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FRASES QUE NO TIENEN NING

¿Qué dice la Biblia?

Analizaremos a la luz de la biblia algunas frases muy comunes en la sociedad.


Algunas que dicen tener base bíblica. Todos los Textos Bíblicos están basado
en la Biblia. Traducción del Nuevo Mundo (revisión del 2019) y en la Edición
del 1987).

Angel Figueroa
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Frases que no tienen ningún apoyo bíblico

 Todos somos hijos de Dios…


La Biblia no enseña que todos seamos hijos de Dios. Es cierto que fuimos creados
por Dios y que Él ama a su creación, pero la Biblia nos enseña que no todos son
hijos de Dios. De hecho, está muy claramente especificado en la Biblia a quiénes se
refiere Jehová como hijos, e hijos de quiénes son aquellos que no son sus hijos.
El apóstol Pablo nos dice en el libro de Romanos 8.14 una de las características
fundamentales de los verdaderos hijos de Dios: " Porque todos los que viven
guiados por el espíritu de Dios sí son hijos de Dios". Aquellos que tienen
una vida guiada por Su Espíritu, son hijos de Dios. Jesús dijo que el Espíritu Santo
nos enseñaría todas las cosas concernientes a Él en su Palabra, que es la Biblia
(Juan 14.26). Por lo tanto, una persona que no se guía por la Biblia en su estilo de
vida, espiritualidad, fe y moral, no puede dar señal de que es un verdadero hijo/a
de Dios. El Espíritu Santo pone en nosotros el deseo de obedecer su Palabra y esa
Palabra nos limpia. Jesús dijo: " Ustedes ya están limpios gracias a las
palabras que les he dicho." (Juan 15.3). ¿Cómo podemos entonces ser hijo de
Jehová? En efesios 4 22-24 se nos aconseja “Ustedes aprendieron que deben
quitarse la vieja personalidad, que se corresponde con su
comportamiento anterior y que se va corrompiendo debido a los
deseos engañosos de ella. deben seguir renovando su forma de pensar
y deben ponerse la nueva personalidad que fue creada según la
voluntad de Dios, de acuerdo con la justicia y la lealtad verdaderas”.

 ¡Dios me Dijo! ¡Dios me revelo!


La palabra inspirada de la Biblia NO enseña que Jehová necesite darnos una
revelación privada para poder creer en el o para que hagamos un cambio en
nuestras vidas. Mas bien la Biblia nos exhorta en 2 de Pedros 1:19, 20 lo siguiente
“Así que tenemos más confirmada la palabra profética, y ustedes
hacen bien en prestarle atención como a una lámpara que brilla en un
lugar oscuro (hasta que amanezca el día y el lucero se levante) en sus
corazones. pues, ante todo, ustedes saben que ninguna profecía de la
Escritura procede de una interpretación personal. porque nunca se ha
hecho una profecía por voluntad del hombre, sino que los hombres
hablaron de parte de Dios impulsados por espíritu santo”.
Por otra parte, en 2 Timoteo 3:16,17 nos dice: “Toda la Escritura está
inspirada por Dios y es útil para enseñar, para censurar, para
rectificar las cosas y para educar de acuerdo con lo que está bien, a fin
de que el hombre de Dios esté perfectamente capacitado y
completamente preparado para realizar todo tipo de buenas obras”.
Frases que no tienen ningún apoyo bíblico

Esto significa que lo que Jehová Dios quería revelar esta en la Biblia. Hoy en día
Dios ni te dice Ni te revela… TODO esta en su palabra inspirada la Biblia.

 Dios ama al pecador, pero aborrece el pecado


Las palabras originales fueron dichas por Mahatma Gandhi y decía “Odia el
pecado, no al pecador”. Con el tiempo la gente empezó a decir que la Biblia decía
que “Dios ama al pecador, pero aborrece el pecado”.
Esto NO está en armonía con lo que dice la palabra de Dios. En la Biblia en Salmos
5:5 dice “Ningún arrogante puede estar de pie en tu presencia. Odias a
todos los que se comportan con maldad” en Romanos 12:9 se nos exhorta
“Que su amor no sea hipócrita. Detesta lo que es malo, apéguese a lo
bueno”.
Por otro lado, Jehová está listo a perdonar a un pecador que se arrepiente de sus
actos. “MIS propios errores han pasado sobre mi cabeza; como una
carga pesada son demasiado pesados para mí. Me he entumecido y he
quedado aplastado hasta grado extremo”, escribió el salmista David (Salmo
38:4, 8). Aunque sabía lo abrumadora que es una conciencia culpable, halló
consuelo para su atribulado corazón. Comprendía que Dios odia el pecado, pero no
al pecador que lamenta sinceramente su mala conducta y la rechaza. Por ello, con
total confianza en la disposición divina a apiadarse del arrepentido, exclamó: “Tú,
oh Jehová, [...] estás listo para perdonar” (Salmo 86:5).

