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Enlace químico e hibridación

La forma en que los átomos se unen entre sí, tiene un efecto significativo en las propiedades
químicas y físicas. Por ejemplo el grafito es blando, se utiliza como lubricante y el diamante
es uno de los materiales más duros que se conocen. Además de su valor como piedra
preciosa, el diamante tiene uso industrial en herramientas de corte. Ambos son materiales
compuestos exclusivamente de carbono y sin embargo tienen propiedades muy diferentes,
esto está relacionado con los diferentes tipos de enlaces que dan lugar a cada una de estas
sustancias.

Tipos de enlaces químicos

El enlace químico es la fuerza que mantiene unidos a grupos de átomos y les permite
funcionar como una unidad.

Hay diversos experimentos que se pueden llevar a cabo para determinar la naturaleza de
las sustancias químicas: puntos de fusión, dureza, conductividad térmica o conductividad
eléctrica. También es posible estudiar características de solubilidad y las propiedades de las
soluciones resultantes.

Existe el enlace iónico, la fuerza de atracción es electrostática, un catión y un anión se


atraen con bastante fuerza. Como se trata de partículas cargadas, sus soluciones conducen
la electricidad, lo mismo cuando se encuentran fundidos. Muchos compuestos iónicos son
solubles en agua y tienen puntos de fusión elevados. Por ejemplo:

NaCl, funde a aproximadamente 800 C y su temperatura de ebullición es de 1465 C. La


solubilidad en agua es de 359 g/L.

BaSO4, funde a 1580 C y su temperatura de ebullición es de 1600 C . Su solubilidad en


agua es muy baja.

MgO, funde a 2852 C y su temperatura de ebullición es de 3600 C. También es poco


soluble en agua.
En el enlace covalente, los átomos se mantienen unidos gracias a que comparten
electrones, los átomos se posicionan de tal manera que logran tener la menor energía
posible, el sistema debe ser capaz de minimizar las fuerzas repulsivas y maximizar las
fuerzas atractivas. La distancia a la que la energía es mínima se la llama longitud de enlace.
El enlace es el resultado de la mutua atracción de los dos núcleos por los electrones
compartidos.

Moléculas como H-H, N≡N, Br-Br, Cl-Cl, y tantas otras representan un típico enlace
covalente apolar. Ya que los átomos poseen la misma electronegatividad, los electrones se
comparten de manera homogénea.

Cuando las diferencias de electronegatividad entre los átomos que forman un enlace es
importante hablaremos de enlace covalente polar. Ejemplo H-F, H-O. La nube electrónica
no estará homogéneamente distribuida, estará más desplazada hacia el átomo más
electronegativo.

Cuando una muestra de H-F se encuentra en presencia de una campo eléctrico, las
moléculas tienden a orientarse como se muestra en la figura

El lado del flúor apuntando hacia el polo positivo y lado del hidrógeno apuntando hacia el
polo negativo. Este resultado muestra que una molécula de HF tiene un distribución
asimétrica de la nube electrónica, la molécula se encuentra polarizada.
Similar es el caso del agua, en que los enlaces O-H están muy polarizados y confieren
propiedades especiales al H2O.

La explicación más lógica para el desarrollo de cargas parciales positiva y negativa en


moléculas como H2O o HF es que los electrones no se comparten equitativamente. Por
ejemplo, se puede explicar la polaridad de las moléculas de H-F suponiendo que el átomo
de flúor atrae los electrones compartidos con mayor fuerza que el átomo de hidrógeno.

Electronegatividad

La capacidad de un átomo en una molécula para atraer electrones compartidos se llama


electronegatividad.

El método más aceptado para determinar valores de electronegatividad fue desarrollado


por Linus Pauling (Nobel de Química en 1954 por sus estudios sobre el enlace químico y en
1962 recibió el Nobel de la paz por su campaña contra las pruebas nucleares).

Para entender el modelo de Pauling, considere una molécula HX. Las electronegatividades
relativas de H y X se determinan comparando la fuerza real del enlace H-X con la fuerza de
enlace esperada, que es el promedio de las fuerzas de enlace H-H y X-X

Energía de enlace H-X esperada = (energía del enlace H-H + energía del enlace X-X)
2
La diferencia () entre la fuerza de enlace real (medida) y la que se esperaba es

 = (H-X)real – (H-X)esperada
Si H y X tienen electronegatividades idénticas (H-X)real y (H-X)esperada son iguales y  es igual
a cero; pero si X tiene mayor electronegatividad que H, los electrones tenderán a estar más
cerca de X y la molécula será polar con la siguiente distribución de carga.

