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Sustento de problema

La industria de la moda representa un gran aporte para la economía y es un motor fundamental


para el crecimiento de un país; sin embargo, el impacto ambiental de la ropa que se desecha de
manera inadecuada es un problema creciente que requiere atención urgente. La producción textil
se ha duplicado en la última década a nivel mundial, un crecimiento principalmente influenciado
por fenómenos como el “fast fashion”, donde el ciclo de vida de las prendas es cada vez más corto.

En primer lugar, la producción masiva de ropa conlleva un alto consumo de recursos naturales
como el agua, la energía y materias primas como el algodón y el poliéster. La extracción de estos
recursos y los procesos de fabricación generan emisiones contaminantes y contribuyen a la
deforestación, la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero.

Por otro lado, el actual sistema de producción, distribución y uso en la industria textil se
caracteriza por ser un sistema lineal, en donde se demandan grandes cantidades de recursos no
renovables para la elaboración de prendas que son cada día más solicitadas y menos utilizadas; un
gran porcentaje de estas terminan desechadas en rellenos sanitarios o incineradas en tiempos
mucho menores a los que se pensaba que era su vida útil (Sentená Montero, 2020).

El mundo del saber puede dar respuesta a esta problemática al promover la investigación y el
desarrollo de prácticas de consumo responsables a través de la educación y la concienciación. La
innovación en materiales reciclados, procesos de fabricación más eficientes y técnicas de reciclaje
avanzadas puede contribuir a mitigar el impacto ambiental de la ropa desechada.

Además, el proceso en el cual es importante la vinculación de la industria textil y la sensibilización


de los consumidores en los beneficios de la moda circular contribuye a la extensión del ciclo de
vida de la ropa, la reincorporación de prendas como materia prima en la cadena de valor y la
disminución de elementos contaminantes.

Desde un punto de vista humanístico, es esencial considerar el bienestar humano en relación con
el medio ambiente, promoviendo valores como la empatía, la solidaridad y la responsabilidad
hacia las generaciones futuras. Abordar el impacto ambiental de la ropa desde esta perspectiva
implica buscar soluciones integrales que beneficien tanto al planeta como a las personas que
dependen del sector textil para su sustento.

De ahí la importancia de reutilizar la ropa que ya no usemos o que haya dejado de ser útil en
nuestro armario. Hacerlo supone un menor impacto medioambiental, pues además de evitar
procesos industriales complejos, también contribuye al ahorro de agua y energía y a una menor
producción de residuos. ¡Tenlo en cuenta!

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