Espíritu • La fuerza del Espíritu nos es comunicada de formas concretas a través de sus dones. ¿Qué son?
Son HÁBITOS sobrenaturales
infundidos por Dios en las potencias del alma para recibir y secundar con facilidad las mociones del propio Espíritu Santo al modo divino o sobrehumano SABIDURÍA • Nos comunica el gusto por las cosas de Dios, a las que cada día es encontramos menos sabor, porque las cosas de aquí abajo nos han cautivado mas (solo hacemos caso a los instintos). Vivir este don es la mejor respuesta contra el RELATIVISMO que estamos viviendo. INTELIGENCIA • Nos comunica un conocimiento más profundo de las verdades de fe para actuar en consecuencia y evitar la confusión doctrinal, POR LO TANTO DE una vida llena de dudas. Este don le da solidez a nuestros principios y valores humanos y religiosos para nuestro actuar como hijos de Dios. Nos ayuda a superar nuestra indiferencia o apatía religiosa. CONSEJO • Nos ayuda a resolver con criterios cristianos los pequeños y grandes conflictos en nuestra vida y a saber discernir lo que está bien y lo que no lo está. Nos ayuda a superar la soberbia, el deseo de imponer nuestras ideas y criterios por encima de los demás. FORTALEZA • Despierta en nosotros la audacia que nos impulsa al apostolado con entusiasmo y podamos superar el desaliento, la crítica y el miedo a meternos en problemas por defender los derechos de Dios y de los demás. CIENCIA
• Nos enseña y ayuda a darle a las cosas
terrenas su verdadero valor de medios y no de fines. Este don nos ayuda a superar la ambición, el materialismo desmedido y a superar la tentación de querer poner la felicidad en la posesión de bienes materiales. PIEDAD • Nos enseña a relacionarnos con Dios como verdadero Padre nuestro, nos enseña a amarlo y confiar en él como verdaderos hijos suyos. Nos enseña y ayuda a relacionarnos con Jesucristo como Salvador y hermano nuestro. Y con el Espíritu Santo como Guía. Para superar las tentaciones a ignorar, olvidar o incluso negar su existencia, su amor y misericordia. Este don nos ayuda a superar el sincretismo religioso o el ateísmo practico TEMOR DE DIOS • Este don nos impulsa a huir de cualquier cosa que pueda ofender a Dios, no porque nos pueda mandar a infierno, sino por ser Él quien es. Decía Santa Teresa de Ávila: “No me mueve mi Dios para quererte, el cielo que me tienes prometido. Ni me mueve a obedecerte el infierno tan temido... Muéveme tu amor de tal manera que aunque no existiera cielo yo te amare y aunque no existiera infierno te temiere” este don despierta y agudiza la escucha atenta de nuestra CONCIENCIA. Frutos del Espíritu Santo 1. Caridad 2. Gozo 3. Paz 4. Paciencia 5. Mansedumbre 6. Modestia 7. Templanza 8. Castidad 9. Bondad 10. Benignidad 11. Longanimidad 12. Fe