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Cuenta: 20022002355
Sección: 1600
Cuando hablamos en materia de derechos humanos, claramente podemos notar que hay graves
dificultades y desafíos en el acceso al cumplimiento y acceso a necesidades básicas, oportunidades
de empleo, recursos naturales como la tierra y medios de supervivencia. Debido a esta dificultad,
mujeres, pueblos indígenas y afrodescendientes son más vulnerables a las violaciones de derechos
humanos como resultado de la desigualdad marcada en nuestro país.
Cabe mencionar, que en este sentido, los defensores y las defensoras de derechos humanos en
Honduras son blancos de ataques por parte de aquellas personas que han sido señaladas como
responsables de violaciones a derechos, o bien, de sectores y grupos que tienen intereses opuestos
a sus causas. Los defensores de derechos humanos que se dedican a la protección de recursos
naturales estarían siendo objeto de actos de violencia, hostigamiento y amenazas de muerte
producto de la defensa que ellos tienen en materia de medio ambiente, políticos, abogados,
movimientos lésbico gay, pueblos indígenas, pueblos negros, etc.
Toda estas situaciones son desencadenantes en materia de seguridad ciudadana y son factores que
lleva a ciudadanos hondureños a migrar a Estados Unidos, México y otros países
centroamericanos.
La sociedad debe percibir que nuestras autoridades aplican la ley por igual y garantiza a todos los
habitantes el goce efectivo de sus derechos, pero en la práctica no es así. Hay graves dificultades
y desafíos en materia de derechos humanos y todos los sectores antes mencionados son los más
vulnerables a violaciones de derechos humanos como resultado de la desigualdad.
Mecanismos en Honduras que protegen los Derechos Humanos
Puede hacerlo de oficio o a petición de parte de aquellos casos originados por abuso de poder,
arbitrariedad, error de derecho, negligencia u omisión, e incumplimiento de sentencias judiciales
por parte de cualquier autoridad nacional que representa el Estado. Sin embargo, no puede
intervenir en conflictos entre particulares (a excepción de casos de violencia familiar); Cuando
respecto a algún problema planteado, se encuentre pendiente resolución administrativa o judicial.
Mandato y Atribuciones
Esta fiscalía tiene como objetivo primordial la competencia para la investigación y ejercicio de la
acción penal pública en todos aquellos casos donde se verifique violaciones a los Derechos
Humanos de las personas en todo el territorio nacional.
La FEDH, además de los principios y valores generales que rigen la función fiscal y se determinan
en el Reglamento Especial de la Dirección de Fiscalías, deberá observar en todos los
procedimientos administrativos, investigativos y judiciales los principios de especialidad e
igualdad que rigen en materia de protección a los derechos humanos contra las violaciones que
pudiesen cometer los servidores, funcionarios y/o empleados públicos, actuando en el ejercicio de
sus funciones.
Es un mecanismo creado a partir de la Ley de Protección para las y los Defensores de Derechos
Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales, y Operadores de Justicia, donde diferentes
instituciones del Estado en coordinación con representantes de gremios y sociedad civil adelantan
acciones encaminadas a prevenir y proteger el riesgo de las personas que se dedican a la promoción
y defensa de los Derechos Humanos, la libertad de expresión y las labores jurisdiccionales.
Actualmente el Sistema Nacional de Protección, protege a las personas y organizaciones
defensoras de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia
que se encuentra en riesgo derivado de su actividad.
Los derechos que protege el Sistema Nacional de Protección son los derechos a la Vida, Libertad,
Integridad y Seguridad Personal, cuando están en riesgo de ser afectados.
1 Ser una persona defensora de Derechos Humanos, Periodista, Comunicador Social o laborar
como Operador de Justicia.
2 Dar su consentimiento, salvo causa grave o excepcional que lo impida, en ese caso lo puede dar
un tercero que obre en su representación.
3 Que existan indicios o amenazas sobre la presencia de un riesgo y que este se derive de su
actividad en defensa de los Derechos Humanos o la Libertad de Expresión o laboral en el caso de
Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia
Existen diversas medidas que se pueden implementar para la protección de las personas
beneficiarias:
Los delitos violentos son un problema generalizado en Honduras. El país sigue teniendo una de
las tasas de homicidios más altas del mundo, a pesar de la reducción de estos delitos en los últimos
años. Los grupos más vulnerables a la violencia son los periodistas, activistas ambientales, y
lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero (LGBT). Hay escasos avances en los esfuerzos
para reformar las instituciones responsables de brindar seguridad pública. La actuación del poder
judicial y la policía, dos instituciones en las cuales la corrupción y los abusos son generalizados,
siguen siendo en gran medida ineficaces. En general, los delitos y las violaciones de derechos
humanos quedan impunes.
