Está en la página 1de 19

La "Crónica General de Indias" es una recopilación de escritos de varios cronistas que

abordaron la historia de América durante la época de la colonización española. Estos


cronistas no pudieron presenciar todos los eventos directamente y, por lo tanto, basaron sus
obras en noticias y testimonios. Estas crónicas abarcan una amplia gama de eventos en el
territorio hispanoamericano desde la llegada de Cristóbal Colón a las Antillas. Esto incluye la
narración de las hazañas de conquistadores como Hernán Cortés y Francisco Pizarro, así
como temas relacionados con la historia natural, el trato a los indígenas y las tradiciones
prehispánicas.

Cada crónica general tiene su enfoque particular, lo que significa que algunos pueden tratar
con más detalle ciertos aspectos o territorios mientras pasan por alto otros. Por ejemplo,
algunas crónicas generales no profundizan mucho en las guerras civiles en el Perú debido a
varias razones, como la falta de información actualizada o el deseo de centrarse en eventos
más agradables para el lector en lugar de los conflictos violentos entre los españoles.

Un cronista destacado de esta época fue Gonzalo Fernández de Oviedo, quien escribió la
"Historia General y Natural de las Indias", dividiendo su obra en tres partes que abarcan
desde 1492 hasta 1549. Oviedo dedicó una parte de su obra a las guerras civiles peruanas,
mostrando simpatías por el bando de Diego de Almagro y desdén por los Pizarro. Sin
embargo, la obra de Oviedo quedó incompleta debido a su muerte en 1557 y no se publicó
hasta el siglo XIX.

En resumen, la "Crónica General de Indias" es una recopilación de escritos de varios


cronistas que ofrecen una visión completa y diversa de la historia de América durante la
colonización española. Cada crónica tiene un enfoque diferente y algunas pueden no
abordar en detalle las guerras civiles peruanas u otros eventos específicos.
En el siglo XVI, se escribieron diversas crónicas y relatos históricos sobre el Perú, que
abarcan desde la época prehispánica hasta las guerras civiles y su posterior desarrollo.
Estos documentos son de gran importancia para comprender la historia de esta región
durante la colonización española. Las crónicas se pueden dividir en tres categorías según el
momento en que fueron escritas y los eventos que abarcan:

​ Crónicas de la Conquista: Estas crónicas fueron escritas por los primeros


conquistadores que participaron en la toma del Perú. Algunos ejemplos son
Francisco López de Jerez y Francisco Pizarro. Estas crónicas se centran
principalmente en los eventos de la conquista y suelen ser anteriores a las guerras
civiles. Algunos de estos autores pueden tratar las guerras civiles de manera
superficial.
​ Crónicas de las Guerras Civiles: Estas crónicas fueron escritas por contemporáneos
de las guerras civiles peruanas, por lo que abarcan tanto el periodo del
descubrimiento y la conquista como los enfrentamientos entre los españoles en el
Perú. Algunos de los cronistas destacados en esta categoría son Pedro Cieza de
León, Pedro Gutiérrez de Santa Clara y Diego Fernández el palentino. Estas crónicas
ofrecen detalles detallados de los eventos y suelen estar bien documentadas.
​ Crónicas Posteriores a las Guerras Civiles: Estas crónicas fueron escritas por autores
que no vivieron directamente los eventos, pero recopilaron información de fuentes
documentales y testimonios de testigos presenciales. Algunos de los cronistas
destacados en esta categoría son Agustín de Zárate, Alonso Borregán y el Inca
Garcilaso de la Vega. Estas crónicas abarcan desde la conquista hasta los eventos
posteriores a las guerras civiles.

Cada uno de estos cronistas aporta una perspectiva única y valiosa sobre la historia del
Perú en esa época. Por ejemplo, Pedro Cieza de León se centra en narrar detalladamente las
guerras civiles, mientras que el Inca Garcilaso de la Vega ofrece una visión mestiza al
combinar la perspectiva española e indígena en sus "Comentarios Reales".

En resumen, las crónicas del siglo XVI proporcionan una amplia gama de información sobre
la historia del Perú durante la colonización española, desde la llegada de los conquistadores
hasta las guerras civiles y su posterior pacificación. Cada cronista y obra aporta un enfoque
particular a estos eventos históricos, y su estudio es esencial para comprender la historia de
esta región en ese período.

La crónica oficial de la expansión y consolidación de los dominios españoles en el Nuevo


Mundo fue una respuesta de la corona española a las dudas y cuestionamientos planteados
por otras potencias europeas, como Francia e Inglaterra, sobre la legitimidad del dominio
español en América. Para abordar esta necesidad, se creó el cargo de Cronista Mayor de
Indias en 1571, que recayó en Juan López de Velasco, quien también se desempeñaba
como Cosmógrafo Mayor de Indias.

