programa las invierten en infraestructura que mejore la
mujeres muestran interés en recibir comodidad del huésped sin dañar al medio
capacitación para la gestión de ambiente.
recursos que puedan beneficiar a la • Las habitantes confirman que se sienten parte de
comunidad. los recursos naturales, no sus dueñas.
• Se generaron en las mujeres “principios de
autonomía, igualdad, realización propia, respeto,
• Las mujeres participantes del libertad, entre otros ante los miembros de su
proyecto motivan a sus hijas a comunidad”.
terminar sus estudios.
Conclusión.
La alianza entre el ecofeminismo y la justicia ambiental es capaz de empoderar a la mujer y
motivarla a tomar el papel de líder en su comunidad; la mujer demostró ser capaz de guiar y
actuar de manera eficaz ante actividades externas a las del hogar. De igual manera, debemos
puntualizar que “cualquier propuesta de desarrollo que tenga en cuenta a la mujer o que
incorpore la problemática del género, debe tener bien en claro la condición y posición de la
mujer de los diferentes sectores populares”. Los proyectos como Selva del Marinero
promueven la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible no. 5, demostrando ser de suma
importancia la organización política y el liderazgo de mujeres para mujeres que promuevan la
sustentabilidad.
Referencias
Scholtus, S. C., & Domato, O. (2015). El rol protagónico de la mujer en el desarrollo sustentable
de la comunidad. Revista de Investigación Apuntes Universitarios, 1(1).
Vázquez-Luna, D., Mortera Pucheta, D., Rodríguez-Orozco, N., Martínez Martínez, M., &
Velázquez Silvestre, M. G. (2013). Organización comunitaria de mujeres: del
empoderamiento al éxito del desarrollo rural sustentable. La ventana. Revista de
estudios de género, 4(37), 262-288.
Reyes-Aguilar, A.K., Pérez-Ramírez, C.A., Serrano-Barquín, R.D.C. & Moreno- Barajas, R.
(2019). Turismo rural y conservación ambiental: La participación de la mujer campesina
en la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, Veracruz, Mexico. Rosa dos Ventos – Turismo
e Hospitalidade, 11(1), pp. 157-177, jan-mar, 2019, DOI:
http://dx.doi.org/10.18226/21789061.v11i1p157.
Rey Torrijos, E. (2013). Ecofeminist visions: recent developments and their contribution to the
future of feminism. RUA, 22 (1), pp. 17-46.
Hessing, M. (1993). Women and sustainability: Ecofeminist perspectives. Alternatives
Journal, 19(4), pp. 61-67.

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