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M É T O D O T E O n iC O -P B A C T IV O
l'Ott
M A D R ID
IM PREN TA Y L IT O G R A FÍA D E L A G U IR N A L D A
ca llo do la s P o zas, n ú m . 12
PALEOGRAFIA VISIGODA
El autor se reserva todos los derechos
consignados en las leyes y tratados vi
gentes sobre propiedad literaria.
p>».
A d v e r t e n c i a ................................................................................. vi
P A R T E P R IM E R A .
ESTU D IO H ISTÓ RIC O D E L A ESC R ITU R A VISIG O D A
TERCERA PA RTE
E j e r c i c i o s d e l e c t t o a p a l e o g r á f i c a ............................... 113
VERSION á la escritura corriente de los cuarenta y
cuatro facsímiles que se incluyen en esta tercera
parte para que sirvan de tema á los ejercicios de
lectura paleográfica...................................................... 114
Facsímiles. . ___151
ADVERTENCIA
CAPÍTULO PRIMERO.
O R ÍG E N D E L A S E S C R IT U R A S
U SA D A S E X LOS P A ÍS E S O C C ID E N T A L E S D E E U R O P A
D E S P U E S D E L A C A ID A D E L IM P E R IO .
á
paña, se generalizó en estos países, que la usaron, casi
con exclusión de toda otra, en monumentos y diplomas,
hasta que la invasión de los pueblos del N orte, rom
piendo la tradición romana, hizo desaparecer la. escri
tura latina, sustituyéndola con los alfabetos importados
por los Bárbaros; y establecen comparaciones entre la
belleza caligráfica de los monumentos escritos que nos
restan de los primeros siglos de nuestra era, y las irre
gularidades y confusiones de la escritura, especialmente
en la cursiva, de los más antiguos documentos de la
E d a l Media, deduciendo de las diferencias que resultan,
razones en que apoyan sus asertos.
Opinan otros que los Bárbaros, al establecerse sobre
las ruinas del Imperio, aceptaron la escritura romana;
pero ya por la necesidad de acomodarla á las exigen
cias eufónicas del idioma germánico, ya por reminis
cencias que tuvieran de otras escrituras por ellos lar
go tiempo empleadas, introdujeron en la escritura la
tina elementos de origen bárbaro, que la transformaron
por completo.
Siguiendo otros autores la opinion expuesta por Maf*
fei en su Historia, D iplom ática, combaten las doctrinas
que atribuyen en todo ó en gran parte á los Bárbaros
el origen de la escritura usada por las naciones de la
Edad Media, é incurriendo en la exageración contraria,
afirman que la mayúscula, la minúscula y la cursiva
romanas, siguieron empleándose despues del siglo V en
la misma forma que ántes. Fundados en esta creencia
combaten las denominaciones de visigoda, italo-goda,
merovingia, lombarda y sajona, aplicadas á las letras
usadas en los primeros tiempos de la Edad Media, re-
ducie'ndolas todas á un solo carácter, el romano, en el
cual no distinguen más variedades de las que presentan
las formas mayúscula, minúscula y cursiva en la escri
tura de los Romanos.
La primera de las opiniones expuestas es la que más
prosélitos ha tenido, áun á pesar de ser la que más se
aparta de la verdad histórica. Basta la comparación de
tenida de cualquiera de ios monumentos escritos corres
pondientes á los siglos IV y V con los de las naciones de
la Edad Media, para convencerse de que existen entre
unos y otros muchas y muy notables semejanzas que de
muestran claramente la indudable procedencia romana
de las escrituras posteriores ai siglo V.
N o eran los pueblos bárbaros naciones qne pudieran
dar lecciones de cultura literaria á las que sujetaron á
su yugo. Más atrasados que los Romanos, léjos de im
plantar su lengua y su escritura, aceptaron las del Im
perio, que por otra parte no conservaban ya la clásica
pureza de los primeros siglos de nuestra era. Y es de a i-
vertir que cuando hablamos de escritura usada por las
razas bárbaras, nos referimos á los visigodos, porque de
los demas pueblos dei Norte es lícito suponer que no co
nocían la escritura.
A l describir Tácito las costumbres de los Germanos,
dice que en estas tribus ni hombres ni mujeres conocian
la escritura (1), afirmación que confirma el testimonio
de Amiano Marcelino. Auténticos monumentos demues
tran que los Lombardos dwsconocian toda nocion de e s
critura al pasar á Italia. Procopio atestigua que los
Himnos, en tiempo de Justiniano, careciendo de escri
tura, se valían de la palabra hablada para todos los ac
tos de la vida, áun para aquellos que más necesitan
consignarse de una manera permanente. E l rey Teodo-
rico, á pesar de haber sido educado en Bizancio, no sa
bia escribir, como lo prueba el hecho de valerse de una
plantilla de oro para trazar su signatura en los docu
mentos que otorgaba.
(1) ¡De entre las p ru e b a s que poilemos c onsignar en apoyo de esta aserción,
e s u na la n o tic ia , h a rto conor i 1», de las g estio n es que cerca de A m alasunta
hicieron los m agnates de su nación pura que d e sM ie se de «lar in strucción á
A talarico; y o tra la que consigna Maffci, apoyándose en el testim onio de Pro-
copio, y según la c u a l Teodorico no p erm itía á los Codos que diesen Instrucción
á su? h i.o i.
distintivo el pertenecer al carácter latino y tener la pro
nunciación latipa y aquélla presenta como principal
elemento el carácter griego, no habiendo entre una y
otra más semejanzas que las que entre sí ofrecen el a l
fabeto griego y el latino, ambos derivados del feni
cio (1).
s
yúscula en su formación, nada propicia para la pronti
tud que exige la extensión de actas y contratos, ni para
que el escritor pudiera seguir sin excesiva molestia la
marcha de su pensamiento al producir las obras litera
rias; la imposibilidad de que autores que han dejado
numerosas obras hubiesen podido escribirlas si no hu
biesen conocido más letras que las mayúsculas; la seme
janza que presentan entre sí los más antiguos caracte
res minúsculos de los Godos, Sajones, Francos y Lom
bardos, que no puede explicarse sino por el hecho de que
procedan del mismo origen, y de que este origen sea
romano, porque la incultura de los Bárbaros no hace
posible que inventaran una escritura complicada y di
fícil como la cursiva, ni que ésta se produjera en el
corto espacio de tiempo que média entre el estableci
miento de los Bárbaros en el Occidente y los primeros
documentos de éstos en minúsculas; y por último, el des
cubrimiento de lápidas y documentos romanos con ca
racteres minúsculos, son pruebas que no dejan duda res
pecto á la existencia de la minúscula romana (1).
/
ulfílana no era más que la griega modificada (1), y aco
modada por Ulfiias á las condiciones eufónicas del idio
ma godo.
V einticinco signos componen el alfabeto de Ulfiias
según resulta de estos monumentos, diez y ocho de pro
cedencia griega y siete tomados del alfabeto latino (2).
De los de origen griego quince letras que son: A, B,
r , 8 (3), E, I, K, X (4), M, N, o, n , T, X y z, se adopta
ron aplicándolas á designar los mismos sonido» que en
griego, y tres, la T, 9 y T para indicar respectivamente
los sonidos th, vh y w . De las letras de origen latino,
las seis siguientes: F, G, h , q , R y S , tenian el mismo
valor que entre los romanos, y la n tomada del alfabeto
minúsculo latino, tenía valor de u .
Esta escritura no duró en España más tiempo que el
arrianismo como religión del Estado, pero áun en la
época arriana los contratos de los Godos Folian escri
birse en caracteres latinos, y estaba limitado el uso de
los ulfilanos á los libros eclesiásticos. Esta circunstancia
y el hecho de haber ordenado Recaredo la destrucción
de los libros arríanos en 589, peco despues de la cele
bración del Concilio III de Toledo (5), explican la ca-
(1) San tfid o ro en su Cronlcon m a n ifiesta la m ism a cre en c ia, afirm ando
qoe •G ulfilas episcopus, ad in s t a r g r .eca ru m l it e r a r u m , golhis reperit U t-
t tr a s .*
(2) Los c a ra c te re s ulfilanos han «lado origen á la s inás e x tra ñ a s y ¿un a b
su rd a s c o n g e tu ra s sobre pu o rig en , n a tu ra le za y duración.
Q uién los bu supu esto rú n ic o s, qutén Inventados por Ulfiias, y no han fa lta
do paleógrafos españoles que h ayan extendido su uso & toda la E spaña c ris tia
na y su d uracton h a s ta el siglo X!.
H asta ha llegado á su poner un a u to r, en p resen cia del Códtce A rg én teo d e la
b iblioteca de U psal, qu e los c a ra c te re s ulfilanos de e*te libro no e ra n m anus
c rito s, sino tm presos, adju d icando asi la gloria de la invencton de la im p re n ta
á los Godos de la Edad A ntigua. E sta opinion h a sido defendida en uo a o b ra
titu la d a l'lphilas illu stra tu s, publicada en 1732 por el profesor sueco Ih re .
(3) A lgunas veces se p re se n ta con la form a m inúscula la tin a (d ).
(4 ) En ocasiones tiene la form a m ay ú scu la ( \ ) .
(5) F redegarto en su Cronlcon supone que tre s años á n tes del Concilio do
Toledo.—Esparta Sagrada, lom o V.
rencia absoluta en España de monumentos escritos con
caracteres ulfilanos.
