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Índice

Clase 1: De qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos en nuestra región ..............3

Clase 2: La importancia de la perspectiva de género en los contextos de encierro.................... 11

Clase 3: Controversias entre los derechos humanos y la cuestión de género en una institución
totalitaria y violenta ............................................................................................................... 18

Clase 4: A pesar del encierro. Algunas experiencias liberadoras ............................................... 23

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Módulo 3: Derechos Humanos y Políticas Públicas en ECE

Clase 1: De qué hablamos cuando hablamos de derechos


humanos en nuestra región

Estimados y estimadas docentes. Iniciamos aquí un encuentro en el que intentaremos ponerlos en


contacto con materiales teóricos y prácticas realizadas en el ámbito educativo –ya sea este formal o
informal– en contextos de encierro, sobre los derechos humanos. Textos y prácticas que nos
permitirán problematizar, reflexionar y tomar decisiones correctas acordes a la aplicación de estos
derechos.

Incorporaremos herramientas que enriquecerán nuestro quehacer para que sea cada día más
respetuoso de los derechos humanos y particularmente de los derechos humanos con perspectiva
de género. Descontamos que los saberes compartidos serán un aporte significativo que nos
permitirán formarnos y formar mejor para la construcción de una sociedad justa, igualitaria y
fundamentalmente humana.

Comenzamos diciendo que damos por conocido que las personas privadas de libertad solo tienen
coartada su libertad ambulatoria, es el caso de quienes se encuentran en las cárceles y los institutos
penales que alojan niños niñas y adolescentes. Allí las personas se encuentran cumpliendo una pena
o bajo la medida cautelar de la prisión preventiva. A cargo de las personas privadas de libertad en
cárceles, y ejecutando las diversas órdenes judiciales, se encuentran los servicios penitenciarios
dependientes de los ministerios de justicia o en algunas provincias las policías y, en el caso de los
institutos, encontramos personal dependiente de los ministerios de desarrollo social, ambos bajo la
supervisión del sistema judicial. Estos son jueces de garantía, jueces de los tribunales orales
criminales, jueces de ejecución penal y fuero penal juvenil.

En este punto es lícito aclarar que más del cincuenta por ciento de la población carcelaria se
encuentra encerrada bajo la figura de prisión preventiva. Es decir, sin condena firme, detenidos y
detenidas, sin que se haya probado su culpabilidad en los hechos que se le imputan. De manera que
más de la mitad de la población carcelaria es inocente y debería estar esperando su juicio y la
posterior confirmación de la condena –si la hubiera– en libertad. Esta aplicación abusiva de la figura

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de prisión preventiva provoca sobrepoblación, hacinamiento, todo tipo de padecimientos y violencia
extrema.

En los hospitales psiquiátricos, centros de asistencia a personas por consumos problemáticos y


geriátricos el encierro tiene otras connotaciones, ya que se habla de razones de seguridad para las
personas allí internadas “bajo candado” que, como todos y todas, solo tienen vedada su libertad
ambulatoria. Candados y llaves que habilitan los maltratos.

Si en el encierro, en las instituciones a las que hacemos referencia, solo se tiene cercenada la libertad
ambulatoria, cada persona debe gozar de todos sus derechos. Cuando hablamos de todos los
derechos nos referimos a los económicos, sociales y culturales, y los civiles y políticos. Es decir, que
las y los prisionizados o internados, según sea el caso, deben tener garantizado por parte del Estado
el derecho al agua, a la alimentación, a la salud, al trabajo, a la información, a su integridad física y
psicológica, participar en las contiendas electorales, a la educación, entre otros derechos que hacen
a una vida digna. Es decir que quienes allí se encuentran alojadas y alojados deben ser respetados,
sin cortapisas, como persona humana que goza de su derecho al desarrollo.

Cuando nos referimos a violaciones a los derechos humanos, lo que estamos diciendo es que el
estado ha incumplido con sus obligaciones alejándose de su rol protector y respetuoso de la vida. Y
cuando hablamos de vida hablamos de una vida digna, sin carencias ni padecimientos.

Debe quedar claro que son los Estados quienes violan los derechos humanos, para no entrar en
discusiones estériles. Si cualquiera de las violaciones fuera cometida por particulares contra personal
del Estado, estos serían delitos contemplados en el código penal y desde ese lugar son tratados. En
este caso no serían crímenes de Estado, por lo tanto, no se estarían violando los derechos humanos,
sino que se estaría cometiendo un delito común.

Decir cárceles, institutos penales que alojan a niñas, niños y adolescentes, centros de tratamiento
por consumos problemáticos, hospitales psiquiátricos o geriátricos es decir encierro, es reparar en
instituciones absolutamente patriarcales y, por lo tanto, violentas. Lugares de encierro que hacen
caso omiso a las normativas constitucionales, pactos internacionales de derechos humanos de rango
constitucional, incluidos en el artículo 75 inciso 22 de nuestra Constitución Nacional: Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; Declaración Universal de Derechos Humanos;
Convención Americana sobre Derechos Humanos; Pacto Internacional de Derechos Económicos,

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Sociales y Culturales; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo;
Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; Convención Internacional
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; Convención sobre la Eliminación
de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; Convención contra la Tortura y otros Tratos
o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; Convención sobre los Derechos del Niño. (Ver en
bibliografía).