 ¡Yo declaro!, ¡Yo decreto!


Estas palabras la escuchamos a diarios cuando alguien quiere que algo se cumpla
según su voluntad. Aunque algunos asocian el yo declaro y decreto, a una
experiencia espiritual superior, lo cierto es que se trata más de una filosofía, una
forma de pensamiento cuyo origen es rastreado a los ciernes del siglo XIX. A juzgar
por los orígenes de la práctica de declarar y decretar, podríamos dar un veredicto
rápido como algo antibíblico.
El apóstol Pablo escribió en Colosenses 2:8 “Tengan cuidado para que nadie
los atrape con filosofías y razonamientos falsos y vacíos que están
basados en tradiciones humanas, en las cosas elementales del mundo
y no en Cristo”.
En Efesios 5:6 se repite el consejo: “Que nadie los engañe con palabras
vacías, porque por esas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de la
desobediencia”.
Y por tercera vez se aconseja: “No se dejen desviar por enseñanzas diversas
y extrañas, porque es mejor fortalecer el corazón con bondad
inmerecida que con alimentos, que no benefician a los que se
concentran en ellos”. Según hebreos 13:9.
Frases que no tienen ningún apoyo bíblico

 La Biblia dice: “Ayúdate que yo te ayudare”


Esta frase también es muy popular hoy día y mucha gente piensa que la Biblia lo
dice. Sin embargo, podemos mencionar que dicha frase se popularizó en la antigua
Grecia como una variante de lo dicho por Isaías 41:13: “Porque yo, Jehová tu
Dios, tengo agarrada tu mano derecha; soy el que te dice: ‘No tengas
miedo. Yo te ayudaré’.
Sin embargo, hay que analizar también el contexto. En Isaías 41:10 leemos: “No
tengas miedo, porque estoy contigo. No te angusties, porque yo soy tu
Dios. Yo te daré fuerzas. Sí, yo te ayudaré. Con mi mano derecha de
justicia, de veras te sostendré”.
Teniendo claro el texto y el contexto, Jehová les dice a sus siervos que no deben
tener miedo. No están solos; él sabe por lo que están pasando, escucha sus
oraciones. Es como si estuviera allí mismo con ellos. Jehová tranquiliza a sus
siervos recordándoles que él sigue siendo su Dios y que cuentan con su aprobación.
Pueden estar seguros de que, pase lo que pase, nada impedirá que él cuide de ellos.
Para que a sus siervos les quede claro que pueden contar con su ayuda, Jehová
repite la misma idea de tres maneras diferentes. Habla de su “mano” para que se
imaginen lo que él hace cuando lo necesitan. Si alguno de ellos se cae, Dios
extiende su mano derecha y lo levanta.
Una de las principales maneras en las que Dios ayuda y fortalece a sus siervos es
con la Biblia (Josué 1:8; Hebreos 4:12). En ella Dios nos da consejos muy prácticos
para enfrentar problemas como la pobreza, la enfermedad o la muerte de alguien a
quien amamos (Proverbios 2:6, 7). Dios también usa su espíritu santo, o poder,
para ayudar a sus siervos a pensar con claridad y a no dejar que los problemas los
abrumen (Isaías 40:29; Lucas 11:13).

 ¡Dios aprieta, pero no ahorca!