N o es cierta, por lo tanto, la opinion que fundándose
en el testimonio del arzobispo D . Rodrigo Jimenez de
Rada exponen algunos historiadores, suponiendo que la
escritura ulfilana se hizo general en España despues del
establecimiento de los Godos, no desapareciendo de nues
tros documentos hasta el siglo X I, opinion que no re
siste á la comparación de los monumentos escritos ante
riores á Alfonso VI con los caracteres ulfilanos, hecha
por la persona ménos versada en Paleografía (1).
Googlc
eos; y no faltaban españoles que pasaban á Roma y á
Bizancio á transcribir, ya los códices que contenían estas
obras, ya las actas de los concilios, ya las producciones
literarias de los más ilustres varones de la Iglesia. Con
tribuyó á esoe renacimiento literario la creación de m o
nasterios y la propagación en ellos de la regla de San
Benito, que prescribía á los monjes el estudio. Tenían,
por lo general, estos monasterios un local destinado á
la transcripción al dictado de códices, con lo cual multi
plicaban fácilmente su número y facilitaban la adquisi
ción por cambio de los que carecían. Los mismos mo
narcas visigodos protegían la propagación de los libros,
dando en más de una ocasion comisiones para sacar co
pias. Los concilios, por su parte, contribuyeron pode
rosamente á la difusión de la ciencia y á generalizar la
enseñanza de la escritura, disponiendo la manera cómo
habían de ser educados los jóvenes que aspirasen al sa«
cerdoc:o (1); y todas estas causas promovieron notable
mente los adelantos de las ciencias y el mejoramiento
de la escritura.
(1) De bis quos volu n tas parentum a priinis infantUe a n n lsc le rlc a ta s officio
m ar.ciparit, statu ím u ? o bservandum ut mox cum detonsi, vol m inisterio e le c -
torum co n tra d lti fu e rln t, in domo Eccleslffi sub episcopall p re se n tía a p ro p o
sito sibl deb ean t e ru d lrl, (Canon I." del Concillo II de Toledo celebrado en el
año 327). El doctísimoCate.lrátl«M> de la U niversidad C entral, D. V icente de la
Fuente» e n cu en tra en e ste tex to ja prim era idea de los sem inarlos c o n c ilia r e s .
El Concillo IV de Toledo en su Canon *4 dictó tam bién disposiciones sobre Is
m a te r ia .
de época visigoda, y entre ellos una Coleccion canónica,
una Exposición de los cánticos, el Tratado Be N a tu ra
R erum de San Isidoro; el B reviario de Rufo Festo;
el Itin era rio m a rítim o del emperador Antonino; la
H istoria rom ana de Próspero de Aquitania, y un Tra
tado De Bimensione terrarum . Á excepción de los dos
primeros, los demaf» se custodian en la Biblioteca del
Escorial, donde hemos tenido ocasion de verlos.
Los demás códices españoles que citan los autores de
bibliografía como anteriores á la invasión agarena, de
ben estudiarse con cuidado ántes de asignarles fecha,
porque ha sido general la teniencia de atribuir á los
códices de letra visigola una antigüedad superior á la
que realmente tienen, y son muchos los de los siglos X
y X I reputados como del Y í y V II (1).
Las letras que aparecen en los códices de la época v i
sigoda, se diferencian muy poco de las usadas en la ro
mana. Su escritura capital tiende á hacerse más curva,
redondeando sus trazos para hacor ménos rígida y más
fácil la figura de las letras. La escritura uncial está bra
zada generalmente con una sol cura y perfección que
( t ) Los M aurlnos (lomo III, pág. 322) c ita n un docum ento oturgado por
C hiu d asv ln to en u K c o u iu el m ás a u lig u o de E spaña, pero es eala una de ta n
ta s aseveraciones infundada? como contiene la eru d ita ob ra de ios M aarhio.' u i
la p a ite re la tiv a 6 E spufta.
L A E S C R IT U R A E N LO S R E IN O S D E A ST U R IA S Y L E O N
D U RA N T E LO S CUATRO P R IM E R O S SIG LO S D E L A RECO N Q U ISTA *
(i) Decimos com unm ente para no exclu ir algunos, aunque ra ro s, códices d*
los p rim eros tiem pos de la R econquista esc rito s en c u rsiv a , ni algunos docu
m entos de los siglos X, XI y XII e scritos en m inúscula visigoda. «
LA. ESCRITURA EX LOS REINOS DE ASTURIAS .Y LEON
DURANTE LOS CUATRO PRIMEROS SIGLOS DE LA RECONQUISTA,
(Continuación.)
(1) ne algunos de los In num erables docum entos en que constan donaciones
de libros In cluís b las Iglesias y m onasterios de A stúrias y León en los si
glos YHI al XI hornos form ado la sig uiente nota, teniendo p ara ello á i a. v ista
la s riq u ísim as colecciones diplom áticas 'leí A rchivo H istórico Nacional.
En 17 de E nero del añ o 780, A ldegastro, hijo dei rey D. Silo, donó al m onas»
te rio do S anta M aría de Obona «un nm misale, et lectionarium , et responsorium ,
et ibios psalterios, et uno d ia h g o ru m , et passinnarium ct u m regula de o rd h
nr S. B enedicti».
F.n 12 de Mayo de 910, Ad<lalino, abad, donó a su sobrino L eovigildodog igle
sia s fundadas por su p adre Sesguto en te rrito rio de Lugo, y en tre ¡os objetos
quo con ollas inclu ía en la d o n ación, en um era « libros dúos m ím a le s , «o/fe*—
ríu m , cantigorum et him norum , o r a lio n u m , serm onum et precum ordJnum et
líber sp iritu a liu m el a n lifo n a liu m quos ibidem tes'.arit Rodorico G undesindiz
p ro rem edium a n im a suce».
En 13 do Mayo de 921, H erm enegildo, A rgem iro, M ahemato y otros, donaron
al m onasterio de Sahagun « a n llfo n a riu m , c o n cum , m a n u a lein duobus corpa-
rtb v s d irisu m , sa lterium cum canticis e th im n is, ordinum , libellis aliis de co ti
diano o ffid o cu m leclionibus vel m issas, orarum , sentenliarum , precum ».
En 8 de D iciem bre de 923, Félix dió á la iglesia y m onasterio de Sanctas-
Figuraban en primer término en estas donaciones
los libros de liturgia indispensables para la práctica de
las ceremonias religiosas, pero no dejaban de aparecer
en ellas códices bíblicos y canónicos y obras de ciencias
Mansas los sig u ien tes lib ro s: *PsaU erium , C om fnim , O n tio n u m , Manual i um rl
Pr& cum .
En 25 de Ju lio do 935, Toda y A rgonll dieron al m o n asterio de San Ju lián de
Piasen «libros ecciesiasticos paslonnm un u m , a n tifo n a rio * dnos, orallonum
u n u m , o rd in u m un u m , com m icum unum . ralionale u n u m , precum u n u m , libe-
Uum de virginilale sánele Slarie u n u m » Y añ aden : •Uibliolecam ib Ule ¡n ju le r
m eu sd o m n u s Ahtroilns dedil ego lam en confirm a.- La p a la b ra Biblia'eeam -!ebe
e n te n d e rle en e l sen tid o de B ib lia.
En 952, H erm enegildo y su m ujnr P a te rn a , 'tonnron al m o nasterio de S obra
do un co nsiderable núm ero de lib ro s y e n tre ellos el tr a ta d * de rirg in ita tr
S á n e la Marite V irginis.
En 935, Sisnan'lo obispo de Compo te la , dió al m ism o m o n asterio de Sobrado
los libros sig u ie n te s: tA n lifo n a ios d ú o s , Íntegros a'gne pe rfec to s , Ora'iones
ditos Íntegros, Manuale in teg ru m , Comicum in teg ru m , paslonnm , psalterium
cu m psalm is, canlicis e th y m n is , hordinos dúos, u n u m episcop ilem et allerum
m in o r a n , precum o ra riu m in u n u m corpore, vitas p a 'rutn sinonim arum , regu-
lar*¡m, in stitu tio n u m el ocio t i l ia in unum ».
En l.° de Diciembre do 9"9, S.ilud, p resb ítero, cognomento Melilii, dió al mo
n a ste rio de S ah agun «m isterio ecclesla tica libros com a'os dúos, dúos m a n u a
les, anUpftonal t tres, ora tlo n u m dúos et tres psalm orum , ord in u m , p recum pas-
sionum ».
En 2;¡ de Junio de 97J, A n su r y su m u je r E lduara, dieron al m ism o m o n a ste
rio de Sabagun an 'ifo n a rio , com nigo et regula el m anual. Comulgo está usado
po r com icum .
En 18 de N oviem bre de 976, S énior quasi conffessa, dió al m o n asterio *le San
Miguel de la villa de G allegos « libros ecclesiasticos: Vanuale, com icum , a n íí-
p h o narium , o ra ’ionum , serm o n n m , p recu m , psalterium , ordinvm o.
En 25) de Junio de 996, V elasco Muñoz y su m ujer N a talia Godo, dieron ai m o
n a s te rio de San Salvador, « a n tifo n ario I, p s a ltc rlo s ll, m lstlgo I, ordin • 1, p re
go 1, com ico I».
En 1019, Adoslnda dió ni m o n asterio de Sun M artin de la Villa de Lalin quln*
ce códices, la m ay o r p n rte litú rg ic o s. E n tre lo* qnc no p ertenecen ú e sta clase
fig u ra un ejem p lar del Fuero Juzgo.
Doña U rraca, herm m ■de Mfonso VI, donó en 1000 al m o n aste rio de San P e
dro de Exlonza, sito en la villa de Val de A raduey, bibltalhecam , m orali i Job,
vitas p a lru m , pasionum , dialogorum , sentenU arum , genera of fieiornm , tibrum
etym o lo g ia ru m , libellum de v ifg in ila te beahv ila riw , a pochaüpsim , librum
Hierie.