Instituciones del Estado donde se ignoran también los protocolos vigentes para el tratamiento de
personas privadas de libertad. Podríamos arriesgar que estas instituciones se gobiernan a sí mismas
con reglas propias que en general no responden a legalidad alguna. Instituciones donde la violencia
se naturaliza y las violaciones a los derechos humanos son la práctica constante.

Pese a los sistemas de control, como lo son los Comités contra la tortura, tanto nacional como
provinciales, ningún gobierno democrático le ha puesto freno al sufrimiento humano, escondido
detrás de los muros, infringido sobre los cuerpos y psiques de las personas privadas de libertad.
Estamos frente a “vertederos humanos que no reciclan sino que exterminan”, en términos de
Zygmunt Bauman (2004), en Vidas desperdiciadas: la modernidad y sus parias.

Asentados en estos escenarios desarrollamos nuestra actividad docente. Inmersos en prácticas


violatorias a los derechos humanos de forma sistemática por parte de las autoridades y del personal
a cargo de las instituciones de encierro (es decir, del Estado). No pudiendo descartar la
responsabilidad de fiscales y jueces. Unos por sus requerimientos y otros por sus resoluciones en
consonancia con las peticiones fiscales, las que se dictan de manera abusiva y abastecen de material
humano o “clientela” a los contextos de encierro. Jueces y fiscales que, en su mayoría, abandonan el
seguimiento de sus tutelados y tuteladas, dejándolos expuestos a todo atentado contra la vida
humana en estas instituciones.

La violación sistemática a los derechos humanos hace del encierro un mercado donde la carne
humana es la moneda de cambio. En el encierro todo se compra y se vende: una celda o habitación,
una cama, un cigarrillo, droga, psicofármacos, acceso a un teléfono, acceso a la visita, al agua, a la
comida, incluyendo el acceso a la educación. Se comercia hasta la vida misma, pues se le vende
seguridad a las personas que allí sobreviven.

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En este contexto administrado por la violencia y el comercio ilegal debemos realizar nuestra tarea.
Educando desde los lineamientos de los derechos humanos. Unas prácticas educativas que deberían
irradiar, al mismo tiempo que a nuestros alumnos y alumnas, a quienes gerencian la violencia. El rol
docente en estos territorios, es fundamental para promover los derechos de las personas, aunque
aparezca como un grano de arena en el desierto. En las próximas clases veremos con qué
herramientas y organizaciones contamos para asumir el compromiso que nos aleja de la complicidad.

Lo antedicho no es ninguna novedad, los reiterados informes que año a año presentan los comités
contra la tortura, tanto el nacional como los provinciales, las organizaciones sociales y organismos
defensores de los derechos humanos que realizan su tarea en los contextos de encierro, los habeas
corpus presentados diariamente por problemas de salud, malos tratos, tratos crueles inhumanos y
degradantes y tortura en fiscalías de todo el país, los suicidios al interior de los contextos, muertes
dudosas y muertes violentas dan cuenta de ello. Aunque la mayoría de las prácticas violatorias de los
derechos humanos quedan silenciadas tras los muros y solo un pequeño porcentaje se hace visible a
través de las organizaciones de control, valoramos su esfuerzo. El temor reina en estos sitios y las
víctimas, por lo general, no denuncian sus padecimientos. Esto hace del abuso una práctica
constante.

Asentado el ámbito educativo en estos escenarios, donde pareciera que nadie vé y nadie escucha,
desarrollamos nuestra actividad docente. Qué hacer entonces frente a esta realidad. Decimos que
“el conocimiento de los derechos humanos es constructor de sujeto, de sujeto de derechos.
Entonces, es un conocimiento que otorga la capacidad y el poder de actuar. Desde esta perspectiva,
la educación en derechos humanos entrega conocimientos referidos a los derechos fundamentales
con el fin de que las personas los apliquen para promover y defender sus derechos y el de los demás.
El conocimiento de los derechos humanos convierte al sujeto en una persona capaz de hacer
exigencias para hacer vigente los derechos humanos y para estar en permante vigilancia frente a la
violación de derechos. Además, un sujeto de derecho tiene un conocimiento básico de las
instituciones, en especial las de su comunidad, que están llamadas a proteger sus derechos y a las
cuales puede acudir en caso que sus derechos han sido atropellados. Conocer los cuerpos
normativos y las instituciones ligadas a la protección de los derechos, no es un conocimiento
académico sino uno que confiere mayores posibilidades de acción y por lo tanto mayor poder para
intervenir en la promoción y defensa de los derechos propios y de los demás. (Abraham Magenzo. )

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Conocer para comprender el fenómeno es el desafío. Nos ubicamos en nuestra región y nos
preguntamos de qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos. Cuál ha sido la historia
larga de la criminalidad, cuáles han sido las sufridas por nuestros pueblos que dan lugar a reiteradas
repeticiones, ya sean estas por genocidios como los históricamente conocidos o los que Raúl
Zaffaroni caracteriza como genocidios por goteo, crímenes de estado -silenciosos y selectivos-
cometidos en democracia, como lo son los perpetrados por los llamados vulgarmente gatillo fácil o
las torturas, malos tratos, tratos crueles inhumanos y degradantes que se aplican en las
instituciones totales.

