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Selva Almada

“Escribir me provoca
una hermosa sensación
de abismo”
Foto: Grillo Valdez
ESTREVISTA
¿En qué estás trabajando en este momento?
Terminé la novela No es un río antes de que empiece la cuarentena pero con la
pandemia termino saliendo en septiembre.
No suelo terminar un libro y empezar inmediatamente otro sino que me gusta tomarme
un tiempo, hacer un paréntesis, un poco de silencio antes de empezar con otro proyecto
de escritura. No tenía pensado empezar a escribir algo, así que no se si echarle la culpa a
la pandemia por no haber escrito o tiene que ver con mi relación con la escritura: no
estar todo el tiempo escribiendo sino dejar que aparezca lo próximo en lo que voy a
trabajar. Sobre todo después de No es un río que tarde siete años en terminar.
Con No es un río cerraste lo que se conoce como la trilogía de los varones, junto a
El viento que arrasa y Ladrilleros, tres novelas en la que lo masculino está
explorado de múltiples maneras ¿Lo consideras una etapa cerrada en términos
creativos o es un mundo que pensás volver a explorar?
Nunca estoy muy segura de qué me deparará la escritura a futuro. Lo de la trilogía no
fue un plan. No dije: voy a escribir sobre el mundo de los varones. La serie se fue
armando sola. De hecho, recién detecté que había muchas cosas en común entre El
viento que arrasa, Ladrilleros y la novela que estaba empezando cuando estaba
escribiendo No es un río. Cuando me di cuenta de la conexión (los protagonistas
varones, los conflictos relacionados a lo masculino, las maneras en que son amigos, son
amantes, son padres, son hijos, se sienten traicionados o no) ahí dije: esta es mi trilogía.
Pero no sé si clausura algo o no. No tengo un horizonte muy definido sobre lo que voy a
escribir y tampoco me quiero decir “hasta acá llegué”.
¿Tenés pensado volver a escribir no ficción como Chicas muertas?
Me gustaría volver a escribir no ficción, es un género que me gusta mucho aunque no
me gusta tanto hablar de géneros sino pensar la escritura como algo híbrido que puede
tomar cosas de varios lugares sin estar tan claramente definida.
Si bien tengo en mente un par de proyectos de no ficción, todavía no voy a comentar
porque están verdes aún.

Además de Alberto Laiseca con quien hiciste varios años de taller ¿Qué otros
referentes o maestros identificas en tu recorrido?
Laiseca es sin dudas mi maestro. Tuvimos una relación muy entrañable, de mucho
cariño y respeto por la escritura del otro. Él me consideraba discípula y yo lo
consideraba mi maestro. Lo hecho de menos siempre,

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