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El derecho de asilo
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
10.1. Introducción y objetivos 4
10.2. Raíces morales del derecho de asilo 5
10.3. Derecho Internacional en materia de asilo 7
10.4. Derecho comunitario en materia de asilo 13
10.5. Referencias bibliográficas 22
A fondo 23
Test 25
Esquema
Por una parte, exponer las raíces morales que fundamentan el derecho de asilo
vigente en nuestras ideas, pero que bien pueden conectar con el ideal estoico
cosmopolita que analizábamos en temas anteriores y que suponen una concepción
de humanidad como merecedora de unos derechos básicos.
Por otra parte, presentar el marco normativo del derecho de asilo. De este modo se
expondrá la normativa internacional, a partir de la Convención de Ginebra de 1951
en la que se promulga el Estatuto del Refugiado. Posteriormente se realizarán las
especificaciones legislativas sobre las materias propias de la normativa comunitaria;
y, por último, se expondrá el marco normativo del ordenamiento jurídico español.
Las razones que llevan a un ser humano a buscar refugio en un lugar distinto al de
su origen son tan graves y urgentes que la persona puede ver amenazada su vida o
integridad física de permanecer en el lugar en el que sufre cierta clase de
persecución.
Esta matización sutil aporta luz acerca de la naturaleza del derecho de asilo y a las
consecuencias prácticas y jurídicas que se desprenden del mismo. Este derecho
hace descansar la responsabilidad moral sobre el Estado que, de esta forma, tendrá
la potestad de dispensar la protección derivada del mismo o no. Por otra parte, ello
significa que no se configura como un derecho inalienable del sujeto en tanto ser
humano, sino que su posibilidad de ser beneficiario del mismo dependerá de la
Sí que es cierto que el ideal cosmopolita de origen helénico prescribe cierta idea de
humanidad común por la que, independientemente de la nacionalidad de los
sujetos, estos pertenecen a la comunidad internacional y ello les conferiría ciertos
derechos inherentes, que, de alguna forma, cristalizaron en los Derechos Humanos.
Esta idea se encuentra en el fundamento del derecho de asilo, pero no como un
derecho subjetivo inherente, sino como derivado de otros derechos más
fundamentales: el derecho a la vida o el derecho a la integridad física y a la libertad
de expresión.
Por tanto, cabe encontrar una raíz moral más cercana en sus orígenes religiosos.
Con la expresión acogerse a sagrado se designaba la delimitación de un espacio
inviolable dentro del cual el individuo quedaba protegido, porque se entendía que
quedaba bajo jurisdicción divina a la que las fuerzas terrenales no podían desafiar.
Sin embargo, desde los años ochenta las políticas de los Estados en materia de asilo
están siendo cada vez más restrictivas, probablemente por el incremento creciente
de los flujos migratorios. Una de las razones que oponen los Estados para limitar la
concesión de peticiones es que solamente pueden considerarse los supuestos cuya
persecución sea producida por las autoridades públicas de otros Estados, pero no se
puede extender al caso de organizaciones privadas o sujetos particulares.
«1) Que haya sido considerada como refugiada en virtud de los arreglos del
12 de mayo de 1926 y del 30 de junio de 1928, o de las convenciones del
28 de octubre de 1933 y del 10 de febrero de1938, del protocolo del 14 de
septiembre de 1939 o de la Constitución de la Organización Internacional
de Refugiados. Las decisiones denegatorias adoptadas por la Organización
Internacional de Refugiados durante el periodo de sus actividades no
impedirán que se reconozca la condición de refugiado a personas que
reúnan las condiciones establecidas en el párrafo 2 de la presente sección.
2) Que, como resultado de acontecimientos ocurridos antes del 1º de
enero de 1951 y debido a fundados temores de ser perseguida por
motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo
social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su
nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse
a la protección de tal país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose,
a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes
tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no
quiera regresar a él. En los casos de personas que tengan más de una
nacionalidad, se entenderá que la expresión «del país de su nacionalidad»
se refiere a cualquiera de los países cuya nacionalidad posean; y no se
considerará carente de la protección del país de su nacionalidad a la
persona que, sin razón válida derivada de un fundado temor, no se haya
acogido a la protección de uno de los países cuya nacionalidad posea».
Sin embargo, como se manifiesta, este artículo 1 es aplicable con unas limitaciones
de carácter temporal fundamentalmente: acontecimientos ocurridos antes de 1951.
Probablemente, el interés subyacente estriba en el intento de solucionar algunas de
las consecuencias derivadas de la Segunda Guerra Mundial de forma específica.
Pero es necesario señalar que el Protocolo Facultativo en 1967 corregirá estas
limitaciones para extender el estatuto a todos los refugiados sin límites temporales
ni geográficos (GARRIDO 2006, p. 79).
Además de las obligaciones prescritas para los refugiados en los países de acogida
del artículo 2 de la convención: «Todo refugiado tiene, respecto del país donde se
encuentra, deberes que, en especial, entrañan la obligación de acatar sus leyes y
reglamentos, así como las medidas adoptadas para el mantenimiento del orden
público», la convención también prevé en sus artículos 3 y 4 unas medidas de
protección frente a la discriminación y el trato desigual:
De igual forma la convención otorga una serie de derechos a aquellas personas que
hayan recibido la consideración de refugiados:
▸ Derecho al trabajo:
• «En cuanto al derecho a empleo remunerado, todo Estado contratante
concederá a los refugiados que se encuentren legalmente en el territorio de
tales Estados el trato más favorable concedido en las mismas circunstancias a
los nacionales de países extranjeros» (artículo 17).