Descolonizar los Derechos Humanos en la región


El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, día en que, en 1948, la Asamblea
General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH). La
Declaración Universal de Derechos Humanos es un documento histórico que proclama los derechos
inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, independientemente de su raza,
color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición. Raúl Zaffaroni pone en crisis esta fecha para
hablar de la historia de los derechos humanos en nuestra región.

Para mayor entendimiento de lo que aquí tratamos propongo escuchar al propio E. Raúl Zaffaroni,
quien abrió una nueva vía para reflexionar sobre los derechos humanos en nuestros países pobres o
en vía de desarrollo.

La conferencia es producto de su libro “Colonialismo y Derechos Humanos”. Esta fue dictada en el


marco del Seminario de Posgrado "DDHH: fundamentos y perspectivas" del Campus DH de la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en el 2022.

https://www.youtube.com/watch?v=Q60I7M1O0cI

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Actividad
Los foros serán espacios fundamentales de la cursada ya que son los lugares de debate y
profundización de los contenidos de las clases. Por lo tanto su participación será obligatoria y
necesaria para poder convertirlos en instancias de aprendizaje y de compartir conocimientos.

En este primer foro les pedimos dos cosas:

1) Por un lado que se presenten contando de dónde son, en qué lugar y nivel desarrollan su
actividad educativa y por qué eligieron este curso.

2) Luego de leer la primera clase, que nos cuenten ¿Qué idea de la historia de los Derechos
Humanos tenían hasta la visualización de la conferencia del Dr. Zaffaroni? ¿Qué nuevos
aportes realizó el Dr. Zaffaroni a mis conocimientos sobre Derechos Humanos?

Bibliografía
Bauman, Z. (2004). Vidas desperdiciadas: la modernidad y sus parias. Barcelona: Paidós.

Zaffaroni, E. R. (2022). Colonialismo y Derechos Humanos. Buenos Aires: Penguin Random House.
Grupo Editorial. Taurus.

Constitución Nacional. Artículo 75 inciso 22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás
naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados
y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.

Pactos internacionales incluidos en el articulo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional:

Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre


https://www.oas.org/es/cidh/mandato/basicos/declaracion.asp#:~:text=Todos%20los%20hombres
%20nacen%20libres,exigencia%20del%20derecho%20de%20todos.

Declaración Universal de Derechos Humanos

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/declaracion-universal-derechos-
humanos_lectura-facil_0.pdf

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Convención Americana sobre Derechos Humanos

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/derechoshumanos_publicaciones_colecciondebol
sillo_10_convencion_americana_ddhh.pdf

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/derechoshumanos_publicaciones_colecciondebol
sillo_07_derechos_economicos_sociales_culturales.pdf

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/derechoshumanos_publicaciones_colecciondebol
sillo_08_derechos_civiles_politicos_pacto_facultativo.pdf

Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio

https://www.un.org/en/genocideprevention/documents/Genocide%20Convention-FactSheet-
SP.pdf

Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial

https://www.corteidh.or.cr/tablas/28836.pdf

Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer

https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/convention-elimination-all-
forms-discrimination-against-women

Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes

https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/convention-against-torture-and-
other-cruel-inhuman-or-degrading

Convención sobre los Derechos del Niño

https://www.argentina.gob.ar/noticias/convencion-sobre-los-derechos-de-ninos-ninas-y-
adolescentes#:~:text=La%20Convenci%C3%B3n%20sobre%20los%20Derechos,como%20sujetos%2
0de%20pleno%20derecho

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Créditos
Autores: Azucena Racosta

Cómo citar este texto:


Racosta, Azucena (2023). Clase 1: De qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos en nuestra región.
Contextos de encierro. Derechos Humanos y Políticas Públicas en ECE. Buenos Aires: Ministerio de Educación
de la Nación.

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons


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Módulo 3: Derechos Humanos y Políticas Públicas en ECE

Clase 2: La importancia de la perspectiva de género en los


contextos de encierro

Estimadas y estimados. En este segundo encuentro vamos a intentar responder a la pregunta de qué
hablamos cuando hablamos de derechos humanos con perspectiva de género. ¿Es posible responder
esta pregunta?

Los contextos de encierro son instituciones patriarcales y, por lo tanto, violentas. Cuando aquí
hablamos de patriarcado, estamos hablando del sistema social que dio origen a la desigualdad,
fundado sobre dos pilares: el poder como dominación y la jerarquía social. Esto dio lugar a una
estructura social en forma de “T invertida”, en la que los hombres formaban la columna asentada
sobre la base constituida por las mujeres (Rosado Millán, 2011). En la cúspide se encuentra Dios
todopoderoso; el rey, representante de dios en la tierra; luego, la casta sacerdotal y la de los
guerreros; por debajo de ellos, los trabajadores de la agricultura, ganadería, artesanía, comercio,
entre otros; finalmente, sobre la base los esclavos, y en último lugar, las mujeres, ancianos, niños y
niñas y enfermos, aquellos caracterizados como “débiles”.

