Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FORMACIÓN ÉTICA
Y CIUDADANA
LA VIDA EN SOCIEDAD.
• Las personas somos seres sociales, es decir que necesitamos vivir con otras para poder crecer
y desarrollarnos. Formamos parte de muchos grupos al mismo tiempo, como la familia, la escuela, el
grupo de amigos… en una comunidad, todos somos diferentes, pero todos, sin importar estas
diferencias, tenemos los mismos derechos que protegen todos los aspectos de nuestras vidas. Son los
llamados derechos humanos.
• Al nacer, a diferencia de la mayoría de los animales, los humanos somos seres indefensos
que necesitamos el cuidado de otras personas para poder sobrevivir. Los animales, en cambio, por
medio de su instinto, pueden satisfacer sus necesidades. Las abejas, por ejemplo, saben cómo
construir sus colmenas y no necesitan estudiar ingeniería para hacerlo. Ante una necesidad dada, el
instinto provee a los animales de una reacción orgánica, natural.
• Los comportamientos humanos son adquiridos y aprendidos en las sociedades en las que cada
persona vive y, ante un problema, el ser humano es capaz de elaborar una respuesta racional, de
pensar, de elegir y de tomar decisiones. Estas capacidades que nos distinguen de los animales son
adquiridas en el ámbito social.
• Por eso se dice que, a diferencia de los animales, los seres humanos no podemos sobrevivir
si no interactuamos con otros seres humanos. Pero no se trata únicamente de lograr la supervivencia,
sino que solo conviviendo en sociedad, con otros, se adquieren los rasgos característicos de
humanidad: aprender a caminar erguidos, tener lenguaje e incorporar hábitos y valores. Sin ese
contacto, las personas no podemos desarrollarnos como tales. Las personas somos, en definitiva, seres
sociales por naturaleza.
• En algunos casos que la ciencia pudo investigar, como el de los llamados “niños salvajes”,
se comprobó que ellos no adquirieron los hábitos y las características de los seres humanos, sino de
las especies con las que convivieron. Por ejemplo, el llamado Salvaje de Aveyron, que fue encontrado
en las afueras de Saint-Sernin, en 1800, cuando tendría aproximadamente 12 años de edad, semejaba
un animal más que una persona: andaba en cuatro patas, sus uñas parecían garras y no hablaba, sólo
emitía sonidos incomprensibles.
Los seres humanos nos distinguimos de los animales por la capacidad de razonar, de
expresarnos mediante un lenguaje, de crear y de tomar decisiones. Otra facultad que diferencia
a las personas de los animales es la capacidad simbólica.
Cuando se habla de un ser social, sobre todo a propósito del ser humano, se está haciendo referencia
a su necesidad de existir dentro de una sociedad, es decir, de formar parte de un colectivo o de una
comunidad, de la cual obtiene un sentido de pertenencia y un sentido de identidad colectiva.
Este rasgo humano, el de ser un ser gregario (o sea, que tiende a formar comunidades), ha sido
reconocido desde épocas antiguas por estudiosos de nuestra especie. El filósofo griego Aristóteles
(384-322), por ejemplo, llamó al ser humano “animal político” (zoon politikón) o “animal cívico”, en
3
el sentido de que, a diferencia de otros animales, el humano es capaz de crear sociedades con un alto
nivel de organización y socialización compleja.
Se ha demostrado que desprovisto de un medio social el ser humano padece sufrimientos y ve
deteriorada su vida psíquica y afectiva. No en balde el destierro o el exilio han sido desde épocas
antiguas castigos muy comunes para quienes son considerados enemigos de la sociedad o traidores a
la misma.
Por otro lado, el marxismo entiende el ser social de otro modo: la relación material entre los seres
humanos y la naturaleza, y entre las distintas clases sociales, a lo largo del proceso de producción de
bienes. Se trata de un concepto muy relacionado con la conciencia social, que es el conjunto de ideas
o representaciones intelectuales que respecto al mismo proceso (y al lugar que se ocupa en el mismo)
tiene el ser humano.
Es decir, que para el marxismo el ser social es el lugar social que ocupa el ser humano en la cadena
de relaciones de la producción, mientras que la conciencia social sería el grado de consciencia,
justamente, que tiene respecto de su ser social.
Comúnmente, se entiende por relaciones sociales al conjunto de las interacciones que ocurren entre
dos o más personas, o dos o más grupos de personas, de acuerdo a una serie de protocolos o
lineamientos mutuamente aceptados, o sea, de acuerdo a normas específicas.
Estas relaciones son estudiadas por la sociología y constituyen para ella el grado máximo de
complejidad del comportamiento social. Son la base de otros conceptos como a organización social,
la estructura social o los movimientos sociales.
Los seres humanos somos criaturas gregarias, o sea, tendemos a vivir entre sus pares. Así, formamos
comunidades que requieren de un conjunto de interacciones normadas para convivir en relativa paz.
Por ende, las relaciones sociales forman parte de quienes somos y su estudio revelará mucho de cómo
nos pensamos a nosotros mismos y a los demás.
