Está en la página 1de 44

Nutr Hosp Suplementos.

2008;1(1):3
Nutrición ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado

Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Necesidad de un consenso multidisciplinar sobre el manejo de la nutrición


en el paciente con cáncer: objetivos
R. Colomer Bosch (SEOM), A. García de Lorenzo y Mateos (SENPE) y A. Mañas Rueda (SEOR). España.

Dentro de los planes estratégicos de la Sociedad cial, sino que también habría que valorar otros aspectos
Española de Oncología Médica (SEOM), de la Socie- como la calidad de vida relacionada con la salud, la per-
dad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y de cepción sobre el servicio recibido, el trato dispensado,
la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral el confort, etc.
(SENPE), hemos considerado que disponer de una guía
Todos estos factores relacionados con el tratamiento
consensuada de estudio y consulta sobre el amplio y
integral del paciente oncológico, en concreto con los
difícil mundo del paciente oncológico en sus aspectos
aspectos nutrometabólicos, son los que se tratan en esta
nutrometabólicos era una de nuestras obligaciones.
guía, de una forma consensuada.
El hecho de que tres sociedades científicas efectúen
La guía que tiene en sus manos es fruto de un gran
sinergias no es una práctica común. Muchas veces, accio-
esfuerzo de coordinación, y en ella han trabajado conjun-
nes que se beneficiarían del conocimiento y de la expe-
tamente profesionales de la Medicina con amplios intere-
riencia de facultativos altamente especializados y cono-
ses y conocimientos tanto en Oncología como en Metabo-
cedores de sus áreas de trabajo se truncan a causa de
lismo y Nutrición, superando con creces cualquier
aspectos tan nebulosos como la desconfianza o la autosu-
expectativa.No sólo ilustra a los lectores,sino que profun-
ficiencia. En el caso de esta guía, podemos estar orgullo-
diza en las patologías concretas, ya que el objetivo último
sos de haber dado un paso adelante, y presumimos que no
ha sido realizar un libro innovador y único; una obra en la
será el último en esta labor de enriquecimiento mutuo, el
que se aborde, de forma eminentemente práctica y con-
cual tiene una única finalidad: mejorar la salud y la cali-
sensuada, las situaciones fisiopatológicas con claras
dad de vida de nuestros pacientes.
implicaciones nutricionales. En ningún caso se ha bus-
La relevancia de la práctica de la Nutrición Clínica cado un texto más sobre el manejo nutricional y farmaco-
ha ido aumentando de manera progresiva en la asis- lógico de diversas entidades nosológicas, sino una herra-
tencia sanitaria. Cada vez son más los profesionales mienta de trabajo imprescindible para los profesionales de
que, desde un punto de vista interdisciplinar y multi- la Nutrición y de la Oncología.
profesional, se implican para conseguir el adecuado
Con esta obra, para la que hemos contado con la cola-
estado nutricional de los pacientes tanto en el ámbito
boración inestimable de Nestlé Health Care Nutrition,
del hospital como a nivel ambulatorio. Habitual-
queremos proporcionar al personal sanitario implicado en
mente, los facultativos aportan a su práctica clínica
la alimentación y en el soporte nutricional especializado
una perspectiva individual de la calidad, su preten-
las herramientas necesarias para llevar a cabo de forma
sión legítima no es otra que hacer lo adecuado de
eficaz su actividad asistencial en las Unidades de Nutri-
manera correcta. Sin embargo, el contexto es multi-
ción Clínica, y también allí donde se encuentre un
disciplinar ya que también intervienen otros profesio-
enfermo que requiera este tipo de cuidados, puesto que
nales —que necesariamente no tienen siempre que
nuestro deber es velar por la buena asistencia de los
coincidir en sus puntos de vista a la hora de establecer
pacientes, deber que nos viene dado por nuestra forma-
diagnósticos o de pautar tratamientos— y, por ende,
ción y dedicación y que la sociedad en general nos
se produce variabilidad.
reclama y exige.
Pero, además de prestar los cuidados adecuados en el
Indudablemente, esta primera aproximación no puede
momento oportuno, se debe perseguir la satisfacción
ser la definitiva y, al igual que los protocolos, guías y vías
del paciente, teniendo en cuenta la mejor evidencia dis-
clínicas, debe ser auditada, revisada y adaptada periódica-
ponible. Conseguir un cliente satisfecho es un objetivo
mente en la misma medida en que cambia la práctica asis-
deseable en cualquier servicio, y también en el sanita-
tencial y la evidencia científica disponible en cada
rio. La calidad percibida por el cliente (entendiendo
momento.
cliente como destinatario o beneficiario del servicio o
producto de que se trate) es un factor crítico para deter- Recomendamos la lectura atenta de esta guía a todos
minar si existe o no calidad en cualquiera de los mode- los profesionales que ejerzan su actividad en el área de la
los de calidad al uso.Ahora bien, en el campo de la salud Oncología y de la Nutrición y, en general, a todos aquellos
no sólo se debe determinar el nivel de calidad asisten- que quieran saber más sobre estos temas.

3
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):4
ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado Nutrición
Hospitalaria
SUPLEMENTOS

The need of a multidisciplinary consensus to nutrition management


of cancer patients: objectives
R. Colomer Bosch (SEOM), A. García de Lorenzo y Mateos (SENPE) and A. Mañas Rueda (SEOR). Spain.

Among the strategies considered by the Sociedad red by known quality models. Thus, in health care ser-
Española de Oncología Médica (SEOM; Spanish vices we must measure, not only helath care assistance,
Society of Medical Oncology), the Sociedad Española but other aspects of quality of life that may be related to
de Oncología Radioterápica (SEOR; Spanish Society health such as the perception of the service received,
of Radiotherapeutic Oncology), and the Sociedad how well people were treated, comfort, etc.
Española de Nutrición Parenteral y Enteral (SENPE;
All of these factors that are part of the integral treat-
Spanish Society of Parenteral and Enteral Nutrition),
ment of oncologic patients, including nutritional and
was the creation of a consensus guide to oncology
metabolis aspects, will be reviewed.
nutrition and metabolism, to be used both as a learning
tool and as guide to consulting. This guide is the result of a great coordinated effort
with the input of health care professionals with in-
The synergic cooperation between three scientific
depth knowledge in oncology, nutrition, and metabo-
societies is not a common practice. Activities that
lism, surpassing all expectations. The guide is not only
could benefit from the wisdom and experience of
to illustrate readers but also to provide an exhaustive
expert physicians are limited by secondary interests,
analysis of relevant pathologies. The ultimate goal has
disfrust, or self-sufficiency. With this guide, we are
been to provide a unique and innovative tool showing
proud to have taken a first step, which will not be the
physiopathological conditions with nutritional impli-
only one, towards common goals: to improve the
cations. We have not tried to generate one more text-
health and quality of life of our patients.
book on management of nutrition and pharmacology of
The relevance of clinical nutrition practice has stea- nosological entities, but a working tool that may be
dily increased in health assistance. There are a conti- indispensable for nutrition and oncology professionals.
nuously increasing number of health professionals,
To prepare this guide we have received the kind sup-
with a multidisciplinary approach, involved in the
port and collaboration from Nestlé Healthcare Nutrition.
nutritional well-being of patients in hospital and outpa-
tient facilities. Commonly, physicians provide their We hope to provide health care professionals res-
very personal perspective to their clinical practice, ponsible for nutritional support with all the necessary
their hope is to do things right. tools required to fulfill their tasks in clinical nutrition
units or anywhere a patient is in need of nutritional sup-
However, this is a multidisciplinary approch with
port. Our duty as health care professionals in to watch
the participation of other professionals, and their points
over for proper health assistance to patients. This res-
of view in relation to diagnostics or treatment options
ponsibility comes from our training and dedication as
will probably be different, and thus, surely there will be
well as the need and demand of society.
variability.
Without any doubt, this first approach will not be the
Apart from providing the necessary care at the right
definite one. Similar to other clinical guides and proto-
time, one must try to achieve patient’s satisfaction
cols, this text must be audited, revised, and updated with
while considering the best available evidence. A satis-
new scientific evidence that will become available.
fied client is a desirable objective in any service, inclu-
ding the health system. The quality perceived by the We recommend this guide as a must read for Onco-
client (this being defined as the person receiving the logy and Nutrition professionals, and for all those peo-
service or product) is a critical factor to determine if ple who are interested in gaining knowledge on the
there is real quality in the service provided, as measu- subject.

4
GLOSARIO

• Ácidos grasos omega 3: ácidos grasos poliinsaturados que producen inhibición de la lipólisis y de la degrada-
ción de la proteína muscular, asociadas a la caquexia neoplásica.
• Actividad física: se refiere a cualquier actividad corporal que sea más vigorosa de lo normal.
• Agente orexigénico: fármaco estimulante del apetito.
• Antropometría: ciencia que estudia la medición del tamaño, el peso y las proporciones del cuerpo humano.
• Calidad de vida: bienestar, felicidad y satisfacción de un individuo que le otorgan a éste la capacidad de ac-
tuación, funcionamiento o sensación positiva de su vida.
• Caquexia: síndrome frecuentemente asociado al crecimiento tumoral, así como a otros estados patológicos
como sida, sepsis, diabetes, etc. Se caracteriza por una pérdida de peso corporal importante y progresiva debi-
da principalmente a la desaparición de las reservas de grasa y a la disminución de la masa muscular. Se acom-
paña de anorexia, náuseas, astenia, debilidad, alteraciones hormonales e inmunodepresión.
• Cannabinoides: derivados de la marihuana que se han estudiado en la anorexia relacionada con neoplasias y
con el sida.
• Citocinas: proteínas responsables de la comunicación intercelular e inducen la activación de los receptores es-
pecíficos de membrana, las funciones de proliferación y diferenciación celular, la quimiotaxis, el crecimiento
y la modulación de la secreción de inmunoglobulinas.
• Desnutrición: déficit nutricional que se asocia a un incremento de la morbi-mortalidad.
• Enriquecedores de la dieta: alimentos que, al añadirse a los platos caseros, mejoran las características nutri-
cionales de éstos.
• Especificidad: capacidad de una prueba para detectar el “no evento”. Probabilidad de que un individuo que no
presenta el evento obtenga un valor negativo en la prueba.
• Estado nutricional: grado en el cual se están cumpliendo las necesidades fisiológicas de nutrientes del indivi-
duo.
• Esteroides anabolizantes: derivados de la testosterona que aumentan la masa muscular.
• Evidencia científica: sistema jerarquizado, basado en las pruebas o estudios de investigación, que ayuda a los
profesionales de la salud a valorar la fortaleza o solidez de la evidencia asociada a los resultados obtenidos de
una estrategia diagnóstica o terapéutica. Se expresa en niveles (I a IV) y se sigue de recomendaciones (A a C)
de uso clínico.
• Factor de necrosis tumoral (TNF): sustancia química del grupo de las citocinas que es producida por el sis-
tema inmune y que interviene en la reacción inflamatoria.
• Fiabilidad, reproducibilidad (variabilidad interobservador): medida de la concordancia entre las medidas
realizadas por diferentes personas (coeficiente kappa, κ).
• Fórmula de nutrición enteral: mezcla definida y equilibrada de macro- y micronutrientes que puede utilizar-
se como única fuente de alimentación, tanto por vía oral como por vía enteral.
• Grado de complejidad clínica en el paciente oncológico: es específico del mismo y viene determinado por
la naturaleza, el tipo, la diseminación y la evolución del tumor, la administración de tratamientos específicos
con carácter paliativo, las situaciones urgentes en las que se realizan exploraciones específicas, la relación mé-
dico-paciente y las situaciones familiares difíciles.
• Índice de masa corporal (IMC): definición del grado de adiposidad.

Peso (kg)
IMC =
Talla (m2)

• Intervención coadyuvante: tratamiento farmacológico destinado a mejorar alguno de los problemas relacio-
nados con la desnutrición.
• Malnutrición: estado patológico que resulta de un exceso o un déficit relativos o absolutos de uno o más nu-
trientes, comporta un mayor riesgo de complicaciones y podría beneficiarse de un tratamiento nutritivo.


9


• Nutrición enteral (NE): técnica de soporte nutricional artificial con la que se proveen nutrientes directamente
al tubo digestivo mediante fórmulas químicamente definidas, a través de la vía oral o mediante sondas nasoen-
téricas u ostomías. La legislación española actual considera nutrición enteral cualquier aporte con fórmulas
definidas que supere 1.000 kcal y/o 40 g de proteínas en 24 horas.
• Nutrición enteral domiciliaria (NED): administración de fórmulas enterales por vía digestiva, habitualmente
mediante sonda, con el fin de evitar o reconducir la desnutrición de los pacientes atendidos en su domicilio, en-
tendiendo por sonda tanto las nasoentéricas como las de ostomía.
• Nutrición parenteral (NP): provisión de nutrientes directamente en el torrente sanguíneo por vía intravenosa.
Puede ser total o parcial. Se trata de nutrición parenteral central cuando la administración de nutrientes se rea-
liza por vía venosa central, y de nutrición parenteral periférica (NPP), cuando se administran los nutrientes a
través de una vena periférica.
• Nutrición parenteral domiciliaria (NPD): de forma análoga a la NED, podríamos definir la NPD como
“la administración de formulaciones parenterales, generalmente a través de accesos venosos de larga dura-
ción (vías tunelizadas o implantadas), que aportan todos los nutrientes necesarios para la supervivencia y el
mantenimiento o la corrección del estado nutricional en los pacientes con fallo intestinal atendidos en su
domicilio”.
• Paciente en progresión sin tratamiento (paciente terminal): paciente que presenta una enfermedad oncoló-
gica avanzada, progresiva e incurable, con un diagnóstico histológico demostrado (en aquellas situaciones en
las que por la situación clínica se acepte la ausencia del diagnóstico histológico, se deberán haber excluido los
tumores potencialmente tratables).
• Paciente libre de enfermedad o en remisión clínica (supervivencia): paciente que conserva o mantiene
unas características concretas de vida después de un evento oncológico en el que otros las han perdido o las
han visto modificadas.
• Progestágenos: fármacos derivados de la progesterona utilizados como estimuladores del apetito en la anore-
xia relacionada con neoplasias (acetato de megestrol y medroxiprogesterona).
• Screening cribado nutricional: valoración inicial encaminada a detectar, de manera rápida y sencilla, a los
individuos que están desnutridos o se encuentran en riesgo de desarrollar desnutrición, para remitirlos a una
valoración nutricional más específica. Debe ser lo suficientemente sensitivo como para detectar a todos o a ca-
si todos los pacientes en riesgo. No requiere que sea realizado por expertos en Nutrición.
• Sensibilidad: capacidad de una prueba para detectar el evento. Probabilidad de que un individuo que presenta
el evento obtenga un valor de la prueba positivo.
• Soporte nutricional artificial (NA): provisión de nutrientes por vía oral, enteral o parenteral con intención te-
rapéutica.
• Suplemento oral: fórmula químicamente definida diseñada para complementar los alimentos de consumo or-
dinario cuando éstos, por sí solos, son insuficientes para cubrir las necesidades de un paciente. Pueden ser fór-
mulas completas o no, y no son necesariamente equilibradas.
• Validez de contenido: medida en que el método sirve para estimar lo que se está midiendo.
• Validez predictiva: medida en que el método sirve para predecir las complicaciones asociadas a la malnutri-
ción y los beneficios del soporte nutricional en esos pacientes.
• Valor predictivo negativo: probabilidad de que el paciente, sin ser identificado por el test, no esté malnutrido.
Depende de la prevalencia.
• Valor predictivo positivo: probabilidad de que el paciente, siendo identificado por el test, esté malnutrido.
Depende de la prevalencia.
• Valoración del estado de nutrición: proceso de diagnóstico que permite caracterizar el grado de desnutrición
y el riesgo que tiene el individuo de desarrollar complicaciones en relación con la desnutrición. Proporciona
datos de la historia clínica y dietética, del examen físico y de las medidas antropométricas o de la composición
corporal. Es un proceso realizado por personal especializado con experiencia en Nutrición, y que no es, por su
complejidad, de aplicación rutinaria para todos los pacientes.

10
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):13
Nutrición ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado

Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Introducción al problema: nutrición y oncología


La enfermedad oncológica es importante por su La capacidad de mantener un estado nutricional
frecuencia (320 hombres y 290 mujeres/100.000 ha- adecuado es un problema habitual en la práctica onco-
bitantes y año), por su morbi-mortalidad y por su in- lógica, ya que tanto el desarrollo de la propia enferme-
fluencia en la calidad de vida de los pacientes y de dad neoplásica como el tratamiento oncoespecífico
sus cuidadores, pero actualmente también destaca que se administra pueden llegar a producir un estado
por el gran avance en su diagnóstico precoz y en la de malnutrición calórico-proteica, esto es, tanto la pro-
aplicación del mejor tratamiento, con la inclusión de pia neoplasia como su tratamiento pueden ocasionar la
un equipo multidisciplinar (oncólogos médicos, on- aparición de malnutrición.
cólogos radioterápicos, nutricionistas, psicooncólo-
gos, médicos especialistas en Cuidados Continuos y Todo esto repercutirá en distintos aspectos, como
Paliativos, dietistas, etc.), en el que resulta de espe- son la evolución de la enfermedad (morbi-mortalidad)
cial importancia la inclusión de la intervención nu- y su tolerancia, el cumplimiento terapéutico, la calidad
tricional en el esquema habitual de tratamiento de de vida y la esfera psicosocial. Los pacientes sin des-
soporte. nutrición tienen una mayor capacidad para solventar
las complicaciones derivadas de la cirugía, la radiotera-
Hasta hace no mucho tiempo, los médicos dedica- pia y la quimioterapia. La caquexia se asocia a una me-
dos a la Oncología se centraban exclusivamente en ad- diana de supervivencia menor, a una peor respuesta a
ministrar correctamente el tratamiento oncológico in- la quimioterapia y a un empeoramiento del estado ge-
dicado, sin detenerse a valorar otros aspectos neral del paciente. Muchos estudios realizados en pa-
relacionados también con el cáncer, como los aspectos cientes con cáncer han demostrado una relación direc-
psicosociales, la calidad de vida o los tratamientos de ta entre la pérdida de peso corporal y masa magra y la
soporte no específicos, entre los que destacaba el gra- mortalidad. No obstante, no se han publicado observa-
do de desnutrición-malnutrición y su repercusión en la ciones que proporcionen una evidencia directa de que
evolución de la enfermedad. la caquexia sea una causa de muerte (Klein S, 1997).
Pero, por otro lado, si se recaba la opinión del pa- La malnutrición en los pacientes con cáncer se ha re-
ciente en relación con la alimentación, el apetito, la as- lacionado con una menor calidad de vida. Entre los dis-
tenia, la anorexia, la desnutrición y la caquexia, el im- tintos factores pronósticos de los pacientes oncológi-
pacto que todo ello tiene en su imagen corporal y en la cos, como son el tipo de tumor, el estadio de la
relación familiar y social, se puede observar que para enfermedad o el estado general del paciente, la pérdi-
los pacientes éstos son factores de una gran relevancia da de peso es el factor potencialmente más sensible a
en su apreciación de la evolución favorable o desfavo- la intervención terapéutica (Dewys W, 1985).
rable de la enfermedad. Es decir, la ausencia de proble-
mas nutricionales se asocia con el concepto de salud, y Todo esto debe conducir a la inclusión del soporte
su existencia con el concepto de enfermedad y/o gra- nutricional como arma terapéutica más involucrada en
vedad. el tratamiento oncológico activo.

13
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):14-18
ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado Nutrición
Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Epidemiología: causas de la malnutrición en el cáncer


La desnutrición puede producirse por un aumento de acuerdo con la localización del tumor, el estadio de la
las necesidades metabólicas, una insuficiente ingesta de enfermedad, el tipo de tratamiento y el método usado
nutrientes o la pérdida de los mismos. La expresión para identificar la malnutrición. La prevalencia puede
máxima de desnutrición es la caquexia tumoral, la cual es oscilar entre el 9% y el 46% en los tumores urológicos y
responsable directa o indirecta de la muerte de un tercio en los pulmonares, respectivamente, hasta alcanzar el
de los pacientes con cáncer (Tisdale MJ, 2003). Así, la 86% en los tumores pancreáticos (Stratton RJ, 2003).
caquexia tumoral es un síndrome complejo en el que,
Es bien sabido por todos que los enfermos con cáncer
junto con un estado de desnutrición, se incluyen pérdida
pueden llegar a presentar desnutrición tanto al inicio de
de peso, disminución de la masa muscular, anorexia y
la enfermedad (15%-20% de los pacientes) como en los
saciedad precoz, debilidad, anemia y edemas. Este cua-
estadios más avanzados o terminales de su proceso
dro clínico se asocia a un aumento de la morbilidad y de
(80%-90% de los pacientes) (Nelson AK, 1994), pero
la mortalidad de los pacientes.
pocos estudios analizan la incidencia de la malnutrición
La desnutrición asociada a la enfermedad oncológica a lo largo de la enfermedad oncológica.
puede deberse a dos causas:
La caquexia asociada al cáncer constituye un pro-
1. Malnutrición calórico-proteica de predominio ener- blema sanitario por sí misma a causa de su incidencia.
gético: disminución del aporte de energía y de Sabemos que, en el momento del diagnóstico de la
nutrientes. Se relaciona con fenómenos como la enfermedad, la caquexia afecta al 15%-40% de los
anorexia asociada con la depresión, las dificultades pacientes con cáncer, y que puede afectar hasta al 60%-
mecánicas para la ingesta, y las alteraciones en la 80% de los pacientes con enfermedad avanzada (Nel-
absorción y en la digestión secundarias a la toxici- son KA, 1994).
dad por los citostáticos.
2. Malnutrición calórico-proteica mixta: se presenta en Caquexia según patologías
situaciones de aumento del catabolismo, como pue-
den ser las infecciones, las intervenciones quirúrgi- La caquexia es la primera causa inmediata de muerte
cas o la fiebre. por cáncer (en un 20%-40% de los pacientes), aunque
los datos por patologías son variables:
En la caquexia tumoral, la malnutrición es de tipo
mixto, con la salvedad de que la disminución del com- • En los pacientes con neoplasias hematológicas la
partimento musculoesquelético es mucho mayor y incidencia es muy escasa.
más rápida, y el compartimento proteico visceral se • En los pacientes con linfomas de buen pronóstico,
mantiene hasta el final. cáncer de mama y sarcoma, la incidencia es del 30%-
La importancia del estudio de este síndrome reside en 40%.
que la malnutrición y la pérdida de peso constituyen un • En los pacientes con linfomas de mal pronóstico, cán-
factor pronóstico en la enfermedad tumoral, junto con cer de próstata, pulmón y colon, aumenta hasta el
el tipo de tumor, el estadio de la enfermedad y el estado 48%-61%.
general del paciente. Entre todos ellos, el factor sobre el
que es posible realizar una intervención terapéutica es • En los pacientes con cáncer gástrico o de páncreas
la pérdida de peso y la malnutrición. asciende hasta el 80%-90%.
Sin embargo, a pesar de la relevancia de este tema en En la Tabla I se muestran los datos de pérdida de peso
Oncología, existen pocos estudios a gran escala sobre la en el momento del diagnóstico en el estudio de Dewys,
prevalencia de la malnutrición en los pacientes con cán- agrupados según patologías.
cer. Por otra parte, la evaluación del estado nutricional
Se sabe que numerosos factores influyen en el estado
no constituye una práctica estándar en la mayoría de los
nutricional del paciente; no obstante, existen eviden-
grandes centros en Europa ni en Estados Unidos.
cias de que el factor con más peso es el estadio tumoral.
Otro factor relevante es el tipo de tratamiento admi-
Datos epidemiológicos nistrado y, de este modo, los tratamientos locorregiona-
les que afectan a la vía aérea y al tracto digestivo supe-
La malnutrición es común en los pacientes con cáncer. rior (cirugía, quimio-radioterapia) producen un elevado
Se estiman tasas de prevalencia de malnutrición de porcentaje de complicaciones en la esfera nutricional.