El rol del cronista de Indias no se limitaba a la mera narración de los eventos en forma de
anales, sino que debía profundizar en las causas subyacentes de los acontecimientos y
reflexionar sobre los motivos detrás de las acciones individuales. Sin embargo, Juan López
de Velasco no tuvo la oportunidad de avanzar significativamente en esta tarea.

En mayo de 1596, el rey nombró a Antonio de Herrera y Tordesillas como el nuevo cronista
de Indias. Herrera demostró su capacidad y conocimiento al utilizar una amplia variedad de
fuentes, incluyendo la obra de su predecesor, López de Velasco, así como los escritos de
Bartolomé de las Casas, Gonzalo Fernández de Oviedo, Bernal Díaz del Castillo y Cieza de
León.

La obra resultante de Herrera se publicó en 1601 con el título "Historia general de los hechos
de los castellanos en las islas y tierra firme del mar océano", comúnmente conocida como
"Décadas" debido a su estructura en ocho décadas, cada una de ellas compuesta por diez
libros. La narración abarcaba los eventos en el Nuevo Mundo desde 1492 hasta 1554.

Una característica distintiva de la obra de Herrera fue su enfoque cronológico en lugar de


espacial. Organizó los sucesos siguiendo una secuencia temporal, lo que proporcionó una
visión de simultaneidad de los eventos, aunque a veces dificultó el seguimiento preciso de la
sucesión de acontecimientos. Las guerras civiles peruanas se tratan en las últimas décadas
(sexta, séptima y octava) con abundantes detalles.
En resumen, Antonio de Herrera y Tordesillas desempeñó un papel fundamental como
cronista de Indias al crear una crónica oficial que abordaba la historia de la expansión
española en América desde una perspectiva más reflexiva y cronológica, contribuyendo así
a la consolidación de la narrativa histórica de ese período.

El período de las Guerras Civiles del Perú, analizado en este capítulo, es una de las épocas

más complejas de la historia de la conquista y colonización del territorio peruano. Estas

guerras civiles surgieron debido a las crecientes discrepancias y tensiones entre los

conquistadores, en particular, entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro, socios en la

empresa de conquistar el Perú. A pesar de la muerte de ambos socios, las hostilidades

continuaron, llegando a su punto culminante con la revuelta liderada por Gonzalo Pizarro.

Para comprender adecuadamente este período, es esencial remontarse a la Capitulación de

Toledo, otorgada el 26 de julio de 1529. Esta capitulación autorizó a Francisco Pizarro, Diego

de Almagro y Fernando de Luque a continuar con la empresa de conquista y les otorgó

concesiones significativas, siendo Pizarro el beneficiario principal al recibir la gobernación y

capitanía general. Sin embargo, las tensiones comenzaron a surgir entre los socios debido a

las disputas sobre el reparto del botín.

En 1534, Diego de Almagro expresó su ambición de establecer una gobernación en el Cuzco,

pero se llegó a un acuerdo en enero de 1535, conocido como el acuerdo de Pachacamac,

que nombró a Almagro teniente de gobernador en Cuzco. Sin embargo, las tensiones se

reavivaron cuando una Real Cédula de mayo de 1534, que no llegó a su destino hasta 1535,

otorgó a Almagro la gobernación de Nueva Toledo y el título de Adelantado, lo que provocó

disputas sobre los límites de esta nueva gobernación.

La interpretación de la cédula real provocó desacuerdos, ya que Almagro creía que debían

partir desde la costa, lo que incluiría a Cuzco en su territorio, mientras que Pizarro sostenía

que debían medirse por el meridiano, excluyendo Cuzco. Esto llevó a una división entre los

vecinos de Cuzco.
La situación se volvió caótica en Cuzco, con enfrentamientos verbales y armados entre los

partidarios de Almagro y los de Pizarro. La llegada de Francisco Pizarro en 1535 logró

calmar la situación temporalmente. Sin embargo, las tensiones resurgieron cuando Almagro

regresó de su expedición a Chile y reclamó Cuzco como parte de su gobernación.

Las diferencias irreconciliables entre Pizarro y Almagro llevaron a una guerra entre ellos, que

culminó en la batalla de Salinas y la muerte de Diego de Almagro. La desaparición de ambos

no puso fin al conflicto, ya que las disputas continuaron bajo el liderazgo de Diego de

Almagro el mozo y el juez regio Cristóbal Vaca de Castro, culminando en la batalla de

Chupas, donde Almagro el mozo fue derrotado.