En ese sentido, resultan de interés tanto los tipos de vínculo (la amistad, el amor, la rivalidad, etc.), y
el tipo de normas con las que distinguimos las relaciones legítimas o apreciadas, de las prohibidas,
inaceptables o incorrectas. La socialización es el modo en que dichos elementos van modificando y
fraguando la conducta de los seres humanos.
Características de las relaciones sociales:
Las relaciones sociales pueden ser:
• Materiales. Involucran algún tipo de intercambio de objetos. Estas son relaciones concretas
que incluyen aquellas que poseen vínculo con lo económico, lo material.
• Ideológicas. Involucran la adhesión o la transmisión de algún tipo de patrones de pensamiento.
Son relaciones abstractas que se vinculan a lo moral, espiritual, político, etc.
Por otro lado, las relaciones sociales suelen sustentarse en protocolos y normas. Dichas normas están
determinadas histórica y culturalmente, pero también en base a las necesidades del colectivo.
De hecho, la cortesía y las formas del trato cotidiano son una evidencia de que incluso los contactos
breves y superficiales con quienes habitan a nuestro alrededor, requieren de una cierta manera de
hacer las cosas que debemos aprender, para no desentonar en la sociedad.
Tipos de relaciones sociales:
Las relaciones sociales pueden clasificarse de distinta manera, dependiendo de si nuestro enfoque al
respecto es psicológico, sociológico o de otra naturaleza. Por ejemplo, podemos distinguir entre
relaciones sociales según el tipo de vínculo establecido, de la siguiente manera:
• Relaciones afectivas. Aquellas que tenemos con las personas escogidas para conformar
nuestro entorno íntimo: amigos, parejas y compañeros, gente con la que desarrollamos
conexiones emocionales profundas.
• Relaciones laborales. Aquellas que debemos emprender en nuestro entorno de trabajo, sea el
que sea, y que suelen regirse por normas jerárquicas, formales y diferentes a las íntimas. En
4
PROCESO DE SOCIALIZACIÓN.
Los comportamientos que llevan adelante las personas, incluso los que parecen naturales y
espontáneos, han sido aprendidos en el medio social al relacionarse con otras personas, por ejemplo,
el idioma, la forma de vestir y de alimentarse, entre muchos otros. El proceso de socialización es el
conjunto de aprendizajes mediante los cuales una persona, en el seno de una sociedad, incorpora
hábitos, pautas de conducta, lenguaje, valores, es decir, su cultura. La socialización se inicia desde el
momento del nacimiento de una persona y se extiende durante toda su vida.
Según el filósofo Cornelius Castoriadis, una persona no puede definir en forma aislada cuáles serán
las leyes que guíen su acción, porque, como los humanos son seres sociales, se constituyen en tales
por medio de normas, valores y costumbres de una comunidad determinada. Se puede afirmar,
entonces, que el proceso de socialización es el que convierte a las personas en seres sociales, es decir,
en miembros de una sociedad.
Los grupos o contextos sociales y las instituciones dentro de las cuales se transmiten los aprendizajes
implicados en el proceso de socialización reciben el nombre de agentes de socialización. Según el
sociólogo Anthony Giddens, en el proceso de socialización se pueden identificar dos grandes fases
que involucran diversos agentes de socialización: la socialización primaria y la socialización
secundaria.
SOCIALIZACIÓN PRIMARIA: se denomina así porque es una etapa en la cual los a gentes
socializadores son esencialmente los grupos de carácter primario, es decir, grupos en los cuales el
tipo de relaciones predominantes están basados en la dimensión afectiva y emocional de las personas.
El comienzo natural del proceso de socialización para cada niño recién nacido es su inmediato grupo
familiar. En la historia de la humanidad, la familia ha sido la agencia de socialización más importante.
Algunos autores plantean que los cambios sociales producidos por los procesos de industrialización
y modernización han llevado a una perdida relativa de su relevancia ante la irrupción de otras agencias
socializadoras como el sistema educacional y los medios masivos de comunicación. Sin embargo, su
importancia sigue siendo capital porque, en general, la familia filtra de manera directa o indirecta a
5
las otras agencias socializadoras, escogiendo la escuela a la que van los niños, procurando seleccionar
los amigos con los cuales se junta, controlando (supuestamente) su acceso la televisión, etc. Junto a
la familia, y aún en la infancia, el proceso se abre a otros grupos primarios de pertenencia.
SOCIALIZACIÓN SECUNDARIA: la socialización primaria finaliza cuando el individuo
comienza a integrarse a grupos en los cuales la naturaleza de la relación social es de carácter
secundario, es decir, relaciones basadas más bien en un componente formal, racional, y que, en
general, son relaciones a las cuales la persona se integra opcionalmente y como resultado de un
contrato social, escrito o no. Es la internalización de subculturas realidades parciales que contrastan
con el mundo de base adquirido en la socialización primaria) institucionales o basados en
organizaciones formales. El individuo descubre que el mundo de sus padres no es el único. La carga
afectiva es reemplazada por técnicas pedagógicas que facilitan el aprendizaje. Se caracteriza por la
división social del trabajo y por la distribución social del conocimiento. Las relaciones se establecen
por jerarquía, poder, contrato legal, etc. Este proceso es de especial interés para este curso. Cuando
una persona entra a una organización de trabajo, se le socializa para que llegue e a ser parte de esa
organización. Y la forma concreta y práctica es a través del aprendizaje de sus roles, esto es, el
aprendizaje de la forma en que deberá desempeñar su cargo y las tareas y funciones diseñadas por la
organización para ese cargo en particular.