Puede considerarse como que este enlace tiene una componente iónica y una componente
covalente. La fuerza de atracción en H y X que se encuentran parcialmente cargados con
cargas opuestas producen una mayor fuerza de enlace. de manera que (H-X)real es mayor
(H-X)esperado.

Cuanto mayor la diferencia de electronegatividades, mayor es la componente iónica del


enlace y el valor de  será mayor. De manera que las electronegatividades relativas de H y
X pueden asignarse desde los valores de .

Los valores de electronegatividad han sido determinados para casi todos los elementos. La
electronegatividad varía de 4.0 para flúor y 0.7 para cesio. Para átomos idénticos (diferencia
de electronegatividad de cero) los electrones se comparten de manera equitativa y no hay
polarización del enlace.

Cuando interaccionan dos átomos con electronegatividades muy diferentes puede ocurrir
transferencia de electrones y el resultado será una sustancia iónica como NaCl, CsF, por
ejemplo. Casos intermedios darán lugar a enlaces covalentes polares con una distribución
asimétrica de densidad electrónica.

La polaridad de los enlaces aumenta conforme aumenta la diferencia de electronegatividad.


Siempre habrá quienes se pregunten dónde están los límites, cuándo consideramos polar y
cuando apolar, según algunos:

desde 0.00 a 0.400 covalente no polar


desde 0.41 a 1.00 covalente poco polar
desde 1.01 a 2.00 covalente muy polar
mayor que 2.01 enlace iónico.

C: 2.5, N: 3.0, O: 3.5, F: 4.0, F: 4.0, Cl: 3.0, H: 2.1

C-H = 2.5 - 2.1 =0.4 apolar


N-H = 3.0 – 2.1 = 0.9 poco polar
O-H = 3.5 – 2.1 = 1.4 muy polar
Polaridad de enlaces y momentos dipolares

Ya hablamos de que cuando el HF se encuentra en un campo electrico, las moléculas


adoptan una orientación preferencial. Esto es así porque HF tiene un extremo con
deficiencia electrónica que describimos como + y un extremo que concentra carga
electrónica negativa que describimos como -. Entonces decimos que HF es una molécula
polar, porque tiene un momento dipolar neto (). El carácter dipolar (tiene dos polos) de
una molécula se representa a menudo con una flecha que parte en el lado positivo hacia el
lado negativo. Lo que se trata de representar es el vector momento dipolar. (1.85 D).

Otra manera de representar la distribución de la carga es mediante los diagramas de


potenciales electrostáticos. El rojo representa las regiones en que la densidad electrónica
es más abundante y el azul señala las regiones más pobres en densidad electrónica.
Cualquier molécula diatómica con un enlace polar posee un momento dipolar. En la tabla
siguiente se muestran los momentos dipolares (en unidades Debye) de algunas moléculas
HX. Claramente hay una relación con la electronegatividad del halógeno.

Las moléculas poliatómimicas tambien pueden ser polares. Por ejemplo el oxígeno del agua
tiene mayor electronegatividad que los átomos de hidrógeno, por eso en un campo
eléctrico se comportan como si tuvieran dos centros de carga, uno positivo y otro negativo
La molécula de agua posee un momento dipolar que apunta hacia el oxígeno y es la
resultante de los dos dipolos de los enlaces H-O. El mismo tipo de comportamiento se
observa el caso de NH3 (1.42 D).

Hay muchas moléculas que poseen enlaces polares pero que en su totalidad no tienen
momento dipolar neto. Esto sucede cuando los enlaces polares están distribuidos de tal
manera que sus dipolos se cancelan entre sí. Es el caso de moléculas como CO 2, que es
lineal, en este caso los dos vectores apuntan en sentidos opuestos y se cancelan. El
resultado es una molécula apolar que no presenta una orientación preferencial en
presencia de un campo eléctrico.

En el caso de moléculas trigonales (BF3) y tetraédricas simétricas (CCl4) también se cancelan


los vectores y el resultado serán moléculas apolares a pesar de tener enlaces polares.
Carácter iónico parcial de enlaces covalentes

Cuando átomos con diferentes electronegatividades reaccionan para formar moléculas, los
electrones no se comparten de manera igualitaria. El posible resultado serán enlaces
covalentes polares o si la diferencia de electronegatividades es muy grande, habrá
transferencia de electrones.

