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Este estudio examinará las bases de sanar cualquier herida para aquellas que están sufriendo y están
afligidas. No importa lo que haya sucedido en la vida, el Señor quiere sanar y restaurar. Ningún
creyente necesita vivir bajo la sombra de "estoy dañada" o "no hay esperanza". Nuestro Dios es
Jehová Rafa, EL SEÑOR QUE SANA.
Tus aconsejadas pueden ser sanadas de las heridas más profundas, más horrendas posibles, si
aprenden:
A. Cómo aplicar el bálsamo de Galaad
B. Cómo seguir las instrucciones del Gran Médico.
C. Cómo darle tiempo a la medicina del Gran Médico para trabajar
Deténte por un momento y pide al Señor que te muestre si hay alguna herida en tu vida, pasada o
presente, de la cual necesitas ser sanada. Cuando Dios te las muestre, anótalas.
Si te sientes bien - sin heridas, pasadas o presentes - entonces escribe las heridas de tu esposo o
novio, o tus amigos o tu aconsejada.
Mientras escribes, por favor no te preocupes por lo que alguien podría pensar. (Usa un código si es
necesario para enumerar las heridas.) Vamos a ver cómo Dios puede manejar y sanar las heridas
que vienen como parte de la vida.
1. La Desesperación
“A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí.” Jeremías 8:18. ¿Jeremías escribió estas
palabras para describir sólo su angustia al llorar sobre los terribles estragos del pecado en la vida de
su pueblo? No, como dice en Romanos 15:4
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por
la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.”
Después de haber echado un vistazo a las heridas en tu vida o en la vida de una amiga o una
aconsejada, ¿sientes un dolor tan grande que piensas que no hay cura? ¿Sientes que la restauración
es imposible? ¿Que la sanidad es un milagro que nunca podría suceder?
¿Tu aconsejada puede decir las mismas palabras de Jeremías 8:18? ¿Ella podría haber escrito estas
palabras? ¿Se pregunta a veces cómo puede continuar? ¿Es posible que la vida vaya a ser más que
la mera existencia y la supervivencia del día a día? ¿O hay veces en que ella desea no sobrevivir?
¿Cuándo la muerte sería bienvenida si no tuviera que hacerlo ella misma o si pudiera estar segura
de que la muerte sería realmente más dulce, más soportable que la vida?
¿Por qué hay tantas heridas que lastiman a la gente cuando esto no es lo que anhelan?
Una de las causas está en el pecado, en un mundo caído.
Empezar x controlar el pensamiento basado en la palabra de Dios Fil 4 pensar en todo lo bueno…
2. Las Heridas
Como consejera debes examinar tu propia vida - ¿has encontrado sanación en tus propias
heridas? ¿Has experimentado la sanción del “bálsamo de Galaad? aplicado por Jehová Rafa?
Las heridas que otros compartirán contigo correrán a través de toda la gama de heridas - desde
pensamientos de inutilidad y desesperanza hasta sentirse sucia, usada, y rechazada. Algunas han
sido víctimas de abusos tanto sexuales, físicos, y emocionales, que son atormentadas por los
recuerdos, abrumada por cualquier cosa que llega a la memoria respecto a aquellos incidentes.
Los horrores del pasado, la incapacidad de manejar los asuntos de la vida y los sentimientos de
nunca ser lo suficientemente buena la abruman e incapacitan. Ellas viven con "si tan sólo…" – si tan
solo nunca me hubiera casado con él, si tan solo no me hubiera permitido, si tan solo hubiera
respondido de forma diferente, si tan solo…”
¡La gente pensaba que estaban condenados a una vida de desesperación total! Habían olvidado que
tenían un Dios cuyo Nombre era Jehová-Rafa, el Dios Que Sana. Podían vivir como más que
conquistadores. Dios tiene una manera de escapar, y vamos a encontrarla juntas para que puedas
compartirlo con tus aconsejadas para que ellas también puedan experimentar la esperanza, la
alegría, el amor y una vida abundante.
Algunos caminando iban proclamando: "Paz, paz", pero no había paz; buscaban la sanidad, pero se
les escapaba. ¿Cuál fue el problema? Esto es lo que queremos ver, porque finalmente veremos la
respuesta de Dios. La solución ofrecida en el día de Jeremías es la misma solución que Dios ofrece
para cada generación.
