En México, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos
(LGPGIR) es la que se centra en garantizar la protección del medio ambiente a través de un manejo correcto de los desechos, y representa de suma importancia que cualquier actor que genere residuos la conozca para poder disponer de los mismos de manera adecuada. Diariamente en México se generan 120,128 toneladas de residuos, de las cuales son recolectadas 100,751 ton, esto representa un 83.87%. Sin embargo, es importante que no solo veamos los promedios; dentro del país los municipios que están más desarrollados económicamente son los que tienen una mayor cobertura de recolección con más de 90%, mientras que en las zonas rurales tan solo el 13% de los residuos generados son recolectados. La cantidad de desechos que generamos los mexicanos a lo largo de los años ha incrementado de manera considerable, pues un aumento de la urbanización y del PIB viene de la mano con aumento del uso de materiales y por lo mismo un aumento de residuos: del 2003 al 2015 la cifra de nuestros desechos aumentó un 61.2% (SEMARNAT, 2015). Además del PIB, algo que influye directamente en la cantidad de residuos generados por estado es el número de habitantes: el Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco y Veracruz encabezan la lista de los mayores generadores de residuos, mientras que los menores son Baja California Sur, Colima, Campeche y Tlaxcala. El tratamiento de residuos se refiere a la acción o acciones cuyo propósito es alterar las condiciones químicas, biológicas o físicas de un desperdicio. Las diferentes operaciones de la gestión de residuos están enfocadas a conseguir neutralizar sustancias peligrosas; reducir la cantidad de residuos; recuperar componentes de valor; prolongar la vida útil de los artículos; entre otros. En definitiva, el tratamiento de residuos es de gran importancia para tratar de reducir la contaminación del medio ambiente, evitar riesgos para la salud y, además, tratar de preservar los recursos de la naturaleza.
Técnicas de tratamiento de residuos
A pesar de que existen numerosos sistemas de tratamiento de residuos, los más habituales son los siguientes: incineración, vertido controlado y pirólisis. 1. Incineración A través de este sistema de tratamiento de residuos, estos se destruyen térmicamente mediante su oxidación completa, transformándolos en gases de combustión y productos sólidos (cenizas y escorias). Por medio de esta técnica y con la ayuda de plantas especializadas es posible generar energía. Países como Suecia o Dinamarca son líderes en la generación de energía a través de la incineración. 2. Vertido controlado Aunque la tendencia actual es la mínima utilización de los vertederos, debido a su menor coste respecto de otros sistemas, aún se emplea en la mayoría de los países. Normalmente situados en canteras o minas abandonadas, es imprescindible un buen diseño y gestión del vertedero para reducir lo máximo posible el impacto sobre el terreno. Una mala administración puede provocar, por ejemplo, la contaminación de aguas subterráneas por la generación de lixiviados. 3. Pirólisis Al igual que la incineración, es un tratamiento de residuos térmico en el que los residuos se calientan a altas temperaturas con una cantidad de oxígeno limitada. Este proceso se lleva a cabo en un contenedor sellado a alta presión, siendo este método más eficiente que la incineración, generando mucha más energía para su recuperación y utilización.
Bibliografía
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