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Hoy como todos los años, nos reunimos para conmemorar un nuevo aniversario de la
Revolución de Mayo, la semana en que cambió la historia de nuestro país e inspiró otros
movimientos similares en el resto de nuestra América.
El 25 de Mayo de 1810 no fue un día común. Muchos hombres y mujeres se reunieron frente al
Cabildo de Buenos Aires para conocer los nuevos sucesos políticos. Al enterarse que el Virrey
había renunciado, dieron por concluída la dependencia de la corona española, y en el Virreinato
del Río de la Plata comenzaba a gestar un país independiente.
Recordemos a los hombres del primer gobierno patrio nativo en el Río de la Plata con la mirada
puesta en el paño de la Bandera y el corazón latiendo de emoción.
La potente voz del pueblo criollo reunido en la plaza Mayor, suena con fuerza en el Himno
Nacional. En agradecimiento hacia nuestros “próceres de la libertad” entonemos con
entusiasmo y respeto las estrofas de nuestra canción patria.
4.- ORACIÓN
Deberíamos también revalorizar el esfuerzo de los hombres de la gesta de mayo, para poder
forjar un país desde el lugar que cada uno ocupamos en esta sociedad, aunando nuestros
esfuerzos, para así salir adelante en una Argentina cada vez más devastada.Hoy debemos
cuidarnos del olvido, abrir las manos a los necesitados y abrazarnos a la solidaridad.
Hoy hablamos de libertad. Esa que hoy nos permite expresarnos sin ataduras y pensar
diferente. Pero también exige mayor responsabilidad y compromiso, respeto y tolerancia al
prójimo que también hace uso de su libertad.
Todos los argentinos descendemos de la Revolución de mayo; de los que estaban entonces y
protagonizaron esa histórica gesta y de los que vinieron después, inmigrantes bajo la promesa
de libertad de culto, trabajo, educación e igualdad, aún con todos los defectos que se puedan
señalar. Eso somos y eso debemos seguir siendo, para no perder la idea de Nación soberana.
Muchas Gracias.
Despedimos con un respetuoso aplauso, a las banderas que presidieron esta conmemoración.
8.- FINALIZACIÓN
Para que el sueño de los Hombres de Mayo continúe creciendo, es necesario que todos nos
sumemos a él.
Que cada argentino que pisa este suelo haga suya la idea de construir, desde su lugar, una
Argentina libre, pujante y esperanzadora.
De esta manera damos por finalizado el acto.