Antes de empezar a leer Jeremías, aprendamos el contexto histórico del libro. La nación de Israel
había sido un reino, con Jerusalén como su capital hasta después de la muerte de Salomón, hijo de
David. Cuando el hijo de Salomón, Roboam llegó al poder, el reino se dividió en los reinos del norte
y del sur. Bajo Jeroboam, diez tribus formaron el reino del norte. Este reino, finalmente hizo a
Samaria su capital. Este reino del norte se llamó Israel. Como ya no tenían acceso al templo de
Jerusalén, se hicieron dos becerros de oro, construyeron un altar y establecieron su propio sistema
de adoración. Su idolatría continuó hasta que finalmente Dios envió a los asirios a tomarlos cautivos.
Esto ocurrió alrededor de 722 a.C.
El reino en el sur, Judá, estaba compuesto por las dos tribus de Judá y Benjamín. Aunque Judá vio el
juicio de Dios sobre su hermana, Israel, no aprendió de los errores de Israel. En los últimos días de
Jeremías, Dios permitió que los babilonios (caldeos) vinieran y tomasen a Judá cautivo. El libro de
Jeremías describe el terrible quebrantamiento de esta nación, el llamado de Dios a través de
Jeremías para el arrepentimiento, y la destrucción final de Judá porque no quisieron escuchar y ser
sanados. En el 586 a.C los babilonios conquistaron Judá.
A la luz de esa breve historia, lee los dos primeros capítulos de Jeremías. Observa cómo Dios le habla
a Judá recordándole los días en que se convirtió en su Dios (lo cual, por supuesto, fue cuando Israel
fue un reino y antes de que el reino se separara).
D. Haz una lista con lo que aprendiste acerca del comportamiento de Israel en los siguientes
versículos:
a. Jer 3:1
b. Jer 3: 6, 13
En Jeremías 5:7 Dios hace una pregunta muy válida: ¿Cómo te he de perdonar por esto?
Hay muchas razones enumeradas en el capítulo 5 por las cuales Dios no debe perdonar, y son
paralelas a los pecados de hoy.
Dios no quería juzgar a Israel, aunque tenía razones justas para hacerlo. A lo largo de Jeremías, Dios
llama a la gente a escuchar y a volver a Él: Jeremías 3:12-13
Al estudiar a Jeremías, tu aconsejada puede identificar al Israel infiel porque no amó a Dios como
debía, ni vivió para Él como debía haber vivido. Si ella no ha reconocido su pecado, guíala hasta ese
punto. Hazle saber que Dios está todavía allí en la misericordia, esperando que clame en fe. Sáname,
oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza. Jeremías 17:14
Gira y corre hacia esos brazos extendidos del amor del Calvario. Él sanará a todos.
¿Alguna vez te has preguntado cómo alguien puede tener una vida tan desastrosa? ¿Por qué arruina
su vida y las vidas de otros? ¿Era eso lo que querían desde el principio? ¿Qué querían hacer con sus
vidas cuando crecieron?Por supuesto, la respuesta se remonta a los problemas del pecado
inherente y que no hay nadie, excepto Jesús, que no ha nacido en el pecado (Romanos 5:12). Sin
embargo, la gente anhela alguna apariencia del cielo, no el infierno, en sus vidas.
Si esto no es lo que la gente anhela, ¿por qué hay tantos heridos, personas con heridas quienes han
experimentado un infierno vivo? Es porque en alguna parte, alguien no escuchó a Dios.
Cuando la gente no escucha la Palabra de Dios, afecta a las familias, que a su vez afecta a las
sociedades, que a su vez afecta a las naciones, que a su vez afecta al mundo. A lo largo de Jeremías
leemos la frase. “no oyeron mis palabras”
“por cuanto no oyeron mis palabras, dice Jehová, que les envié por mis siervos los profetas,
desde temprano y sin cesar; y no habéis escuchado, dice Jehová” (Jeremías 29:19)
Hay una manera de ser sanados, de ser restaurados. Debes saber esto. El pueblo de los días de
Jeremías no tenía que vivir en la desesperación y la derrota, ni sus aconsejadas tampoco. No tienen
que seguir cojeando por el trauma de su pasado más de lo que hicieron los hijos de Judá.