14
Tabla I
Pérdida de peso según el tipo de cáncer

Pérdida de peso en los seis meses previos al diagnóstico (%)


Tumor
n 1-5 5-10 > 10 Total
Cáncer gástrico 317 21 31 33 85
Cáncer de páncreas 111 29 28 26 83
Cáncer de pulmón no microcítico 590 25 21 15 61
Cáncer de pulmón microcítico 436 23 20 14 57
Cáncer de próstata 78 28 18 10 56
Cáncer de colon 307 26 14 14 54
Linfoma no Hodgkin de alto grado 311 20 13 15 48
Sarcomas 189 21 11 7 39
Leucemia aguda no linfoblástica 129 27 8 4 39
Cáncer de mama 289 22 8 6 36
Linfoma no Hodgkin de bajo grado 290 14 8 10 10
Cáncer de mama 289 22 8 6 36
Linfoma no Hodgkin de bajo grado 290 14 8 10 10

La desnutrición es aún más frecuente en los pacientes peso, el 37% presentó una pérdida de peso intensa
con criterios de enfermedad oncológica terminal. En un (> 10% del peso previo a la enfermedad) y el 59% sufrió
análisis de 2003 se concluyó que se diagnosticaba mal- una pérdida de peso superior al 5% (tabla II).
nutrición a un 87% de los pacientes evaluados con estos
En ambos estudios (Dewys y Tchekmedyian) se
criterios (Sarhill N, 2003).
aprecia que en el momento del diagnóstico más de la
Los resultados de Dewys con respecto a la incidencia de mitad de los pacientes tenían algún tipo de problema
pérdida de peso indicaban que los subtipos favorables de nutricional y más del 75% presentaban una pérdida de
linfoma no Hodgkin, el cáncer de mama, la leucemia peso. Los tumores más relacionados con la malnutri-
aguda no linfocítica y los sarcomas tenían menor frecuen- ción fueron los tumores de páncreas y de estómago, y
cia de pérdida de peso (60%-69% de los pacientes); que los los menos relacionados aquellos que presentaban facto-
pacientes con linfoma no Hodgkin desfavorable, cáncer de res pronósticos e histológicos favorables, como los
colon, cáncer de próstata y cáncer de pulmón presentaban tumores de mama y los linfomas.
una pérdida de peso intermedia (48%-61% de los pacien-
En cuanto a los datos sobre la malnutrición en los
tes); y que los pacientes con tumores pancreáticos o gástri-
pacientes oncológicos en España, los únicos que exis-
cos sufrían una alta frecuencia de pérdida de peso (83%-
ten actualmente son los que se desprenden del estudio
87% de los pacientes), un tercio de los cuales experimentó
NUPAC (Gómez-Candela C, 2003). Los datos de este
una pérdida de peso mayor del 10% (malnutrición grave).
estudio se recogieron entre octubre de 2001 y abril de
El estudio de Dewys (1980) analiza la pérdida de peso 2002; dicho estudio fue realizado por oncólogos médi-
en 3.047 pacientes oncológicos divididos en cuatro grupos cos, oncólogos radioterápicos y médicos especialistas
según el porcentaje de pérdida de peso (sin pérdida de peso, en Cuidados Paliativos. El objetivo del estudio fue
pérdida entre el 1% y el 5%, pérdida entre el 5% y el 10% y determinar la prevalencia en España de la malnutrición
pérdida superior al 10%) y que participaban en 12 protoco- en los pacientes con cáncer avanzado, por el impacto
los de quimioterapia realizados por el Eastern Cooperative negativo en la evolución de la enfermedad de este factor
Oncology Group(ECOG). Se observó que, para un mismo y por su impacto en la toma de decisiones terapéuticas.
tipo de cáncer, los pacientes con mejor performance status
En este estudio se recogieron datos de 781 pacientes
(ECOG 0-1) presentaron una menor incidencia de pérdida
con cáncer avanzado o metastásico con tumores sólidos
de peso, frente a los de peor performance status. En rela-
de diferentes centros españoles.
ción con la extensión del tumor y con la pérdida de peso, se
objetivó que,cuando existían dos o más órganos afectos de La principal conclusión era que el 52% de los pacien-
metástasis, se incrementaba la pérdida de peso (sobre todo tes de este estudio sufrían malnutrición de forma mode-
en el cáncer de mama) (DewysW,1985). rada o grave, a diferencia de lo que indicaban otros estu-
dios, como el australiano publicado en 2002, en el que
Otro estudio de gran relevancia en la prevalencia de
un 75% de los pacientes estaban malnutridos (el 59%
la malnutrición en la enfermedad oncológica es el de
con malnutrición moderada y el 17% con malnutri-
Tchekmedyian (1995), que estudió a 644 pacientes. En
ción severa) (Bauer J, 2002).
el 54% de ellos se observaba una disminución del ape-
tito y de la ingesta de alimentos, el 49% tenía un peso Los tumores que se asociaban a una mayor pérdida de
inferior al normal, el 75% experimentó una pérdida de peso las dos semanas previas a la recogida de datos fue-

15
Tabla II
Prevalencia de sintomatología nutricional en pacientes oncológicos

Síntomas Total de pacientes Total de pacientes con enfermedad diseminada


Anorexia 54% 59%
Disminución de la ingesta 61% 67%
Sobrepeso 14% 13%
Normopeso 37% 33%
Peso inferior al normal 49% 54%
Pérdida de peso:
Cualquier % 74% 76%
Menor del 5% 15% 15%
5%-10% 22% 20%
10%-20% 26% 27%
Mayor del 20% 11% 15%
Tchekmedyian N. Cost and benefits of nutrition support in cancer. Oncology 1995; 9 (Supl.): 79-84.

ron el cáncer de esófago (57,7%), el de estómago (50%) especialmente en los cánceres de estómago y de esó-
y el de laringe (47,1%). La menor pérdida de peso se fago, en los cuales existía una mayor asociación con la
produjo en los pacientes con cáncer de próstata pérdida de peso. Según se describe en el estudio de
(17,6%), y la mayor (40%) en los tumores con recidiva Dewys, los tumores del tracto gastrointestinal son
locorregional (fig. 1). aquellos en los que existe una mayor incidencia de mal-
nutrición y un mayor porcentaje de pérdida de peso.
Tal como se ha referido anteriormente, existe una
relación entre la pérdida de peso y el aumento de la Más de la mitad de los pacientes del estudio (59,3%)
morbi-mortalidad, y se sabe que la gravedad de la enfer- se encontraban en tratamiento oncológico activo (la
medad y el grado de pérdida de peso están relacionadas. mayoría con quimioterapia y/o radioterapia), debido a la
En un 48,1% de los pacientes estudiados, de los cuales baja tasa de participación de los pacientes de Unidades
muy pocos se encontraban en la fase diagnóstica, se de Cuidados Paliativos.
apreciaba pérdida de peso el mes anterior a la realiza-
Otro dato importante que se recoge en el estudio es la
ción del cuestionario del estudio.
falta de concienciación sobre la relevancia del estado
En la mayoría de los casos, la enfermedad tumoral se nutricional entre los médicos que trabajan con pacien-
encontraba en fase metastásica (80%), mientras que en tes oncológicos, pues en España existe un gran número
el resto (20%) se trataba de recidivas locorregionales, de pacientes con cáncer sin un diagnóstico nutricional.

70
Pérdida
60 Sin cambios
Aumento
50

40

30

20

10

0
Esófago Estómago Laringe Páncreas Pulmón Colorrectal Mama Próstata

Fig. 1.—Cambios de peso en las dos semanas previas a la recogida de dolor según el tipo de tumor.

16
Se concluye que existe un gran número de pacientes – Secreción de sustancias caquectizantes: la produc-
con malnutrición en los que aparecen una variedad de ción elevada de citocinas, como el factor de necro-
síntomas que impiden la ingesta de alimentos. En sis tumoral (TNF), la interleucina 1 (IL-1), la inter-
muchos de ellos es necesaria la intervención nutricional, leucina 6 (IL-6) y el interferón-α, provoca
bien mediante recomendaciones dietéticas, bien aso- anorexia, pérdida de peso, pérdida de grasa subcu-
ciando, además, medicación para controlar los síntomas. tánea, pérdida de masa muscular, etc.

Causas de la malnutrición en el cáncer Causas de desnutrición relacionadas


con el paciente
Existen varias causas de desnutrición en los pacien-
tes cancerosos (García Luna PP, 2006). Las principales Algunos hábitos del paciente están directamente rela-
se recogen a continuación. cionados con el proceso neoplásico que padece. El con-
sumo de tabaco y de alcohol puede continuar después del
diagnóstico de la enfermedad, lo que provoca un aumento
Causas de desnutrición relacionadas con el tumor de los efectos nefastos de los mismos, como son la anore-
xia, la pérdida de apetito y la disminución de la absorción
• Alteraciones mecánicas o funcionales del aparato de nutrientes. La anorexia y la caquexia cancerosa son sín-
digestivo: los tumores del aparato digestivo o los tumo- tomas frecuentes y graves en los procesos neoplásicos
res pulmonares con alto componente mediastínico pue- avanzados. Los pacientes oncológicos presentan con fre-
den provocar alteraciones mecánicas y funcionales que cuencia alteraciones psicológicas relacionadas con el
afectan a la nutrición del paciente. Los tumores de la cáncer. El diagnóstico de cáncer produce en el paciente
esfera otorrinolaringológica inducirán malnutrición por sensaciones de miedo, ansiedad y depresión, así como
alteración en la masticación (fibrosis) y/o en la saliva- alteraciones del afrontamiento al estrés. Si las reacciones
ción (xerostomía), y dolor en la deglución. Los tumores son desadaptativas, se puede llegar a provocar una altera-
esofágicos van a producir alteración en la nutrición por la ción de la ingesta de alimentos que dará lugar a un dete-
disfagia que provocan. Los tumores gástricos tendrán rioro progresivo en la nutrición y en la calidad de vida del
como consecuencia anorexia,saciedad precoz y obstruc- paciente.
ción. Los tumores digestivos distales podrán ocasionar
cuadros oclusivos intestinales,fístulas,hemorragias,etc.
Causas de desnutrición relacionadas
• Alteraciones del metabolismo provocadas por el con el tratamiento oncoespecífico
propio tumor: los tumores provocarán una serie de
alteraciones metabólicas, consistentes en:
– Aumento de la síntesis de proteínas de la fase Riesgo nutricional en cirugía (tabla III)
aguda y catabolismo proteico, que provocan pér- La cirugía puede estar asociada a complicaciones como
dida de masa muscular y visceral. Aumento de la el dolor, la astenia, la anorexia y las alteraciones del trán-
lipólisis y de los triglicéridos circulantes, y sito digestivo, que van a interferir en la alimentación nor-
disminución de la lipogénesis y de la lipoproteinli- mal del paciente.
pasa, que origina disminución de la masa grasa. La
resistencia insulínica, el aumento de la neogluco- El paciente oncológico que precisa en algún momento
génesis, la disminución del glucógeno y el de su tratamiento una actuación quirúrgica debería
aumento del consumo de glucosa provocan un encontrarse en ese momento en la mejor situación meta-
mayor gasto energético a través de la vía glucolí- bólica posible, pues la desnutrición puede alterar la
tica y contribuyen a un aumento del gasto cicatrización de la herida, predisponer a infecciones,
energético. interferir en la adaptación y en la rehabilitación posto-

Tabla III
Causas de desnutrición en relación con la cirugía

Cirugía de cabeza y cuello Alteraciones de la masticación-deglución. Xerostomía. Disfagia. Fístulas


Cirugía esofágica Trastornos de la deglución. Disfagia. Estenosis esofagogástricas. Fístulas
Cirugía gástrica Saciedad precoz. Síndrome de Dumping. Malabsorción de vitamina B12, hierro y calcio
Cirugía del intestino delgado Diarrea. Malabsorción.Alteraciones hidroelectrolíticas. Estenosis. Fístulas
Cirugía de colon/recto Diarreas.Alteraciones hidroelectrolíticas. Malabsorción
Cirugía hepática/biliar Hiperglucemia. Encefalopatía.Alteraciones hidroelectrolíticas. Malabsorción grasa
Cirugía pancreática Malabsorción grasa y proteica. Esteatorrea. Hiperglucemia/diabetes secundaria. Fístulas

17
peratorias, y prolongar la estancia hospitalaria (Boz- efectos secundarios depende de diversos factores, tales
zetti F, 2001). En general, las causas de desnutrición como la localización tumoral, la dosis total adminis-
relacionadas con el tratamiento quirúrgico son el hiper- trada, el fraccionamiento utilizado o la duración total,
catabolismo, el ayuno posquirúrgico, el íleo prolon- así como de otros tratamientos oncológicos concurren-
gado, las fístulas, el síndrome de malabsorción, la obs- tes o previos. La toxicidad generada puede manifestarse
trucción intestinal y la atonía gástrica. de forma aguda o tardía. Los tumores de cabeza y cuello,
los del tracto digestivo y los torácicos presentan efectos
• Cirugía de cabeza y cuello: del 30% al 50% de
secundarios con una gran influencia en la nutrición. Si
estos pacientes presentan disfagia, pérdida de peso y
además el tratamiento con radioterapia es concomitante
malnutrición global en el momento del diagnóstico; la
a la quimioterapia, las toxicidades se intensifican.
cirugía puede causar directamente dificultad en la mas-
ticación y en la deglución, en función de la extensión de • Radioterapia en tumores de cabeza y cuello: la
la resección quirúrgica. La aparición de fístulas cutá- mucositis, la disfagia con odinofagia o sin ella y la
neas puede presentarse como complicación. xerostomía dificultan la alimentación oral normal y pro-
vocan alteraciones del estado nutricional y, en ocasio-
• Cirugía esofágica: los pacientes con enfermedad
nes, interrupciones del tratamiento (Pajak TF, 1991). En
avanzada presentan malnutrición en el momento del
los pacientes sometidos a quimioterapia concurrente,
diagnóstico. La cirugía tiene un riesgo importante de
otros factores como el tabaco, la ingesta de alcohol y la
complicaciones, como dehiscencias, fístulas, mediasti-
neutropenia aumentan el riesgo de infección local aña-
nitis y neumonías, y en la mayor parte los casos requiere
dida; asimismo, suele existir hipogeusia agregada. La
soporte nutricional mantenido durante largos periodos;
radio-quimioterapia se asocia a un mayor grado de
además, puede causar estasis gástrica y malabsorción
mucositis, y es común perder el 8%-10% del peso
de grasas, que conduce a esteatorrea y a diarrea.
corporal (Brizel DM, 1998). En la irradiación torácica,
• Cirugía gástrica: aunque la gastrectomía tiene la inclusión del esófago ocasiona esofagitis con odino-
menos riesgo de complicaciones tales como las dehis- fagia y disfagia de intensidad variable.
cencias y las fístulas, suele ser frecuente la malabsor-
• Irradiación abdominal: pueden presentarse gas-
ción de grasas y proteínas y la limitación en la ingesta
tritis, náuseas, vómitos, intolerancia alimentaria, anore-
calórica a causa de una esofagitis o de un síndrome de
xia y pérdida de peso.
dumping. Suele presentarse saciedad temprana, y se
observa disminución en la absorción de calcio, hierro, • Irradiación pélvica a nivel intestinal: la enteritis
vitaminaA, vitamina B12 y vitamina D, ésta última como rádica se produce por una disminución de las vellosida-
resultado de la esteatorrea. des intestinales con la consiguiente diarrea; la presencia
de esteatorrea se debe a malabsorción grasa; también
• Cirugía intestinal: no es frecuente la desnutrición
puede observarse una inhibición de la absorción de agua
previa a la cirugía. Las complicaciones de la cirugía,
por el cúmulo de sales biliares en el colon. A nivel colo-
como dehiscencias o fístulas, pueden estar presentes; sin
rrectal se produce un cuadro de rectitis con tenesmo.
embargo, las alteraciones nutricionales más destacables
dependen de la cantidad de intestino delgado resecado, así
como de si se han extirpado la válvula ileocecal y el colon
derecho. La cirugía del intestino delgado y del colon pro- Riesgo nutricional en quimioterapia
vocará, en ocasiones y a largo plazo, malabsorción pro-
teica, de grasa y de sales biliares, lo que aumentará la dia- La quimioterapia actúa sobre el ciclo celular, espe-
rrea y las deficiencias vitamínicas y de minerales. cialmente en las células de proliferación rápida, y según
la localización podrá llegar a producir mucositis oral,
• Cirugía pancreática: es frecuente la desnutrición. enteritis, ulceraciones y hemorragias. A nivel digestivo
Durante el periodo postoperatorio pueden aparecer com- puede provocar malabsorción y diarrea.
plicaciones en la anastomosis, infecciones y/o hemorra-
gias. Si estas complicaciones se cronifican a causa de una En general, los efectos no deseados del tratamiento
fístula, el soporte nutricional será esencial. La pancreatec- quimioterápico implican riesgo nutricional. La apari-
tomía o duodenopancreatectomía puede tener un impacto ción de náuseas y vómitos como síntomas más relevan-
significativo en el estado nutricional del paciente, por una tes depende de los fármacos empleados y de su poten-
insuficiencia pancreática tanto exocrina como endocrina, cial emético, de la dosis y de la pauta administradas, así
con la aparición de diabetes secundaria. como de factores generales como la edad, el sexo y la
existencia de otros tratamientos concurrentes o previos.
La mucositis es otro efecto importante de característi-
Riesgo nutricional en radioterapia cas clínicas similares a las descritas para el tratamiento
radioterápico; no obstante, los pacientes más expuestos
En general, el tratamiento radioterápico provoca son los que reciben altas dosis de quimioterapia, como
efectos indeseables debido a que un porcentaje de la los portadores de neoplasias hematológicas y los de
dosis administrada al tumor es absorbida por los tejidos tumores de cabeza y cuello, que reciben un tratamiento
sanos circundantes. La manifestación clínica de estos combinado de radio-quimioterapia.

18
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):19-23
Nutrición ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado

Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Impacto del estado nutricional en la evolución del paciente: cumplimiento


del tratamiento oncológico y tolerancia al mismo, calidad de vida
e impacto psicosocial
Las consecuencias de la desnutrición en el pronóstico mero de ellos es el de Keys, “el experimento Minnes-
del paciente oncológico se manifiestan a nivel tanto sota”, que consistió en someter a personas sanas a un
funcional como estructural, lo cual hace que aparezcan ayuno parcial de 24 semanas, con el resultado de que
repercusiones en la evolución clínica, en el cumpli- perdieron peso corporal y masa grasa, además de pade-
miento terapéutico y en la esfera psicosocial; es decir, se cer alteraciones físicas, pérdida de fuerza muscular y
reduce la efectividad de la quimioterapia y de la radiote- alteración del estado de ánimo. Posteriormente, Allison
rapia, aumenta el riesgo de toxicidades por las mismas, (1992) estudió los efectos del ayuno, y llegó a la conclu-
disminuyen la masa muscular y la capacidad funcional, sión de que éste produce hasta un 40% de pérdida de
se incrementa el riesgo de complicaciones postoperato- peso y un 30% de mortalidad. En este estudio se insi-
rias, se requiere una mayor estancia hospitalaria y, en núan la acción potenciadora y las consecuencias meta-
resumen, se produce un empeoramiento de la calidad de bólicas asociadas a la malnutrición proteico-energética.
vida del paciente (Tchekmedyian N, 1999). Los pacien-
tes con desnutrición tienen una peor capacidad para sol-
ventar las complicaciones derivadas de la cirugía, la Caquexia cancerosa
radioterapia y la quimioterapia.
La presencia de la enfermedad neoplásica genera una
La desnutrición en el paciente oncológico condiciona serie de alteraciones metabólicas complejas que dan
la actitud terapéutica tanto en el tipo como en la intensi- lugar a una pérdida progresiva e involuntaria de peso (a
dad, y obliga a utilizar tratamientos de forma subóptima expensas tanto de la masa adiposa como de la masa
o inadecuada. muscular) que, junto con la presencia de anorexia, aste-
nia, anemia, náuseas crónicas e inmunosupresión, cons-
tituye el síndrome conocido como caquexia cancerosa.
Incremento de la morbi-mortalidad
La patogénesis de la caquexia es bastante compleja,
Así pues, la malnutrición inducida por el cáncer es un pero pueden diferenciarse dos componentes fundamen-
factor pronóstico negativo independiente y predictivo de tales: por una parte, una disminución del aporte de ener-
un aumento de la toxicidad de la quimioterapia(VilchesY, gía y nutrientes, y anorexia; y por otra un aumento de las
1994). En el estudio de Dewis (1985), donde se evaluó a demandas calóricas del organismo generado por una
3.047 pacientes sometidos a12 protocolos de quimiotera- serie de anormalidades físiopatológicas y bioquímicas
pia, en nueve protocolos se constató que en todos los que sobrevienen como consecuencia de la presencia del
tumores existía una menor supervivencia de los pacientes tumor. De esta forma, se produce lo que se conoce como
con pérdida de peso. En consecuencia, podemos deducir un“ayuno acelerado”, que conduce a una rápida pérdida
que de los distintos factores pronósticos en los pacientes de peso y a un desgaste corporal.
oncológicos, como son el tipo de tumor, el estadio de la
Aunque juega un papel importante en la desnutrición
enfermedad y el estado general del paciente, la pérdida de
asociada al cáncer, la patogénesis del síndrome de
peso es potencialmente el más sensible a la intervención
anorexia-caquexia es mucho más complicada que un
terapéutica (Murria DJ,1998).
ayuno prolongado.
La desnutrición es el diagnóstico secundario más
Algunos estudios que utilizan soporte nutricional con-
común en el paciente oncológico y suele ser de tipo
vencional han sugerido que los pacientes con cáncer pre-
mixto (desnutrición energético-proteica). De hecho, la
sentan un bloqueo parcial para la síntesis de tejido magro,
pérdida de peso es la mayor causa de morbilidad y mor-
mientras que otros no han podido demostrar una ganancia
talidad en el cáncer avanzado.
de peso o la mejoría de los parámetros antropométricos
Todos los análisis que se han realizado sobre el tema con respecto a los controles en ensayos con suplementa-
se han llevado a cabo en pacientes enfermos, lo cual ción oral. Ni siquiera con el uso de nutrición parenteral se
dificulta estudiar el efecto de la malnutrición energé- ha conseguido revertir siempre la pérdida de peso, y los
tico-proteica; sin embargo, existen dos trabajos en indi- resultados son controvertidos. Esto ha hecho pensar que
viduos sanos que podrían servir de ilustración. El pri- la pérdida de peso y la caquexia no son consecuencia

19
exclusivamente de una disminución en la ingesta efectiva duce en la masa musculoesquelética, mientras que la
(anorexia), y que se diferencia de ésta en que en el ayuno masa proteica visceral se preserva durante más tiempo.
se produce una movilización preferente de la grasa con Esta pérdida de masa muscular parece deberse a una
preservación del compartimento musculoesquelético, reducción de la síntesis proteica, de albúmina y de proteí-
mientras que en la caquexia cancerosa se movilizan nas transportadoras de enzimas y proteínas tisulares, pero
ambos compartimentos por igual. sobre todo a un aumento de la proteólisis, en concreto, a
través del sistema proteolítico dependiente de ATP y ubi-
El paciente con cáncer parece incapaz de desarrollar
quitina celular. Los aminoácidos resultantes pueden deri-
adaptaciones metabólicas comparables a las del ayuno
varse a la síntesis proteica no muscular, fundamental-
para preservar su tejido magro. En lugar de reducir el
mente proteínas de fase aguda en el hígado y citocinas por
gasto energético en respuesta a la disminución de la
las células inmunes, a la neoglucogénesis hepática (ala-
ingesta, el individuo portador de un tumor mantiene un
nina) y a la nutrición del propio tumor (glutamina).
gasto inalterado o incluso aumentado, lo que conduce a
una movilización sostenida de las proteínas corporales. La pérdida de masa muscular que se produce en la
desnutrición conlleva una pérdida de fuerza que tiene
En conclusión, el paciente afectado por el tumor fra-
importantes consecuencias sobre el estado funcional
casa en su intento de ingerir, digerir, absorber o utilizar
del individuo, aumenta la dependencia de cuidados de
los nutrientes y desarrolla un balance energético nega-
terceros y disminuye la calidad de vida del paciente.
tivo que le conduce a una pérdida de peso acelerada.
Junto con la pérdida de peso, aparecen la anorexia y
la astenia extremas, que condicionarán un aumento de
Alteraciones metabólicas la inactividad del paciente por la debilidad que ocasio-
nan, con disminución de la resistencia al esfuerzo y de
Se han descrito diversas anomalías metabólicas en el
la capacidad funcional al producirse reducción de la
paciente con cáncer. Con respecto a las alteraciones del
masa muscular, rotura de miofibrillas, edema intersti-
metabolismo energético, parece que los expertos en el
cial y atrofia muscular.
tema admiten cada vez más la existencia de un gasto
basal incrementado, que suele aparecer de forma tem- Existen otros factores independientes del volumen de
prana en el transcurso de la enfermedad neoplásica. masa muscular que participan en el deterioro funcional
del compartimento musculoesquelético, como podrían
En lo que se refiere a las alteraciones del metabolismo
ser la lentificación de la relajación, las alteraciones intra-
de los carbohidratos asociadas al cáncer,se observa que la
celulares de electrolitos y micronutrientes, el deterioro de
fuente energética de la mayoría de los tumores sólidos
la utilización de glucosa por el músculo, que en el cáncer
proviene del metabolismo anaerobio de la glucosa, que
estaría intensificado por la existencia de resistencia a la
origina una mayor producción de lactato. En los pacientes
insulina, la disminución de la actividad enzimática y los
neoplásicos, la regeneración de la glucosa en el hígado a
posibles defectos en el potencial de membrana o en las
partir del lactato (ciclo de Cori) está incrementada, con un
bombas de sodio y potasio dependientes deATP.
aumento del consumo energético. También está incre-
mentada la neoglucogénesis a partir de aminoácidos Si se afecta la musculatura respiratoria, se producirá
como la alanina y el glicerol, procedentes de la proteólisis una disminución de la masa y la contractilidad del dia-
muscular y de la lipólisis. La resistencia periférica a la fragma y del resto de los músculos respiratorios, que se
insulina es también un fenómeno frecuente, pues aparece asociará a una disminución de la ventilación pulmonar
hasta en un 40% de los pacientes neoplásicos, y contri- y de la capacidad vital y a un descenso de las presiones
buye al trastorno metabólico global. inspiratorias y espiratorias máximas. La potencia tusí-
gena disminuirá, alterándose la movilidad de los cilios
La repleción de la grasa corporal total es un hallazgo
de las células epiteliales, lo que favorecerá la aparición
frecuente en la caquexia cancerosa. En muchos pacientes
de atelectasias e infecciones. También se altera la res-
neoplásicos se ha descrito un aumento de la lipólisis que
puesta ventilatoria a la hipoxia y a la hipercapnia. En
origina una mayor producción de ácidos grasos libres y
resumen, se producirá un deterioro funcional respira-
glicerol. El mecanismo no es bien conocido, pero el factor
torio, y todos estos cambios son los responsables de
lipolítico tumoral y los factores hormonales catabólicos
que la neumonía sea una de las causas más frecuentes
estimularían el AMPc, produciendo un catabolismo pro-
de muerte por alteración de la musculatura respiratoria
longado de los depósitos de grasa corporal.
en el contexto de la desnutrición.
También es frecuente la hiperlipemia (fundamental-
De la misma manera, si se afecta la musculatura car-
mente a expensas de los triglicéridos), debida a una
díaca, puede llegar a producirse una reducción de la
menor actividad de la lipoproteinlipasa y a un aumento
masa miocárdica tanto en el peso como en el volumen,
de la lipogénesis hepática.
que afectaría al grosor de la pared ventricular y al volu-
Los datos disponibles sobre el compartimento proteico men de la cavidad ventricular, por lo que el índice
global en la caquexia neoplásica aún son controvertidos. cardíaco disminuiría. Todo ello originará trastornos de
No obstante, la depleción de masa magra es característica la conducción eléctrica y del ritmo cardíaco, con pro-
de los pacientes con cáncer. La mayor afectación se pro- longación del espacio QT, disminución del gasto