¿Cómo se produce la socialización?
La socialización se produce a través de los que se denomina agentes socializadores, que son
instituciones que la sociedad ha ido creando para garantizar la incorporación efectiva de sus miembros
a la cultura predominante. Existen diversos agentes de socialización y ellos juegan un papel de mayor
o menor importancia según las características peculiares de la sociedad, de la etapa en la vida del
sujeto y de su posición en la estructura social.
En la medida que la sociedad se ha ido haciendo más compleja y diferenciada, el proceso de
socialización también se ha hecho más complejo: esto deriva del hecho de que debe, necesaria y
simultáneamente, cumplir las funciones de homogeneizar a sus miembros lo suficiente como para
que puedan identificarse como “pertenecientes a” pero, al mismo tiempo, diferenciar a los miembros
de la sociedad a fin de que exista tanto la indispensable cohesión entre todos ellos, pero también el
reconocimiento al derecho de existir de diferentes grupos que tienen particulares formas de vivir la
cultura global. Estamos hablando de la creciente y progresiva existencia de subculturas cada vez más
diferenciadas y que van poniendo una prueba de fuego a la capacidad de tolerancia y aceptación de
las diferencias.
En el surgimiento de esta realidad han jugado un rol esencial los medios de comunicación masivos.
Un hecho fuera de discusión hoy día es que en el mundo actual los medios de comunicación han
alcanzado una difusión sin precedentes. Los diarios, las revistas, el cine, la radio y, sobre todo, la
televisión, son usados por una cantidad muy significativa y creciente de personas para satisfacer,
principalmente, las necesidades de información y entretenimiento, dedicando un número muy grande
de horas a ver, escuchar o leer los mensajes difundidos por estos medios. Para los niños, se ha dicho
que al cabo del año están más tiempo frente al televisor que frente al maestro en el aula. Tal situación
tiene un claro efecto socializador, planteándose que una buena parte de la construcción social de la
realidad está determinada por los medios de comunicación masiva. Estos medios, particularmente la
televisión, darían una imagen del mundo, elaborarían un mapa de la realidad, que resultaría de capital
importancia en la conducta social.
La vida en sociedad permite que las personas puedan satisfacer sus necesidades, compartir, incorporar
y transmitir su cultura, y desarrollar sus potencialidades. Para ejercer su libertad como seres humanos,
y alcanzar la realización de los proyectos individuales y comunes de toda la sociedad, es necesario
contar con un marco normativo que garantice el ejercicio de los derechos. Tanto gobernantes como
gobernados deben cumplir las leyes para asegurar una convivencia armónica y ordenada.
6
Muchas de estas normas no están escritas, sino que son fruto de las costumbres y prácticas de
una comunidad; otras, en cambio se convierten en normas escritas emanadas de la autoridad
competente y que, por ello, deben ser respetadas por todos.
De acuerdo con sus características, las normas se pueden clasificar en:
• Las NORMAS SOCIALES, que incluyen las normas de cortesía y los usos y costumbres,
son aquellas impuestas por una sociedad e iguales para todos sus miembros, por ejemplo decir
“por favor” al pedir algo se aprenden durante el proceso de socialización. Las pautas que
establecen estas normas no son imprescindibles para la convivencia, por eso son voluntarias.
Pese a no ser obligatorias, las normas sociales tienen un castigo sino se respetan: el rechazo
social al que es sometido quien no está dispuesto a cumplirlas. Piensen en el caso, por ejemplo,
de una persona que nunca pide las cosas por favor, ni las agradece, y cómo reaccionan quienes
la rodean ante este comportamiento.
• Las NORMAS MORALES, son las que expresan principios interiorizados que cada persona
aplica “desde adentro” y que tienen que ver con su forma de sentir y de entender el mundo
que la rodea. Estas normas están relacionadas con lo que cada uno considera correcto o
incorrecto, como ser solidario o no copiarse en una prueba. No son obligatorias, ya que cada
persona se las autoimpone según su propia escala de valores. El castigo para quien no las
respeta es el sentimiento de culpa o el llamado cargo de conciencia. Pero existen otros
comportamientos que deben ser cumplidos obligatoriamente por todos los miembros de una
sociedad para Que no haya conflictos, ¿Qué pasara si nadie cumpliera con las nomas de
tránsito? ¿Y si no se respetase el derecho a la vida? la decisión de cumplir o no esas normas
no puede depender de la voluntad del ciudadano o de una cuestión de conciencia. Por eso
existen…
• Las NORMAS JURÍDICAS, que son las que impone el Estado con carácter obligatorio a
todos sus habitantes, y cuyo fin es el respeto de las conductas necesarias para la convivencia.