Dentro de este esquema, las personas privadas de libertad, son colocadas en el subsuelo de la T
invertida, el último escalón de la exclusión. Seres padecientes que devienen víctimas del sistema
dominante. Estigmatizadas, nombradas como “detenidas”, “peligrosas”, “inadaptadas”,
“improductivas”, “locas”, “drogadictas” “viejas”, personas reducidas a escoria humana. Calificaciones
reafirmadas por los medios masivos de comunicación que, en manos de los grupos económicos de
poder, construyen con sus discursos una realidad a la medida de sus intereses. Un sistema de poder
que determinó que el planeta está sobrepoblado, por lo que despoja a los desposeídos de la categoría
de persona humana para desecharlos. En los encierros, la primacía de unos sobre otros, por caso de
autoridades y trabajadores de las instituciones totales que se ubican por sobre las “escorias” que
tienen bajo su yugo, da lugar a todo tipo de torturas, abusos psicológicos y físicos. Prácticas que,
avaladas por una sociedad inducida por relatos mediáticos –que pide sangre, penas más duras, “que
se pudran en la cárcel”– y que se manifiesta contra leyes como la de salud mental que en nuestro

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país, propician alternativas al encierro (desmanicomialización con tratamientos ambulatorios),
favorecen la ausencia de sanciones y el incremento del encierro.

Unos seres humanos y los otros, bestias

Pensar los derechos humanos con perspectiva de género en contextos de encierro nos introduce en
un debate que no podremos saldar en estos encuentros, por lo que deberemos tomar algunas
decisiones para poder avanzar.

El concepto de género nos remite a densas problematizaciones. El género es una categoría sobre
cuyo significado no hay consensos, pero, en términos generales y solo como punto de partida,
diremos que son las construcciones culturales en los cuerpos que son naturalmente sexuales.

Nos interesa “profundizar en las relaciones entre colonialismo y género pues nos conduce a un
interesante punto de partida para reflexionar sobre cuestiones como la identidad, la existencia o no
de un patriarcado universal, la heterosexualidad normativa, el uso del lenguaje, etc. Además, nos
pone en contacto con ‘otras’ culturas y nos genera nuevos interrogantes acerca de ciertos
‘universales culturales’” (Hernández, 2018).

“Para algunas teóricas, el género es también una invención del colonialismo; para otras
–como la filósofa Judith Butler–, vino a reificar al sexo; por lo tanto, la distinción entre
sexo y género termina siendo un camino sin salida porque ambas categorías se
refuerzan. Esta autora critica la teoría de un patriarcado universal y considera que la
generalización de la opresión de las mujeres se produce desde un colonialismo
epistémico que se apropia de las culturas no occidentales para construir un “Tercer
Mundo” y un “Oriente” donde la opresión de género se explica como el síntoma de la
barbarie esencial”. (Hernández, 2018)

María Lugones (2008), teórica latinoamericana, “entiende la colonialidad del género como un sistema de
organización social que dividió a las “gentes” entre los seres humanos y las bestias “Las marcas de la
humanidad de los seres humanos, varones y mujeres provenientes de Europa, se manifestaron en una
organización social que instituye al hombre europeo blanco burgués como el ser humano racional por

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excelencia, en tanto la mujer europea blanca es humana por ser compañera, pero mental y emocionalmente
inferior. Los pueblos originarios, los afrodescendientes traídos como esclavos, fueron racializados y, según la
autora, considerados como no humanos, como seres que no tienen género y destinados al uso de mujeres y
varones blancos, son instrumentos de la naturaleza de la que se pueden aprovechar quienes sí detentan la
razón. Lugones (2008) realiza un recorrido por vertientes teóricas a partir de las cuales llega a opinar que las
relaciones sociales no necesariamente tienen que estar organizadas en términos de género, ni siquiera las
relaciones que se consideren sexuales. Para sostener estas afirmaciones cita especialmente a Oyéerónké
Oyewúmi, la feminista nigeriana que cuestiona el patriarcado y el género como categorías transculturales
validas porque hay sociedades en las cuales son inexistentes (Hernández, 2018).

Sabemos que los contextos de encierro tienen color. Es el color de la humanidad excluida, el color de
la pobreza, el color de les segregados de la sociedad blanca. Cuerpos impuros, groseros, torpes,
oscuros, marrones y negros que merecen ser eliminados, separados, escondidos, encerrados
ocultados detrás de los muros.

Podríamos completar cientos de páginas con casos de violaciones a los derechos humanos sobre los
cuerpos y las psiquis de quienes sobreviven detrás de las rejas. Partiendo del encierro mismo como
la primera violación a estos derechos. En cambio, sugerimos que, para conocer los padecimientos a
los que nuestras alumnas y alumnos están sometidos, acudan a los informes de los diferentes
Comités contra la tortura. Será un aporte esclarecedor al momento de planificar nuestras prácticas
en estos contextos. La tarea educativa no solo trata contenidos, también involucra encarnar la
defensa de los derechos humanos con perspectiva de género y la denuncia de las violaciones a estos
derechos.

Allí donde hay un padecimiento infringido por el Estado debemos actuar en consecuencia. El no
hacerlo nos posiciona como cómplices. De ahí la importancia de saber cómo funciona la institución
de encierro donde está anclada la escuela, nuestro lugar de trabajo, y conocer a quiénes alojan allí,
–no por el tipo de delito, sino por las cuestiones de clase, raza, o por inadaptación–. Es fundamental,
como ya mencionamos, conocer las normas constitucionales que incluyen los pactos internacionales
de derechos humanos que debemos respetar y hacer respetar. Y la ley de ejecución penal. Pero es
sumamente importante conocer a quiénes encierra el sistema de poder.