20
cardíaco, hipotensión y bradicardia. Esta situación Menor eficacia del tratamiento oncológico
favorecerá la aparición de patologías cardíacas que
agravan la situación del paciente. Se han descrito casos Con respecto al impacto de la desnutrición en la efi-
de muerte súbita debida a alteraciones del ritmo secun- cacia del tratamiento oncológico, no se debe dejar de
darias a déficit de electrolitos. mencionar que el estado de desnutrición va a disminuir
la respuesta a los tratamientos específicos de radiotera-
Asimismo, aparecen edemas, derrame pleural y
pia y de quimioterapia, además de ocasionar una menor
ascitis como consecuencia de la hipoalbuminemia.
tolerancia a los mismos y un aumento de los efectos
La malnutrición energético-proteica produce un dete- indeseables (toxicidades) de ambos. De los estudios de
rioro del sistema inmune que afecta fundamentalmente a Dewys en 1980 y de Andreyev en 1998 se deduce que la
la inmunidad celular, con la consecuente inmunosupre- malnutrición está asociada a una menor respuesta a la
sión. El número de linfocitos disminuye, así como la quimioterapia, al igual que a un incremento en el riesgo
relación de linfocitos CD4/CD8 y la actividad fagocitaria de la toxicidad inducida.
y bactericida de los monocitos y los neutrófilos. El déficit
Si atendemos al tratamiento con quimioterapia, estos
de síntesis proteica altera las barreras mecánicas contra la
fármacos se unirán a las proteínas circulantes y, al estar
infección, como la piel y las mucosas, y disminuye la
éstas disminuidas por la desnutrición, se alterarán las
secreción de moco y de células epiteliales ciliadas. En los
características farmacocinéticas de los mismos, alar-
estudios de Brookes (1981) y Iida K (1999), en los
gando su vida plasmática y aumentando su toxicidad.
pacientes con cáncer de cabeza y cuello y carcinoma
hepatocelular se encontró relación entre la desnutrición y Las diferencias en la respuesta a la quimioterapia
el número de linfocitos totales, linfocitos T, actividad pueden ser el reflejo de que, en los pacientes malnutri-
fagocitaria y bactericida de los neutrófilos y fallo en la dos, la cinética de las células tumorales también está
respuesta a las pruebas cutáneas de hipersensibilidad lentificada, en cuyo caso serán menos sensibles a los
retardada. La respuesta inmunitaria también se puede agentes quimioterápicos.
alterar por el déficit de micronutrientes, como cinc, hie-
rro, selenio, cobre, ácido fólico y vitamina C. La disminución de proteínas circulantes impide un
adecuado ligamiento de los fármacos a éstas, lo que
Todo esto se ve agravado con la inmunosupresión alterará sus periodos de semivida y sus características
que provocan la cirugía, la radioterapia y la quimiotera- farmacocinéticas, además de producir reducciones del
pia, ocasionando complicaciones infecciosas que, a metabolismo oxidativo y del filtrado glomerular que
veces, llevan a replanteamientos terapéuticos o incluso pueden conducir a una disminución de la acción y a una
a la supresión del tratamiento oncológico hasta la recu- mayor toxicidad de los citostáticos y de otros fármacos
peración de la situación, lo que conllevará una menor (inmunoterapia, analgésicos, antidepresivos, antiinfla-
respuesta a la radio-quimioterapia o, en su caso, una dis- matorios, antibióticos…). Estos fármacos se tolerarán
minución de la tolerancia a este tipo de tratamientos. peor a causa de las alteraciones en la actividad farmaco-
dinámica y farmacocinética de los mismos, lo que
Por otra parte, la disminución de la síntesis proteica
implica como consecuencia un retraso en la administra-
va a determinar una alteración en los mecanismos de
ción del tratamiento y una disminución de las dosis.
cicatrización de los tejidos irradiados o intervenidos
quirúrgicamente, aumentando el riesgo de complica- Igualmente, en la desnutrición son frecuentes los
ciones quirúrgicas tales como la dehiscencia de la cambios en el esquema de tratamiento radioterápico,
sutura, las eventraciones y la aparición de fístulas. De la tanto en la dosis total, como en el fraccionamiento de la
misma manera, se produce una alteración de las barre- dosis diaria, y los retrasos o aplazamientos en la admi-
ras mecánicas contra la infección (piel, mucosas, activi- nistración de las mismas, que repercutirán directa-
dad ciliar e IgA secretora). mente en el tiempo total de tratamiento (overall time)
y en el grado de control tumoral que se persigue con la
Otras consecuencias de la malnutrición son la apari-
irradiación. En los pacientes con carcinoma de cabeza y
ción de úlceras por presión, el retraso en la formación de
cuello el control tumoral se ve especialmente benefi-
callos de fracturas y las alteraciones hormonales.
ciado, al conservar el tiempo total del tratamiento gra-
En grado extremo, la malnutrición energético-proteica cias a la compensación de la dosis por interrupciones
altera la síntesis de enzimas digestivas, lo que puede pro- del tratamiento. El estudio prospectivo de Ravasco
vocar malabsorción, que contribuye a iniciar el ciclo de (2003) evidencia claramente que la individualización
malnutrición de nuevo, creando un feedback negativo. del consejo nutricional en los pacientes que van a ser tra-
Las alteraciones que pueden llegar a aparecer en la desnu- tados en los Servicios de Radioterapia mejora los pará-
trición sobre el aparato digestivo son la atrofia de vellosi- metros nutricionales de los mismos y su calidad de vida.
dades, la disminución de la altura de los microvilli, la dis- Otro estudio aleatorizado del mismo grupo investiga-
minución de la replicación celular en las criptas y la dor ha demostrado que los pacientes sometidos a
desaparición de la actividad enzimática. Se producirá una soporte nutricional mantienen el peso corporal y mejo-
disminución de la secreción gástrica, pancreática y biliar, ran la sintomatología debida a la radioterapia (Ravasco,
lo que llevará a un síndrome malabsortivo. 2005).

21
Series retrospectivas sugieren que los pacientes que distintos tratamientos al mejorar el estado nutricional
reciben soporte nutricional durante el tratamiento de los pacientes, como por ejemplo en los pacientes con
radioterápico presentan menor pérdida de peso y menor cáncer de colon desnutridos que recibieron nutrición
índice de hospitalización debido a la toxicidad relacio- parenteral preoperatoriamente.
nada con el tratamiento radioterápico, así como menor
La asociación entre malnutrición y deterioro funcional
número de interrupciones del mismo (Lee JH, 1998;
del performance status del paciente malnutrido incre-
Nayel H, 1984).
menta la morbi-mortalidad y los costes derivados de la
Finalmente, series no controladas han demostrado que atención, ya que prolonga la duración de los tratamientos
el soporte nutricional incrementa el peso corporal y oncológicos, aumenta la estancias en los hospitales, e
mejora la calidad de vida; la sonda nasogástrica y la gas- incrementa las consultas a los especialistas que los atien-
trostomía son igualmente eficaces en los pacientes con den y las intervenciones terapéuticas relacionadas con las
radio-/quimioterapia (Marcy PY, 2000; Magne M,2001). toxicidades derivadas del tratamiento oncológico.
En el tratamiento quirúrgico existe una mayor tasa de
complicaciones postoperatorias en relación con el Disminución de la calidad de vida
aumento del riesgo de infecciones y con los problemas de
cicatrización ya comentados, como se observa en los estu- La calidad de vida debe ser definida atendiendo a sus
dios de Van Bokhorst MA en 1997,y de Jagoe RT en 2001. cuatro pilares fundamentales, que son el bienestar
físico, funcional, psicológico y social. El bienestar
Del estudio de Van Bokhorst (1999) sobre el impacto físico y funcional está relacionado con la ausencia de
del estado nutricional en el pronóstico de los pacientes sintomatología y de disconfort, así como con las capa-
con carcinomas de cabeza y cuello localmente avanza- cidades funcionales de la persona. El bienestar psicoló-
dos, se deduce que la malnutrición es un indicador pro- gico y social está relacionado con los aspectos emocio-
nóstico en la morbi-mortalidad de estos pacientes. La pér- nales y las necesidades de la persona en este ámbito, y
dida de peso mayor del 5% preoperatoriamente es un con las relaciones sociales.
valor pronóstico que se asocia a mayores complicaciones
postoperatorias y tiene un efecto negativo en la supervi- Son muchos los factores que afectan a la calidad de
vencia de los pacientes sometidos a cirugía por carcino- vida del paciente oncológico, entre ellos la larga evolu-
mas de cabeza y cuello. Por tanto, la evidencia disponible ción de la enfermedad, la agresividad de los tratamientos
justifica la administración de soporte nutricional en los y las complicaciones secundarias a los mismos.Todo ello
pacientes que deben ser sometidos a cirugía mayor, en los origina dolor, ansiedad, afectación del estado general, dis-
pacientes con trasplante de células hematopoyéticas y en minución del performance status, disminución o dificul-
aquellos pacientes que serán sometidos a tratamientos tad para una alimentación adecuada y desnutrición, junto
oncológicos activos, ya sea con un estado de malnutrición con una dependencia hospitalaria que dificulta la reanu-
previa o con riesgo potencial de desnutrición debida a dación de los hábitos de vida previos.La desnutrición aso-
toxicidad de los mismos. ciada al cáncer puede evolucionar a la caquexia cancerosa
a causa de las interacciones entre las citocinas proinfla-
De la misma manera, en el estudio de Andreyev (1998) matorias y el metabolismo del paciente, influyendo
sobre un total de 1.555 pacientes diagnosticados de carci- sobremanera en el deterioro de la calidad de vida por la
nomas de esófago, estómago, páncreas, colon y recto, se debilidad muscular, la astenia, la alteración de la movili-
objetiva que los pacientes con pérdida de peso previa que dad, los cambios en los hábitos sociales, el aumento de los
inician tratamiento con menos dosis de quimioterapia síntomas depresivos, la apatía y las alteraciones en la
desarrollan toxicidad relacionada con los citostáticos, imagen corporal,entre otros factores.
como síndrome palmoplantar, estomatitis, etcétera, de
una manera más frecuente y severa que los pacientes sin Igualmente, el aumento de la tasa de infecciones, las
pérdida de peso. En su estudio se correlacionó la pérdida complicaciones postoperatorias, la reducción de la res-
de peso con menor supervivencia libre de enfermedad y puesta y de la tolerancia a la radio-/quimioterapia, y el
una menor supervivencia total, peor respuesta al trata- aumento de los ingresos hospitalarios y de las consultas
miento, y peor calidad de vida y performance status. Éste a los médicos que los atienden influirán en el detri-
es un estudio importante, ya que sus resultados indican mento de la calidad de vida de estos pacientes.
que el soporte nutricional temprano juega un importante De todo esto se puede deducir que la individualiza-
papel para impedir la pérdida de peso y los efectos perju- ción del asesoramiento educacional y de la intervención
diciales asociados a la misma. nutricional es necesaria en el paciente oncológico, al
mejorar el estado nutricional al mismo tiempo que
De esta manera, se puede decir que existe una com-
mejora de manera significativa calidad de vida.
plementariedad del tratamiento nutricional y de los tra-
tamientos oncológicos, puesto que, aunque aún existe Desde el diagnóstico de cáncer se desencadenan una
controversia sobre un posible aumento de la supervi- serie de problemas psicosociales que no afectan sólo al
vencia global por efecto del soporte nutricional, lo que paciente, sino también al cuidador principal, a la familia y
sí está establecido es que hay una mejor tolerancia a los al equipo terapéutico que lo atiende.

22
La noticia de padecer cáncer causa un estrés impor- de la familia, del cuidador principal y del paciente. La
tante que afecta a todas las áreas de la vida del paciente. comunicación entre el equipo terapéutico (que debe ser
Desde el momento del diagnóstico hasta el final de la multidisciplinar) y los familiares resulta vital, con el fin
enfermedad, pasando por los diferentes tratamientos, la de educar y ofrecer diferentes estrategias para poder
persona necesita ir adaptándose a las diferentes situacio- adelantarse a las necesidades del paciente.
nes, lo que provoca que la nutrición se vea afectada
A la hora de alimentar al paciente, se debe tener en
(Buera,1990).
cuenta cuáles son sus deseos en la alimentación. Es
Salir a comer es un enfoque mayor en las actividades necesario explicarle que la enfermedad afecta a las pau-
sociales y,en nuestros pacientes, la anorexia y las aversio- tas de alimentación y dotarle de diferentes estrategias
nes a la comida pueden suponer un aislamiento social. La para poder devolverle la sensación de control. Expli-
depresión, la ansiedad y el estrés del enfrentamiento a la carle que habrá diferentes momentos y tratamientos que
enfermedad pueden contribuir a la anorexia en el cáncer. afectarán a la alimentación disminuirá la incertidumbre
Factores como una vida solitaria o la incapacidad de coci- y los posibles sentimientos de culpabilidad y ansiedad
nar o preparar comidas, o incluso no poder caminar a la (Cruzado JA, 2000).
cocina como resultado de limitaciones físicas, pueden
Las alteraciones psicológicas asociadas al cambio
contribuir a los trastornos de la alimentación.
en la apariencia física (Fernández A, 2004) provocan
La alimentación no sólo es una necesidad básica, sino insatisfacción con la imagen corporal, una baja auto-
que además se ha convertido en un acto social que se ve estima, ansiedad interpersonal, problemas sexuales y
alterado en estos pacientes.Las personas que vivían solas problemas depresivos. En los pacientes oncológicos,
se vuelven dependientes y los pacientes hospitalizados se los cambios en la imagen corporal constituyen un
tienen que adaptar a la comida del hospital; todo esto pro- nuevo evento vital estresante al que deben hacer frente
voca una falta de control que puede inducir síntomas de (Yurek, 2005). Su capacidad para aceptarlos, integrar-
indefensión (Arranz P, 2004). Para poder disminuir esta los en una nueva imagen corporal y encontrar solucio-
sensación es necesario preguntar y permitir que el nes alternativas que permitan minimizar las limitacio-
paciente pueda expresar sus gustos y necesidades. nes que conllevan influirá directamente en su ajuste
emocional, en su calidad de vida y en su funciona-
Desafortunadamente, la carencia de una alimenta-
miento social y laboral.
ción adecuada conduce a un progresivo deterioro de la
nutrición, que para el paciente y para la familia repre-
senta una progresión del proceso del cáncer. Esto puede Aumento de los costes sanitarios
influir de forma considerable en la calidad de vida, la
interacción social y la apariencia. Además, con el des- Tal como se refleja en publicaciones basadas en la
gaste progresivo y su fatiga asociada, el paciente suele evidencia y en las revisiones sistemáticas de la
disminuir su interacción social. literatura, Viganò (2000) y Stratton (2006) objetivan
que las consecuencias de la malnutrición en los pacien-
Bruera afirma que la astenia es el síntoma más preva-
tes con cáncer incluyen el deterioro de la calidad de
lente en los pacientes de cáncer avanzado y terminal.
vida, la disminución de la efectividad de la quimiotera-
Además de la sensación de debilidad y de la alteración
pia y de la radioterapia, el aumento del riesgo de pade-
de la vida diaria, la pérdida de peso y la disminución de
cer las toxicidades derivadas de ambas, la disminución
la ingesta están muy relacionadas con la calidad de vida
del performance status y de la función muscular, y el
en los pacientes con cáncer de pulmón, mama y ovario
aumento del riesgo de complicaciones posquirúrgicas,
(Ovensen L, 1993).
de las estancias hospitalarias, de las consultas a los pro-
La alimentación siempre ha estado muy relacionada fesionales y de las prescripciones; todo ello redundará
con el cuidado y con la sensación de salud. En el estudio en un aumento de los costes sanitarios, además de acor-
de Padilla los pacientes identificaron los problemas tar el tiempo de supervivencia en algunos estudios.
relacionados con la nutrición como los que más afecta-
Con todo esto se puede decir que el tratamiento onco-
ban a su sensación de bienestar y, por lo tanto, más
específico debería caminar junto a la intervención
alteraban su calidad de vida.
nutricional, aunque todavía existen controversias en
La calidad de vida de la familia también se ve afec- la literatura actual en relación con el impacto que el
tada. Su capacidad para poder hacer los ajustes necesa- efecto del soporte nutricional ejerce en la supervivencia
rios durante la enfermedad establece la calidad de vida global (Pardo Masferrer, 2004).

23
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):24-25
ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado Nutrición
Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Cribado y valoración del estado nutricional en el cáncer


Como se ha evidenciado en los capítulos anteriores, Bauer y Capra (2003) han comparado el MAG con un
es necesario identificar la desnutrición precozmente método de valoración del estado de nutrición (valoración
para poder tratarla. Para ello se necesitan métodos fá- global subjetiva [VGS]) en los pacientes con cáncer hos-
ciles de aplicar (Stratton RJ, 2003; Isenring E, 2004; pitalizados, demostrando que el MAG posee una sensi-
Ravasco P, 2005). bilidad (59%) y una especificidad bajas (75%). El valor
predictivo positivo fue del 88% y el valor predictivo ne-
gativo del 38%. Por todo ello, no se considera un buen
Cribado del riesgo de desnutrición
método para los pacientes oncológicos.
De los múltiples métodos de cribado existentes En la comunidad, el MUST predice la frecuencia de
(alrededor de 70) para pacientes adultos, los más uti- admisión en el hospital y las visitas al médico general,
lizados son los siguientes: y pone de manifiesto el beneficio de la intervención
nutricional en la evolución de los pacientes. En el hos-
• Malnutrition Advisory Group (MAG): elaborado por pital, predice la estancia hospitalaria, la mortalidad
un comité de expertos de la British Association of Paren- (corregida por la edad), el destino al alta en los pacien-
teral and Enteral Nutrition (BAPEN) (Elia ME, 2001). tes ortopédicos y el gasto por malnutrición. Es fácil de
Mide el IMC y evalúa la extensión de la pérdida involun-
aplicar y tiene una alta reproducibilidad o fiabilidad,
taria de peso durante los últimos 3-6 meses.
de κ: 0,88-1. En los pacientes con cáncer ha demostra-
• Malnutrition Universal Screening Tool (MUST): ver- do no ser útil por su baja sensibilidad y especificidad
sión actualizada del anterior (Stratton RJ, 2004). Se basa (Isenring E, 2004; Stratton RJ, 2006).
en tres datos fundamentales: el IMC, la pérdida de peso en
3-6 meses y el efecto de la enfermedad aguda. Incluye guías El NRS 2002 presenta elevada sensibilidad, baja es-
de actuación para desarrollar el tratamiento nutricional. pecificidad y una fiabilidad o reproducibilidad de κ:
• Nutrition Risk Screening (NRS, 2002): consta de cua- 0,67. Es fácil de emplear en los pacientes ingresados.
tro preguntas sencillas: ¿es el IMC < 20,5 kg/m2?, ¿la in- No está validado específicamente para los pacientes
gesta se ha reducido durante la última semana?, ¿ha per- con cáncer. Kyle y cols. (2006) comparan, en los pa-
dido peso?, ¿está el paciente severamente enfermo? Si la cientes hospitalizados en general, varios métodos de
respuesta es afirmativa a alguna de las preguntas, se debe screening con la VGS. El NRS-2002 presentó mayor
realizar el cribado completo que valora la ingesta de co- valor predictivo positivo que el MUST (85% frente a
mida además del IMC y el porcentaje de pérdida de peso 65%) y también mayor valor predictivo negativo (79%
en un tiempo determinado, y puntúa en función de las en-
frente a 66%).
fermedades y la edad (Kondrup J, 2003).
• Oncology Screening Tool (OST): método utilizado en
el Memorial Sloan-Kettering Cancer Centre (MSKCC
Adult Oncology Screening Tool). Evalúa la pérdida de pe- Tabla IV
so, la historia reciente de disminución de ingesta de co- Malnutrition screening tool (MST)
mida y la existencia de náuseas y vómitos, diarreas,
úlceras en la boca y dificultad para masticar o deglutir. Parámetros Puntos

• Mini-Nutritional Assessment (MNA): cuestionario crea- ¿Ha perdido peso recientemente


do específicamente para la población anciana. Clasifica al de manera involuntaria?
paciente en desnutrido, en riesgo de desnutrición y con No 0
buen estado nutricional. Consta de 18 preguntas sobre pa- No estoy seguro 2
rámetros antropométricos, valoración global, historia die- Sí he perdido peso:
tética y autopercepción de salud y estado nutricional (Gui- De 1 a 5 kg 1
goz Y, 1996). Existe una forma abreviada, el Short Form De 6 a 10 kg 2
(MNA-SF), creada para reducir el tiempo de realización de De 11 a 15 kg 3
10-15 minutos a tres minutos (Rubestein LZ, 2001). Más de 15 kg 4
• Malnutrition Screening Tool (MST): método de cri- No sé cuánto 2
bado rápido y sencillo diseñado en Australia para la po- ¿Come mal por disminución del apetito?
blación adulta hospitalizada (tabla IV). Se basa en la No 0
valoración reciente de la pérdida de peso y de apetito. Sí 1
Clasifica a los pacientes en pacientes sin riesgo de des-
nutrición y pacientes con riesgo de desnutrición (Fergu- Total:
son M. Nutrition 1999; Ferguson, 1999).
≥ 2 = paciente en riesgo de desnutrición.

