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Tema 13: Circunstancias modificativas de la responsabilidad penal

1. Concepto
Se entiende por circunstancia (incluye atenuante y agravante) como todo dato, relación o
hecho que tiene en cuenta la ley para aumentar o disminuir la responsabilidad penal. Cuando se
aumenta estamos ante agravantes y cuando se disminuye ante atenuantes.
Hay dos denominaciones
1) Autores que la denominan circunstancias modificativas de la responsabilidad penal.
2) Autores que la denominan circunstancias modificativas del delito, al estar relacionada
con el delito y no con la pena.
Para un sector de la doctrina esta denominación no es correcta, ya que implica que solo
pueden haber circunstancias cuando afecte al delito, es decir, a la acción u omisión típica,
antijurídica y culpable, que es lo único que pueden ser circunstancias, ya que estas afectan al
delito. Ej: en la punibilidad (no es un elemento del delito), la confesión, la reparación de daño y
las dilaciones indebidas son circunstancias atenuantes que influyen en la pena, rebajándola.

- Dilaciones indebidas: relaciones que ocurren tras la consumación del delito y se rebaja
la pena porque ha tenido que esperar años para ser condenado
- Confesión: es voluntaria y ocurre tras la comisión del delito. Se rebajará la penal al
culpable por haber procedido a confesar las infracciones a las autoridades antes de
conocer que le procedimiento judicial se dirige contra él. La atenuante se justicia en que
se facilita el trabajo a la Administración de Justicia o que se facilita la investigación
criminal.
- Reparación del daño: que el culpable haya procedido a reparar el daño (sentido material,
moral o simbólica) ocasionado a la víctima, o disminuir sus efectos, en cualquier
momento del procedimiento y
- con anterioridad a la celebración del acto del juicio oral.

Como vemos, las razones que llevan a rebajar la pena no tienen nada que ver con el delito
porque ocurre tras la comisión el delito (razones de política criminal).
El art 21 del CP se establece tres atenuantes que no tienen nada que ver con el delito y
afectan a la punibilidad. Por tanto, el concepto de circunstancia tiene que ir más allá del delito,
siendo más adecuada para ello la denominación “circunstancias modificativas de la pena”.
2. Naturaleza
La circunstancia es un elemento accidental pues puede concurrir o no, no es imprescindible
para que concurra un delito. Ej: puedes matar a tu madre pero también a otra persona, por lo que
no es imprescindible la relación de parentesco, ya que el delito se puede cometer igual y no
varía la calificación del delito (homicidio/asesinato). La única diferencia es que si no concurren
algunas de estas circunstancias la pena no aumenta ni disminuye.
El resultado no es un accidente sino un elemento esencial para la consumación de la figura
que se denomina conflicto de resultado. La calificación no varía aunque no haya resultado. Ej:
homicidio no consumado y castigado en grado de tentativa.
Ejemplo el art 138 “el que matare a otro” (resultado); por la espalda, de noche por grave
adicción (circunstancias, concurren después del delito.
3. Clasificación
En función de cómo afecta a la responsabilidad penal, las circunstancias pueden ser:

1) Atenuante (art 21)


- Eximentes incompletas
- Grave adicción.
- Arrebato u obcecación.
- La confusión de la infracción.
- Reparación del daño.
- Dilaciones indebidas.
- Atenuantes por analogía.
- Conformidad.

2) Agravante (art 22)


- Alevosía
- Disfraz, abuso de superioridad o aprovechamiento de las circunstancias de lugar, tiempo
o auxilio de otras personas.
- Precio, recompensa o promesa.
- Motivos racistas, antisemitas u otra clase de discriminación.
- Ensañamiento
- Abuso de confianza
- Prevalimiento de carácter público
- Reincidencia.

3) Mixta (art 23): un ej. Sería el parentesco porque tal y como lo plantea el CP puede
actuar como agravante o atenuante dependiendo del delito que se trate.
El parentesco es una circunstancia que puede atenuar o agravar la responsabilidad, según la
naturaleza, los motivos y los efectos del delito, ser o haber sido el agraviado cónyuge o persona
que esté o haya estado ligada de forma estable por análoga relación de afectividad, o ser
ascendiente, descendiente o hermano por naturaleza o adopción del ofensor o de su cónyuge o
conviviente.

