Está en la página 1de 3

Contabilidad II – Unidad II

MODELOS CONTABLES

Los modelos son representaciones de la realidad que intentan describir, explicar o predecir
cómo se comporta algún aspecto de ella. Newton considera que un modelo contable es un
elemento que se emplea para la preparación de estados financieros y resulta, principalmente, de
la adopción de algunas alternativas existentes en materia de medición contable.
Según la RT 10, el modelo contable es la estructura básica que concentra, conceptualmente, los
alcances generales de los criterios y normas de valuación y medición del patrimonio y
resultados.

» Valores relevantes

Para que un juego de estados financieros pueda presentar de una manera fidedigna la situación y
evolución patrimonial de su emisor, deben aplicarse NC que consideren diversas variables.
Variables principales (Newton)
- Los criterios de medición a utilizar
- El concepto de capital a mantener, que debe aplicarse para medir los resultados
acumulados y la ganancia o perdida de cada periodo
- La unidad de medida a emplear cuando se efectúan mediciones contables
Variables secundarias (Biondi)
- La formación del costo ingreso
- El reconocimiento de variaciones patrimoniales, es decir, la generación de resultados, la
cual depende de la valuación y unidad de medida
- El valor límite de activos y pasivos, la valuación se debe probar contra un valor
representativo que pueda ser obtenido en el mercado; de la valuación adoptada surgirá
la definición de ese valor

CAPITAL A MANTENER

La ley general de sociedades remarca que la distribución de ganancias solo se podrá hacer
cuando estas sean líquidas y realizadas porque trata de preservar el capital que es, en definitiva
el motor del ente.
Pero si la empresa adopta un criterio erróneo se medirán mal los resultados y se distribuirán
ganancias que no lo son. Por esto es que se requiere adoptar un criterio satisfactorio para la
medición del capital. Este criterio a aplicar constituye uno de los aspectos esenciales que debe
ser resuelto por la contabilidad.

» Alternativas

Capital físico: se trata de mantener el valor de los bienes que determinan la capacidad
productiva u operativa de la empresa. El capital se identifica con el valor de los bienes físicos
necesarios para mantener la capacidad operativa.
De acuerdo a este concepto existirá ganancia solo si la capacidad productiva física excede al fin
de un periodo la capacidad productiva física que existía al comienzo del mismo.
Capital financiero: este concepto se ha aplicado en la práctica contable y ha sido sostenido por
la doctrina en forma casi unánime hasta el presente. Para una adecuada medición de la inversión

Página | 1
Contabilidad II – Unidad II

original, el capital financiero debería expresarse en moneda de poder adquisitivo a la fecha del
informe contable. El capital está dado por cifras efectivamente invertidas por los propietarios,
así como las ganancias capitalizadas.
En periodos de estabilidad monetaria, el capital nominal invertido corresponde al concepto de
capital financiero, en periodos inflacionarios puede resultar necesario re expresar los aportes en
función a la evolución del nivel general de precios.

» Efectos de su elección

Tanto la doctrina como los organismos emisores de NC prefieren la aplicación del capital
financiero debido a:
- Las entidades persiguen el logro de objetivos, como las ganancias, y no el del
mantenimiento de una determinada capacidad operativa.
- Aplicar el concepto de capital físico seria desconocer la realidad y suponer la existencia
de una intención de mantener a la entidad en su situación actual.
- El criterio de mantenimiento de capital físico implica que todo aumento en el valor
corriente de los activos tiene como contrapartida un aumento del capital y no una
ganancia.
- En las empresas, sus propietarios están interesados en conocer los rendimientos de sus
aportes, los que son medidos en términos monetarios.

» Ventajas y limitaciones del concepto de capital físico

Aun cuando el capital se expresa en moneda, para su determinación no se utiliza el dinero como
unidad de medida, sino que se lo retrotrae a los propios bienes con que opera la empresa. Por lo
tanto, el resultado será válido siempre y cuando se continúe pensando en términos de los bienes
con los que se opera, lo cual significa un circuito cerrado.
En los primeros desarrollos del concepto de capital físico, este era considerado como el valor, al
cierre de ejercicio, de los mismos activos físicos poseídos por la empresa al inicio del período.
De esta forma, la ganancia estaba dada por el excedente resultante luego de reponer los mismos
activos que se poseían antes de producir y vender. La realidad es que no siempre se reponen los
mismos bienes físicos, no se toma en cuenta por ejemplo, los cambios tecnológicos.
Para contrarrestar esto, se desarrolló un segundo concepto que proponga que la capacidad
operativa de la empresa esté dada por el valor de los activos que permitirían producir, en
ejercicios futuros, el mismo volumen de bienes y servicios que la empresa estaba en condiciones
de brindar durante el presente período.
Pero, ¿si la empresa cambia de ramo? Podría sostenerse que esto no es lo habitual y que las
empresas tienden a mantener su negocio, pero aun admitiendo esto, no hay que olvidar que no
siempre se reponen los mismos bienes ni tampoco la misma capacidad de servicio.
Entonces, podemos inferir que las limitaciones que nos presenta la aplicación de capital físico
incluyen la depreciación de activos que puede variar, la falta de consideración de factores
económicos externos, además no captura completamente los riesgos como obsolescencia
tecnología o cambios en el mercado. Además de dificultar la comparación entre empresas con
distintos enfoques.

Página | 2
Contabilidad II – Unidad II

Por esto, es conveniente usar el concepto de mantenimiento de capital financiero, ya que este es
más flexible y tiene capacidad de adaptación a una economía moderna y en continuo proceso de
cambios tecnológicos.

UNIDAD DE MEDIDA

Para lograr su comparación a lo largo del tiempo o en un mismo momento, pero entre distintos
entes, la contabilidad debe presentar el patrimonio mediante el recurso que permite reducir los
diferentes elementos que lo componen a una expresión que haga factible la comparación. Este
recurso consiste en elegir una moneda de cuenta y valorizar los diversos elementos
patrimoniales asignándoles un precio a cada unidad.
Generalmente se utiliza como moneda de cuenta el dinero que tiene curso legal en el país dentro
del cual funciona el ente. Si la moneda de curso legal mantiene realmente estable su valor, no
hay problema alguno en tomarla como unidad de medida. Pero lo habitual es que esto no ocurra
y haya una pérdida del poder adquisitivo del dinero.
En épocas de estabilidad económica un peso de enero tiene el mismo poder adquisitivo que un
peso de diciembre. Sin embargo en un contexto inflacionario, no vale lo mismo un peso de
enero que un peso en diciembre, su poder adquisitivo cambio por efecto de la inflación. La
inflación es la perdida persistente de poder adquisitivo de la moneda. Pero también puede darse
un fenómeno inverso a este, la deflación, que produce una baja en los precios, y este se produce
por lo general en periodos cortos. La inflación o la deflación provocan efectos en los estados
contables distorsionando los saldos de las cuentas de los estados contables, y también los
resultados y las comparaciones que en ellos se basan. Así surge el concepto de moneda de
cuenta heterogénea o nominal y moneda de cuenta homogénea o constante.
- Moneda de cuenta heterogénea o nominal: las mediciones contables quedan a sus
valores originales. Se puede tomar como unidad de medida si no existe inflación, ya que
no tiene en cuenta los cambios producidos en el poder adquisitivo de la moneda.
- Moneda de cuenta homogénea o constante: si la moneda de cuenta no mantiene estable
su valor, hay que reconocer la pérdida de poder adquisitivo de la moneda y ajustar o
corregir los estados contables por los efectos causados por la inflación para
homogeneizar todas las mediciones contables.

Página | 3

También podría gustarte