Esta frase también es muy popular hoy día y mucha gente piensa que la Biblia lo
dice. Sin embargo, podemos mencionar que dicha frase se popularizó como una
variante de lo dicho en 2 de Corintios 4:8,9 “Nos oprimen de toda manera
posible, pero no nos aprietan hasta el punto de no poder movernos;
estamos indecisos, pero no sin salida; nos persiguen, pero no estamos
abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen”.
Teniendo claro el origen del texto, podemos preguntar nos ¿Jehová Dios nos
aprieta de tal forma que pasemos situaciones en la vida para ponernos a prueba?
Veamos que Dice la Biblia en Santiago 1:13 allí leemos “Que nadie diga
durante una prueba: “Dios me está probando”. Porque, con cosas
malas, nadie puede probar a Dios ni él prueba a nadie”. ¡Entonces si
Jehová Dios no nos somete a pruebas! ¿Quién podría ser? La Misma Biblia
Frases que no tienen ningún apoyo bíblico

responde esta pregunta en 2 corintios 4:4 al decir; “el dios de este sistema de
cosas ha segado las mentes de los incrédulos, para que no pase a ellos
la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que
es la imagen de Dios”. No hay duda que Satanás el Diablo es el dios de este
sistema de cosas e infunde ideas falsas para descarriar a la gente del conocimiento
de Dios y la Biblia.

 Sigue tu corazón
Esta frase también es muy popular hoy día. Y solemos usarla mucho cuando damos
consejo a otras personas o cuando debemos tomar sabias decisiones. Esta Frase NO
la ensena la biblia. Mas bien la Biblia dice que el corazón es capaz de sentir amor y
compasión, también es traicionero y desesperado. Jeremías 17:9 dice “El corazón
es más traicionero que cualquier otra cosa y es desesperado. ¿Quién
puede conocerlo?”
Esta es la realidad, y se refleja en lo mucho que ha cambiado la moralidad de este
mundo, un hecho que predijo la Biblia en los siguientes términos: “Pero debes
saber que en los últimos días vendrán tiempos críticos y difíciles de
soportar. Porque la gente solo se amará a sí misma; serán amantes
del dinero, fanfarrones,* arrogantes, blasfemos, desobedientes a los
padres, desagradecidos y desleales, no tendrán cariño natural, no
estarán dispuestos a llegar a ningún acuerdo, serán calumniadores,
no tendrán autocontrol,* serán feroces, no amarán lo que es bueno,
serán traicioneros y testarudos, estarán llenos de orgullo, amarán los
placeres en vez de a Dios y aparentarán tener devoción a Dios,* pero
en realidad estarán negando el poder de esa devoción. Aléjate de ellos.
Según se menciona en 2 Timoteo 3:1-5.
En vista de la situación, ¿no deberíamos cuestionar a nuestro corazón en vez de
seguirlo ciegamente? Así es, la Biblia dice con toda sinceridad: “El que confía en
su propio corazón es estúpido”, o insensato (Proverbios 28:26).
Para que podamos seguir nuestro corazón este debe seguir principios morales o
éticos que se consideran necesarios y deseables. Algunos de ellos son el perdón, la
honradez, el amor, el respeto por la vida y la autodisciplina. Los valores influyen en
el comportamiento de las personas, en sus prioridades y relaciones, así como en la
guía moral que dan a sus hijos. Está demostrado que los valores bíblicos están
hechos a la medida del ser humano, de esta manera entonces podemos decir “sigue
a tu corazón”.

 Todo pasa por un propósito


Esta frase también es muy popular hoy día y a veces está acompañada de otra frase
que dice ““Dios tiene un plan para todo”. Y solemos usarla mucho cuando damos
consejos o estamos pasando por una situación de angustia o dolor.
Frases que no tienen ningún apoyo bíblico

Primero que nada… la Biblia dice en Santiago 1:13 “Que nadie diga durante
una prueba: “Dios me está probando”. “Porque, con cosas malas,
nadie puede probar a Dios ni él prueba a nadie”
Por lo tanto Jehová y Jesús NO tenían como propósito que usted sufriera o pases
por situaciones angustiosas o mucho menos ver sufrir a un familiar con una
enfermedad y luego morir.
Segundo La biblia es muy Clara cuando dijo en 1 de Juan 5:19 lo siguiente
“Sabemos que nosotros provenimos de Dios, pero el mundo entero
está bajo el poder del Maligno (satanás el diablo)”
Si tomamos la decisión creer en la Biblia y aceptar que este mundo se encuentra
actualmente bajo el poder del diablo, las cosas empiezan a tener mucho más
sentido. Al ver las noticias o estudiar la historia y saber de masacres, abuso infantil
y guerras, comprendemos que ese NO era el Propósito de Dios, sino que es Satanás,
como gobernante de este mundo, el responsable de lo que sucede en la tierra.
Tercero debemos tener una manera de pensar como la de Pablo y Timoteo cuando
le escribieron a la congregación de Filipos. Filipenses 4:11-13 dice: “No digo esto
porque esté pasando necesidad, pues he aprendido a estar contento
sean cuales sean mis circunstancias. Sé vivir con poco y sé vivir con
mucho. En todo y en cualquier circunstancia he aprendido el secreto
de estar satisfecho y de pasar hambre, de tener mucho y de no tener
nada. Tengo fuerzas para todo gracias a aquel que me da poder”.

