Gestión de los Residuos Sólidos en Colombia

Actualmente la protección del medio ambiente se ha convertido en un tema que cada día cobra

más importancia, pasó de ser un asunto al que se podía ser indiferente a convertirse en una situación

que demanda una acción inmediata, lo que resulta en que hoy en día sea una obligación de los

Estados y de todos los ciudadanos llevar a cabo labores encaminadas al objetivo de preservar el

medio ambiente, desarrollando metodologías que permitan extraer de la naturaleza la cantidad de

recursos necesarios para la sostenibilidad humana causando el menor impacto posible a los

ecosistemas que conforman el planeta.

Durante la última década se ha evidenciado de manera muy notoria el tema del manejo de los

residuos sólidos, el cual se ha ido convirtiendo en un problema no sólo ambiental, sino que también

ha pasado a involucrarse en los ámbitos sociales, económicos y políticos de la sociedad. La

indiscriminada fabricación de productos con baja biodegradación y la demanda de consumo cada

vez más incrementada de estos hacen que se produzcan enormes cantidades de desechos que se

van acumulando, problemática a la cual se le ha planteado solución con la implementación de

acciones como el reciclaje.

Países en vías de desarrollo, tales como los de América Latina, a pesar de no producir las

mismas cantidades que los países desarrollados, todavía contribuyen de manera significativa a la

contaminación por residuos sólidos en el planeta. Tal es el caso de Colombia, país en el que

diariamente se están produciendo 16.000 toneladas de desechos que no son tratados de manera

adecuada.

En las 32 principales ciudades que conforman a Colombia se están generando mensualmente

una suma aproximada de 386.470 toneladas de desechos según información suministrada por la
Superintendencia de Servicios Públicos, la cual va a parar, en su gran mayoría, a rellenos

sanitarios.

En informes elaborados por la Superintendencia de Servicios Públicos y el Departamento

Nacional de Planeación basándose en estudios hechos por expertos en la materia ha quedado

evidenciado en múltiples ocasiones las graves deficiencias que presentan los rellenos sanitarios,

puntuándose el riesgo que representan para el medio ambiente y la población en general.

En un informe redactado en el año 2017 se hace referencia a que “el país cuenta con 147

rellenos, de los cuales 13 tienen la licencia de funcionamiento vencida, 20 tienen menos de un año

de vida útil, 21 sitios tienen entre 1 y 3 años de capacidad, y a 41 les quedan entre 3 y 10 años de

funcionamiento” (Colprensa, 2017). Tal situación nos hace preguntarnos qué acciones está

tomando El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la mano con las demás entidades

y empresas de Colombia para contrarrestar dicha problemática.

Es bien conocido que para hacer frente a este problema y las múltiples consecuencias que

desencadena a corto, mediano y largo plazo es necesario que se realicen una serie de inversiones

y reglamentaciones para lograr que los centros de acopio de residuos cumplan con la normativa

vigente, al mismo tiempo que se deben buscar alternativas viables en las que se puedan

implementar tecnologías más recientes, y cuya eficiencia se haya probado en otros lugares, para

tratar los residuos sólidos de una manera que permita reducir las enormes montañas que se han ido

acumulando en los rellenos sanitarios y al mismo tiempo mitigar el impacto del daño producido al

medio ambiente.

Para reducir la carga de trabajo de los rellenos sanitarios y poder extender su vida útil se está

empleando la iniciativa del reciclaje, lastimosamente teniendo la desventaja de que en Colombia

este sistema está inmerso en gran medida en la ilegalidad, con escaso control por parte de los

municipios, en el cual algunas empresas se benefician de la recolección de estos residuos

reutilizables; para lo cual se valen de un grupo de individuos que trabajan en la informalidad

durante extensas jornadas y con malas remuneraciones económicas. Para solucionar lo anterior, se

han creado empresas privadas, como por ejemplo Recipe, que vienen adelantando las tareas de

recolección y reciclaje de residuos sólidos en la Costa Caribe; estas empresas están detrás del

objetivo de conseguir dignificar el trabajo de los recicladores sacando esta labor de la informalidad,

permitiendo que sus trabajadores tengan beneficio a un salario mínimo, al mismo tiempo que

ayudan a reducir la contaminación realizando la recolección de residuos de plástico, cartón o metal

para su posterior clasificación y transformación antes de ser reingresados al mercado.

En la materia de reducción del impacto causado al medio ambiente destaca el ejemplo puesto

por la ciudad de Pereira, en la cual se construyó una planta de tratamiento para los líquidos

lixiviados que el relleno sanitario produce y que antes eran arrojados a una quebrada, además de

tener una planta que produce abono orgánico. Este ejemplo hace un drástico contraste a la situación

sanitaria que se presenta en departamentos como Boyacá, en la que los cuatro rellenos sanitarios

que se encuentran en funcionamiento cada vez dan menos abasto para los 123 municipios que lo

componen y, que por su ubicación geográfica, dificultan el traslado de los residuos hasta esos

puntos, lo que pone en evidencia una cuestionable gestión en muchos aspectos a lo cual el

exministro de Ambiente y profesor de políticas sobre Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de

la Universidad de los Andes, Manuel Rodríguez Becerra hace alusión diciendo: “Colombia está

muy atrasada en el tema de disposición de residuos sólidos, sobre todo por la mala administración.

El país tiene un desarrollo y capacidad económica que le permite resolver en forma razonable este
tema y no lo hace por temas administrativos, corrupción y por la contratación de compañías que

no son eficientes en el manejo de rellenos sanitarios”.

En relación a lo antes expuesto, muchos expertos hacen referencia a que la mejor alternativa a

corto y mediano plazo es fortalecer las campañas de reciclaje, haciendo disertaciones a la

ciudadanía donde se muestren los daños ocasionados por un mal manejo de los desechos

producidos en el hogar; adicionalmente de esto se le debe exigir a los actuales gobernantes de las

distintas entidades que gobiernan la parte ejecutiva del país que apliquen inflexibles sanciones a

las empresas que se encargan de la producción de envases y demás productos que puedan ser

reciclables y que no cuentan con un plan de manejo ambiental que se adhiera a la actual

reglamentación. En última instancia, es necesario que El Ministerio de Ambiente y Desarrollo

Sostenible cree políticas de desarrollo que permitan al país avanzar en materia de disposición,

recolección y transformación de los residuos sólidos con baja biodegradación para hacer posible

el ampliar su vida útil.

 Bibliografía

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