Su falta de cumplimiento supone una sanción legal que puede consistir en una multa o una
pena de diferente gravedad hasta llegar, en algunos países, a la pena de muerte. Es decir, son
normas dictadas por una autoridad y cuyo cumplimiento es obligatorio, aún por la fuerza,
estableciéndose explícitamente un castigo en caso de incumplimiento. Por ejemplo, la norma
que establece que al que mate a otro le corresponderá prisión de ocho a veinticinco años.
Dentro de las normas jurídicas están las leyes, los decretos, las ordenanzas municipales, los
reglamentos, etc. El fundamento de las normas jurídicas es la Constitución Nacional.
El Derecho es el conjunto de normas jurídicas impuestas por el Estado que todos los ciudadanos
deben cumplir obligatoriamente, con el fin de regular la convivencia social. En este punto, no
debe pensarse en el derecho como una cuestión reservada a los abogados y relacionado
únicamente con juicios y delitos. El derecho está presente en las actividades diarias de todas las
personas. Por ejemplo, cuando una persona toma un taxi o compra un alfajor, está realizando
diferentes contratos. Cuando los padres autorizan a sus hijos a salir, lo hacen en ejercicio de su
patria potestad.
DERECHO MORAL
Valora la conducta en cuanto el alcance para con Valora la conducta humana en sí misma. El
los demás. Valora las conductas en relación de campo de la moral es la conciencia. Valora las
alteridad. Tiende al Bien Común. Es acciones del individuo con miras a su fin
heterónomo porque le es impuesto al individuo supremo. Tiende al Bien Individual. Es
más allá de lo que piense. Es obligatoria autónoma. La norma moral es voluntaria.
(coacción).
7
CULTURA
¿Qué es la cultura?
Ante una guerra interétnica, como la que tuvo lugar entre los países de Occidente y Oriente, se suele
decir que hay un “enfrentamiento o choque de culturas”. Incluso, para justificar determinadas
acciones, por ejemplo, los casamientos arreglados por los padres, se explica que esos actos “son parte
de la cultura” de la sociedad que los practica.
En un lenguaje cotidiano, se dice que es culta una persona que tienen un alto nivel de estudios y un
gran caudal de conocimientos. También se relaciona la palabra cultura con las diferentes expresiones
del arte. Estas nociones del término hacen referencia solo a un aspecto de la cultura, llamada “cultura
letrada”, pero no a su totalidad. Como pueden deducir a partir de los ejemplos, la palabra cultura
admite diferentes significados. En un sentido más amplio. El término cultura fue definido por primera
vez en 1871 por el antropólogo británico Edgar Burnett Tylor como “ese complejo de conocimientos,
creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras aptitudes y hábitos que el hombre
adquiera como miembro de la sociedad”. En este sentido, cuando se habla de cultura se hace
referencia a todo lo creado por los miembros de una sociedad, que puede ser aprendido y compartido
por otros de sus integrantes. Como vimos anteriormente, que las personas somos seres sociales por
naturaleza; las personas también somos seres culturales.
Cultura y Sociedad son dos conceptos estrechamente relacionados. Mientras que se puede definir a
una sociedad como a un grupo o conjunto de personas, cultura es todo aquello que los integrantes de
esa sociedad realizan y aceptan.
En la actualidad, se define cultura como el conjunto de símbolos, valores, códigos y sistemas de
clasificación utilizados por las personas que forman parte de una sociedad (sujetos sociales). Esto
incluye también la manera en que se ve, se oye, se saborea, se actúa, y ciertas prácticas como los
rituales (las religiones o los juegos) y los procesos de socialización, es decir, el modo en que se
aprenden las cosas necesarias para vivir en sociedad.
La CULTURA es:
LA IDENTIDAD CULTURAL.
Se entiende por identidad el conjunto de rasgos que le brindan a un individuo o a un grupo una
personalidad característica.
8
Hasta mediados del siglo XX, había una tendencia a definir la identidad cultural como un conjunto
de rasgos objetivos e invariables, que incluía el origen, la lengua o la religión, propios de un grupo
social determinado. Actualmente, sabemos que esos rasgos no son fijos, que mediante el intercambio
y el conocimiento mutuo los grupos sociales se transforman y se enriquecen con los aportes culturales
de los otros. Por ejemplo, pensemos en el aporte que hicieron a nuestra cultura nacional los integrantes
de los distintos pueblos originarios, los migrantes europeos que llegaron a la Argentina a fines del
siglo XIX y principios del XX, y los que llegaron de Corea y de otros países latinoamericanos a fines
del siglo XX.