No hay trauma del pasado, ninguna herida en la mente, las emociones, el corazón o el alma que
estén más allá del poder sanador de Dios. ¿Por qué? Porque hay un bálsamo en Galaad, hay un Gran
Médico allí.
¿Tus aconsejadas están sufriendo aguas amargas? Diles que Jehová-Rafa, el Señor sana, tomando lo
amargo y haciéndolo dulce.
La primera vez que Jehová-Rafa aparece en la Escritura es durante el relato de Moisés del éxodo de
los israelitas de Egipto. Acababan de cruzar el Mar Rojo y Moisés había cantado su canción de
victoria:
“Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al
jinete.” (Éxodo 15:1)
Los israelitas habían venido a Mara donde su sed no podía ser apagada porque las aguas de Mara
eran amargas.
Dios estaba diciendo: "Yo soy Jehová-Rafa, el que es tu Sanador. ¿Han visto tú y tu aconsejada a
Dios en esta luz? Como tantos hoy, los hijos de Israel se encontraron bebiendo agua amarga. No
sabían que el agua amarga era una prueba. ¿Viste las palabras “allí los probó”? Dios quería que los
hijos de Israel aprendieran un principio importante: Cuando las cosas están difíciles, debes correr a
Dios. Escucharlo y obedecerlo traerán sanidad. Dios puede tomar lo amargo y hacerlo dulce, porque
Él es nuestro Sanador.
Compara la situación de los israelitas con tus aconsejadas hoy. Cuando se han encontrado bebiendo
agua amarga, ¿qué hicieron? ¿A quién se dirigieron? Toma unos minutos y haz una lista de las
diversas vías que podrían ser adoptadas o seguidas en busca de la sanación. ¿Funcionan?
ACTIVIDAD 4 – El Sanador De Todo
A veces pensamos en sanación solamente en el aspecto físico. ¿Pero Dios sana solamente
enfermedades físicas? Busca las siguientes citas y anota qué o a quién el Señor sana. (En algunos
casos, puede que necesites revisar el contexto del versículo.)
› Deuteronomio 57:17-18
› Salmo 17:3
› Isaías 30:26
› Hechos 10:38
› Deuteronomio 32:39
A la luz de lo que has observado de la Palabra de Dios aquí, ¿crees que hay algo fuera del reino,
del poder sanador de Dios?
El Maldito:
5 Asíha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su
brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
6 Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará
Escuchaban a todos los profetas que vinieron por el camino proclamando sus sueños y visiones, pero
no prestaron atención a los mandamientos de Dios. Una frase repetida en Jeremías es “por cuanto
no oyeron mis palabras”. Perdieron el bálsamo de Galaad porque no escucharon a Dios.
En Galaad produjeron un bálsamo conocido por sus propiedades curativas y cosméticas. "El bálsamo
de Galaad" se había convertido en una frase proverbial sinónimo a sanación. Así, el Señor habló a
través de Jeremías diciendo, “Sube a Galaad, y toma bálsamo, virgen hija de Egipto; por demás
multiplicarás las medicinas; no hay curación para ti” (Jeremías 4:11). El pueblo de Judá había
actuado como el mundo - trataron de encontrar la sanación por sí mismos, pero no había sanación
aparte de Dios.
¡Qué paralelo al día de hoy! Muchos de ellos corrieron a Egipto y nosotros en varias ocasiones
corremos a ese “Egipto” – que es la representación del mundo y de todo lo que tiene que ofrecer.
Allí tratan de encontrar la sanación para sus almas heridas cuando deberían haber corrido a Dios
como su Jehová-Rafa. Deberían haber buscado el consejo y la sanación de Dios para sus heridas.
¡Pero no lo hicieron! Es más fácil escuchar al hombre al que pueden ver, que escuchar a un Dios que
no pueden ver, que parece tan alejado del hombre y de sus necesidades.
