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Filipenses 4.4-5
4:4. Algunas veces, las dificultades y presiones de la vida hacen casi imposible
sentir felicidad. Sin embargo, Pablo no pidió a sus lectores que se sintieran felices. Más
bien, los anima a regocijarse en el Señor. De hecho, lo mencionó dos veces en el v. 4
(cf. 3:1; 1 Ts. 5:16). Cristo es el único en quien se da la disposición para el regocijo. Con
toda seguridad, hay muchas circunstancias en las cuales los cristianos no pueden
sentirse felices. Pero pueden siempre regocijarse en el Señor y deleitarse en él. Pablo
mismo fue un excelente ejemplo de alguien que rebosaba de gozo interior en medio
de las circunstancias adversas—tales como la persecución, el encarcelamiento, las
amenazas de muerte—que pendían sobre él.
4:5. Además del gozo, los creyentes deben mostrar gentileza, la cual debe ser
conocida de todos los hombres. Epieikes (“gentileza”) en gr., indica un espíritu
aguantador, no vengativo. El gozo es una cualidad interna en relación con las
circunstancias que no siempre se le puede ver. Pero sí se nota la manera en que uno
reacciona ante otros—sea con gentileza o aspereza. ¿Por qué incluye el apóstol el
requisito de ser amable? Porque el Señor está cerca. Esto parece que se refiere al
rapto, no a su presencia con los suyos en todo momento.
4:6–7. El gozo y la gentileza (vv. 4–5), acompañados del conocimiento del regreso
inminente de Cristo, deben disipar toda ansiedad. La petición de Pablo a los filipenses
era que por nada estuvieran afanosos. Pero de ningún modo era un llamado a que
vivieran en forma despreocupada. Tener cuidado e interesarse en forma genuina es
una cosa, pero la ansiedad es otra. Sin duda, Pablo y Timoteo tenían cuidado por las
personas a quienes ministraban (2 Co. 11:28; Fil. 2:20) pero sin perder su confianza en
Dios. Jesús advirtió contra la preocupación, la cual mina la confianza en Dios (Mt. 6:25–
33).
Pablo exhorta a los filipenses a orar en lugar de dar rienda suelta a la ansiedad.
Orar con acción de gracias involucra confianza en Dios. Se usan cuatro palabras aquí
para describir la comunión de un creyente con el Padre. Oración (proseujē̱ ) describe el
acercamiento de un creyente con el Señor. Peticiones (deēsei) puntualiza la solicitud
de una respuesta a una necesidad específica. Acción de gracias (euja̱ ristias) es una
actitud del corazón, la cual debe siempre acompañar las oraciones de cualquier
cristiano. Ruego (aitēmata) comunica la petición de algo en forma definida y
específica.
Cuando las exhortaciones de los vv. 4–6 se llevan a cabo, la paz de Dios (v. 7) se
desborda en el alma atribulada de la persona. El Señor Jesucristo es la paz del creyente
(Ef. 2:14), y cada hijo de Dios tiene paz con él a través de la justificación por la fe (Ro.
5:1). Pero la paz de (o que se origina en) Dios se relaciona con la tranquilidad interior
de un cristiano que camina cerca de su Señor.
Esa paz de Dios sobrepasa todo entendimiento. Va más allá de la habilidad de la
comprensión humana y es la que protege a los creyentes. Guardará (frourēsei, término
que también se usa en 1 P. 1:5) es trad. de un término militar, que significa “proteger o
protección militar”. Así como a los soldados se les asigna la vigilancia de cierto sector,
la paz de Dios es la fuerza protectora de los corazones y … pensamientos, es decir, de
las emociones y reflexiones de los hijos de Dios.
Joya bíblica
… Todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece
alabanza, en esto pensad (4:8).
Una vez más, el párrafo va a completarse con una frase que busca resumir el hilo
del pensamiento, igual que en 3:1. La lista de virtudes que se van a mencionar en el v.
8 es parecida en su contenido y estructura a ciertas listas de máximas éticas de
procedencia estoica. Hay quienes piensan que Pablo está citando un escrito con el cual
sus lectores habrían estado familiarizados, y que consistiría en una especie de norma
mínima de virtudes que cualquiera admitiría como deseables. Pablo estaría entonces
señalando el mínimo que era de esperarse y sobre el cual habría que agregar lo
específicamente cristiano. Es importante que leamos este versículo a la luz de su
contexto en el v. 9, y de toda la epístola. Se trata de un discurso puesto en forma
positiva y que abarca un horizonte inmenso. Es una invitación a llenar la mente y el
corazón con toda manifestación de virtud. La fuerza de la enseñanza se nota en la
reiteración de la palabra todo que se repite frente a cada una de las virtudes que se
enuncian: lo verdadero, por contraste con lo irreal o falso; lo honorable por contraste
con lo vulgar. Pablo generalmente usa lo justo (díkaios 1342) en un sentido especial,
pero aquí sería lo correcto (como en 1:7). Lo puro se refiere al campo de las
motivaciones, aunque a veces se usa en relación con pureza sexual. Lo amable,
(prosfilés 4375) que no aparece en las listas comunes, siendo éste el único lugar del NT
donde se menciona, y lo de buen nombre, en el sentido de buena reputación. Pablo ha
sido selectivo al escoger lo que presenta en su lista, y termina resumiendo para incluir
todo aquello en lo que hay virtud (areté 703) o que merece alabanza o aprobación
divina.