Muchos m ás docum entos podíam os r i l a r e n que se hacen donaciones de libros
á las Iglesias del an tig u o rein o d& León, pero juzgam os suficiente la no a que
an te c e d e p a ra que pueda form arse Idea de la abundancia de códices, esp e c ia l
m en te do los litú rg ico s, que debió h a b er en n u estro s m o n asterios d o ra n te los
siglos V III al XI. y de los Incesantes tra b a jo s que debieron em plear lo* cenobi
ta s para m u ltip lic a r tan c o n sid erab lem en te e'l núm ero de ejem p lare s.
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Google
y amena literatura, como lo prueba el índice de loa ma
nuscritos existentes en la iglesia de Oviedo en el año 882
que comprende cuarenta y cuatro libros, relativos unos
á materias eclesiásticas, otros á ciencias naturales, y a l
gunos, aunque enproporcion exigua, de literatura clási
ca, especialmente de obras poéticas de Ovidio y de V ir-
gilio.
La le tr a ' generalmente usada en estos códices, está
trazada con regularidad, guardando sus elementos la se
paración debida, existiendo perfecta distinción entre
sus gruesos y perfiles y conservando constantemente la
misma inclinación que suele coincidir con la línea ver
tical. Abunda en abreviaturas más que la escritura cur
siva, acaso porque los amanuenses trataran de compen
sar el mayor detenimiento á que obligaba su trazado
. con la economía de tiempo que resulta del uso de las
abreviaturas. La figura de las ati es una de las circuns
tancias que á primera vista caracterizan este género de
escritura. Aseméjanse á nuestra a cursiva, si bien se
hallan siempre abiertas por su parte superior. Sus nexos
están reducidos casi exclusivamente á los que enlazan
la e de figura parecida á la nuestra manuscrita m ayús
cula con las consonantes quo no traspasan la caja del
renglón, verificándose estos enlaces por medio de la pro
longación de la inflexión central; y á los de la t con las
vocales y con la r.
La escritura visigoda de los códices, sin dejar de pre
sentar estos caracteres generales que la distinguen en
los siglos Y III al X II, experimentó en ellos tiansform a-
ciones que permiten fijar aproximadamente su fecha. La
de los siglos Y III y IX es irregular, desigual, tosca, tiene
ménos abreviaturas y no establece perfecta distinción
entre gruesos y perfiles. "Desde los primeros años del si
glo X se observa en la escritura visigoda un mejora
miento extraordinario en cuanto á la igualdad de su
trazado y á la pureza de sus rasgos, aumentando el nú
mero de sus abreviaturas, pero no el de sistemas de
abreviar. Este apogeo de la escritura visigoda llegó hasta
fines del siglo X I, en que la influencia francesa introdujo
elementos exóticos en la escritura visigoda. Los trazos
de las letras se hicieron más rectos, perdiendo en belleza
lo que ganaban en proporciones geométricas. La forma
visigoda de algunas letras fué desapareciendo hasta que
sólo quedaron la a y la t, que más tarde desaparecieron
también ya muy generalizado el uso de la escritura
francesa. Los sistemas de abreviar propios de é sta , se
introdujeron también en la letra de transición: usáronse
en ella las vocales sobrepuestas para designar su valor
y el de r, y el signo de u s, y se generalizó la costumbre
de escribir en siglas las partículas de uso frecuente.
LA E SC R IT U R A E N LOS R R IN O S D E A STU R IA S Y LEO N
D U RA N TE LO S CUATRO P R IM E R O S SIG L O S D E LA RECO N Q U ISTA .
(Continuación.^
(1) El doeum ento cayo facsím il publicam os con el n áiuero XX, e stá to ta l
m ente e s c rito en c a ra c te re s cursivos prolongados.
D E S A P A R IC IO N I)]*: LA E SC R ITU R A V ISIG O D A
EX LOS D OCUM ENTOS V CÓ D IC ES DE G A L IC IA , A ST U R IA S,
L E O N Y C A S T IL L A .
(1) Son eslos d ocum entos de los años 1108, 1103, 2 de A bril de 1104,17 de
D iciem bre de U O í, 13 do Junio de 1105, 5 d e Setiem bre de 1108 y 6 de Ju n io
de 1110.
sigodos; y áun de los siete en letra francesa, alguno»
presentan reminiscencias góticas, y se podría dudar de
si los otros eran originales ó copias algo posteriores.
E l célebre becerro ó registro de privilegios titulado
Liber testamentorum Sancti F acu ndi, está escrito en le
tra minúscula visigoda en el año 1110.
E n los diez años siguientes á esta fecha todavía se
observa en los mismos documentos de Sahagun que te
nía arraigo la escritura española, puesto que casi apare
ce igual el número de los de e3ta letra al de los de le
tra francesa.
Transcurrido el año 1120 dominó ya esta escritura
casi por completo en los documentos del monasterio ci
tado, existiendo algunos, aúa hasta pasado el año 1130,
escritos de letra visigoda.
Es de advertir que hemos hecho este análisis en do
cumentos de Sahagun, donde debió generalizarse ántes,
por sus especiales condiciones, la escritura francesa, y
así no habrá de causar extrañeza que la desaparición por
completo de la escritura visigoda no se llevara á cabo
hasta fines del siglo X II. Algunas comarcas, las más
apartadas de la monarquía, Astúrias y G alicia, la con
servaron hasta los últimos años del referido siglo. De
una donacion otorgada por el monasterio de Sobrado
en la era 1210 (1172 de J. C .), está sacado el facsí
m il XLIV, escrito en letra visigoda redonda.
(1) N uestra opinion coincide c asi com pletam ente con ia dei docto c a te d rá
tico de S alam anca F ra y José Pcrez, quien, contra la general creencia, sostuvo
que la e s c r itu r a visigoda term inó con el siglo XII.
Los a u to res del ¡Youreau trailé de Diplomatique (t. UI, p. 32 ¡) c ita n e sta opl-
nlou p a ra c o m b atirla con la ligereza qoe le s es h ab itu a l al tr a ta r do Diplom á
tic a e sp añ o la, y sin m ás fundam ento que los c a ra c te re s que p resum en enc o n trar
•n los m odelos de docum entos españoles publicados por N a sa rre, sin exam inar
ni c ita r un solo docum ento orig inal, s ie n ta n como principio axiom ático que la
abolicion d t esta e sc ritu ra es m ás tardía y que estaba en uso despues del si
glo XIII y acaso en el XV.
Lo infundado v b a s ta absurdo de e sta aserción nos exim e de re fu ta rla .
rea han publicado tratados de Paleografía, consideráse
mos limitado el uso de este género de letra á loa reinos
de Aatúrias, León y Castilla, podríamos dar por termi
nada esta reseña histórica y pasar desde luego á ia se
gunda parte de este trabajo. Pero no desconocemos que
la escritura rom ana, con trazado y condiciones análo
gos á los que presenta en la monarquía visigoda, conti
nuó usándose en ios códices y diplomas de Navarra y
Aragón anteriores al siglo XII y en los monumentos e s
critos durante el mismo período, en lengua latina, en el
territorio ocupado por los Arabes; y nos es forzoso para
completar nuestro estudio, exponer los caracteres dis
tintivos de la escritura visigoda en los pueblos de la R e
conquista Pirenáica y entre los Mozárabes, á cuyo ob
jeto consagraremos loados capítulos siguientes.
LA. E SC R IT U R A V ISIG O D A E N LOS P U EB LO S D E LA. RECO N Q U ISTA
P IR E N A IC A .
IN T R O D U C C IO N .
A
Presenta esta letra muy diversas figuras en la escri
tura visigoda. Aparece unas veces semejante á la mo
derna A; otras sin el tilde horizontal de su centro (A);
en ocasiones con un trazo horizontal sobre su vértice,
otras en forma de Y invertida (A ); ya con b u s dos tra
zos principales separados y en figura parecida á la ic;
y a con su prolongacion superior inclinada hácia la iz
quierda y en forma de X; ya, por último, con la figura
redondeada propia del carácter uncial (a).
Todas ellas son derivadas d é la escritura romana.
La A, como la nuestra versal, fué la más usada en las
inscripciones en escritura capital elegante. La que ca
rece de tilde horizontal también estuvo en uso entre los
Romanos, según demuestran los códices y las inscripcio
nes que nos han quedado de la Edad Antigua, y según
indica algún escritor latino, que describiendo las figu
ras de la letra A dice que se escribia á veces como
alpha (A) y á veces como lambeta, mayúscula (A).
La A con un trazo horizontal sobre su vértice apa
reció en la escritura capital romana del Imperio, no
siendo cierta por tanto la opinion de los escritores que
B —C
Las formas propias de la B y de la C son exacta
mente iguales á las que presentan los monumentos es
critos de los Romanos.
La B con los dos arcos separados, se usó principal
mente como letra capital.
Las demas figuras de esta letra que aparecen en la lá
mina de alfabetos, alternan en la escritura capital y en
la uncial.
Esta misma circunstancia concurre en la C, de forma
redondeada. En cuanto á la formada por trazos casi rec
tos, solamente suele usarse como capital.
E
Las distintas figuras con que se presenta la E pueden
reducirse á dos principales: una parecida á nuestra E
mayúscula de imprenta, y otra constituida por una cur
va en forma de C, con un trazo horizontal en su centro.
La primera es propia de la escritura capital; la segunda
aparece necesariamente en la uncial visigoda, siendo
una de las letras que más la caracterizan.