¿Qué tan bien es posible establecer la diferencia un enlace iónico y un enlace covalente
polar? La repuesta es que probablemente no hay enlaces totalmente iónico entre pares de
átomos discretos. Esta afirmación se basa en cálculos de porcentaje de carácter iónico para
enlaces de varios compuestos binarios en fase gas.

Estos cálculos comparan los momentos dipolares determinados experimentalmente para


moléculas del tipo X-Y con los momentos dipolares calculados para el caso en que fueran
completamente iónicos, X +Y-.

% de carácter iónico de un enlace = ( medido para X-Y/ calculado para X+Y-) x 100

Aplicando esta definición para varios enlaces entrega resultados que permiten graficar el
porcentaje de carácter iónico versus la diferencia de electronegatividades

Se puede ver que el carácter iónico aumenta con la diferencia de electronegatividades,


como se esperaría, pero ninguno de los enlaces alcanza 100%; aunque se han considerado
compuestos con las máximas diferencias de electronegatividades.

Entonces, según esta definición ningún enlace es completamente iónico. Esta conclusión
contrasta con la clasificación de sólidos iónicos. En general todos los compuestos con un
porcentaje de carácter iónico superior al 50% se consideran sólidos iónicos.

En todo caso los datos se obtienen en fase gas, en que las moléculas X-Y actúan de manera
independiente, están separadas unas de otras. Este resultado no necesariamente aplica
para el estado sólido en el que la existencia de iones está favorecida por múltiples
interacciones iónicas. En general se considera que cualquier compuesto que conduce la
electricidad es iónico.
Resumiendo algunos conceptos

 El enlace químico puede ser considerado como la fuerza que hace que un conjunto
de átomos se comporten como una unidad.

 El enlace nace de la tendencia de los sistemas para buscar tener la menor energía
posible.

De una manera simplista, los enlaces se producen cuando grupos de átomos son más
estables (de menor energía) cuando están juntos que cuando están separados.

Por ejemplo, se necesitan unos 1652 kJ de energía para romper un mol de moléculas de
metano (CH4) a átomos de C e H separados. O tomando el punto de vista opuesto, se liberan
1652 kJ de energía cuando se forma un mol de metano a partir de 1 mol de átomos de
carbono y cuatro moles de hidrógeno, todos en estado gaseoso. Entonces, se puede decir
que el metano es más estable que los átomos que lo componen por separado.

Es útil interpretar la estabilidad molecular recurriendo a un modelo llamado enlace


químico. Para entender por qué se inventó este modelo, consideremos el metano que
consiste en cuatro átomos de hidrógeno en los vértices de un tetraedro alrededor de un
átomo de carbono.

Dada esta estructura, es natural pensar en cuatro interacciones C---H, que llamaremos
enlace. Si la energía de estabilización relacionada con la formación del metano es de 1652
kJ/mol, entonces al dividir por cuatro se obtiene una energía promedio por mol de enlaces
C-H 423 kJ/mol.

Ahora consideremos el clorometano CH3Cl, también posee una estructura tetraédrica


Los resultados experimentales indican que se cuando se forma un mol de clorometano a
partir de sus átomos en estado gaseoso, se liberan 1578 kJ. Se puede escribir

Un mol de clorometano gaseoso posee 1578 kJ menos de energía que sus átomos
constituyentes en estado gaseoso.

Podemos considerar que clorometano posee tres enlaces C-H y un enlace C-Cl. Si además
suponemos arbitrariamente que la interacción C-H corresponde a un mismo valor de
energía en cualquier situación (con independencia de la molécula en que se encuentre),
entonces:

Energía de enlace C-Cl + 3 x (energía de enlace C-H) = 1578 kJ

Energía de enlace C-Cl + 3 x (413 kJ/mol) = 1578 kJ

Energía de enlace C-Cl = 1578 – 1239 = 339 kJ/mol

Es importante considerar que el concepto de enlace es una invención, pero que nos permite
dividir la energía que se libera cuando se forma una molécula a partir de los átomos que la
constituyen. En este sentido, el enlace representa una cantidad de energía obtenida de la
energía total de estabilización de una molécula de una manera un tanto arbitraria.

Es desarrollo del concepto de enlace químico se debe a Lewis y Pauling y constituye un


concepto muy útil.

El modelo del enlace químico provee una herramienta para sistematizar el comportamiento
químico ya que permite que pensemos en moléculas como conjuntos de componentes
fundamentales: los enlaces.