La identidad cultural Cuando se forma parte de una misma sociedad, se aprenden estos signos y se
comparten, se transmiten de generación en generación, por medio del lenguaje, la escuela, la familia
y otros grupos de pertenencia. La identidad cultural es, entonces, el modo en que un grupo social se
vea sí mismo. Esta identidad se construye a partir de los elementos que ese grupo va aceptando como
propios. La existencia de elementos culturales en común provoca que los miembros de un
determinado grupo social se sientan unidos y de esta manera se crean lazos de solidaridad entre ellos
y hacia los otros grupos culturales. Los símbolos patrios funcionan, en este sentido, como elementos
de cohesión y expresiones de la identidad cultural. Pero en el caso de nuestro país, también lo son el
dulce de leche; la costumbre de tomar mate, compartir un asado o un gol de Maradona, entre muchos
otros símbolos.
DIVERSIDAD CULTURAL.
Diferentes naciones originarias y numerosos inmigrantes, con sus propias tradiciones y costumbres
fueron poblando el territorio nacional. Si no se aprende a respetar las otras culturas, si no se aprende
a convivir con los otros, tampoco es posible que se construya una sociedad como pueblo. El respeto
por la diversidad cultural está asociado al respeto por las diferencias, pero también al respeto a cada
uno de nosotros mismos.
Podemos hallar diversas culturas dentro de cada sociedad y también hay diversidad dentro de los
distintos grupos que conforman esa sociedad. Sin embargo, muchas veces, los seres humanos niegan
esa diversidad, un ejemplo de ese tipo de negación es el etnocentrismo (consiste en evaluar la propia
cultura como superior a las demás, y juzgar a las demás sociedades en consecuencia. Aquellas que no
comparten nuestras características culturales o no alcanzaron el mismo grado de desarrollo científico
son considerados salvajes o bárbaras), que llevo a los europeos a considerar “salvajes” a los
integrantes de los pueblos conquistados en América o incluso a negar la existencia de sus almas.
La diversidad cultural refleja la multiplicidad e interacción de las culturas que coexisten en el mundo
y que forman parte del patrimonio común de la humanidad. Para ello, se deben preservar las culturas
existentes.
Según la UNESCO, las culturas adoptan diferentes formas en el tiempo y en los diferentes lugares.
Esa diversidad se percibe en la originalidad y la pluralidad de identidades que caracterizan a los
grupos humanos. El hecho de que las personas se piensan como humanidad implica una aceptación
de los otros, esto es, la idea de que, a pesar de las diferencias, forman parte de un todo. Como la
diversidad cultural enriquece a la sociedad, la UNESCO promueve diferentes acciones tendientes a
preservar las distintas culturas.
Según la UNESCO, la biodiversidad de todos los seres vivos es a que los mantiene unidos. La
biodiversidad, entendida como la variedad de vida en todas sus formas, niveles y combinaciones,
sería, entonces, el verdadero patrimonio de la humanidad que debe ser reconocido por las
generaciones presentes y futuras.
El pluralismo cultural es la respuesta política a la diversidad cultural. En un sistema democrático, el
fomento de los intercambios culturales y el desarrollo de las capacidades creativas de las personas
constituyen una garantía de armonía y paz en el espacio público, es decir, en el territorio de los
encuentros. El respeto por la diversidad cultural aumenta las posibilidades de desarrollo personal y
social, no solo en un sentido económico, sino también intelectual, afectivo, moral y espiritual.
IGUALDAD EN LA DIVERSIDAD
Durante mucho tiempo se pensó que la humanidad estaba dividida en razas, esto es, en grupos que
comparten determinados caracteres físicos, culturales y hasta morales. Estas creencias solo trajeron
divisiones, persecuciones y desgracias a nivel mundial. Esta falsa creencia trajo consecuencias
terribles, como el holocausto nazi durante la Segunda Guerra Mundial, que consideraba que para
“preservar” la pureza de una supuesta raza superior, los arios debían eliminar todas las otras “razas”.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, muchos científicos se esforzaron por probar la falses de esas
ideas. A partir de 1950, y gracias a los estudios realizados por el antropólogo francés Claude Levi-
Strauss, se demostró que, si alguna vez existieron las razas entre los seres humanos, fueron eliminadas
por el mestizaje, es decir, las uniones entre miembros de los diferentes grupos. A fines de la década
de 1990, un grupo de científicos elaboraron el Proyecto Genoma Humano por medio del cual la
ingeniería genética demostró también la inexistencia de razas entre los seres humanos. En la
actualidad, se reconoce que la población mundial es racialmente hibrida, es decir, producto de
innumerables mestizajes que se dieron a través del tiempo. El genoma humano un conjunto de genes,
es el material genético incluido en las células del cuerpo. Según los estudios vinculados al genoma,
las discriminaciones entre las personas no tienen una explicación biológica. Los investigadores
afirman que, aunque parezca que una persona es caucásica, africana o asiática, cuando se comprueban
características internas y se rastrea el genoma del ADN (ácido desoxirribonucleico) en busca de
signos relacionados con la raza, estas diferencias desaparecen.
Las leyes.
El parágrafo 17 del art 75 de la Constitución obliga a reconocer la preexistencia étnica y cultural de
los pueblos originarios argentinos, a garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación
bilingüe e intercultural a reconocer la personería jurídica de sus comunidades y al reconocimiento de
la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que se ocupan.