- EJ caso circunstancia de mixta de parentesco como AGRAVANTE

Un hijo que agrede a su padre, lo que resulta en la muerte del padre. La relación padre-hijo
implica ciertos deberes y responsabilidades inherentes, y la violación de estos deberes (por
ejemplo, un hijo hiriendo a su padre) puede resultar en un mayor reproche y, por lo tanto, en una
mayor culpabilidad.
Además de la infracción de los deberes inherentes a una relación (como se discutió
anteriormente), también se puede considerar la existencia de una “relación de dominación” o un
“plus de peligrosidad”. Esto se refiere a situaciones en las que el agresor puede tener una
posición de poder o control sobre la víctima, lo que puede aumentar la gravedad del delito. En
este ejemplo, el hijo se aprovechó de su relación familiar con su padre. Como hijo menor, es
probable que infundiera una “lógica confianza” en su padre, lo que podría haber facilitado el
delito. Este aprovechamiento de la confianza y la relación de dominación puede considerarse un
factor agravante en la determinación de la culpabilidad y la pena del agresor.

- EJ caso circunstancia de mixta de parentesco como ATENUANTE


Familiar de una persona moribunda que quiere morir lo auxilia a que muera. El familiar
resulta castigado (aunque la eutanasia esté permitida, no se realiza en un hospital ni con las
condiciones legalmente establecidas). En este caso, se puede valorar en este caso no aplicar la
circunstancia ateniendo a los efectos de la naturaleza e incluso podría llegarse a aplicar como
atenuante
En cuanto a la doble virtualidad de la circunstancia mixta de parentesco como atenuante o
agravante suelen aplicarse en función de la naturaleza, efectos y motivación. Todos los delitos
que tengan que ver con la persona (vida, honor, integridad) actúan como agravante. Ej: familiar
de una persona moribunda que quiere morir lo auxilia a que muera. Familiar resulta castigado
(aunque la eutanasia esté permitida, no se realiza en un hospital ni con las condiciones
legalmente establecidas). Se puede valorar en este caso no aplicar la circunstancia y si se
atiende a los efectos de la naturaleza incluso se puede aplicar como atenuante
En los delitos de patrimonio y bienes jurídicos no personales actúa como atenuante salvo
que exista una exclusión de la responsabilidad penal como los hurtos, estafas entre personas de
parentesco (art 268 CP). Solo habría responsabilidad penal si hay parentesco en caso de usarse
intimidación o violencia.
Se puede llevar una clasificación en función de si pueden operar sobre todos los delitos o
solamente son parte de algunos tipos penales:

1) Circunstancias genéricas: se encuentran en el libro I (parte general) en los arts. 21, 22 y


23. Estas circunstancias se pueden aplicar, salvo que su tenor literal lo restrinja, a
cualquier delito (ej: circunstancia de tiempo).
2) Circunstancias específicas: se encuentran en el libro II (parte especial) y solo afecta al
delito con el que está relacionado.
3) Mixta: se encuentran en la parte general y especial. Ej: alevosía art 22 y 139 en el
asesinato.
En función del fundamento, es decir, a lo que lleva al legislador a considerar ese dato hecho
o relación se valore como una circunstancia agravante o atenuante. Generalmente, va a ser algún
elemento del delito.

- En primer lugar, la relación con el injusto o la culpabilidad podría utilizarse como


criterio para decidir si la circunstancia en cuestión debe afectar o no a los restantes
partícipes.
De este modo, aquellas circunstancias que supongan un incremento de la gravedad del
injusto deberían afectar a todos los intervinientes en el mismo, al contrario que aquéllas que
afectaran a la culpabilidad del autor.
Sin embargo, las reglas de comunicabilidad que a estos efectos establece el art. 65 no siguen
exactamente este criterio: así, la circunstancia agravante de obrar con abuso de confianza puede
interpretarse como afectante al injusto en la medida en que la víctima se encuentra más
desprotegida frente al sujeto en quien confía.
Sin embargo, al tratarse de una «causa de naturaleza personal» sólo se aplicará al sujeto en
el que concurra.

- En segundo lugar, la naturaleza objetiva o subjetiva de las circunstancias viene


enturbiada en ocasiones por la atribución doctrinal y jurisprudencial de especiales
fundamentaciones a ciertas circunstancias.
Por ejemplo, la circunstancia de alevosía (art. 22,1°), consistente básicamente en la
utilización de formas de ejecución que anulen las posibilidades de defensa de la víctima, supone
una mayor gravedad del hecho o del injusto en tanto en cuanto se desvalora más la lesión de
bienes jurídicos indefensos.
Sin embargo, frecuentemente se le ha atribuido un fundamento basado en el carácter
traicionero del autor. Con ello, no sólo se confunde la naturaleza con el posible fundamento de
la circunstancia sino que se acepta indirectamente la agravación de la pena en atención a la
forma de ser del sujeto, lo que resulta propio de la rechazable culpabilidad por el carácter y, por
tanto, contrario a las exigencias de la culpabilidad por el hecho.
Cuestión distinta es que en muchas de las circunstancias agravantes convivan elementos
objetivos que incrementan la gravedad del hecho, con componentes que denotan una mayor
reprochabilidad del autor por el modo en que lo ha cometido.
Por ello, pocas veces puede hablarse de circunstancias exclusivamente objetivas o
exclusivamente subjetivas, sino que frecuentemente debe aceptarse su naturaleza mixta. Así,
cometer un delito con la ya citada agravante de abuso de confianza puede considerarse un hecho
objetivamente más desvalorado, pero cabe afirmar al mismo tiempo que se le reprocha al autor
con mayor intensidad.