Las Guerras Civiles del Perú no concluyeron con la derrota de Almagro el mozo, ya que las

tensiones persistieron y se intensificaron con la llegada de Pedro de la Gasca como enviado

de la corona. La situación culminó en la batalla de Quito y la muerte de Gonzalo Pizarro,

poniendo fin a este turbulento período de la historia peruana y dando inicio al proceso de

pacificación.

En resumen, las Guerras Civiles del Perú fueron un período de conflicto y luchas por el

control y el poder en el territorio peruano, marcado por disputas entre los conquistadores y

las interpretaciones de las concesiones reales. Estas guerras involucraron enfrentamientos

significativos, como la guerra de Salinas, la guerra de Chupas y la guerra de Quito, y

finalmente se resolvieron con la pacificación liderada por Pedro de la Gasca.

La Guerra de Salinas (1537-1538) fue un conflicto crucial en el período de las Guerras Civiles

del Perú durante la conquista y colonización del territorio peruano. Aquí se presenta un

resumen de los eventos más importantes relacionados con esta guerra para una

monografía:

En 1536, Diego de Almagro lideró una expedición a Chile, postergando sus ambiciones sobre

el Cuzco, la antigua capital inca. A su regreso en 1537, encontró el Cuzco sitiado por Manco
Inca y vio la oportunidad de liberar la ciudad e incorporarla a su gobernación. Sin embargo,

sus intentos de ganarse a Manco Inca fracasaron.

Almagro buscó ser nombrado gobernador de Cuzco, pero su solicitud fue rechazada por las

autoridades locales.

Ante la negativa, Almagro y sus seguidores ingresaron al Cuzco en la noche del 19 al 20 de

abril de 1537, capturando a los hermanos Pizarro y tomando el control de la ciudad.

Francisco Pizarro, alarmado por la situación, envió refuerzos a Cuzco bajo el mando de

Alonso de Alvarado, lo que resultó en la primera batalla importante de esta guerra en

Abancay en julio de 1537. Los pizarristas fueron derrotados, permitiendo a Almagro avanzar

hacia Lima, aunque decidió no hacerlo.

Pizarro intentó negociar con Almagro, pero las posturas de ambos socios eran

irreconciliables. Finalmente, aceptaron a fray Francisco de Bobadilla como juez y se

comprometieron a acatar su sentencia.

El padre Bobadilla emitió una sentencia en noviembre de 1537 que ordenaba a Almagro

devolver Cuzco a Pizarro y establecer una comisión para determinar los límites de sus

respectivas gobernaciones.

La sentencia enfureció a los partidarios de Almagro, quienes acusaron al padre Bobadilla de

ser parcial. Almagro reclamó temporalmente Cuzco hasta que el emperador resolviera el

conflicto.

En un acuerdo posterior, Almagro liberó a Hernando Pizarro a cambio de mantener el control

temporal de Cuzco.

Hernando Pizarro, lleno de odio y venganza, persiguió a los almagristas. Almagro enfermo,

se refugió en Cuzco, donde fue capturado durante el saqueo de la ciudad por los pizarristas.
Almagro fue sometido a juicio, con testigos que declararon en su contra. Fue condenado a

muerte por garrote.

Diego de Almagro murió el 8 de julio de 1538 en prisión. Antes de su ejecución, se confesó y

otorgó un testamento.

La muerte de Almagro llevó a la persistencia de tensiones entre los almagristas y los

pizarristas, y Hernando Pizarro advirtió a su hermano que podrían tomar represalias en el

futuro.

En resumen, la Guerra de Salinas fue un conflicto clave dentro de las Guerras Civiles del

Perú, marcado por enfrentamientos armados, intrigas políticas y rivalidades personales

entre Diego de Almagro y los hermanos Pizarro. La muerte de Almagro no puso fin a las

tensiones, y el conflicto continuó en otras etapas de las Guerras Civiles del Perú.

La Guerra de Quito (1542-1550) fue un conflicto crucial en la historia de la conquista

y colonización del Perú. A continuación, se presenta un resumen de los eventos

clave relacionados con esta guerra para su inclusión en una monografía:

​ Las Leyes Nuevas: En 1542, el rey de España emitió las Leyes Nuevas, que

buscaban proteger los derechos de los indígenas y restringir los abusos en

las encomiendas. También establecieron la creación de la Real Audiencia de

Lima y el Virreinato del Perú.

​ Blasco Núñez de Vela: Fue nombrado virrey del Perú con la tarea de aplicar

las Leyes Nuevas, lo que generó tensiones y descontento en la colonia.

