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El leer este pasaje de la Biblia sin profundizar en su contexto y su significado, podría parecer de
primera entrada que el apóstol Pablo está estableciendo un requisito adicional al don de la fe en
Cristo para la salvación, interpretándose que es necesaria además, una confesión audible para ser
salvos.
De hecho, en algunas Iglesias cristianas, para traer a una persona a la fe en Cristo le recitan este
pasaje y se le guía a hacer una oración donde confiesan a Cristo como salvador y ya se asume
que cumplido el requisito de confesar con la boca, ya esa persona es salva, sin tener en cuenta o
sin saber si esa persona en su corazón creyó en Cristo y lo aceptó como su salvador personal o si
analizando el contexto con el fin de resolver la aparente contradicción del apóstol Pablo, que en
los capítulos 3 y 4 de Romanos, establece claramente que uno es justificado ante Dios por la fe
En un artículo en el sitio Grace Life, el Dr Charlie Bing explica que la palabra griega homologeo
es el origen de la palabra confesar y que su significado etimológico homo significa “lo mismo”
y logeo significa “hablar” o sea, la palabra homologeo significa “hablar lo mismo” o estar de
acuerdo”. Bing comenta: “Confesar quiere decir compartir la misma opinión o conceder o
admitir que algo es verdad. No existe nada acerca de la palabra misma que demande una
Por otro lado, es importante tener en cuenta el contexto de la carta de Romanos, particularmente
Desde el capítulo anterior, Pablo viene hablando sobre Israel, sobre su tropiezo por buscar la
justicia siguiendo la ley y no aceptar la justicia que es por fe en Cristo. Al llegar al capítulo 10,
10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que
Dios le levantó de los muertos, serás salvo.10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero
No solamente los judíos han tropezado con la piedra de tropiezo de creer que se alcanza
la salvación por obras. Entonces el que cree en el evangelio, como dice el profesor Pérez Millos,
el que admite a Jesús como señor, y señala aquí que Pablo usa el nombre humano de Jesús, por
lo tanto, que al estar de acuerdo en que Jesus fue hombre y es el Señor, o sea también es Dios, es
aceptar que Él, Jesús, es quién Dios dice que es porque se cree en el corazón que Dios le levantó
de los muertos.
Pérez Millos nos explica en su clase del capítulo 10 de Romanos, que creer con el
corazón no se refiere a creer intelectualmente, sino a creer con el corazón, que bíblicamente se
refiere al corazón como asiento de la vida, de la razón, de forma de la vida, la misma identidad
de la persona.
Por esto el versículo se refiere a creer en Cristo con el corazón, no con una fe intelectual,
Y eso seria confesar ante Dios con nuestro corazón, es decir estar de acuerdo con Dios, y
luego el confesar con la boca lo que hay en el corazón es un proceso natural, no es un requisito
sino algo que ocurre naturalmente, como lo dice Lucas 6:45 “...porque de la abundancia del
Al respecto dice Hendricksen “En primer lugar debe haber fe en el corazón. Sin dicha fe,
una confesión de labios sería una burla (Mt. 7:22, 23). Pero también, aunque hay fe en el
corazón, la confesión con los labios es no sólo requerida (Sal. 107:2) sino completamente
con el corazón a Cristo como Señor, luego de forma natural la persona hablaría de ello. Además
en el tiempo en que Pablo escribía la carta, se perseguía a los cristianos, por lo que hablar de
Cristo era peligroso, pero no detenía a quienes verdaderamente tenían a Cristo en su corazón
10:11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Es decir, que todo aquel que confesó, estuvo de acuerdo con Dios, puso su confianza en
Cristo como su salvador, es decir creyó en su corazón, no será avergonzado y agrega el profesor
10:12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de
Recordemos el contexto, en que Pablo quiere que sus hermanos judíos se salven y aunque
esto parece evidente para los gentiles, debió ser muy difícil de aceptar para los judíos que se
consideraban el pueblo elegido de Dios y les costaba aceptar que ahora para Dios no había
diferencia entre creyentes judíos y gentiles. Mencionar que el Señor es rico para con todos los
que le invocan es recordar que Dios ha decidido en su soberana voluntad darle su misericordia a
10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
La palabra invocar, nos dice Perez Millo significa clamar, dirigirse al Señor y pedirle que
nos reciba siendo un pecador. Entonces el que confiesa en su corazón que Cristo es el Señor, que
cree que Dios lo levantó de los muertos, clama a Él para que sea su salvador y el Señor lo acepta
Bibliografía
Reina-Valera 1960 Renovada. La Santa Biblia. Edicion de las Promesas. Florida. Editoria Unilit.
2017
Hendriksen, William. Comentario al Nuevo Testamento: Romanos. Michigan. Libros Desafío,
2006