Nadie ha puesto en duda que las diferentes figuras de
la E capital visigoda se derivan de la escritura roma
na, y sólo habremos de consignar respecto de ellas dos
circunstancias, una relativa á la segunda E de la lá m i
na de alfabetos, que según los Maurinos desapareció en
el siglo IX , y que según demuestran numerosos códices y
documentos, siguió usándose en los epígrafes de nuestros
códices hasta la desaparición de la escritura visigoda; y
otra referente á la caprichosa forma con que se presenta
la E visigoda en algunas inscripciones, con su trazo ver
tical prolongado por encima de la caja del renglón, como
puede verse en la lápida del año 5 9 2 , que se conserva
en el claustro de la catedral de Toledo.
Según Mabillon, la E uncial es una de las letras in
troducidas por los bárbaros en el alfabeto romano. Esta
afiijnacion es inexacta. Los Griegos dieron, desde más de
siete siglos antes de Jesucristo, figura redondeada á la E
de su escritura uncial, para hacer más rápido su trazado.
Tomáronla indudablemente de los Griegos los Romanos,
y en sus códices, escritos en caracteres unciales, aparece
esta letra con la figura descrita, sin que deje de presen
tarse en toda la Edad Antigua en los monumentos de
esta escritura; razón que nos exime de citar códices ro
manos §n que aparezca, porque habríamos de mencio
nar cuantos en escritura uncial han llegado hasta nos
otros. Tanto se generalizó esta forma de E , que hasta
aparece en algunas monedas del siglo I I I , áun á pesar
de que los caracteres gráficos numismáticos son por n a
turaleza refractarios á toda forma de escritura que no
sea la capital.
F
Las tres figuras que presenta la F en la tabla de a l
fabetos, se usaron en la escritura capital visigoda. Como
uncial sólo tuvo uso la tercera. Todas ellas son deriva
das de la escritura romana, apareciendo la primera en
los códices más antiguos en escritura capital latina, ta
les como los V irgilios del Vaticano y de Florencia, y
los dos últimos ya en la capital rústica, ya en la uncial
de los siglos III al V .
G
La G tiene dos formas en la escritura visigoda: una
parecida á una C con su remate redondeado en direc
ción al interior de la letra y con su extremo superior
prolongado y encorvado de abajo á arriba; y otra for
mada por un arco que ocupa la caja del renglón, y de
cuyo extremo inferior parte en dirección ligeramente
oblicua un trazo recto que constituye un caído, de una
longitud próximamente igual á la altura de la caja del
renglón.
Nadie ha puesto en duda que la primera de estas dos
formas de la G es de procedencia romana, y á demos
trarlo bastan dos manuscritos del Vaticano, el palimp
sesto del que contiene el Tratado de República de Ci
cerón, escrito en el siglo III, y el V irgilio del siglo V
(manuscrito 3.867). Pero respecto á la segunda de las
formas descritas, se ha debatido acerca de su proceden
cia y ha sido incluida por Mabillon en el número de las
letras que supone de origen bárbaro, sin advertir que
se encuentra en monumentos epigráficos romanos ante
ñores en más de dos siglos á nuestra era, que aparece
en algunas monedas del siglo IV y que es la figura más
común con que se presenta la G en los códices latinos
de la Edad Antigua (1 ).
H
La H conservó en la escritura visigoda las dos for
mas romanas, capital (H) y uncial (b).
La capital á veces tenía desiguales sus trazos verti
cales, presentando más corto el segundo, lo cual ex p li
ca el tránsito de esta letra de la forma capital á la
uncial.
Mabillon opina que la H uncial (b) fué introducida
por los Bárbaros, desconociendo que ya en el siglo IV
apareció en algunas monedas romanas.
I
Las dos figuras con que aparece la I en la escritura
visigoda son las mismas que tenía en la romana (i, j).
La primera es propia del alfabeto capital, y la segun
da del de letras unciales.
A veces aparecía como cortada por un trazo central
paralelo á los dos perfiles que constituian el capitel y
la base de la letra. Esta singularidad que presentan
(1) E ntro o tro s códices quo podríam os en u m era r que tienen sus G G com
p u estas de u na G con un caido recto que p a rte del perfil final do e s ta le tr a ,
c itarem o s:
El FirfliJto del V aticano (núm . 3.225), e n e sc ritu ra c a p ita l del siglo IV.
El Phorm ion de Terencio (ms. núm . 3.228 dei V&ticano) eu le tra s c a p itales.
t í Virgilio de F lorencia del siglo III.
V los frag m en to s de la H istoria rom ana de S alustio, del siglo V, que se cu s
to dian en la referida b iblioteca del V aticano.
algunas 1 1 capitales en los epígrafes de los códices de
letra visigoda, comenzó á ponerse en uso en el siglo I
de nuestra era.
K
La primera de las ñguras que presenta esta letra en
la tabla de alfabetos corresponde á la escritura capital.
Las dos restantes se usaron indistintamente en esta es
critura y en la uncial. Todas ellas pasaron á la escritu-
ia visigoda de la romana.
L
La primera de las que aparecen en la tabla de alfa
betos tiene la figura capital. La segunda tuvo uso en
la letra capital rústica y en la uncial. La tercera fuá
peculiar de esta última. Las tres son de indudable
procedencia romana.
M
Á cinco figuras hemos reducido las numerosas varie
dades que presentó esta letra en la escritura visigoda:
capitales las tres primeras y unciales las restantes.
Las dos primeras han sido las más usuales en la escri
tura romana y en la visigoda. La tercera, cuya figura
parece compuesta de dos u , aparece y a en los códices
más antiguos en escritura capital.
La M uncial (Qp), se presenta en los manuscritos
desde el siglo III, habiéndose adoptado por los V isigo
dos despues de establecerse en España.
N
Las cuatro primeras que presenta la tabla de alfabe
tos, aparecen en la escritura capital. La últim a en ésta
y en la uncial.
O
La forma de esta letra apénas varió en la mayúscula
visigoda, tanto capital como uncial. La segunda de las
que aparecen en la lámina de alfabetos y que tiene un
punto en su centro, se usó en la escritura de algunos
epígrafes. Debe ponerse cuidado en distinguirla de la
admiración, que en los códices de los siglos V al XII
presenta la misma figura.
La O de figura rectangular se usó en la escritura ca
pital cuadrada, apareciendo ya empleada desde época
remota por los Griegos.
La O en forma de corazon solamente aparece en al
gunos epígrafes de códices.
P
En la escritura capital visigoda tuvo siempre figura
parecida á la de nuestra P mayúscula de impronta. En
la uncial era más semejante á la p , prolongándose g e
neralmente su trazo vertical por bajo de la caja del
renglón.
Q
Las tres primeras figuras de esta letra que presenta
la tabla de alfabetos, se usaron ya en la escritura c a
pital, ya en la uncial. La últim a, constituida por un
rombo colocado sobre una línea horizontal es letra quo
solamente suele aparecer en los epígrafes de algunos
códices.
La Q con su trazo curvo inferior vuelto hácia la de
recha, fué de uao muy antiguo entre los romanos.
El Senatus Consulto De Bacchanalibus, cuya escritura
es dos siglos anterior á nuestra era, presenta en esta
forma sus qq.
La Q, de figura análoga á la de nuestra q , fuá la más
usual en los manuscritos unciales romanos y visigodos.
R
Las distintas figuras de R que presenta la tabla de
alfabetos, derivadas todas del romano, se usaron indi
ferentemente en la escritura capital y en la uncial, si
bien en ésta la última fué la que tuvo empleo más
frecuente.
S
Las condiciones de esta letra han hecho que no v a
ríe esencialmente de figura ni en las distintas clases de
escritura mayúscula, ni en las diferentes épocas de la
Paleografía.
T
La primera figura (T) con que aparece esta letra en
la escritura capital, es de procedencia romana. Las dos
siguientes, cuyo trazo superior da un volteo en direc
ción á la izquierda, fueron peculiares de la escritura ca
pital visigoda, no generalizándose su empleo en las de
mas naciones latinas, y constituyendo una forma de T
intermedia entre la capital y la uncial romanas.
La T (uncial ( t ) pasó á la escritura visigoda de la
romana en la cual consta por monumentos auténticos
que se usaba ya en los primeros siglos de nuestra era.
U —V
N o existia diferencia en la época visigoda, ni en los
primeros siglos de la Reconquista en cuanto á la pro
nunciación estas dos letras, y así nada tiene de extraño
que se usasen indistintamente.
Sin embargo, la forma más común de la escritura
capital fué la Y , ya romana (Y) ya en figura de A in
vertida (Y ). Para la escritura uncial estuvieron más
en uso las dos siguientes ues que aparecen en la tabla
de alfabetos.
La (q) se usó como letra capital en los epígrafes de los
códices y en algunas inscripciones lapidarias.
X
La primera figura (X ) es propia de la escritura ca
pital elegante; las dos siguientes, de trazos redondea
dos y con su perfil inferior izquierdo prolongado por
bajo de la caja del renglón, aparecen y a en la capital
rústica, ya en la uncial.
La X en forma de T, peculiar de la escritura visigoda,
es una transformación de la x romana, cuyo trazo d ia
gonal izquierdo se redondeó. Existen monumentos en
que aparecen X que explican esta transformación.
Y
Presenta esta letra en la escritura visigoda redondea
dos sus trazos superiores, circunstancia que también se
observa en algunos códices romanos.