 ¡Dios da las peores batallas a sus mejores guerreros!


Esta es otra frase muy utilizada que carece de apoyo bíblico. Mas bien La Biblia SI
dice: “Feliz el hombre que sigue aguantando durante la prueba,
porque, cuando sea aprobado, recibirá la corona de la vida que
Jehová les prometió a los que continúan amándolo” – Santiago 1:12.
Por otra parte, en vez de escoger a sus mejores guerreros, en 1 corintios 1:28-31
dice: “Y Dios escogió a las cosas insignificantes del mundo y a las cosas
despreciadas, a las cosas que no valen nada, para anular las cosas
que tienen valor, de modo que nadie* pueda presumir delante de Dios.
Es gracias a él que ustedes están en unión con Cristo Jesús, quien ha
llegado a ser para nosotros sabiduría que viene de Dios, así como
justicia, santificación y liberación por rescate, para que ocurra tal
como está escrito: “El que presume, que presuma de Jehová”.

 ¡Dios me acepta como soy!


Otra frase muy común, usada en nuestros días, con una idea muy equivocada de lo
que Jehová dios quiere de nosotros. A parte de que es una idea antibíblica.
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Primero, nosotros somos polvo delante de la presencia de dios. “Pues él mismo


conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos
polvo.” (Salmo 103:14.)
Segundo, a pesar de nuestra condición pecaminosa Jehová es “Aquel que está
perdonando todo tu error, que está sanando todas tus dolencias, que
está reclamando tu vida del hoyo mismo, [que] no ha hecho con
nosotros aun conforme a nuestros pecados; ni conforme a nuestros
errores ha traído sobre nosotros lo que merecemos”. (Salmo 103:2-4,
10.).
Tercero, es reconfortante saber que Jehová ve el corazón y no pasa por alto
nuestros buenos motivos. Nunca rechazará a los que luchan por agradarlo con
sinceridad.
Cuarto, para que dios nos acepte, primero debemos “deshacernos de todo
esto: ira, furia, maldad y palabras hirientes, y que no salga lenguaje
obsceno de su boca. No se mientan unos a otros. Quítense la vieja
personalidad y sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad,
que por medio del conocimiento exacto se va renovando según la
imagen del que la creó”. – Colosenses 3: 8-10

 ¡Solo dios puede juzgarme!


Aunque la premisa es correcta no lo podemos tomar como escusa para cometer
pecado o ir juzgando a los demás. Jesús en su sermón del monte dios este consejo
“Además, dejen de juzgar y así nunca serán juzgados. Dejen de
condenar y así nunca serán condenados. Perdonen* y se les perdonará”
– Lucas 6:37.
Señalando a la insensatez de tender a criticar demasiado, Jesús preguntó: “¿Por
qué, pues, miras la paja en el ojo de tu hermano, pero no tomas en
cuenta la viga en tu propio ojo? O, ¿cómo puedes decir a tu hermano:
‘Permíteme extraer la paja de tu ojo’; cuando ¡mira! hay una viga en
tu propio ojo?”—Mat. 7:3, 4.
Ahora bien, ¡solo Dios puede júzgame! Mencionamos que la premisa es correcta
porque La Biblia dice que, durante el Día del Juicio, los muertos “se levantarán”
(Mateo 12:41). Y Jesús anunció: “Viene la hora en que todos los que están
en las tumbas conmemorativas oirán [mi] voz y saldrán, los que
hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron
cosas viles a una resurrección de juicio” (Juan 5:28, 29).
Teniendo esto en cuanta… debemos tener el cuidado de señalar o juzgar las faltas
de otros sin ver la nuestras faltas o errores primero porque si no seremos nosotros
los Juzgados por Jehová Dios. “Porque ha fijado un día en el que se
propone juzgara a la tierra habitada con justicia mediante un hombre
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nombrado por él (Jesús). Y les ha dado una garantía a todos los


hombres al resucitarlo de entre los muertos”. - Hechos 17:31.

 ¡La palabra de Dios no es para discutir!