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Compartimos aquí, el Informe 2022 de la Comisión Provincial por la memoria sobre el
sistema de encierro, salud mental y niñeces en la provincia de Buenos Aires:

https://cnpt.gob.ar/2022/wp-content/uploads/2022/07/Informe-Anual-2021.pdf

y el informe anual 2021 del Comité Nacional de Prevención de la tortura:

https://www.comisionporlamemoria.org/informeanual2022/

Cabe aclarar que existen Comités en diferentes provincias del país. Ponemos como
ejemplo solo dos informes para que quienes no lo conocen, sepan de la labor que los
Comités realizan.

Ante la realidad planteada, surgen una serie de interrogantes que nos permiten elaborar alguna
hipótesis:

● Las violaciones a los derechos humanos en democracia tienen relación con la dominación con
la que nuestros pueblos se encuentran atravesados.

● Los pueblos colonizados por el poder real naturalizan el encierro y, con él, la muerte, la
tortura, los tratos crueles inhumanos y degradantes sobre los cuerpos de los y las encerradas.

● Frente a un sistema que descarta a parte de la humanidad, solo las prácticas liberadoras y
entre ellas las educativas pueden cambiar este estado de cosas.

Proponemos entonces, entender el poder para actuar. Rita Segato, manifiesta que existen

dueños de la vida y de la muerte. Que es insuficiente hablar de desigualdad, que debemos hablar de
adueñamiento, una especie de refeudalización. Dice que la razón humanitaria ya no es más un
argumento, hay gente que está sobrando según nuestros antagonistas históricos. La velocidad con que
se da la concentración de la riqueza, tiene un discurso eugenésico, el “que tiene que morir que muera”
que está presente en nuestros países en boca de quienes detentan el poder económico financiero.

Proponemos reflexionar sobre lo que nos plantea la antropóloga con respecto de la necesidad de
entender el poder para actuar y para ello ofrecemos su conferencia “Violencia, género y colonialidad”
pronunciada en la Universidad Nacional de General Sarmiento, en su carácter de directora de la

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maestría Género y Derechos de la mencionada casa de estudios superiores. Segato polemiza a su vez,
en algún aspecto, con el Dr. Raúl Zaffaroni, lo que enriquecerá aún más nuestros debates.

Enlace al video. “La necesidad de entender el poder para actuar. Violencia, género y
colonialidad”.

Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=7yzeAdAkmEk&t=288s

Cierre de la clase

Para concluir retomaremos la idea de ausencia de consensos en la significación de la categoría de


género. Concepto que, como hemos dicho, nos remite a profundas y densas problematizaciones.
Diremos sí, que las relaciones de género son una dimensión de la desigualdad. Que la perspectiva de
género nos conduce inevitablemente a interpelar al poder teniendo en cuenta los desequilibrios que
se reproducen en todas las dimensiones de lo social.

En el próximo encuentro trabajaremos con producciones realizadas por una familiar de personas
privadas de libertad que toma la palabra a través de la poesía y con el relato de una mujer liberada

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que cuenta su experiencia intra muro. Materiales que nos permitirán reflexionar sobre las
Controversias entre los derechos humanos y la cuestión de género en una institución totalitaria y
violenta.

Actividades
Como actividad en el foro les pedimos que luego de leer atentamente la clase reflexionemos sobre
dos ejes.

1) ¿A qué se refiere Rita Segato en su exposición sobre los conceptos de concentración de la


riqueza y seres sobrantes?

2) ¿Cuáles son los aportes más importantes que consideran que realiza la Dra. Segato, o los
que más les llamaron la atención, en el conversatorio “La necesidad de entender el poder
para actuar. Violencia, género y colonialidad"?

Bibliografía de referencia
Rosado Millán, J. (2021). El Patriarcado como sistema social. ¿Cuáles fueron las consecuencias de su
instauración? Disponible en: https://isdfundacion.org/2021/09/22/el-patriarcado-como-sistema-soc
ial-cuales-fueron-las-consecuencias-de-su-instauracion/

Hernández, G. (2018). Hebras Feministas. Buenos Aires: Editorial Biblos.

Segato, R. (2022). Conversatorio. Violencia, género y colonialidad. UNS noviembre 2022. Disponible
en: https://www.youtube.com/watch?v=7yzeAdAkmEk&t=288s

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Créditos
Autores: Racosta, Azucena

Cómo citar este texto:


Racosta, Azucena (2023). Clase 2: La importancia de la perspectiva de género en los contextos de encierro.
Contextos de encierro. Derechos Humanos y Políticas Públicas en ECE. Buenos Aires: Ministerio de Educación
de la Nación.

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Módulo 3: Derechos humanos y políticas públicas en ECE

Clase 3: Controversias entre los derechos humanos y la cuestión


de género en una institución totalitaria y violenta

Unidad 24

A un costado de la pecera
donde retienen tu documento
hay otra pecerita y aunque
nunca prenden la luz
se ve un mueble fichero
y en su último cajón
un cartel que indica:
“Libertades y defunciones”.
Así también en mi trabajo
rotulamos al expediente que se va
– ¡Uno menos! –
con un código en pantalla:
“remisión a otro fuero”,
“devolución sin resolver”.
En el papel, con dos renglones
dibujamos su ruta.
Muchas veces repetimos:
“Sigan los autos
según su estado”.

