Está en la página 1de 2

El infierno

Angelito me decían mis tías y se reían a carcajadas. No me acuerdo si


comenzó, pero me acuerdo de otras cosas, ¿dónde está mi madre?, no la he
visto en mucho tiempo, y mi papá, esa imagen difusa me trae recuerdos de
gritos de objetos estrellados contra la pared.

Hasta que un día todo eso cambió decían que papá se fue a EEUU pero mamá
se junta con gente que le pegaba, cuantos amigos tendría mi madre a lo largo
de este tiempo
Mamá me dejaba semanas y meses donde mis tías, eran buenas, pero eran
tías, que aconsejan sin conocimiento de causa y necesitan curar el trauma de
no haber tenido hijos.
Pensé que la calle era el mejor lugar, porque era tan simple como fuarse algo y
de repente ya no importa nada todo está bien.
Regreso a casa de las tías, Angelito no andarás en malos pasos, no tía mi
mamá no viene hace días y no tengo plata para comprármelos, pobre tía ha de
ver estado guardándola para ella y ahora va a ir en un poco de sustancia
fumable.
Mi madre me llama y me pregunta ¿cómo te va en el colegio?, bien le contesto
mientras en mi mochila se acumulan bajas notas, inasistencias, falta de
motivación. Uno de los de la calle me dio la sustancia para que venda y tener
dinero, quien dice que me iban a denunciar la primera semana, mientras mi
mamá estaba en no sé dónde, mi papá había desaparecido y mis tías tampoco
les importaba mucho y las panas de la calle se iban hacer humo.
SUSTO
Primero ve a la farmacia de la esquina y compra lo que dijo Pili, el detector es
para mi madre. No quiero que nadie me pregunte qué compré sin mostrar mi
bolsa de farmacia. Me pide que recolecte la primera orina de la mañana no
creo que aguante tantos nervios y castigo haber estado jugando a ser mayores.
Cuando me dijo que Dios le había dado a alguien como yo, sus ojos se llenaron
de lágrimas y ambos terminamos llorando y nadie sabe cómo pasó a veces
había para protección y otras veces no. Como dice la abuela, Dios no lo
quiera, Dios no debe querer eso. Si me ayudas a que me venga la regla te
prometo que no haré nada más y si todo pasa le diré cualquier cosa al hombre.
Es un tema del baño, pero me va a ganar, logré llegar allí por una justa, cierro
la puerta de manera segura, lo que escuchaste fue un anuncio mi oración, no
entiendo Querido Dios, ahora te hago una promesa, no sé si tengo el poder de
proteger, pero sé, gracias usted, gracias, no era solo nervios.

También podría gustarte