Z
La primera de las figuras que aparecen en la tabla de
alfabetos es de forma capital. Las dos restantes tu v ie
ron empleo en la escritura uncial.
r
A N A L IS IS D E LO S A L FA B E T O S M IN Ú SCU LO S.
a
Presenta esta letra dos formas principales. Es la una
parecida á la de nuestra a manuscrita, pero abierta por
su parte superior (a ) cuya figura se usó no sólo en la
escritura visigoda, sino también en la lombarda, mero-
vingia y anglo-sajona, y áun en la cariovingia ante
rior á los últimos años del siglo X . Esta a tuvo empleo
exclusivo en los códices y documentos escritos en m i
núscula visigoda.
Los Maurinos afirman que el uso de esta letra llegó
en España hasta el siglo X V , desconociendo que des
apareció con la escritura visigoda.
La otra forma de a , cuyas variantes pueden verse en
la tabla de alfabetos ( 1 ), se asemeja á una e algo in c li
nada hácia la izquierda. Fué exclusivo su empleo en
la escritura cursiva.
b
Las figuras primera y segunda que presenta esta
letra en la tabla de alfabetos, se usaron indistintamente
para la escritura minúscula y para la cursiva. Las dos
c
Las dos primeras figuras de esta letra se usaron in
distintamente en la escritura minúscula y en la cursi
va visigodas. Opinan los Maurinos que las cc en espi
ral ( 1 ) caracterizan la escritura minúscula del año 700
y anteriores; creencia equivocada, porque existen nu
merosos documentos españoles de los siglos I X , X
y X I en que aparecen estas letras.
La c con un perfil de arranque por su parte inferior
izquierda, estuvo m uy en uso en la escritura cursiva y
en la cancilleresca, sirviendo aquel perfil de trazo de
unión con la letra que antecedia.
La c con adornos en figura de arcos colocados en
toda la extensión y sobre la convexidad de su curva,
se usó en las escrituras prolongada y cancilleresca.
d
Las figuras más usuales de esta letra en la escritura
visigoda son las dos primeras de la tabla de alfabetos,
las cuales se hallan caracterizadas por tener prolongado
su trazo vertical desproporcionadamente por su parte
superior y formando un caido ya recto, y a ligeramente
encorvado por la parte inferior de la caja del renglón.
Alternaron ambas en la escritura de códices y docu
mentos.
La tercera figura de esta letra, que se presenta abierta
e
La e presenta dos figuras principales, á las cuales pue
den reducirse todas las demas variantes que tiene la es
critura visigoda: la e, con su trazo horizontal prolon
gado, y la formada por dos curvas desiguales en forma
de e.
Esta segunda se distingue de la forma cursiva de la a
en que tiene inclinación hácia la derecha y se enlaza
con las letras que siguen por su trazo del centro, m ién-
tras aquella letra se enlaza por su trazo inferior final y
según hemos manifestado tiene inclinación obtusa.
En la escritura cursiva la e tiene á veces una especie
de pié, lo mismo que la c, para enlazarse con la letra
antecedente.
í
Las tres primeras de nuestra lámina de alfabetos se
usaron ya en la escritura minúscula, ya en la cursiva.
La última en la letra prolongada.
g
Los dos figuras primeras son propias de la escritura
cursiva. Las dos siguientes, semejantes á la G uncial (9),
se usaron en la minúscula propiamente dicha.
La que tiene forma parecida al número arábigo 5 se
usó algunas veces en la escritura visigoda de Castilla y
más aún en la aragonesa. Generalmente se ha atribuido
el origen de esta letra á los anglo-sajones, porque fuó
m uy común en la escritura usada en Inglaterra en los
siglos VI al VIII; creencia que queda rebatida con ma
nifestar que existen monumentos romanos anteriores a l
siglo V, en los cuales aparece.
h
La primera de la tabla de alfabetos es peculiar de la
escritura minúscula visigoda. La segunda y tercera, de
de la cursiva. La cuarta aparece generalmente en la es
critura prolongada.
Antes del siglo X no fuá común que descendiera el
perfil final de la h traspasando la línea inferior del
renglón.
En la escritura cursiva á veces se prolongó tam bién
por bajo de esta línea el trazo recto de la h, pero jam ás
se usaron en nuestra Península Española las hh con unas
líneas inferiores en forma de áncora de que hablan los
Maurinos en su N ouveau tra ité de B lp lo rm tiq u e , atri
buyéndolas al siglo IX .
k
La h generalmente tiene la figura de una R cuyo
trazo vertical se prolongase por la parte superior.
A veces el rasgo final, en vez de llegar hasta la línea
del renglón, permanece á mayor altura, y áun á veces
se encuentra horizontal.
1
Esta letra es de las que admitieron ménos varieda
des en la escritura visigoda.
La diferencia entre las dos que aparecen dibujadas
en la tabla de alfabetos consiste únicamente en que una
de ellas carece de línea alguna en su base.
m
La primera, trazada con regularidad, aparece en la
escritura minúscula visigoda. La segunda, cuyos perfi
les centrales son muy oblicuos, se usó en la cursiva.
Uaa y obra son, como las demas letras que hemos
descrito, de origen romano, hallándose inscripciones
del siglo IV en que aparecen.
P
La p , semejante á la moderna de imprenta (p), se usó
en la escritura minúscula propiamente dicha. Las de
mas figuras de esta letra que contiene nuestra lámina,
se usaron en la cursiva.
q
La primera y segunda tuvieron uso en ambas clases
de minúscula. La tercera en la cursiva y la cuarta en
las letras cancilleresca y prolongada.
r — s
t
Las diversas formas de la t se usaron indistintam ente
en la escritura minúscula y en la cursiva, si bien las tres
primeras son la más frecuentes en aquélla.
Las dos últimas figuras tienen especial aplicación
para enlazarse con alguna letra que vaya á continua
ción de ellas.
u — v
x
Generalmente descendía el segundo trazo de esta
letra hasta más abajo de la caja del renglón, como puede
y"
observarse en las cuatro primeras figuras de la tabla
de alfabetos.
La x en forma de 4*, derivada de las anteriores fué
peculiar de la cursiva visigoda.
(1) Sobre e sta m a te ria h a n hecho fructuosos estudios los Sres. D. M anuel
do Goicoechea y D. José F o radada, individuos del cuerpo de A rchiveros Bi
b liotecarios.
E ste últim o publicó en El Arte en España, h a r á unos catorce años, un exce
p t e a rtic u lo explicando la in te rpretación quo debía darse á la e sc ritu ra vi
sigoda cifrada.
La ?n, la n y la o tienen las mismas figuras con que
solían usarse por los Romanos en las notas tironianas.
L a|> tiene su arco separado de su trazo recto.
La r tiene figura de z con su trazo de la caja del
renglón invertido.
La 8 está compuesta de la forma uncial de esta letra
(«) más un largo trazo oblicuo que arranca do su extre
midad superior.
La t tiene figura parecida á la 3 con un rasgo angu
loso unido á uno de sus extremos.
Por último, la x se presenta casi siempre en forma
de
En la lámina X V hemos incluido facsímiles de es
critura cifrada sncados de algunos códices y documentos,
para que sirvan de comprobacion á estos asertos y de
tema á los ejercicios de interpretación de esta clase de
letra.
Obro de los sistemas de cifra usados en los documen
tos de letra visigoda, consistía en sustituir las vocales
por numerales romanos. La correspondencia entre aqué
llos y éstos, da por resultado que las vocales a, e, i,
o, u , se hallan representadas respectivamente por las
cinco primeras decenas, diez, veinte, treinta, cuarenta
y cincuenta, en esta forma:
M • RT I N : • : S N :: T : • : • T
9
C ! p • 11 presbiter notui
(!) Tanto é sta s como las a b re v ia tu ra s por sincopa y apócope, llevan alguno
do los signos generales do ab reviación sobre el sitio q ue de b ieran ocu p a r.la s
le tra s suprim idas.
Pueden verse las figuras m ás usu ales de estos signos en !a tab la que v a al fin
de la segunda p a rte de e ste libro.
algunas otras siglas en esta escritura; pero sin que a l
canzase la profusion que en la escritura galicana ( 1 ).
(1) E sta s sig las, de o rigen francés, y que apa rec en en a lg u n o s docum entos
de le tra v isigoda, fon las m ism as q ue se u saro n en los siglos posterio re s y que
hem os descrito en n u estro Manual de Paleografía.
Las p rin c ip a le s sig las que se introdujeron en la e sc ritu ra visig o d a m erced a
la in fluencia fra n c e sa en los siglos XI y XII, son las que á co n tin u ac ió n se e nu
m e ra n .
La a con un tra z o h o riz o n ta l sobrepuesto, que eq u iv a le & aulem ó am en.
La a con u n a pequefia d e n cim a, que se lee a liud.
La a con u n a t s o b re p u e sta , q ue se lee alicui.
La a con u na o, q ue significa anno ó alio.
La c con un tra z o h o riz o n ta l, que se lee cum .
La c con u n a a so b re p u e sta , q ue se lee causa 6 contra.
L a c con u n a / , que se lee c u i.
La c con u n a r , q u e eq u iv ale á cv r.
La e con uno de lo 5 signos g e n erales do a b rev iac ió n , q u e se leo esl.
La e con u n a i so b re p u e sta , q u e se lee e nim .
La f con un ponto ó con u n a a so b re p u e sta, que se lee facta 6 fe r ia .
La g con la s le tr a s a , t, o, eq u iv ale resp e ctiv am en te k erg a , igitur y ergo.
La h con un p u n to , con u na c so b rep u e sta ó con un traz o horizontal ú ob licu o
unido al suyo recto alto , in d ica los d istin to s casos del dem ostrativo Ate, ha>c,
hoc. Con un a c so b re p u e sta , h ic, hmc ú hoc.