En los días de Jeremías, la Palabra de Dios se había convertido en un reproche para Su pueblo
(Jeremías 29:19; 42:13; 43:4; 44:16-17). La nación entera, en su mayor parte, estaba enferma desde
lo alto de sus cabezas hasta la punta de los dedos de los pies. No había sanación para ellos porque
“los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo
quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?” (Jeremías 5:31). Y el final de todo fue horrible. El
pueblo nunca fue sanado.
Para describir su condición casi desesperada, Dios metafóricamente le dice a su pueblo que han
abandonado el agua viva de la Palabra de Dios por las aguas sucias del Nilo. En lugar de ir a Galaad
donde pudieron encontrar refugio y los medios de sanación de Dios, fueron a Asiria y bebieron las
aguas del Éufrates (Jeremías 2:14-19).
Lo que hicieron en los días de Jeremías, lo hemos hecho en los nuestros. Muchos han bebido las
aguas de la psicología, la filosofía y la psiquiatría en lugar de beber el Agua de la Vida. Hemos acudido
corriendo a hombres y mujeres entrenados en la sabiduría del mundo, pero no hemos acudido
corriendo en oración al Niño que nació, al Hijo que fue dado, cuyo nombre es “Admirable, Consejero,
Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:16).
Esto no quiere decir que no debemos ir a otros por ayuda. Más bien, no debemos dejar de ir a Dios.
Y cuando nos volvemos a los demás, ¿qué ayuda real y duradera pueden darnos si el consejo es
contrario a la Palabra de Dios?
Haz que tu aconsejada se detenga y piense en esto. ¿A dónde se dirige primero en tiempo de dolor,
de necesidad, de duda? Pídeles que lo escriban o lo expresen oralmente. Si ella dice: "A Dios,"
pregúntale "¿Qué hace cuando se vuelve hacia Él? ¿Espera en Él para ver qué pondrá sobre su
corazón?”.
Dios ministra a través de Su Palabra. Anima a tu aconsejada a leer Su Palabra diariamente, Él estará
hablando con ella de manera increíble, suministrando milagrosamente lo que ella necesita para ese
tiempo específico - o trayendo a su recuerdo lo que ya leyeron.
Pero quizás si ella fuera honesta, podría decir que escoge el alcohol, píldoras, drogas, o
promiscuidad. Estos no la ayudarán. Simplemente la escoltarán al olvido mientras la llevan al
cautiverio del pecado... a la esclavitud y destrucción.
¿Cómo se percibe tu aconsejada siendo víctima de abuso? ¿Habiendo sido traicionada por un
hombre? O ¿Siendo arrebatada la inocencia de su niñez?
¿Se siente atrapada en una red de pecado tejida con los hilos del rechazo, la ira, el miedo y la
amargura? ¿Le han dicho que nunca será libre - que es imposible que haya un cambio en su vida?
¿Se le ha dicho que estará dañada de por vida? ¿Que ella siempre estará coja emocionalmente,
nunca completamente bien, nunca completamente restaurada?
No escuchen la sabiduría finita del hombre. El hombre es limitado por su humanidad. Sus días son
justos “los días de nuestra edad son setenta años”. ¿Qué sabe el hombre? Lo que el hombre hace
siempre será inferior a lo que Dios puede hacer.
Escucha al Dios que dijo: Jeremías 33:3; Jeremías 32:27; Isaías 45:22
Anima a tu aconsejada:
→ Esperar y permanecer en todas las promesas de Dios.
→ No te conformes con aprender simplemente a ajustar, manejar, y funcionar lo mejor posible
→ Aferrarse a las promesas de una vida abundante.
→ Creer que Dios puede sanar totalmente.
→ Tener fe y esperanza de que ella será sanada.
→ Fijar su meta en ser todo lo que Cristo dice que puede ser y quiere que sea.
→ Creer que ella no será una "coja" toda su vida, el Gran Médico está esperando para sanarla
para que pueda saltar, correr, reír y cantar para la gloria de Él.
Haz que tu aconsejada tome unos minutos para escribir una oración a su Dios. Para derramar su
corazón a Él. ¿Ella tiene miedo de confiar en Él, de clamar a Él? ¿Teme que Él le fallará? Debe decirle
al Señor la verdad, eso la ayudará. O si quiere confiar en Él, aprender a correr a Él primero, si quiere
que su corazón sea completamente Suyo, ella debe decirle eso. Póngalo en papel. Cuando termine,
pídele que lea su oración en voz alta a Dios. No necesita ser pomposo o elocuente, sólo desde su
corazón.