Abusos y corrupción policial. En enero de 2017, el Presidente Juan Orlando Hernández anunció
que extendería el mandato de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la
Policía Nacional hasta el año 2018. Al mes de mayo, casi 4.000 de los más de 9.000 policías
evaluados por la comisión habían sido destituidos, muchos de ellos por presunta participación en
hechos delictivos o de corrupción. No obstante, hasta la fecha, ninguno de los policías expulsados
por orden de la comisión ha sido condenados por presunta participación en actividades delictivas,
como violaciones de derechos humanos.
Entre 2014 y 2016 fueron asesinados 25 periodistas, según datos del Comisionado Nacional de
Derechos Humanos de Honduras (CONADEH), que reveló además en su informe de 2016 que el
91% de los asesinatos de periodistas cometidos desde 2001 siguen impunes.
En febrero de 2017, el Congreso aprobó un nuevo código penal que tipificó como delito—con una
pena de cuatro a ocho años de prisión—la participación de personas físicas o medios de
comunicación o difusión en “apología, enaltecimiento o justificación” del delito de terrorismo. La
nueva legislación también define como delitos de terrorismo todas las formas de “asociación
ilícita” y actos que “aterroricen, pongan en grave riesgo o afecten de forma sistemática y general
los derechos fundamentales de la población o parte de ella, la seguridad interna del Estado o la
estabilidad económica del país”. Estas disposiciones imprecisas e innecesariamente amplias
podrían usarse para prohibir protestas y reuniones pacíficas, alegando que se trata de terrorismo.
Los abogados y defensores de derechos humanos son a menudo el blanco de amenazas, agresiones
y asesinatos. En 2016, el CONADEH registró 16 ataques violentos contra abogados, entre los
cuales se cuentan 13 asesinatos. En agosto de 2016, la CIDH describió a Honduras como “uno de
los países más peligrosos para los defensores de derechos humanos” de América.
Hasta la fecha, ocho hombres han sido imputados por el homicidio de la activista por los derechos
indígenas y ambientalista Berta Cáceres, perpetrado en marzo de 2016, incluyendo un mayor del
Ejército y el exgerente ambiental de Desarrollo Energético S.A. (DESA), la empresa constructora
detrás del proyecto de la represa Agua Zarca. Al momento de su muerte, Cáceres lideraba una
campaña contra esta empresa.
Conforme lo establece el código penal, en Honduras, el aborto es ilegal sin excepción, y las
mujeres y niñas que interrumpen embarazos pueden recibir penas de prisión de hasta seis años. El
5 de mayo de 2017, el Congreso Nacional de Honduras votó en contra de reformar el código penal
vigente para permitir el aborto en casos de violación, malformaciones fetales graves y riesgos
graves para la salud de la mujer. La legislación que sigue vigente también penaliza a los
proveedores de servicios de aborto y a las personas que asisten en estos procedimientos.
En julio de 2017, el Congreso de Honduras aprobó por unanimidad un proyecto legislativo que
declaró ilegal el matrimonio infantil. El nuevo proyecto legislativo reemplaza la ley que hasta
entonces permitía que las niñas contrajeran matrimonio a los 16 años con autorización de su
familia. Según datos de Unicef, un tercio de las niñas hondureñas se casa antes de los 18 años.
En mayo de 2017, el Presidente Juan Orlando Hernández lanzó una iniciativa para revisar el código
penal a fin de permitir que los niños y niñas desde apenas 12 años sean procesados como adultos,
en lugar de ser juzgados en el sistema de justicia de menores existente, lo cual contraviene las
normas internacionales.
Honduras es catalogado como uno de los países más peligrosos para las personas defensoras de
derechos humanos. Existen altos índices de criminalidad e impunidad de violaciones de derechos
humanos, y las personas defensoras son objeto de amenazas, hostigamiento, intimidación y de
campañas de desprestigio y acusaciones penales indebidas.