​ Rebelión de Gonzalo Pizarro: Gonzalo Pizarro, hermano de Francisco Pizarro,

se alzó contra el virrey Blasco Núñez de Vela, tomando el título de procurador

general de Perú y capitán general. La rebelión se originó en Cuzco.


​ Batalla de Iñaquito: En enero de 1546, se libró la batalla de Iñaquito (Añaquito)

entre las fuerzas de Gonzalo Pizarro y Blasco Núñez de Vela. Pizarro obtuvo

una victoria decisiva, matando al virrey.

​ Pedro de la Gasca: El clérigo Pedro de la Gasca fue enviado desde España

con poderes para pacificar la región y restaurar la autoridad real. Comenzó su

tarea en Panamá, ganando apoyos clave.

​ Rebeliones en varias regiones: Diego Centeno se unió al bando de la Gasca y

tomó Cuzco. Hubo enfrentamientos en diferentes partes del Perú, incluida la

batalla de Huarina.

​ Batalla de Jaquijahuana (Sacsahuana): En abril de 1548, se libró la batalla de

Jaquijahuana entre Pedro de la Gasca y Gonzalo Pizarro. La artillería de la

Gasca provocó la deserción de los capitanes de Pizarro, lo que llevó a su

derrota y captura.

​ Fin de la rebelión: Después de la batalla de Jaquijahuana, Pedro de la Gasca

entró en Cuzco y procedió a pacificar la región y juzgar a los rebeldes.

Gonzalo Pizarro y Francisco de Carvajal fueron condenados a muerte y

ejecutados en 1548.

​ Consecuencias: Con la derrota de Gonzalo Pizarro, la rebelión llegó a su fin.

La Gasca se encargó de restablecer la autoridad real en el Perú y distribuir

tierras y bienes confiscados.

​ Legado: La Guerra de Quito y la posterior pacificación del Perú marcaron un

hito en la historia de las Guerras Civiles del Perú, y Pedro de la Gasca fue

reconocido por su papel en la restauración del orden.

En resumen, la Guerra de Quito fue un conflicto que surgió en respuesta a las Leyes

Nuevas y llevó a la rebelión de Gonzalo Pizarro. Sin embargo, la llegada de Pedro de

la Gasca y su hábil pacificación pusieron fin a la rebelión y restauraron la autoridad

real en el Perú.
Los aspectos militares desempeñaron un papel fundamental en las Guerras Civiles del Perú

durante el período del Virreinato. Estos conflictos dejaron una profunda huella en todos los

aspectos de la sociedad de la época. La guerra se convirtió en un elemento definitorio de las

relaciones sociales, las instituciones, la economía, la reflexión intelectual y la creatividad

artística en la región.

El vínculo estrecho entre lo militar y lo social en el contexto americano se originó en las

empresas conquistadoras. En lugar de soldados regulares, fueron particulares, en su

mayoría hidalgos empobrecidos y personas sin medios de vida, quienes se aventuraron en el

Nuevo Mundo en busca de riquezas. Esto dio lugar a una serie de dinámicas sociales únicas

en la época.

Después de la conquista, la población y el asentamiento en el territorio continuaron, y fueron

los antiguos conquistadores quienes desempeñaron un papel protagónico en las Guerras

Civiles del Perú. Estos hombres ya tenían experiencia militar y habían adquirido nuevas

tácticas de combate y tecnologías militares, especialmente de las guerras italianas donde

se utilizaron armas de fuego.

Los cronistas de la época desempeñaron un papel importante al documentar estos eventos,

proporcionando descripciones detalladas de los campos de batalla, el desarrollo de las

luchas y las características de los contendientes. Sus relatos se han convertido en fuentes

esenciales para el estudio de las guerras civiles peruanas desde diversas perspectivas.

En resumen, los aspectos militares fueron centrales en las Guerras Civiles del Perú durante

el Virreinato, y estos conflictos dejaron una profunda influencia en la sociedad y la cultura de

la época. Los detalles proporcionados por los cronistas, como Pedro Cieza de León, son

vitales para comprender estos eventos históricos en su totalidad y han sido una fuente

valiosa para los investigadores.


El papel de los "hombres de armas" en las Guerras Civiles del Perú durante el período

del Virreinato fue esencial y multifacético. Pedro Cieza de León proporciona valiosas

descripciones y análisis de estos individuos y sus acciones en el conflicto. Aquí se

presenta un resumen de los principales puntos:

​ Diversas Denominaciones: Cieza se refiere a los hombres de armas con varias

denominaciones, incluyendo "españoles de guerra", "hombres de armas",

"hombres de pie y de caballo", "vecinos" y "soldados". Estos términos reflejan

la diversidad de este grupo, que no constituía un ejército regular.