Consuelo Fraga

La deuda que la democracia tiene con los derechos humanos se encuentra oculta en los contextos de
encierro. El saldo es desolador. En las cuestiones de género la brecha es más abrumadora aún. Estas
instituciones aportaron, a lo largo de cuarenta años, miles de vidas humanas a un nuevo genocidio.
Un genocidio en democracia. Genocidio por goteo, silencioso, pausado, casi imperceptible pero no
menos temerario.

Nos encontramos ante los mas altos índices de muertes violentas en la región, sumadas a las muertes
por accidentes de tránsito, por inadecuación de las rutas o por el tipo y cantidad de vehículos, las
muertes por ausencia de programas sanitarios de prevención de enfermedades y por la falta de

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programas de vacunación, las muertes por inseguridad laboral y las muertes por discriminación racial,
clasista y etaria, entre otras; anualmente mueren en mano de los estados miles de personas por año.
Una suerte de Hiroshima y Nagasaki por año. Esto es resultado de la violación del derecho humano
al desarrollo y, si a esto le sumamos que todo ello es funcional a la reducción de la contención y las
contradicciones de la exclusión en el efecto que tiene en la fabricación artificial del llamado oro
blanco, la cocaína, claro que estamos frente a un genocidio por goteo, nos plantea en diálogo
Zaffaroni.

Genocidio es la eliminación sistemática de un grupo humano. Si investigáramos las muertes al interior


del encierro en donde las autoridades ensayan argumentos frecuentemente falaces, amparados en
la impunidad de la que gozan y que les permite desconocer que las personas privadas de libertad
están bajo tutela del estado y tienen derechos, determinaríamos que las muertes intramuros tienen
elementos de genocidio.

Las muertes violentas, las muertes por abandono de persona, las inducciones al suicidio, aportan
desde los encierros un número exasperante al genocidio.

Lo que intentamos decir es que el aparato represivo de la dictadura cívico-religiosa-militar más


sangrienta que ha sufrido el pueblo argentino (1976-1983) no ha sido desmantelado aún. Sus brotes
renacen diariamente, recreando la mano represora en los contextos de encierro, sostenida por la
cultura. Una cultura represiva que atraviesa transversalmente a la sociedad toda.

Malos tratos, tratos crueles inhumanos y degradantes continúan siendo la práctica constante en el
encierro. Padecimientos humanos de todo tipo que se van adaptando a los nuevos tiempos.

Como ya lo mencionamos anteriormente, las personas que habitan cualquiera de los formatos del
encierro, se encuentran mal alimentadas, enfermas, con pésima o nula asistencia sanitaria. Víctimas
del abuso de psicofármacos y “chalecos químicos”, según sea el caso. Las mujeres en cárceles, en un
alto porcentaje, se encuentran encarceladas con sus hijos o hijas de 0 a 4 años. Niños y niñas que son
arrancados a sus madres, una vez cumplida la edad máxima permitida. Las alojadas en hospitales
psiquiátricos suelen ser, con frecuencia, víctimas de abuso sexual.

Mujeres que son abandonadas por sus familiares –como no así los varones–. Las personas trans
sufren doblemente los flagelos aplicados a las mujeres hetero o lesbianas. Podríamos decir que en
ningún caso se le disculpa a la mujer salirse de los mandatos de procreación y cuidado. Tampoco se

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le perdona (es decir, no se respeta) cómo se percibe una persona a sí misma en su identidad de
género. Las mujeres son castigadas con penas mayores a las de los varones, habiendo cometido el
mismo delito.

El maltrato es moneda corriente sobre toda la población en los contextos de encierro y los niveles de
tensión exasperantes. Hasta los olores huelen diferente en estos sitios.

La controversia entre las prácticas violatorias de los derechos humanos de las personas privadas de
libertad y las luchas por el respeto a estos derechos, son moneda corriente. Nadie ve, nadie escucha.

Si bien se invierten recursos desde el Estado, en secretarías de derechos humanos, en los comités
contra la tortura, en organismos contra todo tipo de discriminación, entre otros, y en la formación
del personal en derechos humanos y de género, no se ha logrado revertir la situación. Los encierros
responden a lógicas mafiosas difíciles de erradicar. Se necesita una profunda vocación humanitaria,
convicciones ideológicas profundas respecto de la defensa de la vida de todos y todas, y decisiones
políticas firmes que asuman los riesgos que implica llevarlas a cabo; no obstante, los derechos
humanos serían violados de igual modo, puesto que el encierro en sí mismo es violatorio de los
derechos humanos.

La pregunta entonces es qué hacemos los y las docentes, educadores en contextos de encierro ante
la realidad planteada. Pues bien, por un lado, deberemos engrosar nuestros conocimientos, las
normas y los protocolos, y, por el otro, asumirnos como un pilar importante en la lucha por la defensa
de los derechos humanos y de los derechos humanos con perspectiva de género de las personas
privadas de libertad. Siempre pensando en términos de libertad. De esta manera podremos avanzar
hacia una educación realmente transformadora.

Indiana Reyes es una mujer que ha estado detenida por varios años, se licenció en Periodismo y
Comunicación Social y es doctorando en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata. En un
corto que generosamente grabó para esta clase, nos cuenta su experiencia y las secuelas que le
dejaron los días vividos en el encierro.