El art 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales establece que la
educación debe capacitar a todas las personas para participar en una sociedad libre, favorecer la
comprensión y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos étnicos o religiosos. La
Convención sobre los Derechos de Niño afirma que la educación del niño deberá estar encaminada a
inculcarle el respeto por sus padres, por su propia identidad cultural, por su idioma, por sus valores,
10
por los valores nacionales del país en que vive y del país del que sea originario y por las culturas
distintas de la suya.
Finalmente, la Ley de Educación Nacional sostiene el fortalecimiento de la identidad nacional, basada
en el respeto a la diversidad cultural y a las particularidades locales, abierta a los valores universales
y a la integración regional y latinoamericana. También señala que se debe asegurar a los pueblos
indígenas el respeto por su lengua y por su identidad cultural, y promover la valoración de la
multiculturalidad (la coexistencia de diferentes culturas dentro de un mismo territorio). Esta ley
instaura la educación intercultural bilingüe como modalidad del sistema educativo.
En 1985 se creó en la Argentina una institución cuyo objetivo fue proteger los derechos de los pueblos
originarios. El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) es un organismo del Estado nacional
que tiene la responsabilidad de establecer canales interculturales para la implementación de los
derechos de los pueblos originarios consagrados en el artículo 75 de la Constitución nacional.
El Instituto, que depende en forma directa del Ministerio de Desarrollo Social, fue declarado entidad
descentralizada con participación indígena en febrero de 1989. Tiene a su cargo, entre otras funciones,
inscribir a las comunidades en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (RENACI). También
es responsable de “(…) arbitrar todos los mecanismos disponibles para cumplir con el imperativo
constitucional de (…) reconocer la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que
tradicionalmente ocupan (…) y regular, además, la entrega de otras tierras aptas y suficientes para el
desarrollo humano”.
El INAI promueve la participación indígena en la formulación y ejecución de proyectos vinculados
con el desarrollo de su identidad, al brindar la ayuda técnica y financiera necesaria. Coordina
programas de apoyo a la educación intercultural, a pedagogías aborígenes, a acciones de recuperación
cultural y a investigaciones históricas protagonizadas por las comunidades originarias. Además,
promueve espacios de mediación y participación indígena en las temáticas afines a los intereses de
las comunidades, como recursos naturales y biodiversidad, desarrollo sustentable, políticas de salud,
comunicación y producción, gerenciamiento y comercialización de artesanías genuinas.
El rescate y la revalorización de las culturas indígenas, tanto en su faz histórica como presente, son
obligaciones del Estado, que actúa preservando las raíces culturales de los pueblos originarios,
resaltando sus valores, resguardando sus pautas y formas comunitarias de vida. Las comunidades
originarias tienen derecho a conservar su patrimonio cultural y arqueológico y sus conocimientos
sobre herboristería y medicina tradicional.
LA FAMILIA
Una familia es un grupo de personas unidas por el parentesco. Esta unión se puede conformar por
vínculos consanguíneos o por un vínculo constituido y reconocido legal y socialmente, como es el
matrimonio o la adopción.
La familia es la organización social más importante para el hombre: el pertenecer a una agrupación
de este tipo es vital en el desarrollo psicológico y social del individuo.
El concepto de familia ha ido sufriendo transformaciones conforme a los cambios en la sociedad
según las costumbres, cultura, religión y el derecho de cada país. Durante mucho tiempo, se definió
como familia al grupo de personas conformadas por una madre, un padre y los hijos e hijas que nacen
a raíz de esta relación.
Sin embargo, esta clasificación ha quedado desactualizada a los tiempos modernos, ya que
actualmente existen varios modelos de familia. Hoy la familia se entiende ampliamente como el
ámbito donde el individuo se siente cuidado, sin necesidad de tener vínculos o relación de parentesco
directa.
La relación de parentesco se puede dar en diferentes niveles. Esto lleva a que no todas las personas
que conforman una familia tengan la misma cercanía o tipo de relación. Por ejemplo: la familia
nuclear es el grupo conformado por una pareja y sus hijos, mientras que la familia extensa incluye a
los abuelos, los tíos, primos.
Tipos de familia:
• Familias monoparentales. Conformadas por uno o más hijos y la madre o el padre. Este tipo
de familia puede darse a raíz de una separación, de la decisión de ser padre o madre soltero/a
o de haber enviudado. Por lo general, con el tiempo estas familias dan lugar a la nueva unión
de los padres, formando así las familias ensambladas.
• Familias biparentales. Conformadas por una pareja y su hijo o hijos. La unión de la pareja
puede darse por vínculo sentimental sin necesidad de contraer matrimonio. Pueden ser
heteroparentales (conformadas por parejas de distinto sexo y sus hijos) homoparentales
(conformadas por parejas del mismo sexo y sus hijos).
• Familias ensambladas. Conformadas por dos personas que se unen y una de ellas (o ambas)
ya tiene hijos o hijas. Las familias ensambladas son dos familias monoparentales que, por
medio de una relación sentimental de la pareja, se unen dando lugar a la conformación de una
nueva familia.