​ Orígenes Heterogéneos: Los hombres de armas eran un grupo diverso en

cuanto a su origen. Incluían a hidalgos empobrecidos, individuos sin medios

de vida y antiguos miembros de las huestes de la conquista que buscaban

oportunidades en el Nuevo Mundo.

​ Las Ciudades y la Población: La fundación de ciudades fue una prioridad en el

período de la conquista, y los hombres que participaron en estas empresas se

convirtieron en los primeros pobladores. A cambio de sus servicios,

recibieron tierras y encomiendas de indios, lo que estableció una relación

económica y social importante.

​ Cambios de Bando: La decisión de unirse a uno u otro bando durante las

Guerras Civiles se basó en diversos factores. El prestigio del capitán, el

sentimiento de lealtad, los ideales y los intereses económicos influyeron en la

elección de los hombres de armas. Sin embargo, también hubo cambios

frecuentes de bando por motivos personales y económicos, lo que Cieza de

León criticó como actos de codicia.

​ Papel de las Ciudades: Las ciudades y sus habitantes tomaron partido en el

conflicto civil de manera manifiesta o encubierta. Los cabildos y los líderes


locales a menudo influenciaban a sus vecinos para unirse a un bando

específico.

​ Participación de Clérigos: En ocasiones, los clérigos también estuvieron

presentes en las guerras civiles. Su papel solía limitarse al cuidado de los

heridos y la asistencia espiritual, pero en situaciones excepcionales, también

tomaron las armas.

​ Participación Indígena: Aunque la participación de los indígenas en las

batallas fue limitada, se les utilizó como guías, porteadores de material de

guerra y en tareas de inteligencia. Los conflictos entre los españoles se

aprovecharon ocasionalmente para que los indígenas atacaran ciudades

importantes.

​ Incremento de Hombres de Armas: Con el tiempo, el número de hombres de

armas que se unieron al conflicto aumentó significativamente. Las cifras

sugieren que en cada batalla había cerca de mil combatientes, lo que refleja el

crecimiento de la participación a medida que avanzaban los conflictos.

​ Conducta en el Campo de Batalla: En el campo de batalla, hubo una amplia

gama de comportamientos. Algunos hombres de armas se destacaron por su

valentía y lealtad a la causa, mientras que otros mostraron miedo, falta de

coraje e incluso deserciones durante el combate.

​ Comportamiento Post-Batalla: Después de la batalla, los vencedores a

menudo se entregaban al saqueo, la venganza y el comportamiento

inhumano, que incluía robos, violaciones y violencia generalizada.

​ Reflexiones de Cieza de León: Cieza de León reflexionó sobre la brutalidad de

la guerra civil y lamentó los actos crueles perpetrados por los españoles

contra sus compatriotas. Consideró la posibilidad de no narrar estos eventos

debido a su naturaleza impactante.


En resumen, los hombres de armas jugaron un papel central en las Guerras Civiles

del Perú, y sus acciones y comportamientos variaron ampliamente. Estos conflictos

dejaron una huella indeleble en la historia peruana, marcada por la codicia, la lealtad,

el miedo y la violencia desenfrenada. Las descripciones de Cieza de León

proporcionan una visión valiosa de estos eventos desde diversas perspectivas.

El papel de las armas en las guerras civiles del Perú durante el periodo de la

conquista es un aspecto crucial que se ha destacado en varios informes y crónicas.

A pesar de que los conquistadores europeos estaban tecnológicamente mejor

preparados que los pueblos indígenas en términos de armamento, en las guerras

civiles peruanas, los bandos enfrentados utilizaron en gran medida el mismo tipo de

armas.

Armas Ofensivas:

​ Espada: La espada era una de las armas más comunes entre los hombres de

armas en todas las batallas. Había diferentes tipos de espadas, como

espadas rectas normales, de bracamarte, rodeleras y de montante.

​ Lanza: La lanza jineta era utilizada principalmente por los caballeros y fue una

presencia constante en las batallas.

​ Pica: La infantería utilizaba la pica, que se usaba para protegerse de la

caballería enemiga.

​ Arcabuces y Ballestas: Los arcabuceros y ballesteros eran responsables de

las ballestas y arcabuces. Aunque su presencia varió en las diferentes

batallas, desempeñaron un papel importante en la guerra.

​ Artillería: Los artilleros manejaban cañones, que se utilizaron en las batallas y

fueron especialmente importantes en las etapas posteriores del conflicto.