Por ejemplo una proteína puede contener cientos o miles de átomos y puede parecer
abrumadoramente compleja. Pero si pensamos que una proteína está formada por enlaces
C-C, C-H, C-N, C-O, N-H etc., esto es una gran ayuda para predecir y comprender el
comportamiento de la proteína.

La idea esencial es que dado un enlace en particular, este se comporte más o menos igual
en cualquier ambiente molecular. De esta manera el modelo del enlace ha ayudado a los
químicos a sistematizar las reacciones de millones de los compuestos que existen.

Además de ser útil el modelo del enlace, tiene sentido físico, esto quiere decir que tiene
sentido pensar que los átomos puedan formar asociaciones estables al compartir los
electrones. Al ser atraídos simultáneamente a dos núcleos, los electrones compartidos
proveen un estado de menor energía.
El supuesto de que en un enlace dado tiene la misma energía con independencia de la
molécula en que esté, no es muy correcto. Por ejemplo si consideramos la descomposición
por etapas del metano

Aunque en cada paso se rompe un enlace C-H, la energía que se necesita cambia de una
manera no sistemática. Este resultado muestra que tal vez el enlace C-H sí sea sensible a
cambios en su ambiente. Aquí van más ejemplos

Estos datos muestran que la fuerza del enlace C-H varía significativamente según la
molécula en la que se encuentre; sin embargo, el concepto de un valor promedio de energía
de enlace sigue siendo útil para los químicos.

Los datos de energía de enlace que se presentan en tablas, en general representan


promedios de energías de enlaces que se obtienen a partir de muchas moléculas.
Los átomos pueden formar enlaces múltiples y existe una relación entre el número de
electrones compartidos y la fuerza del enlace. También hay una relación entre la longitud
del enlace y la cantidad de electrones compartidos.

Desde su descubrimiento en 1897, se pensaba que los electrones eran partículas. En 1924
el físico Louis de Broglie sugirió que podrían tener también características de onda. Dos
años después Erwin Schrödinger dio el paso siguiente y calculó la energía del electrón en un
átomo de hidrógeno, para ello empleó ecuaciones que trataban al electrón como onda.
Erwin Schrödinger Louis de Broglie

Schrödinger obtuvo una serie de niveles de energía, cada uno correspondiente a diferentes
descripciones matemáticas de la onda del electrón, llamadas funciones de onda y se
simbolizan por la letra griega  (psi).

De acuerdo con el principio de incertidumbre de Heisenberg, no es posible decir donde se


encuentra un electrón, solamente donde es más probable encontrarlo. La probabilidad de
encontrar un electrón en determinado lugar con respecto a núcleo está dada por el
cuadrado de la función de onda (2).

Distribución de la probabilidad (2) para un


electrón en un orbital 1s.

La figura muestra la probabilidad de encontrar el electrón en diferentes puntos del nivel de


menor energía; cuanto más intenso el color, mayor es la probabilidad. Esta probabilidad
aumenta cerca del núcleo y disminuye al aumentar la distancia pero nunca es cero.
Se acostumbra a hablar de nube electrónica para destacar la capacidad de dispersión del
electrón. La nube electrónica de un electrón se representa por muchos puntos, pero
corresponde a un solo electrón.

Las funciones de onda también se llaman orbitales. La palabra orbital se utiliza de diferentes
maneras, y a menudo se dice que la gráfica 2 es el orbital.

Los orbitales se describen especificando su tamaño, forma y propiedades direccionales. El


gráfico anterior con simetría esférica representa a un orbital s. La letra s debe estar
precedida del número cuántico principal n (n = 1, 2, 3, etc.) que especifica el nivel de
energía. Un electrón en un orbital 1s es muy probable que se encuentre más cerca del
núcleo, tiene menos energía y está más fuertemente retenido que un electrón que se
encuentre en un orbital 2s.

Hay zonas de un orbital que pudieran estar separadas por nodos o superficies nodales,
donde la probabilidad de encontrar el electrón es cero. El orbital 1s no tiene nodos; un
orbital 2s, tiene un nodo.

Corte de (a) un orbital 1s y (b) un orbital 2s. La función de onda tiene el mismo signo en
todo el orbital 1s y se le asigna arbitrariamente un signo +. El orbital 2s posee un nodo
esférico y cambia el signo de la función.