• Familia de acogida. Conformadas por menores que no son descendientes de los adultos, pero
han sido acogidos legalmente por ellos de forma urgente, temporal o permanente.
Importancia de la familia:
El derecho a la familia es uno de los derechos humanos fundamentales. La familia es considerada el
elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, allí el individuo establece sus primeros
contactos sociales y culturales: los primeros aprendizajes (caminar, hablar, relacionarse con los otros)
comienzan en el hogar.
Se dice que la familia es la base de toda sociedad, ya que dentro de ella los adultos educan y transmiten
valores a los niños y niñas que la conforman. El entorno familiar influye notablemente en el desarrollo
emocional y social de las personas, y puede motivar o condicionar a los miembros.
La inteligencia emocional adquirida, los sueños y miedos provienen del impacto del entorno familiar
en el individuo. Los ambientes familiares violentos y problemáticos suelen influir negativamente en
el desarrollo personal y social de las personas.
Independientemente de la forma o estructura que tenga cada familia, es fundamental que funcione
como espacio de contención, ayuda, comprensión y comunicación para el desarrollo del potencial y
las habilidades de los miembros.
Características de la familia:
• Constituye la base de toda sociedad.
• Es una estructura social universal que se encuentra en todos los tipos de culturas y sociedades;
en cada una de ellas varía su forma o estructura, pero se mantienen las características
importantes.
12
Valores familiares:
Los valores son cualidades, principios o virtudes que un individuo desarrolla y que son importantes
para su crecimiento personal y social. Existe una serie de valores fundamentales que es importante
que todas las familias transmitan a hijos e hijas para el desarrollo armónico de la familia y de la
sociedad.
• Afecto. Es la base de la armonía familiar. El amor y el afecto justifican y posibilitan el
desarrollo de todos los demás valores. Consolidar un ambiente familiar de afecto depende de
la capacidad de sus miembros para dar y recibir el amor del prójimo.
• Comprensión. Implica ponerse en el lugar del otro para comprender su accionar y sus
emociones. Es un valor importante para transmitir, ya que los niños aprenden las diferencias
entre los demás y las aceptan.
• Respeto por la individualidad. Implica respetar las decisiones y formas de actuar de los demás
sin juzgarlas y teniendo en cuenta la libertad. Es un valor clave para toda relación humana. El
respeto por las diferencias dentro de la familia crea un ambiente sano y desafiante.
• Compromiso. Implica contar con el accionar de todos sus miembros ya que la convivencia
armónica dentro de la estructura familiar depende de ese compromiso. Es importante que se
tome conciencia sobre la importancia de colaborar con el bienestar familiar.
• Responsabilidad. Implica que las acciones personales pueden repercutir de manera negativa
en el bienestar familiar. Ser responsable es actuar teniendo en consideración al otro.
• Comunicación. Es la base de toda relación social, por lo tanto, es un valor clave dentro de la
familia. Escuchar las opiniones ajenas, transmitir inquietudes y compartir experiencias resulta
importante para mantener un equilibrio dentro de la familia y lograr que todos los miembros
se sientan parte.
• Justicia. Implica dar lo que corresponde a cada uno y es importante para que todos los
integrantes de una familia se sientan parte de ella.
• Tolerancia. Implica respetar las opiniones, ideas o acciones de los demás miembros de la
familia, aunque no coincidan con las propias.
• Honestidad. Implica utilizar la verdad en todo momento para desarrollar ambientes de
comunicación, respeto y justicia. La honestidad es uno de los valores más importantes para
crear lazos que se basen en la fidelidad y en la confianza.
llevar una vida de forma digna, saludable y mentalmente equilibrada, que ayude a relacionarse con el
mundo exterior, brindando lo mejor de sí, que al mismo tiempo puede traducirse en una mejor
sociedad o comunidad para cualquier país.
Son aquellos que les corresponden a todos los humanos por el solo hecho de ser persona.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre fue aprobada en la IX Conferencia
Internacional Americana en la ciudad de Bogotá, Colombia, en el año 1948. De ese mismo año es la
Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de las Nacional
Unidas. Ambas declaraciones se efectuaron como respuesta a los atropellos contra la dignidad
15
humana durante la Segunda Guerra Mundial que causó millones de víctimas, no sólo entre las fuerzas
armadas de los países en conflicto, sino también entre la población civil.
El respeto de la persona humana implica el respeto de los derechos que se derivan de su naturaleza.
Estos derechos son denominados derechos humanos. Los derechos humanos son anteriores a la
sociedad y se imponen a ella. Son la base sobre la que asienta la autoridad cuando ésta se orienta
hacia el bien. Si una sociedad se negara a reconocerlos en sus normas, o una autoridad no respetara
las normas que los reconocen, dejarían de orientarse hacia el bien. Por ser anteriores y superiores a
cualquier expresión normativa, la formulación escrita de los derechos humanos no supone nada más
que un reconocimiento de los mismos, y un esfuerzo por parte de los grupos humanos para que sean
respetados universalmente.