Armas Defensivas:

​ Armaduras: Algunos caballeros tenían armaduras o partes de ellas, como

coseletes y morriones.

​ Cotas de Malla: Se menciona el uso de cotas de malla como parte del equipo

defensivo.

​ Escudos: No se proporciona información específica sobre los tipos de

escudos utilizados, por lo que no está claro si eran rodelas o adargas.

Animales de Guerra:

​ Caballos: Los caballos jugaron un papel importante en la movilidad de la

caballería y se utilizaron para reconocimiento y transporte.

​ Perros de Presa: A diferencia de la época de la conquista, durante las guerras

civiles peruanas, no se menciona el uso de perros de presa.

Barcos y Batallas Navales:

El uso de barcos y las batallas navales no fueron comunes en las guerras civiles

peruanas. Se mencionan naves de comercio secuestradas que se utilizaron en las

batallas, pero no se les da gran importancia en las crónicas.

A medida que el conflicto se prolongó en el tiempo, se observó un cambio en el

armamento utilizado. Disminuyó el uso de armas tradicionales y aumentó la

presencia de arcabuceros y artilleros. Esto marcó una evolución hacia una "guerra

moderna" en la que las armas de fuego cobraron mayor relevancia.

La producción local de armas fue un factor importante, ya que permitió a los

españoles en el Perú independizarse de los suministros provenientes de la península

ibérica. Se fabricaron armas de fuego como arcabuces y cañones en el territorio


peruano. Durante la rebelión de Gonzalo Pizarro, se intensificó la producción de

armas, incluyendo picas, arcabuces, cotas de malla y armaduras.

En resumen, el análisis del armamento utilizado en las guerras civiles peruanas

muestra una variedad de armas ofensivas y defensivas, con un cambio gradual hacia

un mayor uso de armas de fuego a medida que el conflicto se prolongaba. La

producción local de armas desempeñó un papel importante en la independencia de

los españoles de los suministros provenientes de España.

El papel de las armas en las guerras civiles del Perú durante el periodo de la conquista es un
aspecto crucial que se ha destacado en varios informes y crónicas. A pesar de que los
conquistadores europeos estaban tecnológicamente mejor preparados que los pueblos
indígenas en términos de armamento, en las guerras civiles peruanas, los bandos
enfrentados utilizaron en gran medida el mismo tipo de armas.

Armas Ofensivas:

​ Espada: La espada era una de las armas más comunes entre los hombres de armas

en todas las batallas. Había diferentes tipos de espadas, como espadas rectas

normales, de bracamarte, rodeleras y de montante.

​ Lanza: La lanza jineta era utilizada principalmente por los caballeros y fue una

presencia constante en las batallas.

​ Pica: La infantería utilizaba la pica, que se usaba para protegerse de la caballería

enemiga.

​ Arcabuces y Ballestas: Los arcabuceros y ballesteros eran responsables de las

ballestas y arcabuces. Aunque su presencia varió en las diferentes batallas,

desempeñaron un papel importante en la guerra.

​ Artillería: Los artilleros manejaban cañones, que se utilizaron en las batallas y fueron

especialmente importantes en las etapas posteriores del conflicto.

Armas Defensivas:

​ Armaduras: Algunos caballeros tenían armaduras o partes de ellas, como coseletes y

morriones.
​ Cotas de Malla: Se menciona el uso de cotas de malla como parte del equipo

defensivo.

​ Escudos: No se proporciona información específica sobre los tipos de escudos

utilizados, por lo que no está claro si eran rodelas o adargas.

Animales de Guerra:

​ Caballos: Los caballos jugaron un papel importante en la movilidad de la caballería y

se utilizaron para reconocimiento y transporte.

​ Perros de Presa: A diferencia de la época de la conquista, durante las guerras civiles

peruanas, no se menciona el uso de perros de presa.

Barcos y Batallas Navales:

El uso de barcos y las batallas navales no fueron comunes en las guerras civiles peruanas.

Se mencionan naves de comercio secuestradas que se utilizaron en las batallas, pero no se

les da gran importancia en las crónicas.

A medida que el conflicto se prolongó en el tiempo, se observó un cambio en el armamento

utilizado. Disminuyó el uso de armas tradicionales y aumentó la presencia de arcabuceros y

artilleros. Esto marcó una evolución hacia una "guerra moderna" en la que las armas de

fuego cobraron mayor relevancia.

