Edición N° 11

Lunes, 17 de
abril de 2023

TENDENCIAS
El análisis de Asuntos Públicos

NUEVO ORDEN MUNDIAL:

¿QUÉ ROL JUGARÁ PERÚ COMO
PAÍS MINERO?
Radiografía de la
SEMANA
Tras 418 días desde que las tropas
rusas cruzaron la frontera e
invadieron Ucrania, los duros
enfrentamientos entre fuerzas
militares continúan sumando
víctimas mortales. Desde el inicio
de la guerra, por ejemplo, la ONU
contabiliza 758 víctimas de minas
terrestres y municiones sin
detonar en Ucrania, entre
muertos y heridos, y casi un 12%
son niños.
Hace unos días, Rusia abrió la
posibilidad de negociar con
Ucrania solo "bajo un nuevo orden
mundial", en el que Estados
Unidos de Norteamérica quede
reducido a una potencia de
segunda y la hegemonía pase a
manos de Rusia y China. De lo
contrario, señalan las autoridades
rusas, no habría otra solución que
continuar con la “operación militar
especial”, como denominan a la
ofensiva emprendida contra
Ucrania, que recibe ayuda militar
de Occidente.
Este reacomodo mundial ocurre en
medio de una transición de la
matriz energética, que abandona
la carbonización por la electrificación,
y en la que el cobre tiene un lugar
fundamental. Esto fue resaltado
hace dos semanas en el nuevo
ciclo de conferencias Café y
Tendencias que organizó Pacific
Latam junto con la Cámara Canadá
Perú. Este mineral es crucial para
producir el cableado y conectores
que harán realidad la irreversible
transformación eléctrica que
sustituirá a los combustibles fósiles.
En este contexto de cambios
acelerados, los países intentan tener
un rol protagónico, entre ellos el Perú,
que tiene una de las mayores
reservas probadas de cobre a nivel
mundial. TENDENCIAS quiso imaginar
escenarios para afrontar lo que se
viene, e invitamos al analista
internacional y de inteligencia,
Carlos Rada, para que nos dé su
opinión sobre los impactos que
tendráestanuevapugnageopolítica.
ESCENARIOS:
¿Qué puede suceder?
Escenario DE OPORTUNIDADES (probable)
El Perú juega un papel determinante
como proveedor de metales para la
transición energética hacia energías
renovables a la que deberán
adaptarse las nuevas sociedades.
Esto redunda en un crecimiento
económico sin precedentes en un
contexto de incremento del precio
de este metal. Pese a la situación
política de incertidumbre por la que
atravesamos, sector público y
privado aprovechan la demanda
mundial de metales, como el cobre y
el zinc, utilizados en energía
Escenario DE CONFLICTOS (menos probable)
El comercio de combustible en el
mundo se ve afectado, en un contexto
de guerra en el que están en juego los
intereses de las grandes potencias. Esto
acelera la transición hacia energías
renovables, situación en la que países
productores de cobre como Perú y
Chile obtienen ventajas competitivas.
Sin embargo, los conflictos
socioambientales relacionados con
empresas mineras que extraen este
mineral, así como los que podrían
producirse en torno a reservas de litio
renovable. La economía peruana
encuentra atajos para resolver los
conflictos mineros y una nueva
forma de asociatividad con las
comunidades vinculadas a estos
proyectos mineros permite su
producción para los próximos 30
años. China no reemplaza a Estados
Unidos de Norteamérica como
nueva potencia mundial, pero
ambos logran un equilibrio
estratégico que les permita seguir
consolidando su influencia en el
resto del planeta.
en el Perú, reducen nuestra posibilidad
de aprovechar el momento histórico
que estamos viviendo. A la larga nos
sume en mayor pobreza. La pugna
entre China, Rusia y Estados Unidos de
Norteamérica se dilata en el tiempo y
no encuentra salidas para que el
cambio de matriz energética sea una
realidad contemporánea. Los bloques
latinoamericanos (Alianza del Pacífico,
UNASUR y Pacto Andino) entran en
conflicto por tener mayor supremacía
en el continente.
DECISIONES:
Columna de opinión
El mundo se parte en dos
Por Carlos Rada, analista internacional y director de
la Sociedad de Analistas de Inteligencia (SAI)
La cada vez más ostensible
competencia interestatal en la que
estánenvueltaslasgrandespotencias
marca el acontecer de la política
internacional. Se han formado dos
bloques antagónicos: uno,
conformado por Estados Unidos
(EE.UU.) y la Unión Europea (UE), y el
otro, por China y Rusia. El caso es que
las repercusiones de esta situación
afectan, directa o indirectamente, a
todos los países del mundo, incluidos
loslatinoamericanos.
La guerra entre Rusia y Ucrania, que
lleva ya 14 meses, representa el hecho
más evidente de la competencia
interestatal. Mientras EE.UU. y la UE,
secundados por la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN),
respaldan a Kiev y sancionan a
Moscú, el Kremlin estrecha vínculos
con Pekín y redirige buena parte de
las exportaciones rusas, sobre todo
gas y petróleo, hacia la potencia
asiática.
Sin embargo, el enemigo estratégico
de Occidente es China, no Rusia, más
allá de que, por el momento, se vea
obligado a priorizar su esfuerzo bélico
en Ucrania. Las estrategias de
Seguridad y Defensa Nacional de
EE.UU. así lo establecen, teniendo en
cuenta el crecimiento económico
chino, su expansión militar e
innovación tecnológica, punto este
último que resulta clave para la
competitividad industrial y el
desarrollo de armamento sofisticado.
En ese sentido, EE.UU. está empeñado
en fortalecer su posición en las
cadenas de suministro global de
minerales críticos y semiconductores,
fundamentales para la fabricación de
productos tecnológicos de punta. Para
ello promueve acuerdos con Corea del
Sur, Japón y Países Bajos, en aras de
impedir el acceso de China a
semiconductores avanzados y, por
extensión, asfixiar a su industria
tecnológica.
Ahora bien, como en cualquier otra
lucha por el poder, la narrativa
ocupa un lugar central en la
disputa geopolítica global. De este
modo, Occidente contrapone la
democracia liberal a la autocracia
que rige en China y Rusia,
potencias a las que, además,
muestra como amenazas para la
paz y seguridad internacionales. Y,
por si no fuera suficiente, advierte
que los productos tecnológicos
chinos amenazan la privacidad de
los usuarios y la seguridad nacional
de los países.
Lo cierto es que esta pugna
geopolítica impacta, fuertemente,
en la economía mundial,
trastocando las perspectivas de
crecimiento y generando procesos
inflacionarios.
Los países latinoamericanos, incluso,
nos hemos visto afectados por la
escasez de fertilizantes. En este
contexto, EE.UU. ejerce presión sobre
ellos para que limiten sus vínculos
con China, cuyas acciones en la
región el Comando Sur cataloga de
“actividad maligna”.
Pero no es tan sencillo. China es el
principal socio comercial de varios
países latinoamericanos, así como una
importante fuente de inversiones. En el
caso del Perú, tenemos con el gigante
asiático un acuerdo de libre comercio
y una asociación estratégica integral, y
somos receptores de una apreciable
inversión china en el sector minero y
energético. De modo que los países de
la región van a tener que encontrar la
forma de estar bien con una y otra
potencia, en tanto sea posible.
Este informe es elaborado por las direcciones de Asuntos
Públicos, Comunicaciones e Investigación+Desarrollo de
Pacific Latam.

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