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Platica Fidelidad.

Hoy vamos a hablar de la Fidelidad. Hay que empezar por entender lo que es la
fidelidad. La palabra Fidelidad viene de la palabra Fe. En la vida todos nosotros
vivimos con Fe en lo que nos rodea aunque no nos demos cuenta. Fe es parte de
nuestra vida diaria. Sin fe no podríamos hacer muchas cosas que damos por
hecho. Por ejemplo sin tener Fe de que los que manejan pararan cuando el
semáforo se pone en rojo... o que cada conductor seguirá los reglamentos de
manejar... los coches no nos servirían de nada, pues si cada quien cree en lo que
quiere, eso sería un caos. Habría accidentes por todos lados. Sin saberlo y aun
aquellos que claman que no creen en nada, en su vida diaria manifiestan
muchos actos de Fe.
Entonces fidelidad es el acto de creer en algo o alguien. Para tener Fe necesitas
tener creencias, necesitas creer en algo. Creencias son lo que yo considero son
verdades para mí y para mi vida. Mis verdaderas creencias se revelan en la
manera que yo vivo mi vida y en mis actos. Hay veces decimos que creemos en
algo pero nuestra actuación lo contradice pues a la hora de actuar, no actuamos
de acuerdo a lo que decimos que creemos. Ahí es donde entra la fidelidad. El
decir que creemos en el amor pero actuamos egoístamente, es falta de
fidelidad, o que realmente no creemos en lo que decimos.
Antes de entrar a hablar de la Fidelidad como virtud moral, es necesario hablar
de las virtudes humanas. Un sacerdote decía que el que no es una buena
persona, no puede ser un buen Cristiano. Uno es una buena persona cuando es
justo, cuando es honesto y no miente, cuando trata con respeto a los demás,
cuando respeta el derecho y la propiedad ajena, cuando no abusa del débil y del
ignorante, cuando se es generoso, cuando se es servicial. Características que son
buenas, haciendo la vida sea más placentera y mas fácil.
¿Cómo puedo saber qué tipo de persona soy? Hay que analizar lo que decimos
y lo que hacemos. Sócrates, el filosofo griego, nos dice que una vida que no se
analiza, no vale la pena vivirla. Si yo no soy capaz de analizar cuáles son mis
creencias, que tipo de persona soy y como vivo mi vida, entonces nunca podre
ser fiel, pues vivo sin creencias y sin obligaciones. La fidelidad es una obligación
que mis creencias imponen sobre mi vida.

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En este análisis de mi vida, existe lo que llamamos las preguntas existenciales.
Esas preguntas que definen quien soy. Estas son: ¿Quién Soy? ¿De dónde
vengo? ¿Qué hago aquí? ¿A dónde voy? y ¿Cómo llego a mi destino?
1. ¿Quién Soy?: La identidad es algo que tenemos todos los seres humanos. Si
no se quién soy, me pasare la vida tratando de ser todo, pero nunca seré nadie.
Nazco con un temperamento (Sanguíneo, Colérico, Melancólico, Flemático), con
aptitudes, con dones y talentos. Si no puedo recapacitar sobre mi mismo nunca
descubriré la verdadera persona que soy y la tendencia de responder a mis
circunstancias será muy variable dependiendo no de mí sino de la circunstancia.
Por ejemplo, yo digo ser honesto pero me encuentro la mayoría de veces
mintiendo para evitar problemas o situaciones. Aquí hay una contradicción. Esta
contradicción puede ser porque en verdad no creo en la honestidad o porque
falle y no pude ser fiel a mi creencia. Dos cosas diferentes. ¿Te conoces a ti
mismo?
2. ¿De dónde vengo? : ¿Cual es el origen de la existencia? ¿De dónde viene todo?
Hay gente que piensa que el Universo nada mas apareció. No creen que un ser
sobrenatural es el origen de todo lo que vemos. Muchos científicos también nos
dicen que hay mucha inteligencia y armonía en toda la creación. Otros creen que
existe un Dios es el creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo
invisible. Hay gente que cree que puede explotar la creación a su antojo y otros
que la creación no es nuestra propiedad sino se nos ha concedido para
desarrollarla y cuidarla. ¿Tú en que crees? ¿De dónde vienes?
3. ¿Por qué estoy aquí?: Esta pregunta la podríamos formular también como
¿Que es la vida? o ¿Cual es el propósito de mi existencia? ¿Cuál es mi misión en
la vida? Hay unos que dicen que no hay metas ni objetivos. La vida es para
gozarla mientras vivas, pues un día morirás y se terminó todo. Otros dicen que
la vida tiene un propósito para cada uno de nosotros y que el cumplimiento de
ese propósito le da significado a mi vida. ¿Tu, en que crees? ¿Buscas tu misión?
4. ¿A dónde voy?: ¿Cual es el destino de mi vida? Hay unos que piensan que la
muerte es el fin. Viven sin un plan, sin un destino, viven el momento. Es como
ir a la estación de camiones y escoger el camión más bonito, más nuevo, sin
importar a donde se dirige. Locura ¿no? Para otros, el destino final es el cielo y
se tiene que asegurar subirse al camión que lleva al cielo. ¿Tú, crees en la Vida
Eterna?