La producción local de armas fue un factor importante, ya que permitió a los españoles en el

Perú independizarse de los suministros provenientes de la península ibérica. Se fabricaron

armas de fuego como arcabuces y cañones en el territorio peruano. Durante la rebelión de

Gonzalo Pizarro, se intensificó la producción de armas, incluyendo picas, arcabuces, cotas

de malla y armaduras.

En resumen, el análisis del armamento utilizado en las guerras civiles peruanas muestra una

variedad de armas ofensivas y defensivas, con un cambio gradual hacia un mayor uso de

armas de fuego a medida que el conflicto se prolongaba. La producción local de armas


desempeñó un papel importante en la independencia de los españoles de los suministros

provenientes de España.

Durante las guerras civiles del Perú, tanto la estrategia como la táctica militar

desempeñaron un papel fundamental en la conducción de las operaciones militares. La

estrategia se centraba en la dirección general de las operaciones militares, mientras que la

táctica se enfocaba en las maniobras y acciones específicas en el campo de batalla. Ambos

aspectos eran interdependientes y esenciales para el éxito en el conflicto.

Estrategia:

​ Decisiones Individuales y Colectivas: Las estrategias adoptadas en las guerras

civiles peruanas a menudo eran el resultado de decisiones tomadas por individuos o

grupos de líderes. En algunas ocasiones, el oficial superior tomaba decisiones sin

consultar a otros, mientras que en otros casos se llevaban a cabo reuniones de la

plana mayor de una facción para discutir y decidir la estrategia a seguir.

​ Importancia de la Información: La obtención de información precisa sobre las

fuerzas y movimientos del enemigo era crucial para la planificación estratégica. Los

corredores, hombres a caballo o indígenas, desempeñaban un papel esencial al

acercarse al campamento enemigo para recopilar información sobre efectivos,

armas y posiciones.

​ Elección de Estrategias: Las estrategias variaban y podían incluir acciones como la

persecución de enemigos, la lucha en campo abierto en lugar de refugiarse en plazas

fortificadas o la decisión de moverse de una ciudad a otra. Estas estrategias se

diseñaban con el objetivo de ganar la batalla y, en última instancia, el conflicto.

Táctica:

​ Maniobras en el Campo de Batalla: La táctica se centraba en las maniobras y

acciones específicas llevadas a cabo en el campo de batalla. Esto incluía la


disposición de las fuerzas, la elección de posiciones defensivas o emboscadas y la

coordinación de movimientos y ataques.

​ Decisión de Tácticas en Reuniones: La toma de decisiones tácticas podía ser el

resultado de discusiones y debates durante reuniones de líderes militares. Cada líder

podía expresar su punto de vista sobre cómo abordar la próxima batalla, y el oficial

superior tomaba la decisión final.

​ Ejemplo de Reunión Estratégica: Un ejemplo de este proceso se encuentra en la

crónica de Almagro el viejo, donde se describe una reunión en la que se debatieron

diferentes opiniones sobre si enfrentar a Hernando Pizarro en campo abierto o

refugiarse en la ciudad. La decisión tomada en esta reunión tuvo un impacto directo

en el resultado de la guerra.

En resumen, la estrategia y la táctica desempeñaron un papel crucial en las guerras civiles

del Perú. La elección de estrategias y tácticas específicas, basadas en la información

disponible y las decisiones de los líderes, influyó directamente en el desarrollo y el

desenlace del conflicto. La coordinación efectiva y la toma de decisiones estratégicas y

tácticas adecuadas fueron fundamentales para el éxito de cada facción en esta contienda

histórica.

las guerras civiles en el Perú durante el período colonial, las estrategias adoptadas por los

diferentes bandos fueron cruciales para determinar el desarrollo y los resultados de los

conflictos. Estas estrategias variaron en función de diversos factores, como el número de

hombres disponibles, los efectivos y armamento del enemigo, las características

geográficas y las condiciones del terreno. En general, se pueden distinguir estrategias de

ataque y defensa utilizadas por los españoles en este período.

Estrategias de Ataque:

​ Ofensiva Directa: En algunas ocasiones, ambas facciones en conflicto optaron por

una estrategia ofensiva, decidiendo enfrentarse en campo abierto en lugar de

esperar al enemigo en plazas fortificadas. Ejemplos de esto incluyen la batalla de


Salinas, donde Hernando Pizarro y Almagro el Viejo eligieron acometer al contrario

en el campo de las Salinas, y la primera fase de la rebelión de Gonzalo Pizarro,

cuando el virrey Vaca de Castro decidió salir a dar batalla.

​ Persecución: En situaciones en las que un bando perseguía al otro, la estrategia

ofensiva se centraba en debilitar al enemigo a través de la persecución y el desgaste

de sus fuerzas. Un ejemplo notable es la persecución del virrey Núñez Vela por

Gonzalo Pizarro, que finalmente culminó en la batalla de Iñaquito.