Echemos un vistazo a esta metáfora y veamos por qué se convirtió en un símbolo de la sanidad de
Dios.
Galaad era un territorio ocupado por las tribus de Galaad, Rubén y la media tribu de Manasés.
Geográficamente, Galaad propiamente dicho era la colina, país boscoso al Oeste de río Jordán, entre
Mar de Galilea y Mar Muerto.
Galaad se aplicaría a la totalidad o una parte de las tierras de Transjordán ocupadas por las tribus
mencionadas anteriormente. Sin embargo, Galaad no sólo era conocido por el bálsamo que
producía, sino también como un lugar donde la gente huía cuando estaban en problemas. Por
ejemplo:
→ Jacob huyó allí de Labán, su suegro (Génesis 31:21-55).
→ Los israelitas huyeron allí cuando fueron perseguidos por los filisteos (1 Samuel 13:7).
→ David huyó allí cuando fue perseguido por Absalón (2 Samuel 17:22…).
3. Haz una lista de las diversas angustias a las que se enfrenta el pueblo de Dios que
se mencionan en este salmo.
Una y otra vez, el salmista describe los diversos estados de angustia en los que se encontraba el
pueblo de Dios. A medida que lees, la tensión se desarrolla, aliviada sólo por las palabras, “Luego
que clamaron a Jehová en su angustia, Los libró de sus aflicciones” (Salmo 107:13). Dos veces leemos
esta frase y luego llegamos al versículo 17:
17
Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión Y a causa de sus maldades;
18
Su alma abominó todo alimento, Y llegaron hasta las puertas de la muerte.
19
Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones.
20
ENVIÓ SU PALABRA, Y LOS SANÓ, Y LOS LIBRÓ DE SU RUINA. Salmo 107:17-20
En Juan 6:63 Jesús hizo la declaración de que las palabras que Él habló "son espíritu y son vida". A
diferencia de las palabras del hombre, la Palabra de Dios da vida porque es literalmente la Palabra
de Dios. La Escritura no se originó con el hombre.
20
entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
21
porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios
hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:20-21)
Cuando lees la Palabra de Dios, no estás mirando el análisis del hombre de Dios, Satanás, el hombre,
la creación, la historia, la salvación, la vida, la muerte, el futuro, etc. La Biblia es el libro de Dios que
nos ha sido dado por hombres que “siendo inspirados por el Espíritu Santo”
2 Timoteo 3:16-17
La palabra griega usada en este versiculo para “inspirada” sólo se usa aquí en el Nuevo Testamento.
Esto significa que es “soplada por Dios”. Esto es lo que hace que la Palabra de Dios sea única. Es el
único libro que es sobrenatural, divino en su origen, por eso es vivo - sus palabras se originaron con
Dios y por lo tanto las palabras de Dios son exactamente lo que Jesús dijo: "son espíritu y son vida".
No es de extrañar que pueda sanar. Por todo lo dicho anteriormente, TODA la Escritura es útil,
provechosa.
En 2 Timoteo 3:16-17 enseña que la Palabra de Dios es útil para 4 cosas. Haz una lista de
esas cosas y luego define brevemente cada una.
A.
B.
C.
D.
Su Nombre es Jehová-Rafa, el Dios que sana. Él es el Médico en Galaad, y todos pueden gritar,
“Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo” (Jer. 17:14). Él sanará; Él salvará. Su Palabra
es verdad. “Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será levantado.” (Prov.
18:10).
Vincent, un erudito griego de renombre, dice que la idea de completo o adecuado es "la de un ajuste
mutuo y simétrico de todo lo que va a hacer al hombre: combinación armoniosa de diferentes
cualidades y poderes".
Dios está diciendo que la Palabra de Dios puede "ajustarnos" en todas nuestras partes. Toda la frase
se puede decir de esta manera: "La Palabra de Dios es en última instancia todo lo que el creyente
necesita para ser lo que necesita ser". La Palabra de Dios tiene las respuestas prácticas para todas
las necesidades de la vida. Capacitará completamente al creyente para toda buena obra de la vida.