L a / c ru z a d a p o r u n a lin ca re c ta , designa la conjunción vel.
La m con u n a a so b repuesta, se lee mea; con u n a o, modo 6 m eo; con u n a m ,
tneum ó m eam ; con u n a t, m ih i ó m el.
La n con un trazo h o riz o n ta l encim a, se le e »on, y con u n a i, n isi.
La q con un punto y com a, con ud trazo sobrepuesto ó cru zad o con su caldo»
6 con una e so b rep u esta, se lee que. Con u n a d so b rep u esta, quod. Con u n a i ,
q u i. Con u n a i so b re p u e sta y u n trazo oblicuo qne cru ce su caldo, q u id . Con
u n a a y un trazo análogo a l d escrito, quam . Con u n a o sob rep u e sta, quo. Con
dos oo s o b re p u e sta s, quom odo.
La R m a y ú scu la en los ep íg ra fes, R úbrica.
La s con u n signo g e n e ra l de abreviación, se lee sunt.
La s con u n a i so b re p u e sta , se lee sibi, y a lg u n as veces sui; con un a c, s ic;
con u n a r , su p e r .
La í con una c, se lee tune; con u n a i, Ubi; con u n a m , lu m .
L a u con u na i, se lee u b i, y con un a o, vero, y a lg u n as veces verbo.
P o r últim o, la x con u n a i y u na o, se lee re jp e d iv a m e n te Christi, Chrislo.
ron de la romana, no son de interpretación difícil, por
cuanto la mayor parte de las palabras apocopadas son
voces declinables ó conjugables y bastan los conocimien
tos de lexicografía y sintáxis latinas para venir en co
nocimiento de las letras suprimidas.
Las abreviaturas por apócope más usuales en los có
dices y documentos de letra visigoda, son las siguientes:
abb............................................. abbas.
a ct.............................................. actum.
am .............................................. amen.
ap............................................... apud.
april........................................... Aprilis.
ar................................................ arienzus.
au ............................................... autem.
conf............................................ coufirmat.
damn.......................................... damuuni.
dat...................................... dnturn.
decerab...................................... Decembris.
deu............................................. denarios.
d h .............................................. d icit.
dioc............................................ diócesis.
d ix ............................................. d ixit.
ear.............................................. earum.
exp l............................................ explicit.
fac.............................................. facit.
febr............................................ Februarii.
fec............................................... fecit.
fidel............................................ fidelis.
fuer............................................ fuerunt.
gen............................................. genuit.
hab............................................. habeí.
id................................................ idus.
incip.......................................... incipit.
ioh.............................................. Jobannes.
i t . . . . - ...................................... itero.
jan .............................................. Januarii.
j u l.............................................. Ju lii.
jun.............................................. Junii.
kal.............................................. kalcndas.
leg ión ......................................... Legionis.
lib .................. .......................... liber.
mat.............................................. mater.
nich............................................ nichil (por nihil).
no............................. .................. non.
nob............................................. nobis.
non............................................. nonas.
not................ .......................... notuit ó notarius.
octob.......................................... Octobris.
pat............................................... pater.
placit.......................................... placitum.
prid............................................ pridie.
prs............................................... presbiter.
rob............................................. roboro, roborat ó roboravit.
salt.............................................. salutem.
scil.............................................. scilicet.
sic................................................ sicut.
sig a............................................. signam.
sol............................................... solidos.
tam ............................................. tainen.
uob............................................. vobis.
vider........................................... viderunt.
A b r e v i a t u r a s p o r s í n c o p a . — Estas abreviaturas,
PLU RA L.
IN D IC A T IV O : PR ESEN TE,
P R E T É R IT O IM P E R F E C T O ,
P R E T É R IT O P E R F E C T O .
FU TU R O IM P E R F E C T O .
s u b ju n t iv o : presen te.
p r e t é r it o im p e r f e c t o .
abba................................. abbatissa.
abbis, abbi, abbem, etc abbatis, i, em, etc.
agís, agli, etc................. ángelus, i, etc.
í augustus.
ags....................................
\ augustas,
aia, aie, etc.................... anima, se, etc.
alia................................... alleluia.
alr..................................... aliter.
ais..................................... alius.
anatha.............................. anathema.
angls, angli, etc...................... ángelus, i, etc.
antha, anthe, etc . .................. j ant¡ hona.
antpha, antpue, etc...................)
antixpc...................................... Antichristug.
antixps, antixpi, etc.............. Antichristus, i, etc.
apd............................................. apud.
apis, api i, etc.......................... apostolus, i, etc.
aplicus, aplica, aplicum, etc. apostolicus, a, um, etc.
appilo......................................... hpella tio.
aprls........................................... Aprilis.
archiepc..................................... archiepiscopus.
archieps, arcliiepi,etc archiepiscopus, i, etc.
aum............................................ autem.
bts, bta, btm, etc.................... beatus, a, um, etc.
bndco......................................... benedictio.
................................................ causa ó carta.
caplm, capli, etc...................... capitulum, i, etc.
Chds............................................ Chindaavintus.
cnlm, culo, etc........................ concilium, io, etc.
cntco.......................................... cántico.
cois, coe, etc............................. commuuis, e, etc.
............................................. cousules.
cpte............................................ capite.
cptlm, cptli, etc...................... capitulum, i, etc.
cssirai........................................ carissimi.
dcbrs.......................................... Decembris.
dcns, dcni, etc........................ diaconus, i, etc.
D d .............................................. David.
dgm ............................................ dignum.
dgr.............................................. dignetur.
d ilcm i........................................ dilectissim i.
dispoc........................................ dispositione.
duicus, duica, duicum, e tc ... dominicus, a, um, etc.
dnt.............................................. debent.
dnus, dni, etc.......................... domiuus, i„ etc.
................................................ dicitur.
ds, di, etc.................................. Eeus, i, etc.
eccla, eccle, etc........................ 1
©da, ecle, etc.............................. I ecclesia, e, etc.
ecclia, ecclie, etc...................... I
eclia, eclie, etc...........................1
................................................ esse.
egla, egle, etc........................... eglesia, ai, etc.
eglia, eglie, etc .........................
epc.............................................. episcopus.
eplaf eple, etc........................... epístola, se, etc.
eps, epi, etc............................... episcopus, i, etc.
epstla.......................................... epístola,
ex p lt.......................................... explicit.
fes, fea, fem, etc.................... iactus, a, um, etc.
fr, fris, etc............................... frater, is, etc.
f ra............................................... feria.
gla, glie, etc.............................
gloria, íe, etc.
glia, glie, etc...........................
glosus, glosa, glosum, e tc ... gloriosus, a, um, etc.
gra, gre, etc............................. gratia, je, etc.
heo, hes, here, huí. etc .......... habeo, es, ere, ui, etc.
bou, hois, etc .......................... homo, iuis, etc.
iaurs........................................... Jauuarius, Januarias.
id o.............................................. ideo,
id s............................................... idus.
I e r lm ............................................... Jcrusalem.
Ih rlm ..............................................
Jherusalem.
Ihrslm........................................
Ih c.............................................. Jhesus.
Ih s.............................................. Jbesus.
Ihus, Ihui, etc......................... Jhesus, ui, etc.
il s ................................................ Julius, Julias,
incpfc........................................... incipit.
inrs............................................. Jauuarius, Januarias.
in s............................................... Jimias.
Iohs, Iobis, etc......................... Johannes, is.
ipe, ipa, ipum, etc................. ipse, a, um, ote.
I s r h l................................................ lsrah el.
k ls............................................... kalendas.
kms, kma, kmum, etc............ karissimus, a, um, etc.
lb r............................................... liber.
libllum, lib lli, etc................... libellum, i, etc.
Ira, lre, etc............................... littera, ai, etc.
m agr................................................ magister.
millus, milla, millum, e t c ... millessimus, a, um, etc.
ms, ma, mm, etc .................... meus, a, um, etc.
msers.......................................... mjsericors.
nbrs............................................ Novembris.
nmen, nminis, etc.................. nomen, inis, etc.
nmn............................................ nomen.
nminatus, nminata, nmina-
tum, etc..................................I nouiinatus, a, um. etc.
noiatus, noiata, uoiatum, etc. |
nois, noiera, noia, uoiu m ... nominis, em, a, um.
nr, nra, nrum ó nrm, e t c .. . .
noster, nostra, nostrum, etc.
nsr, nsra, nsrum ó nsrra, etc.
n t................................................ notuit.
octbrs........................................ octobris.
ois, oe, etc................................
omnis, e.
omis, orne, etc..........................
omps, omptis, etc.................. omnipotens, entis.
oro, orois, etc.......................... oratio, onis.
ppha, pbhe, etc...................... propheta,« .
ppls, ppli.................................. populus, i.
prbr, prbri.............................. presbiter, eri.
qd ................................ quodó quid,
qnm............................................ quoniam.
rao, raois, etc.......................... ratio, onis.
rgla, rgle, etc.......................... regula, ai.
salín........................................... salutem.
sbto............................................ sabato.
scdm .......................................... secumdum.
sclum, scli, etc........................ seculum, i.
scrds........................................... sacerdos.
scs, sea, sem, etc.................... sanctus, a, um.
sidos, slds................................. solidos,
sps, sptui, etc.......................... spiritus, u i.
Srhl............................................ Israel.
stbres......................................... Septembris.
tls ............................................... titulus.
tltnus......................................... toletanus.
tp>», tporis, etc........................ tempus, oris.
ts ................................................
testis ó testes.
tsts.............................................
ul ....................... vel.
nr. ura, nrm, etc.................... vester, a, um.
usr, nsra, usrm, etc................ vester, vestra, vestrum.