Otra manera de visualizar lo anterior hacer un gráfico de cómo varía la probabilidad de


encontrar el electrón en la medida que avanzamos hacia el núcleo. En el núcleo la
probabilidad de encontrar el electrón es cero y también si nos alejamos mucho de él, pero
habrá zonas en que esta probabilidad será máxima.
En lugar de distribuciones de probabilidades, es más común representar los orbitales por
sus superficies de contorno que encierra la región donde la probabilidad de encontrar el
electrón es alta en el rango de 90 a 95%.

EL período en que se encuentra un elemento en la tabla periódica está dado por el número
cuántico principal del nivel ocupado de mayor energía. Así, Litio :1s22s1, está en el segundo
período.

Con berilio (Z = 4) el nivel 2s se llena y empieza el llenado de los orbitales 2p (2px, 2py y 2pz);
estos orbitales son tres y son mutuamente perpendiculares; cada uno de ellos está formado
por dos lóbulos o esferas levemente aplastadas .
El problema de los orbitales atómicos es que no permiten explicar la formación de
moléculas. Consideremos AlCl3

Una molécula plana trigonal, la configuración electrónica del aluminio en su capa de


valencia es 3s23p1. Entonces si los enlaces se forman con pares de electrones es difícil
explicar cómo se formaría la molécula. Se necesita que en aluminio haya tres orbitales con
un electrón para que puedan recibir el electrón del flúor y formar el enlace. Entonces se ha
hablado de promover un electrón, entonces la configuración electrónica del aluminio sería
3s13px13py1.

Ahora tendríamos tres orbitales con un electrón para superponerse el con tres orbitales p
con un electrón de tres átomos de flúor. Pero hay otro problema los orbitales p son
ortogonales, es decir tienen ángulos de 90, no de 120 que es lo que hay en la molécula.

Adicionalmente, se puede entender la formación del enlace B-F por la superposición de


orbitales p de cada átomo, los orbitales p son direccionales, pero resulta más difícil
entender el enlace que se formaría entre el orbital s del aluminio con un orbital p del flúor.

En los años 30 (siglo 20), Pauling propuso una solución, comenzó trabajando con la idea de
la promoción de un electrón, pero eso dejaba electrones en tipos diferentes de orbitales y
en el metano todos los enlaces son equivalentes o iguales; además los ángulos no calzan.
La segunda parte fue lo novedoso: mezclar (hibridar) los cuatro orbitales de valencia del
carbono (2s, 2px, 2py y 2pz) con lo que se obtienen cuatro orbitales híbridos sp3, todos de
igual energía y pueden y deben alojar cada uno a uno de los electrones de valencia. El
nombre sp3 indica que se han mezclado un orbital s y tres orbitales p.

El caso (a) representa la configuración electrónica del carbono en estado fundamental, de


menor energía, que tampoco parece adecuada para la formación de cuatro enlaces, (b)
representa el caso de mayor energía en que un electrón ha sido promovido desde es el
orbital s a un orbital p, (c) representa una solución, la hibridación de un orbital s y 3 orbitales
p; ello se traduce en cuatro orbitales híbridos sp3. Los cuatro orbitales híbridos son de igual
energía y cada uno puede alojar a un electrón y recibir un electrón de otro átomo para
formar un enlace.
Los orbitales híbridos tienen una forma que recuerda en alguna medida los orbitales
atómicos a partir de los cuales se generan. Los orbitales híbridos sp3 apuntan hacia los
vértices de un tetraedro.

Cada orbital híbrido sp3 tiene dos lóbulos de diferente tamaño, haciendo que la densidad
electrónica sea mayor en un lado del núcleo. Es este lóbulo de mayor tamaño es el que
participa en la formación del enlace con el orbital 1s del hidrógeno, la superposición se
produce a lo largo del eje internuclear y se genera un orbital con simetría rotacional
alrededor de este eje, esto se llama un enlace  (enlace sigma: C(2sp3)-H(1s).

La particular forma de los orbitales híbridos sp3 tiene una consecuencia importante. Ya que
en este tipo de orbitales la mayor parte de la densidad electrónica se encuentra hacia un
lado del carbono, la superposición de este lado con un orbital 1s semilleno de un átomo de
hidrógeno producirá un enlace más fuerte.

Si las densidades electrónicas fueran iguales en ambos lados del núcleo, como sería en un
orbital p, la mitad del tiempo el electrón se encontraría en una zona remota a los átomos
enlazados y el enlace sería más débil.
La idea de la hibridación no solo explica que el carbono forme cuatro enlaces, también
sugiere que los enlaces resultantes serán más estable.