24
El MNA, aunque tiene buena sensibilidad (96%) y Es un método diseñado por Detsky (1987) con 59 pa-
especificidad (98), está diseñado para la población an- cientes quirúrgicos, y clasifica a los pacientes en:
ciana y no para individuos con cáncer.
• Bien nutridos.
Cuando el MST se compara con la VGS tiene una • Moderadamente desnutridos o con sospecha de
fuerte predicción del estado de nutrición. El MST tiene desnutrición.
varias ventajas sobre otros métodos de cribado utiliza-
• Severamente desnutridos.
dos en nutrición (MUST, MNA SF: NRS 2002): no re-
quiere la realización de ningún cálculo, es rápido y fácil Es la prueba más simple de valoración del estado de
de llevar a cabo, y además puede ser complementado nutrición validada. Se basa en la historia clínica del
por el propio paciente, por un familiar o cuidador, por paciente y en el examen físico. La historia clínica in-
un administrativo o por el médico responsable del pa- cluye cambios recientes en el peso y en los hábitos die-
ciente. El MST ha sido validado, en comparación con téticos, alteraciones en la ingesta, alergias e intoleran-
la VGS, en los pacientes hospitalizados en general cias a comidas, fármacos que pueden afectar al
(Ferguson, 1999), en los pacientes ambulatorios en tra- apetito, síntomas gastrointestinales persistentes duran-
tamiento con radioterapia (Ferguson, 1999) y en los te dos semanas, función gastrointestinal, cambios en la
pacientes ambulatorios tratados con quimioterapia capacidad funcional, entre ellos limitaciones recientes,
(Isenring E, 2004). En 106 enfermos ambulatorios en y afecciones médicas previas.
tratamiento con radioterapia, Ferguson y cols. encuen-
El examen físico tiene como objetivo principal de-
tran alta sensibilidad (100%), pero baja especificidad
tectar signos y síntomas de déficit o toxicidades de nu-
(81%). Isenring y cols., en 51 pacientes ambulatorios
trientes. Se utiliza un sistema de técnicas de inspec-
tratados con quimioterapia, comparan el MST con una
ción, palpación, percusión y auscultación. Incluye
valoración nutricional completa medida mediante la
desde la valoración de la masa grasa subcutánea y la
valoración global subjetiva generada por el paciente
masa muscular, hasta la inspección y la palpación para
(VGS-GP), y demuestran que tiene una sensibilidad
detectar la existencia de edemas y ascitis, como mani-
del 100% y una especificidad del 92% (2006).
festación de la disminución de las proteínas viscerales
La European Society for Parenteral and Enteral y de la función hepática; pasando por la inspección y
Nutrition (ESPEN) recomienda como métodos de cri- la evaluación de signos y síntomas de déficit de vita-
bado el MUST para los pacientes comunitarios, el minas y minerales (dermatitis, glositis, queilosis…) y
NRS-2002 para los hospitalizados y el MNA para el la recogida de la medicación que reciben y que puede
anciano frágil. comportar interacciones con los nutrientes o el incre-
mento de los requerimientos energéticos, o bien pro-
Por su sencillez, fiabilidad y validez, según consen-
vocar efectos secundarios tipo náuseas, vómitos, dia-
so, se recomienda el MST para los pacientes adultos
rreas o constipación. Se realiza por parte de personal
con cáncer.
sanitario entrenado (diplomado de enfermería, diplo-
Es el primer paso de la valoración nutricional y se mado de dietética, médicos). Éste ha demostrado ser
debe aplicar a todos los pacientes neoplásicos para de- de gran utilidad para predecir las complicaciones pos-
tectar los que están en riesgo y prevenir, mediante la in- toperatorias en los pacientes con cirugía gastrointesti-
tervención adecuada, el inicio o la progresión de la des- nal y para predecir la mortalidad postoperatoria y pos-
nutrición. En los pacientes hospitalizados, el cribado taccidente cerebrovascular. Está validado en los
debe realizarse inmediatamente después del ingreso y a pacientes con insuficiencia renal. Constituye un pre-
intervalos regulares durante la hospitalización. En los dictor de complicaciones en los pacientes sometidos a
pacientes ambulatorios el cribado se realizará en la pri- trasplante hepático. En los pacientes con VIH predice
mera visita a radioterapia o quimioterapia. Puede reali- la estancia hospitalaria y el coste de la hospitalización.
zarlo el personal de Enfermería (diplomado o auxiliar). Sostiene una concordancia mayor del 80% entre dos
Si el resultado es negativo (< 2), se repetirá en cada vi- observadores expertos y tiene una alta fiabilidad, de κ:
sita de revisión del tratamiento. Si es positivo se deberá 0,78 (95%; IC: 0,62-0,94), una sensibilidad del 82% y
proceder a la realización de una valoración nutricional. una especificidad del 72%. No está claro que los resul-
tados sean reproducibles cuando lo realizan personas
no expertas. Tiene poca sensibilidad para detectar me-
Valoración del estado nutricional joría en el estado de nutrición en periodos cortos de
tiempo durante la hospitalización. Este método se ha
También existen muchos métodos de valoración del empleado con éxito en distintos grupos de pacientes,
estado nutricional pero actualmente, al hablar de méto- entre ellos en los de cáncer (Ottery FD, 1994). Se ha
dos de valoración nutricional para enfermos con cáncer, correlacionado con diversos parámetros nutricionales
debe mencionarse la valoración global subjetiva (VGS). objetivos.

25
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):26-33
ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado Nutrición
Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Criterios de intervención nutricional: objetivos, indicaciones y evidencias


Objetivos de la intervención nutricional La dieta del paciente con cáncer debe seguir las nor-
en el paciente con cáncer mas de una alimentación saludable, equilibrada,
variada, apetecible y suficiente.
Los objetivos fundamentales de la intervención nutri-
cional en el paciente oncológico son evitar la muerte pre- Consejos generales para planificar la dieta
coz, disminuir las complicaciones y mejorar la calidad de
vida. La atención nutricional debe ser precoz y formar • Planificar horarios para realizar cinco o seis inges-
parte del tratamiento global del paciente oncológico. tas al día en un ambiente agradable y con tiempo
Para lograr estos objetivos, se dispone de la interven- suficiente para comer.
ción nutricional, la cual abarca varias posibilidades que • Dado que las pequeñas cantidades se toleran
deben individualizarse para cada paciente. Si se clasi- mejor, asegurar una elevada concentración nutri-
fica el soporte nutricional según su agresividad y com- cional en pequeños volúmenes.
plejidad, se incluyen las siguientes categorías:
• Respetar las apetencias del paciente en cuanto a la
• Recomendaciones nutricionales o consejo dietético. presentación y la preparación de los platos.
• Nutrición artificial:
– Nutrición enteral oral, suplementación.
Recomendaciones dietéticas para el control
– Nutrición enteral por sonda. de la sintomatología asociada
– Nutrición parenteral.
Frecuentemente, el paciente presenta sintomatología
asociada (anorexia, náuseas y vómitos, etc.) derivada de la
Indicaciones del soporte nutricional propia patología o de las complicaciones de los tratamien-
tos a los que está sometido. Estas complicaciones dificul-
Una vez realizada la valoración nutricional (tabla V) tan que el paciente consiga una ingesta adecuada (tablaVI).
sobre la base del estado nutricional, la presencia de sin-
tomatología asociada y el grado de riesgo del trata-
miento antineoplásico, y conocidas las necesidades Recomendaciones nutricionales específicas
nutricionales del paciente, deben concretarse los en la anorexia
objetivos específicos para ese paciente y la interven-
ción nutricional más adecuada para lograrlos. Están dirigidas a incrementar la apetencia y a saciar
lo menos posible:
• Enriquecer nutricionalmente los platos y las bebi-
Recomendaciones nutricionales o consejo dietético das, y realizar ingestas de poco volumen.
Se da si el paciente es capaz de ingerir, como • Aprovechar los momentos de mayor apetencia.
mínimo, el 75% de los requerimientos nutricionales
que le corresponden y no existe el planteamiento de una
Recomendaciones nutricionales para las náuseas
terapia de riesgo próxima.
y los vómitos
Siempre que pueda utilizarse la vía oral, el consejo
dietético debería ser la primera opción. En la mayoría Destinadas a evitar el estímulo de sensación nauseo-
de los casos, las modificaciones dietéticas están enca- sa provocada por el propio alimento o por la distensión
minadas a controlar los síntomas producidos por el pro- gástrica que induce la ingesta:
pio tumor o por los tratamientos aplicados.
a) Disminuir el estímulo nauseoso:

Recomendaciones dietéticas generales • Tomar los alimentos a temperatura ambiente o


fríos para reducir el sabor y el aroma.
En una primera fase, el esfuerzo debe encaminarse a • Tomar alimentos secos (pan tostado, galletas,
que el paciente reciba una información nutricional sorbetes, helados sin nata, yogur, frutas o
básica y unas recomendaciones dietéticas dirigidas a la verduras cocidas…) y evitar los alimentos
realización de una dieta tradicional saludable, adecuada grasos, fritos, ácidos, muy dulces o muy con-
a sus necesidades, gustos y sintomatología. dimentados.

26
Tabla V
Valoración global subjetiva del estado nutricional

A. Historia clínica

1) Peso corporal 2) Cambios en el aporte dietético


Peso habitual: ..... kg ■ No
Pérdida en los últimos seis meses: ■ Sí
Total kg: ..... Porcentaje de peso habitual: .....% Duración: ..... semanas
Variaciones en las últimas dos semanas: ■ Dieta oral sólida insuficiente
■ Aumento ■ Dieta oral triturada suficiente
■ Sin cambios ■ Dieta oral triturada insuficiente
■ Disminución ■ Dieta oral líquida exclusiva
■ Ayuno casi completo

3) Síntomas gastrointestinales de duración superior 4) Capacidad funcional


a dos semanas ■ Como siempre
■ Ninguno ■ Disfagia ■ Alterada
■ Náuseas ■ Dolor abdominal Duración: ..... semanas
■ Anorexia ■ Trabajo limitado
■ Vómitos ■ Ambulante
■ Diarrea ■ Encamado

5) Enfermedad y su relación con los requerimientos nutricionales


Diagnóstico primario .................................................................................. ■ Sin estrés ■ Estrés moderado
Tratamiento o complicaciones .................................................................... ■ Estrés bajo ■ Estrés alto

B. Examen físico
(para cada opción especificar: 0 = normal; 1 = leve; 2 = moderada; 3 = severa)

Pérdida de grasa subcutánea (tríceps, tórax) .......................................................... Edemas maleolares .........................................


Pérdida de masa muscular (cuádriceps, deltoides)................................................. Edemas sacros ................................................
Ascitis ............................................................

■ Bien nutrido o sin riesgo nutricional


VALORACIÓN ■ Desnutrición moderada o riesgo nutricional
■ Desnutrición severa

A = bien nutrido o sin riesgo B = desnutrición moderada


C = desnutrición severa
nutricional o riesgo nutricional

• Sin pérdida de peso o con aumento • Pérdida de peso (5%-10%) o no • Pérdida de peso (> 10%)
de peso reciente recuperación • Pérdida de tejido adiposo y de masas
• Sin síntomas • Síntomas que interfieren con la musculares, con edemas o sin ellos
• Sin disminución de la ingesta ingesta • Alteración marcada de la capacidad
• o • o funcional
• Con mejoría de la ingesta o de los • Disminución de la ingesta
síntomas (en ausencia de ascitis o • o
edemas) • Situación de estrés

27
Tabla VI
Recomendaciones dietéticas para el control de la sintomatología asociada

Reparto horario Textura Temperatura Sabores Generalidades


Anorexia Tomas fraccionadas Adecuar para Según Individualizar Condimentar
Mayor aporte evitar la fatiga preferencias al gusto
cuando hay más Aumentar
apetito la densidad
calórica de
los platos

Alteraciones Individualizar Individualizar Evitar temperaturas Potenciar Si hay ageusia,


gusto/olfato extremas los sabores aumentar
dulces la condimentación
en general

Náuseas/ Fraccionar Alimentos fríos Evitar Alimentos “secos”


vómitos las tomas o a temperatura los ácidos y poco
ambiente condimentados
Evitar los
líquidos durante
las comidas
Evitar las grasas

Disfagia Fraccionar Pastosa Evitar Individualizar Uso de salsa


las tomas Triturar los temperaturas para facilitar
sólidos extremas la deglución
espesantes Posición correcta
para líquidos

Diarrea Fraccionar Suprimir Evitar Retirar Suprimir especias


las tomas la fibra temperaturas el azúcar e irritantes
insoluble extremas Suprimir la leche
y sus derivados
Hidratar
adecuadamente

Estreñimiento Individualizar Incrementar Al gusto Al gusto Líquidos abundantes


la fibra Incrementar la
actividad física

b) Disminuir la distensión gástrica: La disfagia para líquidos requiere modificar su tex-


tura a gelatina, crema, etc., mediante preparados culina-
• No comer ni beber en las dos horas previas a
rios (harinas, colágenos, gelatinas…) o espesantes
una sesión de tratamiento.
comerciales.
• Beber fuera de las comidas líquidos fríos y en
La disfagia para sólidos requiere su adaptación a tex-
sorbos pequeños.
tura blanda mediante técnicas culinarias (compotas,
• Masticar bien y comer despacio. almíbares, hervidos, purés…).
• Usar ropa holgada que no oprima la cintura y
reposar sentado o incorporado tras las comidas.
Recomendaciones nutricionales para la diarrea
Recomendaciones nutricionales para la disfagia
Están dirigidas a evitar la estimulación de la motili-
Su objetivo es facilitar la deglución, modificando la dad intestinal, mejorar la absorción de nutrientes y
consistencia de los alimentos y realizando tomas más restaurar el balance hidroelectrolítico. Para ello debe
pequeñas para evitar la fatiga, que puede intensificar la suprimirse el aporte de fibra insoluble y grasas, y evi-
disfagia y el peligro de aspiraciones: tar las temperaturas extremas en los alimentos y los
estimulantes del peristaltismo, como café, té, choco-
• Asegurar una posición correcta (sentado, con los late y picantes. También hay que suprimir los alimen-
hombros hacia delante, los pies firmes y apoyados tos para los que existe malabsorción temporal, como
en el suelo) para facilitar la progresión del bolo. la leche, debido a la deficiencia de lactasa, habitual-
• Evitar la acumulación de comida en la boca. mente pasajera:

28
• Tomar alimentos a temperatura ambiente o templados. a) Generales:
• Suprimir la leche, los quesos grasos, las verduras, las • Comer despacio e ingerir los alimentos a
leguminosas, los alimentos integrales, las carnes temperatura ambiente.
rojas,las bebidas alcohólicas,las bebidas con gas,etc. • Realizar una buena higiene de la cavidad bucal.
• Beber 2-3 l de líquidos al día: agua, infusiones,
caldo de arroz y zanahorias. b) Mucositis y xerostomía:
• Alimentos blandos y suaves, troceados o mez-
Recomendaciones nutricionales para clados con líquidos o salsas suaves.
el estreñimiento
• Evitar irritantes como los alimentos picantes,
Destinadas a aumentar el volumen y el contenido de ácidos o fritos, las cortezas o la piel.
agua de las heces para estimular la motilidad intestinal.
En concreto, para los pacientes con cáncer, la baja c) Alteración en la percepción del sabor:
ingesta y la ausencia de actividad física son otros facto-
res causantes de estreñimiento, y por ello es conve- • Ageusia:
niente estimular la ingesta global y el ejercicio físico en – Aumentar la condimentación de los platos.
la medida de lo posible: – Evitar temperaturas extremas, pues disminu-
• Beber agua y líquidos en abundancia. yen el sabor de los alimentos.
• Incorporar pan integral, frutas con piel y aceite • Disgeusia:
crudo a la dieta y aumentar la cantidad de frutas, – Suprimir los alimentos preferidos durante el
verduras, legumbres y cereales integrales. tratamiento si éste origina sabores extraños
• Aumentar la actividad física. o desagradables.
– Tomar carnes rojas mezcladas con salsas
Recomendaciones nutricionales para mucositis, dulces, como las de frutas o la bechamel.
disgeusia y xerostomía – Sustituir las carnes rojas por carnes de aves,
huevos y lácteos.
Destinadas a evitar el dolor producido por la mucosi-
tis, paliar la sequedad originada por la disminución y la Si la alimentación tradicional no es suficiente, se
modificación de la saliva y recuperar o mejorar el sabor puede completar o sustituir por la llamada alimentación
de los alimentos: básica adaptada (ABA) que, elaborada por la industria

Valoración
Estado nutricional previo, requerimientos actuales, enfermedad primaria,
pronóstico, tratamiento, duración estimada del soporte nutricional…

Aporte inadecuado:
indicación de soporte nutricional

75%-50% de < 50% de


> 75% de NE no es posible
las necesidades, las necesidades,
las necesidades o suficiente
dieta y consejos dieta y consejos

NE oral Nutrición
Dieta y consejos NE sonda
suplementos parenteral

< 4-6 semanas > 4-6 semanas < 7 días < 7 días

Nasogástrica Gastronomía
Yeyunostomía NP periférica NP central
Nasoentérica

Fig. 2.—Algoritmo de actuación en nutrición artificial.

29
farmacéutica, es una alimentación modificada en textura tomía, gastrectomía, pancreatoduodenectomía) e inde-
y sabor, de fácil preparación, valor nutricional determi- pendientemente del estado nutricional del paciente, y
nado y que mantiene el aspecto de la nutrición casera. durante los 5-7 días después de la intervención (grado de
Cuando el consejo dietético no es suficiente, se debe recomendación C) (Arends J, 2006; Weimann A, 2006).
pasar al estadio superior de soporte nutricional. El con- En este sentido, en los pacientes sometidos a una gastrec-
sejo dietético personalizado y los suplementos orales tomía por un carcinoma gástrico, la utilización de fórmu-
incrementan la ingesta dietética y previenen la pérdida las enriquecidas se asociaba a un número significativa-
de peso asociada al tratamiento y a las interrupciones no mente menor de problemas de cicatrización de la herida
planificadas de la radioterapia (evidencia A). quirúrgica, fallos de la sutura, infecciones y complicacio-
nes de forma global (Farreras N,2005).
La administración de glutamina en fórmulas de nutri-
Nutrición artificial (NA) ción enteral no parece indicada debido a la falta de evi-
dencia científica sobre los beneficios de su utilización en
El paciente con cáncer puede precisar nutrición arti- cirugía oncológica mayor abdominal y de cabeza y cuello.
ficial con las mismas indicaciones que pacientes no Las fórmulas para la caquexia-anorexia cancerosa apor-
oncológicos, pero con la fórmula adecuada a sus necesi- tan ácidos grasos poliinsaturados omega 3, como el ácido
dades particulares en cada momento (fig. 2). eicosapentaenoico (EPA) o docosahexaenoico (DHA),
La NA disminuye la morbilidad en los pacientes des- abundantes en los aceites de pescado, los cuales podrían
nutridos seleccionados (evidencia A). La nutrición contribuir a la normalización de algunas de las alteraciones
enteral (NE) se asocia con un menor número de compli- metabólicas implicadas en la patogenia de dicho síndrome
caciones infecciosas que la nutrición parenteral (NP), en el paciente neoplásico. Las características organolépti-
sin que se encuentren diferencias significativas entre cas de las fórmulas nutricionales enriquecidas en dichos
ambas en cuanto a la mortalidad (evidencia B). ácidos grasos pueden hacer que el cumplimiento del trata-
En relación con los cuidados y el protocolo de manejo miento sea inferior al prescrito inicialmente. En relación
de la nutrición enteral, no se diferencian sustancialmente con la utilización de las fórmulas suplementadas con áci-
de los aplicados a otro tipo de enfermos, optimizando, en dos grasos poliinsaturados omega 3, los datos obtenidos de
el caso del paciente neoplásico, todas las medidas destina- los estudios clínicos aleatorizados existentes fueron con-
das a prevenir y tratar la infección y la caquexia. tradictorios y la información recabada fue controvertida,
por lo que no fue posible alcanzar ninguna conclusión en
relación con la mejoría del estado funcional o nutricional
Nutrición enteral oral, suplementación (grado de recomendación C), en las guías de nutrición
enteral de la ESPEN (Arends J,2006).
Se debe utilizar si el paciente es capaz de ingerir entre Sin embargo, una revisión sistemática de la literatura
el 75% y el 50% de sus requerimientos con la alimenta- publicada recientemente (Colomer R, 2007) y que no se
ción habitual durante más de cinco días consecutivos, o aleja demasiado de una revisión sistemática previa (Elia
si presenta desnutrición. M, 2006) muestra una mejoría en varios parámetros clíni-
En general, el primer producto que se emplea en los cos, bioquímicos y de calidad de vida con los suplemen-
pacientes con enfermedad neoplásica son las fórmulas tos orales enriquecidos con ácidos grasos poliinsaturados
estándares (grado de recomendación C). En los pacien- omega 3 y llega a las siguientes conclusiones:
tes perioperatorios no hay recomendación de fórmulas • Son beneficiosos para los pacientes con cáncer avan-
hidrolizadas, se recomienda el uso de dietas de NE poli- zado y pérdida de peso, y están indicados en los
méricas (evidencia C). Pero puede ser que experimenten tumores de páncreas y del aparato digestivo superior.
un aumento de las necesidades de proteínas o de energía,
especialmente si existe anorexia, sensación de saciedad • Favorecen el aumento de peso y de apetito, la
precoz y mala tolerancia al volumen, en cuyo caso será mejoría de la calidad de vida y la disminución de la
preferible la administración de fórmulas energéticas (> morbilidad postquirúrgica.
1,2 kcal/ml) e hiperproteicas (> 20% de proteínas). Se • La dosis recomendada es superior a 1,5 g/día de EPA.
deben emplear suplementos completos para asegurar el
• La administración de fórmulas con un bajo aporte
aporte necesario de electrolitos, elementos traza y vita-
de grasas durante un periodo mínimo de ocho
minas (Arends J, 2006). Evidentemente, si existen pro-
semanas permite obtener una mejor tolerancia.
blemas concomitantes, hay que considerar la indicación
de una fórmula específica para dicha patología. • En la mayoría de los estudios analizados, la tole-
Las fórmulas específicas para un paciente quirúrgico de rancia era mejor cuando los ácidos grasos poliinsa-
cáncer se caracterizan por estar enriquecidas con farmaco- turados omega 3 formaban parte de una fórmula
nutrientes como la arginina, los ácidos grasos omega 3 y nutricional que cuando se administraban en forma
los nucleótidos, que son recomendables (grado de reco- de cápsulas concentradas.
mendaciónA) durante los 5-7 días antes de la intervención Los aminoácidos ramificados como la leucina y los
de cirugía oncológica de cabeza y cuello (laringuectomía, aminoácidos como la arginina y la metionina, o los
faringuectomía) y cirugía mayor abdominal (esofaguec- micronutrientes como las vitaminas antioxidantes E y

30
C han empezado a ser estudiados para valorar su posi- ción antes de iniciar el tratamiento de la neoplasia
ble efecto beneficioso en el síndrome caquexia-anore- podría ayudar a minimizar la pérdida de peso, las defi-
xia, aunque por el momento no existe evidencia cientí- ciencias nutricionales, la deshidratación y el número de
fica suficiente que avale su utilización (Arends J, hospitalizaciones (Raykher A, 2007).
2006). En estos casos, el objetivo del soporte nutricio-
La sonda nasoentérica puede ser una sonda nasogás-
nal sería estimular la síntesis, reducir el catabolismo
trica o nasoduodenal y la ostomía una gastrostomía o una
proteico y ayudar a la movilización lipídica.
yeyunostomía establecida durante el acto quirúrgico
Si los suplementos orales no son suficientes para (que, en la mayoría de los casos, el paciente mantendrá
cubrir todas las necesidades del paciente debido a tras el alta hospitalaria para continuar con la NED en su
imposibilidad de ingesta oral, sería necesario utilizar domicilio) o fuera del procedimiento quirúrgico
una sonda nasogástrica. mediante técnicas menos invasoras, como la endoscopia
o las técnicas radiológicas. En algunos casos puede ser
útil la colocación de una sonda yeyunal a través de una
Nutrición enteral por sonda sonda de gastrostomía. En los casos de cirugía oncológica
en los que se establece una anastomosis en el tracto gas-
Se administra si el paciente ingiere menos del 50%
trointestinal proximal, la nutrición enteral se debe admi-
de los requerimientos durante más de cinco días conse-
nistrar distalmente al punto de la anastomosis (grado de
cutivos o si presenta un desnutrición moderada-grave.
recomendación B). En este caso, es conveniente iniciar la
Los criterios de elección del tipo de fórmula son los mis-
nutrición de manera continua y a mínima velocidad (10-
mos que en el caso de los suplementos orales, aunque en
20 ml/hora) y progresar en la velocidad de administración
este caso el sabor no es tan importante.
según el grado de tolerancia y la situación de cada
En las situaciones que interfieren con la deglución, paciente en particular hasta alcanzar los requerimientos
como el cáncer esofágico o de cabeza y cuello, o si se reales, en ocasiones a los tres o cuatro días del inicio de la
espera una mucositis grave como efecto secundario del nutrición enteral. La mayor o menor precocidad en el ini-
tratamiento antineoplásico (RDT o RDT-QT) sobre el cio de la nutrición enteral postquirúrgica dependerá del
área de cabeza-cuello y esófago, la administración de la tipo de cirugía y de los diferente equipos quirúrgicos.
nutrición enteral puede realizarse a través de una sonda
nasogástrica o de una ostomía (grado de recomendación En cuanto a la forma de administración de la nutri-
C). Como generalmente la nutrición suele administrarse ción enteral por sonda en el paciente oncológico, se
durante un periodo superior a 3-4 semanas, en general la puede utilizar la administración intermitente, que es la
vía más recomendable es la ostomía. En el algoritmo de la más habitual, o la administración continua en situacio-
figura 1 se incluye la elección de la vía de acceso en la nutri- nes de intolerancia digestiva, depresión del nivel de
ción enteral, considerando no sólo la duración prevista de conciencia, sondas yeyunales, etc.
la nutrición, sino también el riesgo de broncoaspiración.
La aparición de una mucositis oral y esofágica tras un tra- Indicaciones de la NA
tamiento radioterápico también hace más recomendable la
ostomía (grado de recomendación C), ya que frecuente- La NA está indicada en los pacientes con imposibilidad
mente la mucositis puede estar presente hasta cuatro sema- de alimentación durante más de siete días y en los pacien-
nas después de finalizado el tratamiento radioterápico tes desnutridos con expectativas de vida razonables (evi-
(Arends J,2006). dencia C). Si la NA está indicada, se debe usar preferible-
La gastrostomía es generalmente la vía de acceso ente- mente la NE (siempre que sea posible) (evidenciaA).
ral más adecuada para los pacientes con neoplasia de
cabeza y cuello que, aunque tienen mucha dificultad con La NA está indicada cuando la alimentación oral ha
la ingesta oral, normalmente tienen un estómago y un sido (o se espera que sea) insuficiente (menos del 50%-
tracto gastrointestinal inferior funcionantes. En un estu- 60% de los requerimientos) durante más de 7-10 días en
dio prospectivo de 212 pacientes con este tipo de neopla- los pacientes bien nutridos y con escaso estrés, o
sia que fueron asignados a nutrición oral o a nutrición durante 3-5 días en los pacientes desnutridos y/o con
mediante gastrostomía antes del inicio del tratamiento estrés importante (evidencia B).
radioterápico, se demostró una mejoría en la calidad de
vida de aquellos pacientes con gastrostomía de alimenta- Indicaciones de la NA como soporte nutricional
ción (Senft M,1993). en el perioperatorio de la cirugía mayor
Lees y cols. (Lees J, 1997) realizaron un estudio
prospectivo de 100 pacientes con cáncer de cabeza y Siempre que sea posible se debe utilizar la vía enteral
cuello que recibían tratamiento nutricional enteral por frente a la NP, tanto pre- como postoperatoriamente
sonda nasogástrica o gastrostomía de alimentación. El (evidencia B). El soporte nutricional enteral está indi-
peso mantenido en cada uno de los grupos de estudio cado en los pacientes normonutridos en los que se prevé
fue aproximadamente el mismo, pero la gastrostomía que no van a ingerir alimentos durante siete días preo-
permitía al paciente una mayor movilidad, era más peratoriamente, o que no alcanzarán el 50%-60% de los
aceptable estéticamente y ofrecía una mejor calidad de requerimientos por vía oral durante los diez días pre-
vida. La colocación de una gastrostomía de alimenta- vios a la intervención (evidencia C).

