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NOMBRE: Sebastián Medina Maldonado

CURSO: 9NO “A”

BIOGRAFIA DE DAVID BUSHNELL, INVENTOR DEL SUBMARINO

David Bushnell nacido en 1742 en


Saybrook, Connecticut, realizó sus estudios
allí y trabajó en la firma familiar. En 1771,
tras la muerte de su padre, decidió vender la
firma e instalarse en Yale, donde comenzó sus
estudios científicos. En 1775, habiendo
egresado de la Universidad de Yale, regresó a
Saybrook.

Fue un inventor estadounidense durante la guerra de Independencia de los Estados


Unidos. A él se le acredita haber creado en 1775, mientras estudiaba en la Universidad
de Yale, el primer submarino usado en combate, conocido como la Tortuga. Su idea
de utilizar agua como lastre para sumergir y emerger su submarino se sigue utilizando
en la actualidad, al igual que la hélice, que fue usada por primera vez en la Tortuga.
Al comenzar la Guerra de la Independencia, la marina británica impuso un bloqueo a los
puertos estadounidenses. Bushnell reflexionó sobre las nuevas armas en el terreno
marítimo. Inspirándose en diseños y descripciones anteriores (tales como los de Andrés
Villa, Felipe Chaparro o Andrés Felipe Melo Arias), incluidas las representaciones de la
máquina sumergible de Alejandro Magno descrita por Aristóteles, concibió el primer
submarino operable de verdad.
Con la ayuda de su hermano Ezra, fabricó la ‹tortuga», una suerte de pequeño navío
sumergible (2,30 m de largo y 1,80 m de ancho). Estaba compuesto por dos piezas
idénticas de madera de roble de forma cóncava, semejantes a dos caparazones de tortuga
(de allí su nombre), unidos y reforzados por barras de hierro. El casco estaba
cuidadosamente trabajado y los empalmes eran calafateados antes de cubrirlos con
goma. La estabilidad estaba garantizada por un lastre de plomo. Un tanque de lastre que
se llenaba abriendo una válvula y que se podía vaciar con dos bombas manuales de
latón permitían controlar la flotabilidad.
La máquina estaba prevista para ser maniobrada por un solo piloto sentado en el centro.
Disponía delante de él de manivelas de propulsión horizontal y vertical por hélices
primitivas, así como de un timón. Un pequeño kiosco equipado de tragaluces y de un
panel que se abre superaba al conjunto. Una especie de taladro comandado desde el
interior permitía fijar la carga explosiva, transportada detrás del kiosco, sobre el casco
del buque enemigo. Bushnell, a pesar de sus limitados medios, llegó a solucionar la
mayoría de los problemas técnicos encontrados: estanqueidad y resistencia a la presión
del agua, propulsión, estabilización, dirección y armamento. La autonomía en la
zambullida era de cerca de treinta minutos. A causa de su baja velocidad, la unidad
debía remolcarse lo más cerca posible del objetivo.
Las pruebas llevadas a cabo en el Río Connecticut requerían varias puestas a punto; no
obstante, la máquina estuvo lista en la primavera de 1776. Los generales Israel Putnam
y George Washington dieron el visto bueno e hicieron transportar en secreto la máquina
hasta Nueva York, donde fue colocada bajo la autoridad del General Putnam. Ezra
Bushnell comenzó una larga serie de entrenamientos para familiarizarse con las
condiciones de corrientes y de mareas de la bahía de Nueva York. Pero a principios de
julio de 1776, cuando se presentaron oportunidades de ataque, Ezra Bushnell cayó
enfermo y debió ser reemplazado. Entre los voluntarios, el sargento Ezra Lee fue
designado y debió entrenarse intensivamente durante varias semanas.

El ataque se dio el 6 de septiembre de 1776. El HMS Eagle, buque británico de 64


cañones, se hallaba entre Staten Island y Governor's Island (allí donde actualmente se
encuentra la Estatua de la Libertad). A media noche, la Tortuga, remolcado por una
chalupa, fue llevado lo más cerca posible del enemigo. El sargento Lee embarcó y
continuó solo. Lee se acercó al HMS Eagle e hizo sumergir a la Tortuga con el fin de
colocarse debajo del buque. Intentó durante largos minutos perforar el casco para
colocar la carga explosiva. El oxígeno comenzó a faltar, y se vio obligado a alejarse y
salir a la superficie para renovar el aire. Intentó nuevamente sin éxito colocar la carga,
obstruido por el blindaje de cobre que poseen en el casco algunos buques británicos o
por una parte metálica de refuerzo. Agotado, Lee debió hacer frente a varios peligros
mientras iba amaneciendo. Debió luchar con todas sus fuerzas contra la marea que
amenazaba con arrastrarlo a lo largo, y escapar a los soldados británicos que
patrullaban. Para aligerarse decidió deshacerse de la carga explosiva. Ésta, al quedar a la
deriva, no tardó en estallar del lado de las naves británicas, causando gran pánico. La
flota británica levó el ancla para marchar hacia aguas más seguras. El sargento Lee y la
Tortuga no consiguieron destruir la nave británica, pero causaron la ruptura del bloqueo
a Nueva York.
Otras tentativas terminarían también en fracasos y se destruiría finalmente la Tortuga
cuando el velero que la transportaba fue hundido por una fragata británica.
A raíz de sus resultados y al aprecio del General George Washington, Bushnell integró
el cuerpo de los ingenieros de la US Army (la Armada de los Estados Unidos), que
dirigió a partir de 1783. Continuó sus estudios sobre la concepción de submarinos, pero
se consagró también al empleo de minas navales que en esta época se llamaban (y por
más de un siglo aún) «torpedos».

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