X pc............................................ Christus.
xpianus, xpiana, xpianum,
etc........................................... Cbristianus, a, um.
Xpophorus, Xpophori, e tc .. Christophorus, i.
Xps, Xpi, etc........................... Cbristus, i.
(Concloslon.)
A b r e v ia t u r a s p o r l e t r a s s o b r e p u e s t a s . — Consis
ten esas abreviaturas en suprimir dos ó tres letras del
centro de una palabra sustituyéndolas una sola que se
coloca fuera de la voz abreviada y sobre la sílaba en que
se ha cometido la omision.
Las abreviaturas pot letras sobrepuestas se hallan re
ducidas en la escritura visigoda á muy reducido nú
mero.
La letra que más usualmente se sobrepuso, fué la s, á
la cual se da el valor de us, como en las palabras
s s s s
e x e rc it q u ib i t
qo nutrits qalitas
quo nutritus qualitas
involucns involucrans
e
ptio pretio.
ppter propter
i
pma prima.
A b re v ia tu ra s p o r s ig n o s e s p e c ia le s d e a b re v ia
c i ó n . — Consisten
estas abreviaturas en sustituir alguna
sílaba por una figura gráfica no alfabética, de fácil
trazado.
La división que en otro libro, y refiriéndonos á la
Paleografía de los siglos X II al XVII, hemos estableci
do ( 2), de los signos especiales de abreviar en dos es
pecies según indiquen palabra entera ó entren en com-
posicion de palabra, no tiene aplicación á la escritura
visigoda, en la cual no se usaron los de la primera
especie.
Solamente en los documentos de fines del siglo X I y
del XII, se encuentra á veces usado el signo que indica
la conjunción et(Z)> en virtud de la influencia que ejer
cía ya la escritura francesa en la visigoda.
Los demás signos entran siempre en composicion de
palabra, combinándose unos con determinadas letras y
otros indistintamente con cualquiera.
ofirmat confirma t
otrarium contrarium
dígito^ digitorum
. sarraceno^ sarracenorum
YOLUMCREMQ’ voiucrcmque
EUMQ’ eumque
SPECULOQ’ speculoque
(1) Pueden se rv ir de ejem plos los quo aparecen en los docum ento?.X IX ,
XXI, XXIII, XXIV, XXV, e tc .
(? ) V éase la flg. 3 de la ta b la de a b re v ia tu ra s.
pretaciones diversas. Compónese este signo de un brazo
vertical ligeramente encorvado, y de las letras que
componen las palabras noster rex.
Algunos interpretan este monograma Sanciics noster
reo:t juzgando S y sigla de Sancius lo que en realidad
es J é inicial de Jhesus, olvidando el carácter religioso
de la época, en la cual no puede concebirse que se o lv i
dase el nombre de Dios para invocar el del monarca
reinante, y desconociendo por último que se usó este
signo no sólo cuando ejercían soberanía reyes que lle
vaban el nombre de Sanchos, sino también en épocas
en que reinaban otros monarcas que no se llamaban así.
Estas razones bastan para considerar el signo descri
to como una invocación é interpretarle Jhesus tíos-
ter rex.
El uso de los monogramas no dejó de ser frecuente
en las signaturas de los documentos de letra visigoda.
En la tabla de abreviaturas ( 1 ) insertamos facsímile
del que usaba el desgraciado D. García, rey de Galicia,
destronado por su hermano Alfonso Y I.
.m illesim a.
Ma )
XXo vigésimo.
CAPÍTULO VI.
ORTOGRAFÍA VISIGODA.
r
I. J. Usóse la primera de ambas letras haciendo los
oficios propios de ambas.
1 por y: kirie por hyrie.
I omitida: domnus, do m n a , por dom inus, dom in a.
Usada indebidamente: isp iritu m por sp iritu m .
Por e: E rm in ig ild u s por Hermenegildus.
K. Usada por c y por ch: kasale, K a ste lla , karta,
por casale, Castella, carta.
L. Por ?i: por nulis.
M. Suprimida: Decebris por Dccembris.
N . Por m: Novenbris por Kovembris.
O. Por u< colomba, tomolo, por columba, tum ulo.
P. Por b: apatis por ábbatis.
Por r: en las abreviaturas xpo, xpophorus, etc.,
(Christo, Christophorus), que se escribían en un princi
pio en nuestros documentos con caracteres griegos, en
tre los cuales figuraba la p.
R. Usada sencilla en ocasiones en que debia escri
birse doble: tera por térra.
S. Usada por is, es, ó hia, hes en principio de pala
bra: S p a n ia , Spalensis, Srael, Speria, por H ispania,
Hispalensis, Israel, Hesperia.
Usada por x: ausiliaret estraneus, por auxiliare, &c-
traneus.
T. Por d: quott en vez de ajptwZ, quod.
U y Y. En la escritura visigoda se hizo casi exclu
sivo de la u ya con el valor de consonante, ya con el de
vocal.
Usóse á veces por o: episcupus, epistula, por episco-
pusy epístola.
X. Usada por ch en las abreviaturas Xpo, Xpoplcoro,
etc., por el origen griego (XPS) de estas abreviaturas.
Z. Por c: rezedere por recedere.
O R T O G R A F ÍA V IS IG O D A .
(Coucluslon.)
L.oogÍe
Con un obelo en su centro indicabta los distintos in
terlocutores en el diálogo dramático.
1 1 . El Ceraunium (de xepxuvtov, i ayo) que servia
para desechar como supérfluas largas tiradas de versos
evitando que hubieran de repetirse los obelos. Compo
níase de las letras X I conjuntas, ó de la Y con la I
encajada.
1 2 . El Chresimon (del verbo %pt|w gritar) servia
para Famar la atención sobre un pasaje cualquiera.
Su figura era compuesta de las letras X y P conjuntas
en la misma forma que afectan en el monograma de
Cristo.
13. El fro n tis (de <?p<mn;, cuidado, atención), com
puesto de las dos primeras letras de la enunciada pala
bra griega ct> y P en conjunción y enlace. Designaba
que había de leerse con detenimiento un pasaje cual
quiera, ya por su oscuridad, ó ya porque la profundi
dad de sus conceptos no permitía su fácil compren
sión.
14). El áncora (<anchora), signo de la figura que su
nombre indica, que cuando tenía en la parte superior su
mayor anchura servia para llamar la atención sobre 1^*8
pasajes más notables por la elevación de sus ideas, y
cuando presentaba hácia abajo su parte más ancha, in
dicaba que había en el texto algún pasaje repugnante
ó inconveniente.
Y 15. El coronis (xopwvts), figura compuesta de tra
zos curvos que solia colocarse al final de los libros ( 1 ).
(1) En la lám ina quo v a despues do e ste capítulo, incluimos estos distin to s
signos.
NEXOS- GYofcci^JLe^'tot
CoS cv om, (Xr.
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PARTE TERCERA.
EJERCICIOS DE L E C T U R A PALEOGRÁFICA.
(1 ) De esto s depósitos lite ra rio s no sólo hem os tom ado los facsímile* q ue
p u b lic a m o s sino ta m b ién todos los d a to s consignados en este libro.
No obraríam o s con Ju sticia si no h iciéram o s público n u estro agradecim iento
á los Jefes y Em pleados de los referid o s esta b lecim ien to s por la s facilidades
q u e nos h an proporcionado p a ra los tra b a jo s de investigación. En la im posibi
lid ad de c ita r á c u an tas p ersonas hem os m olestado con ocaslon de este libro,
env iam o s l a sin cera ex presión de n uestro reconocim iento á los señores don
F ran cisco González d e V e ra y D. José de F o radada, Jefe > Secretario del A r
ch iv o H istórico, á n u estro C atedrático el S r. D. C ayetano Uoseil y al Sr. Oc
ta v io de Toledo, D irector el p rim ero y Oficial el segundo de la Biblioteca N a
c io n a l; al Sr. I>. Juan de Dios de ia Rada y Delgado y á D. V icente V lgnau,
D ire c to r y S e cretario de la E scuela S up erio r de D iplom ática; al Sr. D. Manuel
tio lco ecb ea, Oficial de la B iblio teca do la Academ ia de la H istoria; y & D. Da-
r io Cordero, encargado de la B iblioteca del Escorial cuando en ella tom am os
lo s ap u n te s, d a to s y facsím iles in dispensables p a ra este tra b a jo .
Los catorce primeros facsímiles están sacados de có
dices; el X V contiene muestras de escritura cifrada, y
los siguiente3 son reproducciones de documentos hasta
ahora inéditos.
Para facilitar su lectura insertamos á continuación la
V E R SIO N
A LA. ESCRITURA. C O R R IE N T E DE LOS C U A REN T A Y CUATRO
FA CSÍM ILES QUE SE IN C L U Y E N EN ESTA TERCERA PA RTE
P A R A QUE SIR V A N DE TEM A Á LOS EJERCICIO S DE LECTURA
PA L E O G R Á FIC A .
FACSÍMILES DE CÓDICES.
I.
H .
x x x v n . — D e n o m in a v e n t o b u m .
IY .
Y.
F acsím il del códice del E sco rial que lle v a por titu lo : *Vetus collelío re-
g u la ru n í m onasticarum . e scrito por la m onja L eodeguadla en la e ra 93) (a ñ o
de J. G. 912).
ORATIO DE LECTORE.
Versiculus. Domine labia mea aperias et os raeam
annuntiabit laudem tuam.