Este mismo modelo de hibridación sp3 permite explicar la geometría piramidal del amoníaco
y la geometría angular del agua. Estas formas representan una pequeña distorsión del
tetraedro regular.

Hibridación sp3 y los enlaces del etano

El modelo de la hibridación para el enlace covalente se puede muy fácilmente extender al


enlace C-C. Por ejemplo el etano, H3C-CH3, se forma mediante un enlace  que resulta de
superponer dos orbitales sp3 semillenos de dos grupos CH3.

El enlace C-C será simétrico para la rotación en torno al eje internuclear, esto quiere decir
que la simetría es la misma aunque el enlace rote: enlace .
Hibridación sp2 y los enlaces del etileno

El etileno es una molécula plana y tiene una distribución trigonal alrededor de sus átomos
de carbono. Los ángulos son cercanos a los 120.

El tipo de hibridación queda determinado por el número de átomos a los que se una el
carbono (puede ser otro). Para el caso del metano, CH4, se necesitan cuatro orbitales,
entonces el átomo usa la hibridación sp3 que aporta cuatro orbitales idénticos. En el etileno
hay tres átomos unidos a cada carbono, así es que se necesitan tres orbitales híbridos
equivalentes.

Los tres orbitales híbridos equivalentes se generan mezclando el orbital 2s con dos de los
orbitales 2p y orbitales resultantes se describen como sp2. Los tres orbitales son iguales en
energía, cada uno tiene un tercio de carácter s (33%) y dos tercios de carácter p (66%);
además, los tres son coplanares y apuntan hacia los vértices de un triángulo equilátero, por
lo que los ángulos entre ellos son de 120. Son bastante parecidos a un orbital sp3, en el
sentido que son dos lóbulos con distinta densidad electrónica y simetría.
Cada carbono del etileno utiliza dos orbitales sp2 para formar dos enlaces  con un átomo
de hidrógeno cada uno. El orbital sp2 todavía disponible cada carbono se utiliza para formar
un enlace  C-C.
Cada carbono tiene todavía disponible un orbital atómico 2p puro, no híbrido y cada uno
con un electrón . Estos dos orbitales son perpendiculares a la estructura que se forma entre
los orbitales sp2 en el esqueleto . La superposición lateral de los orbitales p de ambos
datos producirá un enlace pi, .

De este modo el doble enlace C=C es una combinación de un enlace  y un enlace . El doble
enlace carbono-carbono es más fuerte y más corto que el enlace simple.

Los electrones de un enlace  se llaman electrones . La probabilidad de encontrar


electrones en un enlace , es mayor arriba y abajo del plano  de la molécula, que
corresponde a un plano nodal, en el que la probabilidad en el que la probabilidad de
encontrar un electrón  es cero.

Se puede esperar que el carbono será sp2 cuando esté directamente unido a tres átomos.
Esto se extiende a moléculas con geometría trigonal plana, como BF 3, NO3-, etc. En el caso
de moléculas como BF3 queda un orbital p desocupado.

De manera mucho más general, podemos decir que los elementos del segundo período para
formar un doble enlace usarán la hibridación sp2.

Hemos aprendido que para hacer un enlace , se necesita que haya dos átomos vecinos que
dispongan de un orbital atómico p cada uno para que se superpongan. Es el caso del
acetileno que tiene un enlace triple.

Hibridación sp y los enlaces en el acetileno

Puesto que en el acetileno el carbono está unido a otros dos átomos, el modelo necesita
de dos orbitales equivalentes para la formación de enlaces . Si se combina un orbital s y
un orbital p, se obtiene dos orbitales sp que forman entre sí un ángulo de 180 entre sí y
quedan dos orbitales p. Cada orbital p permitirá formar un enlaces , que darán como
resultado dos enlaces  que sumados al enlace , darán un enlace triple. Los orbitales
híbridos sp tienen un 50% de carácter s y un 50% de carácter p.

Los dos carbonos en el acetileno están unidos mediante un enlace  que resulta de la
superposición sp-sp de un orbital sp de cada uno de ellos. Además cada carbono está
formando un enlace  sp-s por superposición del orbital 1s del hidrógeno con el orbital sp
del carbono.
Los orbitales 2p no híbridos de cada carbono (perpendiculares entre sí) se superponen para
formar dos enlaces  y el resultado es un enlace triple. Como conclusión un carbono unido
a dos átomos tendrá hibridación sp.

Cuando se necesitan dos enlaces , se necesitan dos orbitales p en cada átomo. Los átomos
debe tener hibridación sp para cumplir con esta exigencia.

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