​ Engaños y Tretas: En la toma de ciudades durante las guerras civiles, a menudo se

emplearon tretas y engaños en lugar de asaltos armados. Un caso destacado es la

toma de la ciudad de Cuzco por parte de Almagro, quien aprovechó la oscuridad y la

lluvia para ingresar sigilosamente a la ciudad.

Estrategias de Defensa:

​ Repliegue y Retirada: Ante la superioridad numérica o el mejor armamento del

enemigo, algunos líderes optaron por la retirada o el repliegue de sus fuerzas. Este

enfoque táctico implicaba retroceder estratégicamente para evitar un enfrentamiento

desfavorable. Ejemplos incluyen las acciones de Almagro, el virrey Núñez de Vela y

Diego Centeno.

​ Posiciones Defensivas: En situaciones defensivas, se buscaban posiciones

fortificadas o se reforzaban plazas para resistir los ataques del enemigo. Un ejemplo

es la preparación de Cuzco ante el asedio de Almagro, que incluyó la destrucción de

puentes para evitar el avance enemigo.

​ Utilización de Engaños Defensivos: Algunas veces, los defensores recurrían a

tácticas engañosas para protegerse. Un ejemplo es la estratagema fallida en Pocona,

donde Lope de Mendoza intentó atraer a las fuerzas de Carvajal a una emboscada.

En resumen, las guerras civiles del Perú durante el período colonial involucraron una

variedad de estrategias ofensivas y defensivas por parte de los líderes españoles. Estas

estrategias se adaptaron a las circunstancias cambiantes y jugaron un papel fundamental

en el desarrollo y el resultado de los conflictos.


Las guerras civiles del Perú en el período colonial estuvieron marcadas por enfrentamientos

campales de gran importancia estratégica y táctica. Estas batallas se llevaron a cabo en

diferentes ubicaciones geográficas, y las condiciones naturales, como la orografía y el clima,

desempeñaron un papel crucial en la planificación de las estrategias militares. A

continuación, se resumen los aspectos clave de algunas de las principales batallas:

Batalla de Salinas (1538):

● En Salinas, la disposición táctica de los bandos fue fundamental. Hernando Pizarro y

sus hombres se ubicaron en un cerro, mientras que los almagristas se encontraban

en la llanura.

● La artillería desempeñó un papel importante en esta batalla, causando daño a la

infantería de Pizarro.

● La caballería también fue un elemento crucial en la batalla, hostigando a los

almagristas y provocando el desorden en sus filas.

● Las escaramuzas de arcabuceros marcaron el inicio de la batalla, antes de que las

fuerzas se enfrentaran en combate cuerpo a cuerpo.

● Las bajas en Salinas fueron significativas, con un número considerable de muertos

en ambos bandos.

Batalla de Chupas (1542):

● Chupas se libró en un collado rodeado de lomas y después de una intensa lluvia, lo

que afectó la eficacia de las armas de fuego.

● La artillería fue utilizada, pero la lluvia redujo su precisión. La caballería, dirigida por

Álvarez Holguín, desempeñó un papel clave en el inicio del combate.

● Francisco de Carvajal lideró a las fuerzas de Almagro y logró cerrar la brecha y

avanzar contra la artillería enemiga.

● La caballería y la infantería de Vaca de Castro tomaron la artillería de Almagro, lo que

resultó en el descontrol y la deserción en el bando de Almagro.


Batalla de Iñaquito (1546):

● Iñaquito se libró en una llanura al norte de Quito, con un pequeño desnivel.

● Las escaramuzas iniciales involucraron a los arcabuceros de ambos bandos,

midiendo la potencia de fuego y la calidad de las armas.

● Los arcabuceros del virrey se ubicaron en un desnivel, lo que les proporcionó una

ventaja táctica.

● La infantería de ambos bandos se enfrentó en combate cuerpo a cuerpo, seguido por

la carga de la caballería.

● Las tropas pizarristas finalmente derrotaron al virrey, quien resultó herido y luego fue

capturado y ejecutado.

En cada una de estas batallas, la topografía, las condiciones climáticas y las tácticas de

combate influyeron en el resultado. Además, Cieza de León menciona las bajas

significativas en cada enfrentamiento, lo que ilustra la intensidad y la violencia de las

guerras civiles del Perú en ese período. Estos enfrentamientos campales fueron momentos

decisivos en la historia de las guerras civiles peruanas y tuvieron un impacto duradero en el

destino de los protagonistas.

También podría gustarte