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PSICOPEDAGOGIA

TRABAJO PRACTICO INTEGRADOR Nº 1

1- Explique, integrando aportes teóricos, las condiciones de emergencia y el status


epistemológico de la psicopedagogía en un escrito que no supere la página de extensión

2- La psicopedagogía emerge en un contexto de desarrollo de las ciencias positivista que


funda un marco epistémico de la escisión.
¿Qué teorías científicas fundaron las prácticas psicopedagógica?
¿Cuál es su impronta para la comprensión del desarrollo y el aprender
¿Se vinculan con los problemas y obstáculos epistemológicos de la psicopedagogía?¿Por qué?
¿Cuáles son sus efectos en el campo educativo?

3- Lea el fragmento de Norma Filidoro que le presentamos.


Considere la premisa que plantea que “ la concepción de aprendizaje que se
sostenga define el campo teórico y las intervenciones psicopedagógicas” y el
interrogante: ¿existe la psicopedagogía o psicopedagogías?.
Escribe brevemente qué tendrías en cuenta al momento de leer un informe, un texto
psicopedagógico

Norma Filidoro. PSICOPEDAGOGÍA PARA PEDIATRAS.

En principio, y para no complicar demasiado las cosas, diremos que hay


psicopedagogos de orientación cognitivo-conductual, que evalúan funciones:
memoria de trabajo, a corto plazo, a largo plazo, visual, auditiva; atención a
estímulos, posibilidad de eliminar distractores en función de una tarea: capacidad de
sostener la atención frente a determinado tipo de tareas; capacidad de focalización, de
concentración; funciones ejecutivas… y muchas otras. Generalmente, los
profesionales que sostienen estas líneas de pensamiento suelen evaluar los
rendimientos escolares a partir de pruebas de lectura, de escritura y de matemática
que se encuentran estandarizadas y en las que los errores aparecen tipificados. Para
un subgrupo de estos profesionales la cuestión se cierra aquí. Para otros, se trata de
relacionar estos resultados con alguna situación familiar o con algún acontecimiento
de la vida del chico en cuestión.
Se trata, desde mi perspectiva, de una psicopedagogía que se ocupa de lo
fenoménico: agrupar síntomas manifiestos y, preferentemente, cuantificables, y
agruparlos. En general, hay un nombre que le otorga identidad (y sustancia) al
conjunto de los síntomas: dislexia, ADD, trastorno del aprendizaje, deficiencia
mental…
Tengo la impresión (sin duda, un prejuicio) de que a los pediatras y neuropediatras
esta psicopedagogía les resulta razonablemente amable y simpáticamente amigable.
Y aquí me voy a permitir abrir un paréntesis para relatar una experiencia personal:
me recuerdo en repetidas oportunidades, muchas, muchísimas veces, llamando al
pediatra y diciéndole que alguno de mis hijos tenía un poco de fiebre o una diarrea y
entonces, indefectiblemente, su repuesta era: “Vamos a esperar que pasen las
primeras 48 horas… no le vamos a dar nada… dieta… mucha agua… descanso…
baño para bajar la fiebre si no pasa de 38°…” Claro que yo insistía: ¿Ninguna
medicación? Pero no, ninguna medicación… nada que “tape los síntomas” que
claro… no son la enfermedad.
Entiendo que en determinados contextos geográficos, sociales y culturales esta
respuesta, con todos los matrices posibles, es compartida por la mayoría de los
pediatras. ¿Cómo es entonces que a esos mismos pediatras les resulta razonable que
un niño realice ejercicios destinados a suprimir la falta de atención? ¿O que se le
administren series de tareas pautadas para corregir los errores de lectura? ¿O que se
entreguen a los padres y a los docentes cuadernillos o software para que corrija los
errores en la escritura?
Cuando ello ocurre de esta manera, es porque la falta de atención, las dificultades
para leer y los obstáculos para la escritura son pensados, en sí mismos, como “el
problema”, como “la enfermedad”. De allí que el diagnóstico sea dislexia evolutiva o
disgrafía o síndrome disantencional (diagnósticos en los que la producción
supuestamente fallida del niño toma el lugar de un “trastorno” a ser eliminado).
El problema que encuentro en esta psicopedagogía cognitivo-conductual es que el
diagnóstico del problema en el aprendizaje queda reducido a uno de sus síntomas más
elementales.
Por su lado, en la perspectiva de la psicopedagogía clínica los problemas en la
lectura, en la escritura o en la matemática son pensados como observables que
tomarán su significación al ser ubicados en una configuración: un diagnostico
pensado en términos de construcción.
Hay otra psicopedagogía que se adjetiva “psicoanalítica”, que se desentiende de lo
escolar, que no piensa el contexto áulico como constitutivo sino como contingente;
que no tiene prevista la necesidad de intervenir en la institución escolar ni de trabajar
con los docentes; que se desentiende de los contenidos escolares. No se trata de un
olvido, sino de una conceptualización para la que la inteligencia y el aprendizaje son
efectos automáticos respecto de la subjetividad del niño (que incluye su historia
familiar y su estructura psíquica).
El problema que encuentro en esta psicopedagogía psicoanalítica es que el
diagnóstico del problema en el aprendizaje queda reducida a una de sus dimensiones
(la subjetividad).
Por su lado, en la perspectiva de la psicopedagogía clínica la inteligencia y el proceso
de aprendizaje no son pensados como autónomos respecto de Sujeto del Inconsciente,
pero tampoco como su producto automático. La inteligencia y el proceso de
aprendizaje se presentan con una dinámica propia, de la que tanto el sistema nervioso
central como el contexto son constitutivos.
Hay muchas psicopedagogías más, pero vamos a tomar el camino corto para llegar y
centrarnos en la psicopedagogía clínica: lo que la distingue es que no se desentiende
de la estructura orgánica ni de la subjetividad y, mucho menos, de los contenidos
escolares y de la institución escuela. Pero, fundamentalmente, se distingue porque
ninguna de estas tres dimensiones es pensada por fuera de las otras, ninguna es puesta
por encima en el lugar de causa primera que dirige a las demás ni por abajo en el
lugar de base sobre la que las demás dimensiones se instalan. Es la red de
interacciones en su totalidad lo que constituye y especifica un problema en el
aprendizaje, no una de sus dimensiones. Y ello independientemente de cuál sea el
diagnóstico médico o el diagnóstico psicológico. En cada caso podremos identificar o
no la participación esencial de alguna de estas dimensiones, pero “participación
esencial” no es “responsabilidad única”. El proceso de aprendizaje transcurre en las
interacciones que se van configurando entre lo biológico, la subjetividad y el
contexto escolar sin quedar determinado por las características particulares de
ninguna de estas tres dimensiones de manera independiente una de las otras.
(…)
4- Conceptualice el aprender desde el marco epistémico relacional, integrando los aportes
de los sistemas complejos. Incluya una referencia acerca de por qué se requiere de un
perspectiva interdisciplinaria y cómo se entiende en la misma el lugar de las disciplinas

5- Lea las incumbencias profesionales del Prof y Lic en Ciencias de la Educación y


analícelas reflexivamente en lo referido al campo psicopedagógico como campo de
intervención. Considere la bibliografia

Fecha de entrega hasta el 10 de mayo de 2023

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