Reconocer lo bueno dondequiera que se manifieste y procurar llenar la vida de lo
positivo minimizando lo negativo es una de las señales de madurez y plenitud
espiritual y humana. Es el mejor antídoto contra los temores y el resentimiento. Este es
el tono que domina la epístola. Recordemos que aunque otros predicaban con la
intención de hacerlo sufrir, Pablo se olvida de esa intención y se alegra de que el
nombre de Cristo sea anunciado (1:18). Aunque su vida parece estar pendiente de un
hilo, Pablo se alegra con la buena memoria de sus filipenses (2:17). Aunque ha perdido
todo lo qe le daba grandeza desde el punto de vista humano, se entusiasma con lo que
ha ganado que es el tesoro del conocimiento de Cristo (3:7). Por ello es natural que
complete este párrafo llamando, una vez más, la atención hacia sí mismo y
proponiéndose como ejemplo (v. 9). Nótese el juego de los imperativos: en esto
pensad y esto haced. Los filipenses habían "aprendido" enseñanza, habían "recibido" el
depósito de la fe, habían "oído" el anuncio del evangelio y habían "visto" todo ello
encarnado en Pablo. En este sentido, el ejemplo de Pablo es un contraste con aquellos
maestros a quienes criticaba Jesús porque ellos dicen y no hacen (Mat. 23:3). El
pensamiento de este párrafo culmina con una bendición que es una promesa
apropiada al tema que empieza en el v. 6: el Dios de paz estará con vosotros.
Joya bíblica
… He aprendido a contentarme con lo que tengo (4:11b).
4. (Isaías 61:10). “Siempre”; aun en medio de las actuales aflicciones (1:28–30). otra
vez—como ya había dicho: “gozaos” (3:1). El gozo es el rasgo predominante de esta
Epístola. otra vez digo—El griego: “otra vez diré”. 5. modestia—De raíz griega que
significa “ceder”, y de ahí “complacencia” [Trench], o de la raíz, “conviene”, de donde
lo “razonable en el trato” [Alford], que la consideración para otros, y no la demanda de
todos los derechos de uno, lo que rectifica las injusticias de la justicia. El arquetipo de
esta gracia es Dios, que no nos trata conforme al rigor de su ley, como merecemos
(Salmo 130:3, 4) si bien ha exigido el pago más completo por nosotros de parte de
nuestro divino Fiador. Se incluye en la “modestia”, “moderación”, el candor y la
benignidad. El gozo en el Señor nos eleva por encima del rigorismo hacia otros (v. 5), y
del afán
4:4–7
II. El secreto de la verdadera bienaventuranza
4:4–6
A. Qué hacer para obtenerla
Filipenses 4.4-5
Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
5
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de
6
Somos una fe cantante. Tenemos más canciones que cualquier otra religión,
decenas de miles de canciones sobre el gozo. De hecho, ninguna festividad
tiene tantas canciones como el nacimiento de Jesús. Es decir, tú puedes poner
una estación de radio que empieza a tocar canciones de Navidad en agosto, y
lo hacen. No tienen que repetir ninguna canción y ellos lo hacen hasta el 25 de
diciembre.
Filipenses 4.4-5
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!
5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
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Salmos 28:7
Reina-Valera 1960
Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
7
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¿Qué es felicidad?
No importa dónde busques la definición de felicidad, la definición tiene que ver
con:
“El
estado de ánimo de la persona que se encuentra plenamente satisfecha al te
ner lo que desea o disfrutar de una cosa buena“
La diferencia primordial entre el gozo y la felicidad es que
una es un estado mental y la otra un estado de ánimo. Este
estado de ánimo es efímero, ya que depende de bienes materiales,
circunstancias o de personas que tengan que ver con lo anterior. Si se daña el
bien material, si cambian las circunstancias o si alguien nos traiciona, nuestro
estado de ánimo cambia y dejamos de ser felices.
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¿De dónde viene nuestro gozo?
La Biblia nos da algunas fuentes importantísimas de nuestro gozo:
1. Nuestra Fe
Romanos 15:3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está
escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.
Filipenses 1:25 25 Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con
todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe,)
2. Nuestra Salvación
Salmo 9:14 Para que cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de
Sion, Y me goce en tu salvación.
Filipenses 4:4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!
3. La Vida Eterna
Salmo 16:11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de
gozo; Delicias a tu diestra para siempre.
Romanos 14:17
17
porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el
Espíritu Santo.
Nota que ninguna de estas cosas depende de nuestro estado de ánimo. Son
cosas que dispone Dios. No sólo eso, sino que, al ser parte del Fruto del Espíritu,
es un atributo que es parte del carácter de Dios – el cual pone en nosotros a
medida que crecemos en Él.
Esto significa que nuestro gozo no viene de nada en la Tierra. Es por esto que
nuestro gozo puede permanecer a pesar de nuestras circunstancias terrenales –
porque no viene ni depende de nada aparte de Dios.
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Por esta razón, nuestra esperanza es que el gozo que viene de saber que somos
salvos, de que hemos creído en lo correcto y de que tenemos una vida eterna
segura en Cristo Jesús sea lo que nos mueva a obedecerlo – a pesar de nuestros
ánimos cambiantes.