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La obra "La divina ilusión" del dramaturgo canadiense Michel Marc Bouchard, dirigida por Boris Schoemann, trata sobre el encuentro hipotético entre un seminarista y la diva francesa Sara Bernhardt en un pueblo canadiense regido por el dogma católico. La obra expone la explotación y el abuso sexual en la comunidad, y cómo el personaje del seminarista descubre la crueldad del mundo real. A pesar de su temática oscura, la obra también deja espacio para la esperanza representada por el personaje de Sara Bern
Descripción original:
Reseña sobre la puesta en escena de Michel Marc Bouchard
Título original
CONFABULARIO-EL TEATRO AMARGO DE MICHEL MARC BOUCHARD
La obra "La divina ilusión" del dramaturgo canadiense Michel Marc Bouchard, dirigida por Boris Schoemann, trata sobre el encuentro hipotético entre un seminarista y la diva francesa Sara Bernhardt en un pueblo canadiense regido por el dogma católico. La obra expone la explotación y el abuso sexual en la comunidad, y cómo el personaje del seminarista descubre la crueldad del mundo real. A pesar de su temática oscura, la obra también deja espacio para la esperanza representada por el personaje de Sara Bern
La obra "La divina ilusión" del dramaturgo canadiense Michel Marc Bouchard, dirigida por Boris Schoemann, trata sobre el encuentro hipotético entre un seminarista y la diva francesa Sara Bernhardt en un pueblo canadiense regido por el dogma católico. La obra expone la explotación y el abuso sexual en la comunidad, y cómo el personaje del seminarista descubre la crueldad del mundo real. A pesar de su temática oscura, la obra también deja espacio para la esperanza representada por el personaje de Sara Bern
Desde hace varios añ os, el director de escena Boris Schoemann, se ha dado a la
tarea llevar a la escena los textos dramá ticos de Michel Marc Bouchard (Quebec, Canadá , 1958), un dramaturgo con una narrativa refinada, quien toma de la mano al espectador, con cierta ternura, para mostrarle una dimensió n profundamente trá gica sobre el mundo. Schoemann ha puesto en escena las obras de Bouchard: “Los endebles”, “El camino de los pasos peligrosos”, “Tom en la granja”, “Las musas huérfanas” — actualmente en cartelera, en la Sala Novo (Madrid 13, Coyoacá n)— y “La divina ilusió n”. De “La divina ilusió n” nos ocuparemos en esta entrega. Traducida por Schoemann, la obra se centra en el hipotético encuentro entre un seminarista de un pueblo canadiense y de la diva francesa Sara Bernhardt. El arribo de la diva conmociona a la comunidad, regida por el dogma del catolicismo, en donde la mayor parte de la població n vive en la pobreza y realiza trabajos extenuantes, en este caso, en una fá brica de zapatos. Bouchard toma con firmeza la complejidad de la vida y de la condició n humana. En “La divina ilusió n”, no só lo echa luz sobre el enigma de una trama salpicada de humor, que mantiene al pú blico riendo la mayor parte de la obra. El autor pone el dedo en la llaga sobre el abuso sexual de menores por parte de miembros del clero, al mismo tiempo que exhibe la explotació n de mujeres y niñ os en fá bricas de empresarios sin escrú pulos. Bouchard no se queda en la denuncia, trata de explicar sus motivaciones má s profundas, escudriñ a en la compleja naturaleza humana, para hacer la disecció n de hechos dolorosos y ampliar la comprensió n sobre las cosas que está n mal en el mundo. La Compañ ía Los Endebles, fundada en el añ o 2000 por Boris Schoemann (miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte), que toma su nombre de una de las obras de Bouchard, lleva a escena este texto del autor canadiense, quien tiene una voz ú nica dentro de la dramaturgia contemporá nea mundial. “La divina ilusió n”, traducida y dirigida por Boris Schoemann, cuenta con actuaciones memorables de Pilar Boliver, Miguel Conde, Miguel Corral, Dalí Gonzá lez, Gabriela Guraieb, Olivia Lagunas, Constantino Morá n, Carmen Ramos, Servando Ramos, Eugenio Rubio y Mahalat Sá nchez. Un elenco de actores eficaces en la tarea de dar vida a personajes luminosos y oscuros, que se relacionan en escena para hacer la gran metá fora sobre un mundo de una crueldad apabullante. Pese a la dimensió n trá gica de la obra, tanto el dramaturgo como el director de escena dan espacio a la esperanza; una salida idílica que, en este caso, resulta necesaria para no sucumbir al pesimismo radical sobre el destino del ser humano. En “La divina obsesió n”, el personaje del joven seminarista, encantado con Sara Bernhardt, amoroso y tierno, adquiere una importancia suprema, pues representa la pérdida de la inocencia, en su sentido amplio, cuando descubre la manera atroz en que funcionan las relaciones humanas y, desde ellas, la construcció n de un mundo de una crueldad feroz. El actor Dali Gonzá lez llama poderosamente la atenció n por su potente interpretació n de “Michaud”, el seminarista que ama el teatro y escribe una obra sobre la vida de su compañ ero de dormitorio “Talbot”, para entregá rsela a su admirada “Sara Bernhardt”. Proveniente de una familia rica, el joven descubre que má s allá de la comodidad de su mundo, hay otra realidad, en la que prevalece la crueldad, el abuso, la miseria material y espiritual, y la hipocresía. De ser un espectador pueril del mundo,“Michaud” se convierte en un observador crítico del dilema moral de “Talbot”, quien deberá resolver entre denunciar el abuso sexual sufrido a manos de un cura o esconder su verdad para gozar del privilegio que le ofrece el ejercicio del sacerdocio. La madre de “Talbot” (Mahalat Sá nchez) ha llevado a su hijo al seminario y lo presiona para que no diga la verdad. Esa es su manera de ponerlo a salvo de la miseria que le esperaría fuera de la institució n de la Iglesia. La trama adquiere un tono melodramá tico, sin caer en los clichés del género, toda vez que su resolució n se da en la dimensió n trá gica de la existencia. Sobre esa realidad terrible y oscura, la presencia de la diva “Sara Bernhardt”, interpretada con gran atino por Pilar Boliver, es un haz de luz, una voz discordante, rebelde y solidaria que, con el conocimiento que tiene de la naturaleza profunda del alma humana, arremete contra los males del mundo. “La divina ilusió n” es una obra que prende en el espectador la luz verde de la consciencia, que obliga a tomar una posició n personal, moral, frente al discurso; y que cimbra el espíritu, al poner un espejo, en donde se reflejan los demonios aterradores del mundo que habitamos.
* “La divina ilusión”, de Michel Marc Bouchard, traducción y dirección de Boris
Schoemann, con las actuaciones de Pilar Boliver, Miguel Conde, Miguel Corral, Dalí González, Gabriela Guraieb, Olivia Lagunas, Constantino Morán, Carmen Ramos, Servando Ramos, Eugenio Rubio y Mahalat Sánchez, diseño de escenografía e iluminación de Fernando Flores, vestuario de Estela Fagoaga y música original de Joaquín López “Chas”, se presenta en el Teatro La Capilla (Madrid 13, Coyoacán), lunes y martes, a las 20 horas, hasta el 21 de noviembre.