- Por último, debe decirse que algunas circunstancias no son incluibles ni en la


modificación del injusto ni en la de la culpabilidad, como aquéllas que concurren con
posterioridad al hecho: la confesión del delito, la reparación del daño y las dilaciones
indebidas en el proceso
Pese a todo, la búsqueda de una naturaleza referida al injusto o a la culpabilidad resulta
sumamente útil para criticar alguna circunstancia agravante en la que ninguno de dichos
elementos resulta incrementado y, por tanto, no se justifica la aplicación de una pena más grave.
Las circunstancias de la punibilidad solo pueden ser atenuantes, nunca puede existir un
agravante en basada en razones político criminales, pues la pena además de tener que se
proporcionada debe cumplir su fin, la reinserción, por tanto, si no es necesario cumplirla desde
el punto de vista de la reinserción no se hará, de ahí a que se pueda atenuar o suspender.
Todas las agravantes que tengan que ver con la conducta/ejecución son tipos dolosos porque
se utilizan instrumentos medios que aumentan la peligrosidad, que es más fácil la lesión de la
conducta.
La aplicación de las circunstancias presupone, por lo general, su conocimiento. Ahora
bien, ello no basta en todo caso para su aplicación. Así, dispone el art. 65.1: “las circunstancias
agravantes o atenuantes que consistan en cualquier causa de naturaleza personal agravarán o
atenuarán la responsabilidad sólo de aquéllos en quienes concurran”.
Encontramos para ello dos tipos de circunstancias
1) Las circunstancias de naturaleza personal: para apreciar la misma como circunstancia
agravante es preciso, por lo general, no sólo su conocimiento sino su efectiva
concurrencia en el concreto actor. Ej: el parentesco.
2) Circunstancias relativas a la ejecución material del hecho : servirán únicamente para
agravar o atenuar la responsabilidad de los que hayan tenido conocimiento de ellas en el
momento de la acción o de su cooperación para el delito.
Luego, en relación con este segundo grupo de circunstancias, debiera bastar con el mero
conocimiento, si bien nuestro TS mediante una interpretación restrictiva, ha exigido, en relación
con la circunstancia de disfraz, «que se aprecie el propósito de búsqueda de una mayor facilidad
en la ejecución del delito o una mayor impunidad» en todos los actores, lo cual concurrirá
«cuando la acción se concierte de manera que el uso del disfraz a todos beneficia», añadiendo
tales elementos al criterio del conocimiento.
Finalmente, establece el art. 65.3: «cuando el inductor o en el cooperador necesario no
concurran las condiciones, cualidades o relaciones personales que fundamentan la culpabilidad
del autor, los jueces o tribunales podrán imponer la pena inferior en grado a la señalada por la
Ley para la infracción de que se trate».
Al inductor y al cooperador necesario se les considera autores a efectos de pena, y mediante
esta regla se pretende evitar, p.ej., que al cooperador necesario se le castigue con la misma pena
que al autor de un delito de apropiación indebida en tanto que no ha «recibido en depósito,
comisión o administración, o por otro título que produzca obligación» de entregar o devolver las
cantidades defraudadas.
La mayoría de las circunstancias se aplican en los tipos dolosos, que son la mayoría, así
todas las agravantes que tengan que ver con la conducta/ejecución son tipos dolosos porque se
utilizan instrumentos medios que aumentan la peligrosidad, que es más fácil la lesión de la
conducta.
Existen varios tipos de error:

- Error inverso: “error que se cree que se da pero objetivamente no se da”. Ocurre cando
el sujeto activo cree erróneamente que concurre un elemento típico que realmente no se
da en el omento de su actuación. Este error implica actuación y no está recogido en el
CP y se parte del fundamento tanto para aplicar atenuantes como agravantes. Ej:
- Error de tipo o directo: “error que se da pero no se sabe” (alteraciones psíquicas sin
saberlo, confesión sin querer, etc.). Este error está relacionado con la punibilidad.
Ocurre una persona comete un error sobre un hecho que cualifica la infracción (es decir,
un hecho que hace que el delito sea más grave) o sobre una circunstancia agravante (una
circunstancia que aumenta la gravedad del delito), este error impide la apreciación de la
circunstancia cualificadora o agravante. Esto significa que la persona no será juzgada
por el delito más grave (el “tipo agravado”), sino sólo por el delito básico.

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