Los derechos humanos, que surgen de la naturaleza misma de la persona, están inseparablemente
unidos a otros tantos deberes. Así, por ejemplo, el derecho a la vida, corresponde el deber de
conservarla; al derecho a un nivel de vida digno, el deber de vivir dignamente; al derecho a la libertad,
su ejercicio responsable.
Todos los derechos humanos y sus correlativos deberes pueden resumirse en el derecho y el deber de
desarrollarse libremente como persona en todas las dimensiones del desarrollo humano (del
conocimiento, ética, religiosa, social y de la expresión).
Por su carácter novedoso, los derechos de tercera generación todavía no tienen consagración legal en
la mayoría de los países del mundo. Sin embargo, han sido materia de tratados internacionales y, poco
a poco, se van imponiendo a la consideración mundial.
Por su parte, en cuanto a las obligaciones del Estado respecto al uso de las TIC es indispensable
considerar al internet y a la telefonía celular como espacios en donde se exponen dinámicas sociales
que eventualmente pueden lesionar los derechos de las personas, y que por ello representan
oportunidades para la prevención y difusión de la cultura tanto de la no discriminación como de la
denuncia. Sin embargo, en el escenario de la inteligencia artificial se presentan “los algoritmos
discriminatorios” fenómeno que ocurre cuando los algoritmos que se utilizan en la configuración de
un programa de computación, es decir, las instrucciones que se formulan para que la máquina realice
cierto proceso, tiene incorporados prejuicios, creencias o tendencias que atentan en contra de los
derechos de cierto grupo de la población, quienes se ven discriminados, al no tener acceso a ciertos
bienes o servicios que están disponibles para otro sector de la población.
Probamente se podría defender que el Internet es la estructura social más democrática y participativa
que las nuevas tecnologías de la comunicación hayan traído a un mundo que contempla a cincuenta
años de distancia la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero, ahora que acabamos de
dar la vuelta a la esquina la llegada de un nuevo siglo, no será el mundo físico el único escenario
bélico donde se libren en las guerras del futuro, donde se diriman las disputas de poder en todas las
esferas. Ni el concepto de invasión ni el de esclavitud seguirán siendo los mismos. No será necesario
invadir un país, ni tampoco poner grilletes en muñecas y tobillos atar las manos a sus ciudadanos, si
podemos reeducar el deseo, convertirlos en consumidores, colonizar las conciencias a través de
valores implícitos en los productos audiovisuales.
En la actual Dirección Provincial de Educación Secundaria, todas las líneas conceptuales y las
propuestas de trabajo tienen como propósito el derecho a la educación del conjunto de la población,
el fortalecimiento de la enseñanza, la formación para la vida productiva y democrática. Dentro de ese
marco general, nos proponemos intervenir en torno a cinco problemáticas que anudan aspectos
conceptuales, político-pedagógicos, de acción territorial y de gestión:
I. Renovar la escuela: La escuela secundaria ha vivido décadas de cambios en el tramo final del siglo
XX y comienzos del siglo XXI, que en ocasiones es presentada como crisis u otras veces como
transformación. Estas transformaciones fueron contemporáneas a una etapa que incluyó, por un lado,
el incremento de la desigualdad social y, posteriormente, la expansión de políticas públicas para
transformar la escolaridad y sostener las trayectorias de los y las jóvenes. Junto a las viejas
desigualdades de clase del capitalismo industrial, se han reconocido nuevas desigualdades más
móviles, flexibles y dinámicas.
II. Robustecer la enseñanza Las transformaciones sociales ocurridas en las últimas décadas repercuten
notablemente en la forma en la que las y los jóvenes se vinculan con las distintas instituciones con
las que toman contacto. La escuela secundaria no se encuentra indemne a este proceso y, tal como se
ha podido constatar en distintos estudios el tiempo transcurrido en la institución escolar es vivido por
los y las jóvenes con una sensación de mayor protección que otros circuitos por los que transitan. Es
prioritario para nosotros analizar cómo la dinámica escolar –y en especial la enseñanza– refuerza o,
por el contrario, busca torcer la distribución injusta del capital cultural, las diversas experiencias
culturales, las oportunidades y las experiencias formativas. Se trata de afirmar en la acción que la
escuela hace pedagogía, es decir, poner en funcionamiento una y mil veces las estrategias necesarias
para que puedan superarse los obstáculos que implica aprender, buscar, ensayar y probar todo lo que
sea necesario para afirmar en la acción el principal sentido de la pedagogía: todos y todas podemos
desarrollarnos y aprender, la cuestión está en encontrar los mejores modos para que ello suceda.
III. Construir ciudadanía: La preocupación que atraviesa de manera transversal a la búsqueda de
mejoramiento de las trayectorias educacionales, implica en distintos aspectos a las formas –novedosas
y no tanto– en que se vinculan jóvenes y adultos en las escuelas. Esas interacciones implican la
relación con el conocimiento que se propicia, la convivencia, el acompañamiento de formas de
autonomización y desarrollo del juicio propio, los vínculos intergeneracionales de reconocimiento,
formación y cuidado.