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6 Mitos Comunes Sobre El Desarrollo Sexual

Adolescente
Por
Dra. Elodie Takamiya.

Como padres, profesores o administradores escolares, tenemos un profundo deseo de


que nuestros alumnos tengan éxito en la vida, sean felices y estén sanos. La salud
sexual es un término con el que probablemente se haya topado muchas veces
recientemente, ya que celebramos el mes de la concienciación sobre la salud sexual.

Cuando se trata de la salud sexual de los adolescentes, existen muchos conceptos


erróneos. Sin embargo, creemos que los adultos pueden ser los defensores más
valiosos para que los estudiantes alcancen una salud óptima. En este post, vamos a
revisar 6 mitos comunes sobre la salud sexual de los adolescentes.

Mito 1: La mayoría de los adolescentes tienen relaciones


sexuales
Contrariamente a la creencia popular, menos de la mitad de los adolescentes son
sexualmente activos. Según los CDC, sólo el 42% de las chicas de 15 a 19 años y el
38% de los chicos declaran haber mantenido relaciones sexuales alguna vez. Otro
estudio disponible en The Institute for Family Studies comparte cifras aún más bajas, y
añade que no sólo son menos los adolescentes que mantienen relaciones sexuales,
sino que también deciden esperar más tiempo antes de tenerlas por primera vez.

Mito 2: Hay más adolescentes que practican sexo que en


el pasado
En nuestra sociedad saturada de sexo, sería fácil pensar que el número de
adolescentes sexualmente activos es mayor que en las últimas 6 décadas. En realidad,
ocurre todo lo contrario. Según el Institute For Family Studies, el porcentaje de
adolescentes sexualmente activos ha ido en descenso (un 15% menos desde principios
de los 90). El resultado final es que menos adolescentes tienen relaciones sexuales
que nunca.
Mito 3: Las prácticas de "sexo seguro" protegen
totalmente a los adolescentes contra las ITS
Aunque sólo una cuarta parte de los adolescentes son sexualmente activos, siguen
siendo responsables de casi la mitad de los 20 millones de nuevos casos de ITS que se
producen cada año. Esta alta tasa se produce a pesar de que la mayoría de los
adolescentes sexualmente activos(el 66% de los chicos sexualmente activos y el 53%
de las chicas) utilizan preservativos.

El virus del VIH también sigue muy vivo, con más de 30.000 nuevas infecciones
registradas en 2019 en Estados Unidos. Y el 21% de estos casos se dieron entre
jóvenes de 13 a 21 años. Esto pone de relieve la necesidad de que los adolescentes
sexualmente activos se hagan la prueba. Pero pocos de ellos (menos del 10%) lo
hacen. Por tanto, los adultos pueden desempeñar un papel importante a la hora de
animarles a someterse a las pruebas y recibir tratamiento. Además, pueden ayudar
proporcionando a los adolescentes recursos útiles, como centros de pruebas.

Mito 4: Los adolescentes sexualmente activos son más


felices
Equilibrar los estudios, los amigos, las citas y el sexo no es tarea fácil para los
adolescentes. De hecho, la actividad sexual no está exenta de riesgos para la salud
emocional. Especialmente en las chicas, la actividad sexual precoz puede provocar
mayores niveles de estrés y depresión.

Un estudio que analizó a más de 4.000 adolescentes concluyó que existe una
asociación entre el inicio sexual antes de los 17 años y un episodio depresivo mayor en
las mujeres, pero no en los hombres. Esto puede deberse al hecho de que las
adolescentes que practican sexo, y sexo ocasional en particular, tienen más
probabilidades de sentirse utilizadas y tener una baja autoestima como consecuencia.

Mito 5: La actividad sexual de los adolescentes no afecta


al éxito académico
Aunque se necesita más investigación, ha habido estudios que relacionan la actividad
sexual precoz con un menor rendimiento académico. La CDC informa de que "los
estudiantes con mejores notas académicas tienen menos probabilidades de ser
sexualmente activos en la actualidad" y también son menos propensos a otros
comportamientos de riesgo, como beber alcohol, fumar o consumir drogas. Además, es
importante mencionar que sólo el 50% de las madres adolescentes terminan el instituto
y obtienen su diploma, frente al 90% de las adolescentes no embarazadas.

Mito 6: Las ITS no tienen consecuencias a largo plazo


para la salud de los adolescentes
Las ITS suelen tratarse con antibióticos, por lo que muchos adolescentes no temen
contraer una. Sin embargo, los científicos nos advierten de que las ITS son cada vez
más resistentes a los antibióticos y, por tanto, puede que no se traten tan fácilmente
como antes. Además, las ITS pueden ser asintomáticas y causar problemas a largo
plazo si no se tratan. Por ejemplo, la clamidia y la gonorrea pueden causar enfermedad
inflamatoria pélvica (EIP), que a su vez puede provocar infertilidad. Todas estas
consecuencias pueden poner en peligro la salud y el bienestar del estudiante a largo
plazo.

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