Esto es la prueba de la inspiración divina de la Escritura.
Para el hijo de Dios todas las cosas trabajan juntas para bien. Esto es porque Dios es el Gran
Redentor. Él redime todo el pasado y lo usa para conformar al creyente en la imagen de su Hijo. Él
es para ellos, no contra ellos. Y si Él está para ellos, ¿quién puede estar contra ellos? (Romanos 8:28-
39).
Allí el creyente recibe todo lo que Dios ha hecho por ellos a través de la muerte y resurrección del
Señor. En la cruz se encuentran a Jesús como su Jehová-Rafa, el Señor que sana. En la cruz
encuentran a Jesús como alguien que ha experimentado el dolor y el sufrimiento que han soportado.
Debido a la cruz tienen un representante en el cielo que puede interceder en su nombre. En la cruz
Jesús experimentó plenamente los estragos del pecado, el dolor y el sufrimiento. No hay nada que
ellos hayan vivido que Jesús no haya soportado. Él fue hecho pecado por ellos. Eso es amor del
Calvario.
El refugio del creyente es la cruz del Calvario. No hay herida que el Calvario no pueda sanar.
Recuerda que la palabra "Rafa" significa curar, reparar, restaurar.” Lee Isaías 53:5 “Mas él herido
fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y
por su llaga fuimos nosotros curados”.
Cristo pagó todo y el creyente puede ser sanado. ¿Realmente crees eso? ¿Tu aconsejada cree eso?
Si quieres conocer una bendición increíble y apropiarte de ella, lee Isaías 52:13 al 53:12 en voz alta.
A medida que lees, cada vez que llegues a un pronombre personal como "nuestro" o "nosotros",
sustitúyelo con tu nombre. Después de la lectura, ruega y agradece al Señor por lo que Cristo ha
hecho por ti.
3. Cristo Sanó a Través de Su Vida
A través de los relatos de los cuatro Evangelios se puede ver que Jesús en Su ministerio de tres años
sanó a muchas personas con todo tipo de enfermedades. La curación fue una gran parte de Su
ministerio terrenal. Por ejemplo, examina Mateo 8:5-17 que es una escena de un corto período de
Su ministerio en Capernaum.
Todas las heridas tienen su raíz en el pecado. Hemos herido a otros, u otros a nosotras. De cualquier
manera, ha sido por causa del pecado. Elegimos (u otros eligieron) caminar independientemente de
Dios y de Su Palabra. Escogimos no escuchar, ni creer, ni obedecer a Dios.
El pecado hiere. El pecado deja secuelas. El pecado desfigura. El pecado destruye. Y si no fuéramos
a la cruz del Calvario, la destrucción del pecado sería permanente, irreversible… Mas Dios. ¡Mas
Dios! Gracias que Dios entra nuestras vidas.
“MAS él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz
fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5).
24
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
25
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de
vuestras almas (1 Pedro 2:24-25).
Según estos dos versículos, la cruz era el medio de Dios para sanar al creyente de su pecado para
que pudieran vivir una vida justa. El pecado hiere; la cruz sana. La cruz sana porque trata con el
pecado. A través del poder sanador del Calvario, el creyente puede vivir una vida justa.
Vivir rectamente es vivir según lo que Dios dice que es correcto. No importa lo que le haya pasado
a su aconsejada, ella puede vivir sin amargura y odio. Ella puede vivir una vida libre de lo que de
otro modo podría distorsionarla, desfigurarla o destruirla. La amargura puede salir; el perdón puede
ser recibido y dado. Ella puede ser restaurada. Ella puede ser sanada.
“Resucitado para nuestra justificación” significa que debido a que el pago de Jesús por nuestros
pecados fue adecuado, Dios pudo declararnos justos, justificados a Sus ojos. Jesús fue
resucitado porque Su muerte cumplió la justicia de nuestro Santo Dios.
b. Su resurrección nos muestra que Jesucristo conquistó la muerte. La muerte tenía un dominio
sobre el hombre debido a su pecado. Sin embargo, una vez que se paga el pecado, la muerte ya
no tiene ningún poder. “ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la
ley” (1 Co. 15:56). “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero” (Gá. 3:13). Su muerte quitó
el poder del pecado. Jesús también quitó el aguijón de la muerte pagando por nuestro pecado.