Deus aperiat tibi osteum sermonis ad loquendum
misterium Christi. U t sermo tuus sit semper in gratia
sal conditus ut audientium corda spirituali cibo refi-
ciant et temetipsum ad intellegendum solliciorem red-
dat amen.
I t e m p r o l o g u s d e r e g u l a s a n c t i p a t r is n o s t r i
B e n e d ic t i a b b a t is .
Absculta, ¿filii! precepta magistri et inclina aurem
cordis ta i et ad monitionem patris pii pastoría libenter
exhipe et efficaciter.. .
V I.
VIL
F acsím il de un códice escrito en los afios 968 á 070, que co ntiene c o m entario»
s o b re el A pocalipsis, y que p e rte n ec e á la E scuela Superior de D iplom ática.
U JU S AD PO R TU M IT E M O O N S U T U M , A R C IP IC T O R E O N E S -
TUM M a g ii P R E S B IT E R II E T C O N V E R S I E M IT T IT LAVORE
IN Q U O A T U M EV O P E R E N N E P E R R E X IT A D C R IS T U M D I E i l
SA N CTI F A U S T I III I D U S K A L E N D A S H E B R U A R I A S D lE M
A B U IT T E R T IU E T D IS C E S S IT A D EVO, ERA M T L L E S S IM A
SEXTA.
VIII.
F acsím il de la le tra m in ú scu la de la Biblia m ozárabe que perteneció al
Cabildo de Toledo y hoy se co n serv a en la Biblioteca N acional. — Siglo X.
IX.
F acsím il de la no ta en c a ra c te re s u n ciales que ap a rece a l final de la m ism a
B iblia.—Siglo X.
X.
Facsímil tom ado de varios pasajes de un códice l>iblice del siglo X,
p erteneciente á la Real Academia de la Historia.
E x P L IC IT M ACCABEORUM L IB E R SECUNDUS TA N D EM
F IN IT IS Y E T E R IS IN S T R U M E N T I L IB R IS QUOS E C L E SIA C A -
T H O L IC A IN C A N O N E D IV IN A R U M R E C 1P IT SC R IB T U R A R Ü M
A D E V A N G E L IA N O V U M Q U E T E S T A M E N T U M C h R IS T O J U
RANTE p e r v e n i m u s . A m e n .
I n c ip it pro lo gu s H ie r e m l *: p r o fet e
XI.
Facsímil sacado del códice del Escorial I, etc .a 3, esc rito en la era 1085
(año 10<7 de J. C.).
De nobis digiborum.
De Ortografía.
XII.
Facfímli de ur códice de la B iblioteca Nacional, escrito en tiem po de d o n
Fernando I y doña Sancha. Contiene los Comentarios de Beato sobre el
Apocalipsis.
XIII.
F acsím il de a n códice del Fuero Juzgo que procedente de León se c onserva
en la Biblioteca N acional. E scribióse en 1038.
XIY.
Facsim il sacado del b ecerro gótico de S abagun, escrito en 1110, y que boy
se cu sto d ia en e l A rchivo H istórico Nacional.
IN C IP IU N T C A P IT U L A L IB R I S E C Ü N D I.
1. N ota que e x is t e e n u n c ó d ic e d e S a n I s id o r o
de L eón.
Sanctorum Cosme et Damiani sum líber in territorio
Lesiónense in flumen Torio in valle Abeliare ibi est
monasterium fundatum et qui illum extraneum inde
fecerit extraneus fiat a fide sancta catholica et ab sanctu
paradisupa et ad regno celorum et qui illum aduxerit
aut indigaverit abeat partem in regno Chrisfci et Dei.
2. S u s c r ip c io n e s n o t a r ia l e s sacadas de d if e r e n
tes D O C U M E N T O S D E LO S SIG L O S X Y XII.
Petras presbiter scripsit.
Didacus notuit.
Agila diaconus exaravit.
Ioannes titulavit.
Singifredus.
FACSÍMILES DE DOCUMENTOS.
XVI.
Venta de una vlfia en P lasca, otorgada por N u n n iia á Recoire y su m arido
A rgemundo.—Año 857.
XVII.
V enta de u n a tie rra en E n tra m b a s A guas, te rrito rio de R lvagorza, o to rg a d a
p o r M aluli y E sc lav arla á T ota G allndonls. Su fecba corresponde a l reinado
de G árlos e l Sim ple de F ra n c ia (898 & 939).
XVIII.
V en ta de un p o m ar en P iasca, otorgada por Sem pronio y Sepplna, á faTor
de Félix y C resapla. Ano 904.
XIX.
P riv ileg io de D. Alfonso III el G rande, concediendo al m onasterio de S ah a g u a
Jurisdicción solire la v illa de Z a c a ría s.— Año 904.
XX.
Fragm ento de ia e sc rito ra dedonacion de la Iglesia de San Román de Tobillos,
otorgada por V igila, presbítero, a l m onasterio de Exlonza.—AFio 932.
XXL
Venta de una viña en lo g ar de Cañones, otorgada por Egtlo y sus hijos
al monasterio de E xlonza.— Año 963.
XXII.
Donacion do u n a v iñ a oto rg ad a por Teodesinda al m o nasterio de Piasca, (Ca
rece de le c h a : p ero ta n to por el becho de hallarse e sc rita al m argen de o tro
docum ento de 937, com o,por los nom bres de las personas cita d as en la do
nación deducim os que debió e sc rib irse de 937 á 970.)
XXIII.
V en ta de u n a viña en R iba Rubia, o torgada por Donadoo y Leocadia
a l m o n a ste rio de S a h a g u n .—A ño 9<»0.
XXV.
Venta de ur.a viña en Rebollar, otorgada por Teodorlco & A sur y su m ujer
E ld u ara. — Año «73.
XXVII.
Donaclon de h ere d a d e s oto rg ad a p o r Aloito Sandiz al m on aste rio
de San Ju liá n de Sam o s.—Año de 1030.
XXVIII.
D onaclon oto rg ad a por D. R am iro I de Aragón á Iñigo López.—Año IOS i.
XXIX.
Venta de una tierra sita en el valle de Exlonza, otorgada por Vicente y su m ujer
Gogina, al abad V alerio.—Afio 1050.
XXX.
Donaclon otorgada por Elloni ¿ su sobrino García Muñiz en usufructo
y al convento de Samos en propiedad.—Año 10GI.
XXXI.
Donacion de u n a tie rra en Sabariegos, otorgada por Goto y sus bijos & favor
de Pelayo Frolaz y su m ujer Bona.—Afio 1077.
XXXII.
Ronacion oto rg ad a en el año 1077, por el Rey de Aragón Sancho Ram írez II
al m o n a ste rio de S in Juan de la P eña.
XXXV.
Venta de una heredad en V lllada & favor del abad de S ahagun.— Año 1095.
XXXVI.
Donacion de casas y heredades en Huesea, otorgada por D. Pedro I
de Aragón & Lope Fortunlo.
XXXVII.
Donacion h echa por M artin Pelaez, al convento de Samos en el año 1118.
XXXYIII.
V enta de hered ad es &n R ib a d u lla.—Afio 1130.
XXXIX.
fra g m e n to de un privilegio o to rgado por l>. A lfonso VII el Em perador
a l m o n asterio de San Martin de Pino.—Ano 1131.
XL.
D onaclon dol re a le n g o do G uasildo o to rgada p o r D. R am iro II el m onge, al
m onasterio de San Ju a n de la P e ñ a.—Año 113*.
XLI,
Ce«ion en u s u fru c to de una ig lesia, o to rg ada por el convento de San Martin
de Piolarlo, á F ern an d o P eres, canónigo de S antiago.—Ano 113C.
XLII.
V enta de una c asa oto rg ad a por Domingo A lvítiz, & favor do Juan Perez.
Año 1137.
XLIIL
Privilegio de D. Ramón Berengucr IV conc»dlcndo á los vecinos de LuesU
el fuero de Jaca.—Año 1154.
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a^ccumáfccfiléhajumlnceto au afl «teína,
\iofu». jC^urn^m^Cr^cÍTa/^U^ao^rnuo
C U ccvif^Cjupu7> & T ^ a ^ u k l t m t a , d u i3 £ j? fu l>
|>occ^cC'6 ff 6 ^ j ^ a t i m íi¿?ytc
d t c i i a v / o N o X ^ c c io |u t j 3 |J e r ¿ 6 r it m ¿ ) ¿ : o ^ ia x c /
C o f p quol>c<>)^m yiazifl£frc^tLUUCcusriixncZ
61A fLmicZ a£ft6ntt InficcLtcaxccf o fSa Vnm
t n w l « u < o C |t < r a .t i< n á n . , B d i e ó ^ o ^ x c c c a m
T
Y)c<.U\m
u.\.iÁYYomu^
¿,K'^<
^
^n
y ^ M 1^ f n ^ t é i f b o r i a - orv o n ¿cu-Ti^ttc-
C o r v C A f o >r¿Ta<fbcu¿C ’0 v-tx-rr»
WwmW''
,-S t^é^yoccéir^uod^c^ob-tff
£ C c c C v v rrx o v ri A? v iY K jO i'r iw .v l/"
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í
.r m e D P is iL y iW f t s
T>»B.1)IjwQtpxjb.UCOCOpp . ^
jP ¿>S<S £ 5 > o n ca l > u J a s C j j n T t
T ls J Q U .0 UÉSTU.-S t>j O UM q?
OCQ&£A,CTKVÍ CC&SGX.&CQ
co7s criNe^utió ercuAMp
^V 'U ^’^C 6 ^C?OTM»Cr jp tA l^ C
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