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5. ¿Cómo llego a mi destino?: Para los que no tienen destino, esta pregunta no
tiene significado. Tratan de estar siempre ocupados y preocupados de lo que
pasa aquí, sin importar lo que va a pasar cuando esta vida llegue a su fin. Otros
creen en el Cielo y en vivir una vida con virtudes. ¿Tu, en que crees?
Volvemos a repetir que para que tú sepas a ciencia cierta lo que crees, es
necesario corroborarlo con tus acciones. Yo puedo decir que te amo, pero te
maltrato, abuso de ti, no me importas y nada mas estoy contigo porque no quiero
estar solo o sola. Una contradicción. Sin embargo, yo puedo amarte y sin querer
ofenderte, mal tratarte, abusar de ti y comportarme como si no me interesaras.
Cuando ésta es la situación, entonces en la contradicción, nace un sentimiento de
culpa, un sentimiento de que he fallado, un sentimiento de que no fui la persona
que yo sé que soy. Me doy cuenta que he sido infiel y no me gusta. De ahí nace
el arrepentimiento y la reconciliación. Me doy cuenta que cuando soy infiel no
es por la circunstancia, no por los demás, sino porque yo he fallado. La
infidelidad es y será siempre mi falla, mi culpa.
La fidelidad tiene tres aspectos: Fidelidad a uno mismo, Fidelidad hacia los
demás y Fidelidad hacia Dios. ¿Cómo puedo yo ser fiel a Dios o a los demás, sino
soy fiel a mí mismo? El ser fiel a uno mismo es conocerse de lo que lo que
quiero, busco y soy capaz... y actuar de acuerdo a esas creencias. Yo no debería
tirarme de un quinto piso pensando que voy a volar... De la misma manera yo no
debería pasarme la vida viviendo en este país y pensar que no puedo aprender un
poco de Ingles. Yo no debería de ir al bar con mis amigos a tomar una cerveza,
pues se bien que no es una. Mi fidelidad es no exponerme a situaciones que se
me pueden llevar a actuar en contra de mis creencias. La fidelidad invita a la
vigilancia, a estar alerta, ¡a cumplir con mis deberes!
De la infidelidad a nosotros mismos pasamos a ser infieles a los demás. Cuando
somos infieles a nosotros mismos o a los demás, estamos siendo infieles a Dios.
Aquellos que no tienen principios, no tienen creencias, ni cuenta se dan de sus
infidelidades, pues nunca tendrán el sentimiento de culpa. Cuenta un maestro
de Filosofía de la Universidad de Texas en Austin, que era casado y con una hija.
El amaba mucho a su esposa y a su familia, sin embargo, como creció en un
ambiente liberal en el cual no existe el pecado, el se daba permiso de ser infiel,
pero lo escondía muy bien. Un día su esposa le pidió el divorcio y el pensó que ya
lo habría descubierto... pero se hace al ignorante y le pregunta ¿por qué? y ella
responde porque ella siente que él no la ama, que lo siente lejano, que no entrega
su corazón. A él le sorprende de sobre manera estas razones. ¿Cómo es posible
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que se sienta así, si el si la quiere? Se da cuenta de que el mal te cambia, te hace
otra persona. Una persona que su mujer no reconocía... El sugiere que empiecen
a ir a la iglesia. Ella lo quiere y acepta. Después de varias iglesias terminan en la
Católica.
No todas las infidelidades son iguales. La infidelidad es como el pecado. Hay
infidelidades mortales y veniales. Las mortales son las que hacen mucho daño.
Las veniales hacen menos daño, pero estas, así como el pecado venial, terminan
por llevarte al pecado mortal, a la infidelidad mortal. No es lo mismo clavarte un
espino a que te cortes un dedo. Las consecuencias son completamente
diferentes.
La infidelidad, igual que el pecado, empieza con pequeñas infidelidades... que
supuestamente no hacen daño. Es como dejar la puerta de tu casa un poco
abierta. Los ladrones quizá no se den cuenta... pero dales tiempo y entrarán.
Voy a Misa, pero llego mero a la hora o tarde. Participo en Ministerios cuando
tengo ganas. Estoy, pero no al 100%, no a lo que se requiere. Mentiritas aquí y
allá...
En el centro de toda infidelidad existe la falta de amor y la falta de generosidad,
la humildad. Me pongo yo como el centro de mi vida.
La falta de generosidad es tenerte a ti mismo como el centro de tu existencia y
pensar que todo y todos están para servirte. No das de lo que eres y de lo que
tienes porque ni se te ocurre. Estas ciego a las necesidades de los demás. Todo
es como tú quieres, cuando tú quieres, lo que tú quieres. Es sumamente difícil
tener relaciones con gente así.
La Falta de humildad hace la entrega imposible en la vida. La humildad es
aceptar que soy deficiente y que necesito ayuda. Todos necesitamos ayuda.
Que trabajo nos cuesta pedir ayuda, pues sentimos que valemos menos.
Ser fiel es vivir la vida de acuerdo a los dones, talentos y posibilidades que Dios
me ofrece en la vida y de usarlos para mi bien y el bien común. Cada ser
humano tiene un potencial y está llamado a realizarlo. Ser Fiel es vivir la vida en
Plenitud!
Para terminar, les deseo a todos que al final de nuestras vidas oigamos a Jesús
repitiendo lo que nos dice en la parábola de los talentos: "Muy bien, servidor

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bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, te voy a confiar mucho mas.
Ven a compartir la alegría de tu patrón" (Mt 25:21).

¡Que Dios les Bendiga!

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