Está en la página 1de 2

PONENCIA

Miguel Ángel Garzón Flórez


Docente: Christian Torres
Universidad Libre

¿QUE SIENTE REALMENTE UNA PERSONA QUE SE INTENTA SUICIDAR?

Una de las cosas más difíciles en este mundo es capacidad que tenemos por saber los
sentimientos de las otras personas, lo podemos apreciar en cierta forma de manera verbal, cuando
se comunica, aunque ni así logramos empatizar, mucho más difícil será descifrar a quien no lo
hace.

Es curioso, en muchos casos las personas parecían felices, habrá una falla fisiológica? Que hará
falta, personas que tienen compañía y se sienten solos, no es nada más y nada menos que un
camino largo hasta hundirse en el fondo de tus propios pensamientos.

Hablar sobre el tema del suicidio es siempre delicado, pero es importante abordarlo con
empatía y comprensión. Cuando alguien llega al punto de considerar el suicidio, generalmente
experimenta una combinación abrumadora de emociones y circunstancias difíciles.

Todas las personas tienen problemas, aunque algunos suenen tontos, en su burbuja mental
es una pesadilla, por eso debemos hallar el problema de raíz, la herramienta más fuerte para salir
de esta ceguera mental que nos mata es el propósito, cuando tenemos un propósito diario por
hacer, alguna fecha especial, algún trabajo, siempre que sea para mejorar, hasta lo más simple
tiene un propósito, nunca se debe perder.

Primero, es esencial entender que cada persona es única, y sus experiencias pueden variar
ampliamente. Sin embargo, algunas emociones comunes que pueden experimentar incluyen la
desesperación, la soledad, la impotencia y una sensación abrumadora de carga emocional.

Esto puede ocurrir en momentos determinados de nuestras vidas, cuando no vemos salida a
un problema ya que fisiológicamente es difícil analizar cómo nos sentiremos en el futuro,
simplemente es la emoción que se apodera de nosotros.
La desesperación a menudo surge de la sensación de estar atrapado en una situación
dolorosa o insostenible. Puede provenir de problemas de salud mental no tratados, experiencias
traumáticas o situaciones de vida difíciles, como problemas financieros o relaciones problemáticas.

La soledad puede intensificar la sensación de desesperación. La persona puede sentir que no


tiene a nadie a quien recurrir o que no es comprendida por los demás. La falta de apoyo social
puede contribuir significativamente a la carga emocional que están sintiendo.

La impotencia es otra emoción común. La persona puede sentir que no tiene control sobre su
vida o sus circunstancias. Pueden haber intentado diversas estrategias para hacer frente, pero la
persistencia de los problemas puede llevar a una sensación abrumadora de impotencia.

En última instancia, la carga emocional puede llegar a ser demasiado para la persona, y el suicidio
puede parecer una forma de escape de su sufrimiento. Es crucial abordar estos sentimientos con
compasión y buscar ayuda profesional. La prevención del suicidio implica la colaboración de
amigos, familiares y profesionales de la salud mental para ofrecer apoyo y recursos necesarios.

Recuerda que si tú o alguien que conoces está lidiando con pensamientos suicidas, es fundamental
buscar ayuda inmediata. Puedes comunicarte con líneas de ayuda, profesionales de la salud mental
o amigos cercanos.

También podría gustarte