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Los tres héroes, Evenor, Draen y Meredrim, se quedaron perplejos ante la cruenta

pelea que se desarrolló en el embarcadero. Observaron con atención a los cuatro


individuos que se envolvían en una batalla feroz, cada uno con su propio estilo de
lucha y atuendo distintivo.

El enano barbalarga, con su imponente cota de malla y jubón de cuero negro, se


movía con agilidad a pesar de su constitución robusta. Su hacha reluciente y escudo
resistente demostraron su destreza en el combate cuerpo a cuerpo. Parecía
pertenecer al clan de los enanos mineros de Dhun, en el Gran Continente, con su
atuendo característico.

En contraste, el hombre alto con bigote lucía una llamativa armadura dorada y
empuñaba un mazo con fuerza y determinación. Su presencia imponente y su habilidad
para manejar el arma dejaban claro que era un guerrero experimentado. Su origen y
propósito en la pelea aún eran un misterio.

El elfo vestido de gris oscuro parecía una sombra en movimiento. Su traje se mezcló
con la oscuridad de la noche, y su capa aún más oscura añadía un aire de misterio a
su figura. Empuñando un sable ancho y un arpon de escalador, demostraba una
destreza ágil y letal. Su presencia sugería una experiencia en combates
clandestinos y sigilosos.

Finalmente, la mujer humana vestida como una bruja roja de Isla Antigua sostenía un
bastón con una piedra y un pomo con forma de cabeza de fénix. Su mirada era intensa
y su presencia irradiaba poder místico. Era evidente que dominaba las artes arcanas
y podría ser una aliada o una amenaza en esta pelea.

Los héroes intercambiaron miradas, evaluando la situación y decidiendo si


intervendrían. Aunque no sabían las razones detrás de la confrontación, su instinto
de justicia les impulsaba a tomar partido. Con una determinación conjunta, Evenor,
Draen y Meredrim se prepararon para unirse a la pelea, definitivamente se
enfrentarán a cualquier desafío que se interpusiera en su camino hacia la misión en
AldeaMenuda.

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