Una cosa es Discutir y otra cosa es Enseñar. Cuando usted discute, lo hace con el
propósito de establecer su argumento sin que nadie le diga lo contrario y tiende a
sostener su argumento, aunque este equivocado. En cambio, enseñar es aquel en el
cual una persona transmite un conocimiento, un valor, una actitud a otra. Sobre el
discutir y el enseñar la biblia es muy clara. En 2 de Timoteo 2: 23-26 nos aconseja
“rechaza los debates tontos y sin sentido, pues sabes que provocan
peleas. El esclavo del Señor no tiene que pelear, sino que debe ser
amable con todos, estar capacitado para enseñar, controlarse cuando
lo tratan mal y enseñar con apacibilidad a los que no tienen una
buena actitud. Quizás Dios les dé el arrepentimiento que lleva a un
conocimiento exacto de la verdad, y así recobren el juicio y escapen de
la trampa del Diablo, ya que él los ha atrapado vivos para que hagan
su voluntad.
En 2 a Timoteo 3:15-17 nos da otro consejo parecido “Toda la Escritura está
inspirada por Dios y es útil para enseñar, para censurar, para
rectificar las cosas y para educar de acuerdo con lo que está bien, a fin
de que el hombre de Dios esté perfectamente capacitado y
completamente preparado para realizar todo tipo de buenas obras”.

 ¡El diablo no Pueda contra mí!


Una frase muy tonta, cuando nos referimos a un ser espiritual que las Escrituras
mismas declaran: “El mundo entero está bajo el control del maligno” (1
Juan 5: 19)
La Biblia nos dice que debemos “estar firmes contra los engaños del diablo” en
efesios 6:11 dice “Pónganse la armadura completa que Dios da, para que
puedan mantenerse firmes contra las astutas trampas del Diablo”.
Una de las maneras en que Satanás intenta engañarnos es haciendo pasar por
siervos de Dios a quienes en realidad trabajan para él… “Porque esos hombres
son apóstoles falsos, trabajadores que engañan a otros y se disfrazan
de apóstoles de Cristo Y no me sorprende, porque el propio Satanás se
disfraza de ángel de luz. Por eso no es extraño que sus siervos también
se disfracen de siervos de la justicia. Pero tendrán el fin que se
merecen por sus obras”.
El Diablo se vale de médiums, adivinos, astrólogos y demás practicantes del
ocultismo para confundir y extraviar a las personas
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¿Cómo protegernos de la influencia del Diablo? Con todo, no hay por qué vivir con
miedo a Satanás y los demonios, pues la Biblia nos enseña a combatir su influencia.
He aquí cómo:

1. Aprender cuáles son los “designios”, o estrategias, del Diablo a fin de no caer
en sus trampas (2 Corintios 2: 11).

2. Estudiar la Biblia y poner por obra sus enseñanzas. Si nos regimos por los
principios bíblicos, estaremos protegidos contra la influencia demoníaca
(Efesios 6: 11-18).

3. Deshacerse de cualquier cosa que pudiera estar relacionada con los


demonios (Hechos 19:19). Esto incluye todo lo que promueva el ocultismo,
sean libros, videos, grabaciones musicales, revistas o hasta un póster.

