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LEYES SCOUTS CON SU REFLEXIÓN

1. El scout ama a dios y vive plenamente su fe.

El Scout ama a Dios, amor que tiene su expresión en amar al prójimo, que los
Scouts desarrollamos a través de la Buena Acción, de la lealtad, de la generosidad, de la
cortesía, de la solidaridad, del respeto y cuidado de toda la Naturaleza.
Asimismo, al afirmarse que el Scout vive plenamente su Fe, estamos expresando que lo
hace conscientemente, con alegría y responsabilidad, dejando de lado las tibiezas a la hora
de ser testigo de su Fe, temperamento que se replicará en el cumplimiento de los demás
artículos de la Ley Scout. La vivencia de la Fe no es una obligación impuesta, el
Movimiento Scout invita a celebrarla, a vivirla con alegría.

2. El scout es leal y digno de toda confianza.

Para los Scouts, las cosas dignas de fidelidad se expresan en la síntesis de nuestra
Promesa: el amor a Dios; el servicio al país, su tierra y su gente; y el esfuerzo continuo
por vivir los valores contenidos en la Ley Scout, tales como la verdad, la solidaridad, la
protección de la vida y la Naturaleza, la alegría, la limpieza de corazón. En esa fidelidad
se fundamenta nuestra identidad personal, los Scouts encontramos nuestra identidad en la
lealtad que hemos prometido a nosotros mismos, a los demás, al mundo y a Dios. Una
persona es digna de confianza cuando sus actos y sus palabras son coherentes con su vida
interior. El hombre y la mujer en quien se puede confiar, dice lo que cree y cree lo que
dice.

3. El scout es generoso, cortes y solidario.

Los Scouts creemos que la invitación a compartir con los otros tiene una de sus más
plenas manifestaciones a través del servicio. Creemos que servir a los demás es mirar con
cuidado y respeto al ser humano, es descubrir al otro tal como es, poniéndonos libremente
a disposición de los demás para que cada uno sea, desde su propia dignidad, todo aquello
que está llamado a ser. Pero por sobre todo sabemos que en el otro esta Cristo que nos
dice: “En verdad os digo que todo lo que hicisteis con uno de estos mis más pequeños,
conmigo lo hicisteis”
El Scout es generoso con el prójimo porque ve en el a Dios.

4. El scout es respetuoso y hermanos de todos.

Un Scout es cortes y solidario, y más allá de la solidaridad, como Scouts católicos


somos caritativos, que va más allá de nuestras propias acciones, ya que por la caridad
vemos en el otro al mismo Cristo. Respetar al prójimo es reconocer que es un ser creado
por Dios, hecho a imagen y semejanza suya, como toda persona, tiene la dignidad de ser
hijo de Dios, y es por eso que buscamos el bien del otro como principio.
5. El scout defiende y valora la familia.

Un Scout construye en su familia relaciones de amor pues reconoce en ella el lugar


donde la dignidad de la persona, los valores, los afectos y la alegría del compartir son
posibles. Es nuestra primera escuela de vida, donde aprendemos lo más básico de nuestras
vidas, la caridad empieza por casa, DIOS, PATRIA Y HOGAR, es en nuestra casa donde
tenemos la primera obligación de amor por el prójimo, valoramos la familia como el
mucle de esta sociedad sin la cual no podría existir, reconociendo en ella la verdadera
esencia, Dios los creo hombre y mujer, y es en esta unión inseparable donde se construyen
los pilares que sostienen una nación.

6. El scout ama y defiende la vida y la naturaleza.

Defendemos la vida como el primer derecho que todos tenemos y sin el cual ningún
derecho tiene sentido, la vida desde el primer momento en que Dios asi lo dispone, la vida
misma comienza desde la concepción, debemos respetarla en todas sus etapas hasta la
muerte natural de cualquier ser, más aún del ser humano, por ser imagen y semejanza de
Dios. Amamos la naturaleza por ser el espejo donde se refleja la real belleza de Dios, que
es la belleza misma, somos parte de esa naturaleza y por lo tanto la amamos porque
amamos a Dios.

7. El scout sabe obedecer, elige y actúa con responsabilidad.

Decía San Ignacio de Loyola “Aquellos que, por un generoso esfuerzo, se resuelven
a obedecer, ganan grandes méritos, pues la obediencia entraña un sacrificio parecido al
martirio.” Quien obedece no se equivoca, y obedecer mientras no sea algo que ofenda a
Dios es obedecer a LA VOZ DEL MISMO DIOS, la obediencia implica la responsabilidad
de cumplir mis deberes, en la familia, en la escuela, en nuestros compromisos con los
Scouts, todo con su justa prioridad, pero con responsabilidad, por que elegimos y actuaos
con total libertad.
8. El scout es optimista aun en las dificultades.

Por eso les cuento esta historia:


Resulta que falleció el esposo de una señora mayor de 80 años, y ella tuvo que mudarse,
con todo lo que significa para una persona de 78 años: dejar la casa en la que ha vivido,
en la que ha estado unida a su esposo, recuerdos en cada lugar, etc… Tuvo que ir a un
asilo de ancianos y, como suele ocurrir, después de horas sentada en el recibidor del asilo
se acerca una enfermera y le dice: “Su cuarto está listo”. Cuando esta mujer se iba
desplazando con su andador al ascensor, la persona que la acompañaba le dio una
descripción detallada del cuarto, incluyendo las espantosas cortinas que colgaban de su
ventana. Y esta mujer de 78 años como respuesta dijo: ¡Me encanta!, es decir : ¡ Me gusta!
Y lo dijo con el entusiasmo de un niño de ochos años al que le acaban de entregar un
nuevo regalo.
– Pero, Señora, todavía no ha visto el cuarto… espere a verlo y después me va a decir.
– Eso no importa –le respondió la señora– La felicidad es algo que decidís con el tiempo.
Si me gusta o no mi cuarto, no depende de cómo están arreglados los muebles… depende
de cómo tenga arreglada mi mente…
El optimismo consiste que aun en los peores momentos, y con las mayores dificultades
tengamos una actitud positiva.

9. El scout es económico, trabajador y respeta el bien ajeno.

El trabajo, no solo nos da el sustento de nuestras vidas, sino que nos dignifica como
personas, nos hace ser personas honradas que buscan el bien común de nuestra sociedad,
respetamos el bien ajeno como si fuera nuestro, concientes del esfuerzo enorme que el
otro hizo para poder tenerlo.

10. El scout es puro y lleva una vida sana.

La pureza es la virtud que nos permite vivir en armonía con la sociedad en tres
planos de relación. el scout procede con desinterés, no condiciona ni pone restricción a
todo aquello que debe realizar. es también ser casto, puro en pensamientos, palabras
y acciones, según exige la ley scout. Buscamos vivir la pureza sabiendo que Dios nos
dijo: “Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios”, como Scouts
católicos somos concientes de que veremos a Dios por esta bella virtud, San Juan Bosco
decía: “La bella virtud de la castidad es el centro de las demás virtudes”.

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