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https://www.youtube.com/watch?v=G9R6JAj4kEQ

Proponemos escuchar a personas internadas en el Hospital Borda que participan del


proyecto de Radio Babel y a personas privadas de su libertad en cárceles integrantes de
Radio La Cantora que se suman a la voz de Indiana Reyes.

Para finalizar
No se trata de transmitir normativas solamente, puesto que las normas no han frenado las
violaciones a los derechos humanos, como tampoco las han frenado los informes que realizan, año a
año, los diferentes centros de prevención de la tortura, malos tratos, tratos crueles inhumanos y
degradantes, ni los reiterados habeas corpus presentados diariamente en las fiscalías. Las violaciones
masivas a los derechos humanos continúan cometiéndose tras la oscuridad de los muros.

Reiteramos, una vez más, que la única tarea que debemos realizar –desde nuestro punto de vista–
será aquella que construya una comunidad respetuosa de los derechos humanos, que revierta el

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pedido sistemático de venganza de la sociedad actual. Para lograrlo, debemos comenzar por
descolonizar el relato.

Trabajo Práctico Integrador Obligatorio (definir modo de entrega)

Trabajo Práctico Integrador Obligatorio

Hacer un análisis teórico de los testimonios de las personas privadas de libertad que
podemos ver en esta clase a partir de los diversos conceptos utilizados por el Dr. Zaffaroni
y la Dra. Segato en las clases anteriores. Es fundamental que puedan dar cuenta de la
articulación y apropiación personal de los conceptos teóricos trabajados en las diferentes
clases del curso. El texto deberá tener un máximo de tres páginas o 7000 caracteres.

El trabajo debe tener nombre, apellido, DNI, N° de aula y nombre del/a tutor/a.

Agregar FORO
Foro de consultas sobre Trabajo Práctico
Estimadas/os colegas, abrimos este espacio para poder ir respondiendo a las consultas que vayan surgiendo
en relación al trabajo práctico integrador obligatorio.
¡Esperamos sus trabajos y estamos a disposición para lo que necesiten!

Créditos
Autores: Azucena Racosta

Cómo citar este texto:


Racosta, Azucena (2023). Clase 3: Controversias entre los derechos humanos y la cuestión de género
en una institución totalitaria y violenta. Contextos de encierro. Derechos Humanos y Políticas Públicas
en ECE. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons


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Módulo 3: Derechos humanos y políticas públicas en ECE

Clase 4: A pesar del encierro. Algunas experiencias liberadoras

¿Es posible educar, respetar y hacer respetar los derechos humanos y la perspectiva de género en
territorios atravesados por la violencia?

Estimadas y estimados:

Nos encontramos en la cuarta y última clase del presente módulo, donde nos propusimos abordar
los derechos humanos en contextos de encierro y los derechos humanos con perspectiva de género
desde la historia larga de la criminalidad, en términos de Zaffaroni, con el objetivo de comenzar a
pensar desde nuestra región los derechos humanos y los derechos humanos con perspectiva de
género.

Brujos, negros, indios, gauchos, inmigrantes, jóvenes comprometidos en las luchas de liberación, los
morochos y pobres pertenecientes a las clases subalternas, víctimas todos y todas a lo largo de los
siglos de masacres, genocidios y, en la actualidad, de genocidios por goteo. Crímenes de Estado.

De lo que se trata es de construir un enemigo con el que instalar los códigos de la guerra. Van a decir,
entonces, que estamos en peligro, que nos matan por nada, que son “ellos” o “nosotros”, relatos que
habilitan el exterminio de ese otro diferente que el poder real construyó.

El encierro en todas sus variantes es una parte de ello. Lugares donde se descarta a parte de la
humanidad y donde se cometen violaciones sistemáticas a los derechos humanos. En nombre del
orden se encierra, se castiga, se tortura y se mata. Pues, todo tiene que estar ordenado.

Así, es que se encierra en nombre de la “seguridad”, la “salud mental”, el “abrigo” de niños, niñas y
adolescentes, y el “cuidado” de la ancianidad a un otro que no responde al orden establecido.

Aquí, nuestras alumnas y alumnos son personas sufrientes. Víctimas de diferentes maltratos y
torturas, por lo que debemos prepararnos emocional y psicológicamente para poder realizar una
tarea que logre un real intercambio de saberes y su consecuente producción de pensamiento crítico

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para que aporte significativamente a unos y a otros. El desafío será construir colectivamente un
proyecto pedagógico encaminado hacia procesos liberatorios en beneficio de la comunidad toda.

Si desde nuestra perspectiva el encierro en sí mismo es una violación a los derechos humanos ¿es
posible realizar alguna tarea en favor de la vida y, fundamentalmente, de la vida digna?

La respuesta es que, a pesar del enclaustramiento, podemos y debemos trabajar para la libertad de
esas vidas humanas que el sistema ha desechado y en la defensa de sus derechos. Seres humanos
que no son más que el emergente de las sociedades violentas en las que estamos inmersos, y que
construye el poder económico. Los contextos de encierro son las usinas de la violencia que estos
poderes necesitan para mantener el control de toda la sociedad. Unos detrás de las rejas y el resto
presos del miedo.

Experiencias educativas

Varias experiencias pedagógicas han tenido como resultado la producción de materiales teóricos,
prácticas políticas, culturales y educativas que permiten interpelar el encierro.