31
El soporte nutricional está indicado preoperatoria- general y no han demostrado mejoría en la supervi-
mente en los pacientes gravemente desnutridos durante vencia (evidencia C sobre su uso).
10-14 días, incluso si se debe retrasar la cirugía (si es
electiva) (evidencia A).
Indicaciones de la NA en el trasplante de células
Se debe considerar la NA postoperatoria en los precursoras hematopoyéticas
pacientes normonutridos en los que se prevé que serán
incapaces de alcanzar los requerimientos por vía oral El uso de NA rutinaria no está indicado (evidencia C
durante más de 7-10 días (evidencia C). con respecto a la indicación) en este tipo de pacientes,
Se debe considerar la NE postoperatoria en los pero en quienes la necesiten (indicaciones generales
pacientes operados de cáncer de cabeza y cuello o del —generalmente trasplante alogénico—), se recomienda
tracto gastrointestinal alto y en los desnutridos graves un inicio precoz de la NA (evidencia C) y se prefiere la NP
(evidencia A). En estos casos se debe iniciar preferente- a la NE, porque ésta no suele ser tolerada y podría incre-
mente en las primeras 24 horas (evidencia A). mentar el riesgo de complicaciones (hemorrágicas o
En los pacientes de cirugía mayor abdominal con infecciosas). No obstante, se recomienda mantener algún
indicación de NA postoperatoria, se recomienda la tipo de ingesta por vía digestiva para estimular el manteni-
colocación de una sonda de yeyunostomía o nasoyeyu- miento de la mucosa intestinal (evidencia C).
nal (evidencia A). No existe evidencia para recomendar el empleo siste-
Se deben emplear fórmulas enterales con inmunonu- mático de dosis farmacológicas de glutamina parente-
trientes (arginina, ácidos grasos omega 3 y nucleótidos) ral (evidencia C con respecto la indicación).
perioperatoriamente, independientemente del estado de
nutrición, en los pacientes sometidos a cirugía mayor por
cáncer de cuello (laringuectomía y faringuectomía), cán- Nutrición parenteral domiciliaria
cer gastrointestinal alto (esofaguectomía, gastrectomía y
duodenopancreatectomía) (evidencia A). Si es posible, la Se empleará si la NE está contraindicada o los aportes
nutrición debería iniciarse 5-7 días antes de la cirugía y son insuficientes para cubrir los requerimientos.
mantenerla postoperatoriamente durante otros 5-7 días La NP debe reservarse para los pacientes en los que
(si hay cirugía no complicada) (evidencia C). está indicada la NA pero no es posible la NE (el tracto
gastrointestinal no está funcionante o accesible) (evi-
dencia B). La nutrición parenteral total (NPT) presenta
Indicaciones de NA en los pacientes en tratamiento un mayor índice de complicaciones infecciosas (evi-
con radioterapia y quimioterapia dencia B sobre el incremento).
No existen datos fiables de que la NA afecte al creci- Los estudios que evalúan la calidad de vida de los
miento del tumor (evidencia C), por lo que el plantea- pacientes con NPD demuestran que ésta es razonable
miento del soporte nutricional no debe tener en cuenta para patologías benignas, sin embargo, no existen estu-
estas consideraciones teóricas. dios suficientes que permitan extraer conclusiones
similares en los pacientes con neoplasias.
La NA no está indicada de forma sistemática en
todos los pacientes sometidos a radioterapia (evidencia La NP no debe ser utilizada de forma rutinaria en los
C para recomendar su uso) ni en los pacientes someti- pacientes sometidos a cirugía mayor (evidencia A de no
dos a quimioterapia, ya que no tiene efectos sobre la indicación). Si se debe usar en los pacientes gravemente
respuesta al tratamiento ni sobre los efectos secunda- desnutridos y/o, en el cáncer gastrointestinal alto, en
rios (evidencia C para recomendar su uso). quienes no se pueda emplear la NE (evidencia B).
En los pacientes que están perdiendo peso por
ingesta insuficiente, la NE (oral o por sonda) mejora o Evidencia científica de la eficacia de la intervención
mantiene el estado de nutrición (evidencia B). nutricional en el cáncer
En los pacientes con carcinoma de cabeza y cuello
(incluido el esófago), la NE por sonda puede estar más Stratton y cols. (2003) han publicado una seria, meticu-
indicada que la oral, especialmente si existe disfagia o se losa y completa revisión sobre la evidencia científica del
prevé mucositis severa en el curso del tratamiento (evi- tratamiento nutricional en el paciente con cáncer. De
dencia C). En estos pacientes sometidos a radioterapia y/o hecho, hasta el momento actual, este enorme y laborioso
quimioterapia, la vía de acceso puede ser transnasal o trabajo es el punto de referencia para clínicos y sanitarios
mediante ostomías; no obstante, parecen más adecuadas en general interesados en el campo de la nutrición clínica.
las ostomías realizadas por vía percutánea (evidencia C).
La eficacia de las recomendaciones nutricionales o del
En la NE se deben emplear fórmulas estándar (evi- consejo dietético ha sido ampliamente estudiada por el
dencia C). Las fórmulas enriquecidas en ácidos grasos grupo de Ravasco (2005), que ha demostrado que el con-
omega 3 podrían tener un efecto favorable sobre la sejo dietético puede mejorar la calidad de vida de los
caquexia, pero presentan resultados controvertidos en pacientes con cáncer de cabeza y cuello mejor que si éstos
cuanto a la mejoría del estado nutricional o del estado reciben sólo suplementos, sin consejo ni seguimiento.

32
Estos resultados se correlacionan con los obtenidos en otro de peso, los autores destacan que, si el tiempo de trata-
estudio con pacientes de cáncer de colon, en el que se evi- miento nutricional es suficientemente largo, el suple-
denció un mayor deterioro de la calidad de vida en los mento enriquecido con EPA presenta mayor ganancia
pacientes sin apoyo nutricional, mientras que quienes reci- neta de peso, de masa magra y de calidad de vida (Sloan
bían consejo dietético tuvieron una evolución mejor. Se JA, 1998). Este hecho es apoyado por el Dr.Tisdale en una
concluye que esta efectividad depende de la capacidad de reflexión sobre los datos aparentemente contradictorios
adaptar el consejo a las necesidades de cada paciente, por que pueden hallarse en relación con el papel del EPA en la
lo que es necesario implicar a profesionales especialistas caquexia. Según este investigador, en los estudios nutri-
en el tema para llevar a cabo la recomendación dietética. cionales se debería monitorizar tanto el tiempo de dura-
La evidencia de la nutrición artificial, en lo que res- ción del tratamiento como el cumplimiento de la prescrip-
pecta a los suplementos nutricionales orales y a la NE, es ción de la dosis necesaria (Kopec JA,2003).
el segundo paso en el soporte nutricional y nos indica que Según una revisión de la bibliografía existente, en los
ésta es una estrategia sencilla y no invasora para aumentar pacientes con trasplante de células hematopoyéticas no
la ingesta nutricional de los pacientes oncológicos pareceestarindicadalaadministracióndeglutaminaoácido
(Arends J, 2006). La intervención nutricional (consejo eicosapentaenoico (EPA) por vía enteral (oral o por sonda)
nutricional y administración de suplementos orales), apli- (evidencia C con respecto a la indicación) (ESPEN).
cada de forma temprana e intensiva, ha demostrado que es En otro orden de cosas, una revisión sobre las implica-
capaz de mejorar la calidad de vida global de los pacientes ciones que presentan los ácidos grasos omega 3 en los tra-
con cáncer de cabeza y cuello y de tubo digestivo. En otro tamientos del cáncer concluye que el uso de este nutriente
estudio de Ravasco, los pacientes con cáncer de cabeza y es beneficioso para la terapia anticancerosa, no sólo en lo
cuello eran divididos en tres ramas: con consejo dietético que respecta a crecimiento del tumor, pérdida de peso y
personalizado, con suplemento nutricional pero sin con- supervivencia, sino también como potenciación a la res-
sejo, y con dieta libre. Se demostró que el consejo nutri- puesta y tolerancia a la quimioterapia y a otros tratamien-
cional y el uso de suplementos mejoran el estado nutricio- tos (Mystakidou K, 2004; Kemmler G, 1999).
nal, la ingesta, la calidad de vida y la morbilidad de los
pacientes oncológicos con respecto a una dieta libre, pero Todo ello queda establecido en una reciente revisión
que, a los tres meses, el grupo con consejo dietético mos- sistemática (Colomer, 2007) sobre el papel de un suple-
traba mejores resultados (Ravasco, 2006). mento nutricional con EPA en la caquexia. En ella se han
evaluado 17 estudios, de los que se escogen ocho según su
Diversos estudios clínicos apoyan la teoría de que los sistemática. Con la revisión de los mismos se concluye
suplementos nutricionales ricos en EPA pueden ate- que la administración de un suplemento nutricional con
nuar la caquexia cancerosa, reduciendo la pérdida de EPA está indicada en los pacientes con cáncer y pérdida de
peso y mejorando la composición corporal. Este efecto peso inducida por el tumor, ya que su administración
inhibidor del EPA se ha observado no sólo en los mode- aumenta o estabiliza el peso, incrementa el apetito,
los experimentales, sino también en los modelos in vivo mejora la calidad de vida y disminuye la morbilidad post-
y en los pacientes con cáncer pancreático no resecable. quirúrgica (evidencia de grado B). Por todo ello, determi-
Se ha demostrado también que el empleo de un suple- nan que proporcionar un soporte nutricional con EPA en
mento nutricional no disminuye la ingesta de la dieta dosis superiores a 1,5 g/día durante un periodo suficiente-
habitual, por lo que el aporte de nutrientes es mayor mente prolongado se asocia a la mejoría clínica, analítica
(Ravasco, 2004; Petruson KM, 2005; Shang E, 2006). y de la calidad de vida de estos pacientes.
En estos casos, dosis de 2-6 g/día se han demostrado La NPD surgió como una técnica para la rehabilita-
efectivas. En otros estudios se ha evidenciado que, si bien ción y la supervivencia de los pacientes con enfermeda-
la dosis de 2 g/día puede no ser efectiva en el aumento de des “relativamente estables y de buen pronóstico vital”,
peso, sí existe relación con el mantenimiento del peso, la como la enfermedad de Crohn o la isquemia mesenté-
calidad de vida y los niveles plasmáticos de EPA (Cella rica. Posteriormente se ha ampliado a los pacientes en
DF, 1993; Lent L, 1999). Los autores sugieren que el tra- los que su aplicación pueda tener un carácter transitorio,
tamiento debe ser suficientemente prolongado. como es el caso de los pacientes con cáncer con pronós-
La evidencia de la eficacia del EPA en el tratamiento tico de supervivencia razonable y en los que sea previsi-
de la pérdida de peso inducida por el tumor se ha seguido ble la mejoría de su calidad de vida con esta actuación; no
reportando en la literatura médica en artículos muy obstante, su empleo varía mucho en los distintos países,
recientes: en un estudio con un suplemento nutricional lo que indica notables diferencias en cuanto a plantea-
con EPA en los pacientes con cáncer colorrectal, se ha mientos éticos, filosóficos y económicos.
descrito que la ingesta nutricional y el EPA en plasma La eficacia de este soporte nutricional debe equilibrarse
aumentan, y se mantienen parámetros como el peso, el con el riesgo de su uso, ya que sus complicaciones son
IMC y la calidad de vida. Concluyen que el uso de un complejas y pueden ser graves; la sepsis debida al catéter
suplemento nutricional con EPA disminuye la pérdida de se considera una de las complicaciones más importantes y
peso y mejora la calidad de vida (Sloan JA,1998). graves del tratamiento con NPT. Preocupan especial-
A pesar de ser un estudio amplio, aleatorizado, con dos mente también las complicaciones metabólicas, como la
suplementos similares, a diferencia del aporte de EPA, se hiperglucemia, las alteraciones en los electrolitos y las
sugiere que ambos serían eficaces para limitar la pérdida disfunciones orgánicas,como la hepatobiliar.

33
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):34-38
ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado Nutrición
Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Criterios de intervención coadyuvante. Recomendaciones


Intervención coadyuvante del huésped no se verán alteradas por los estimulantes
del apetito.
La pérdida de peso en el cáncer puede deberse a una
disminución del aporte calórico o a la anorexia, o puede Antes que nada, se han de resolver o mejorar las cau-
ser el resultado de las interacciones entre los sistemas sas de reducción de la ingesta directamente relaciona-
neuroendocrino y de citocinas del huésped y las sustan- das con el tratamiento quirúrgico, radioterápico o
cias producidas por el tumor (Dahele M, 2004). médico de la neoplasia, como la obstrucción intestinal,
las náuseas y los vómitos o la mucositis.
Sin embargo, el factor más comúnmente identificado
con la pérdida de peso es la hipofagia (Sarhill N, 2003), Teóricamente, las intervenciones farmacológicas para
por tanto, las intervenciones que mejoren el apetito son la desnutrición asociada a las neoplasia incluyen drogas
un tratamiento razonable en los pacientes con cáncer que estimulan el apetito (acetato de megestrol, corticoi-
que padecen una pérdida de peso (Yavuzsen T, 2005).A des y dronabidol), inhibidores de las citocinas (como la
pesar de esto, hay que tener en cuenta que, por sí mismo, ciproheptadina y la talidomida) y agentes anabolizantes
el tratamiento farmacológico de la anorexia difícil- (como los corticoides o la nandrolona). Sin embargo, en
mente va a tener un impacto mayor en el curso de la la revisión sistemática de la literatura (Yavuzsen T,
enfermedad, ya que la biología tumoral y la respuesta 2005), sólo dos fármacos tienen la suficiente evidencia

Paciente
con cáncer avanzado
y sintomático

Consejo
y educación
nutricional

Considerar
tratamiento
farmacológico

Esperanza de vida Esperanza de vida


de meses de semanas

Antecedentes
de eventos
tromboembólicos

Magestrol Dexametasona

Monitorización Fig. 3.—Algoritmo de tratamiento


de los resultados farmacológico de la caquexia-anore-
xia asociada a neoplasia.

34
Tabla VII Tabla VIII
Tratamiento farmacológico de la anorexia-caquexia Características ideales de un fármaco orexigénico
cancerosa a partir de su mecanismo de acción
(según Mattox) 1. Que se observe un efecto positivo en el incremento del
apetito.
1. Estimulantes del apetito (orexígenos) 2. Que el aumento de peso repercuta en la masa muscular y
• Progestágenos: • Cannabinoides: no en la retención de agua.
– Medroxiprogesterona – Dronabinol 3. Que se observen los mínimos efectos adversos.
– Acetato de megestrol • Ciproheptadina
• Corticosteroides: • Antidepresivos: 4. Que no interfiera en el tratamiento tumoral, o tenga un
– Dexametaxona – Mirtazapina efecto mínimo sobre él.
– Metilprednisolona • Antisicótico atípico: 5. Que se produzca una ganancia en la calidad de vida del
– Prednisolona – Olanzapina paciente.

2. Anticitocinas
• Melatonina rexia-caquexia de los enfermos oncológicos (Yavuzsen
• Ácidos eicosapentanoico (EPA) o docosahexaenoico T,2005;PascualA,2004;Berenstein EG,2005).
(DHA)
• Pentoxifilina La revisión de Yavuzsen (Yavuzsen T, 2005) analiza
• Talidomida 55 estudios donde se utilizan fármacos para el trata-
miento del síndrome de la anorexia-caquexia; en el
3. Anabolizantes. Derivados de la testosterona apartado de progestágenos incluye 29 estudios (4.139
• Fluoximesterona
• Nandrolona decanoato
pacientes), 23 estudios son con acetato de megestrol
• Oxandrolona (3.436 pacientes) y sólo seis (703 pacientes) con ace-
tato de medroxiprogesterona.
4. Inhibidores metabólicos Las principales conclusiones son las siguientes:
• Sulfato de hidracina
• El acetato de megestrol es mejor que el placebo en
la ganancia de peso, el apetito y la calidad de vida.
científica para justificar su uso en la anorexia por cáncer:
• Un estudio demuestra que las dosis altas (1.200
los progestágenos y los corticoides (fig. 3).
mg/día) no son mejores que 800 mg/día. En otro tra-
Una buena clasificación de los posibles tratamientos bajo, la dosis óptima está entre 480 y 800 mg/día y,
farmacológicos del síndrome de desnutrición asociado en cuatro trabajos, comparando dosis altas y bajas
a las neoplasias es la que hace Mattox (Mattox TW, con las primeras, se observa una ganancia de peso sin
2005) a partir de su mecanismo de acción (tabla VII). El estímulo de apetito.
mismo autor propone las características ideales que
• Un trabajo demuestra que el megestrol es mejor
debe cumplir un agente orexigénico (tablaVIII).
que el dronabinol (cannabinoide). En otro estudio,
el megestrol es mejor cuando hay una pérdida de
peso y un aumento del apetito menores que con la
Progestágenos
cisaprida.
Es el grupo de fármacos de primera línea en el trata- • En general, el acetato de megestrol es equivalente a
miento de la caquexia tumoral y sobre los que existe los corticosteroides en la estimulación del apetito.
literatura, tanto del acetato de megestrol como, quizá,
en menor grado, de la medroxiprogesterona. • La medroxiprogesterona en dosis de 300-1.200
mg/día es mejor que el placebo en el aumento de
Son fármacos sintéticos que, en un principio, se utili- apetito y de peso. Con la dosis de 300 mg/día sólo
zaron en el tratamiento de las neoplasias hormonode- mejora el apetito.
pendientes y con los que se observó una ganancia de
peso y una estimulación del apetito, tanto en los enfer- La revisión de Pascual (Pascual A, 2004) valora la
mos que respondieron al tratamiento como los que no seguridad y la eficacia del acetato de megestrol en el
(Cardona D, 2006). Su mecanismo de acción no queda síndrome de la caquexia-anorexia tanto en los pacien-
claro, pero podría estar relacionado con la actividad de tes oncológicos como en el sida y en otras patologías.
los corticosteroides ya que, a nivel químico, son Incluye 26 estudios (n = 3.887 pacientes). En pacientes
similares a aquellos o activan las citocinas que inhiben oncológicos se incluyen 3.368 pacientes, un 40% con
la acción del TNF (factor de necrosis tumoral) sobre el cáncer primario pulmonar, un 23% con cáncer prima-
tejido graso. rio gastrointestinal, un 7% con cáncer de cabeza y cue-
llo, un 2% con cáncer de páncreas y un 26% con otros
En los últimos años se han publicado tres revisiones tumores primarios. Se analizan la mejoría del apetito,
sistemáticas de la literatura en referencia al papel de los la ganancia de peso, la calidad de vida y los efectos
progestágenos en el tratamiento del síndrome de la ano- adversos.

35
Study Megestrol acetate placebo Relative Risk (Random) Weight Relative Risk (Random)
n/N n/N 95% CI (%) 95% CI

01 Cancer
Erkfurt 2000 55/58 7/57 15,7 7,72 [3,85, 15,49]
Feliu 1992 30/76 8/74 15,6 3,65 [1,79, 7,44]
Lai 1994 11/20 4/19 13,1 2,61 [1,00, 6,80]
Loprinzi 1990 24/67 16/66 17,3 1,48 [0,87, 2,52]
Schmoll 1992 37/63 6/28 15,3 2,74 [1,31, 5,74]
Subtotal (95% CI) 284 244 77,1 3,09 [1,68, 5,69]
Total events 157 (Megestrol acetate), 41 (placebo)
Test for heterogenity chi-square = 14,78 df = 4 p = 0,005 I2 = 72,9%
Test for overall efect z = 3,63 p = 0,0003
02 AIDS
Von Roenn 1994 181/270 19/38 19,1 1,34 [0,97, 1,86]
Subtotal (95% CI) 270 38 19,1 1,34 [0,97, 1,86]
Total events 181 (Megestrol acetate), 19 (placebo)
Test for heterogenity not applicable
Test for overall efect z = 1,75 p = 0,08
03 Other underlying pathology
Marchand 2000 6/6 0/6 3,8 13,00 [0,89, 189,39]
Subtotal (95% CI) 6 6 3,8 13,00 [0,89, 189,39]
Total events 6 (Megestrol acetate), 0 (placebo)
Test for heterogenity not applicable
Test for overall efect z = 1,88 p = 0,06
Total (95% CI) 560 288 100,0 2,79 [1,56, 5,00]
Total events 344 (Megestrol acetate), 60 (placebo)
Test for heterogenity chi-square = 30,03 df = 6 p = < 0,0001 I2 = 80,0%
Test for overall efect z = 3,45 p = 0,0006
0,1 0,2 0,5 1 2 5 10
Favours placebo Favours MA

Fig. 4.—Mejoría del apetito. Acetato de megestrol vs placebo.

En el global de todos los estudios, el acetato de meges- dosis con placebo, cuatro comparan diferentes dosis de
trol mejora la ganancia de peso, el apetito y la calidad de acetato de megestrol con otros fármacos, dos comparan
vida. En el subgrupo de enfermos oncológicos también el acetato de megestrol con otros fármacos y placebo, y
hay una mejora, con respecto al placebo, en el apetito tres comparan diferentes dosis de acetato de megestrol.
(RR: 2,33; IC 95%: 1,52-3,59), en la ganancia de peso Se incluyen un total de 4.123 pacientes con una edad
(RR: 2,16; IC 95%: 1,45-3,21), y en la mejoría de la cali- media de 58 años y diferentes localizaciones tumorales.
dad de vida (RR: 1,81; IC 95%: 1,13-2,89). En cuanto a la La conclusión principal es que el meta-análisis de
dosis, en el grupo de pacientes con neoplasias, es estadís- estos estudios muestra un beneficio del tratamiento con
ticamente significativo que a mayor dosis (superior a 800 acetato de megestrol sobre placebo en la mejoría del
mg/día), mayor aumento de peso (RR: 1,65; IC 95%: 1- apetito y de la ganancia de peso (figs. 4 y 5); no hay evi-
2,73). El efecto adverso más frecuente en el grupo de dencia suficiente que permita recomendar el acetato de
megestrol es la impotencia en hombres y los edemas en megestrol para mejorar la calidad de vida; tampoco hay
las extremidades inferiores,la trombosis venosa profunda información suficiente para recomendar la dosis óptima
y la intolerancia gastrointestinal. de acetato de megestrol.
La revisión de la Cochrane Database de 2005 consi- En resumen, es razonable recomendar la administra-
dera que 30 estudios sobre el papel del acetato de ción de acetato de megestrol en dosis de 400-800
megestrol como tratamiento del síndrome de caquexia- mg/día como tratamiento de la anorexia asociada a neo-
anorexia neoplásica reúnen los estándares de calidad plasias avanzadas, pues es un fármaco relativamente
necesarios para obtener conclusiones válidas. 21 ensa- bien tolerado y su principal contraindicación son los
yos comparan el acetato de megestrol en diferentes antecedentes de eventos tromboembólicos.