 La Mujer puede ser Pastora


Esto es… un tema muy delicado, debido a que hoy día muchas mujeres llevan la
delantera en muchas iglesias y otras fungen como monjas en sus asignaciones
espirituales. Y teniendo en cuenta que “TODA la Escritura está inspirada por
Dios” – 2 Timoteo 3:16.
La Palabra de Dios muestra que Jesucristo estableció un precedente al solamente
nombrar hombres para que fueran de los 12 apóstoles y los 70 evangelizadores.
(Mat. 10:1-4; Luc. 10:1) En armonía con ese precedente, encontramos que el
apóstol Pablo limitó a hombres el nombramiento de ancianos de congregación (y
de siervos ministeriales). (1 Tim. 3:1-13; Tito 1:5-9) Además, él recordó lo siguiente
a Timoteo: “No permito que la mujer enseñe, ni que ejerza autoridad
sobre el hombre, sino que esté en silencio.”—1 Tim. 2:12.
Sin embargo, de otros textos de la Biblia queda patente que esta restricción
aplica solo dentro de la congregación. El que las mujeres pueden ser
predicadoras, proclamadoras, ministras de las “buenas nuevas” fuera de las
reuniones de congregación se puede ver al leer la profecía de Joel 2:28, 29, que
tuvo un cumplimiento en el día del Pentecostés, según lo mostró el apóstol Pedro
cuando dijo: “‘En los últimos días,’ dice Dios, ‘derramaré algo de mi
espíritu sobre toda clase de carne, y profetizarán sus hijos y sus hijas .
. . y aun sobre mis esclavos y sobre mis esclavas derramaré algo de mi
espíritu en aquellos días, y profetizarán.’” Sí, en el Pentecostés el espíritu
santo vino tanto sobre hombres como sobre mujeres. —Hecho. 1:14, 15; 2:1-4, 17,
18.
Teniendo esto claro… todos los cristianos dedicados y bautizados, sin importar el
sexo o la edad, pueden ser proclamadores, predicadores, ministros, “siervos” en un
sentido elevado o sagrado... siempre que den prueba de ello por su conducta y su
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testificar. Así, pues, el apóstol Pablo escribió en Romanos 16:1: “Les recomiendo
a Febe nuestra hermana, que es ministra de la congregación que está
en Cencrea, para que ustedes la reciban con gusto en el Señor de una
manera digna de los santos, y para que le presten ayuda en cualquier
asunto en que los necesite, porque ella misma también demostró ser
defensora de muchos, sí, de mí mismo.” Obviamente Pablo se refiere a algo
más que simplemente servicio en sentido físico. Es a algo que tiene que ver con la
palabra hablada, el ministerio cristiano. Sin embargo, ella no había sido nombrada
sierva ministerial, pues Jehová Dios no hizo provisión por medio de Pablo para que
las mujeres sirvieran en tal puesto.
De nuevo, cuando Pablo escribió a la congregación cristiana de Filipos, se refirió a
Evodia y Síntique como “mujeres que se han esforzado lado a lado conmigo en las
buenas nuevas [evidentemente predicando y enseñando las buenas nuevas del
reino de Dios] junto con Clemente, así como también con los demás de mis
colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.”—Fili. 4:2, 3.
Además, no se debe pasar por alto a Priscila, la esposa de Aquila. A ella se le
menciona repetidamente, muchas veces hasta antes que a su esposo. (Hecho. 18:2,
18, 26; Romano. 16:3; 1 Corintio. 16:19; 2 Tim. 4:19) Cuando el elocuente Apolos
llegó a Éfeso y quedó manifiesto que necesitaba más instrucción, ‘Priscila y Aquila
lo llevaron a su hogar y entre ambos le expusieron con mayor exactitud la palabra
de Dios.’—Hecho. 18:26.

 ¡Todos los caminos llevan a Dios!


En esta cuestión tan importante es razonable que no nos dejemos llevar por
nuestros sentimientos y opiniones. Lógicamente, debemos averiguar qué piensa
Dios al respecto, y para eso hay que acudir a su Palabra, la Biblia. ¿Por qué? Porque
Jesucristo mismo, dirigiéndose a Dios, dijo: “Tu palabra es la verdad” (Juan
17:17). Y el fiel apóstol Pablo afirmó: “Toda Escritura es inspirada de Dios y
provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas” (2
Timoteo 3:16).
La Biblia muestra que Dios no acepta que se le adore de cualquier manera. En sus
páginas encontramos ejemplos históricos de prácticas religiosas que él aceptó y de
otras que rechazó. Entonces ¿Todos los caminos llevan a Dios? La respuesta es NO.
Dios no acepta que lo adoremos tratando de mezclar las enseñanzas bíblicas con los
dogmas, tradiciones o rituales de otras religiones.
Jesucristo fue muy claro y sus palabras se recogen en Mateos 7: 13 -23 “Entren
por la puerta angosta. Porque ancha es la puerta y espacioso es el
camino que lleva a la destrucción, y son muchos los que entran por
esa puerta; mientras que angosta es la puerta y estrecho es el camino
que lleva a la vida, y son pocos los que lo encuentran”. Y añadió
“Cuidado con los profetas falsos, que se les acercan disfrazados de
oveja, pero por dentro son lobos voraces. Los reconocerán por sus
frutos. Nunca se recogen uvas de los espinos ni higos de los cardos,
¿verdad? Igualmente, un árbol bueno da frutos buenos, pero un árbol
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podrido da frutos malos. Un árbol bueno no puede dar frutos malos y