… instalar preguntas en torno a otros modos de pensar/hacer a pesar de la cárcel, en torno a


intervenciones que disputan las configuraciones identitarias construidas antes, durante y después del
encierro, en torno a acciones que resultan decididamente disruptivas porque inquieren, porque instalan
un interrogante sobre los procesos narcotizantes del zarandeo carcelario, esa maquinaria que atonta,
confunde, dispone engaños pero que también puede ser escamoteada. En este sentido, a pesar del
encierro es el intento de pensar y escribir sobre la cárcel para cuestionarla, e instalar en este
cuestionamiento la pregunta por lo posible. ¿Qué es posible en una cárcel? En el susurro atronador de
la cotidianeidad punitiva, donde las dinámicas de la prisión se mimetizan y mezclan entre lo formal y lo
informal, lo disciplinar y lo permisivo, lo correccional y el depósito. En ese ruido es preciso configurar el
silencio inmediato de la pregunta que desnaturaliza. (Castillo; Chiponi; Manchado, 2017)

Por caso, el proyecto de Comunicación popular de Radio La Cantora que nace en los años noventa,
pos dictadura militar, y que parte de un interrogante: dónde está el aparato represivo de aquella
dictadura (1976/1983) y que avanza, utilizando las fisuras que todo encierro contiene, recuperando
la palabra de las personas privadas de la libertad, la que pone en debate con la sociedad toda, a
través de antenas prestadas de radios extra muro. Radio La Cantora da cuenta de la existencia de que

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aquel aparato sobrevive en democracia y avanza sobre la defensa de los derechos humanos de las
personas privadas de libertad, en democracia.

Por su parte, agrupaciones como “Atrapamuros”, “Verseros. Cuenteros y poetas” “Zainuco”, por
nombrar solo algunas, han encarnado proyectos educativos desde la perspectiva de los derechos
humanos y de género en el encierro.

Antes de continuar, escuchemos a Carlos Mena (Kongo) actual educador y ex detenido que nos
comparte aquí su experiencia en el encierro.

Es importante para nosotros ponerlos en contacto directo con quienes son protagonistas, por lo que
desde la educación formal nos comparte su experiencia la docente en contextos de encierro de la
provincia de Río Negro, licenciada Lorena Faath.

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Sabemos que no es fácil llevar adelante procesos educativos en los contextos de encierro. Pero
también sabemos que con una batería de ideas más o menos claras, y un encuadre desde la
perspectiva de derechos humanos y de género difícilmente nos equivocaremos. Serán el faro que nos
permitirá avanzar hacia los objetivos que trazamos de antemano y de esa manera no tendremos
ninguna posibilidad de quedar entrampados en las complicidades que nos propone el sistema de
control.

A pesar del encierro, prácticas políticas, culturales y educativas en prisión, una compilación de Vera
Malaguti Batista ... [et al.], compilado por Rodrigo Castillo, María S. Chiponi y Mauricio Manchado
(Rosario, 2017), es un texto que analiza varias experiencias educativas llevadas adelante en distintos
contextos de encierro y nos otorga herramientas teóricas que aportarán a la problematización y al
diseño de nuevas prácticas. Será un material valioso para aquellos que se interesen en él. Para ésta
clase solicitamos la lectura del capítulo "Las violencias carcelarias y la “norma” de lo humano:
reflexiones en torno al film documental Ojos que no ven de Ana Cacopardo -Pág. 79 a la 86-.

https://bibliotecavigil.com.ar/ri/wp-content/uploads/2021/01/062610.pdf

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Finalmente

Podemos decir que, pese al fracaso constitucional en los contextos de encierro y el éxito en el
sostenimiento del aparato represivo en democracia, existen convicciones, humanidades y militancias
en el ámbito educativo formal y fundamentalmente informal que, pese a las cárceles, los
psiquiátricos, los institutos penales para niños, niñas y adolescentes, entre otros, apuestan a
recuperar la vida de las garras de los vertederos humanos.

Actividades
Escuchar a la profesora Lorena Faath, que nos cuenta su experiencia como docente en contextos de
encierro (ver video).

Escuchar a Carlos Mena. Tallerista en Contextos de encierro y ex detenido.

Leer del libro “A pesar del encierro” que compartimos, el capítulo " Las violencias carcelarias y la
“norma” de lo humano: reflexiones en torno al film documental "Ojos que no ven" de Ana Cacopardo
Pág. 79 a la 86.

https://bibliotecavigil.com.ar/ri/wp-content/uploads/2021/01/062610.pdf

Foro

En este último foro solicitamos que respondan a la siguiente pregunta:

¿Qué elementos rescatan, desde la perspectiva de los derechos humanos y de género, en


cada una de las experiencias docentes que compartimos en esta clase?

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Bibliografía
Castillo, R.; Chiponi, Ma. S. y Machado, M. (2017). A pesar del encierro: prácticas políticas, culturales
y educativas en prisión. Rosario.

Créditos
Autores: Racosta, Azucena

Cómo citar este texto:


Racosta Azucena (2023). Clase 4: A pesar del encierro. Algunas experiencias liberadoras. Contextos
de encierro. Derechos Humanos y Políticas Públicas en ECE. Buenos Aires: Ministerio de Educación de
la Nación.

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