-¿Recuerdas lo que te dije la semana pasada?

-Mmm... claro -digo fingiendo- Pero mejor recuerdamelo.

-Algo sobre la seguridad de mi casa y la necesidad de cuidar a mi familia
-Claro... Si.-Asiento sin saber a que se refiere-
-Camaras, Josh.¿Te va sonando?
Me aparto de Wendy del todo y le tiro la camiseta, ella me mira confundida y yo le
digo con los labios que se la ponga
—Veo que ya te acuerdas, haced el favor de no follar en nuestra cama.
¿Le ha subido la fiebre?
—No. O sea, sí. O sea, que no vamos a hacerlo en vuestra cama ni en
ninguna parte, y no le ha subido. Se está quedando dormido.
—Vale. Comportaos, anda. Hasta mañana.
—Hasta mañana.
—¿Qué pasa? —cuestiona ella cuando cuelgo.
—Dios. No me acordaba, joder. —Miro hacia las esquinas del salón.
—¿De qué?
—El loco de tu hermano, que ha puesto cámaras por la casa.
—¿¡Qué!? No me jodas. ¿Y nos ha visto…?
—Obviamente. Las tiene conectadas al teléfono