un árbol podrido no puede dar frutos buenos. Todo árbol que no da
frutos buenos se corta y se echa al fuego. Así que a esos hombres los
reconocerán por sus frutos”.” No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’
entrarán en el Reino de los cielos. Solo entrarán los que hacen la
voluntad de* mi Padre que está en los cielos. Ese día, muchos me
dirán: ‘Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu nombre y en tu
nombre expulsamos demonios y en tu nombre hicimos muchos
milagros?’. Pero entonces les diré: ‘¡Yo a ustedes nunca los conocí!
¡Aléjense de mí, ustedes que violan la ley!”.
Al ver y entender con claridad a dónde lleva el camino estrecho, estamos en mejor
condición de escoger esta senda y seguir andando en ella. Comprender esto ayuda
particularmente a los jóvenes a no ser cortos de miras ni molestarse por lo que
consideran restricciones impuestas por las normas de Dios. Aprenden a verlas
como una prueba de Su amor y una protección de los males del camino ancho.
(Hebreos 12:5, 6.) Claro está, hay que ser pacientes y recordar que toma tiempo
cultivar cualidades y deseos piadosos, igual que toma tiempo que un árbol
produzca buen fruto. Pero el árbol terminará produciéndolo si se cultiva y se riega.
Por lo tanto, estudie la Palabra de Dios, reúnase con otros cristianos y ‘ore
incesantemente’ pidiendo espíritu santo. (1 Tesalonicenses 5:17.) Confíe en la
ayuda de Dios para ‘hacer derechas sus sendas’. (Proverbios 3:5, 6.)

 Soy salvo con solo aceptar a Cristo Jesús como mi salvador


Hay tratados religiosos que se reparten en la calle bajo esta premisa: “Estimado
pecador, no haga de esto un asunto difícil. Hay tan solo un paso sencillo entre usted
y Jesús. Cuando usted confía en Él, todo lo demás queda saldado, y usted se ha
arrepentido, ha venido a Cristo, Lo ha recibido, ha hecho todo lo necesario para ser
salvo. Acepte literalmente la solución de Hechos 16:31: ‘Cree en el Señor Jesucristo,
y serás salvo.’”
Sin embargo, según la Biblia, ¿es eso “todo lo necesario para ser salvo”? ¿Puede
uno ahora, sencillamente por medio de creer en Jesús, ser salvo una vez para
siempre? Si es así, ¿por qué el apóstol Pablo, quien dijo las palabras registradas en
Hechos 16:31, escribió a los cristianos ungidos de espíritu: “Por lo tanto,
amados míos, tal como siempre han obedecido —no solo durante mi
presencia, sino mucho más ahora durante mi ausencia—, sigan
esforzándose para alcanzar su salvación con temor y temblor”.
(Filipenses. 2:12).
Algunas personas quizás se opongan a esto, recordando el consejo que Pablo dio al
carcelero en Filipos: “Cree en el Señor Jesús y serás salvo.” ¿Por qué instaría
Pablo a eso si sabía que Jehová era “nuestro Salvador”? La respuesta está en el
papel que desempeña Jesús en el cumplimiento del propósito de Dios que tiene que
ver con nuestra salvación.
Se requiere mucho más que sencillamente decir “creo en Jesús” o “acepto a Jesús
como mi Salvador.” Ciertamente el aceptar a Jesús y ejercer fe en él como nuestro
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rescatador es necesario. Pero la salvación por medio de él solo viene a los que se
amoldan a las condiciones sobre las cuales se ofrece. Algunas de esas condiciones
son: La persona tiene que conocer a Jehová y tener fe en él, aceptar su Palabra,
reconocer la operación de su espíritu, arrepentirse y bautizarse. —Hebreos. 11:6;
Mat. 28:19; Hechos. 3:18.
Así es que, una vez que se halla en el camino de la salvación, esfuércese para
permanecer en él. No se puede merecer o ganar la salvación por medio de obras; lo
que se necesita es la fe. (Romano. 3:10-12; Gálatas. 3:11) Pero sí es preciso ejercer
la fe mediante obras prácticas que den prueba de ella. (Sant. 2:14-17, 26) Eso es lo
que hicieron los apóstoles. Ellos dieron énfasis especialmente a la obra de
predicación que Jesús mandó que hicieran los cristianos. Comprendieron, como
tenemos que comprenderlo nosotros, que más bien que meramente darle la
salvación a cualquiera que diga que lo ha aceptado a Él, Jesús “vino a ser
responsable por la salvación eterna para todos los que le obedecen.”—
Hebreos. 5:9.

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