• «Todo Estado contratante concederá a los refugiados que se encuentren
legalmente en el territorio de tal Estado el trato más favorable posible y en
ningún caso menos favorable que el concedido en las mismas circunstancias
generalmente a los extranjeros, en lo que respecta al derecho de realizar
trabajos por cuenta propia en la agricultura, la industria, la artesanía y el
comercio y de establecer compañías comerciales e industriales» (artículo 18).
• «Todo Estado contratante concederá a los refugiados que se encuentren
legalmente en su territorio, que posean diplomas reconocidos por las
autoridades competentes de tal Estado y que desean ejercer una profesión
liberal, el trato más favorable posible y en ningún caso menos favorable que el
generalmente concedido en las mismas circunstancias a los extranjeros»
(artículo 19).
Todos estos derechos son fundamentales para que una persona pueda llevar una
vida digna en el país de acogida, sin embargo, el artículo 33 es el que tiene una
repercusión fundamental en la consideración de refugiado hoy en día y es el que da
su fundamento propiamente al derecho de asilo. Se trata de la prohibición de
expulsión y de devolución, esto es, el principio de non refoulement:
Art. 18. Se garantiza el derecho de asilo dentro del respeto de las normas
de la Convención de Ginebra de 28 de julio de 1951 y del Protocolo de 31
de enero de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados y de conformidad con
la Constitución.
Art. 19 Se prohíben las expulsiones colectivas. 2. Nadie podrá ser devuelto,
expulsado o extraditado a un Estado en el que corra un grave riesgo de ser
sometido a la pena de muerte, a tortura o a otras penas o tratos
inhumanos o degradantes.
Art. 52.3 3. En la medida en que la presente carta contenga derechos que
correspondan a derechos garantizados por el Convenio Europeo para la
Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales,
su sentido y alcance serán iguales a los que les confiere dicho convenio.
Esta disposición no obstará a que el derecho de la Unión conceda una
protección más extensa.
1) Establecer un:
Artículo 2
Definiciones
A efectos de la presente directiva, se entenderá por:
a) «Protección internacional»: el estatuto de refugiado y de
protección subsidiaria definidos en las letras e) y g);
b) «beneficiario de protección internacional»: una persona a
la que se ha concedido el estatuto de refugiado o el estatuto
de protección subsidiaria definidos en las letras e) y g); c)
«Convención de Ginebra»: la Convención sobre el Estatuto de
los Refugiados celebrada en Ginebra el 28 de julio de 1951 y
modificada por el Protocolo de Nueva York de 31 de enero de
1967;
d) «refugiado»: un nacional de un tercer país que, debido a
fundados temores a ser perseguido por motivos de raza,
religión, nacionalidad, opiniones políticas o pertenencia a
determinado grupo social, se encuentra fuera del país de su
nacionalidad y no puede o, a causa de dichos temores, no
quiere acogerse a la protección de tal país, o un apátrida que,
hallándose fuera del país donde antes tuviera su residencia
habitual por los mismos motivos que los mencionados, no
puede o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él, y
al que no se aplica el artículo 12;
e) «estatuto de refugiado»: el reconocimiento por un Estado
miembro de un nacional de un tercer país o de un apátrida
como refugiado;
f) «persona con derecho a protección subsidiaria»: un
nacional de un tercer país o un apátrida que no reúne los
requisitos para ser refugiado, pero respecto del cual se den
motivos fundados para creer que, si regresase a su país de
origen o, en el caso de un apátrida, al país de su anterior
residencia habitual, se enfrentaría a un riesgo real de sufrir
alguno de los daños graves definidos en el artículo 15, y al que
no se aplica el artículo 17, apartados 1 y 2, y que no puede o,
a causa de dicho riesgo, no quiere acogerse a la protección de
tal país;
Es relevante destacar el apartado f) que tiene como objetivo actualizar los casos de
protección jurídica por razones humanitarias a los acontecimientos actuales. Según
los requisitos previstos en la Convención de Ginebra, quedaban fuera de toda
protección casos de grave riesgo de violación de Derechos Humanos, y el artículo 15
previsto en la directiva pretende dar una respuesta a esta situación.
Artículo 15
Daños graves
Constituirán daños graves:
a) La condena a la pena de muerte o su ejecución, o
b) la tortura o las penas o tratos inhumanos o degradantes de un
solicitante en su país de origen, o
c) las amenazas graves e individuales contra la vida o la integridad física de
un civil motivadas por una violencia indiscriminada en situaciones de
conflicto armado internacional o interno.
La ley, asimismo, establece los actos que pueden considerarse para reunir los
criterios necesarios para ser solicitante de asilo en los artículos 6 y 7.
DÍAZ, N., DÍEZ, Á., FAVIERES, P., MUÑIZ, R., SENANTE, A., VALIENTE, M. y AMORÓS, M.
Informe 2018. Las personas refugiadas en España y Europa. (Informe inédito). Comisión
Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), 2018. Disponible en: https://www.cear.es/wp-
content/uploads/2018/06/Informe-CEAR-2018.pdf
En este informe se presenta una reflexión teórica avalada por experiencias reales
que contribuye a perfilar la situación actual en relación a los flujos migratorios de
los refugiados.
4. La definición de refugiado:
A. Se encuentra recogida en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
B. Surge a raíz de los flujos migratorios de Siria.
C. Se encuentra recogida en la Convención de Ginebra.
D. Se aplica a toda persona vulnerable.
9. La Directiva 2011/95/UE:
A. Prevé bajo la figura de la protección subsidiaria la posibilidad de proteger a
aquellas personas que sin cumplir los requisitos para ser beneficiarios de asilo
su situación sea extremadamente grave si regresan a sus países.
B. Es una réplica de la Convención de Ginebra, que elimina las restricciones
temporales.
C. Endurece los requisitos para ser considerado merecedor de las garantías de
protección del derecho de asilo.
D. No ha sido ratificada por la mayoría de los estados miembros.