36
Study Megestrol acetate placebo Relative Risk (Random) Weight Relative Risk (Random)
n/N n/N 95% CI (%) 95% CI
01 Cancer
Feliu 1992 21/76 5/74 7,7 4,09 [1,63, 10,27]
Lai 1994 6/20 3/19 4,9 1,90 [0,55, 6,54]
Loprinzi 1990 11/67 1/66 2,0 10,84 [1,44, 81,58]
Rowland 1996 26/122 8/121 10,3 3,22 [1,52, 6,83]
Schmoll 1992 17/63 4/28 6,9 1,89 [0,70, 5,10]
Tchekmedyian 1992 27/49 16/40 17,4 1,38 [0,87, 2,17]
Vadell 1998 38/99 13/51 15,2 1,51 [0,89, 2,56]
Subtotal (95% CI) 496 399 64,5 2,14 [1,41, 3,24]
Total events 146 (Megestrol acetate), 50 (placebo)
Test for heterogenity chi-square = 10,98 df = 6 p = 0,009 I2 = 45,3%
Test for overall efect z = 3,59 p = 0,0003
02 AIDS
Von Roenn 1994 127/232 8/38 12,8 2,60 [1,39, 4,87]
Subtotal (95% CI) 496 399 64,5 2,14 [1,41, 3,24]
Total events 127 (Megestrol acetate), 8 (placebo)
Test for heterogenity not applicable
Test for overall efect z = 2,99 p = 0,003
03 Other underlying pahtology
Marchand 2000 6/6 4/6 14,3 1,50 [0,85, 2,64]
Yeh 2000 9/36 7/33 8,5 1,18 [0,50, 2,81]
Subtotal (95% CI) 42 39 22,7 1,40 [0,87, 2,24]
Total events 15 (Megestrol acetate), 11 (placebo)
Test for heterogenity chi-square = 0,31 df = 1 p = 0,58 I2 = 0,0%
Test for overall efect z = 1,88 p = 0,2
Total (95% CI) 770 476 100,0 1,95 [1,44, 2,62]
Total events 288 (Megestrol acetate), 69 (placebo)
Test for heterogenity chi-square = 14,28 df = 9 p = 0,11 I2 = 37,0%
Test for overall efect z = 4,36 p = 0,00001

0,1 0,2 0,5 1 2 5 10


Favours placebo Favours MA

Fig. 5.—Ganancia de peso. Acetato de megestrol vs placebo.

Corticosteroides (acción de larga duración), 3-6 mg/día por vía oral. Es


mejor administrar una sola dosis por la mañana y, si es
El mecanismo de acción de los corticosteroides en la cada 12 horas, después del desayuno y de la comida, ya
estimulación del apetito incluye la inhibición de la sín- que disminuye el eje hipotalámico-pituitario-adrenal y, al
tesis de las proteínas proinflamatorias IL-1 y TNF-α, mismo tiempo, se evita el insomnio.
que disminuyen la ingesta y también actúan sobre los
Loprinzi (1999), en un estudio aleatorizado sobre
mediadores anorexígenos como la leptina, el factor de
495 enfermos con neoplasias de pulmón (40%), gas-
liberación de la corticotropina y la serotonina. Por
trointestinales (36%) y otras (24%), y que no eran can-
último, incrementan los niveles del neuropéptidoY, que
didatos a tratamiento antineoplásico activo, compara
es responsable del aumento de apetito.
los resultados después de recibir durante un mes como
La duración de la acción sobre el apetito y el bienestar mínimo acetato de megestrol en dosis de 800 mg/día,
general (disminuye las náuseas y mejora la astenia) tiene dexametasona en dosis de 0,75 mg/12 horas o fluoxi-
un límite máximo de cuatro semanas. Sus efectos adver- mesterona (derivado de la testosterona) en dosis de 10
sos, como la osteoporosis, la debilidad muscular, el delirio mg/12 horas, todos por vía oral. Finalizaron el estudio
y la inmunosupresión, han primado más la utilización de 348 enfermos.
los progestágenos en el enfermo de cáncer avanzado.
Se observa un mayor estímulo del apetito con el
Las pautas de dosificación son: prednisolona (acción megestrol frente a la fluoximesterona y no se observan
intermedia), 5 mg/8 horas por vía oral, y dexametasona diferencias entre el progestágeno y la dexametasona; en

37
la ganancia de peso no hay diferencia significativa al de la masa muscular para equilibrar las pérdidas muscu-
comparar los tres, pero en el grupo del megestrol se lares de la caquexia.
observa un mayor número de pacientes que incremen-
En los pacientes neoplásicos, tras unos primeros traba-
tan su peso más de un 10%. No hay diferencias signifi-
jos en los que el uso de nandrolona mejoraba la masa
cativas entre los tres grupos con respecto a la calidad de
muscular, aunque no modificaba el apetito, el estudio
vida. La toxicidad de la dexametasona es mayor que la
aleatorizado de Loprinzi, citado anteriormente, demues-
del acetato de megestrol.
tra que la fluoximesterona (10 mg/12 horas por vía oral)
La revisión de Yavuzsen recoge seis estudios con un no mejora la ganancia de peso ni el apetito cuando se
total de 647 pacientes en los que se compara el uso de compara con los otros dos fármacos (megestrol y dexa-
corticosteroides frente a placebo, mejorando en todos metasona).
ellos el apetito y el estado general.
Los efectos adversos de los anabolizantes incluyen
hiperglucemia, elevación de las transaminasas y supre-
sión reversible del eje adrenal. Dada la seriedad y la fre-
Otros fármacos
cuencia de estos efectos adversos, el uso de anabolizan-
tes se debe realizar en ciclos de tratamiento cortos y
Cannabinoides
bajo estricta supervisión médica (Elamina EM, 2006).
La marihuana y sus derivados han demostrado la esti-
mulación del apetito y la ganancia de peso en las personas
sanas. El mecanismo de la posible ganancia de peso en los Ciproheptadina y fármacos antiserotoninérgicos
pacientes neoplásicos no está claro; puede ser que inhiba
la secreción de IL-1 o las prostaglandinas. El dronabinol La serotonina y el triptófano, como fuente de la
es el ingrediente activo y responsable de estos efectos. misma, inhiben la acción orexigénica del neuropéptido
Y; de ahí la lógica esperanza de que un antiserotoninér-
La mayoría de los estudios del dronabinol en la caque- gico estimule el apetito. La ciproheptadina es un antise-
xia se han desarrollado en enfermos de sida. En los pacien- rotoninérgico con propiedades antihistamínicas; con
tes neoplásicos, en el primer estudio de fase II (Nelson K, este fármaco se realizó un estudio aleatorizado doble
1994) en 19 enfermos con cáncer avanzado y caquexia se ciego frente a placebo en pacientes con cáncer avan-
utilizó dronabinol en dosis de 2,5 mg/8 horas por vía oral zado. Administrando 8 mg/8 horas por vía oral no se
y se demostró un aumento del apetito en el 68% de los observaron diferencias significativas en la ganancia de
pacientes. peso.
Sólo un estudio aleatorizado compara el papel del dro-
nabinol con el acetato de megestrol (Jatoi A, 2002), en
469 pacientes neoplásicos, mayoritariamente con tumo- Fármacos procinéticos
res primarios pulmonares y gastrointestinales en el curso
de tratamiento activo.Se aleatorizaron a recibir acetato de En la mayoría de los enfermos con cáncer avanzado
megestrol (800 mg/día), dronabidol (2,5 mg/12 horas) o se observa un incremento de la gastroparesia y, por ello,
la combinación de ambos. Sólo el 63% de los pacientes un aumento de las náuseas, la saciedad y la constipa-
finalizaron las cuatro semanas previstas de tratamiento y ción; todo ello conlleva una disminución de la ingesta.
el acetato de megestrol demostró mayor eficacia en la La metoclopramida, 10 mg por vía oral diez minutos
estimulación del apetito y en la ganancia de peso, sin que antes de las comidas, mejora la tolerancia a la dieta, aun-
la combinación de los dos tratamientos mejorara los que no se ha demostrado que conlleve un aumento de
resultados. Los efectos adversos del dronabidol incluyen peso (Cardona D, 2006).
euforia, vértigos y somnolencia.

Nuevos fármacos en investigación


Esteroides anabolizantes
En la última década, varios agentes terapéuticos nue-
Son derivados de la testoterona: fluoximesterona, vos han demostrado su efectividad en estudios en ani-
nandrolona decanoato y oxandrolona. Los anabolizan- males o en pequeños ensayos clínicos, entre ellos se
tes incrementan la masa muscular en las personas encuentran la hormona del crecimiento, la melatonina y
sanas, de ahí su uso ilícito para mejorar el rendimiento la talidomida, sin embargo, serán precisos ensayos clí-
atlético. No se conocen sus efectos sobre las citocinas, nicos aleatorizados que confirmen o rechacen su papel
pero su uso pretende utilizar su efecto de estimulación en el tratamiento de la anorexia/caquexia.

38
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):39-44
Nutrición ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado

Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Intervención y seguimiento en el postratamiento. Recomendaciones


En la evolución de la vida de un paciente diagnosti- 2006). En Europa y en España no se dispone de datos
cado de cáncer se reconocen una serie de etapas definitivos a causa de las desigualdades entre los regis-
sucesivas, que podríamos identificar como: a) fase de tros (criterios de inclusión relacionados con los tipos de
tratamiento antitumoral; b) fase de recuperación; c) fase tumor, la edad, etc.), pero en los últimos años se ha hecho
de mantenimiento de la salud y, en los casos en los que un esfuerzo por identificar a este grupo de pacientes con
existe fracaso terapéutico y progresión de la enferme- los estudios EUROCARE 1, 2 y 3.
dad, se alcanza, desgraciadamente, y la fase d) final de El Ministerio de Sanidad y Consumo español recoge
la vida. En todas y cada una de estas etapas es necesario en una de sus publicaciones los datos del EUROCARE 3,
cuidar el estado nutricional de los pacientes por sus referente a una población adulta e infantil de 1.815.584 y
implicaciones en la progresión de la enfermedad, en la 23.500 individuos, respectivamente (Ministerio de Sani-
respuesta a los tratamientos y en la calidad de vida dad y Consumo, 2005). Las estimaciones españolas pro-
(Gorgojo Martínez JJ, 2005). ceden de los registros de cáncer del País Vasco, Granada,
Los criterios de intervención y seguimiento nutricio- Mallorca, Murcia, Navarra y Tarragona. Parece que la
nal postratamiento del paciente oncológico tienen rela- supervivencia relativa española es comparable a la de los
ción directa con el tipo de desnutrición del individuo, países del entorno. La peor supervivencia la presentan
con las características específicas de la neoplasia del los cánceres de hígado y páncreas, con una probabilidad
paciente en cuestión, con la respuesta terapéutica, en menor del 10% de sobrevivir a los cinco años del diag-
especial de las secuelas relacionadas con la cirugía, la nóstico, seguidos de los de pulmón, esófago, tumores del
radioterapia y la quimioterapia, y por último con su sistema nervioso central y estómago, con supervivencias
expectativa de vida. relativas iguales o menores al 30% a los cinco años. Sin
embargo, entre los tumores más frecuentes en las muje-
Por la estructura de estas guías, hemos considerado la res destaca la elevada supervivencia del cáncer de mama,
revisión en este capítulo del manejo nutricional de las dos del 78% a los cinco años. En general, la supervivencia
situaciones extremas posibles postratamiento: por un global es menor en los varones versus las mujeres (44%
lado, la curación del proceso, restituyendo al individuo a versus 56% a los cinco años).
una situación basal preenfermedad, es decir, pacientes
libres de enfermedad, y por otro lado, los pacientes en pro- No obstante, a pesar de considerar estos datos, hemos
gresión sin tratamiento. Las secuelas derivadas de los tra- de pensar que cada una de las personas diagnosticadas
tamientos, como disgeusia, disfagia, diarrea, anorexia, de cáncer se convierte, desde el momento de su diag-
etc., han sido suficientemente tratadas en los capítulos nóstico, en un superviviente de la enfermedad; de ahí, el
previos, por lo que remitimos al lector a su consulta. ímpetu por establecer las medidas de prevención y con-
trol de la enfermedad. Por tanto, es nuestra responsabi-
lidad hacer llegar a toda la población de pacientes con
Intervención en los pacientes libres cáncer la información que les permita mantener su peso
de enfermedad apropiado, seguir un estilo de vida saludable, una ali-
mentación adecuada y una vida físicamente activa, con
En general, los pacientes que sobreviven al cáncer el objetivo de evitar recurrencias, un segundo tumor o el
son individuos que muestran inquietud en el conoci- advenimiento de enfermedades crónicas (obesidad,
miento de las posibles medidas preventivas para evitar diabetes mellitus, enfermedad cardiovascular, etc.) que
la recidiva tumoral o la presencia de un segundo tumor. pueden afectar también al resto de la población.
La alimentación y la actividad física son al menos dos
Una reciente revisión de la American Cancer Society
de los factores de riesgo, al parecer, más directamente
(ACS) establece de forma relevante la necesidad de indivi-
relacionados con la evolución de la enfermedad.
dualizar el manejo nutricional y la actividad física de los
Los estudios de supervivencia a nivel mundial ofrecen pacientes con cáncer en las diferentes etapas de la enferme-
sólo estimaciones, y se trata siempre de una supervivencia dad, dedicando una extensa información al cuidado de los
global, sin tener en cuenta la edad, el tipo tumoral o la fase pacientes libres de enfermedad (Doyle C,2006).En latabla
de la enfermedad, por lo que sólo deben considerase IX se recogen las líneas guía que, desde la ACS, se han
orientativos. Al parecer, las cifras de supervivencia son recomendado para la prevención del cáncer. Casi todas
mejores en EE.UU., Japón y Europa occidental que en el estas medidas, que han demostrado ser útiles en la preven-
resto del mundo.Así, se sabe que más de diez millones de ción del cáncer, también han sido identificadas como fun-
personas sobreviven al cáncer en los EE.UU. (Ries LA, damentales para los individuos libres de enfermedad.

39
Tabla IX
Características ideales de un fármaco orexigénico

1. Mantener un peso saludable a lo largo de la vida:


• Conseguir un equilibrio entre las calorías ingeridas y la actividad física.
• Evitar la ganancia de peso excesiva a lo largo del ciclo vital.
• Alcanzar y mantener un peso saludable si habitualmente se ha tenido sobrepeso u obesidad.
2. Adoptar un estilo de vida activo:
• Adultos: ocuparse diariamente durante al menos 30 minutos en hacer una actividad física de moderada a intensa, ade-
más de las actividades habituales, al menos cinco días a la semana. Es preferible dedicar intencionadamente 45-60
minutos a una actividad física predeterminada.
• Niños y adolescentes: ocuparse diariamente durante al menos 60 minutos en hacer una actividad física de moderada a
intensa, además de las actividades habituales, al menos cinco días a la semana.
3. Realizar una dieta saludable, con un énfasis mayor en el consumo de fuentes de alimentos vegetales:
• Ingerir las comidas y las bebidas en la cantidad necesaria para mantener un peso saludable.
• Comer al día cinco raciones de frutas y verduras o más.
• Elegir los cereales de grano entero no refinados, evitar los procesados.
• Limitar el consumo de alimentos precocinados y de carnes rojas.
4. Si se toman habitualmente bebidas alcohólicas, se debe limitar su consumo:
• No se debe ingerir más de una bebida al día, en el caso de las mujeres; si es hombre, no más de dos al día.

Factores que han de considerarse en la Dos estudios recientes fueron diseñados para evaluar el
intervención terapéutica impacto de la reducción de la grasa de la dieta en la evolu-
ción de mujeres con cáncer de mama diagnosticada en
Peso corporal en la supervivencia del cáncer estadios precoces (Chlebowski RT, 1993; Pierce JP,
2002).
Todos somos conscientes de la trascendencia de la epi-
demia de obesidad que estamos viviendo en nuestros días, El estudio WINS (The Women’s Intervention Nutri-
a la que no se escapan algunos de los pacientes con cáncer, tion Study) y el estudio WHEL (The Women’s Healthy
bien en el momento del diagnóstico o a lo largo de la evo- Eating and Living Study), en sus datos preliminares
lución del tratamiento. El aumento de peso se ha relacio- (el último se concluirá en 2008), sugieren que el grupo
nado con el riesgo de algunos tipos de cáncer, como mama de mujeres asignado a la rama del estudio que consu-
en las mujeres posmenopáusicas, colorrectal, vesícula, mía dietas con un 20% del valor total calórico de su
esófago, hígado, páncreas, riñón, útero y próstata (Calle dieta en forma de grasa presentaba una reducción de la
EE,2003;CarmichaelAR,2004;Amling CL,2004). recurrencia de cáncer de mama del 24%. Los análisis
posteriores sugerían también que este efecto era
A pesar de que uno de los síntomas de mala evolución mayor en las mujeres que padecían la enfermedad con
de la enfermedad en algunos tipos tumorales es la pérdida receptores de estrógenos negativos (Chlebowski RT,
de peso no intencionada, existen evidencias que relacio- 2005). Algunos estudios observacionales han mos-
nan la ganancia de peso con la progresión de la enferme- trado datos en esta línea en los pacientes con cáncer de
dad y con la reducción de la tasa de supervivencia de algu- próstata (Kim DJ, 2000).
nos cánceres (Freedland SJ,2005;Rock CL,2002).
En la actualidad, el Instituto de Medicina de los Esta-
Parece razonable recomendar a los pacientes libres de dos Unidos recomienda reducir el consumo de grasa en
enfermedad que vigilen estrechamente su peso y conside- la dieta a un 20%-30% de la energía total consumida,
ren las medidas higiénico-dietéticas que les ayuden a man- con una ingesta de grasa saturada de menos del 10% y
tener un peso saludable. Entre las estrategias recomenda- de ácidos grasos translimitados a menos del 3% (Die-
bles se sugiere evitar los alimentos con elevada carga tary Reference Intakes for Energy, Carbohydrate,
energética,tanto por su composición como por su elabora- Fiber, Fat, Fatty Acids. Cholesterol, Protein and Amino
ción, limitar el tamaño de las raciones y, sobre todo, Acids 2002).
aumentar la actividad física de forma intensiva y regular.
Algunos estudios han demostrado ciertos efectos
beneficiosos del consumo de ácidos grasos omega 3 en
Macronutrientes y micronutrientes el control de la caquexia, que deben ser ampliamente
confirmados (González A, 2004). Sin embargo, parece
El equilibrio alimentario es esencial para un estado acertado recomendar el consumo de alimentos con
saludable. Probablemente, la grasa es el macronutriente elevado contenido en ácidos grasos omega 3, como el
más estudiado en relación con su participación como pescado azul o las nueces, por los efectos beneficiosos
factor de riesgo en el desarrollo o la progresión de algu- ya demostrados en la prevención de la enfermedad car-
nas neoplasias. diovascular (HardmanWE, 2004).

40
Se recomienda un aporte de hidratos de carbono que Sin embargo, no existen evidencias que demuestren
comporte el 45%-65% del valor calórico total de la especiales beneficios en la prevención de las recurren-
dieta, así como un aporte de proteínas que oscile entre cias del cáncer entre la realización de una dieta vegeta-
un 10% y un 35% de la energía total de la dieta (0,8 riana y una dieta omnívora rica en frutas, verduras y
g/kg/día) (Dietary Reference Intakes for Energy, cereales no refinados, y baja en carnes rojas.
Carbohydrate, Fiber, Fat, Fatty Acids. Cholesterol, Pro-
En los últimos años se ha potenciado el consumo de
tein and Amino Acids 2002).
la soja por los beneficios atribuidos, no sólo por ser una
No existen evidencias que demuestren progresión de la excelente fuente de proteínas, y por ello una buena alter-
enfermedad neoplásica relacionada con la ingesta de azú- nativa a la carne, sino además por su contenido en sus-
cares refinados; no obstante, es importante recordar la tancias fitoquímicas, con efecto estrogénico algunas de
relación causal establecida entre el aumento epidemioló- ellas y antiestrogénico otras, lo que complica su reco-
gico de ganancia de peso en la población y el consumo mendación en los pacientes libres de enfermedad del
elevado de alimentos y bebidas refrescantes endulzados cáncer de mama.
con azúcar de mesa, miel, azúcar moreno, jarabe de fruc-
tosa, etc. Por esta razón, parece recomendable limitar su Un aspecto importante que se debe recordar a los
ingesta habitual. pacientes es que los vegetales son una buena fuente de
productos fitoquímicos, que contribuyen a nuestra
No es infrecuente el uso empírico de suplementos salud, y por ello es necesario consumirlos de diferentes
vitamínicos y minerales, o de productos de herbolario y formas, bien sea crudos o cocinados, tanto de origen
parafarmacia, por parte de los pacientes supervivientes fresco como congelado. El uso del microondas en la pre-
de cáncer (Linchtenstein AH, 2006). Las evidencias paración de estos alimentos ha permitido mejorar algu-
conocidas de los efectos adversos derivados del uso de nos aspectos de la absorción y biodisponibilidad de
dosis elevadas de algunos micronutrientes y la progre- algunos de los micronutrientes. Por ejemplo, un antio-
sión de algunos tipos de cáncer hacen prudente indivi- xidante como el licopeno del tomate se absorbe mejor
dualizar cada caso y considerar especialmente la cuando el tomate está cocinado que cuando está crudo.
ingesta alimentaria, así como la situación clínica y bio-
química de los individuos libres de enfermedad, para La selección del aporte de grasa de la alimentación
establecer la indicación de intervención terapéutica debe ser mayoritariamente aceite de oliva. Estudios
específica (Doyle C, 2006). epidemiológicos han demostrado que los ácidos
monoinsaturados, integrantes del aceite de oliva, podrían
reducir el riesgo de diversos cánceres como los de mama,
colon o próstata. El aceite de oliva es un integrante esen-
Fuentes alimentarias de elección cial de nuestra dieta mediterránea que, junto con los vege-
tales, las legumbres y los frutos secos, se ha asociado a
A la hora de hacer llegar a la población unas determi-
protección de algunos cánceres. Estudios experimentales
nadas recomendaciones, debemos recordar que come-
relacionan ciertos componentes del aceite de oliva con el
mos alimentos, no macronutrientes o micronutrientes
descenso de la iniciación de los cánceres, por menores
solos y, por ello, hay que traducir nuestras reflexiones a
efectos inflamatorios y menor daño oxidativo.También se
un lenguaje asequible a la población interesada.
han relacionado experimentalmente los ácidos grasos
A la luz de los estudios poblacionales, y especialmente monoinsaturados del aceite de oliva (a diferencia de otras
por su papel protector en las enfermedades crónicas, se grasas saturadas y omega-6) con la generación espontá-
recomienda el uso de cereales de grano entero no refina- nea de patrones hormonales, menores alteraciones del sis-
dos o, lo que es lo mismo, cereales integrales, para favore- tema inmune, y modulación de la expresión génica, que
cer el aumento del aporte de fibra en la alimentación, no estimulan la promoción, crecimiento y metástasis de
siendo interesante por su especial papel protector en esta los cánceres (Escrich E,2007).
enfermedad.Así, se recomendará tomar pan, arroz y pasta
El alcohol es un elemento del consumo alimentario que
italiana integrales, alternándolos diariamente. Asimismo,
ha sido debidamente estudiado en los pacientes con
se recomendará la ingesta de legumbres al menos tres
cáncer. Los estudios observacionales ofrecen datos posi-
veces a la semana, sin olvidar aumentar la ingesta de frutas
tivos y negativos que relacionan el consumo de alcohol
y verduras a cinco raciones diarias como mínimo.Un con-
con la presencia y progresión de enfermedad neoplásica
sumo alto de verduras y frutas se ha relacionado con una
(World Cancer Research Fund/American Institute for
menor incidencia de cáncer colorrectal, de estómago, de
Cancer Research. Food, nutrition, and the prevention of
pulmón,de cavidad oral y de esófago (Rock CL,2004).
cancer: a global perspective. 1997; Smith-Warner SA,
En este sentido, se ha valorado positivamente la dieta 1998). Puede aumentar los niveles de estrógenos circu-
vegetariana, cuando se controla de forma adecuada la lantes haciendo progresar algunos cánceres de mama, y
ingesta proteica y se suplementa la posible deficiencia además se necesitan pequeñas cantidades de alcohol para
de vitamina B12, pues promueve el consumo elevado de exacerbar los episodios de mucositis secundarios a radio-
cereales no refinados, frutas, verduras, legumbres y fru- /quimioterapia.Parece razonable recomendar que se evite
tos secos, y no incluye carne roja entre sus productos. el consumo de alcohol entre los pacientes libres de enfer-