Por lo tanto, porque nuestro pecado fue pagado en su totalidad, la muerte no tiene poder sobre
nosotras. (Heb. 2:14-15).
Si tu aconsejada es una hija de Dios, puede estar absolutamente segura de que nunca tendrá que
temer a la muerte. En el momento en que cierra los ojos en la tierra, se encontrará con el Amante
de su alma, el Sanador de sus heridas, el que dice que es preciosa a Su vista.
Romanos 8:28
Aquellos que aman a Dios y son llamados según Su propósito, Dios hace que todas las cosas trabajen
juntas para el bien.
→ Dios nos conoció y nos predestinó para conformarnos con la imagen de Su Hijo
→ Dios también nos llamó, nos justificó y nos glorificó.
→ Nadie es más poderoso que Dios y Él es para nosotras.
→ A través de Cristo, Dios nos dará todas las cosas.
→ Somos las elegidas de Dios.
→ Nadie puede condenarnos porque Dios es el que justifica y Cristo está a la diestra del Padre
intercediendo por nosotras.
→ NADA puede separarnos del amor de Dios.
→ Vamos a sufrir pero vamos a vencer a través de Él, que nos ama
Éstos son el “bien” que Dios quiere realizar en la vida de los creyentes a través de todo lo que
ha sucedido en sus vidas.
2. El Propósito de las Cosas que Entran en Nuestras Vidas Es – Ser Como Cristo.
Dios quiere que cada creyente sea como Su Hijo. Él nos conoció de antemano, predestinó o marcó
antes, para ser conformados a la imagen de Su Hijo. Conformación a la imagen de Jesucristo se logra
a través de 3 cosas:
A. Nuestra relación correcta con Dios,
B. Nuestra respuesta a la Palabra de Dios
C. El sufrimiento estará presente en la vida de cada hijo de Dios
La salvación es por pura gracia - el favor no ganado, inmerecido – dado al hombre por lo que
Jesucristo realizó en el Calvario. Ahí el velo fue quitado. Solamente la fe trae una persona al
reino de Dios.
El proceso es:
a. Paso a paso – 2 Corintos 3:18
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
C. Sufrimiento
El sufrimiento es uno de los medios primarios de Dios para conformarnos a la imagen de Su
Hijo. En nuestro sufrimiento no estamos solas y nuestro sufrimiento tiene un propósito.
✓ Hebreos 5:8
✓ Filipenses 1:29
✓ Romanos 8:16-18
1 Pedro 1:6-8
Tu aconsejada debe aprender a ver cada prueba – pasada, presente y futura - como parte del
proceso de refinamiento de Dios para hacerla como Jesús.
¿Cómo responderemos al sufrimiento, tanto en nuestro pasado como en lo que nos espera en
el futuro? ¿Lo dejaremos que nos amargue o transforme? ¿Nos aferraremos a la escoria, o
seremos hechas como Jesús? Cada prueba de la vida es una prueba de nuestra fe, ya que con
cada juicio somos llamadas a tomar una decisión – creeremos en Dios y así responderemos en
la forma en que Dios dice que debemos responder o nos aferraremos a la escoria de la
desobediencia e independencia.
El sufrimiento nos refinará o nos amargará. ¡Nosotras decidimos! Pero debemos recordar que
Dios es supremo y soberano (Isaías 45:7), y está siempre trabajando para nuestro bien, no
importa si pensamos lo contrario. Él nos sostiene en Sus manos omnipotentes. Dios es amor y
nos ama con un amor eterno. Por lo tanto, todo lo que entra en nuestras vidas debe ser filtrada
a través de Sus dedos de amor. Si la adversidad entra en nuestras vidas, viene con Su permiso.
Y si viene, será para nuestro bien. Dios va a usarla para conformarnos a Su imagen.
Somos preciosas a los ojos de Dios, no por quien o por lo que somos, sino simplemente por lo
que Él es y por el favor inmerecido: que Él nos ha escogido para otorgarnos ser como un
recipiente de Su misericordia.