41
medad que han sido sometidos a estos tratamientos, e de la enfermedad o de los tratamientos que puedan limi-
individualizar en el resto de los casos. tarle, la capacidad previa al diagnóstico de la enferme-
dad neoplásica para hacer ejercicio físico activo y otras
En nuestro medio, las recomendaciones establecidas
comorbilidades asociadas. Por todo ello, la individuali-
por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria
zación es imprescindible para prescribir un plan de acti-
quedan recogidas en un decálogo que reafirma la nece-
vidad física adecuado.
sidad de aumentar el consumo de frutas y verduras,
aportar el 50% de las calorías en forma de cereales, Desde la ACS se sugieren las siguientes actividades
especialmente de grano entero, reducir el aporte de para aumentar la actividad física:
energía de la dieta en forma de azúcares a menos del
• Utilizar las escaleras en vez del ascensor.
10%, consumir productos lácteos moderados en grasa,
reducir la ingesta de grasa total, no superando el 35% de • Si es posible, desplazarse andando o en bicicleta
la energía de la dieta con predominio de ácidos grasos hasta el destino.
mono-insaturados (especialmente aceite de oliva vir-
• Hacer ejercicio con la familia, los amigos o los
gen), reducir el consumo de sal a menos de 6 g, estable-
compañeros.
cer las medidas de seguridad alimentaria al uso y, por
último, en caso de tomar alcohol, no sobrepasar la canti- • Ir a visitar a la familia o a los amigos en vez de
dad de dos vasos de vino al día (Bandera EV, 2006). enviarles un correo electrónico.
• Programar un plan de viaje activo, no sólo con des-
plazamientos en coche.
Actividad física y recidiva tumoral
• Colocarse un podómetro y aumentar cada día el
Un estilo de vida activo ha demostrado beneficios en número de pasos.
distintos órdenes de la salud. Los pacientes libres de
• Utilizar una bicicleta estática o un tapiz rodante si
enfermedad a menudo se vuelven sedentarios; habitual-
se ve la televisión.
mente tras el diagnóstico de la enfermedad y durante el
tratamiento activo la mayoría de los pacientes reducen su Para reducir el riesgo de cardiopatía isquémica, dia-
actividad, pero no recuperan los niveles de actividad pre- betes mellitus y cáncer, la ACS recomienda a la pobla-
vios a estos momentos cuando la han superado. El estilo ción general realizar una actividad de moderada a
de vida sedentario se ha sugerido como factor de riesgo intensa durante 30-45 minutos, al menos cinco días a
en la mayoría de los tipos de cáncer (mama, recto, colon) la semana. Este nivel de actividad no ha sido explo-
y no se pueden olvidar las limitaciones que, en ocasiones, rado aún en los pacientes que sobreviven a un cáncer,
los efectos adversos de la cirugía, la radioterapia o la qui- por lo que, como ya se ha comentado, la programación
mioterapia producen en el sistema cardiovascular o neu- de la actividad física se debe efectuar de forma indivi-
rológico (Fernández deAguirre M, 2001). dualizada atendiendo a las características comentadas
de cada individuo.
En cualquier caso, de lo que sí existe evidencia en la
población general es del efecto positivo de la actividad
física en lo que hoy en día se han dado en llamar enfer-
Criterios de intervención en los pacientes libres
medades cardiometabólicas, como la diabetes mellitus
de enfermedad
y la cardiopatía isquémica, y parece razonable pensar
que los individuos que han sobrevivido a un cáncer se
En el seguimiento habitual de los pacientes con cáncer,
comporten de igual manera.
la intervención nutricional debe formar parte de las activi-
Un efecto beneficioso del ejercicio físico que ha sido dades cotidianas de su cuidado. La revisión de los datos
poco estudiado es el ejercido sobre el hueso en la protec- aportados hasta este momento permite establecer una serie
ción de la osteoporosis. Algunos estudios han demos- de recomendaciones atendiendo a una serie de criterios:
trado efectos beneficiosos tanto del ejercicio aeróbico
como del anaeróbico en las mujeres supervivientes de un a) Población diana:
cáncer de mama. Igualmente, otras áreas de estudio han
demostrado recientemente que los ejercicios específicos • Pacientes libres de enfermedad con secuelas
de resistencia en los pacientes con linfedema no tiene los terapéuticas o sin ellas.
efectos adversos hasta ahora considerados (Irwin ML,
2003). En general, la actividad física tiene efectos benefi- b) Objetivos de la intervención:
ciosos en los pacientes con cáncer, considerándose como
• Evitar la recidiva de la enfermedad.
parte complementaria de los tratamientos primarios.
• Evitar la aparición de un nuevo tumor.
A la hora de establecer unas recomendaciones espe-
cíficas de actividad física en los pacientes que han • Evitar comorbilidades como las enfermedades
sobrevivido a un cáncer, es importante considerar la cardiometabólicas (obesidad, diabetes mellitus,
edad del paciente, la situación clínica basal, los efectos cardiopatía isquémica, etc.).

42
Tabla X
Recomendaciones de estilo de vida de los pacientes tras el tratamiento del cáncer

1. Al menos el 50% del valor calórico total (VCT) debe obtenerse de los hidratos de carbono, que serán ingeridos como
cereales de grano entero y tubérculos (B).
2. Se tomarán dos raciones diarias de verdura y al menos tres piezas de fruta. Se deben variar mucho los tipos de frutas y
verduras consumidos, e incluir cítricos, coles, soja, tomate, cebolla y ajo (B).
3. Evitar la toma rutinaria de azúcares simples (azúcar de mesa,miel,jarabe de glucosa,bebidas refrescantes,etc.) (A).
4. Consumir productos lácteos desnatados de forma regular (C).
5. Reducir el consumo de grasa a < 30% del VCT, con predominio de grasas mono y poliinsaturadas (A en cáncer de
mama y próstata).
6. Procurar tomar más pescado o aves que carnes (C).
7. Reducir el consumo habitual de sal de mesa a < 6 g/día (C).
8. Consumir los alimentos perecederos en el día, o guardarlos en el refrigerador o el congelador (D).
9. No cocinar a temperaturas muy altas,preparar los alimentos hervidos o cocidos al vapor en lugar de fritos o asados en parri-
llas (C).
10. Evitar la vida sedentaria y realizar actividad física moderada-intensa de forma regular al menos cinco días a la semana,
durante 30-45 minutos cada sesión (B).
11. Intentar mantener un peso saludable (A).
12. No fumar (A).
13. Evitar la exposición prolongada al sol (A).
14. Acudir a las revisiones periódicas que le hayan sido indicadas (C).

c) Modo de intervención: tras las enfermedades cardiovasculares y las infeccio-


• Realizar recomendaciones generales a la pobla- sas (Ahmed RL, 2006).
ción sobre la prevención secundaria del cáncer La Sociedad Española de Cuidados Paliativos
(tabla X). (SECPAL) identifica al paciente terminal como aquel
• El equipo de Oncología identificará a los que padece una situación de enfermedad terminal en la
pacientes susceptibles de las medidas de inter- que concurren una serie de características:
vención postratamiento y los remitirá a los equi- • Enfermedad avanzada, progresiva e incurable.
pos de Nutrición.
• Falta de posibilidades razonables de respuesta al tra-
• El equipo de Nutrición Clínica valorará los casos tamiento específico.
de forma individualizada para establecer oportu-
namente las recomendaciones específicas. • Numerosos problemas o síntomas intensos, múlti-
ples, multifactoriales y cambiantes.
d) Tiempo de intervención: • Gran impacto emocional en el paciente, la familia y el
• Los pacientes serán seguidos de forma indivi- equipo terapéutico, muy relacionado con la presen-
dualizada hasta ser dados de alta por el equipo cia, explícita o no, de la muerte.
multidisciplinar (Unidad de Oncología-Unidad • Pronóstico de vida inferior a seis meses.
de Nutrición Clínica).
Los pacientes con cáncer en situación de progresión
• Se recomienda no olvidar mantener un proceso de la enfermedad sin tratamiento activo son incorpora-
de información activo y permanente que dos a esta definición. Esta situación compleja produce
recuerde a todos los individuos la necesidad de una gran demanda de atención y de soporte, a la que se
mantener un estilo de vida saludable. debe responder adecuadamente. Es fundamental no
etiquetar como enfermo terminal a un paciente poten-
cialmente curable (www.todocancer.com/ESP/infor-
Intervención nutricional en los pacientes macion+cancer/estadistica, 2007).
en progresión sin tratamiento
La mayoría de los pacientes oncológicos en progre-
A pesar de que se consiguen buenos resultados, sión y sin tratamiento activo presentan, por definición,
pues mejora la supervivencia de los pacientes con síntomas subsidiarios de un control específico que per-
algunos tipos de cáncer, como ya hemos visto, en el mita mejorar o al menos evite un mayor deterioro de su
año 2002 murieron en el mundo aproximadamente calidad de vida en el tiempo de espera de la muerte.Así,
6.700.000 personas por cáncer (3.796.000 hombres y se controlan el dolor, las náuseas, los vómitos, las inges-
2.928.000 mujeres), siendo la tercera causa de muerte tas, etc. Pero en algunas ocasiones, por la localización

43
del tumor y la progresión de la enfermedad, o bien por b) Objetivos de la intervención:
las secuelas relacionadas con los tratamientos con ciru-
• Evitar la muerte por inanición.
gía y quimio-/radioterapia, nos encontramos pacientes
subsidiarios de tratamiento con alguna medida de • Mejorar la calidad de vida en el último periodo
soporte nutricional específica (consejos alimentarios, vital.
suplementos orales, nutrición enteral o parenteral) que
• Contribuir a la dignidad y el confort del indivi-
acompañará al paciente en los meses finales de su vida
duo enfermo.
y que evitará que se precipite la muerte por inanición, a
sabiendas de que estas medidas no van a contribuir a
mejorar su enfermedad neoplásica de base. c) Modo de intervención:
Por esto, en el abordaje integral de los pacientes en • El equipo multidisciplinar, el propio paciente y los
progresión sin tratamiento activo se debe valorar siem- cuidadores valorarán de forma individualizada
pre de forma individual, teniendo en consideración la cada caso, evaluando las necesidades del paciente
voluntad del paciente, el tipo de soporte nutricional en en relación con el control de los síntomas, la fun-
función de los beneficios que le pueda reportar en rela- cionalidad digestiva y los deseos de ser alimentado
ción con las expectativas y la calidad de vida. de forma artificial, así como la viabilidad de esta-
blecer medidas de atención domiciliaria.
El abordaje de este tema condiciona la evaluación
de aspectos éticos del cuidado de los pacientes termi- • Se mantendrán los criterios habituales en el uso
nales no agónicos. Así, en la literatura médica se pue- del tubo digestivo o la vía endovenosa para esta-
den distinguir dos posiciones, claramente enfrentadas, blecer la indicación de la vía de acceso del
que expresan consideraciones desde el punto de vista soporte nutricional específico.
anglosajón, liderada entre otros por Bauchman • La medida decidida se establecerá con los
(www.secpal.com, 2007) versus las opiniones vertidas objetivos concretos anteriormente comentados.
desde la cultura mediterránea, lideradas por Bozzetti
(Buchman AL, 2002; Bozzetti F, 2002; Bozzetti F, • La revisión periódica de la situación permitirá
1996). No en vano, los conflictos éticos suscitados ante mantener o suspender la medida adoptada o
estas situaciones son conflictos de valores empapados cambiarla por otra que se considere más opor-
del poso de las normas sociales, religiosas y jurídicas, y tuna en ese momento.
de los valores morales de nuestras sociedad. Este posible
conflicto se sustenta por la consideración de esta medida d) Tiempo de intervención:
como un tratamiento versus la consideración de cuidado.
• El tiempo de reevaluación de la medida se pac-
Si lo consideramos como tratamiento, siempre se plantea-
tará en el momento de la indicación.
rá la medida atendiendo a la mejor evidencia disponible y
sopesando las cargas y beneficios del mismo, con un • La medida será suspendida atendiendo al
objetivo concreto y revisable en el tiempo. Pero si se con- incumplimiento de los objetivos establecidos.
sidera como un cuidado más del paciente, se está obli-
• El paso del paciente terminal de fase no agónica
gado a su administración a todos los individuos, aunque
a fase agónica determinará la suspensión de la
ello sea fútil y siempre con el objetivo de contribuir a la
medida.
dignidad y el confort del individuo.
A la hora de alimentar a un paciente con cáncer
En resumen, se podrían establecer medidas de
en progresión sin tratamiento activo se debe tener en
soporte nutricional especializado atendiendo a los
cuenta cuáles son sus deseos en la alimentación. Es
siguientes criterios:
necesario explicarles que la enfermedad afecta a las
pautas de alimentación y a su estado nutricional. Por
a) Población diana:
ello resulta fundamental dotarles de diferentes estrate-
• Pacientes con enfermedad neoplásica en pro- gias para poderles devolver la sensación de control y
gresión sin tratamiento activo que demanden la evitar los posibles sentimientos de culpabilidad, frus-
intervención. tración y ansiedad a ellos y a sus cuidadores.

44
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):45-48
Nutrición ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado

Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Bibliografía

• Allison SP. Uses and limitations of nutritional support. • Bruera E. Symptom control in patients with cancer. J Psy-
Clin Nutr 1992; 11: 319-30. chosoc Oncol 1990; 8: 47-73.
• Amling CL. The association between obesity and the pro- • Calle EE, Rodríguez C, Walker-Thurmond K, Thun MJ.
gression of protate and renal cell carcinoma. Urol Oncol Overweigth, obesity and mortality from cancer in a pros-
2004; 22: 478-84. pectively studied cohort of US adults. N Engl J Med 2003;
348: 1625-38.
• Andreyev HJN, Norman AR y cols. Why do patients with
weight loss have a worse outcome when undergoing che- • Camarero González E y cols. Malnutrición y cáncer: sus
motherapy for gastrointestinal malignancies? Eur J Can- causas y consecuencias.Rev Oncol 2004;6 (Supl.1):3-10.
cer 1998; 34 (4): 503-9.
• Cangiano C, Laviano A, Meguid MM y cols. Effects of
• Arends J, Bodoky G, Bozzetti F y cols. ESPEN Guideli- administration of oral branched chian amino acids on ano-
nes on Enteral Nutrition: Non-surgical oncology. Clin rexia and caloric intake in cancer patients. JNCI 1996; 88:
Nutr 2006; 25: 245-59. 550-2.
• Arranz P, Barbero P, Bayés R. Intervención emocional en • Cardona D. Tratamiento farmacológico de la anorexia-
cuidados paliativos. Modelo y protocolos. Barcelona: caquexia cancerosa. Nutr Hosp 2006; 21 (Supl. 3): 17-
Ariel 2004. 26.
• ASPEN Board of Directors and The Clinical Guidelines • Carmichael AR, Bates T. Obesity and breast cancer: a
Task Force. Guidelines for the Use of Parenteral and review of the literature. Breast 2004; 13: 85-92.
Enteral Nutrition in Adult and Pediatric Patients. JPEN
2002; 26 (Supl. 1): 22SA-32SA. • Cella DF, Tulsky DS, Gray G, Sarafian B, Linn E,
Bonomi A, Silberman M, Yellen SB, Winicour P, Bran-
• Bauer J, Capra S, Ferguson M. Use of the scored Patient- non J y cols. The Functional Assessment of Cancer The-
Generated Subjective Global Assessment (PG-SGA) as a rapy scale: development and validation of the general
nutrition assessment tool in patients with cancer. Eur J measure. J Clin Oncol 1993 Mar; 11 (3): 570-9.
Clin Nutr 2002 Aug; 56 (8): 779.
• Chlebowski RT, Blackburn GL, Buzzard IM y cols.
• Bauer J, Capra S, Ferguson M. Use of the scored patients Adherence to a dietary fat intake reduction program in
generated subjective global assessment (PG-SGA) as a postmenopausal women receiving therapy for early bre-
nutrition assessment tool in patients with cancer. Eur J ast cancer. The Women’s International Nutrition Study.
Clin Nutr 2002; 65: 779-85. J Clin Oncol 1993; 11: 2072-80.
• Bauer J, Capra S. Comparison of a malnutrition screening • Chlebowski RT, Blackburn GL, Elashoff RE y cols.
tool with subjective global assessment in hospitalised Dietary fat reduction in postmenopausal women with
patients with cancer-sensitivity and specificity.Asia Pac J breast cancer: Phase III Women’s Intervention Nutri-
Clin Nutr 2003; 12: 257-60. tion Study (WINS) (Abstrac). 2005. ASCO Annual
Meeting Proceeding. J Clin Oncol 2005; 23: 10. Abstrac
• Bellido D, Ballesteros, Álvarez J, Del Olmo D. Nutrición 10.
basada en la evidencia (monográfico). Endocrinol Nutr
2005; 52 (Supl. 2): 1-114. • Colomer R, Moreno-Nogueira JM, García-Luna PP, Gar-
cía-Peris P, García de Lorenzo A, Zarazaga A, Quecedo
• Berenstein EG, Ortiz Z. Megestrol acetate for the treat- L, Del Llano J, Usán L, Casimiro C. N-3 fatty acids, can-
ment of anorexia-cachexia syndrome. Cochrane Data- cer and cachexia: a systematic review of the literature. Br
base Syst Rev 2005; 18 (2). J Nutr 2007 May; 97 (5): 823-31.
• Bozzetti F, Braga M, Gianotti L y cols. Postoperative • Cruzado JA, Labrador FJ. Intervención psicológica en
enteral versus parenteral nutrition in malnourished pacientes de cáncer. Rev Cancer 2000; 14 (2): 63-82.
patients with gastrointestinal cancer: a randomised multi-
centre trial. Lancet 2001; 358: 1487. • Dahele M, Fearon KCH. Research methodology: cancer
cachexia syndrome. Palliat Med 2004; 18: 409-17.
• Brizel DM, Albers ME, Fisher SR y cols. Hyperfractionated
irradiation with or without concurrent chemotherapy for • Detsky AS, McLaughlin JR, Baker JP y cols.What is sub-
locally advanced head and neck cancer. N Engl J Med 1998; jective global assessment of nutritional status? JPEN
338:1789. 1987; 11: 8-13.
• Brookes GB, Clifford P. Nutritional status and general • Dewys W y cols. Prognostic effect of weight loss prior to
inmune competence in patients with head and neck can- chemotherapy in cancer patients. Eastern Cooperative
cer. J R Soc Med 1981; 74: 132-9. Oncology Group.Am J Med 1980; 69 (4): 491-7.

45
• Dewys W. Management of cancer cachexia. Semin Oncol • Iida K, Kadota J, Kawakami K y cols. Inmunological func-
1985; 12: 452-60. tion and nutritional status in patients with hepatocellular
carcinoma.Hepatogastroenterology 1999;46:2476-82.
• Doyle C, Kushy LH, Byers T y cols. Nutrition and Physi-
cal Activity During and After Cancer Treatment: an Ame- • Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes for
rican Cancer Society Guide for Informed Choices. CA Energy, Carbohydrate, Fiber, Fat, Fatty Acids. Choleste-
Cancer J Clin 2006; 56: 323-53. rol, Protein and Amino Acids (Macronutients). Washin-
gon, DC: National Academy Press 2002.
• Duguet A, Bachmann P, Lallemand Y, Blanc-Vincent
MP. Good clinical practice in nutritional management in • Isenring E, Bauer J, Capra S. The scored Patient genera-
cancer patients: malnutrition and nutritional assessment. ted Subjective Global Assessment (PG-SGA) and its
Nutr Clin Metab 2002; 16: 97-124. association with quality of life in ambulatory patients
receiving radiotherapy. Eur J Clin Nutr 2003; 57: 305-9.
• Edington J, Boorman ER y cols. Prevalence of malnu-
trition on admission to four hospitals in England. The • Isenring E,Capra S,Bauer J. Nutrition intervention is benefi-
Malnutrition Prevalence Group. Clin Nutr 2000; 19 (3): cial in oncology outpatients receiving radiotherapy to the
191-5. gastrointestinal, head or neck area. Br J Cancer 2004; 91:
447-52.
• Elamina EM, Glassb M, Camporesi E. Pharmacological
approaches to ameliorating catabolic conditions. Curr • Isenring E, Cross G, Daniels L, Kellett E, Koczwara B.
Opin Clin Nutr Metab Care 2006; 9: 449-54. Validity of the malnutrition screening tool as an effec-
tive predictor of nutritional risk in oncology outpatients
• Elia ME. The Malnutrition Advisory Group consensus receiving chemotherapy. Support Care Cancer 2006;
guidelines for the detection and management of malnu- 14: 1152-6.
trition in the community. Br Nutr Found Nutr Bull
2001; 26: 81-3. • Jagoe RT, Goodship TH, Gibson GJ. The influence of nutri-
tional status on complications after operations for lung can-
• Escrich E, Moral R, Grau L, Costa I, Solanas M. Molecu- cer. Annals ofThoracic Surgery 71,2001;3:936-43.
lar mechanisms of the effects of olive oil and other dietary
lipids on cancer. Mol Nutr Food Res 2007; 51: 1279-92. • Jatoi A,Windschiti HE, Loprinzi CHL y cols. Dronabinol
versus megestrol acetate versus combination therapy for
• Ferguson M, Bauer J, Gallagher B, Capra S, Christie cancer associated anorexia: a North Central Cancer treat-
DRH, Marson BR. Validation of a malnutrition screening ment group study. J Clin Oncol 2002: 20 (2): 567-73.
tool for patients receiving radiotherapy.Ausrtralas Radiol
1999; 43: 325-7. • Jatoi MD. Pharmacologic Therapy for the Cancer Anore-
xia/Weight Loss Syndrome: a Data-Driven, Practical
• Ferguson M, Capra S, Bauer J, Banks M. Development of Approach. J Support Oncol 2006; 4: 499-502.
a valid and reliable malnutrition screening tool for adult
acute hospital patients. Nutrition 1999; 15: 458-64. • Kardinal CG, Loprinzi CL, Schaid DJ y cols. A contro-
lled trial of cyproheptadine in cancer patients with anore-
• Fernández A. Alteraciones psicológicas asociadas a los xia and/or cachexia. Cancer 1990; 65: 2657-62.
cambios en la apariencia física en pacientes oncológicos.
Psicooncología 2004; 1: 169-80. • Kemmler G, Holzner B, Kopp M, Dünser M, Margreiter
R, Greil R, Sperner-Unterweger B. Comparison of two
• Freedland SJ, Grubb KA,Yiu SK y cols. Obesity and risk of quality-of-life instruments for cancer patients: the func-
biochemical progression following radical prostatectomy tional assessment of cancer therapy-general and the
at a tertiary care referral center. J Urol 2005; 174: 919-22. European Organization for Research and Treatment of
• García-Luna PP, Parejo Campos J, Pereira Cunill JL. Cau- Cancer Quality of Life Questionnaire-C30. J Clin Oncol
sas e impacto clínico de la desnutrición y caquexia en el 1999 Sep; 17 (9): 2932-40.
paciente oncológico. Nutr Hosp 2006; 21(3): 10-6. • Keys A, Brozek J, Henschel A, Mickelsen O y cols. The
• González A, Navarro C, Martínez C y cols. El Estudio biology of human starvation. Minneapolis: University of
Europeo Prospectivo sobre Cáncer y Nutrición (EPIC). Minnesota Press 1950.
Rev Esp Salud Pública 2004; 78: 167-76. • Kim DJ, Gallagher RP, Hislop TG y cols. Premorbid diet
• González M, Andréu M, Belda C, Martínez M. Malnutri- in relation to survival from prostate cancer (Canada).
ción y enfermedad neoplásica. En: Gómez C , Sastre A Cancer Causes Control 2000; 11: 65-77.
(eds.). Soporte nutricional en el paciente oncológico. You • Kondrup J, Rasmussen HH, Hamberg O, Stanga Z, Ad
& Us. SL 2002: 9-15. Hoc ESPEN Working Group. Nutritional risk screening
• Gorgojo Martínez JJ. Nutrición y Cáncer. En: Gil A (ed.). (NRS 2002): a new method based on an analysis of con-
Tratado de Nutrición. Tomo IV. Nutrición Clínica. trols clinical trials. Clin Nutr 2003; 22: 321-36.
Madrid:Acción Médica 2005: 1167-1194. • Kopec JA, Willison KD. A comparative review of four
• Guigoz y,Vellas B, Garry PJ.Assessing the nutritional sta- preference-weighted measures of health-related quality
tus of the elderly: the Mini Nutritional Assessment as part of life. J Clin Epidemiol 2003 Apr; 56 (4): 317-25.
of the geriatric evaluation. Nutr Rev 1996; 54: S59-S65. • Koretz RL, Lipman TO, Klein S; American Gastroentero-
• Hardman WE (n-3). Fatty acids and cancer therapy. J Nutr logical Association. AGA Technical review on parenteral
2004; 134 (Supl.): 3427S-3430S. nutrition. Gastroenterology 2001; 121: 970-1001.

46
• Kyle UG, Kossovsky MP, Karsegard VL, Pichard C. • Nelson KA, Walsh D, Sheehan A. The cancer anorexia-
Comparison of tools for nutritional assessment and scree- cachexia syndrome. J Clin Oncol 1994; 12: 213-25.
ning at hospital admission: a population study. Clin Nutr
2006; 25: 409-17. • Organización Médica Colegial. Ministerio de Sanidad
y Consumo. Evidencia científica en soporte nutricio-
• Lee JH, Machtay M, Unger LD y cols. Profhylactic gas- nal especializado (cuatro tomos). Madrid: IM&C, SA
trostomy tubes in patients undergoing intensive irradia- 2005.
tion for cancer of the head and neck. Arch Otolaryngol
Head Neck Surg 1998; 124: 871. • Ottery FD. Definition of standardized nutritional assess-
ment and interventional pathways in oncology. Nutrition
• Lent L, Hahn E, Eremenco S, Webster K, Cella D. Using 1996; 12: S15-S19.
cross-cultural input to adapt the Functional Assessment of
Chronic Illness Therapy (FACIT) scales. Acta Oncol • Ottery FD. Rethinking nutritional support of the cancer
1999; 38 (6): 695-702. patients: the new field of nutritional oncology. Sem Oncol
1994; 21: 770-8.
• Linchtenstein AH, Appel LJ, Brands M y cols. Diet and
life style recommendations revision 2006: a scientific sta- • Ovensen L, Hannibal J, Mortensen EL. The interrelation
tement from the American Heart Association Nutrition slip of weight loss, dietary intake and quality of live in
Committee. Circulation 2006; 114: 82-96. ambulatory patients with cancer of lung, breast and ovary.
Nutr Cancer 1993; 19 (2): 159-67.
• Loprinzi CL, Kugler JW, Sloan JA y cols. Randomised
comparison of megestrol acetate versus dexamethasona • Padilla GV, Presant C, Grant MM y cols. Quality of life
versus fluoxymesterone for the treatment of cancer anore- index for patients with cancer. Research in Nursing and
xia/cachexia. J Clin Oncol 1999; 17: 3299-306. Health 1983; 6 (3): 117-26.

• Magne N, Marcy PY, Foa C y cols. Comparison between • Pajak TF, Laramore GE, Marcial VA y cols. Elapsed tre-
nasogastric tube feeding and percutaneous fluoroscopic atment days: a critical item for radiotherapy quality con-
gastrostomy in advanced head and neck patients. EurArch trol review in head and neck trials: RTOG report. Int J
Otorhinolaryngol 2001; 91: 1785. Radiat Oncol Biol Phys 1991; 20: 13.

• Marcy PY, Magne N, Bensadoun RJ y cols. Systematic • Pardo Masferrer J. Intervención nutricional en el
percutaneous fluoroscopic gastrostomy for concomi- paciente oncológico agudo. Introducción. Nutrición
tant radiochemotherapy of advanced head and neck clínica y dietética hospitalaria 2004; 24 (Supl. 1): 68-
cancer: optimization of therapy. Supp Care Cancer 70.
2000; 8: 410. • Pascual A, Roqué M, Urrutia G, Berestein EG, Alme-
• Marín Caro MM y cols. Nutritional intervention and qua- nar B, Balcells M, Herdman M. Systematic review of
lity of life in adult oncology patients. Clin Nutr 2007, doi: megestrol acetate in the treatment of anorexia-cache-
10. 1016/j.clnu. 2007.01.005. xia syndrome. J Pain and Symptom Manage 2004; 27:
360-9.
• Mattox TW. Treatment of unintentional weight loss in
patients with cancer. Nutr Clin Pract 2005; 20 (4): 400-10. • Persson C, Sjoden P-O, Glimelius B. The Swedish ver-
sion of the patient-generated subjective global assessment
• MSKCC Adult Oncology Screening Tool, Clinical Diete- of nutritional status: gastrointestinal vs urological cancer.
tic Staff 1994-1995, Food Service Department, Memorial Clin Nutr 1999; 18: 71-7.
Sloan-Kettering Cancer Centre.
• Petruson KM, Silander EM, Hammerlid EB. Quality of
• Murry DJ, Riva L, Poplack DG. Impact of nutrition on life as predictor of weight loss in patients with head and
pharmacokinetics of antineoplastic agents. Int J Cancer neck cancer. Head Neck 2005 Apr; 27 (4): 302-10.
1998; 11: 48-51.
• Pierce JP, Faerber S, Wright FA y cols. A Randomised
• Mystakidou K, Tsilika E, Kouloulias V, Parpa E, Kat- trial of the effect of a plant-based dietary pattern on addi-
souda E, Kouvaris J, Vlahos L. The “Palliative Care Qua- tional breast cancer events and survival: the Women’s
lity of Life Instrument (PQLI)” in terminal cancer Healthy Eating and Living (WHEL) Study. Control Clin
patients. Health Qual Life Outcomes 2004 Feb; 12 (2): 8. Trials 2002; 23: 728-756.
• National Health and Medical Research Council. Clinical • Raja R, Lim AV, Lim P, Lim G, Chan P, Vu CK. Mal-
practice guidelines for the management of overweight and nutrition screening in hospitalised patients and its
obesity in adults. Commonwealth of Australia. Canberra. implication on reimbursement. Int Med J 2004; 34:
Australia. 2003. 176-81.
• Nayel H, El-Ghoneimy E, El-Haddad S. Impact of nutri- • Ravasco P, Monteiro-Grillo I, Ermelinda Camilo M. Does
tional supplementation on treatment delay and morbidity nutrition influence quality of life in cancer patients under-
in patients with head and neck tumors treated with irradia- going radiotherapy? Radioteraphy and Oncology 2003:
tion.Am J Surg 1984; 184: 514. 67: 213-20.
• Nelson K, Walsh D, Deeter P y cols. A phase II study of • Ravasco P, Monteiro-Grillo I, Vidal PM, Camilo ME.
delta-9-tetrahydrocannabinol for appetite stimulation Cancer: disease and nutrition are key determinants of
in cancer associated anorexia. J Palliat Care 1994; 10: patients’ quality of life. Support Care Cancer 2004; 12:
14-8. 246-52.

47
• Ravasco P, Monterio-Grillo I, Vidal P, Camilo M. Die- • Stratton RJ, Hackston A, Longmore D y cols. Malnutri-
tary counselling improves patient outcomes: a prospec- tion in hospital outpatients and inpatients: prevalence,
tive, randomised, controlled trial in colorectal cancer concurrent validity and ease of use of the “malnutrition
patients undergoing radiotherapy. J Clin Oncol 2005; 23: universal screening tool” (MUST) for adults. Br J Nutr
1431-8. 2004; 92: 799-808.

• Ries LA, Harkins D, Krapcho M y cols. SEER Cancer • Stratton RJ, Kong CL, Stroud MA, Jackson AA, Elia M.
Statistics Review, 1975-2003. Bethseda, MD: National Malnutrition Universal Screening Tool predicts mortality
Cancer Institute 2006. and length of hospital stay in acutely ill elderly. Br J Nutr
2006; 95: 325-30.
• Rock CL, Demark-Wahneried W. Nutrition and survival
after the diagnosis of breast cancer: a review of the evi- • Tchekmedyian NS, Cellia D, Heber D. Nutritional sup-
dence. J Clin Oncol 2002; 20: 3302-3316. port and quality of life. Nutr Oncol 1999: 587-92.

• Rock CL, Newman VA, Neuhouser ML y cols. Antioxi- • Tchekmedyian NS. Cost and benefits of nutrition sup-
dant supplement use in cancer survivos and the general port in cancer. Oncology 1995; 9 (Supl.): 79-84.
population. J Nutr 2004; 134: 3194S-3195S. • Valentini L, Schütz T, Allison SP, Howard P, Pichard C,
Lochs C. ESPEN Guidelines on adult enteral nutrition.
• Rubestein LZ, Harker JO, Salva A, Guigoz Y, Vella B. Clin Nutr 2006; 25: 177-360.
Screening for undernutrition in geriatric practice: develo-
ping the short-form mininutritional assessment (MNA- • Valero MA, León M, Celaya S. Nutrición y Cáncer. En:
SF). J Gerontol Ger A Boil Sci Med 2001; 56: M366- Celaya S. Tratado de Nutrición Artificial. Madrid: Grupo
M372. Aula Médica 1998.
• Sarhill N, Mahmoud F, Walsh D y cols. Evaluation of • Van Bokhorst MA, De Van Der Schueren MA y cols. The
nutritional status in advanced metastatic cancer. Support impact of nutritional status on the prognoses of patients
Care Cancer 2003; 11: 652-9. with advanced head and neck cancer. American Cancer
Society. Cancer 1999; 86 (3): 519-27.
• Segura A, Pardo J, Jara C, Zugazabeitia L, Carulla J, De
las Peñas R, García-Cabrera E, Azuara M, Casado J, • Van Bokhorst MA, De Van Der Schueren MA,Van Leeu-
Gómez-Candela C. An epidemiological evaluation of the wen PA, Sauerwein HP, Kuik DJ, Snow GB, Quak JJ.
prevalence of malnutrition in Spanish patients with Assessment of malnutrition parameters in head and neck
locally advanced or metastatic cancer. Clin Nutr 2005; 24 cancer and their relation to postoperative complications.
(5): 801-14. Head and Neck 1997; 19 (5): 419-25.

• SEMICYUC. Recomendaciones para la valoración • Viganò A, Dorgan M, Buckingham J. Survival predic-


nutricional y el soporte nutricional especializado de tion in terminal cancer patients: a systematic review of the
los pacientes críticos. Nutr Hosp 2005; 20 (Supl. 2): 1- medical literature. Palliative Med 2000; 14: 363-74.
56.
• Vilches Y, González Barón M, Zamora P. Factores pro-
• Shang E, Weiss C, Post S, Kaehler G. The influence of nósticos del cáncer de cabeza y cuello. En: González
early supplementation of parenteral nutrition on quality of Barón M y cols. Factores pronósticos en Oncología.
life and body composition in patients with advanced can- Madrid: McGraw-Hill Interamericana 1994: 55-72.
cer. JPEN J Parenter Enteral Nutr 2006 May-Jun; 30 (3):
222-30. • Weimonn A, Braga M, Harsanyil y cols. ESPEN Guide-
line on Enteral Nutrition: Surgery including Organ Trans-
• Situación en España: supervivencia y prevalencia. En: La plantation. Clin Nutr 2006; 25: 224-44.
situación del cáncer en España. Ministerio de Sanidad y • World Cancer Research Fund/American Institute for Can-
Consumo. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo cer Research. Food, nutrition, and the prevention of can-
Centro de Publicaciones 2005: 71-76. cer: a global perspective. Washington, DC: American Ins-
titute Cancer Research 1997.
• Sloan JA, Loprinzi CL, Kuross SA, Miser AW, O’Fallon
JR, Mahoney MR, Heid IM, Bretscher ME, Vaught NL. • Yavuzsen T, Davis MP, Walsh D y cols. Systematic
Randomized comparison of four tools measuring overall Review of the Treatment of Cancer-Associated Anorexia
quality of life in patients with advanced cancer. J Clin andWeight Loss. J Clin Oncol 2005; 23: 8500-11.
Oncol 1998 Nov; 16 (11): 3662-73.
• Yurek D, Farrar W, Andersen BL. Breast cancer sur-
• Smith-Warner SA, Spiegelman D, Yaun SS y cols. Alco- gery: comparing surgical groups and determining indi-
hol and breast cancer in women: a pooled analysis of vidual differences in postoperative sexuality and body
cohort studies. JAMA 1998; 279: 535-40. change stress. J Consult Clin Psychol 2000; 68 (4):
697-709.
• Stratton RJ, Green CJ, Elia M. Disease-related malnutri-
tion: an evidence-based approach to treatment. CABI • Zamora Auñón P. Prevalencia de la desnutrición en Onco-
Publishing, CAB International. Oxon UK 2003. logía. Nutr Clin Diet Hosp 2002; 22 (6): 26-8.

48
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):51-52
Nutrición ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado

Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Conclusiones del consenso

INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA: NUTRICIÓN Y ONCOLOGÍA

• La malnutrición en los enfermos oncológicos se relaciona con una peor calidad de vida.
• La malnutrición en el enfermo oncológico se relaciona con una mayor mortalidad.
• El soporte nutricional se debería incluir dentro del tratamiento oncológico activo.

EPIDEMIOLOGÍA Y CAUSAS DE LA MALNUTRICIÓN EN EL CÁNCER

• La malnutrición es frecuente en los pacientes oncológicos.


• La caquexia afecta a un 60%-80% de los pacientes con enfermedad avanzada.
• La pérdida de peso es mayor en los pacientes que sufren tumores del tracto gastrointestinal.
• Las reacciones psicológicas desadaptativas pueden alterar la ingesta de alimentos en el paciente con
cáncer.
• La cirugía oncológica interfiere en la normal alimentación del enfermo.
• La radioterapia de tumores de cabeza, cuello, tracto digestivo y tórax influye negativamente en la nu-
trición.
• La quimioterapia puede provocar náuseas, vómitos, mucositis oral, enteritis, diarrea y malabsorción de
nutrientes, lo que afecta a la alimentación del paciente.

IMPACTO DEL ESTADO NUTRICIONAL EN LA EVOLUCIÓN DEL PACIENTE:


CUMPLIMIENTO DEL TRATAMIENTO ONCOLÓGICO Y TOLERANCIA
AL MISMO, CALIDAD DE VIDA E IMPACTO PSICOSOCIAL

• La malnutrición inducida por el cáncer es un factor pronóstico negativo independiente y es un factor pre-
dictivo de un aumento de la toxicidad de la quimioterapia.
• La desnutrición es el diagnóstico secundario más común en el paciente oncológico y suele ser de tipo mix-
to (energético-proteica).
• La presencia de la enfermedad neoplásica genera una serie de alteraciones metabólicas complejas que
dan lugar a una pérdida progresiva e involuntaria de peso.
• La pérdida de peso y la caquexia no son consecuencia exclusivamente de una disminución en la ingesta
efectiva.
• La malnutrición energético-proteica produce deterioro del sistema inmune y afecta fundamentalmente a
la inmunidad celular, con la consecuente inmunosupresión.
• El estado de desnutrición va a disminuir la respuesta a los tratamientos específicos de radioterapia y qui-
mioterapia, además de ocasionar una menor tolerancia a los mismos, aumentando los efectos indeseables
(toxicidades) de ambos.
• En los pacientes oncológicos los cambios en la imagen corporal constituyen un nuevo evento vital estre-
sante al que deben hacer frente.

51
CRIBADO Y VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL EN EL CÁNCER

• Se empleará el MST como método de cribado.


• Lo realizará el personal de Enfermería (diplomados o auxiliares).
• En los pacientes hospitalizados se realizará en el momento del ingreso (primeras 24 horas), y en los pa-
cientes ambulatorios se llevará a cabo en la primera visita a radioterapia o a quimioterapia.
• Si el resultado es negativo (< 2), se repetirá el cribado cada semana en los pacientes hospitalizados y en
cada visita de revisión del tratamiento en los pacientes ambulatorios.
• Si el resultado es positivo, se llevará a cabo una valoración del estado nutricional empleando la Valora-
ción Global Subjetiva (VGS).
• La VGS será realizada por personal sanitario entrenado (diplomado en Enfermería, diplomado en Dietéti-
ca, médicos).

CRITERIOS DE INTERVENCIÓN NUTRICIONAL: OBJETIVOS, INDICACIONES


Y EVIDENCIAS

• La atención nutricional debe ser precoz y formar parte del tratamiento global del paciente oncológico.
• La dieta del paciente con cáncer debe seguir las normas de una alimentación saludable, equilibrada, va-
riada, apetecible y suficiente.
• Cuando el consejo dietético no es suficiente, se debe pasar al estadio superior de soporte nutricional.
• La sintomatología asociada (anorexia, náuseas y vómitos, etc.) derivada de la propia patología o de las
complicaciones de los tratamientos dificulta que el paciente consiga una ingesta adecuada.
• El paciente con cáncer puede precisar nutrición artificial con las mismas indicaciones que pacientes no
oncológicos, pero con una fórmula adecuada a sus necesidades particulares.
• La eficacia de este soporte nutricional debe equilibrarse con el riesgo de su uso.

CRITERIOS DE INTERVENCIÓN COADYUVANTE. RECOMENDACIONES

• A pesar de los múltiples fármacos que se han estudiado en el tratamiento de la caquexia-anorexia del pa-
ciente con cáncer avanzado, sólo el uso de progestágenos y corticosteroides ha demostrado un beneficio
en términos de mejoría del apetito y aumento moderado de peso.
• Los tratamientos farmacológicos deben reservarse para los pacientes sintomáticos y con una neoplasia
avanzada, y la decisión de iniciar el tratamiento debe nacer de un deseo expreso del paciente.

INTERVENCIÓN Y SEGUIMIENTO POSTRATAMIENTO. RECOMENDACIÓN

• La intervención nutricional en el paciente oncológico sometido a tratamiento activo debe ser precoz y
formar parte del tratamiento global, con el fin de disminuir las complicaciones derivadas de los trata-
mientos.
• Otros objetivos, no menos importantes, son mejorar la calidad de vida y evitar la muerte precoz.
• Esta intervención debe concretarse teniendo en cuenta que se hayan realizado un cribado y una valoración
del estado nutricional adecuados, sin olvidar que el grado de riesgo del tratamiento antineoplásico tendrá
un papel fundamental en la etiología del riesgo de malnutrición.
• Toda intervención nutricional debe individualizarse para cada paciente; desde las recomendaciones dieté-
ticas hasta la nutrición artificial.
• Debe valorarse el uso de una fórmula específica para la caquexia.

52
Nutr Hosp Suplementos. 2008;1(1):7-10
Nutrición ISSN 1888-7961 • S.V.R. Solicitado

Hospitalaria
SUPLEMENTOS

Metodología y grupo de trabajo


METODOLOGÍA A continuación, el documento se envió para su revi-
sión a otros 24 expertos, ocho de cada especialidad, antes
La Guía Clínica Multidisciplinar sobre el Manejo de de la discusión final.Todos juntos,coordinadores,autores
la Nutrición en el Paciente con Cáncer pretende descri- y expertos,se reunieron para llegar al consenso y elaborar
bir una serie de contextos terapéutico-asistenciales, las correspondientes conclusiones. Para ello, se constitu-
revisar el estado actual del manejo nutricional en cada yeron dos grupos de trabajo formados por tres miembros
uno de esos contextos y elaborar una serie de propues- del comité de expertos y 12 participantes equitativa-
tas para su abordaje. mente distribuidos entre las tres especialidades, que tra-
bajaron los siguientes temas:
Partiendo de estos objetivos, la metodología de
elaboración se ha planteado siguiendo las normas y • Grupo 1: epidemiología, impacto y valoración del
directrices propias de un consenso, con la particularidad estado nutricional.
de que el amplio grupo de expertos que han participado
• Grupo 2: intervención y seguimiento en el trata-
en las diferentes partes del proceso pertenecían, a partes
miento oncológico.
iguales, a las tres especialidades implicadas: Oncología
Médica, Oncología Radioterápica y Nutrición. De esta La reunión de consenso se estructuró en tres partes:
forma, se recalca la multidisciplinariedad de este abor-
daje del manejo nutricional del enfermo con cáncer. • Sesión plenaria: breve presentación de los aspec-
El trabajo se inició con dos reuniones: una de los tos fundamentales de cada uno de los temas.
coordinadores (uno por especialidad) para establecer • Grupos de trabajo: discusión de los temas y esta-
las líneas generales del proyecto y, posteriormente, otra blecimiento de conclusiones.
de los coordinadores con el comité de autores (dos por • Sesión plenaria: presentación y discusión de las
especialidad), en la que se establecieron seis bloques conclusiones de cada grupo.
temáticos o mesas de trabajo y se adjudicó el desarrollo
de cada uno de los temas a un trío multidisciplinar Durante la reunión, todos los participantes contribu-
integrado por los miembros de dicho comité. yeron activamente a la discusión y al consenso defini-
tivo, basado en el exhaustivo trabajo de las ponencias.
Los temas, elaborados a partir de la revisión de la
literatura y de la experiencia profesional de los exper- Tras este proceso, los coordinadores revisaron el
tos, se hicieron circular y fueron discutidos por todo el documento generado y éste se sometió de nuevo a los
grupo; el resultado final de esta labor fue la documenta- miembros del comité de expertos para su redacción
ción que se presentó para el consenso. final, que constituye el contenido de esta guía.

GRUPO DE TRABAJO

COORDINADORES
Colomer Bosch, Ramón
Presidente de la SEOM.
Servicio de Oncología Médica.MD.
Anderson International España.Madrid.
García de Lorenzo y Mateos, Abelardo
Presidente de la SENPE.
Servicio de Medicina Interna.
Hospital Universitario La Paz. Madrid.
Mañas Rueda, Ana
Presidenta de la SEOR.
Servicio de Oncología Radioterápica.
Hospital Universitario La Paz. Madrid.

7
AUTORES

Álvarez Hernández, Julia Rodríguez Rodríguez, Isabel


Servicio de Endocrinología y Nutrición. Servicio de Oncología Radioterápica.
Hospital Universitario Príncipe deAsturias. Madrid. Hospital Universitario La Paz. Madrid.
Muñoz Carmona, David Sánchez Rovira, Pedro
Servicio de Oncología Radioterápica. Servicio de Oncología Médica.
Hospital Juan Ramón Jiménez. Huelva. Complejo Hospitalario de Jaén.
Planas Vila, Mercè Seguí Palmer, Miguel Ángel
Servicio de Nutrición. Servicio de Oncología Médica. Consorcio Sanitario
HospitalVall d’Hebrón. Barcelona. ParcTaulí. Hospital de Sabadell (Barcelona).

EXPERTOS

Alberola Candel, Vicente López Fernández, Judith


Servicio de Oncología Médica. Servicio de Endocrinología y Nutrición.
HospitalArnau deVilanova. Valencia. Hospital Universitario de Canarias.
Algara López, Manuel Luengo Pérez, Luis Miguel
Servicio de Oncología Radioterápica. Unidad de Nutrición Clínica y Dietética.
Hospital de la Esperanza. Barcelona. Hospital Universitario Infanta Cristina. Badajoz.
Camarero González, Emma Lloret Sáez-Bravo, Marta
Unidad de Nutrición. Hospital Clínico Universitario Servicio de Oncología Radioterápica.
de Santiago de Compostela. A Coruña. Hospital Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria.
Camps Herrero, Carlos Martínez Olmos, Miguel Ángel
Servicio de Oncología Médica. Servicio de Endocrinología y Nutrición.
Hospital General deValencia. Hospital de Conxo. Santiagode Compostela (A Coruña).
Cantón Blanco, Ana Mena Merino, Ana Mª
Servicio de Endocrinología y Nutrición. Servicio de Oncología Radioterápica.
Hospital GermansTrias i Pujol. Badalona (Barcelona). Hospital Son Dureta. Palma de Mallorca.
Casas Fernández de Tejerina, Ana Mª Méndez Villamón, Agustina
Servicio de Oncología Médica. Servicio de Oncología Radioterápica.
HospitalVirgen del Rocío. Sevilla. Hospital Miguel Servet. Zaragoza.
Castelo Fernández, Beatriz Olveira Fuster, Gabriel
Servicio de Oncología Médica. Servicio de Endocrinología y Nutrición.
Hospital Universitario La Paz. Madrid. Hospital Carlos Haya. Málaga.
García Teijido, Paula Pachón Ibáñez, Jerónimo
Servicio de Oncología Médica. Servicio de Oncología Radioterápica
Hospital SanAgustín. Avilés (Asturias). HospitalVirgen del Rocío. Sevilla.
Gómez Enterría, Pilar Rico Pérez, José Manuel
Unidad de Nutrición, Servicio de Endocrinología Servicio de Oncología Radioterápica.
y Nutrición. Hospital Central de Asturias. Oviedo. HospitalVirgen de laVictoria. Málaga.
González Billalabeitia, Enrique Santos Olías, Miguel
Servicio de Oncología Médica. Servicio de Oncología Radioterápica.
Hospital J. M. Morales Messeguer. Murcia. Instituto Valenciano de Oncología.Valencia.
Hervás Morón, Asunción Valentí Maganto, Vicente
Servicio de Oncología Radioterápica. Servicio de Oncología Médica.
Hospital Ramón y Cajal. Madrid. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid.
Laborda González, Lucía Zamora Auñón, Pilar
Unidad de Nutrición. Servicio de Oncología Médica.
Hospital de Cruces. Bilbao. Hospital Universitario La Paz. Madrid.

También podría gustarte